Blogs

Co-gobernando con Fobos

En la mitología griega, Fobos hijo de Ares y Afrodita (Phóbos es el étimo de fobia:miedo) era la personificación del temor y el pánico. Fobos y su gemelo Deimos acompañaban al dios de la guerra en cada batalla. La figura de Fobos aparecía antes de la batalla, en el miedo y pánico de los hombres antes de luchar, algunos aterrados huían de la batalla o fingían su muerte para después escapar.

El origen de la paranoia obedece a un miedo intenso e irracional que dinamita el proceso de toma de desiciones. La paranoia política es una categoría útil para comprender algunas manifestaciones contemporáneas de las patologías del poder. El paranoico pierde su conexión con la realidad y su capacidad de construir autocrítica, lo nuevo es potencialmente riesgoso y peligroso porque amenaza su inmutable dogmatismo, para él, el conflicto nunca está dentro sino fuera.

Tras abordar esta estrecha relación entre paranoia y teoría política conspirativa, el psicoanálisis de Freud y Lacan definen al sujeto paranoico, como un sujeto megalómano, hiper-racional que pretende controlarlo todo. Una vez en movimiento, la paranoia se alimenta de sí misma, el paranoico le atribuye su propia destructividad al adversario, ya que tiene la certeza delirante de su completa inocencia y pureza, como eterna victima la culpa será siempre del otro. esto claramente, justifica la agresión y al mismo tiempo, alivia el sentimiento de culpa ante una inminente venganza.

El Rey fantasma, alter ego del enemigo fantasma.

Un rey rehen de sus miedos e inseguridades, afianzados por una cohorte de aduladores inutiles, que viven en el pavor de que esa paranoia les guillotine la cabeza, hacen de la mentira su forma de vida, entonces lo normal será mentir para sobrevivir, o aún peor lo más facil siempre será “no hacer nada”, entonces, el rey convivirá con un enemigo fantasma que resultará ser él mismo, atrapado en sus propios pensamientos, creando enemigos imaginarios intentará justificar los fantasmas del gas, del litio, del oro, o del dolar, para procurar escapar del autoengaño y de su propia teoría económica conspirativa.

1er. Fantasma “EVO”.

Luis siempre vivirá bajo la sombra de Evo, siempre será comparado con su hacedor, Evo será siempre la medida de su victoria o su derrota.

2do. Fantasma “Jeanine Añez”.

La historia se repite y posiblemente su destino. Luis al igual que Añez nunca entendió que su gobierno, era un gobierno de transición. Sí Añez cumplía su deber de llamar a elecciones y no buscaba la candidatura presidencial, tal vez hoy sería el principal referente de la oposición con posibilidades reales de ganar. Luis fue electo para gestionar la economía, no para ser candidato o adueñarse del partido. Las mieles del poder lo atraparon y exactamente como en el mito de las sirenas, estas anuncian su naufragio.

3er. Fantasma “él Presidente fantasma”.

Luis es culpable de haberse creído su propio mito: de ser el padre del modelo económico, productivo, social-comunitario; un modelo reconocido y estudiado por las mejores universidades del mundo; de ser el mejor economista de la región; de ser el padre del milagro económico, esas premisas son útiles para una campaña electoral en tanto y en cuanto encuentren su correlato con la realidad, hoy Luis ha roto su mito, ha roto el pilar fundamental de su crédibilidad y su razón de ser en la política, su auctoritas como actor de la política se ha fracturado y se desvanece conforme la crisis económica se hace patente.

4to. Fantasma “el partido”.

La instrumentalización de la sigla ha sido una constante en el MAS-IPSP, lo fue antes con Evo y lo es ahora con Luis. Se finge cogobernar con las organizaciones sociales, pero lo cierto es que se los utiliza para validar objetivos y ambiciones personales de elites de poder que atraviesan una histórica correlación de debilidades. El MAS desde su fundación ha sufrido una metonimia con el IPSP, aunque no son lo mismo, probablemente el MAS deje de existir y con él, toda un gerontocracia política, que no supo cabalgar entre sus propias contradicciones y ambiciones infinitas. Por su parte el IPSP sobrevivirá a la debacle del MAS y se reconfigurará en un nuevo proyecto que pronto desconocerá al gobierno de Luis. Serán ellos quienes cerraran este ciclo político y resetearan la política para dar curso a un nuevo momento constituyente.

La insinuación paranoica aprende a “decir sin decir” porque “entre quienes me escuchan está el enemigo y Fobos lo sabe”; “él sabe que le estoy hablando a él”. En su soledad el paranoico busca inconsciente individuos que se le parezcan, la soledad es causa y consecuencia de esta patología del poder.

Fobos es la ansiedad paralizante que anula la acción y la razón, sin acción no hay resultados, la vergüenza a ser juzgado por los errores cometidos, puede conducir a formas significativas de evación de la realidad. El co-gobierno con Fobos nos ha llevado a este contexto de crisis, de un presidente atormentado y prisionero de sus miedos. La fobia de saberse poca cosa, encuentra su solución, en la fantasía contraria de una grandeza imaginaria

Opinión
imagenblog: 

Los salvadores de la patria

Empiezan a pulular otra vez los salvadores de la Patria. Aquellos que jamás hicieron algo por ella y que nunca lo harán. Los Tuto Quiroga, y demás nefastos personajes de la oposición política, afilan su lengua y sus pocas ideas para lanzar sus recetas de salvación del país. Por supuesto que se apegarán también a los Milei o Bolsonaros y Trump, en sus conocidas fórmulas de depender siempre de un poderoso del sistema. De hecho ya deben estar en contacto con esos siniestros personajes que están destruyendo sus propios países.

Pero es cierto que varias veces en nuestra historia, el pueblo castigó a quiénes no escucharon sus demandas, incluso votando por sus propios verdugos. Eso ocurrió allá en las elecciones de mediados de los años 80, cuando el desastre y la traición de la UDP al pueblo. Los propios mineros votaron por el criminal Banzer para después alimentar la llegada del neoliberalismo. Así se enterró la gloriosa lucha del proletariado minero, así se enterró los clamores del pueblo porque no fue escuchado por los burócratas de la izquierda de la UDP.

Es decir, no escuchar al pueblo en sus demandas; no  tener los oídos en alerta cuando el pueblo está clamando ser escuchado, trae sus consecuencias inmediatas. Los líderes se deben al pueblo, los votos y la lucha del pueblo encubran a los políticos y líderes, pues es deber ético y moral escuchar las demandas del pueblo. Ese pueblo que es cotidiano en sus luchas por la sobrevivencia, por conseguir el pan del día. Ese pueblo que no es fantasma ni teoría, sino cotidiano vivir y sufrir.

En estos días y momentos de incertidumbre, sólo el pueblo puede otra vez confiarnos los destinos del país. No reconocer los sucesos de la coyuntura no sería positivo con la historia, con el pueblo, con la Bolivia profunda. Un líder tiene que tener la capacidad de leer los acontecimientos del diario vivir del pueblo. Dialogar en lo posible con él, alimentarse de ese diálogo del cotidiano vivir.

La llamada oposición tuvo muchos años de oportunidad para hacer la diferencia. No lo hizo, no lo hará por lo que nos enseña la experiencia. No tiene líderes a la altura de los acontecimientos; no tiene los intelectuales necesarios para sus propuestas. Los que hay, como los Tutos Quiroga, son sólo voceros de tercera de los amos del sistema. Que ni siquiera conocen el país, que no necesitan conocer porque viven más fuera que dentro, en sus almas y sus pasiones por hacer de Bolivia una colonia más del sistema.

La oposición realmente navega en otra realidad, a pesar de contar con gente potencialmente comprometida con el país. Sin embargo, funcionan en una tradicionalidad política que a estas alturas asusta por la ausencia de propuestas. Muchos de ellos sin la absoluta ética y convicción política, demostraron ser sólo ladronzuelos de las arcas del Estado cuando Jeanine Añez. En definitiva, es una oposición sin rumbo ni consistencia real para enfrentar los complejos desafíos del país. 

Todo sistema político, sobre todo en sistemas democráticos, requiere de una oposición política sin duda alguna. Porque los equilibrios son importantes. Ante todo una oposición responsable con el país, patriótica, buscando por sobre todas las cosas el bien de la Patria. Son condiciones necesarias para el funcionamiento de la maquinaria democrática. 

Pero esa oposición no existe en nuestro país. Sino un conglomerado de mezcolanzas políticas e ideológicas, sin objetivos de país y sin proyectos alternativos que puedan ser debatidos en el parlamento, y después en la sociedad. 

Por todo eso, la ausencia de debates como antaño es parte de esta crisis estructural de la oposición. Que no producen ideas políticas para intercambiar y discutir frente a otras ideas políticas. Pues la devaluación de ideas, por tanto de debates, es lo más normal en estos últimos años. 

En medio de todo esto, sospechosamente aparecen otra vez los salvadores de la Patria. Esos que los hechos demuestran todo lo contrario de sus palabras. Aquí, sólo esperar que el pueblo tenga memoria suficiente para la condena al menos moral. Pues el país necesita patriotas,  no impostores ni aprovechadores politiqueros. Necesita patriotas en serio, como lo es el pueblo en el cotidiano vivir y sobrevivir.

Si, el primer patriota desde siempre es el pueblo con sus inmensos sacrificios cotidianos por llevar adelante a la Patria. Y los políticos patriotas sólo tienen que escuchar a ese pueblo, escuchar de sus necesidades y sus sueños. Eso es patriotismo en serio, eso es construir desde abajo un país, una Patria, una Nación. Lo demás sólo son conceptos abstractos e irreales, que no responden realmente a las enormes demandas del país plurinacional.

Esperamos que el país construya nuevos patriotas, las exigencias actuales son complejas y necesarias, nuevas y que requieren de generaciones mejor preparadas en sus sueños de Nación y Patria.

Opinión
imagenblog: 

Homenaje a la gloriosa Federación de Mineros

El gran historiador Gustavo Rodríguez, nos dejó como legado sus enormes aportes respecto del proletariado minero en Bolivia, sobre todo en sus sospechas teóricas que ojalá las nuevas generaciones de historiadores terminen de investigar. Porque la historia del proletariado minero está íntimamente ligada a la historia del capitalismo en Bolivia, es decir a la historia de la entrada del capitalismo como sistema a este país. Pero además, la historia del proletariado minero, está totalmente vinculado a la historia de las reivindicaciones sociales. Es decir, a la lucha por la sobrevivencia y la construcción política e ideológica en defensa de los  más pobres y explotados del sistema.

En esta línea, la historia de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), es una parte importante de las trincheras de lucha del proletariado minero, a lo largo del siglo  XX y también en este siglo XXI. Fundada en 1944 en un congreso minero de Huanuni, (Oruro) en momentos donde se libraban batallas contra la rosca minero feudal. Su recorrido en tantos años de gloria, de resistencias en todas las dictaduras militares como civiles y en fortalecimiento a los mismos procesos democráticos actuales.

Sin embargo, son  otras épocas ya lejanas de aquellas que fueron en el siglo XX. Épocas cargadas de incertidumbre para el mismo proletariado minero. Sumido en el llamado postmodernismo, donde los temas de ideología y política ya no son precisamente sus temas de interés. Son épocas pragmáticas por cierto, egoístas e individualistas a pesar de procesos de cambio en nuestra región. 

La Federación de Mineros seguirá siendo una institución importante, porque la historia de la minería en Bolivia tiene mucho por delante: quizás siglos. Eso ha demostrado nuestra historia reciente, cuando el gas y el petróleo están en crisis es la minería otra vez de manera estructural la que sobresale. Sigue siendo un reto hacer de la minería un lugar moderno, industrial y con mejores perspectivas en el cuidado del medio ambiente. Lo cierto es que la minería seguirá siendo un medio de vida para millones de bolivianos, como para el mismo Estado.

Las nuevas generaciones de mineros, no deben olvidar su rica historia social y de entrega al país. Historia de ejemplos como la nacionalización de la minería, como la resistencia colectiva y de clase frente a dictaduras. Historias aun no investigadas, sino bajo el manto de relatos políticos como ideológicos, que son herencias de gloria del proletariado minero aun a develar para las nuevas generaciones.

Los mineros siempre fueron una mezcla explosiva entre indígena y marxismo, que respondieron en todos los momentos que el país necesitó enfrentarse  a la antipatria. Los mineros en su inmensa mayoría provenientes de las comunidades quechuas o aymaras, tuvieron que acostumbrarse a las imposiciones del sistema capitalista: costumbres, idioma, hábitos sindicales, educación, en suma maneras de ser que el sistema capitalista necesitaba en la explotación. Y cuando hablamos de los campamentos mineros, tenemos que referirnos a una cultura minera como complejidad cultural y de costumbres también.

Precisamente la Federación de Mineros, es la gran depositaria de esa enorme y rica historia minera. En una inclinación social, como referente en las luchas sociales y políticas, de reivindicaciones económicas, como de conquistas sociales a lo largo del tiempo. 

En pocos días la Federación de Mineros cumplirá 80 años de vida. De vigencia en la memoria del proletariado minero. En la memoria corta y larga de su historia. Su importancia no está en discusión; pero sí su papel en estos tiempos complejos. Antaño fue substancial en las referencias políticas nacionales. Hoy tienen que recuperar esa perspectiva, porque los peligros son los mismos de ayer.

La recuperación de los discursos, de los relatos políticos desde la posición del proletariado es demasiado importante. Porque proletarios hay más que nunca. Y necesitan referentes de lucha y reivindicaciones sociales, desde la clase social como desde la posición política. Necesidades de identidad frente a los acontecimientos históricos, que seguirán siendo fenómenos exigentes en todos los tiempos de la historia.

Es verdad que la coyuntura es totalmente distinta. Las condiciones ideológicas como políticas requieren de otros análisis, que respondan desde las necesidades de las bases a las exigencias de estas épocas. El crecimiento de las posiciones conservadoras e incluso de ultraderecha, es uno de los desafíos que el proletariado debe enfrentar. Desde la crítica, desde posiciones realmente responsables para enfrentar los nuevos y viejos desafíos.

La Federación de Mineros no debe olvidar a los grandes dirigentes que tuvieron. A su turno, enfrentaron los distintos escenarios de la política y la historia de Bolivia. Muchos ya están muertos, natural o en situaciones extremas de lucha obrera. Esa es la herencia más importante de su historia, como no olvidar a tantos anónimos que entregaron sus vidas en defensa de la Federación de Mineros. 

Los tiempos a enfrentar siguen siendo desafiantes. Los proletarios nuevos tienen que llevar la bandera de la Federación de Mineros, de su herencia de lucha y combate por hacer de Bolivia un país más justo y solidario. 

Gloria a la Federación de Mineros!!!

                                                                                         La Paz, 8 de junio de 2024

Opinión
imagenblog: 

¿Por qué resulta tan difícil entender algo tan sencillo?

Según la ONU, la población mundial en 1950 era de 2.500 millones de habitantes y pasó a 6.000 millones, cincuenta años más tarde. En 2022 llegó a 8.000 y para el 2050 se acercará a 10.000 millones de personas. El problema es, cómo alimentar tanta gente sin afectar al planeta, siendo que el vertiginoso incremento poblacional ejerce ya una fuerte presión sobre los recursos naturales. Lo grave es que, quien no come o no come bien, se enferma o muere. La alimentación, es vital. 

Con un recurso “tierra” muy limitado, ya que menos del 3% del globo tiene vocación agrícola, y con cada vez más bocas por alimentar, urge incrementar la producción sostenible de más alimentos. Frente a la imposibilidad de ampliar infinitamente la frontera agrícola, la ciencia y la tecnología -la biotecnología- es una ayuda eficaz para aumentar la productividad y la producción, a fin de evitar una futura crisis social derivada de una previsible escasez y la subida de precios de los alimentos. 

El uso de la biotecnología en el agro puede ser de gran beneficio para la Humanidad, por el menor consumo de agua y diésel utilizados para rociar productos que combaten las plagas y hierbas, que al tornarse resistentes a los plaguicidas y herbicidas, provocan su uso excesivo, cuyos residuos pueden llegar a contaminar los alimentos. Frente a este problema, la biotecnología, como aseveran abiertamente 168 Premios Nobel, puede ayudar a producir alimentos más sanos. ¿Clarito, no? 

Sequías, inundaciones, erosión eólica e hídrica, es la tónica. Crecen los desiertos, cambian los patrones de producción, aumentan las plagas, aparecen nuevas enfermedades, bajan las cosechas y suben los precios de los alimentos. Si se suma a ello el alza del consumo mundial ¡se viene una “tormenta perfecta”! 

Cuando no hay alimentos suficientes y estos se encarecen, se produce una crisis alimentaria. ¿Cómo se soluciona? Aumentando la oferta a precios razonables y mejorando la capacidad de acceso a los alimentos. Pero, su mayor producción enfrenta limitantes, como la escasez de agua dulce, la disponibilidad y calidad de la tierra, y el cambio climático que, con las plagas, medran los cultivos. 

Frente a tan lóbrego panorama, en Bolivia deberíamos dar gracias a Dios por nuestros productores del agro, por llevarnos de la “seguridad alimentaria” a la “soberanía alimentaria” con su esfuerzo; asimismo, por las condiciones objetivas y la capacidad humana que tenemos, para exportar alimentos. 

Gran parte del camino ya está recorrido, somos autosuficientes en casi todos los rubros básicos, pero, como seres humanos preocupados por millones de seres humanos en el mundo, bien podríamos ayudar, generando más alimentos para ellos. 

Un país que produce sus propios alimentos y sustituye su importación, generando importantes saldos para exportar, se beneficia a sí mismo y beneficia al mundo. El Departamento de Santa Cruz, en el Oriente boliviano, es un paradigma de ello. Su desarrollo productivo y la alta generación de empleo están asociados a la agropecuaria con orientación industrial y comercial, mirando siempre al mercado. 

Los productores agropecuarios entienden que, si a su propio esfuerzo -conscientes de su rol, como actores del desarrollo que invierten, arriesgan, cultivan la tierra y producen carnes, generando alimentos por encima de las necesidades del país- se sumaran políticas públicas inteligentes para garantizar su labor, se lograría una actividad económicamente viable, ambientalmente sostenible y socialmente responsable, bajo la ecuación “esfuerzo privado + esfuerzo público = soberanía alimentaria”, llevándonos a ser un gran país agroexportador. 

Bolivia tiene un enorme potencial agroproductivo dormido, pese a ello, genera más de 20 millones de toneladas de alimentos básicos cada año y exporta más de 3,5 millones de toneladas de soya y derivados, girasol y derivados, carne bovina, azúcar, quinua, bananas, alcohol, lácteos, chía, sésamo, frejol, maní, palmitos y café, por citar algunos ejemplos, superando de lejos su valor exportado al de los hidrocarburos, y, sin mucho esfuerzo, podría rebasar igualmente a los minerales, dejando de depender de recursos extractivos no renovables. 

Mucho de esto tiene que ver con Santa Cruz, donde bolivianos de todo lado, forjan cada día la seguridad con soberanía alimentaria del país. 

Dados los pisos ecológicos y climas con que contamos, bien podríamos producir más granos, cereales, legumbres, tubérculos, forrajes, superalimentos como la quinua, kañawua, tarwi, amaranto; verduras y hortalizas de contraestación; frutas, incluso nativas; carnes rojas, blancas y magras; flores, hierbas medicinales, aceites esenciales y, con un aprovechamiento forestal/maderero sostenible, llegar a exportar 10.000 millones de dólares/año. ¿Está clarito, verdad? 

Pero, con tamaño potencial desaprovechado -y tantos pobres que aún tenemos- tal parece que somos un país no desarrollado porque no se entiende lo que se debe hacer; no se lo quiere hacer o, como dijo alguien, porque lo merecemos…

Buscando la verdad
imagenblog: 

Aniversario del Día D en Europa

El 6 de junio se recordaron 80 años del desembarco en Normandía, de los aliados de aquella época en contra del nazismo. Nazismo que hoy sigue vivo en el sionismo, en varios gobernantes del norte del mundo que bloquean soluciones en contra de las migraciones del sur, provocados por el sistema del norte. Así pues, recuerdan los civilizados, educados y desarrollados occidentales lo que les llevó al triunfo sobre Hitler, otro occidental de ojos azules.

Pero los civilizados occidentales no aprendieron nada de su propia historia. Hoy siguen en guerras por todo el mundo. Guerras coloniales como en Palestina, y guerras económicas como geopolíticas  en Ucrania. En realidad, son más cavernarios que civilizados. Los únicos lenguajes que entienden son los de la guerra; la diplomacia sólo es pinta y cosmético de prensa. Porque lo más importante para estos civilizados son los negocios de la guerra, los negocios turbios del sistema capitalista.

No aprendieron nada de su propia historia, ahí tenemos a los sionistas judíos que hacen lo mismo que les hizo Hitler a ellos, a los Palestinos: otros holocaustos modernos, en venganza y odio a los pueblos más débiles. Les quitaron sus tierras, les expulsaron de su Patria con ayuda de ingleses y franceses, para después exponerlos en guetos como Gaza y Cisjordania. 

Más de 60 millones de muertos, regiones como Europa destruidos, bombas atómicas lanzadas en ciudades de Japón. Escenarios apocalípticos que vivió el mundo en aquella guerra, no fueron precisamente lecciones para que los occidentales civilizados y educados, aprendieran para hacer de este mundo un lugar mejor. Todo lo contrario, la civilización occidental sigue nomás en sus afanes de conquista y colonización, armándose hasta los dientes y haciendo de este mundo un campo minado y totalmente lleno de muros en sus fronteras, para que los bárbaros y salvajes no invadan sus territorios.

Cuando se suponía y los historiadores más brillantes de occidente consideraban al siglo XX, como al más violento y cambiante de la historia, pues el siglo XXI ya supera con creces en violencia y destrucción al siglo XX. Al menos en la incertidumbre global y existencial de la humanidad. Además, nos acercan peligrosamente a una guerra nuclear, con amenazas cotidianas de artefactos de la muerte creados por la mente occidental. Sí, sus mejores mentes están dedicadas a las industrias de la muerte, es decir a las fábricas de armamento. Esa es la mentalidad de la civilización occidental, todo lo demás son discursos políticos de ocasión.

El día D sólo son recuerdos de nostalgia de aquellos acontecimientos, con discursos tontos y casi estúpidos de presidentes como Macrón y Biden. No dicen nada de Palestina; no dicen nada de Afganistán, de Irak. No dicen nada de las destrucción mundial que ocasionaron después de la segunda guerra mundial, porque la guerra fría fue también destructiva como la misma segunda guerra mundial. Recuerdos que ya no significan nada en el tiempo, sino para las enciclopedias de museo de la historiografía gringa.

Cierto que la complejidad de la política moderna, de alguna manera nubla todos los análisis posibles de los imperios modernos. Para los Estados Unidos fue una oportunidad que no desaprovecharon, de hacerse el imperio más poderoso y destructivo de la historia moderna. Poder que le significó impunidad hasta el extremo, como los bloqueos económicos por ejemplo a Cuba. Y a tantos países que no comulgan con sus caprichos imperiales. Poder que le significó tener el control casi absoluto de la información y comunicación mundial. Es decir, un poder totalitario hasta convencer al mundo que tienen la mejor democracia de occidente. Democracia donde el pueblo no tiene la menor importancia, porque no definen nada en las elecciones de costumbre, sino como circo romano de participación burda y sin elegir nada.

Los cavernarios de occidente, no se diferencian en nada a sus ancestros de las cavernas, cuando todavía inconscientes ya peleaban por ambiciones de comida o territorio. En miles de años no han cambiado en nada respecto de sus mentalidades. Es más, hoy son más peligrosos que hace miles de años, pues tienen bombas atómicas en vez de palos y piedras. Y su grado de destrucción es totalmente proporcional al grado de su desarrollo científico y tecnológico.

Los cavernarios occidentales no progresaron en lo político, pero sí en lo tecnológico y material. En lo político son tan atrasados y cavernarios como sus ancestros. Aunque ya están en los albores de la inteligencia artificial, o en las conquistas de otros planetas; pero pues con la misma mentalidad cavernaria de hace miles de años atrás. 

En resumen, esa es toda la historia de occidente. Unos cavernarios que tienen más inclinación por la muerte y la destrucción, que por compartir este mundo con otras civilizaciones, con otras formas de ver la vida, con otras culturas totalmente distintas a ellos. No contentos con el sistema destructivo económico que crearon, llamado capitalismo, hoy se lanzan cavernariamente a guerras destructivas solo por sus ambiciones brutales, de élites cavernarias y totalmente atrasadas en lo político. 

El día D es hipocresía de enorme calibre histórico. Lo que hacen en Palestina les delata su asombrosa forma de ser. Humanos no conscientes con este mundo.

Opinión
imagenblog: 

La Iglesia Católica en Bolivia

La Misión profética de la iglesia católica como postulado mayor desde hace siglos, 1552 cuando se crea el obispado de Charcas, y luego hereda con los acontecimientos posteriores la república, al parecer está en una profunda crisis institucional, de identidad, de proyectos para los tiempos que corren y de visiones políticas, precisamente para estos tiempos convulsos y complejos en el mundo.  En Bolivia tiene enormes dificultades después de la constitución de 2009, cuando la declaratoria del país como lugar laico. A pesar de la realidad profunda, pues Bolivia es un país enteramente religioso desde sus culturas ancestrales. 

Es ya un lugar común manifestar que hubo momentos gloriosos de la iglesia católica. Cuando las dictaduras militares mostraron su rostro solidario, ayudando a mucha gente en la clandestinidad, facilitando la salida al exilio de muchos bolivianos y bolivianas. Varios de los sacerdotes incluso murieron en las dictaduras, por las razones suficientes de identificarse en aquellos momentos con las causas de la democracia y los derechos humanos. 

Como no en la manifestación de sus obras sociales, sean estas educativas, de salud y de proyectos de desarrollo a lo largo del país. Obras que posibilitan oportunidades a sectores todavía marginales. 

En los últimos tiempos, sin embargo, han mostrado un cansancio o todavía peor: estancamiento de sus ideas, de sus propuestas y de sus sueños en un país como Bolivia. Las jerarquías siguen siendo conservadoras, y realmente muy poco abiertas a otras propuestas de la sociedad. Las homilías de sus obispos son reflexiones al viento, tan inútiles que sólo sirven para los viejitos de misa que apenas escuchan o prefieren dormir en consecuencia. No hay ideas, no hay al menos aproximación a los problemas que enfrenta el país. En el fondo ya no tienen lecturas bíblicas críticas con estos tiempos. No tienen relatos nuevos e interpretaciones de estos tiempos, desde la biblia.

Pero es verdad que no sólo es un fenómeno boliviano. Afectados por todo el mundo respecto de nuevas vocaciones, porque las nuevas generaciones no tienen en absoluto interés por las iglesias. Lo cual les ha conducido a una crisis de vocaciones. Y eso a una ausencia de nuevas ideas, de nuevas corrientes de pensamiento. Los edificios de la iglesia católica se han vaciado por todo el mundo.

Es cierto también que los problemas de abusos sexuales a niños y jóvenes, por todo  el mundo, han dejado a las sociedades con más preguntas que respuestas, sobre el papel de la iglesia católica. Esos aspectos han desnudado enormes falencias institucionales, que en muchos casos rayan en la complicidad con quiénes han sido culpables de esos terribles hechos. 

Esa suma de hechos, indudablemente afectó al conjunto de la institucionalidad. Hoy en día la iglesia católica necesita un replanteamiento de sus objetivos institucionales, pastorales, educativos e incluso de existencia misma. Porque sin crítica no hay avances. Sólo inercia y tragedia griega hasta el infinito. Necesita con urgencia la iglesia boliviana un mirarse a sí mismos, un a sincerarse hacia adentro si es que quieren recuperar a sus feligreses, si es que  quieren seguir progresando en el buen sentido, junto a los cambios que se están produciendo por todo el mundo, como en Bolivia. 

Sus obras educativas, y otras, seguirán por supuesto en funcionamiento; pero lo más importante: las ideas pastorales que le daban sentido en tantos siglos, en todas las coyunturas de la historia, ya no funcionan en estas épocas. Pues sólo los rezos ya no son suficientes para cubrir las enormes grietas de su crisis institucional. Requieren también evaluar hacia donde caminar con sus obras.

Bolivia es un país totalmente creyente. En lo cristiano o en lo animista ancestral. De hecho todo está mezclado, pues ser animista y cristiano no es contradictorio. Vamos a misa y khoamos al mismo tiempo. Este fenómeno social se repite en todas las clases sociales, en todos los estamentos. Hasta los ateos son creyentes por aquí. Es decir, la iglesia católica seguirá teniendo feligreses en potencia, como las demás iglesias. Pues creyentes hay para todos. 

En realidad se trata de ofrecer perspectivas, desde la iglesia, que sean coherentes con las demandas sociales actuales. Eso que algunos sacerdotes perspicaces intuyeron durante las dictaduras militares. O algunos intelectuales de sotana, de trinchera en Latinoamérica leyeron bien estas realidades: Teología de la Liberación. Porque la historia sigue corriendo, sigue siendo exigente con los tiempos que corren, con los cambios de ideas, de percepciones de la vida. Y con exigencias éticas también.

La iglesia católica boliviana necesita sacudirse desde adentro, para seguir siendo vigente y necesaria en la sociedad. Necesita de una crítica interna urgente. Ojalá sincera y sangrienta en el sentido de exigente como estos tiempos. Necesita de gente nueva y renovada. Con la suficiente ética para recuperar el sentido de su apostolado milenario. Lo contrario será lo que es hoy: un museo lleno de viejitos que sólo esperan dejar este mundo, con más pena que gloria. 

Opinión
imagenblog: 

Clases medias y Proceso de Cambio

El concepto de clases medias sigue en debate y en disputa en la complejidad de Bolivia. Con el proceso de cambio el debate ha sido más intenso, pues indígenas, proletarios y clases empobrecidas no les ven con buenos ojos por sus tradicionales posturas, que devienen desde la colonia, de oportunismos en todos los procesos sociales, sean de izquierda o derecha. Las clases medias, o clases a medias, comodonas y oportunistas desde siempre en Bolivia, nunca entendieron las razones históricas por las cuáles los proletarios, indígenas y clases empobrecidas interpelan al Estado. Pero siempre se favorecieron de las burocracias de todos los procesos sociales, eso sí saben hacer y son muy pragmáticas. 

No tenemos investigaciones en temas de racismo y marginación, desde el Estado, sino ensayos diversos que se han realizado en estos años. El caso de las clases medias requiere un tratamiento especial, pues en el caso de Bolivia son parte esencial de las historias de racismo y marginación hacia las otras clases. 

Además hay que entender que los temas de marginación no sólo son respecto a lo económico, sino a lo mental costumbrista, es decir a aspectos que no son objetivos, sino subjetivos y totalmente invisibles. La historia de la discriminación es cotidiana, son códigos secretos de comportamientos culturales y no culturales que sirvieron desde siempre para marginar, para eliminar la participación del otro. En todo eso, pues las clases medias son especialistas.

Aquel proyecto movimientista, en los años 50 y 60 del anterior siglo, de mestizar a la población fue un rotundo fracaso. Si bien los sectores mestizos crecieron cuantitativamente, como culturalmente, no terminó precisamente en un país integrado. Las clases medias movimientistas eran tan racistas como aquellos que ellos combatieron en los discursos. Pero sí se arrimaron al Estado del 52, para boicotear desde adentro ese proyecto revolucionario de cambio.

Más allá de las discusiones técnicas y económicas, sobre el concepto de clase  media, en Bolivia es un tema profundo de mentalidades, de costumbres, de imaginarios y maneras de ver este país. Porque en Bolivia la discriminación es disimulada, sofisticada. Aprendizajes que se realizan en las costumbres íntimas de los comportamientos y códigos, sobre todo de las clases medias. Códigos que después trasladan a instituciones, como el Estado, desde donde ejercen maneras sofisticadas, burocráticas, de discriminar y marginar a obreros e indígenas.

En el Proceso de Cambio, no han cambiado esos comportamientos de clases medias. Pues son códigos antiguos e instituidos, profundos que devienen de siglos de comportamientos pigmentocráticos. Comportamientos que no les dejan entender realmente en qué consiste este país.

Ciertamente que las clases medias están en posiciones claves en el estamento social. Su participación es por demás importante en lo económico y social. Tienen espacios clave como las universidades, instituciones privadas, fundaciones. Tuvieron en la política  figuras estelares, respecto del compromiso político con los trabajadores e indígenas. Como en la guerrilla de Teoponte, por ejemplo. Además de dirigentes importantes de la izquierda tradicional, e intelectuales que aportaron con sus ideas en el país.

En la historia de este país,  han sido favorecidos por el sistema colonial y republicano: idioma, política, Estado, educación, y poder. Sin embargo, tienen que entender las características de las otras historias de Bolivia. De las otras miradas y maneras de sentir y ver este mismo espacio. Que mineros, indios, campesinos y pobres de las ciudades interpelan desde siempre al Estado, buscando justicia y que sean escuchados, sobre todo. Pero es también cierto que en todas las clases sociales se cuecen habas; no hay taza de leche en ninguna clase social.

Como insisto, no tenemos investigaciones de estos complejos fenómenos sociales. No tenemos investigaciones sobre las clases sociales. Lo mío son visiones empíricas de la experiencia, pues me permite ver desde los lugares sociales de dónde venimos, quiénes no somos de clases medias. Es por tanto, necesario descifrar estos complejos procesos sociales para que aprendamos de mejor manera a convivir, a compartir con más justicia las instituciones y todo lo demás en lo económico y social.

Las clases medias tienen que tomar consciencia sobre lo que está sucediendo, sobre los procesos sociales, sobre las demandas históricas de pueblos indígenas y proletarios. No sólo aprovecharse de las circunstancias para estar en la burocracia. Afirmo categóricamente que ni siquiera el Proceso de Cambio les está haciendo cambiar, de lo que ya son desde la colonia. Excepciones siempre hay; pero una golondrina no hace la primavera.

Para hacer en serio un Estado inclusivo y real, requerimos tomar consciencia todas las clases sociales. Sino seguiremos nomas repitiendo errores del pasado, que nos han llevado a odios y resentimientos profundos. Las clases medias tienen los medios para hacer esos cambios profundos. Tienen instituciones y posibilidades como instrumentos; necesitan fe y ganas de realmente cambiar como clase, como sector social dispuesto a compartir este país desde la justicia y lo inclusivo.

Las clases medias tienen que saber definitivamente que son obreros, indios, campesinos y clases pobres de las ciudades, quiénes abren brechas de esperanzas y Procesos de Cambios. Revoluciones y Revueltas. Estos sectores son los que derraman desde siempre su sangre, en función del país. Las clases medias sólo se favorecen después de todo eso. Pero necesitamos que cambien realmente, para cambiar entre todos por fin este bello país.

Opinión
imagenblog: 

El sector exportador nunca fue el problema, más bien, es la solución

¿Quién no habla hoy sobre la escasez del dólar en Bolivia? De un tiempo a esta parte, no hay un solo día en que la prensa no refleje tal situación con una creciente preocupación y subida de tono, al extremo de producirse -quién lo diría- marchas de protesta y bloqueos reclamando por la falta de dólares en el país. La escasez de la divisa ha mostrado -de una u otra forma, directa o indirectamente, se lo quiera aceptar o no- la importancia que tiene, no solo para el empresario ¡para el ciudadano de a pie, también! 

Y, no es que la “bolivianización” de la economía no haya funcionado, de hecho, más del 90% entre depósitos y cartera en el sistema financiero está en moneda nacional, pero el dólar toma un mayor protagonismo en las noticias, porque, por angas o por mangas, está presente en nuestras vidas. Es que, casi todo tiene que ver con el comercio exterior, pero cuando no se entiende esto o se minimiza la importancia de exportar e importar, se cometen errores. 

Es triste decirlo, pero, semejante escasez de dólares, bien se pudo evitar.

Bolivia compra miles de productos extranjeros para consumo directo, así como para producir bienes y servicios, de ahí que la complicación de su importación al país se traduce en un incremento de su costo, provocando una subida de precios y algo peor aún, la falta, p. ej., de repuestos para maquinarias, semillas, fertilizantes, etc., lo que lamentablemente golpea ya a la producción de alimentos en el país.

Una amiga me comentó que en un mercado mayorista de Cochabamba, donde la gente acude a comprar verduras directamente del productor del agro, se sorprendió por la baja de la oferta de tomate, cebolla, arveja, zapallo y pimentón, la explicación fue que el costo de los insumos agrícolas importados subió tanto, que hizo insostenible producir más, por eso la subida de precios en el mercado. Mi esposa me dijo exactamente lo mismo. La escasez del dólar está afectando.

¿Cómo enfrentar esta situación que preocupa cada vez más a los bolivianos, a unos subjetivamente, dadas sus expectativas y, a los más, por lo que van sufriendo, tal el caso de los importadores o quienes deben viajar al exterior para una atención médica o enviar dólares a sus hijos que estudian en el extranjero.

La situación sería diferente si funcionara el “mercado libre” para que aparezca parte de los 10.000 millones de dólares que se dice hay en el país, pero fuera del sistema financiero, los que podrían tranzarse con su oferta y demanda a un mayor precio que en el mercado formal -donde en teoría hay un dólar barato pero en la práctica no- y a un precio menor que el dólar del mercado negro.

En una reciente entrevista se me consultó que debería hacer el gobierno a corto plazo para resolver sus propias necesidades de dólares; respondí que ello pasaba por acceder a los créditos internacionales que la Asamblea Legislativa debe aprobar; lograr nuevos empréstitos externos; colocar más bonos en dólares; bajar sus importaciones y exportar mucho más, de todo lo cual, lo último es vital, aunque no todo lo factible que fuera deseable. Pero, dije algo más…

Si de intentar una solución estructural se trata, no queda otra que el país exporte mucho más, como una vez sentencié: “Exportar, exportar y exportar, hasta que nademos en dólares”, solo así no faltará la divisa y bajará su precio por su sobreabundancia.

Ahora que el gobierno ruega que los exportadores vendan más y que “traigan sus dólares al país”, el reciente anuncio de un acuerdo con el sector azucarero para agilizar la exportación y vender más de 4 millones de quintales de azúcar, el doble del 2023, me hizo recordar cómo Chile, para superar su extrema dependencia del cobre, impulsó desde los ´70 un arsenal de medidas inteligentes, consumando un gran impulso a la exportación no tradicional.

Mi ex compañero del Colegio Alemán, Kurt Klein Céspedes, que en los ´80 estudiaba Ingeniería Electrónica en Chile, me enviaba por correo recortes de periódicos de ese país -por entonces no había Internet, fax o celulares para enterarse de lo que pasaba en el mundo- y en uno de ellos supe del frenesí comercial chileno que impulsaba hasta lo inimaginable para su exportación: arañas, cabello, víboras, cuernos de bovinos, entre muchos otros.

Viendo ese ejemplo, dado el gran potencial agropecuario, agroindustrial, forestal, maderero, manufacturero y de turismo del país: ¿Cómo es que Bolivia llegó a esta situación, en la que muchos sufren hoy por la escasez del dólar, cuando, el incentivar la exportación, en vez de restringirla; promocionarla, en lugar de prohibirla y un trabajo público-privado nos llevaría a nadar en dólares y a bajar su precio dada su mayor oferta?

El sector exportador nunca fue el problema, al contrario, siempre fue y será fundamental para una solución estructural a la baja inversión, producción, crecimiento y generación de empleo digno en el país. De nosotros depende que no empeore esta situación, pero, más que de los privados, del gobierno, siempre y cuando dé las condiciones para ello…

Buscando la verdad
imagenblog: 

Las elecciones europarlamentarias vistos desde Bolivia

De vez en cuando son noticias en las portadas, las elecciones europarlamentarias de Europa que ciertamente han tenido avances substanciales desde hace mucho. Pueden darse ese lujo de elegir eurodiputados, para que discutan los problemas de todos los europeos. Sin embargo, me atrevo a realizar algunas conjeturas sobre la coyuntura europea, como contexto hacia las elecciones que tendrán, pues lo que se viene no tiene mucho de positivo sino todo lo contrario.

Los europeos tienen traumas del pasado que no acaban de resolver con solvencia, lo que les está conduciendo a fracasos estrepitosos frente al mundo. Si bien se sienten muy agradecidos a los Estados Unidos, por su papel en la segunda guerra mundial: al haberles salvado del nazismo y las enormes ayudas económicas, como el plan Marshall, para la reconstrucción de Europa. Temas que al mismo tiempo les han esclavizado con el tiempo. Los Estados Unidos aprovecharon bien la guerra fría, para imponerles a los europeos su manera de controlar el mundo hasta el grado de hacer su propio patio trasero, como en América Latina.

Hoy increíblemente los europeos ni siquiera pueden definir sus propias políticas económicas, y peor sus propias alianzas geopolíticas en el mundo. Europa no es libre para nada. Lo natural serían negocios a gran escala con Rusia o China; pero prefieren obedecer ciegamente las políticas norteamericanas, para quedarse estancados como una isla. Incluso pagando precios altos a todo lo que les vende Estados Unidos, que comprar a los chinos a precios mucho más bajos y de mayor calidad. 

Prefieren en suma seguir de peones de los norteamericanos, incluso respecto de la política mundial. Cayeron en la trampa atlantista, de supuestos argumentos culturales como los occidentales, para ser esclavos de los anglosajones. Pues al creerse ese cuento de la protección cultural de parte de los gringos, simplemente se quedaron sin identidad europea frente al mundo. Ni siquiera pueden hacer algo en Palestina.

En definitiva, los europeos se han estancado totalmente en su papel de continente portador de cultura, portador de valores universales y portadores también de bienes económicos. Ese estancamiento es evidente cuando de negocios se trata. Los rusos les ofrecieron gas y petróleo barato; pero prefieren pagar precios altísimos a los norteamericanos. Todo eso en nombre de los absurdos argumentos del pasado occidentales. Los chinos les ofrecen todo totalmente barato; pero tienen miedo que el tío Sam se enoje, y pues no les permiten negocios rentables con los chinos. Eso es ahora Europa.

Así, los europeos prefieren seguirles a los norteamericanos aunque estos les lleven al abismo. Eso es por ahora Europa. Sin identidad frente al mundo, sin autoestima histórica; sin determinaciones soberanas. En realidad, su capital europea no debería ser Bruselas, sino Washington. Las élites europeas están totalmente zombis, siguiendo las directrices que se dictan al otro lado del Atlántico. En el tema de Palestina eso ha sido didácticamente claro.

Ese es el contexto, desde mi perspectiva, en el que se mueven por ahora los europeos. Con sus élites totalmente sometidas a los designios de Washington, no tienen mucho chance para realmente negociar con el mundo en función de sus propios intereses, en función de sus propias estrategias. La guerra de Ucrania ha sido otra excusa norteamericana, para embaucarles a los europeos a tareas ingratas, porque el poder militar de la OTAN es en realidad el poder norteamericano, por lo que obedecer es mejor que tener opinión propia. Además la guerra se sucede otra vez en territorio europeo, no en territorio norteamericano.

Realmente los intereses de los pueblos europeos no están siendo protegidos  por sus élites, que prefieren no quedar mal ante al amo mayor. Y las pocas maniobras diplomáticas son discursos de equilibristas, para no quedar mal ante sus pueblos y ante el poder anglosajón. Pues sus retóricas políticas son sólo eso, sin acciones que impliquen cambios reales.

Europa podría ser un polo importante en el mundo, sobre todo en un mundo multipolar. Desde el punto de vista del desarrollo ha sido y es un centro importante. En general son países desarrollados e industrializados, que pueden gravitar desde el comercio hacia todo el mundo; pero necesitan ser competitivos y no atrasados como los norteamericanos, que sólo impiden las competencias comerciales y tecnológicas poniendo aranceles totalmente antieconómicos, totalmente en contra de sus mismos principios liberales de competitividad.

Durante siglos fue Europa un punto importante para el mundo, a pesar de su historia colonial e imperial. Hoy sólo es un recuerdo nostálgico de todo ese poder que tuvo. Supeditado totalmente a los intereses estadounidenses, que no le hacen nada bien a sus pueblos. Con bases materiales e industriales reconocidos, pueden ser otra vez una región de calibre para todo el mundo, si tuvieran soberanía en serio.

Europa necesita ser independiente y soberano. Frente a la guerra de Ucrania, sólo son furgón de cola de los Estados Unidos. En una guerra que no tiene sentido, sino el de configurar las estrategias y los intereses de los Estados Unidos. Europa necesita dejar sus traumas y sentido de culpa frente al poder del otro lado del Atlántico. 

En suma, Europa necesita ser Europa y no satélite como fue en la guerra fría. Europa necesita con urgencia regresar a sus raíces filosóficas, como económicas. En un mundo que aparentemente camina hacia lo multipolar, se necesita a una Europa dueña de sus propias estrategias geopolíticas. En definitiva, dueña de su destino histórico.

Opinión
imagenblog: 

Criminales como Trump quieren ser presidentes

Por supuesto que tiene explicaciones racionales y objetivas el fenómeno de Trump, o el de Milei también. Uno se pregunta con toda razón como un tipo Trump: misógino, violador de mujeres, ignorante en política, violento, antidemocrático, antimigrante, mentiroso compulsivo y sobre todo peligroso para la humanidad, tiene tanta aceptación entre la población norteamericana. Porque los errores que comete la política tradicional demócrata y republicana, frente al mundo y sus propias poblaciones, dan enormes facilidades para el desánimo generalizado, dando opciones a criminales como Trump. Eso mismo sucedió en la época de Hitler.

La política está en crisis por todo el mundo. Es una constatación objetiva por donde se lo vea, pues la crisis es de fondo: ética, moral y de valores universales  y ha tocado fondo. Por eso la ausencia de nuevos valores en política, porque nadie quiere saber de tanta repugnancia en los comportamientos reales de la política. Mientras no se recupere el sentido substancial, que es el servicio a los demás desde la política, es decir a los intereses de los más desposeídos y necesitados, simplemente seguiremos con el nacimiento de desadaptados como Milei o Trump.

La crisis sistémica que vive el mundo, no sólo es económica e industrial sino y sobre todo de valores. Aquellos valores que eran sostén y estructura filosófica de los gobernantes y líderes mundiales, o regionales, se ha derrumbado. Lo grave de este derrumbe universal, es que nos pilla sin alternativas posibles por ahora. Ni epistemológicas ni circunstanciales hay ahora como pensamientos nuevos o propuestas de avance frente a los pueblos del mundo. Este fenómeno es más evidente en el norte del mundo, donde han surgido verdaderos piratas modernos como Trump, que son por supuesto peligrosos para la humanidad.

Dicha crisis sistémica implica ausencia de ejemplos en los liderazgos, los existentes no llegan a las expectativas de los pueblos, como es el caso de los gobernantes europeos que sólo son sirvientes de bajo calibre ante las órdenes de Biden. Eso nos demuestra con absoluta certeza la guerra de Ucrania. Los discursos de esos gobernantes son de pantalla, encubren sus actos reales de la política real. 

Necesitamos como nunca antes cambios profundos en las propuestas políticas, que respondan a las necesidades actuales de nuestros pueblos. Más allá de las clásicas y reales necesidades que son trabajo, educación, vivienda y salud, que aun no se han cumplido plenamente, están las necesidades globales como el cambio climático, las nuevas tecnologías que deben ser socializadas para todo el mundo, los temas de género, los temas de sostenibilidad en la economía en contra del crecimiento al infinito que sólo destruye la humanidad. Como vemos, ha cambiado el espectro de las necesidades y demandas actuales, que muchos piratas de la política no entienden un comino.

Pues sí, por ahora es difícil entender la profundidad de esta crisis sistémica mundial. Porque todo se ha banalizado y relativizado terriblemente. Corruptos y violentos como Trump son normales para estas épocas sin ley ni normativas que valgan. Se ha perdido el respeto por todo, dando lugar al sálvense quién pueda o ley de la selva. Los Mandela o Ghandi han quedado en los recuerdos sentimentales de la historia, pues no son ejemplos para estos tiempos que corren. 

Sin embargo, siempre nos tiene que quedar las esperanzas de cambios. Ojalá de revoluciones, si es que los pueblos toman consciencia de sus papeles soberanos e importantes, como a lo largo de la historia moderna. Pues las revoluciones de la era moderna, dieron respuestas a las profundas crisis de sus gobiernos, totalmente deslegitimados y corruptos, abriendo las puertas a las esperanzas de los pueblos del mundo. 

Hoy como antes, tenemos que tener las esperanzas de revoluciones, de cambios, al menos de renovaciones en la política. Lo contrario no es humano, es no normal. Pues rescatar la esencia de cambios es una necesidad. Las aguas estancadas hieden y se pudren después. Hoy como antes, tenemos que tener la fe renovada en que lo peor pasará en bien de las nuevas generaciones que no se merecen un mundo podrido y corrupto.

Desde estos territorios donde seguimos peleando e intentando profundizar el VIVIR BIEN, como alternativa precisamente al sistema mundo capitalista, tenemos la enorme responsabilidad de cuidar los pasos que damos. No podemos ser irresponsables con el mundo, ni con nosotros mismos. Somos un país muy pequeño; pero de importancia y significado global cuando se trata de la historia. 

Desde estos territorios podemos contribuir a mejorar las condiciones mundiales de la política. Siendo capaces de demostrar otro tipo de comportamientos, desde la política, en el Estado y nuestras instituciones. Demostrando servicio y capacidades de gestión frente a las enormes necesidades de nuestros pueblos. Tenemos que ser capaces de no contaminarnos, con aquello que está sucediendo en el sistema mundo.

Tenemos que ser capaces de entender y profundizar el Vivir Bien, como Paradigma de cambio en un mundo que quiere y desea cambios profundos.

Opinión
imagenblog: 

El Periódico Digital OXIGENO.BO, es desarrollado y administrado por Gen Film & Crossmedia Ltda. Teléfono: 591-2-2911653. Correo: info@gen.com.bo