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¿Por qué la escasez de dólares en Bolivia?

Que el dólar se ha tornado escaso en el país, es verdad, y resulta pertinente hacer una lectura desapasionada del porqué de tal situación a la luz del desempeño del comercio exterior, tanto a nivel de los actores como de los sectores, que permita tomar las mejores medidas que el acaso aconseje, a fin de salvar tal situación. 

En el comercio exterior de Bolivia hay dos actores importantes -el privado y el estatal- que actúan como exportadores e importadores; asimismo, hay dos agrupaciones de los bienes de exportación, Tradicionales y no tradicionales, y son cuatro los rubros de mayor importación -combustibles, insumos, bienes de capital y equipos de transporte- cuyo desempeño impacta positiva o negativamente en la economía. 

Que el comercio exterior arroje un saldo superavitario quiere decir que los actores ya indicados lograron generar una cantidad de dólares más que suficiente para pagar sus compras externas, pero cuando la balanza comercial es deficitaria, implica que el país no pudo financiar con sus exportaciones las compras externas que hizo, en desmedro de las Reservas Internacionales Netas (RIN) del Banco Central de Bolivia (BCB). 

Hasta 2022, parecía que el sector volvía a la normalidad, por los tres superávits desde la pandemia en 2020, pero en 2023 volvimos al déficit. Es bueno recordar que a inicios de siglo y hasta 2003, Bolivia registró déficits por 1.870 millones de dólares, para luego acumular un excedente de 16.000 millones gracias a los sucesivos superávits del 2004 al 2014, derivados de la portentosa exportación de hidrocarburos (gas natural, urea y GLP), así como de minerales y productos no tradicionales, al influjo de los altos precios y el incremento de los volúmenes realizados. 

Cabe señalar que el responsable de la exportación de hidrocarburos así como de la importación de combustibles, es el Estado; de otra parte, en la exportación de minerales, actores fundamentales son el sector cooperativista, la gran minería y los mineros medianos; mientras que las Exportaciones No Tradicionales son las que mayor número de empresas tienen, casi 100% privadas, en su mayoría pequeñas y medianas unidades. Todos estos actores, son también consumidores de los cuatro rubros de importación arriba indicados. El quid de la cuestión es el balance sectorial, entre lo exportado y lo importado, por cada uno de ellos. 

Por mucho tiempo el sector público no tuvo dificultad en financiar sus importaciones al exportar 61.000 millones de dólares del 2006 al 2023, muy por encima de sus compras externas (21.000 millones en igual lapso), pero, eso cambió desde que la balanza comercial hidrocarburífera pasó a ser deficitaria en 2022. 

En cuanto al sector privado, que de lejos es el de mayor gravitación en el comercio exterior, un par de comentarios al respecto: Cuando se cuestiona que, dónde están las divisas de los exportadores, hay que recordar que el sector minero fue, de lejos, el primer exportador en 2023 con 5.665 millones de dólares, mientras el no tradicional generó cerca de la mitad (3.008 millones), de ahí que la pregunta debería ser para los mineros ¿no ve? 

En segundo lugar, algo escalofriante: Comparadas al 2022, el mejor año de la historia para las exportaciones, con un récord de 13.604 millones de dólares, las ventas externas del pasado año se derrumbaron en 2.800 millones de dólares: minerales (-967 millones), hidrocarburos (-964 millones) y Exportaciones No Tradicionales (-874 millones), a lo que hay que sumar la salida del país de cerca de 700 millones de dólares debido al déficit comercial registrado, de ahí la baja disponibilidad de dólares en el sistema (a ver si esto convence a los incrédulos que sufrir un déficit comercial, no es bueno). 

El 2023 mostró la importancia estratégica del sector externo para el país: Mientras la exportación cayó 21%, la importación bajó apenas 3% demostrando la altísima dependencia del abastecimiento externo, justo cuando la disponibilidad de divisas disminuía en el país por el descenso de las ventas externas. La gran lección del pasado año es que el comercio exterior debe merecer la máxima atención, ya que de una u otra forma, su descuido afectará a toda la ciudadanía. 

El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y Almacenera Boliviana S.A. (ALBO), una prestigiosa empresa que presta servicios al país por más de veinte años, acaban de entregar las “Cifras del Comercio Exterior Boliviano 2023”, un detallado Informe sobre el comportamiento de las exportaciones e importaciones del país. El IBCE aboga por un trabajo sinérgico público-privado para reimpulsar las ventas externas -sobre todo las Exportaciones No tradicionales- para que Bolivia crezca más; para que haya más empleos dignos y sostenibles; para captar más divisas y pagar sin sobresaltos las importaciones; para que suban las RIN del BCB y algo importante: Evitar un proceso inflacionario que golpee a los menos favorecidos. El Informe se puede descargar desde la Web del IBCE: https://ibce.org.bo/ibcemail/index.php?id=3236&a=2

Buscando la verdad
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Relocalización como ataque a la Nacionalización

El inicio de la democracia en Bolivia, allá en 1982, tuvo componentes de esperanzas y de un renacer del país a otra etapa, después de las dictaduras militares. Sin embargo, el gobierno de la UDP (Unidad Democrática Popular) fue un rotundo fracaso en lo económico y social. Precisamente como parte de ese fracaso estructural, la minería nacionalizada otrora componente empresarial que mantenía las arcas de la Nación, fue declarada en bancarrota en 1985, mediante el ya famoso Decreto Supremo 21060 el 29 de agosto de ese año.

Todos estos años se ha debatido sobre el manejo de COMIBOL antes de la supuesta quiebra. Porque es cierto que fue también botín de todos los gobiernos a su turno del MNR y después de las dictaduras militares. Enormes errores políticos, técnicos, de gestión empresarial y como no boicot de las clases altas oligárquicas, desde adentro, para su quiebra o destrucción.

Pero la relocalización de los mineros a mediados de los años 80 del anterior siglo, marcó un antes y un después del proletariado minero que hizo historia en 1952, cambiando las reglas de juego del país. Dándole certezas a millones de bolivianos, que por fin podían contar con Estado propio, con políticas de Estado en favor de las mayorías y de la Bolivia profunda. Además, como movimiento obrero minero, tenían suficiente autoestima histórica respecto de su papel político para todo el país. Gracias a ese proletariado se potenció la Federación de Mineros y se construyó la Central Obrera Boliviana.

La relocalización definitivamente fue la derrota más catastrófica posible para el movimiento obrero minero. Coincidió con el inicio de la época neoliberal, por lo que se justificó aquella masacre blanca desde todos los ángulos posibles. De hecho, la victoria del dictador Banzer en las elecciones generales en algunas empresas mineras, como en Huanuni  y Siglo XX, fue el termómetro más claro del desánimo generalizado del propio movimiento minero.

Lo que vino fue la sangría de ese proletariado poderoso, que derrotado y sin opciones posibles tuvo que migrar a varias ciudades del país. Fui testigo de aquel triste espectáculo en el norte de Potosí, viendo caravanas de camiones, volquetas, y todo de tipo de movilidades totalmente cargados de muebles y enseres de casa, dirigirse a todos lados. Llantos de despedida de vecinos, de familias, de amigos, en muchos casos realmente indescriptibles pues el destino les jugaba una mala pasada a aquellas familias que jamás pensaron en semejante travesía.

Todos esos conmovedores hechos no están investigados. La prensa reflejó algo de aquello; pero el sufrimiento mismo de miles de familias, que se iban expulsados de donde tenían sentido sus vidas, a regiones totalmente distintas e incluso desconocidas, ciertamente fue un profundo cambio en la psicología de la familia minera. De pronto, se iban desterrados de alguna manera a lo totalmente desconocido. Miles de familias sin trabajo y sin futuro, familias que eran parte de ese glorioso proletariado minero que lo dio todo al país entero.

De esa manera, el llamado neoliberalismo ganó desde el principio la principal batalla ideológica y política de aquel momento. Destruyó al proletariado minero, con la excusa del quiebre del mercado del estaño. Con la excusa de que las empresas no eran ya rentables. Excusas tecnocráticas, con profundidad política neoliberal para aprovechar la coyuntura y derrumbar al baluarte de las luchas obreras y populares del país. Desde entonces el proletariado minero ya sólo es número o consigna; no un punto de inflexión política que marque derrotero alguno en la historia del país.

Mi padre (Max Murillo Betancourt), relocalizado y exdirigente minero de Catavi, me contó hace muchos años de varias familias que llegaron a Cochabamba, simplemente se destruyeron en el alcoholismo o la separación de esposos y esposas, cuando no vieron sino hambre, desocupación y rechazo de la población. Eran “los comunistas”, los “sindicateros”, los “revoltosos y problemáticos” y pues mejor no darles trabajo o colaborarles en el vecindario. En otros varios casos, fueron estafados en casas de cambio o financieras todo aquello que ganaron en las minas. Tragedias humanas que jamás serán ventiladas ni por la historia, ni por la narrativa política de este país.

Se dice con cierta verdad, que algunos mineros ayudaron a fortalecer los sindicatos de los cocaleros del Chapare. Como también los movimientos y organizaciones sociales en la ciudad de El Alto. En realidad, fueron sólo algunos afortunados. La inmensa mayoría se perdió en el anonimato de la tragedia, en el anonimato de la sobrevivencia. Treinta mil mineros fueron echados a la calle, junto a sus familias. Y el país jamás les reconoció como a organizaciones que aportaron enormemente al destino de Bolivia. Jamás les reconocieron la sangre vertida en tantas masacres, en tantos abusos de las dictaduras y sacrificios colectivos en función del país.

Los anónimos, los sin nombre, quiénes son siempre los que ponen el pecho a las balas, nunca son recordados y homenajeados por nadie. Esos anónimos mineros fueron miles y miles junto a sus familias. Desaparecieron como proletariado combativo, olvidados incluso por los propios partidos de izquierda, sin que nadie les defienda al menos en la memoria. Gracias a esos anónimos el país siguió en sus derroteros, enfrentando la antipatria, enfrentando a la soberbia y la impunidad de las oligarquías de siempre.

Hoy, en tiempos convulsos, en tiempos de regreso de las ultraderechas más retrógradas posibles por todo el mundo, los anónimos: el pueblo de a pie, siguen siendo carne de cañón de las irresponsabilidades políticas o sociales. Pues no dejemos que las historias de la relocalización se repitan, porque se repiten sobre los hombros del pueblo anónimo, de los que no tienen títulos ni propaganda ególatra, sino sólo el orgullo de ser habitantes de este país.

Opinión
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Semana Santa sangrienta en Palestina

En esta semana santa, allá en Palestina donde  nació Jesús se está produciendo el genocidio más brutal y descarado de la era moderna, a manos del Estado sionista de Israel. Apoyado por los Estados Unidos y sus satélites Estados de Europa, es decir por la civilización occidental. Genocidio que se proyecta en televisión y los medios de incomunicación de todo el mundo, sin que nadie pueda hacer nada frente a los asesinos del Estado de Israel.

 

En otras ocasiones, como en la guerra de los Balcanes, los occidentales bombardearon a los ocupantes serbios, supuestamente en nombre de los derechos humanos. En este caso, los judíos  tienen luz verde de los poderes del mundo y nadie les bombardea ante sus masacres de niños, mujeres y ancianos que realizan cotidianamente. Estos poderes de occidente demuestran al mundo grados de colonialismo e impunidad, nunca antes vistos ni en los peores momentos de guerras coloniales y ocupaciones territoriales de la historia moderna: Corea, Vietnam, Afganistán, Irak, Siria, Granada, Guatemala, Cuba.

 

Ni las NNUU, ni la Haya, ni las instituciones de Derechos Humanos del mundo pueden hacer algo al respecto. Pues está claro de lo que se trata: la historia del colonialismo en su claridad más meridiana posible. La historia del capitalismo como la estructura de saqueo, expoliación y chantaje económico a los países colonizados. El encubrimiento de los historiadores del poder ha hecho su papel, de mostrarles a estos países coloniales con maquillajes y perfumes atractivos, cuando en realidad no han cambiado sus estructuras desde el siglo XVI.

 

Las democracias en occidente ya no sirven de nada, si es que alguna vez sirvieron de algo. Las multitudinarias marchas que se producen en aquellos países, en contra del genocidio en Palestina, simplemente no sirven de nada sino como noticia de moda de los medios de incomunicación. Son democracias elitistas, oligárquicas, donde unos pocos hacen negocio de la democracia. En realidad son países dictatoriales, con el título de democracia y el juego de circo de las votaciones populares. Pues, además, no tienen ninguna autoridad moral de criticar y referirse a las democracias del sur del mundo.

 

Ese occidente civilizado, educado, con los más altos estándares científicos, simplemente demuestra su horrenda hipocresía con el genocidio en Palestina. Demuestra su rostro verdadero de colonialidad, sin tapujos ni discursos de por medio. Haciendo un mundo totalmente injusto, totalmente en manos de piratas modernos peligrosos, que sus ancestros de los siglos XVI y XVII quedan realmente pequeños ante la magnitud del desprecio por la vida, por la existencia de otras culturas y mentalidades.

 

Las democracias en occidente son sólo fachadas de discursos e hipocresía, para hacer lo que en realidad hacen por el mundo: saquear, robar, expoliar y destruir el mundo. No es exagerado afirmar que esa manera de ver la vida, de aquella civilización, es lo más destructiva a lo largo de la historia. Han hecho del mundo un lugar injusto, un lugar donde gánster de corbata sean los más peligrosos de las instituciones. Porque los intereses que han construido son gansteriles y antihumanos; porque su naturaleza es saqueadora y expoliadora. Porque los valores humanos de la solidaridad son sólo poemas y banderas engañosas, para seguir en el festín de la degradación gansteril.

 

Entonces, a estas alturas del partido, qué puede enseñar occidente al mundo? Por supuesto, absolutamente nada. Sólo sus espejitos tecnológicos y científicos, para alardear de sus adelantos o avances, que ni siquiera eso ya es resorte de buena conducta. A estas alturas, simplemente seguir a occidente es ser inconsecuente con la naturaleza, como con la naturaleza humana. Seguir a occidente es traicionar a la vida misma, al sueño humano de hacer de este mundo un lugar precisamente de sueño. Pero occidente ha hecho de la vida un valle de lágrimas.

 

Desde hace mucho, quizás siglos, es urgente buscar alternativas al matadero de occidente y sus vasallos por el sur del mundo. Desde hace siglos, es una necesidad pensar en otros imaginarios de la vida, de la economía, de la convivencia humana hoy nefastamente convertida en venganza y muerte. Desde hace siglos, tenemos la seguridad de inventar otro tablero de ajedrez donde la muerte y el dolor no sean lo cotidiano, como en las lógicas occidentales.

 

Lo que sucede en Palestina, sucede también en varios lugares del mundo (África, Haití, etc). Vivimos con el control informativo de occidente, donde sus medios de incomunicación no comunican ni informan, sino sólo lo que sus intereses les exigen. Lo de Palestina ya es demasiado evidente, encubrirlo ya no es posible.

 

Los palestinos asesinados en estos días, representan a ese Cristo asesinado en la Cruz de las oligarquías judías. Son los mismos asesinos. Han pasado milenios; pero el rencor y la venganza del sionismo siguen presentes. Cristo sigue ensangrentado y crucificado en estos días en Palestina.

 

El cristianismo sólo del rezo y perdón son un engaño. Una forma de encubrimiento del genocidio en Palestina. Una ideología del conformismo y la aceptación de la esclavitud humana. Y Cristo jamás pensó de esa manera, sino todo lo contrario.

Opinión
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Santa Cruz: Donde invertir en bienes raíces es un negocio seguro

¿Que hace que un Departamento como Santa Cruz se haya convertido en un polo de atracción, no solo de personas, como un fenómeno migratorio que inició en los ´50 y no se ha detenido hasta hoy, sino que últimamente también de capitales y empresas? La explicación tiene que ver con las oportunidades de negocios y de realización personal que ofrece la región.

El avance de Santa Cruz en los últimos setenta años no ha sido fácil, ha sido azaroso, más bien, pero su alma instituyente y el espíritu indomable que la caracteriza, le han permitido salir adelante, y dos sectores que demuestran esto son el inmobiliario y de la construcción, que tienen que ver con la inversión en inmuebles para vivienda, comercio, alquiler o anticrético.

Por mucho, muchísimo tiempo, Santa Cruz de la Sierra no pasó de ser una aldea, y no fue sino hasta hace poco, poquísimos años, que la mancha urbana de la “ciudad de los anillos” se extendió de forma vertiginosa y no solo de manera horizontal, sino también, verticalmente.

Se dice que en los años ´60, un “camba” viajó a La Paz, por entonces la ciudad más moderna de Bolivia, quedando boquiabierto ante los edificios de muchos pisos de altura que veía. A su retorno, dijo que lo que más le había impresionado de La Paz era que ¡había Universidades por todas partes! Para que se entienda el chiste: Por esos años, el único edificio alto que había en Santa Cruz de la Sierra era el de la Universidad Gabriel René Moreno, de apenas 4 pisos, de ahí que el visitante pensó que todos los edificios altos de La Paz eran universidades…

Pero, más allá de la anécdota, esa situación ha cambiado luego del grandioso avance urbanístico hasta donde ha llegado. Veamos algunos rasgos distintivos de la capital cruceña:

¿Se anima a aventurar un número de cuántos edificios de 10 pisos o más hay en la ciudad? ¿Cuántas licencias de construcción se otorgaron durante los últimos cinco años?

¿Sabía que, pese a la recesión inmobiliaria post pandemia, hay una crecida de proyectos, una baja de stocks de inmuebles y una subida de precios de venta en Santa Cruz de la Sierra? ¿Que la tasa de ocupación a largo plazo de residenciales en los últimos 20 años es del 97% y la vacancia promedio de apenas 3%? ¡Esto solo se ve en Europa o Estados Unidos!

¿Sabía Ud. que el crédito de vivienda social marcó “un antes y un después” en la historia del sector inmobiliario cruceño y que gracias a ello, la clase media y media emergente, que nunca soñó con una vivienda propia, hoy tiene la posibilidad de lograrlo?

¿Que, de la cartera bancaria de 7.100 millones de dólares, un 26% es crédito hipotecario, 4.000 millones para vivienda de interés social, y 2.500 millones fueron colocados en Santa Cruz?

¿Sabía Ud. que la credibilidad del empresariado cruceño ha canalizado tecnología de punta para construir la primera Ciudad Inteligente -la Nueva Santa Cruz- un proyecto del Grupo Empresarial Lafuente con asesoramiento de LH – Korea Land and Housing Corporation, las empresas coreanas de ingeniería de diseño SUNJIN y PYUNGHWA, y la empresa CONNAL?

 ¿Que en Santa Cruz se utiliza metodologías como Lean Construction, Building Information Modeling y Tecnologías de Construcción Industrializada, además de Big Data, Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas y Business Intelligence para proyectos inmobiliarios?

¿Sabía que la conciencia social y medioambiental en Santa Cruz no es un discurso y que ejemplo de ello son Manzana 40 y Green Tower, entre otros?

¿Que la democratización del mercado inmobiliario con Blockchain permite tokenizar/fraccionar activos inmobiliarios en m2 e invertir desde 1.000 dólares en Santa Cruz?

Julio César Valenzuela Roca, CEO de Citrino Capitales Inmobiliarios, destaca que pese a la pandemia y la difícil coyuntura, el sector inmobiliario cruceño ha demostrado resiliencia, de ahí que invertir en un inmueble es la mejor alternativa para convertir en activos tangibles los Bolivianos o dólares que las personas atesoran sin ganar intereses, considerando que el crecimiento poblacional garantiza el pago de alquileres, además de la ganancia de plusvalía.

Toda esta información y respuestas a otras preguntas están contenidas en el Informe “Santa Cruz – Bolivia: Donde invertir en bienes raíces es un negocio seguro”que acaba de lanzar el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) con espectaculares imágenes y abundantes datos, cuadros y gráficos a partir de importantes temáticas desarrolladas por especialistas del sector (https://ibce.org.bo/ibcemail/index.php?id=3235&a=3).

Volviendo a la anécdota de más arriba: ¿Sabía que en los últimos 20 años se ha dado un aumento significativo en la densificación urbana con la construcción de altas edificaciones en Santa Cruz de la Sierra? Según un estudio de Citrino Capitales Inmobiliarios, a la fecha suman ya 261 edificios de 10 o más pisos en la capital cruceña, de los que 51 se construyeron en los últimos cinco años.

¿No le inspira todo esto a pensar que invertir en bienes raíces en Santa Cruz es un negocio seguro?

Buscando la verdad
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La irracionalidad del sistema económico mundial

Desde siempre lo ético nunca fue el tema de predilección del sistema económico mundial, porque sus lógicas de acumulación siempre fueron oscuras, injustas y desiguales por todo el mundo. Pues lo económico nunca fue ético ni moral por sus características intrínsecas, el modelo anima a la acumulación al infinito, aun destruyendo todo el ecosistema, aun pisando a los más pobres. En definitiva, esos son los esquemas necesarios de la acumulación capitalista al infinito: lo injusto es lo más importante para dicha acumulación.

 

En estos tiempos de cambio climático, cuando ya sabemos científicamente que la tierra se destruye a pasos acelerados, por los grados irracionales de acumulación de la economía, es decir porque el sistema necesita la destrucción de la tierra para acumular: minerales, selvas, ríos, mares, montañas que se tienen que destruir para acumular riquezas. Sabemos también que esta acumulación se tiene que hacer en los bancos de los países ricos, que son los dueños del sistema económico mundial.

 

La contaminación ambiental, es igual a la contaminación mental que en definitiva es brutal por sus resultados. Porque el sistema obliga, sea por el hambre sea por la codicia, a acumular riqueza a cómo de lugar, aun eso sea destruyendo todo y pisando a los demás. Y en momentos de crisis mundial, la competencia por conseguir recursos económicos es también brutal. Pues hay que comer al menos algo para la sobrevivencia.

 

La contaminación mental es lo más grave, por todo el mundo la codicia es desenfrenada. El sistema condiciona la actitud humana: si no tienes nada, no eres nada en la vida. Esa condición genera humanos esclavos; unos pobres y otros ricos. Ambos en la coincidencia de que el sistema tiene razón. Hay que entrar a la competencia ciega y brutal por conseguir recursos económicos, y ser alguien como mandato del sistema. De esa raíz se alimenta el sistema capitalista mundial, para seguir dominando la existencia humana y su desenfreno por destruir a la naturaleza y la vida misma.

 

Esa  manera inconsciente de accionar de los humanos, algunas veces se hace consciente. Pero no es suficiente para hacer algo en favor de la naturaleza. Porque el consumismo desenfrenado produce plásticos y todo tipo de productos, que son directamente proporcionales a la destrucción de la vida misma. Lo poco que se hace por salvar a la naturaleza, al entorno y la biosfera, es nada frente al poder del sistema y sus resultados destructivos.

 

Tal es el grado de inhumanidad del sistema, que permite la irracionalidad de la existencia de super ricos. Personas que supuestamente son muy capaces en entender el sistema y enriquecerse hasta el infinito. Esa farsa sólo es la demostración palpable de la irracionalidad, en un mundo con recursos limitados, en un mundo donde miles de millones de humanos pasan hambre y penurias cotidianas. Pero el sistema justifica, de manera estúpida, la posibilidad y existencia de ricos en el planeta. Unos pocos que tienen todas las posibilidades de degradar al planeta, en función de la justificación del sistema para los miles de millones de hambrientos, de harapientos que deben buscar comida incluso en los basurales de las ciudades, para su subsistencia.

 

Estas brutales desigualdades que el sistema justifica, son sólo demostraciones de la irracionalidad del sistema económico, que no es capaz y no será capaz en su actual lógica de funcionamiento, de resolver los problemas estructurales del mundo. Si lo hace con algunas poblaciones es a costa de destrucción y desigualdad social, de injusticia social.

 

Es a todas luces, no sólo un problema profundo ético y moral, sino y sobre todo estructural desde la mirada de la justicia. No es posible, no se puede permitir, que un llamado sistema se sirva de miles de millones de seres humanos pobres o miserables, para que un pequeño puñado de otros seres humanos viva bien. Con todos los recursos del planeta a su disposición. Además de la destrucción que ocasionan en ese disfrute de la economía, en ese disfrute de la vida.

 

Pues, es lógico que tengamos que preocuparnos como otros lo hicieron en anteriores siglos, por luchar para construir otro sistema, otros sistemas, económico, que esté en favor del cuidado de la naturaleza y en favor de la justicia social. Equilibrios necesarios para hacer de este planeta más sostenible, más humano y más solidario con los demás. Es lógico que desmantelemos el engaño actual del sistema capitalista, en todas sus versiones y lecturas ideológicas. Al final son lo mismo en todos los escenarios del mundo: injustos y brutalmente destructivos con la naturaleza.

 

En definitiva, no es suficiente ser consciente de estas realidades. Tenemos que actuar en consecuencia, precisamente por razones éticas y luego por razones de justicia social y justicia con la naturaleza. Los discursos quedan demasiado cortos e hipócritas. Los discursos de salón no sirven de nada. Son tan conservadores como las ideologías del sistema de los siglos anteriores.

 

La irracionalidad del sistema económico capitalista mundial, con todas sus variantes, es también por definición anti humano. Este sistema sólo produce desigualdad por todo el mundo, sólo produce pocos ricos y miles de millones de hambrientos. Es decir, no es funcional a las necesidades de la humanidad. Además de destructivo con la naturaleza. Pues, si es necesario revoluciones, es preciso cambiarlo. Es urgente.

Opinión
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El Norte rico quiere guerra. ¿Y el Sur?

Los educados y civilizados occidentales no entienden otro lenguaje que el de la guerra. La diplomacia está supeditada a la violencia brutal, al lenguaje de las armas y la tecnología de punta al servicio de los más cavernarios de aquella civilización. En esta coyuntura han abierto la caja de pandora en Ucrania, como pretexto de para ir al abismo y la guerra. Ajustar cuentas del pasado mediante la brutalidad de la fuerza guerrera, pues no olvidan esa su costumbre desde siempre, desde que tienen memoria civilizada, educada y supuestamente con los mejores estándares de sus sistemas educativos, científicos y cibernéticos. Todo eso sólo para destruirse entre ellos mismos.
 
La historia del sur no es tan distinta al norte, pues sus élites imitadoras y dispuestas a todo por ser esclavas de las élites del norte, estarían también dispuestas a ir al matadero de las historias del norte. Sin embargo, en varios lugares del sur felizmente existen sospechas y desconfianza de las acciones de los diplomáticos cavernarios del norte. Felizmente ya no hay la ceguera tonta, ni la admiración ciega que había hace unos veinte años atrás. Los peligros inminentes a los que llevan al mundo, los países del norte, no pueden por supuesto ser aceptados incluso por el sentido común.
 
La historia del colonialismo no ha cambiado substancialmente. Se ha transformado con el tiempo, se ha hecho más moderno y postmoderno. Pero en esencia los países del norte siguen nomás sus patrones y protocolos coloniales desde el siglo XVI. Sólo que en estos últimos veinte años, creció la consciencia de los países del sur y con eso empieza a modificarse las relaciones del sur hacia el norte. El mundo multipolar empieza a crecer, de a poco, con sentido muy propio, sea nacionalista, populista, izquierdista o incluso liberal.
 
En la guerra de Ucrania se nota que los países del sur no se han metido totalmente, apoyando, a esa locura gringa. Si bien hubieron apoyos a ambos bandos, estos han sido muy tímidos y poco explícitos diplomáticamente. Por supuesto que las presiones de Estados Unidos y sus satélites europeos son, como siempre, coloniales vía chantaje económico o comercial. Pero los tiempos han cambiado y de a poco el sentimiento de libertad o al menos independencia diplomática se nota más que antes.
 
En estos tiempos de locura guerrera y genocida como en Palestina, es preciso tomar consciencia desde el sur que sólo nuestras estrategias de Estado y Nación, serán las fortalezas para nuestras decisiones soberanas. Sin embargo, si estamos divididos, pobres, politizados estúpidamente, seguiremos siendo pasto del colonialismo del norte. Si estamos huérfanos de sistemas educativos de alto nivel, pues seguiremos siendo ovejas analfabetas de las decisiones del norte. O sin norte en temas económicos, seguiremos nomás de esclavos del sistema mundial capitalista.
 
Siendo esclavos, ya tenemos suficiente experiencia, jamás seremos nosotros mismos. Jamás veremos libertad alguna; jamás tendremos soberanía en nuestras decisiones. Por ahora, gracias a las élites ovejas del sur, todavía dependemos de las decisiones en las oficinas del norte.  Los chantajes son poderosos, son lo cotidiano desde el siglo XVI. Porque nuestra política sigue siendo imitadora del norte, copiadora de aquellos protocolos que no nos permiten jugar con nuestras propias cartas históricas. Pero esa experiencia de esclavos no nos enseña todavía lo que tenemos por hacer, para ser nosotros mismos.

En este escenario de guerra, en este escenario de incertidumbre mundial los países del sur tenemos la oportunidad de escucharnos a nosotros mismos. Y a pesar de nuestras enormes diferencias históricas, pues podemos generar políticas propias sin depender de las reglas coloniales del norte. Es cierto que el modelo económico es esclavizante, porque las patentes la tienen ellos. Pero también hay que reconocer que mientras no tengamos políticas de Estado en serio, nuestras y soberanas, no podremos realmente tener decisiones propias, que respondan por fin a nuestras estrategias.
 
La locura de la guerra, como en todas las guerras mundiales de los cavernarios gringos, requerirá de minerales y tecnología para la guerra. Esos minerales los tenemos en el sur del mundo. En las anteriores guerras nos saquearon y nos impusieron precios de hambre. Hoy no podemos dejar que eso suceda. Y en la diplomacia es una oportunidad de mostrar  mayor presencia del sur, sin intimidaciones ni esclavismos modernos. Si nuestras élites aún no están dispuestas a eso, pues hay que reemplazarlas por gente más idónea y no dispuesta a los esclavismos modernos.
 
Por increíble que parezca los civilizados occidentales, son en estas épocas más cavernarios y trogloditas que sus ancestros. Sólo han reemplazado las piedras y los palos por bombas atómicas. Políticamente siguen siendo brutales y sanguinarios. Aunque ya están en la quinta o sexta revolución industrial, de nada les sirvió para hacer de este mundo un mundo más feliz.
 
Por supuesto que desde el sur, pues, no podemos seguirles en sus locuras infernales. En sus historias brutales y civilizadas. Es una oportunidad para ser por fin nosotros mismos.

Opinión
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Desconcierto en Wall Street por repunte de bonos de Bolivia

Bloomberg, la prestigiosa compañía internacional que brinda servicios de información en el mundo de los negocios y las finanzas, dio cuenta que los bonos soberanos de Bolivia tuvieron un rendimiento del 19% en 2024, convirtiéndolos “en una de las mejores apuestas en deuda soberana de los mercados emergentes este año”, lo que provocó incredulidad, frustración y desconcierto en varios especialistas sobre la materia (“El repunte de los bonos de Bolivia, un país en crisis, desconcierta a Wall Street", bloomberglinea.com, 13.03.2024).

“No puedo explicar la compra”, “esto se dirige al desastre”, “no lo entiendo”, “es nuestro candidato a default para este año” -refiriéndose a Bolivia- fueron algunas de las expresiones de analistas, recogidas por Bloomberg, luego del repunte de los bonos del país, mientras que otros más moderados dijeron que, si bien Bolivia tiene serios problemas fiscales y externos, el servicio de la deuda es manejable, dando por descontado que cumplirá con los pagos de los bonos y evitará caer en default, considerando las elecciones del 2025.

Una de las explicaciones de Bloomberg, del porqué del rendimiento positivo de los bonos de Bolivia, fue el hecho que el gobierno nacional se sentó a hablar con el empresariado privado, confirmando la enorme importancia que tienen las “señales”, para los inversionistas financieros.

En efecto, luego de más de tres años de la actual gestión gubernamental, representantes públicos y privados compartieron preocupaciones y acordaron acciones para encarar la escasez de dólares y otros temas, a través de un documento que no fue del agrado de todos.

El "Acuerdo económico, productivo y empresarial entre el Gobierno Nacional y el empresariado boliviano" fue suscrito el 19 de febrero de 2024 por trece entidades privadas con las Máximas Autoridades Ejecutivas (MAE) del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, Ministerio de Planificación del Desarrollo, Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Banco Central de Bolivia (BCB) y de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI).

Si bien la generalidad del empresariado destacó la apertura del gobierno para encarar un diálogo abierto y un trabajo conjunto con entidades privadas, no faltaron las críticas, desde quienes relativizaron el alcance del Acuerdo, hasta los “duros de la película” que lo objetan todo, insistiendo en la necesidad de eliminar el déficit fiscal y los supernumerarios de la Administración Pública; cerrar las empresas estatales; acabar con la subvención de los combustibles, entre otras “soluciones estructurales” que -así apunten en la dirección correcta- son políticamente improbables, como Bloomberg mismo anota, considerando el período preelectoral: ¿Se acuerdan lo que pasó en diciembre del 2010, cuando el gobierno intentó subir el precio de los combustibles? Pero, veamos en qué consistió el referido Acuerdo…

El gobierno se comprometió a la “liberación de exportaciones con agilización de trámites”, y a la “devolución inmediata de CEDEIMs” previa liquidación de divisas por exportación en el sistema financiero nacional, surgiendo el reclamo de que si bien se flexibilizó la exportación de los excedentes de soya y derivados, sorgo y arroz, no así del azúcar y la carne bovina, por lo que la restricción continúa vigente.

El BCB se comprometió a emitir bonos en dólares, lo que se dio el 27 de febrero con tasas del 4,5% al 6,5% para colocaciones desde 3 meses hasta 3 años, a fin de engrosar sus reservas, al captar parte de los 10.000 millones de dólares que están fuera del sistema financiero; la colocación, al 9 de marzo, superó los 22 millones de dólares (80% a personas jurídicas y 20% a personas naturales) siendo la meta llegar a 100 millones hasta agosto.

Dos acuerdos adicionales fueron, la subasta de diésel por YPFB, y la agilización de la importación de diésel para consumo propio por parte del sector privado, para que no falte la provisión del combustible, así se lo deba comprar a precio internacional.

Se abrió también, al sector privado, la posibilidad de construir plantas para fabricar biodiésel, pensando en bajar la importación de diésel fósil y ahorrar divisas, y asimismo, surgió el ofrecimiento de financiar la mejora del rendimiento agrícola con "agricultura de precisión", aunque se criticó que no se autorice el uso pleno de la biotecnología.

El incremento del peso y longitud máximos para vehículos de transporte de carga, apuntando al ahorro de diésel y a bajar costos, fue otro acuerdo; también, el incentivar la importación de vehículos flex y eléctricos para consumir más etanol nacional, y bajar la importación de gasolina y el gasto de dólares.

Finalmente, el establecimiento de una banda para el cobro de comisiones de transferencia de divisas al exterior, lo que ya se dio a partir de una norma de la ASFI.

Este es el “paquete de medidas” que fue bien percibido en el exterior e hizo subir los bonos de Bolivia, algo que desconcertó a los analistas pesimistas, pero, agradó a los inversionistas…

Buscando la verdad
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El mundo camina a la guerra y el caos total

Como van las cosas el mundo se encamina otra vez al abismo de la guerra. Las economías más importantes del planeta se transforman en economías de guerra. Es decir, el hambre y la miseria crecerán como en la pandemia, y los negocios turbios de las industrias de armas florecen como nunca. El genocidio de Palestina y la guerra de Ucrania, son sólo laboratorios para los especialistas y genocidas de la guerra. Este escenario surrealista y apocalíptico es la muestra contundente del rotundo fracaso, del sistema capitalista mundial.

El mundo entrará en un caos total, porque en tiempos de guerra son los brutales y los matones los que aprovechan las circunstancias. Por eso el crecimiento de los fascismos de toda laya, de toda postura ideológica. Esta desestructuración institucional, ciertamente afectará a la economía. Los pobres se harán más pobres. Los ricos empezarán a invertir en armas y tecnologías de la muerte. La historia se repite indudablemente.

En Bolivia también sentiremos la tragedia del sistema. Ni siquiera ser periferia de la periferia nos salvará de las circunstancias. Los coletazos sistémicos nos llegarán con factura, pues ni siquiera nuestra economía se encuentra estable: boicoteada cavernariamente, boicoteada por instintos trogloditas de escasos sentimientos patrióticos o nacionales.

Sin embargo, también debería ser un fracaso nuestro. Cerca al bicentenario no hemos sido capaces de construir un Estado con políticas de Estado, al menos de medio aliento. Ni siquiera podemos alimentarnos con nuestro propio pan, porque ni siquiera trigo producimos. No hemos sido capaces de construir sociedades de consensos, donde la crítica sea el insumo más importante para avanzar. Donde la investigación sea la costumbre más prudente para debatir, para intercambiar ideas siempre en función de la Patria, de los más necesitados, de los más humildes de la sociedad, que hoy otra vez llenan nuestras calles mendigando por el hambre.

El bicentenario nos pillará pobres, sin políticas de Estado a largo plazo, sin futuro sino con las palabras vacías de siempre: horas cívicas sin sentido alguno para el bolsillo, sin sentido alguno para la inmensa desesperanza existencial de la Bolivia profunda. El bicentenario será otra fecha más en la larga agonía por soñar en este bello país.

Pues bien. Quiénes tercamente seguiremos insistiendo en la igualdad, desde la justicia, desde la claridad institucional, desde las leyes democráticas y de consensos, no tenemos más remedio que intentar construir utopías, sueños y nuevas revueltas, revoluciones y cambios porque así lo exigen desde sus necesidades los más pobres, los desheredados de la historia, los marginados que sólo son excusas de discursos y teorías vacías. Aquellos millones que sólo cargan las desdichas de los modelos, de los errores de cabrones que siempre viven bien a costa de ellos.

La única creatividad por ahora es la de los pobres en las calles, que tienen que inventar lo que sea para comer. Los niños que piden limosna y tienen que inventar novedades para pedir pan. En este mar de la mediocridad alucinante, del analfabetismo funcional con mayúscula en el espectáculo más abominable de todos los tiempos. En una mezcla burda e insultante de la politiquería frívola. En medio del hambre y la miseria de nuestras calles, que por supuesto nada pueden inspirar a los delirantes de las “revoluciones”.

Pues sí, se viene la guerra en occidente. Esos cavernarios no aprenden de su propia historia, de sus propias experiencias. Y desatarán el caos total por todo el mundo, que puede desencadenar otras guerras regionales. 

Escenarios en donde tenemos que sobrevivir, hasta que llegue otra vez algo de paz. Pero ya no podemos contar con las canciones gastadas de occidente, en tantos siglos de engaño, de grosero engaño y soberbia histórica. Ojalá sean tiempos de nuevos tiempos a pesar de las guerras y las tragedias que vienen.

Ojalá también que nuestras élites analfabetas y provincianas por fin pasen al basurero de la historia. Y las nuevas generaciones despierten por fin, porque les toca guiar a la historia de este país, pues los fracasos de los viejos y vejestorios de las viejas generaciones duelen demasiado. No dejan nada para la Nación y la Bolivia profunda, sólo ilusiones y discursos totalmente desactualizados, totalmente improductivos para estas horas cruciales.

Que estas profundas crisis sean oportunidades para lo nuestro, en términos de Marx, para por fin tocar nuestras propias fibras de nuestras propias historias. No prestadas; no imitadas groseramente, no de pantomima ideológica. Sino lo nuestro. Lo propio. Que las nuevas generaciones despierten y agarren el timón del presente y futuro del país.

Necesitamos, por otro lado, reescribir nuestras historias. Demasiados mitos y cuentos no ciertos adornan los libros, que sólo adormecen las mentes de los niños y jóvenes de todas las clases sociales y culturas. Añadiendo al festín de la confusión total, que sólo frena las voluntades y creatividades de los tejidos sociales.

Opinión
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China, primer socio comercial de Bolivia

¿Cómo es que la República Popular China, el segundo país más poblado del mundo, luego de la India, y la segunda economía más grande, después de la de Estados Unidos, ha pasado a ser el primer socio comercial de Bolivia así como de otros países? Gran parte de la explicación tiene que ver con una palabra: Pragmatismo. ¿Recuerda aquello de que “no importa el color del gato, lo importante es que cace ratones”? Fue este razonamiento el que llevó a la China a una Reforma Económica hasta encaramarse en el podio de los ganadores.

A la luz de la historia y las estadísticas de exportaciones e importaciones a nivel global, la presencia de China en el comercio mundial es relativamente reciente, pero el gravitante rol que empezó a jugar a partir de su desempeño productivo se ha dado a pasos agigantados.

No resulta exagerado decir que con el ingreso de la China a la Organización Mundial del Comercio (OMC) a principios del siglo XXI el planeta ha empezado a depender, en gran parte, de lo que pase con este país en materia de intercambio de productos: Con 3,6 billones de dólares por exportaciones (oferta); 2,7 billones de dólares en importaciones (demanda) y un PIB cercano a 18 billones de dólares, no puede pasar desapercibido por tratarse del primer exportador y segundo importador del orbe.

Tan colosal suceso no fue casual, sino, fruto de algo bien planificado y ejecutado, a partir de que el entonces líder del Partido Comunista chino, Deng Xiaoping, sin renunciar a su ideología, cultura, etc., optó por integrar a la China al mundo, ofreciendo las mejores condiciones al capital, tecnología y know how de países desarrollados de Occidente y Asia, para salir del ostracismo.

En poco tiempo, su apuesta por la Reforma Económica de fines de 1978, que no fue otra cosa que abrirse al mundo, dio lugar al llamado “milagro económico chino”, pasando este país a convertirse en “la fábrica del mundo” gracias al aluvión de inversión extranjera directa derivada de la seguridad jurídica e inmejorables condiciones infraestructurales, laborales y medioambientales, provocando el desmonte de fábricas y su traslado desde países avanzados a la China, un fenómeno conocido como “deslocalización productiva”.

A estas alturas se imaginará que el artífice de lo dicho en el primer párrafo -no importa el color del gato, sino, que cace ratones- fue Deng Xiaoping, en otras palabras, quiso decir que no importaba que el radical modelo chino pasara a ser un híbrido socialista-capitalista, ya que lo que contaba eran los resultados: bajar la pobreza extrema, crear empleos que ayuden a mejorar la calidad de vida de su gente y proyectar a la China al mundo, lo que está logrando.

Hablar de Made in China, más allá de la referencia geográfica, puede resultar un eufemismo, pues detrás de ello hay multimillonarias inversiones de capital y tecnología extranjera que explican cómo China pasó tan rápidamente a ser uno de los más importantes “global players”. Ejemplo: la camioneta marca ZNA es fabricada en China, con tecnología japonesa, pero a mitad de precio. ZNA es el acróstico de Zhengzhou Nissan Automobile, un vehículo producido por la japonesa Nissan, en Zhengzhou, una ciudad-factoría china.

Si la China se está comiendo al mundo por medio de las finanzas y el comercio, y, más allá de la ideología, no hay país que no le compre cada vez más y tampoco hay un país que no quiera vender cada vez más a ese voraz mercado de más de 1.400 millones de personas, Bolivia no podía ser la excepción...

En efecto, China ha pasado a ser ya el primer socio comercial para Bolivia. En 2005, nuestro país compró 2.666 productos chinos por 163 millones de dólares; en 2023, el número de bienes subió a 4.597 y pagamos 2.415 millones de dólares (la importación creció 1.381% desde entonces). De China traemos, principalmente: vehículos, neumáticos, hornos, motocicletas, insumos, aparatos de comunicación, generadores eléctricos y textiles, cada uno de ellos por encima de los 20 millones de dólares. Pero ¿cómo nos va con las exportaciones?

En 2005, Bolivia vendió a China 37 bienes por 21 millones de dólares; en 2023 marcamos récord con 59 productos y 1.170 millones de dólares (crecimiento del 5.592%), en orden de importancia: plata, cinc, plomo y carne bovina -cada uno de ellos, holgadamente, por encima de los 100 millones de dólares- además de estaño, cobre, madera, antimonio, boratos, oro, ajonjolí, quinua, volframio, castaña, todos, superando el millón de dólares.

Así las cosas, China no solo ha pasado a ser el primer país del que importamos, sino, el tercero más importante para nuestras exportaciones luego de Brasil (1.566 millones de dólares) e India (1.317 millones).

Por esto es que pensar en utilizar el yuan, no es un “cuento chino”, sino, una urgente necesidad para evitar que lo importado desde China escasee o suba de precio, dada la falta de dólares. Para concluir ¿y si nos preocupamos de exportar cada vez más a la China, a fin de conseguir de ellos los dólares o los yuanes que nos ayuden a importar?

Buscando la verdad
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Revolución, cambio de era, revolución

En estos tiempos de incertidumbre mundial, de inseguridad laboral, de crisis económica, de crecimiento de los fascismos y el regreso de los ultra conservadores cavernarios, nos dirigimos indudablemente a lo desconocido. Los países culpables de este desastre, capitalistas centrales, se arman hasta los dientes a costa de la miseria y hambre mundiales, a costa del sacrificio colectivo mundial. Los más miserables sólo ven como negocio este desastre, y utilizan las guerras de Ucrania y Palestina para engordar sus empresas de armas. Ese es el escenario que tenemos hoy y pues el desánimo y la incertidumbre alimenta también la búsqueda de salidas a este desastre.

En algunas épocas la palabra Revolución era la respuesta. De hecho funcionó en varias realidades. Aunque también agonizó y murió por culpa de corruptos y burócratas del poder, que sólo entendieron la palabra poder y no entendieron la palabra servicio a los más pobres. Es decir, a los cambios reales de la humanidad frente al inmenso poder del diabólico capitalismo.

Hoy los medios de incomunicación nos dicen que la palabra Revolución ya no es actual, ya no es de las épocas postmodernas ni responde a las épocas de la inteligencia artificial. Mentiras muy bien construidas para adormecer y domesticar mentalidades, para desanimar masas y domesticar hacia la esclavitud del sistema.

Las duras épocas, donde la palabra democracia ha sido prostituida y destruida hasta sus raíces mismas, no tienen respuestas sino en la memoria de los pueblos sufridos y utilizados de manera brutal, sacrificados hasta la muerte misma, pues sólo les queda el último aliento para responder a la total indignidad de la misma humanidad. Acudir otra vez a la palabra y posibilidad: Revolución. Donde ajustar cuentas con los corruptos, con los desalmados, con los torcidos y sucios éticamente, colgados en las plazas de los pueblos y ciudades, para borrar todo lo indigno de la humanidad.

Porque sólo las respuestas que han sido ejemplos en la historia, en la memoria de los pueblos, para mejorar la calidad de vida, pueden ser hechos que guíen suficientemente bien a la desesperanza de los pueblos. Porque sólo las respuestas contundentes pueden ser éticamente correctas frente a la incertidumbre y el engaño de tantos payasos politiqueros. Porque no se puede jugar con la vida, ni menos con las esperanzas de los pueblos.

Entonces, por qué no volver a reflexionar sobre los cambios radicales y exigentes? Para volcar el miedo de las mentes, de las almas que ya han olvidado que se pueden cambiar las cosas cuando todo está podrido.

En estos tiempos cuando la miseria y el hambre se apoderan otra vez del mundo, cuando no existe futuro alguno sino sólo presente de miseria y desconsuelo, pues bien venido sea la palabra Revolución. Eso que significó algunos momentos de la existencia humana un Cambio de Era; un Cambio de Paradigmas en la historia. Un cambio de la historia por otra historia.

Cierto, la mediocridad actual de los dirigentes políticos que no hacen lo suficiente, peor éticamente, para exigirles cambios profundos. La enfermedad de la mediocridad es terriblemente cruel, incrustado hasta los tuétanos de todas las instituciones donde ya no se puede pensar en alternativas y peor en sueños. Y es la inercia con su brutal peso sobre la humanidad, que se adueña de las instituciones impidiendo toda posibilidad de cambios, de revoluciones y búsqueda de alternativas reales.

Así el crecimiento de la miseria y la pobreza de manera indigna, exigen otra vez a las mentes más lúcidas y éticamente llamadas a buscar cambios en serio, cambios reales para frenar precisamente al sistema capitalista, que se modifica y se transforma en todos los tiempos de la historia, para seguir explotando, expoliando y adueñándose de las mentes y las almas, para seguir esclavizando las historias.

Porque sólo las recetas de parches y más parches a lo que se llama democracia, o social democracia, etc, sólo nos lleva a engaños y confusiones en los hechos. Los resultados son todavía más engañosos y brutales profundizando la pobreza y la miseria. Donde unos cuantos pinches demócratas y corruptos se aprovechan de las circunstancias, sobre las esperanzas y la miseria de los demás.

La modernidad ni la postmodernidad a su turno han dado respuestas a las preguntas más importantes de la humanidad. Han fracasado totalmente. Cierto que la palabra Revolución también perteneció a la modernidad. Aun así, si algo se puede rescatar, que sea rescatado en función de buscar respuestas a la miseria, al hambre y la desesperanza mundial. Porque la inercia y la cobardía sólo profundizarán más la incertidumbre, es decir el hambre y la miseria.

El regreso y la vuelta a las palabras Revolución y Cambio de Era, son cada vez más necesarios y urgentes. Porque la podredumbre de la historia actual, sólo nos hace indignos y no humanos frente a la responsabilidad histórica del devenir y la memoria de nuestros pueblos. Pues cambiemos en serio, hagamos revoluciones en serio y colguemos en las plazas de nuestros pueblos a los corruptos y no aptos para la comunidad y la vida.

Opinión
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