Las elecciones europarlamentarias vistos desde Bolivia
Hoy increíblemente los europeos ni siquiera pueden definir sus propias políticas económicas, y peor sus propias alianzas geopolíticas en el mundo. Europa no es libre para nada.
De vez en cuando son noticias en las portadas, las elecciones europarlamentarias de Europa que ciertamente han tenido avances substanciales desde hace mucho. Pueden darse ese lujo de elegir eurodiputados, para que discutan los problemas de todos los europeos. Sin embargo, me atrevo a realizar algunas conjeturas sobre la coyuntura europea, como contexto hacia las elecciones que tendrán, pues lo que se viene no tiene mucho de positivo sino todo lo contrario.
Los europeos tienen traumas del pasado que no acaban de resolver con solvencia, lo que les está conduciendo a fracasos estrepitosos frente al mundo. Si bien se sienten muy agradecidos a los Estados Unidos, por su papel en la segunda guerra mundial: al haberles salvado del nazismo y las enormes ayudas económicas, como el plan Marshall, para la reconstrucción de Europa. Temas que al mismo tiempo les han esclavizado con el tiempo. Los Estados Unidos aprovecharon bien la guerra fría, para imponerles a los europeos su manera de controlar el mundo hasta el grado de hacer su propio patio trasero, como en América Latina.
Hoy increíblemente los europeos ni siquiera pueden definir sus propias políticas económicas, y peor sus propias alianzas geopolíticas en el mundo. Europa no es libre para nada. Lo natural serían negocios a gran escala con Rusia o China; pero prefieren obedecer ciegamente las políticas norteamericanas, para quedarse estancados como una isla. Incluso pagando precios altos a todo lo que les vende Estados Unidos, que comprar a los chinos a precios mucho más bajos y de mayor calidad.
Prefieren en suma seguir de peones de los norteamericanos, incluso respecto de la política mundial. Cayeron en la trampa atlantista, de supuestos argumentos culturales como los occidentales, para ser esclavos de los anglosajones. Pues al creerse ese cuento de la protección cultural de parte de los gringos, simplemente se quedaron sin identidad europea frente al mundo. Ni siquiera pueden hacer algo en Palestina.
En definitiva, los europeos se han estancado totalmente en su papel de continente portador de cultura, portador de valores universales y portadores también de bienes económicos. Ese estancamiento es evidente cuando de negocios se trata. Los rusos les ofrecieron gas y petróleo barato; pero prefieren pagar precios altísimos a los norteamericanos. Todo eso en nombre de los absurdos argumentos del pasado occidentales. Los chinos les ofrecen todo totalmente barato; pero tienen miedo que el tío Sam se enoje, y pues no les permiten negocios rentables con los chinos. Eso es ahora Europa.
Así, los europeos prefieren seguirles a los norteamericanos aunque estos les lleven al abismo. Eso es por ahora Europa. Sin identidad frente al mundo, sin autoestima histórica; sin determinaciones soberanas. En realidad, su capital europea no debería ser Bruselas, sino Washington. Las élites europeas están totalmente zombis, siguiendo las directrices que se dictan al otro lado del Atlántico. En el tema de Palestina eso ha sido didácticamente claro.
Ese es el contexto, desde mi perspectiva, en el que se mueven por ahora los europeos. Con sus élites totalmente sometidas a los designios de Washington, no tienen mucho chance para realmente negociar con el mundo en función de sus propios intereses, en función de sus propias estrategias. La guerra de Ucrania ha sido otra excusa norteamericana, para embaucarles a los europeos a tareas ingratas, porque el poder militar de la OTAN es en realidad el poder norteamericano, por lo que obedecer es mejor que tener opinión propia. Además la guerra se sucede otra vez en territorio europeo, no en territorio norteamericano.
Realmente los intereses de los pueblos europeos no están siendo protegidos por sus élites, que prefieren no quedar mal ante al amo mayor. Y las pocas maniobras diplomáticas son discursos de equilibristas, para no quedar mal ante sus pueblos y ante el poder anglosajón. Pues sus retóricas políticas son sólo eso, sin acciones que impliquen cambios reales.
Europa podría ser un polo importante en el mundo, sobre todo en un mundo multipolar. Desde el punto de vista del desarrollo ha sido y es un centro importante. En general son países desarrollados e industrializados, que pueden gravitar desde el comercio hacia todo el mundo; pero necesitan ser competitivos y no atrasados como los norteamericanos, que sólo impiden las competencias comerciales y tecnológicas poniendo aranceles totalmente antieconómicos, totalmente en contra de sus mismos principios liberales de competitividad.
Durante siglos fue Europa un punto importante para el mundo, a pesar de su historia colonial e imperial. Hoy sólo es un recuerdo nostálgico de todo ese poder que tuvo. Supeditado totalmente a los intereses estadounidenses, que no le hacen nada bien a sus pueblos. Con bases materiales e industriales reconocidos, pueden ser otra vez una región de calibre para todo el mundo, si tuvieran soberanía en serio.
Europa necesita ser independiente y soberano. Frente a la guerra de Ucrania, sólo son furgón de cola de los Estados Unidos. En una guerra que no tiene sentido, sino el de configurar las estrategias y los intereses de los Estados Unidos. Europa necesita dejar sus traumas y sentido de culpa frente al poder del otro lado del Atlántico.
En suma, Europa necesita ser Europa y no satélite como fue en la guerra fría. Europa necesita con urgencia regresar a sus raíces filosóficas, como económicas. En un mundo que aparentemente camina hacia lo multipolar, se necesita a una Europa dueña de sus propias estrategias geopolíticas. En definitiva, dueña de su destino histórico.