Opinión
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Max Raúl Murillo Mendoza
11/06/2024 - 13:50

Aniversario del Día D en Europa

Pero los civilizados occidentales no aprendieron nada de su propia historia. Hoy siguen en guerras por todo el mundo. Guerras coloniales como en Palestina, y guerras económicas como geopolíticas  en Ucrania.

El 6 de junio se recordaron 80 años del desembarco en Normandía, de los aliados de aquella época en contra del nazismo. Nazismo que hoy sigue vivo en el sionismo, en varios gobernantes del norte del mundo que bloquean soluciones en contra de las migraciones del sur, provocados por el sistema del norte. Así pues, recuerdan los civilizados, educados y desarrollados occidentales lo que les llevó al triunfo sobre Hitler, otro occidental de ojos azules.

Pero los civilizados occidentales no aprendieron nada de su propia historia. Hoy siguen en guerras por todo el mundo. Guerras coloniales como en Palestina, y guerras económicas como geopolíticas  en Ucrania. En realidad, son más cavernarios que civilizados. Los únicos lenguajes que entienden son los de la guerra; la diplomacia sólo es pinta y cosmético de prensa. Porque lo más importante para estos civilizados son los negocios de la guerra, los negocios turbios del sistema capitalista.

No aprendieron nada de su propia historia, ahí tenemos a los sionistas judíos que hacen lo mismo que les hizo Hitler a ellos, a los Palestinos: otros holocaustos modernos, en venganza y odio a los pueblos más débiles. Les quitaron sus tierras, les expulsaron de su Patria con ayuda de ingleses y franceses, para después exponerlos en guetos como Gaza y Cisjordania. 

Más de 60 millones de muertos, regiones como Europa destruidos, bombas atómicas lanzadas en ciudades de Japón. Escenarios apocalípticos que vivió el mundo en aquella guerra, no fueron precisamente lecciones para que los occidentales civilizados y educados, aprendieran para hacer de este mundo un lugar mejor. Todo lo contrario, la civilización occidental sigue nomás en sus afanes de conquista y colonización, armándose hasta los dientes y haciendo de este mundo un campo minado y totalmente lleno de muros en sus fronteras, para que los bárbaros y salvajes no invadan sus territorios.

Cuando se suponía y los historiadores más brillantes de occidente consideraban al siglo XX, como al más violento y cambiante de la historia, pues el siglo XXI ya supera con creces en violencia y destrucción al siglo XX. Al menos en la incertidumbre global y existencial de la humanidad. Además, nos acercan peligrosamente a una guerra nuclear, con amenazas cotidianas de artefactos de la muerte creados por la mente occidental. Sí, sus mejores mentes están dedicadas a las industrias de la muerte, es decir a las fábricas de armamento. Esa es la mentalidad de la civilización occidental, todo lo demás son discursos políticos de ocasión.

El día D sólo son recuerdos de nostalgia de aquellos acontecimientos, con discursos tontos y casi estúpidos de presidentes como Macrón y Biden. No dicen nada de Palestina; no dicen nada de Afganistán, de Irak. No dicen nada de las destrucción mundial que ocasionaron después de la segunda guerra mundial, porque la guerra fría fue también destructiva como la misma segunda guerra mundial. Recuerdos que ya no significan nada en el tiempo, sino para las enciclopedias de museo de la historiografía gringa.

Cierto que la complejidad de la política moderna, de alguna manera nubla todos los análisis posibles de los imperios modernos. Para los Estados Unidos fue una oportunidad que no desaprovecharon, de hacerse el imperio más poderoso y destructivo de la historia moderna. Poder que le significó impunidad hasta el extremo, como los bloqueos económicos por ejemplo a Cuba. Y a tantos países que no comulgan con sus caprichos imperiales. Poder que le significó tener el control casi absoluto de la información y comunicación mundial. Es decir, un poder totalitario hasta convencer al mundo que tienen la mejor democracia de occidente. Democracia donde el pueblo no tiene la menor importancia, porque no definen nada en las elecciones de costumbre, sino como circo romano de participación burda y sin elegir nada.

Los cavernarios de occidente, no se diferencian en nada a sus ancestros de las cavernas, cuando todavía inconscientes ya peleaban por ambiciones de comida o territorio. En miles de años no han cambiado en nada respecto de sus mentalidades. Es más, hoy son más peligrosos que hace miles de años, pues tienen bombas atómicas en vez de palos y piedras. Y su grado de destrucción es totalmente proporcional al grado de su desarrollo científico y tecnológico.

Los cavernarios occidentales no progresaron en lo político, pero sí en lo tecnológico y material. En lo político son tan atrasados y cavernarios como sus ancestros. Aunque ya están en los albores de la inteligencia artificial, o en las conquistas de otros planetas; pero pues con la misma mentalidad cavernaria de hace miles de años atrás. 

En resumen, esa es toda la historia de occidente. Unos cavernarios que tienen más inclinación por la muerte y la destrucción, que por compartir este mundo con otras civilizaciones, con otras formas de ver la vida, con otras culturas totalmente distintas a ellos. No contentos con el sistema destructivo económico que crearon, llamado capitalismo, hoy se lanzan cavernariamente a guerras destructivas solo por sus ambiciones brutales, de élites cavernarias y totalmente atrasadas en lo político. 

El día D es hipocresía de enorme calibre histórico. Lo que hacen en Palestina les delata su asombrosa forma de ser. Humanos no conscientes con este mundo.

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