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Cifras del exitoso Modelo de Desarrollo Cruceño

Llega septiembre -el mes de la primavera, del amor, de Santa Cruz- resultando imposible no referirse a la Efeméride Departamental de una región que, no con poco esfuerzo, en apenas 70 años ha pasado a tener un protagonismo sin parangón a escala nacional, gracias a la particular forma de ver y hacer las cosas de sus habitantes.​ 

Cuando en Bolivia se lamentan los dolorosos y condenables incendios forestales que afectan principalmente a la región cruceña; en momentos en que abundan las malas noticias de marchas, contramarchas, bloqueos y enfrentamientos motivados por intereses políticos en el Occidente del país; cuando la inflación no para de subir, mientras aumenta el desempleo y baja la actividad económica, toda información positiva que surja, puede ayudar a generar la gran esperanza de que las cosas pueden cambiar para bien. 

Este es el caso de una última publicación del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) que da cuenta que el Departamento de Santa Cruz, pese a las adversidades, sigue sumando hitos históricos, superando sus propios récords. Las cifras que contiene muestran el avance de la región, confirmando que el Modelo de Desarrollo Cruceño existe, funciona y es exitoso. 

Las estadísticas de su gravitación en el quehacer económico del país son irrefutables a la luz de lo recientemente reportado por los datos oficiales para el 2023, año en que también hubo incendios, bloqueos, marchas, bajos precios internacionales, sequía, escasez de dólares, anormalidad en la provisión de combustibles, entre otros problemas. 

Lo increíble es que la región, pese a todos los infortunios que debió sortear, sumó nuevos hitos trascendentales, aquí van algunos de ellos. 

Récord del Producto Interno Bruto (PIB) cruceño, por 14.314 millones de dólares; récord de aporte al PIB nacional con 31,5% y del 47% sobre el PIB agropecuario; récord del PIB per cápita con 4.105 dólares. 

Récord de producción de alimentos con 77% del total nacional; récords en el hato bovino con casi 5 millones de cabezas, en porcinos con 1,1 millones, en aves de postura con casi 3,6 millones y aves parrilleras con más de 172 millones de cabezas. 

Récord en producción de carne de aves parrilleras por 292.444 toneladas, en carne de res con 178.581 toneladas y de cerdo con 53.582 toneladas y récord en producción de cueros bovinos con 862.000 unidades. 

El PIB de Santa Cruz subió 3,7% en 2023, superando al crecimiento del 3,1% en Bolivia, por eso se dice que Santa Cruz es la locomotora de la economía del país. Este crecimiento se da gracias a la iniciativa privada, en especial, de la agropecuaria (20%) y la industria (15%) en torno a quienes giran las finanzas, transporte, comercio y servicios. 

Un sector definitivamente importante en lo que hace al funcionamiento del Modelo de Desarrollo Cruceño son las exportaciones, aportando Santa Cruz un 31% a las ventas globales, marcando un nuevo récord con 81% de participación en las Exportaciones No Tradicionales con la venta de 3,7 millones de toneladas de productos agropecuarios. 

En lo que hace a la producción agrícola, Santa Cruz significó el 77% del volumen total de alimentos producidos en Bolivia, generando el 100% del girasol; 99% del sorgo; 96% de la soya; 95% de la caña de azúcar; 74% del arroz; 72% del trigo; 59% del maíz y 33% de las hortalizas. 

En cuanto a la producción pecuaria, su aporte fue del 55% en carne bovina; 54% en carne de pollo; 53% en leche; 52% en huevo y 42% en carne de cerdo. 

Algo importante: Santa Cruz contribuyó a las exportaciones agropecuarias del 2023 con el 100% de la carne bovina y derivados; 100% del azúcar; 98% de la soya y del girasol; 96% del frejol; 95% de la chía y del sésamo; 94% del alcohol; 92% del maní y hortalizas; 84% de la leche y 80% de los cueros y sus manufacturas. 

De esta manera, Santa Cruz no solo garantiza la “seguridad alimentaria” del país, sino que genera abundantes excedentes logrando la “soberanía alimentaria” de Bolivia a través de la exportación de excedentes, con un nuevo récord de aporte del 88% a las ventas de alimentos y bienes agropecuarios. 

Alguien dirá que tal relación de datos es economicista, por tanto, aquí va la respuesta: Santa Cruz destaca, además, en el campo social. Según datos disponibles del 2022, la pobreza extrema en Bolivia era del 12,5% y en Santa Cruz del 5,4%; la pobreza moderada del 37,7% en Bolivia y en la región del 26,6%; el Índice de Gini en Bolivia del 0,43 y en Santa Cruz del 0,40 mostrando una mejor distribución del ingreso. 

Por todo esto y muchísimo más, deberíamos alegrarnos, ya que pese a todas las externalidades negativas, las vicisitudes políticas y las manifiestas restricciones a su progreso, Santa Cruz avanza y no solo en su beneficio, sino, del país todo.

Buscando la verdad
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Es urgente ordenar la patria, la nación

El caudillismo es una enfermedad mental terrible, en estos lados del mundo. Las consecuencias son atroces como catastróficas para la Nación. Ni siquiera los “modernos” liberales y sus hermanos gemelos los izquierdistas latinos de clases medias, han podido sanar esa enfermedad en estos siglos. Seguimos nomás padeciendo y sufriendo esas atroces consecuencias. Consecuencias destructivas para toda la ciudadanía, en lo económico, en la ausencia de oportunidades, en la ausencia de normas, en la ausencia de leyes que se cumplan. En definitiva, en la ausencia de autoridad e instituciones que guíen al país.

Cualquier caudillo bloquea su calle, su acera y su parte de cualquier carretera del país, para realmente joder a los demás. A los millones de ciudadanos que sólo tienen que sobrevivir, que llevar un pan a su familia. Cualquier bravucón caudillo de algún sindicato, que son los malos dirigentes, amanece un día de mal humor y ordena bloquear al país. Es decir, joder a millones de bolivianos que sólo necesitan llevar pan a su familia.

No hay autoridad real para poner orden, para encarcelar a estos delincuentes a nombre del pueblo, a nombre de las comunidades o a nombre incluso del país. Así, la Patria se desangra con los años, con los siglos y milenios sin que nadie haga algo al respecto. El desorden brutal al cuál estamos sometidos y que como siempre los más pobres son los que más sufren, pues simplemente nos conduce a la miseria, a la pobreza, a las humillaciones más inhumanas. 

Por supuesto que a las cúpulas de los partidos políticos no les interesa un carajo, ellos ya tienen a sus hijos en el extranjero, o ya tienen suficientes dinero para dedicarse a la política. Es así de simple la verdad verdadera. Pero la inmensa mayoría de la Patria, tiene que padecer en este bello país destruido por el caudillismo, privado de oportunidades económicas, sin fuentes laborales, sin posibilidades para vivir dignamente sino bajo las corrientes ignorantes del caudillismo. 

Ya no es posible ni sostenible como estamos. Nuestras instituciones necesitan gente de altos valores éticos y con formación académica de alto nivel. Ya no es posible justificar ideológicamente el desorden brutal, que es continuidad del colonialismo tan criticado en estos muchos años. Ya no es posible considerar normal esta manera de vivir en la pobreza, en la miseria, en medio de discursos estúpidos y rimbombantes caudillistas. Realmente necesitamos dar un giro rotundo y real en la historia de nuestra Patria.

Las nuevas generaciones no tienen oportunidades económicas, ni sociales, ni de proyectos como sueños de generación. Los avances de estos años se están destruyendo otra vez. Al final no queda nada de los sacrificios y luchas del pueblo anónimo, de aquel que siempre da la sangre pero que al final siempre es traicionado por delincuentes politiqueros.

Los jóvenes otra vez tienen que irse del país, con rumbos desconocidos y a sufrir el abandono de su país. Porque conseguir trabajo en Bolivia es algo más que una utopía y sueño que no se realiza. Conseguir oportunidades en Bolivia es simplemente morder el polvo de la derrota, pues no hay nada y lo poco que hay no tiene las mínimas condiciones de subsistencia. Así, otra vez, el país se desangra de lo mejor que tenemos: los recursos humanos. Pero a nadie de los caudillos iletrados les interesa, por supuesto.

Hemos experimentado todos los tipos de gobierno, sabemos entonces que ya no es un tema de posiciones ideológicas sino de sentimientos en la Patria, pues no hay recetas políticas para ser un buen ciudadano, un buen boliviano sino el sentimiento profundo de no soportar humillaciones, de no soportar injusticias y no soportar el eterno circular del caudillismo enajenante y totalmente destructivo. 

Sólo pensemos por un momento. Los jóvenes no tienen oportunidades para nada, sino la repetición de lo mismo: promesas, promesas, promesas al infinito desde hace siglos. El deterioro de las condiciones objetivas  materiales y humanas es lo normal en Bolivia. Los aprendizajes de todo lo malo de las prácticas políticas, que en esencia son caudillistas e iletradas. Sólo pensemos por un momento, que todo lo bueno de la sociedad no es tomada en cuenta en lo colectivo de la política. Porque no interesa al negocio de la maquinaria del caudillismo.

Es entonces urgente ordenar la Patria. Recapitulando que las normas, que las leyes y el respeto a las básicas formas de gobierno, a los básicos acuerdos colectivos es muy importante. Sino, tenemos lo que tenemos cotidianamente: mandato de los caudillos en las carreteras, en las calles, en las ciudades, en el vecindario. Paralizando destructivamente lo poco de la economía en funcionamiento. Paralizando las pocas esperanzas en un país ya sumido por siempre en la pobreza, en las injusticias sociales y el brutal caudillismo.

Es urgente que los sentimientos patriotas sean los llamados a ordenar semejante desorden, a la orden del caudillismo. Es urgente en suma entregar a los jóvenes, un país sostenible. Un país en el que se puede soñar. Un país con justicia social y no una cárcel a la orden de caudillos antipatriotas.

Opinión
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Lo que la Inteligencia Artificial dice sobre Bolivia

En los tiempos que vivimos, cuando los indicadores económicos se mueven en la dirección no esperada por el gobierno y la población lo único que quiere es vivir en paz, tener previsibilidad de su futuro y progresar, toda opinión con relación a la situación de la economía, más allá de las estadísticas gubernamentales de las que muchos analistas y políticos desconfían, puede ser tildada como interesada hacia el lado oficialista u opositor, siendo uno de los puntos de discordia, si en Bolivia hay o no hay, una crisis de balanza de pagos. 

Para resolver tal intríngulis y evitar caer en los extremos de que “todo está bien” o que “estamos raspando la olla”, decidí hacer el experimento que varios colegas columnistas han realizado ya, esto es, recurrir al auxilio de la Inteligencia Artificial (IA) para dilucidarlo, confiando en que la IA “se basa en algoritmos y modelos matemáticos que permiten a las máquinas aprender de datos y tomar decisiones o realizar acciones de manera autónoma”, de ahí que la IA lleva a la eliminación de juicios de valor y puede acercarnos a la “verdad verdadera”. 

Entonces, le pedí a la IA que en primer término defina qué se entiende por “balanza de pagos”, respondiendo que se trata de un registro contable que documenta todas las transacciones económicas entre un país y el resto del mundo en un período específico. Seguidamente, le pregunté, qué se entiende por crisis en balanza de pagos, a lo que contestó que ello ocurre cuando un país enfrenta dificultades significativas para financiar sus déficits o para mantener el equilibrio en su cuenta corriente, lo que puede deberse a un alto déficit en esta última, la fuga masiva de capitales, una baja en las reservas de divisas extranjeras o una pérdida de confianza en la estabilidad económica. 

Requerido su análisis específico para el caso de Bolivia, la IA dijo que la caída de los precios de sus principales exportaciones como el gas natural y los minerales, así como el aumento de las importaciones y la gestión de las Reservas Internacionales Netas contribuyeron al desbalance de dicha cuenta. 

Le pregunté entonces qué se debía hacer para dar solución a un déficit en balanza de pagos y esta fue su respuesta: 1) Fomentar las exportaciones: Promover a los sectores exportadores con incentivos fiscales, mejoras en la infraestructura, logística, y programas de apoyo a las empresas para aumentar la competitividad y diversificar los productos exportados; 2) Disminuir las Importaciones: Implementar medidas para fomentar el consumo de productos nacionales (¿sustitución competitiva de importaciones?); 3) Ajuste Fiscal: Disminuir el gasto público y mejorar la recaudación de impuestos para reducir el déficit fiscal que puede estar contribuyendo al desbalance de pagos; 4) Atraer Inversión Extranjera: Crear un entorno favorable para captar capitales externos con reformas regulatorias, incentivos fiscales y un marco legal sólido para fomentar el flujo de capital; 5) Estabilizar la Moneda: Con políticas monetarias adecuadas, indicando que un tipo de cambio estable puede ayudar a reducir la presión sobre la balanza de pagos; 6) Incrementar el Turismo: Promover esta actividad como fuente de ingresos de divisas extranjeras, desarrollando estrategias de marketing y mejorando la infraestructura para atraer más visitantes: 7) Mejorar la Productividad: Implementar reformas que ayuden a reducir los costos de producción y a hacer los productos nacionales más competitivos en el mercado internacional; 8) Gestionar la Deuda Externa: Negociar con los acreedores para reestructurar las obligaciones de los créditos, obteniendo condiciones más favorables para aliviar la carga del servicio de la misma; 9) Promover la Diversificación Económica: Desarrollar la base productiva para reducir la dependencia de pocos sectores que pueden ser vulnerables a fluctuaciones del mercado global; 10) Fomentar el Ahorro Nacional: Incentivar el ahorro interno para reducir la necesidad de financiamiento externo y fortalecer la estabilidad económica general. 

Viendo tantas respuestas coincidentes con mis pensamientos, consulté entonces a la IA cuál sería la causa de la crisis en Bolivia y me respondió que es multifacética, con factores interrelacionados: 1) Inestabilidad política; 2) Conflictos sociales; 3) Problemas económicos; 4) Corrupción y mala gestión; 5) Tensiones entre regiones del país que exacerban la crisis política y económica. 

Finalmente, curioso como soy, le pregunté por qué Bolivia, teniendo tantas potencialidades no se había desarrollado, comprobando que, lo que decimos desde el sector privado, coincide con su análisis: 1) Alta dependencia de recursos naturales; 2) Inestabilidad política; 3) Infraestructura deficiente. ¿Clarísimo, no? 

Esta columna va dedicada a quienes tienen la alta responsabilidad de administrar el Estado, asimismo, a quienes pretenden conducirlo en un año más: Si no creen lo que dicen los privados, por su propio bien, crean lo que, sobre Bolivia, dice la Inteligencia Artificial…

Buscando la verdad
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Septiembre Negro

La organización palestina Septiembre Negro, creada en septiembre de 1970 contra la ocupación criminal judía, fue una de las más destacadas a lo largo de los años de la resistencia palestina, y en este mes tendría que recordárseles como mártires de la causa palestina. La historia por cierto seguirá siendo un campo de batalla, entre aquellos que justifican las historias desde el poder de los imperios; y aquellos que tienen otros valores para escribir desde los campos de batalla de las masas.

Septiembre Negro pasó a la historia de occidente como una organización terrorista. Ya sabemos que ese apelativo es sólo de diccionario imperial, para justificar asesinatos y masacres como lo hace el Estado judío contra el pueblo de Palestina. O cómo los Estados en el norte de este mundo, acuden a esos términos para decidir la muerte de pueblos, de organizaciones a lo largo del mundo, que sólo reivindican su derecho a la existencia ante la colosal soberbia de quiénes se sirven de los intereses imperiales.

El ingeniero Yasser Arafat fue el comandante más importante de dicha organización. Llegó a formar gobierno en los territorios ocupados de Palestina, e incluso a firmar un tratado de paz por el bien de su pueblo muy a pesar de la sangre y la prepotencia judía. Sin embargo, los intereses imperiales no dejaron que ese tratado prospere, sino la continuidad de la ocupación judía. Hoy vemos los resultados de esas trampas con el genocidio en Palestina.

Septiembre Negro formó parte del imaginario occidental, como organización terrorista. Varias películas se refieren en ese sentido, como visiones tradicionales de occidente. Tergiversadas totalmente, pues un pequeño pueblo como el de Palestina no puede por supuesto enfrentar a los monstruosos ejércitos judíos occidentales. Financiados por empresas poderosas para justificar la sangre y el desprecio al pueblo palestino.

En este mes que también se recuerdan las torres gemelas de Nueva York, vistos con los mismos puntos de vista tradicionales y no cómo crítica a la situación imperante, producto de un sistema de ocupación mundial injusto e insostenible. Los muertos en ambos lados tampoco reflejan los acontecimientos reales, porque las lecturas de la historia son nomás con filtros del poder imperante.

Y mientras hayan genocidios como en Palestina, hambre y miseria mundial pues seguirán nomás habiendo más torres gemelas. La ceguera de los imperiales ciertamente es proporcional a la generación de más grupos valientes, por todo el mundo, enfrentando la prepotencia y las ocupaciones económicas o físicas del sistema.

La historia mundial no recordó a Septiembre Negro en este mes. Las nuevas generaciones todavía están perdidas en territorios de la postmodernidad, sin tomar consciencia de su papel en estos tiempos. Desorganizados y totalmente perdidos respecto a las nuevas lecturas de estos tiempos complejos y confusos. Golpeados por la globalización que les hizo creer que son ciudadanos del mundo. En realidad ni siquiera son parte de las migajas que cae, de lo que sobra en occidente, sino como anécdotas de los acontecimientos del sur. Ni modo, esa es la dura realidad del asunto.

El genocidio de Palestina nos ejemplifica por enésima vez, que si no tomamos las riendas de la historia y de nuestros destinos por nosotros mismos, seremos nomás aplastados de cualquier forma. O engatusados por gobernantes, sean de izquierda o derecha, que sólo repiten las estrofas de las canciones imperiales. Lamentablemente no aprendemos de la historia, sino cuando la sangre llega al río.

Septiembre Negro debería ser un ejemplo de dignidad. Pues la sangre del pueblo palestino tiene que ser dignificada, frente al poder judío occidental. Porque es más peligroso, como nos enseña la misma historia, el Estado totalitario y criminal de Israel que los combatientes palestinos llamados terroristas. Ese estado con licencia occidental para asesinar a cualquiera, en cualquier lugar del mundo. Ese Estado judío con licencia para bombardear cualquier país que le plazca. Ese Estado terrorista con permiso occidental.

Sin embargo, son tiempos confusos para las nuevas generaciones. Generaciones que se han tragado el engaño de la globalización y sus encantos de las redes sociales, lo que les ha llevado a la mediocridad total. El sistema les ha configurado casi de manera programada, para el consumismo terrible y las costumbres de la politiquería. Costumbres que sólo engrosan al sistema y sus colaterales. En las marchas a favor del pueblo palestino, apenas hay pocas personas y muy pocos jóvenes en dichas filas.

En definitiva Septiembre Negro dejó una huella en la historia mundial. Una huella de dignidad y clara identificación con todos los pueblos silenciados, contagiados por la indignidad colonial, que necesitan el grito de grupos como Septiembre Negro. Cientos, quizás miles de mártires, de muertos en sus filas. En general jóvenes comprometidos con las causas y las necesidades de la historia Palestina, entregando sus vidas como ejemplo de coherencia y en contra de la ocupación colonial y fratricida del judaísmo conquistador, occidental, e impune.

Opinión
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Realpolitik

La realidad es como un vasto océano en una noche sin luna, de apariencia infinita y uniforme, aunque emergiendo hacia su superficie cada ola lleve secretos inperceptibles que intentaron quedarse subterráneos en sus corrientes más profundas.

Hoy navegamos en un pequeño bote con el viento de nuestras percepciones soplando unas derruidas velas, intentando descifrar el misterio oculto en el súbito cambio de temporal.

Nuevamente las sombras de lo aparente confunden nuestros sentidos, necesitamos certidumbre, un cable a tierra, aunque el triste espectaculo complice de la orquesta mediatica, nos impida descifrar por completo la realidad oculta que yace en sus entrañas.

Está claro que esa realidad está desbordando al poder, a los comunicólogos, propagandistas y mitomanos que nos quieren hacer creer que todo está bien, mientras lo aparente es orquestado con pizarras, luces y mucha publicidad, no hay una sola solución estructural a ninguno de los problemas por los cuales atraviesa el país, todo se reduce a controlar la Agenda Setting, a billetear a los medios para crear golpes de efecto mediáticos, y así marearnos, distraernos o confundirnos, con explicaciones cesudamente vacías de un profesor que ha decidido refugiarse en dogmatismos y teorías para evadir su realidad. Se trata de ganar un día más, como lo haría un condenado a muerte, huir hacia adelante para así intentar engañar a la muerte.  

El sueño de una razón inmutable produce monstruos, por supuesto que la realidad les romperá la cara. Se trata de la clase media emergente, que corre el serio riesgo de retornar a la pobreza, a la que la plata ya no le alcanza, que ve como su dinero cada vez vale menos, y sus ahorros se hacen añicos. Por supuesto que no necesitamos que nos señalen al culpable, porque sabemos quienes son los culpables. El país observa con rabia e impotencia, la pelea mezquina de una vieja política angurrienta de poder, que esta dispuesta a incendiar el país, con tal de tener la mínima opción de gobernar entre las cenizas. 

El sentido común nuevamente se volcará a las calles, para darnos un baño de realidad, esa realidad que duele, que es injusta y que ya no pasa desapercibida; la cruda verdad que siempre estuvo ahí, pero que no quisimos ver. ¿Realmente necesitamos de piromanos que alumbren las miserias, inoperancia y mentiras del poder? 

El olfatimetro de la vieja política, nos ha sumido en un caos e incertidumbre, equiparable al crack 1982. Tenemos que comenzar a tomar descisiones en base al procesamiento de la data almacenada y disponible, ingresar a la minería de grandes volúmenes de datos (big data), que nos permitan tomar decisiones informadas, tomando previsiones y adecuando cada medida en función a nuestras propias necesidades. La tecnología como el internet de las cosas (IoT) y las IAs tienen que proporcionarnos información en tiempo real, que nos permitan ahorrar tiempo y optimizar la asignación de nuestros escasos recursos. Se trata de un tema de visión y de tener el coraje para hacer lo necesario, para salvar Bolivia.

En este orden de ideas comparto con usted amable lector, una inquietud referida a la urgente necesidad de iniciar una discusión que permita continuar con la construcción de nuestra patria, me permito -en tono desafiante- amimarlo a pensar en algunas ideas que son fruto de procesos de reflexión en diferentes grupos de análisis que hoy piensan Bolivia desde un nuevo abordaje, soltando el lastre ideológico que no nos permite avanzar. 

1. La pandemia fue el catalizador que aceleró la transformación de los mercados, hacia una economía digital de e-comerce, teletrabajo, digitalización de servicios, IA, automatización, criptoactivos, criptomonedas y ciberseguridad, el mundo cambia vertiginosamente, y los países luchan para adaptarse a esta mutación de los actores económicos. Necesitamos un nuevo modelo económico con enfoque digital, cimentado en innovación tecnológica y la adaptación rápida a los nuevos entornos globales con identidad propia.

2. La subvención a los combustibles es inviable y todos lo sabemos, se trata de una emorragia que desangra al país.  

3. Es necesario adoptar un tipo de cambiario flexible, para eliminar el mercado negro y permitir el ingreso de divisas al país.

4. Necesitamos convertirnos en el principal fabricante de baterías de litio del mundo, para ello requerimos un socio internacional. Ya hemos invertido muchos años y millones de dólares, sin resultado alguno. El Estado no cuenta con las capacidades para hacerlo solo. 

5. Necesitamos evaluar la posibilidad de realizar una nueva Asamblea Constitutyente o una reforma parcial a la norma suprema, tenemos un marco normativo hecho a medida de una persona, que ya no se ajusta a las actuales necesidades e intereses nacionales. Enfáticamente afirmamos, que la reelección es perjudicial para el país y debemos erradicarla de nuestro marco constitucional.

6. Nececitamos un gran pacto social para evitar convulsiones, comenzar a construir una cultura de dialogo comprender que entre regiones nos complementamos, que las diferencias no debieran dividirnos y que los bloqueos nos perjudican a todos.

7. En lo judicial, acabemos con este carnaval y con el manoseo morboso de la institucionalidad del Estado. Es necesario eliminar las elecciones judiciales, tiene que primar la meritocracia, es hora de poner a los mejores jueces.

8. Profundizar con el proceso de inclusión social, hasta eliminar el racismo y así consolidar el proyecto inacabado de construcción de la plurinacionalidad boliviana.

9. Dejar de lado los odios y melancolías de nuestro pasado, que no nos permiten avanzar, el tema del mar se convirtió en un ancla que no nos deja mirar al futuro. Para avanzar es importante aprender a cerrar ciclos, dejar este tema en el pasado es una asignatura para la cual las nuevas generaciones ya estamos listas.

Necesitamos nuevas ideas que busquen provocar un debate necesario, para comenzar a escribir entre todos, un nuevo capítulo en la historia de nuestro país.

Opinión
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El legado de Salvador Allende

La muerte del presidente chileno Salvador Allende, un 11 de septiembre de 1973, en medio del brutal y sangriento golpe de Estado del energúmeno general Pinochet, dejó un legado que muy pocos sectores reivindican, sino sólo como gloria en medio de muertes y terribles errores de dirigentes y grupos de izquierda. Sí, varias veces se aprovecha el sacrificio de dirigentes coherentes o hechos históricos, para encubrir a los traidores o aprovechadores de las masas, sin que se llegue a la crítica de los hechos históricos.

Salvador Allende pudo haber solicitado exilio, muchos gobiernos del mundo le habrían proporcionado aviones para el caso. Sobre todo, los del bloque socialista. De hecho, esa fue la propuesta de los golpistas. Pero Allende sabía que los compromisos con los pueblos, son sobre todo de coherencia. Y tuvo que ser coherente con la historia, en su ejemplo para la posteridad y la historia. Más allá de los partidos políticos y la ideología está la palabra, están los hechos y la coherencia. Eso fue Salvador Allende.

Ese legado se llama coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Allende murió, no se escapó, en aras de la historia, de los obreros, de los campesinos y marginados de Chile. Cumplió su palabra de ser coherente con sus promesas, a pesar de los innumerables errores de la izquierda, que al final tuvo que afrontar casi sólo el destino de Chile. Enfrentó con calidad de dirigente a la arremetida del ejército traidor, enfrentó a la propia muerte dejando un ejemplo a la posteridad y a las nuevas generaciones: ser coherente a pesar del poder de la muerte.

Morir es una manera de triunfar en estos territorios donde todavía nos jugamos, construyendo futuro, la vida frente al oscurantismo del poder que sus sombras son ciertamente peligrosas. Morir es sembrar esperanzas en un mundo pragmático y sin líderes verdaderos. Morir, al final, en estos territorios sin Dios ni Ley, es triunfar sobre las palabras vacías de discursos y mediocridad generalizada.

Salvador Allende fue uno de los pocos presidentes de la época, que intentó por sobre todas las cosas demostrar que el poder puede servir para desenmascarar al propio poder. Pero el poder no tiene escrúpulos ni piedad. La historia de la modernidad occidental así lo muestra. Pues está llena de cementerios de mentiras, de millones de cadáveres inocentes y de historias que sólo cuentan lo que interesan a los traidores y espartanos de la corrupción. Los discursos se encargan de encubrir toda esa hecatombe moderna y perfumada de hipocresía.

El pueblo de Chile, la parte marginal y obrera, tuvo que entender ese mensaje con su propio sacrificio y estoicismo de años. El triunfalismo sanguinario del modelo económico pinochetista, recibió todo el apoyo del sistema para demostrar, en aquella coyuntura, que la apuesta socialista no era viable en la historia de Chile. Como en muchos lugares del mundo, también en Chile se impuso la receta del sistema. Al final las muertes y sufrimientos de los pueblos, son sólo asuntos colaterales para el sistema.

En estos tiempos donde el pragmatismo hace gala de salón: el fin justifica los medios, ya no existen aquellos líderes que anteponían valores subjetivos e invisibles, como la ética del ejemplo, para guiar a las bases no con los discursos sino con los actos y los hechos. Ese pragmatismo destructor y contaminante, es lo que guía por todo el mundo a la política real. La política se ha convertido en un circo romano, donde el sistema ha triunfado imponiendo sus lógicas de conquista, y donde ya no existe el ejemplo y la coherencia de los principios sino todo lo contrario.

La trascendencia de Salvador Allende cruza precisamente toda la historia nauseabunda de las cúpulas políticas. Es definitivamente un ejemplo consagrado, de cómo hacer otro tipo de política. Otro tipo de compromiso por los más humildes de la tierra, por los desamparados de la historia. Por los miles de millones de humanos, que no son humanos por obra y gracia de los poderes y el sistema.

Como hoy murió en la Moneda Salvador Allende. Coherencia y acto de entrega en homenaje al amor más importante de un combatiente: morir en las trincheras reales de las batallas por la vida, para cambiar por fin la historia. Para volcar por fin la tortilla, en favor de los desposeídos y pecadores.

Si algún homenaje tenemos que hacer es sólo recordar a los jóvenes, que es posible hacer otro tipo de política; otro tipo de acciones políticas desde el ejemplo, desde las prácticas y hechos que motiven en serio para cambiar las monstruosidades de las lógicas políticas. Porque la vida continua, como los siglos y los milenios; pero el hambre y la miseria siguen siendo el infierno en la tierra.

Opinión
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No hay tiempo para las dudas y las dubitaciones

Desde siempre, en la historia de las luchas sociales o reivindicaciones sociales, nuestros pueblos tuvieron que pasar enormes sacrificios, enormes esfuerzos sobrehumanos para conseguir conquistas colectivas. Nuestro país está plagado de masacres y violaciones a los derechos humanos, que son historias injustas para dignificar desde siempre a nuestras naciones, para que las nuevas generaciones tengan mejores oportunidades en la vida. Estas coyunturas actuales son otra vez, desafíos necesarios para seguir adelante.

Es cierto que oportunistas, inútiles técnicamente, traidores y boicoteadores siempre han existido en la política. Lamentablemente camuflados en medio de caudillos, o politiqueros mediocres que sobran, que se sirven de las bondades de las masas. Toda esa basura es también parte de los procesos. Sin embargo, la experiencia nos dice con claridad que si retrocedemos seremos nomás después aplastados por las lógicas coloniales. Pues, a pesar de los oportunistas y boicoteadores tenemos que seguir profundizando nuestros procesos sociales.

No son épocas en favor de los pueblos, de las masas, de los sectores marginados y ninguneados por la historia. Por todo el mundo hay un retroceso brutal y las conquistas sociales se están vulnerando. Se están eliminando como en el caso de la Argentina. Los sectores conservadores, con la complicidad de sectores de izquierda, se adueñan de los Estados para retroceder y regresar a tiempos señoriales o neoliberales ultraconservadores.

Regresa la restauración colonial o neoliberal. Camuflada de reclamos en favor del pueblo. Pues esas experiencias ya las hemos vivido en otros tiempos. Aunque esta vez la restauración tiene pinta de postmodernidad. O modernidad disimulada de los sectores acomodados y comodones de las clases a medias. Sus privilegios han sido afectados en todos estos años, y pues añoran esos tiempos señoriales y coloniales.

Sin embargo, como en todos los tiempos, el que retrocedamos y cedamos en estas batallas por la vida, dependen mucho de nuestros propios esfuerzos. Nadie nos regaló nada. La sangre de nuestros ancestros y sacrificados en anteriores siglos, es la semilla de nuestros esfuerzos actuales. No podemos traicionar esas herencias de sacrificios, de sangre y muerte. Simplemente no podemos traicionar ese legado de lucha.

Estamos en momentos difíciles y muy complejos. Tenemos que reconocer que también hay errores. La burocracia y el desprecio por cambiar de rumbo en el Estado, pues afecta directamente a las velocidades de las necesidades de nuestras naciones. Hay autoridades que no tienen idea de lo que es gestión de Estado. Eso mismo afecta directamente a las necesidades cotidianas de la gente. La brutal lentitud causa estragos en el pueblo, en la gente que vive cotidianamente.

Esos errores no hemos corregido todavía, pues tienen que ser corregidos con urgencia. Tenemos que identificarnos con el día a día de nuestro pueblo, con las necesidades del día a día y de los reclamos del día a día. Muchas de nuestras autoridades están tan alejadas de la gente, del día a día, que simplemente parecen otros señoriales y coloniales con discursos de cambio.

Los exámenes en la historia desde las luchas sociales, tienen claridad meridiana respecto de quiénes son los que conducen y cómo los conducen. Los errores nos han llevado a frustraciones y muerte colectiva. Los aciertos nos han conducido a la victoria colectiva, para seguir avanzando a pesar de los boicots y las traiciones.

En estos tiempos de los retornos de los fascismos, de las ideas de restauración colonial a nombre de liberalismos conservadores, no podemos confundirnos fácilmente. Porque el desorden provocado, los bloqueos de caminos, y las actitudes absolutamente contrarias a las normas básicas de convivencia social, están siendo conducidas por gente contraria al proceso de cambio. Son experiencias que ya hemos pasado en otros tiempos. Experiencias que sólo pavimentan el camino a la ultraderecha colonial.

La inconsciencia social es el camino más sencillo a la restauración colonial. Lamentablemente muchos dirigentes incluso sociales, no tienen consciencia social. Sólo son oportunistas de turno por la prebenda y la corrupción. Sus actitudes los delatan. Sus maneras de actuar y decir en los medios de comunicación. No tienen la mínima formación política, es decir de consciencia social cuando nos referimos a las luchas sociales. Esos peligros los hemos tenido desde hace muchos años. Pues, la ausencia de formación política en las nuevas generaciones se hace patente en estos momentos cruciales.

Pero no hay tiempo para las vacilaciones. No podemos ser traidores de las luchas de tantos siglos, de nuestras naciones, de nuestros hermanos y hermanas que dieron sus vidas para tener al menos una democracia con todas sus luces y sus sombras. Es un tiempo de claridad y lucha contra los errores internos. Es tiempo de crítica en las filas de la militancia por el pueblo, por nuestras naciones.

No hay tiempo para las dudas y las dubitaciones. Las trincheras de las luchas sociales tienen esos componentes de complejidad. Pero si es que es sincera y de compromiso por la historia de nuestros pueblos ancestrales, vale la pena. De eso se trata.

Opinión
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Escasez de dólares, de combustibles y “soluciones estructurales”

Una vez más, Bolivia ve impávida cómo cuatro millones de hectáreas de incendios forestales devastan ecosistemas, acaban con animales, plantas y microorganismos, y provocan la muerte de seres humanos (“Dos personas aparecen calcinadas en un vehículo mientras se sofocaban los incendios forestales cerca de Roboré”, EL DEBER, 27.07.2024). Qué decir de la humareda que afecta la salud de pueblos enteros en el campo y de comunidades indígenas, y la contaminación ambiental en gran parte del territorio, a lo que se suma un doloroso daño económico ¡cuánta gente lo perdió todo! 

Duele ver al país otra vez convulsionado por insufribles bloqueos, como si la cultura del bloqueo nos hiciera bien, llegándose a hablar incluso de no dejar pasar alimentos a las ciudades ¿hasta cuándo lo permitiremos? 

En el ámbito económico: La inflación trepó al 4,61% hasta agosto, rebasando la meta de 3,60% para todo el año; la escasez de dólares hace subir el costo de importación de manera generalizada; muchos productos salen al exterior de contrabando, al no tener ya un “Boliviano fuerte”, siendo que la moneda fuerte ahora es el dólar; la producción de alimentos ha caído por la sequía, inundaciones y heladas; el crecimiento del PIB, con 1,31% a marzo está muy lejos del 3,71% proyectado para el 2024; hay un nuevo déficit comercial este año y la pérdida de empleos en el sector legal y formal, es terrible. 

Sumemos a ello la pelea al interior del partido gobernante, más las expresiones de disconformidad con los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda 2024, y la consecuencia es un mayor deterioro de nuestra calificación de riesgo país, llegando a un triste liderazgo latinoamericano. 

El “cherry sobre la torta” fue la expectativa causada por el Presidente del Estado, anunciando que iba a dar una explicación, el domingo 8 de septiembre a las 8.00 p.m., sobre los orígenes y causas de la falta de dólares y combustibles, y las soluciones estructurales. Profundas conjeturas se tejieron temiéndose el posible anuncio de medidas contraproducentes que podrían empeorar la situación. 

Llegó el día y lo visto fue casi una cátedra con una profusión de data y una explicación sin estridencias, como pocas veces en el Primer Mandatario, quien no dudó -en cuanta ocasión pudo- en echar la culpa de lo que pasa hoy, al gobierno de Evo Morales, del que fue Ministro de Economía y Finanzas Públicas, además de gestor del Modelo Económico Social Comunitario y Productivo que hoy cojea. 

Acusó al gobierno de Morales de descuidar la nacionalización y que la falta de inversión en exploración provocó la caída de la producción de combustibles con una dependencia creciente de su importación, a mayores precios en el tiempo; habló de un “sabotaje y bloqueo en la Asamblea Legislativa Plurinacional” al no aprobar créditos por 1.077 millones de dólares y dijo que, compramos cada vez más caro del extranjero, por la inflación mundial. 

Las “soluciones estructurales” fueron, el deseo de aumentar la producción nacional de combustibles fósiles y biocombustibles, y las medidas de corto plazo, facilidades para exploración y explotación de hidrocarburos; control de abastecimiento de combustibles; negociaciones con países proveedores; incentivos a la exportación; levantamiento de restricciones a los criptoactivos y la creación de la Ventanilla Única de Comercio Exterior. 

Las reacciones por las redes no se hicieron esperar, superando las críticas a las alabanzas, diciendo que lo expuesto no soluciona la falta de divisas, la inflación y la provisión de combustibles, además que no habló del déficit fiscal, pero sí de 170 empresas públicas, cuando lo deseable es ir a una disciplina fiscal. 

En lo que a mí respecta, me llamó la atención que no se hable de otra Ley de Hidrocarburos; también, que la planta de biodiésel HVO se instalaría en Puerto Suárez, frontera con Brasil, cuando el mayor consumo está en el hinterland de Santa Cruz; cabe recordar que IBCE y CAINCO propusieron hace 16 años que se autorice al sector privado producir biocombustibles sostenibles para el país. 

Respecto a aquello de que los privados no generan suficientes dólares para importar, de ser cierto eso (siendo que no es abierta tal información), los empresarios no han podido producir ni exportar mucho más por la inseguridad jurídica (avasallamientos); restricciones a la exportación (prohibiciones, cupos); no autorización del uso de biotecnología (productividad); negativa a los Acuerdos de Libre Comercio (mercados); irregular provisión de diésel; falta de un Fondo de Promoción de Exportaciones como el que hay para sustituir importaciones; burocracia estatal y reticencia a un trabajo público-privado, p. ej., para convertirnos en un gran país agroexportador, siendo que más del 90% de los alimentos consumidos en Bolivia, lo producen los privados ahorrándole divisas al Estado…

Buscando la verdad
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El mundo arde por todas partes

El mundo arde por todas partes, destruyendo fauna y flora sin piedad e inclusive  a los humanos. En Bolivia también pasamos por esa tragedia, donde se mueren animales, árboles, naturaleza que floreció en millones de años se destruye en pocos días. Al margen de la inutilidad de la burocracia, pues son resultados de un modelo de desarrollo que ya no tiene ningún sentido, y dicho modelo del cuál se alertó ya desde los años 60 del anterior siglo; sin embargo, el amor de los políticos, de todas las ideologías, por el modelo de desarrollo y progreso sigue nomás vigente.

Así es. Ya en los años 60 del anterior siglo los científicos de todo el mundo, alertaban que el modelo de desarrollo capitalista, era un peligro para la sobre vivencia de la vida. Ese acumular al infinito, porque ese es el sentido verdadero del modelo: es a costa de la destrucción de la naturaleza. Así es, la destrucción de la naturaleza es la base del desarrollo y el progreso. Sólo de esa manera se acumula riqueza, sin importar el precio que paguen los humanos, los animales y la  naturaleza misma.

La contaminación ambiental, la destrucción de los ecosistemas, la destrucción de bosques, ríos, lagos, mares y montañas son resultado de la voracidad del modelo de desarrollo. Dicho modelo se instaló en el siglo XVI, cuando la colonización y el nacimiento de los imperios modernos de occidente. Esa manera cavernaria de ver la economía, destructiva en esencia, sigue nomás como receta de desarrollo de todos los gobiernos del mundo.

Pero ya vemos en estos años ese precio que pagamos: muerte y destrucción total de los ecosistemas en todo el mundo. La ceguera humana, ideológica como política, sigue nomás vigente porque el modelo de desarrollo destructivo es por ahora indestructible, casi instalado en las neuronas del homo destructivus. Y las pocas alternativas que la ciencia ha generado,  por ahora sólo son paliativos ante la monstruosidad del sistema de desarrollo.

Lo grave es que los políticos, por todo el mundo, no ven esta realidad. Porque no les interesa sino esos intereses de acumulación de riqueza hasta el infinito. Lo cual es tan estúpido como insostenible. Lo cuál es anti ético. Multimillonarios como Musk, son los cómplices de esta destrucción mundial. La estupidez del modelo hace que el mundo vea como ejemplos a estos gánster de la economía, y en realidad son lo que no deben hacer los humanos, si es que algo de decencia y humanidad nos queda.

Las nuevas generaciones no sólo tienen que organizarse, crear otras alternativas, sino también tomar consciencia de su papel en estas horas presentes de la historia mundial. Los modelos actuales han fracasado y son asesinos de la naturaleza. Sólo los asesinos y tontos siguen los protocolos del fracaso mundial. Pues las nuevas generaciones deben hacer la diferencia substancial. Es hora ya hace mucho tiempo.

Los jóvenes del mundo no deben permitir semejante impunidad mundial, de quiénes son a estas alturas asesinos y destructores de la herencia de millones de años de la naturaleza. De quiénes a nombre de los pueblos y discursos acabados y tontos, simplemente continúan con la destrucción de la naturaleza. Empobreciendo a todas las culturas del mundo, junto a la naturaleza. Los jóvenes del mundo tienen que tomar la posta de la historia, frente al rotundo fracaso de las generaciones anteriores, que sólo dejan estela de cadáveres y cementerios de mentiras y embustes por todo el mundo.

El mundo arde por todas partes, ante la complicidad de los modelos políticos que sólo vomitan discursos sin sentido alguno cuando la vida se extingue en nuestras narices. Y nadie hace nada, sino discursos y discursitos de pinta en los cafecitos pequeño burgueses, donde la complicidad es fétida y vulgar.

El mundo arde por todas partes, dejando muerte y desastre en los animales, en los humanos, en las esperanzas de las generaciones que vienen. Pero, es un imperativo categórico que la juventud tome en sus manos el destino de todo el mundo. Pues el fracaso del sistema y  sus politiqueros es evidente.

Lamentablemente la ausencia de organizaciones de las nuevas generaciones es preocupante. O la ausencia de toma de consciencia de sus realidades. Los jóvenes se están contentando con miseria y muy poco de este mundo. Se están contagiando de la miseria y la imbecilidad de las generaciones anteriores. Así, pues, sólo heredarán miseria y mezquindad mental. Sólo heredarán destrucción como manera de ver y pensar la realidad. Precisamente por todo eso tienen que ya tomar posición y consciencia total ante este desastre actual.

Ojalá las nuevas generaciones empiecen a hacer la diferencia respecto del desastre del pasado. Ojalá las nuevas generaciones dejen de contaminarse con las cloacas del fracaso actual, por todo el mundo. Ojalá las nuevas generaciones tomen la posta de la historia, para curar las heridas del pasado y lanzarse al futuro con nuevas y renovadas ansias de justicia, de dignidad y cuidado de la naturaleza: Pachamama.

Opinión
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Ciencias Sociales y cambio social

El gran pensador alemán Karl Marx, reflexionó allá en 1845 cuando escribió las famosas once  Tesis sobre Feuerbach, criticando al materialismo post-hegeliano como simple idealismo, pues sus posturas apenas se comprometían a transformar el mundo de aquel momento.

El fondo de aquellas reflexiones pueden ser también muy actuales, en sentido de las crisis mundial y regional, porque paradójicamente contamos con mucha información sobre nuestras realidades, que no sirven de nada para cambiar las estructuras de injusticia de la sociedad. A más información, incluida las redes sociales, más analfabetismo funcional para cambiar las estructuras de la sociedad.

Me adscribo con vehemencia a las posturas en sentido de que la información de las ciencias sociales, de las investigaciones en los diferentes campos, tienen que ser herramientas de transformación de la realidad. Ese es el sentido más importante, por lo menos debería ser, de las academias y los centros de investigación social. En realidades como las nuestras, donde seguimos nomás funcionando a ciegas o con torpezas institucionales, que sólo golpean a los más humildes de la sociedad, son necesarias las informaciones actuales y por supuesto las investigaciones nuevas, para ordenar de mejor manera nuestras instituciones.

Es impresionante ver las montañas y montañas de documentos, en nuestras universidades, resultado supuesto de investigaciones, que no sabemos a ciencia cierta para que sirven. En general son sólo montones de papeles burocráticos, que han justificado sueldos pero que no sabemos a ciencia cierta si sirven a los objetivos de nuestra sociedad. Es un enorme misterio. Pues nadie de las entidades del Estados recaba información  al respecto. Desde lo ético, esas montañas de papeles deberían ser herramientas para la sociedad en general, sino pues sería muy grave por la falta de resultados. En fin y un largo etc.

En Bolivia creo que ya hay cientos de universidades, sean estatales y privadas, pero hasta hoy no sabemos si hacen investigaciones, en qué campos, para qué objetivos, si esas investigaciones sirven a nuestras realidades. Porque lo cierto es que seguimos nomás en general como en el siglo XIX. Sin independencia alimentaria, sin variables claras para decir que hemos cambiado profundamente en todos los aspectos. Caminando todavía a ciegas, o de  manera muy precaria y con discursos rimbombantes para que no cambie nada.

Más allá de estas apreciaciones sobre nuestras instituciones académicas, considero que la labor de la investigación social, histórica y sociológica, tiene que ser totalmente comprometida con la transformación de la realidad. Ese el sentido más importante de los investigadores, de las investigadoras en este país. Cierto que hay exquisiteces de investigaciones en varios campos de las ciencias sociales, elaborados por gentes que tienen posibilidades económicas, lo cuál es bueno; pero no es suficiente cuando nuestras necesidades todavía son primarias, de necesidades de sobrevivencia. En muchos aspectos cruciales, por la terrible pobreza extrema, o la inutilidad de nuestros sistemas educativos que no formar precisamente ciudadanos honestos, proactivos y al menos con sentido nacionalista, sino todo lo contrario: mediocres, corruptos y totalmente ajenos a nuestras realidades.

Requerimos urgentes procesos de investigación estratégica, desde el Estado; desde la sociedad civil, desde las instituciones privadas, en sentido de transformar radicalmente a nuestras instituciones. Para erradicar la burocracia colonial y enfermiza, anti nacional y popular, para erradicar la ausencia de resultados de nuestras instituciones y la ausencia de velocidades para el siglo XXI.

Las cantidades industriales de universidades que tenemos en Bolivia, no sólo tienen que ser agencias de empleo sino y sobre todo centros de investigaciones, donde se sistematicen nuestras realidades, para las necesidades primordiales de la sociedad. En sentido estricto, pues que las universidades encuentren el sentido nacionalista para ayudar a resolver nuestras enormes necesidades.

Desde posiciones más de avanzada ideológica, consideramos que la actividad académica es revolucionaria, pues rescatando ese concepto que deviene del siglo XIX como instrumento de cambio, de transformación de nuestras realidades. Lo científico como articulador de la información, herramienta en favor de los sectores más desposeídos. Contra la información deformada y convertida en idealismo pequeño burgués, burocrático y cómplice de las situaciones de injusticia de nuestra sociedad.

El manejo de información e investigación, son definitivamente instrumentos necesarios y urgentes para cambiar nuestras realidades. No es novedad ni descubrimiento de la pólvora, en muchos lugares del mundo los procesos de información e investigación, han sido instrumentos que han sido decisivos para reconstruir o construir sociedades nuevas. En estos tiempos complejos e injustos, tenemos que jugar también con las estrategias de las investigaciones. Porque sólo con ideologías la  historia nos ha demostrado que no es suficiente, ni mucho menos.

Las nuevas generaciones deben saber que el conocimiento y la investigación, requieren también de compromisos serios y revolucionarios, para contribuir a los cambios que necesitamos en nuestra sociedad. En estos tiempos complejos, es urgente ese compromiso por el conocimiento y la investigación que sea sobre todo aporte a construir una nueva sociedad.

Opinión
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