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El Trabajo Infantil en el Código de la Niña, Niño y Adolescente en Bolivia

"No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad, que la forma en que trata a sus niños" (Nelson Mandela)

Esta frase, que entre muchas otras circuló por la red internet, en el “Mandela Day” (o Día Internacional de Nelson Mandela), resulta muy adecuada y mucho más oportuna para el contexto boliviano en el que recientemente, se ha promulgado un nuevo Código de la Niña, Niño y Adolescente (CNNA), aprobado mediante Ley Nº548 de fecha 17 de julio de 2014, y que entrará en vigencia el día 6 de agosto del presente año.

Precisamente esta nueva disposición legal, es la que ha causado bastante polémica a nivel nacional e internacional, dado que algunas de sus disposiciones más relevantes -sobre todo aquellas normas referidas al trabajo infantil[1]-, han provocado un rechazo generalizado, argumentando inclusive que aquello atentaría contra tratados internacionales.

Es por ello, que surge la necesidad de analizar –aún sea a prima facie– las disposiciones más importantes de este nuevo Código, para poder conocer cuál es el tratamiento de la niñez y adolescencia en Bolivia, y así también, cuáles son los parámetros normativos en materia de derechos humanos de niñas, niños y adolescentes, y si realmente se ajusta o no a los tratados internacionales de protección de estos derechos, con especial referencia al trabajo infantil.

A este efecto, conviene precisar que el nuevo Código, tiene por objeto reconocer, desarrollar y regular el ejercicio de los derechos de la niña, niño y adolescente, implementando un Sistema Plurinacional Integral de la Niña, Niño y Adolescente, para la garantía de esos derechos mediante la corresponsabilidad del Estado en todos sus niveles, la familia y la sociedad. Asimismo, cabe señalar que este Código tiene como finalidad, garantizar a la niña, niño y adolescente, el ejercicio pleno y efectivo de sus derechos, para su desarrollo integral (físico, mental, moral, espiritual, emocional y social), “y además exigir el cumplimiento de sus deberes”(sic); y luego de esa frase cortante con que finaliza la disposición, se observa no haberse precisado que aquel desarrollo integral, tiene que materializarse en condiciones de libertad (sobre todo para los “niños de la cárcel” que viven con sus padres privados de libertad), respeto, dignidad, equidad y justicia (condiciones que acertadamente se señalaban en el anterior Código sobre la materia, de 1999, y que se omitieron en el reciente CNNA).

Se debe hacer notar, que esta garantía de plenitud de ejercicio y efectividad de los derechos de los menores, pretende lograr que los derechos establecidos en el Código no sean meros postulados, sino más bien alcancen plena efectividad en su ejercicio, en concordancia con el postulado constitucional que establece que los derechos establecidos en la Constitución son de aplicación directa, y por ende, de cumplimiento obligatorio (artículo 109 constitucional)[2], por parte de las autoridades públicas, y de todas las personas.

Por otro lado, es importante considerar que de acuerdo a la Constitución Política del Estado, son competencias privativas del nivel central del Estado: “Codificación sustantiva y adjetiva en materia civil, familiar, penal, tributaria, laboral, comercial, minería y electoral”; lo que no incluía el ámbito de la niñez y adolescencia; sin embargo, el nuevo Código, en aplicación del Parágrafo II del Artículo 297 de la misma Constitución, asigna la competencia privativa de codificación sustantiva y adjetiva en materia de niñez y adolescencia, al nivel central del Estado (excluyendo de dicha labor, a las Entidades Territoriales Autónomas).

Asimismo, respecto al ámbito de aplicación del Código, se ha establecido que las disposiciones del CNNA son de orden público y de aplicación preferente a favor de todas las niñas, niños y adlescentes que se encuentren en el territorio del Estado Plurinacional de Bolivia, y que en ningún caso serán restringidos los derechos de las niñas, niños o adolescentes, teniendo como argumento la distinción de las etapas de desarrollo.

Ahora bien, los sujetos de protección, y por ende sujetos de derechos de acuerdo al CNNA, son los “seres humanos”(sic) –se entiende niña, niño y adolescente–, hasta los dieciocho (18) años cumplidos de acuerdo a las siguientes etapas de desarrollo: a) Niñez, desde la concepción (y no sólo desde el nacimiento) hasta los doce (12) años cumplidos (lo que obedece a la regla de que al concebido se lo tiene por nacido, para todo lo que pudiere favorecerle); y b) Adolescencia, desde los doce (12) años, hasta los dieciocho (18) años cumplidos. Esta disposición, es similar a las etapas ya establecidas por el anterior Código del año 1999.

Sin embargo (y a los efectos legales emergentes de la situación jurídica de los niños de la calle y/o de adolescentes infractores), se establece también la presunción de minoría de edad, estableciendo que a los fines de protección de la niña, niño o adolescente, se presumirá que es menor de dieciocho (18) años, en tanto no se pruebe lo contrario mediante documento de identificación o por otros medios reconocidos por el Estado Plurinacional.

Por otro lado, respecto a las garantías de la niñez y adolescencia, el nuevo Código establece que las niñas, niños y adolescentes, como sujetos de derechos, gozan de las garantías constitucionales, y las establecidas en el Código y las leyes respectivas. Asimismo, se establece expresamente que es obligación del Estado, en todos sus niveles, garantizar el ejercicio pleno de los derechos de las niñas, niños y adolescentes; sin embargo, el Código también precisa que es función y obligación de la familia y de la sociedad, asegurar a las niñas, niños y adolescentes, oportunidades que garanticen su desarrollo integral en condiciones de igualdad y equidad. Por tanto, la garantía de los derechos de la niñez y adolescencia en Bolivia, así como su plena efectividad, es una tarea de responsabilidad compartida entre el Estado, la familia, y toda la sociedad.

Un aspecto importante, es el referido a los criterios de interpretación que deben utilizarse para hacer efectivas las normas previstas en el CNNA, mismo que establece de manera expresa: “Las normas de este Código deben interpretarse velando por el interés superior de la niña, niño y adolescente, de acuerdo con la Constitución Política del Estado y Tratados Internacionales en materia de derechos humanos, cuando estos sean más favorables”. De esta disposición, se puede advertir claramente que los criterios de interpretación a utilizarse en materia de niñez y adolescencia, son: el Principio de Interés Superior de la Niña, Niño y Adolescente, así como el Bloque de Constitucionalidad en materia de derechos humanos de la niñez y adolescencia, en el marco del Principio de Favorabilidad, es decir, cuando contengan disposiciones más favorables a los menores.

 


[1] Una nota periodística que explica el contexto real en que se aprobó la disminución de la edad de trabajo infantil en Bolivia, y las protestas encabezadas por la “Unión de niños, niñas y adolescentes trabajadores de Bolivia” (UNATSBO), puede verse en la siguiente noticia: “Bolivia desafía tratados internacionales y da luz verde al trabajo infantil”, disponible en: http://es.panampost.com/marcela-estrada/2014/07/01/bolivia-desafia-tratados-internacionales-y-da-luz-verde-al-trabajo-infantil/. Esta noticia, desvirtúa por completo el falso argumento de que la reducción de la edad de trabajo infantil en Bolivia, se hubiera producido por la sola iniciativa de autoridades gubernamentales.

[2] En Bolivia, los rasgos principales de los derechos fundamentales consagrados por la Constitución Política del Estado, están contenidos en el artículo 109, que expresa la esencia del reconocimiento de los derechos fundamentales, es decir: a) Con igualdad jerárquica de todos los derechos constitucionalmente reconocidos; b) Con directa aplicabilidad de los mismos, es decir, todos, y, c) Con directa justiciabilidad de todos ellos, a través de las acciones y mecanismos defensa.

Apunte legal
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Las economías de La Paz y de Santa Cruz

Un dato del último censo de población y vivienda dio un resultado completamente inesperado: La ciudad de la La Paz ha disminuido de población en comparación al año 2001; la única ciudad capital que habría sufrido este fenómeno. Todas las demás incrementaron su población. Como la ciudad de El Alto subió de población, en conjunto estas dos ciudades superan en un once por ciento a la ciudad de Santa Cruz, que se ha convertido en el principal y primero centro urbano de Bolivia.

La economía boliviana en los últimos ocho años ha crecido a una tasa acumulada promedia anual del 5 por ciento visto por el lado del Producto Interno bruto en términos reales. Un comportamiento destacado. En este mismo periodo el departamento de La Paz ha crecido algo más, equivalente a un 5.1 por ciento. El departamento de Santa Cruz, que desde el año 1994 supera a La Paz, en cuanto a contribución al PIB, creció algo menos que La Paz, pero muestra tasas más altas que La Paz para los dos últimos años. Mientras La Paz contribuye con un 24 por ciento a la producción nacional, Santa Cruz lo hace con el 30 por ciento.

Una característica de La Paz es que su economía fundamentalmente radica en servicios. Para el conjunto nacional, este sector, en términos reales, representa el 53 por ciento del PIB. Para La Paz significa el 69 por ciento, ocupando el primer lugar, mientras Santa Cruz lo hace sólo con el 48 por ciento. Este resultado tiene una lectura dual, por una parte podría indicar que La Paz es lo más avanzado de la economía boliviana, si se considera que las economías del mundo cuanto más se desarrollan más avanzan en servicios. En la economía mundial el 71 por ciento representa a servicios. Sin embargo, también hay otra lectura sobre este fenómeno cuándo se indaga qué lo que más está pesando al interior del sector servicios en La Paz, es la actividad gubernamental. Esto no es un buen indicador de desarrollo económico.

Las actividades económicas en La Paz, que durante estos ochos han tenido un crecimiento mayor al 5,1 por ciento ya señalado son: servicios financieros, productos de minerales no metálicos, bebidas y tabaco, minería, aunque se debe destacar que para el año 2013, ésta prácticamente se estancó. Otros sectores que le siguen son: construcción, transporte, servicios de la administración pública, energía y la industria manufacturera.

Si se compara la importancia que tiene la industria en La Paz, se concluye que esta representa el 16 por ciento del PIB regional, mientras para Santa Cruz es el 29 por ciento.

Si observamos el comportamiento de las exportaciones, La Paz no sale bien parada. Unicamente representa el 7 por ciento de lo nacional, mientras Santa Cruz exporta el 28 por ciento.

En cuanto al sector financiero, la característica de La Paz es que es más una región ahorradora y Santa Cruz una zona inversora. Del total de depósitos bancarios La Paz participa con el 49 por ciento del total mientras Santa Cruz sólo lo hace con el 31 por ciento. En cuanto a créditos la situación se revierte. La Paz  participa con el 31 por ciento y Santa Cruz con el 37 por ciento.

En cuanto a la base empresarial que tiene el departamento de La Paz, en número es muy similar a Santa Cruz. Cada una participa con el 29 por ciento del total. Lo dominante en Bolivia son las denominadas empresas unipersonales. A nivel nacional, abrumadoramente representan el 85 % del total, mientras La Paz enseña un indicador menor. Las sociedades anónimas representan sólo el 1 por ciento a nivel nacional y el 2 por ciento si se considera sólo La Paz. Este es un problema fundamental del país. Se requiere contar con un número mucho mayor de sociedades anónimas. Esto se logrará si se atrae capital extranjero.

Los problemas de ciudad de La Paz se los puede resumir en tres: inseguridad ciudadana, alcoholismo y continuas marchas y bloqueos de los “movimientos sociales”, que paralizan continuamente al centro de la ciudad.

La ciudad de El Alto podría convertirse en una “fabrica” para el mundo, en una zona industrial, de ensamblaje, debido a su proximidad al puerto de Arica, lo que abarata costos para importar y para exportar, a que tiene un buen tamaño de población lo que indica disponibilidad de mano de obra barata. Pero esta potencialidad sólo se desarrollará si se cumplen tres condiciones: Primero, mejorar las relaciones comerciales con Chile. Segundo, mejorar la infraestructura de dicha ciudad y, tercero, una amplia llegada de inversión extranjera.

La Paz, 28 de julio de 2014

 

*Profesor emérito de la UMSA y Miembro de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas.

 

Economía de Mercado
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El futuro comienza hoy

Bolivia no es el país de las maravillas sin embargo tiene muchas maravillas por mostrar y cuando digo esto -aunque le suene raro- no me refiero a sus paisajes sino a los bolivianos que, cuando se les da la oportunidad, hacen maravillas de verdad.

Creo en la gente boliviana, no en una minoría que se aprovechó o se aprovecha del Estado, en  vez de haber servido o servir desde el Estado. Creo en la gente honesta, en la gente de a pie que -como yo- sueña con una Bolivia diferente: productiva, exportadora y soberana pero -además- integrada, incluyente y solidaria.

Y, lo hago sabiendo que es posible luego de haber vivido algo de ello por casi cinco décadas: Cochabambino de nacimiento, soy un migrante agradecido a Santa Cruz, a la tierra que llegué a mis 6 años de edad, en la cual conocí a mi bella esposa paceña, quien además de su amor me regaló dos hermosos hijos cruceños.

Así como en mi hogar, Santa Cruz acrisola a Bolivia en su seno a gente de toda cultura y lugar -ricos y pobres, citadinos y campesinos, originarios y extranjeros- que hacen parte de una de las sociedades más inclusivas que conozco. Esta región bendita, esta pequeña Bolivia, muestra que -siendo diversos los propios cruceños y cuanto más los bolivianos migrantes- es posible vivir, trabajar y progresar en paz y ésta es mi fe: que lo bueno de esta tierra contagiará para bien al país.

El “Plan Departamental de Desarrollo – Santa Cruz 2025” recientemente presentado por el Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz, será el espejo en el que se mire Bolivia, de aquí en adelante.

Una región autónoma y democrática, con una vigorosa, transparente y eficiente institucionalidad, promotora de la participación ciudadana; equitativa, habitable y segura, con un desarrollo humano integral; integrada, productiva, industrial, de servicios, generadora de empleo formal y baluarte de la soberanía alimentaria; planificada, ordenada y sostenible, respetuosa de la naturaleza; incluyente, solidaria y protectora de los más vulnerables, es la visión hacia el 2025.

Con gente emprendedora y deseosa de triunfar; recursos naturales bien administrados; una moderna plataforma agroindustrial y como corazón de Sudamérica, Santa Cruz será un centro geopolítico, financiero, comercial y cultural, un portal a la globalización y un corredor integrador continental.

Ir de Santa Cruz a Bolivia, de Bolivia a Sudamérica y de Bolivia al Mundo, es la hoja de ruta de cara al 2025. El futuro comienza hoy, no solo para Santa Cruz ¡para Bolivia!

(*) Economista, Magíster en Comercio Internacional

Fuente: “El Deber”

Santa Cruz, 23 de julio de 2014

Buscando la Verdad
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La moral del fútbol

En fútbol, la medida de lo bueno y de lo malo no es la misma que la que existe fuera de él. Por eso desde el exterior cuesta digerir la burla de unos contra otros allí dentro, más aún si se desconoce que, a esta altura del campeonato, el escarnio forma parte del juego.

Los advenedizos que lo siguen cada cuatro años deben saber que este deporte no está encorsetado al rectángulo verde con líneas blancas y 22 individuos tratando de hacer equipo… El que no entiende de fútbol, difícilmente entenderá lo que pasa alrededor de él.

La moral, en general, es algo muy serio, restrictivo, como una camisa de fuerza de la que resulta incómodo escapar. Pero el hincha lo logra por noventa minutos, todas las tardes de domingo y acompañado de amigos aunque solo en apariencia porque sufre su propio mundo con la radio en la oreja. El hincha, en realidad, paga su entrada a la evasión, a un lugar fantástico donde imperan otras reglas: las reglas morales del fútbol.

Todo este preámbulo para tratar de explicar las sensaciones encontradas que dejó el Mundial cuando Alemania propinó a los brasileños un doloroso/hilarante 7 a 1 y después venció a los argentinos dejándolos angustiados/“decime qué se siente”.

En fútbol, mofarse del rival está aceptado. Eso mismo que es moralmente reprochable fuera del fútbol, dentro está permitido. “La moral del futbol radica en no solo mostrar lo bueno. Hay cosas inadmisibles en la vida diaria que en el campo se transforman en válidas. Fingir es una de ellas”, dice el escritor Eduardo Sacheri. Un caso emblemático es el de la “mano de Dios”, el 1-0 de Argentina ante los ingleses por una diablura de Maradona.

Las “cargadas” —o las “gastadas”— son parte del folclore del fútbol y el cargador de hoy será el cargado de mañana, por eso la moralina extrafutbolística queda en off side. “Antes o después, el fútbol siempre devuelve la moneda”, suelen decir los españoles. El torneo recién pasado es una muestra de ello: los argentinos que se mofaron de los brasileños, luego recibieron una dosis en portugués y, para rematar, una que nadie esperaba de los parcos alemanes. Son las reglas del juego. Las reglas que imperan dentro y fuera de la cancha, pero en el marco del fútbol.

Las reflexiones que no asumen esos códigos saben a estupidez y se perdonan solamente en boca de “turistas del fútbol”, como los califica con sinceridad la notable Leila Guerriero, que (auto)define a ese turista como “alguien que mira sin entender qué ve”.

Cuando Brasil perdió con Alemania y los argentinos modificaron su “himno” para el Mundial a “Decime qué se 7”, les llovieron las críticas lo mismo que cuando Tinelli mandó a la cancha de su programa a unos empequeñecidos humoristas, en grotesca mofa de los “primos” sudamericanos. Por otra parte, después de la parodia alemana con la “danza de los gauchos”, entre estos —supuestos conocedores de las reglas del juego y curtidos por las idas y vueltas de tribuna a tribuna— hubo críticas a los teutones por “racistas” y otras inseguridades. Para ambos casos: no hay por qué ensuciar el fútbol con morales prestadas. Y si no, conviene no opinar de lo que se ve pero se desconoce.

No obstante, parece que al fútbol le quedan pocas razones, así como poco por inventar: ya todo está escrito en los pies de los jugadores, especialmente de las viejas glorias.

A propósito, el vehemente Horacio Pagani escribió en Twitter: “Si el que gana tiene razón, y puede cargar al perdedor, ¿para qué carajo nos desvelamos y opinamos y calculamos y nos peleamos? Mundo cruel”. A lo que un seguidor le corrigió: “Ganar no da la razón. Solo da derecho a cargar”.

Dársena de papel
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Periodismo que asusta

“En Cochabamba no tenemos noticieros, sólo telepoliciales”, así definía una vieja amiga la realidad informativa de La Llajta. Añadí que el objetivo no era informar, sino asustar, dentro de esa lógica me atreví a lanzar el tuit al aire y anuncié al mediodía: “Y ya llega la hora, no se pierda los terroríficos noticieros de Cbba, + periodismo - policiales #ATB #RedUno #Unitel”.

Como podrán suponer, en minutos tuve muchos apoyos y también réplicas, las mismas que en su mayoría cuestionaron el hecho de que sea precisamente, yo quien cuestione a la crónica roja, habiendo trabajado mucho tiempo como reportero en esta área.

Ante la ola de críticas, aclaré que laburaba cubriendo policiales en un medio especializado en esta área y parto de ahí está crítica, puesto que pude evidenciar que gran parte del contenido noticioso en los telediarios no sólo cochalas, es la crónica roja, tanto que sería más honesto y acertado, dejar de calificar estos espacios de “mediodía” como informativos, sino como espacios especializados, puesto que relegan el resto de las áreas de cobertura, a tiempos muy cortos teniendo poco incidencia en la ansiedad informativa de la audiencia, que demanda más noticias menos sangre.

Que no se entienda mal, la cobertura policial, la crónica roja, tiene su espacio, pero no puede asignarle prioridad por encima de otras áreas especialmente las locales, nacionales e internacionales,  con enfoques que pueden variar desde lo político hasta el desarrollo regiona. lA situación informativa en “Cocha” es tan dramática que pareciese que las salas de redacción se han trasladado a la ex PTJ y desde allí informan, de tanto “en vivo”, están dejando a los televidentes “muertos” de miedo, antes que informados.

Es posible ejercer un periodismo “propositivo” desde la crónica roja, sí. No se trata de mantener el morboso enfoque a una tragedia desde todos sus ángulos y por más de quince minutos, sino al contrario, enriquecer los distintos puntos de vista, tomando en cuenta visiones de lucha contra la injusticia social y jurídica, de denuncia sobre lo mal que estamos, intentando mejorar desde la pantalla un poco el mundo en el que vivimos. No se puede continuar vendiendo el charque de un noticiero completo, cuando sólo nos fijamos en las desgracias del resto para explotar dramas ajenos, generando las sensación de que esas  “noticias”, porque ni siquiera son tratadas como “historias”,  suceden en todas las calles, avenidas y esquinas de la La Llajta.

El periodismo que ahora se practica no sólo asusta, aterroriza; no genera conciencia preventiva, provoca el miedo y genera inseguridad en los ciudadanos, porque de tanto escuchar que violaron, mataron, acuchillaron, atracaron a alguien, uno termina creyendo que esa realidad es  en un hecho concreto, ni bien uno abre la puerta de su casa y pone un pie en la calle. Esta explotación comercial del ejercicio periodístico está amputando las aptitudes creativas para realizar un buen periodismo, estoy seguro que más allá del robo existen buenas noticias en Cochabamba, que pueden ser producidas, no es posible que un olvidado pueblo sea noticia gracias a un hecho de sangre, al contrario seguro que tiene mucho que contar y demandar mejoras.

Los telediarios en Cochabamba se han olvidado de Cochabamba, al extremo de que ahora sólo existen dos parámetros informativos básicos, la crónica roja y convertir los sets televisivos en circos o casas de beneficencia,  esta realidad cunde en todo el país y se impone. Más de un crítico a mi criterio afirmará, como ya lo han hecho, que he cambiado en mi forma de pensar y entender el periodismo, lo cierto es que sigo siendo el mismo, sólo que más gordo, negro y estronguista.

 

Anatomias
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Los 47 años de Erbol y el deporte

Desde que había retornado al país, después de 33 años de vida en Brasil, Erbol me llamó la atención por su forma diferente de hacer radio. “Una relación directa con el público oyente por  medio de la educación”, pensé.

Pensé, pero me instigaba el hecho de que dentro de esa relación, el deporte esté ausente; justamente el deporte que es la manifestación social aglutinadora más importante del Siglo XXI.

Pero, 2002 y los anteriores, eran años que en que el deporte no hacía parte de la vida Erbol – Educación Radiofónica de Bolivia.

“El deporte también es Cultura, por lo tanto, Educación”, le dije al entonces Director Ejecutivo de Erbol, René Zeballos, en una primera reunión. De pensamiento abierto y académico de la Comunicación, él rápidamente coincidió conmigo.

El desafío estaba hecho: Crear el departamento de Deportes de la radio. Un departamento cuya existencia sea permanente y propositiva; creadora y contestataria.

Así, fue de mi incumbencia crear una nueva y novedosa actividad dentro de Erbol. Escogí el nombre de ERBOL DEPORTES, porque nunca dudé que esa nueva actividad periodística sería permanente en la emisora.

“Erbol Deportes, es Comunicación/Erbol Deportes, es Información/Erbol Deportes es Educación/dice parte de la letra que escribí, para ser la canción oficial del programa, a la que se sumó el talento del maestro Donato Espinoza, quien compuso la música.

Para el éxito de ese nuevo emprendimiento, mucho tuvieron que ver José Luis Mancilla, quien batalló mucho para darnos los recursos técnicos necesarios, y Pepe Galleta, que se sacrificó para encontrar patrocinadores interesados en la nueva propuesta. 

No puedo olvidar de mi compañero Pablo Loza que, como yo, renunció a Deporte Total, para iniciar, juntos, la nueva caminata. 

El concepto que manejo es el de que el deporte forma parte de la sociedad, por lo tanto es igual víctima de ventajas personales y de intereses políticos. Y el periodismo debe estar atento, vigilante, crítico, a esa relación perversa, causante del atraso en que se nos encuentra el deporte boliviano.

Los acontecimientos del 2003, solidificaron esa idea, pues Erbol, fue el medio de comunicación boliviano que más contribuyó para el inicio del proceso de cambio que hoy vive el país.

No llamaba la atención ni preocupaba a nadie, que políticos sean candidatos a presidentes de clubes, de asociaciones y federaciones deportivas, o que dirigentes, ejerzan posteriormente a sus mandatos, cargos en los poderes ejecutivo y legislativo del país. Al contrario, parecía normal.

Consolidado el liderazgo informativo de la Red Erbol en el consciente ciudadano, después de la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada, me pareció que había llegado la hora de desenmascarar a los dirigentes que hacían del fútbol sus propios negocios, a través de los clubes, principalmente, y que controlaban sin tapujos y sin ninguna vergüenza, el trabajo de los medios de comunicación deportivos, sean éstos institucionales o privados. Decidían directamente, junto con sus “relacionadores públicos”, cuál o qué periodista podía trabajar, haciendo cobertura de los partidos de la Liga, de la Libertadores, de la Sudamericana o de las Eliminatorias.

Los comentarios de Erbol Deportes contra ese estado de cosas, comenzaron a incomodar a muchos políticos travestidos de dirigentes deportivos y viceversa y éstos no demoraron en reaccionar.

Comencé a pagar mi entrada para ejercer mi labor de comentarista desde la tribuna de general o de las curvas en el estadio Hernando Siles durante los partidos de Bolívar, pues este club fue el primero a quitarme la acreditación, debido a mis cuestionamientos respecto de los manejos económicos en esa institución y a la interferencia del fallecido Mauro Cuéllar en el trabajo de los periodistas.

Después de ese episodio, demoré algunos meses más en el cargo de director de deportes en Erbol, pues, como no veía ninguna reacción o apoyo institucional frente al atropello de Bolívar, presenté mi renuncia al mismo René Zeballos, ya que me pareció, entonces, que aún veían al deporte como una actividad ajena al resto de la sociedad.

Sin embargo, me alegra mucho que 12 años después, Erbol Deportes esté más vivo que nunca. Sobre la parte editorial y su visión cuanto a la relación Deporte y Sociedad, no comento, pues ya no es de mi incumbencia.

Particularmente, creo que, así como la política partidaria merece toda la atención y análisis crítico de parte del periodismo, la política deportiva también debe merecerlo.

Felicidades a Erbol en sus 47 años.      

Deporte y Sociedad
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¡Cómo me duelen, Brasil y Argentina!

El apasionamiento por algo no debería ser motivo de preocupación, especialmente cuando obedece a una buena causa. Sin embargo, hasta el apasionarse por algo bueno tiene un límite a la luz de valoraciones éticas, morales y leyes espirituales. Por tanto, ¿hasta dónde resulta sana una pasión?

Esta pregunta surgió en mí por el Mundial de Fútbol que durante un mes tomó desde los corazones hasta la mente, el alma y cuerpo de los apasionados por el fútbol en todo el mundo -grandes, chicos, mujeres, hombres- sin distingo.

Según la Real Academia Española una pasión consiste en una inclinación, una preferencia muy viva, un apetito o una afición vehemente por algo. Pero cuando la pasión lleva al fanatismo, al llanto, a la agresión, al odio, al obsesivo deseo de ganar, al escarnio del vencido o a la depresión del derrotado, entonces la pasión pasa a ser una perturbación. La pasión descontrolada puede traer frustración, dolor, destrucción, enfermedad y hasta muerte.

Primero fue Brasil. ¡Gran conmoción y llanto por la inesperada derrota ante Alemania! De nada valieron las “200 millones de razones” que se decía habían para que ganara: perdió 7-1. La frustración de los apasionados -descontentos desde antes del Mundial por su situación económica- podría tener efectos políticos insospechados, como las redes sociales lo mostraban ya luego de la derrota, diciendo entre otras cosas que “…un país se hace con gente honesta, trabajadora y no con una población transformada en parásitos por un gobierno que enseña a recibir alimentos en la boca y no a luchar para conseguirlos”.

El experimentado periodista y amigo Edgar Toro Lanza, fue más allá: “Con el desastre de Brasil, está confirmado que el fútbol no es solo un juego como dicen muchos. El fútbol es un fenómeno social, económico y político. Verán cómo cambia Brasil a partir de este Mundial. Fuera de bromas, me atrevo a decir -por ejemplo- que está en duda hasta la reelección de Dilma Rousseff”.

Concuerdo con él y -si está en lo cierto- otro tanto pasará en la Argentina por igual motivo, dada la insatisfacción por la situación económica existente que solo la pasión de ganar un campeonato mundial podía calmar, pero no fue así.

Principio del formulario

¿Cabe tanta pasión por el fútbol? ¿En qué se convirtió este deporte? Para muchos en una religión con “ídolos” como Maradona, Neymar o Messi. Para los más, en la búsqueda de la alegría de la victoria a costa del dolor de la derrota de otros: ¡Cómo me duelen Brasil y Argentina, por el escarnio contra sus hijos!

(*) Economista, Magíster en Comercio Internacional

Fuente: “El Deber”

Santa Cruz, 16 de julio de 2014

Buscando la Verdad
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El “matrimonio gay” excluido del Proyecto de Código de las Familias en Bolivia

Según la amplia información sobre el tema, que circula abundantemente en la red internet, el matrimonio entre personas del mismo sexo (también conocido como matrimonio homosexual, matrimonio igualitario o matrimonio gay), reconoce legal o socialmente un matrimonio formado por contrayentes del mismo sexo biológico o legalmente reconocido.

Las primeras leyes de la época actual en reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo se aprobaron durante la primera década del siglo XXI. Tal es así, que al 9 de mayo de 2014, dieciséis países (Argentina, Bélgica, Brasil, Canadá, Dinamarca, España, Francia, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Sudáfrica, Suecia, Uruguay) y varias jurisdicciones subnacionales de México y los Estados Unidos permiten casarse a las parejas del mismo sexo.

Junto a la institución del matrimonio, y en muchos casos como alternativa, existen instituciones civiles adicionales, muy diferentes en cada país y comunidad, con denominaciones distintas, como "parejas de hecho" o "uniones civiles", cada cual de una naturaleza, requisitos y efectos ad hoc, según la realidad social, histórica, sociológica, jurídica y política de cada sociedad. Estas instituciones son consideradas por movimientos de derechos humanos como instituciones apartheid y en muchos casos (especialmente cuando no otorgan los mismos derechos) son criticadas por fomentar la discriminación y crear ciudadanos de segunda clase[1]

Sobre este tema, llama la atención, el interesante razonamiento de uno de los más recientes fallos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Mexicana (en su Tesis: 1a. CCLX/2014 (10a.)[2], que en cuanto a la institución del matrimonio, ha establecido que: la Ley que, por un lado, considera que la finalidad de aquél es la procreación y/o que lo define como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional[3], en cuyo mérito, declaró la inconstitucionalidad del artículo 143 del Código Civil del Estado de Oaxaca.

Asimismo, respecto al MATRIMONIO ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO, ha afirmado que NO EXISTE RAZÓN DE ÍNDOLE CONSTITUCIONAL PARA NO RECONOCERLO. Así por ejemplo, la Corte mexicana sostiene que: “Las relaciones que entablan las parejas del mismo sexo pueden adecuarse perfectamente a los fundamentos actuales de la institución matrimonial y más ampliamente a los de la familia. Para todos los efectos relevantes, las parejas homosexuales se encuentran en una situación equivalente a las parejas heterosexuales, de tal manera que es totalmente injustificada su exclusión del matrimonio. La razón por la cual las parejas del mismo sexo no han gozado de la misma protección que las parejas heterosexuales no es por descuido del Órgano Legislativo, sino por el legado de severos prejuicios que han existido tradicionalmente en su contra y por la discriminación histórica. El derecho a casarse no sólo comporta el derecho a tener acceso a los beneficios expresivos asociados al matrimonio, sino también el derecho a los beneficios materiales que las leyes adscriben a la institución. (…)”.

En este sentido –prosigue razonando la Corte mexicana–, “negar a las parejas homosexuales los beneficios tangibles e intangibles que son accesibles a las personas heterosexuales a través del matrimonio implica tratar a los homosexuales como si fueran "ciudadanos de segunda clase" (…). No existe ninguna justificación racional para reconocer a los homosexuales todos los derechos fundamentales que les corresponden como individuos y, al mismo tiempo, reconocerles un conjunto incompleto de derechos cuando se conducen siguiendo su orientación sexual y se vinculan en relaciones estables de pareja. (…) La exclusión de las parejas del mismo sexo de la institución matrimonial perpetúa la noción de que las parejas del mismo sexo son menos merecedoras de reconocimiento que las heterosexuales, ofendiendo con ello su dignidad como personas y su integridad (el subrayado me corresponde).

Es justo y necesario concederle razón a los argumentos que expone la Corte mexicana, porque reconocer ciertos derechos sólo a algunos, en desmedro de “los otros”, como si no fueran personas, evidentemente los sitúa en una radical desigualdad, lo que deriva como consecuencia, en una discriminación negativa hacia esas personas, sólo por su orientación sexual, lo cual por cierto, también está prohibido en Bolivia.

En el caso de nuestro país, se ha establecido a nivel constitucional que el Estado Plurinacional de Bolivia, “prohíbe y sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual, identidad de género, (…) u otras que tengan por objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos de toda persona”; sin embargo, a tiempo de hacer referencia al matrimonio, el mismo texto constitucional se ha limitado a establecer, una cláusula restrictiva en su artículo 63, parágrafo I, en sentido de que: “El matrimonio entre una mujer y un hombre se constituye por vínculos jurídicos y se basa en la igualdad de derechos y deberes de los cónyuges”.

De ahí que, la Constitución no permite expresamente –pero tampoco prohíbe taxativamente– el matrimonio entre personas del mismo sexo en Bolivia[4], lo cual sólo sería posible, realizando una interpretación evolutiva y sistemática de los artículos 63 y 64 constitucionales[5], pero sobre todo favorable al libre desarrollo de la persona y sus derechos como ser humano, incluido el derecho a contraer matrimonio, sin sufrir discriminación.

Esta situación de marcada restricción, ahora se ha acentuado mucho más con el reciente proyecto de “Código de las Familias”, que se encuentra en actual debate en las Cámaras Legislativas, y que contiene normas expresas sobre los requisitos y condiciones del matrimonio en Bolivia. Así por ejemplo, define claramente que el matrimonio civil y la unión libre o de hecho, “son instituciones sociales que dan lugar al vínculo conyugal orientado a establecer un proyecto de vida en común, siempre que reúnan los requisitos establecidos en la presente Ley (…)”; y a continuación, establece que el matrimonio civil y la unión libre o de hecho, deben cumplir las siguientes condiciones: a) Consentimiento; b) Diferencia de Sexos; c) Edad, y d) Libertad de estado. Si bien el proyecto, no establece como impedimento la ausencia de diferencia de sexo entre los contrayentes, sin embargo, sanciona cualquier tipo de matrimonio entre personas del mismo sexo, con la nulidad del acto, al establecer que el matrimonio civil es nulo: “si no fue realizado entre una mujer y un hombre”.

Como se puede ver, en Bolivia -al menos a nivel legislativo-, se pretende cerrar toda posibilidad de unión matrimonial entre personas del mismo sexo, al no haberse superado la serie de prejuicios que rodean a esta clase de uniones, producto de la idiosincrasia (colonial) que aún subsiste en el país, dejando así intactos los argumentos legales suficientes para lograr que continúe la injusta discriminación de aquellas personas que tienen una orientación sexual diferente.


[3] Según la Corte mexicana: “Considerar que la finalidad del matrimonio es la procreación, constituye una medida no idónea para cumplir con la única finalidad constitucional a la que puede obedecer la medida: la protección de la familia como realidad social. Pretender vincular los requisitos del matrimonio a las preferencias sexuales de quienes pueden acceder a la institución matrimonial con la procreación es discriminatorio, pues excluye injustificadamente del acceso al matrimonio a las parejas homosexuales que están situadas en condiciones similares a las parejas heterosexuales. (…) Como la finalidad del matrimonio no es la procreación, no tiene razón justificada que la unión matrimonial sea heterosexual, ni que se enuncie como "entre un solo hombre y una sola mujer". Dicha enunciación resulta discriminatoria en su mera expresión”.

[5] Es muy ilustrativa la Propuesta de Ley Interpretativa del artículo 63 y 64 de la Constitución Política del Estado, disponible en: http://www.libertadglbt.org/simple99/upload/docs/proyecto_de_ley___union_legal_igualitaria__18.pdf

Apunte legal
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El reinado eterno de la FIFA

Acabó la disputa de otra Copa Mundial y por enésima vez se han alzado voces para que la FIFA se abra a la modernidad, que impulse cambios tecnológicos que eviten resultados dudosos y que se renueven sus directivos. Palabras al viento.

En los tiempos dorados y gloriosos de la España de Carlos II y V de Alemania solía repetirse una frase que desde hace tiempo se aplica al organismo rector del fútbol mundial: En los dominios de la FIFA el sol no se pone nunca.

Y parece que mucho menos ahora, cuando la disputa de la Copa Brasil 2014 le ha permitido embolsillarse, según cálculos extraoficiales, la friolera de $4.500 millones, un 10% de los cuales ha entregado como premios a los 32 participantes. Casi 50 millones a Alemania, el campeón.

La FIFA está integrada por 209 países. La gran mayoría de los presidentes de las federaciones respectivas no son monjitas de la caridad y muchos de ellos se reeligen con las mismas artimañas que los más grandes capos del organismo.

Por esto es que desde 1904, cuando fue fundada, la FIFA solo tuvo ocho presidentes. Los de más largo reinado han sido Joao Havelange (24 años), Stanley Rous (13) y el actual, Joseph Blatter que el 2015, si no opta por la reelección, habrá cumplido 17 años.

Quienes hemos cubierto por años elecciones en organismos deportivos internacionales sabemos cómo son esas elecciones. Recuerdo haberles relatado cómo el mexicano Mario Vásquez Raña lo fue en la ODEPA en 1975… y todavía sigue siendo su presidente.

Un ejemplo. La República del Chivo, aparte de su asignación oficial para fomento del fútbol, necesita sanear su presupuesto, pagar impuestos o refaccionar su sede. Estira la mano a la FIFA y recibe una suma adicional X. El presidente de la Federación de Fútbol de este país ¿por quién cree que votará en la próxima elección? Y ¡claro! Es posible que otro le ofrezca más.

¿No está abierta ahora mismo una averiguación sobre eventuales sobornos recibidos por “algunos” delegados para que Qatar sea la sede de la Copa Mundial de 2022?

También es cierto que a veces los escándalos son tan obvios que la FIFA se ve obligada a imponer sanciones. El 2013 Chuck Blazer, secretario general de la CONCACAF fue defenestrado tras develarse que llevaba una  vida principesca con fondos del organismo que representa al balompié de Centro, Norteamérica y el Caribe.

Poco antes había renunciado su presidente Jack Warner al salir a luz pública la malversación de al menos $46 millones. A Blazer le acusaron  de haberle regalado a su novia un Hummer último modelo, incluyendo su seguro, así como el alquiler de apartamentos de lujo en Miami.

En un reino donde se maneja tan colosales fortunas es, pues, difícil promover los cambios que algunos proponen sin conocer las entrañas del multimillonario y exitoso monstruo.

Y es un monstruo poderosísimo que causa temor y un respeto único a sus decisiones, mucho, muchísimo más que la Organización de las Naciones Unidas o cualquier otro organismo mundial.

En 1989 suspendió de por vida al arquero chileno Roberto Rojas y excluyó a Chile del Mundial Italia-90. Nada le hizo cambiar. Ahora acaba de sancionar al uruguayo Luis Suárez y no le han conmovido las lágrimas de millares de sus compatriotas ni los reclamos de los presidentes Pepe Mujica y Nicolás Maduro.

¿Comparamos? ¿Cuántas decisiones de la ONU, cuántos fallos de la Corte Internacional de Justicia de la Haya se han incumplido? Poderoso caballero es don dinero, decía el inmortal Quevedo.

(*) Hernán Maldonado, periodista ex UPI, EFE, dpa, CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años corresponsal de ANF de Bolivia.

Tierra Lejana
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7 Cosas que demuestran que Dios es real

J. Lee Grady

Cuando era un periodista en mis años 20’s, necesitaba verificar un hecho acerca del ateísmo. Esto fue antes de la era del internet, así que llamé a las sedes de los Ateos Norteamericanos en Texas. Madalyn Murray O’Hair, la madre del ateísmo moderno en este país, contestó mi llamada. Aparentemente ¡ella tenía personal muy reducido!

Su voz era ronca, y sonaba enojada, incluso antes de que me identificara como cristiano. Ella contestó mi pregunta y colgó. Desde entonces, he sentido una tristeza intensa por la gente que niega la existencia de Dios. Explicando sus creencias, O’Hair una vez dijo, “No hay Dios. No hay cielo. No hay infierno. No hay ángeles. Cuando mueres, vas a la tierra; los gusanos te comen.” ¡Qué triste manera de ver la vida!

Estoy seguro que la señor O’Hair estaría molesta con la nueva película cristiana Dios no está muerto. La película cuenta con Kevin Sorbo (quien actuó en la TV de los 90s como Hércules) que es un profesor ateo de la universidad, quien trata de obligar a un estudiante cristiano (Shane Harper) a replantear sus creencias. El film es estrenado en un momento en el que el ateísmo está creciendo en este país.

Nunca estuve en el equipo de debate en secundaria, por lo que no soy el mejor hombre para montarme en una discusión con el evolucionista Richard Dawkins o el cómico ateo Bill Maher, en un programa de TV. Aun así, mi fe en Dios ciertamente no se mueve cuando escucho a estos señores mofándose acerca de cuán tontos o débiles son los cristianos. Ellos tienen el derecho constitucional para ver la forma negativamente. Pero si yo tendría una oportunidad para darles mis razones de por qué creo en Dios, serían estas:

1. Bebés. Vi a mi esposa dar a luz a nuestras cuatro hijas, y el mes pasado visité a mi nieto. Me quedé contemplando la hermosa cara y los deditos de Ananías – y la hendidura en su barbilla que se asemeja a la mía. ¿Cómo puede alguien negar la realidad de Dios cuando ve a ese bebé? La cantidad de información codificada en una célula del cuerpo humano es igual a 1,000 libros. La cantidad total de información almacenada en tu ADN es cuarenta veces más que hay en una de las series más grandes de enciclopedias en el mundo. El Rey David sintió este asombro cuando escribió, “Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; tú me formaste en el vientre de mi madre. Te alabo porque estoy maravillado, porque es maravilloso lo que has hecho.” (Salmo 139:13-14, DHH) ¡La vida es verdaderamente un milagro!

2. Tormentas. Me encanta sentarme en mi porche trasero en Florida y escuchar el retumbar del trueno. Eso me recuerda la majestad y poder de Dios. El apóstol Pablo dijo que la creación era la mejor evidencia de la existencia de Dios. Él escribió, “pues lo invisible de Dios se puede llegar a conocer, si se reflexiona en lo que él ha hecho. En efecto, desde que el mundo fue creado, claramente se ha podido ver que él es Dios y que su poder nunca tendrá fin.” (Rom. 1:20). La naturaleza está realmente llena de milagros cuantificables. Basta pensar en el hecho de que la tierra está a la perfecta distancia del sol para mantener la vida. Si estuviera algo más lejana, nos congelaríamos; si estuviera siquiera un poco más cerca, nos quemaríamos. ¡Es obvio que Dios creó este hogar para nosotros!

3. Flores. Hay más de 400,000 especies de flores en el mundo, y la mayoría de ellas no son comestibles. Su trabajo es simplemente hacer que este mundo sea más hermoso. ¿Fue solo una obra del azar en la evolución del tiempo? O ¿un Dios amoroso creó cada forma y color individual para nuestro disfrute? Las personas que optan por negar a Dios, no pasa el tiempo suficiente mirando los tulipanes, orquídeas, lirios, lotos y magnolias. Es por esto que es realmente importante ¡detenernos y oler el aroma de las rosas!

4. La Biblia. Pablo escribió que “toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Tim. 3:16). La Biblia misma es una prueba de la existencia de Dios, pues Él usó a 40 personas sin ninguna relación, en un período de 2,000 años para escribirla. Su única carta de amor para nosotros. No hay nada como la Biblia pues lleva el mismo mensaje consistente a través de todos sus 66 diferentes libros. Los ateos no pueden reírse de esta idea, pero aquellos que han leído las Escrituras y han experimentado a Dios a través de sus páginas, saben por qué es el libro más vendido y más traducido de toda la historia. (100 millones de copias de la Biblia son vendidas cada año. El espejismo de Dios, de Richard Dawkins ha vendido 2 millones).

5. La propagación mundial del cristianismo. A través de los siglos, el mensaje del evangelio ha sido vilipendiado y ridiculizado. Los gobernantes romanos arrojaban a los cristianos del primer siglo, a los leones, y los dictadores del siglo 20, enviaron a los creyentes a campos de prisioneros. Se estima que 70 millones de cristianos han sido mártires desde que la iglesia comenzó – y 40 millones de ellos fueron en el siglo 20. Sin embargo, hoy el cristianismo tiene más adeptos que cualquier otra religión, y los números están creciendo en muchas partes del mundo. Nuestra fe se está esparciendo pues es la verdad – y la historia muestra que cuando esta verdad es burlada y despreciada, ¡se esparce verdaderamente más rápido!

6. Jesús. Lo más sorprende de Dios no es que Él existe, sino que Él nos amó tanto que estuvo dispuesto a enviar a Su Hijo a la tierra para salvarnos de nosotros mismos. Jesús estaba con el Padre desde el tiempo de la creación, y Su llegada fue predicha numerosas veces en las profecías del Antiguo Testamento. Finalmente, Él interrumpió la historia y vino a vivir entre nosotros. Su crucifixión es un hecho histórico, y Su resurrección fue verificada por cientos de testigos. El hombre que tal vez conoció mejor a Jesús – el apóstol Juan – vio al Cristo resucitado y tocó Sus manos agujereadas por los clavos. Él escribió, “Les anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído.” (1 Juan 1:3). Jesús no es un cuento de hadas. Él es el Hijo de Dios vivo, tangible.

7. Mi amistad personal con Dios. Los ateos pueden no ser convencidos de que Dios existe después de escuchar un trueno, oler un hibisco o leer la Biblia. Cuando se me pide que defienda mi fe, no comienzo un argumento intelectual. Tengo que regresar a las palabras de Pablo en 2 Timoteo 1:12: “no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído.”

Hay muchas razones por las que estoy convencido de que Dios es real (la existencia del café solo prueba que Él me ama), pero la mejor evidencia es cómo Él me perdonó, me cambió y puso un inexplicable gozo en mi corazón. Y eso puedo probarlo.

 

La verdad nos hace libres
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