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La pesadilla boliviana, el sueño de Arce

Los grandes líderes sueñan con la prosperidad de sus naciones, con el avance de la libertad, con la grandeza de su pueblo y entienden el rumbo en el que marcha el mundo y la historia. Luis Arce, el burócrata sin carisma, sueña con Cuba. No con la Cuba de Martí ni la de los poetas que suspiraban por su independencia, sino con la sumisión disfrazada de revolución. Hace algunos años, no tuvo reparos en declarar su admiración por el régimen de la isla y su deseo de ver a Bolivia convertida en una versión andina de aquella utopía fallida. En su delirio, no ve la miseria de los cubanos, sino el lujo de quienes los gobiernan; no percibe el hambre, sino la comodidad de la élite que administra las miserias de esa gente. Y ahora, en el trono de un país cada vez más sometido a los caprichos de un Estado gordo y con empacho, parece que sus delirios se hacen realidad, a costa del pueblo.

Lo curioso es que su sueño ya no es solo un anhelo personal. Bolivia, poco a poco, se ha ido transformando en una caricatura de aquel régimen que tanto admira. La escasez de dólares ha puesto al país en un corralito financiero no declarado, donde el ciudadano se ve obligado a hacer malabares para acceder a las divisas. El combustible, el bien esencial para el funcionamiento de cualquier economía, se ha vuelto un lujo, obligando a la gente a formar colas interminables que recuerdan las postales de una Venezuela en crisis. Pero el problema no es solo la escasez de recursos, y la inflación que esta trae, sino la normalización de la decadencia.

Nos hemos acostumbrado a lo anormal. Hacer fila para conseguir lo básico ya no indigna, sino que se acepta con la resignación del que sabe que protestar no servirá de nada. Nos hemos vuelto creativos para sobrevivir, como los cubanos que han hecho del trueque y el mercado negro su modo de vida. Nos han arrebatado el derecho a la estabilidad sin que nos demos cuenta. El sueño de Arce se ha convertido en nuestra pesadilla, pero una pesadilla que, como en las fábulas de Orwell, nos enseñan a considerar que es un “sacrificio noble”, un paso más en la supuesta construcción de un “modelo superior” que nunca llegará.

Hay quienes creen que este desastre es fruto de la ineptitud. Otros, que otorgan más virtud, piensan que es un plan meticulosamente diseñado para quebrar la autonomía y la voluntad de los ciudadanos y hacerlos dependientes del Estado. Tal vez sea una combinación de ambas, pero, ¿importa realmente cuál de las dos es? Al final, el resultado es el mismo, y es que Bolivia se hunde en un régimen burocrático, una telaraña de controles sin sentido y carencias que tienen poco de idealismo y mucho de tiranía.

Y mientras el país sigue descendiendo por este tobogán de crisis, Arce sonríe satisfecho. Porque queriendo, sin querer o “Sin querer queriendo”, su sueño se está cumpliendo. El sueño de un puñado a costa de la pesadilla de millones.

Opinión
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Guerras y Capitalismo

El sistema capitalista, no es ninguna novedad, se alimenta fundamentalmente de las distintas guerras que se producen por el mundo. La última guerra europea es realmente una didáctica al respecto. La claridad de las ganancias de las industrias de armamento norteamericanos, han sido incluso agradecidos en persona por el presidente ucraniano, en visitas oficiales en aquellas fábricas de la muerte. Pues todos los supuestamente préstamos económicos a Ucrania, regresan a esas industrias de la muerte donde se tiene que comprar armas. Son condiciones de los países imperiales, en los préstamos económicos. Así de simple.

El rearme de Europa que es una estupidez increíble, es un deseo cumplido del imperio norteamericano. Porque todas las industrias europeas de la muerte, dependen tecnológicamente de los Estados Unidos. Es decir, pues negocio redondo para el imperio. Los europeos se dan cuenta de esa tragedia; pero no pueden hacer nada al respecto, su dependencia casi esclavista de los Estados Unidos les impide al menos ser algo más dignos.

Los miles y miles de millones de dólares que se irán a las industrias de la muerte, producirán más hambre y miseria por el mundo. Incluso en el patio trasero europeo, las sociedades y los pueblos en general pasarán penurias y estrecheces injustas, porque sus oligarquías y burguesías quieren seguir quedando bien ante el amo. Y en estos años se puede saber que el mundo está al borde de una guerra mundial. Lo demás ya sabemos por los cuentos de ciencia ficción.

Las guerras son un negocio lucrativo para las nuevas oligarquías de las finanzas del norte global. Esas oligarquías que han destruido a las burguesías modernas, que al menos disimulaban para que el sistema sea algo más humano. Son tiempos de los Calígulas postmodernos, que destruyen toda institucionalidad posible, que destruyen todo consenso social y político en el mundo. En estos tiempos sólo queda defenderse frente a la prepotencia ignorante de estos nuevos Calígulas. Si es que tenemos Estados reales e institucionales.

La historia nos ha enseñado, en la modernidad desde el siglo XVI, que el propio sistema empuja y genera revoluciones sociales, como respuestas legítimas de las sociedades frente a la explotación y expoliación del sistema. Los pobres y desheredados de la historia, tienen consciencia cotidiana de que el hambre y la miseria no pueden ser eternos, ni pueden ser parte de la cotidianidad en esta vida. Reaccionar contra esas injusticias son legítimas y totalmente justificadas desde los derechos humanos.

Por tanto, los piratas y Calígulas postmodernos del norte sólo provocarán revoluciones sociales a lo largo del mundo, con sus actitudes absolutamente antihumanas y anti sentido común. Entonces que no se sientan seguros por sus actos, dichos señoriales norteños, los fantasmas de Vietnam o Afganistán están a la vuelta de la esquina. El miedo no existe cuando la miseria y el hambre se hacen insoportables. Cuando la consciencia abruma viendo a niños o viejos sufriendo las consecuencias del sistema.

A estas alturas del partido, no hay por donde perderse. Pero sí necesitamos de crítica histórica frente a tantos errores de la izquierda, y de los grupos o colectivos en función de los cambios sociales. Demasiados errores que no se asume en consecuencia: la renovación de las ideas, la renovación de los métodos de lucha y toma de consciencia. Pero también la expulsión de oportunistas y destructores de los esfuerzos de las bases, del pueblo. Esos son los cómplices de los señoriales del norte. La crítica tiene que ser un componente substancial de las condiciones intelectuales, si es que hay físico mental y compromiso real por la liberación definitiva.

Como nunca antes en la llamada historia, vemos con crudeza esa relación directa entre capitalismo y guerras. Los vendedores de armas a los grupos de cárteles mexicanos son los norteamericanos. Están por donde hay muerte y tragedia. Porque en esencia esa es su razón de ser y existir. Esos son los fundamentos del sistema, no los sentimentales y de buen corazón. La hipocresía es parte del sistema, como encubrimiento diplomático y política real.

Si el ritmo de los señoriales del norte, que es simplemente brutal, se mantiene en la real politik de la coyuntura, tenemos que estar preparados para nuevas revoluciones a lo largo del mundo. Eso es estar preparados para reconducir a las organizaciones sociales, como al nuevo proletariado mundial que es muy joven; sin embargo, totalmente explotado como en todas las épocas de la historia moderna.

Las condiciones objetivas ya son reales otra vez en la historia. Esperemos las condiciones subjetivas, que dependerán básicamente de las torpezas que se generen por el norte del mundo. Esas torpezas son cotidianas en estos tiempos. Son insultantes e injustas. El rearme del mundo junto a las torpezas imperiales, empujarán a los pobres y explotados a tomar las riendas de los cambios sociales. Es decir, a generar más revoluciones.

Opinión
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Santa Cruz no se rinde ante la crisis

Pocas veces en la historia del complejo oleoproteico de la soya boliviana se vio algo tan preocupante y doloroso, a la vez, como lo acontecido con este sector en 2024. La dramática caída de la exportación de la soya y sus derivados no es un tema menor, no podría serlo, tratándose del tercer rubro de mayor generación de divisas para el país luego de los minerales e hidrocarburos, en un momento cuando lo que más precisa Bolivia son dólares para seguir funcionando, de ahí que dejar de recibir casi 700 millones entre enero y noviembre del 2024 es un fuerte golpe en lo macroeconómico, una presión adicional sobre el precio de la divisa y, en el día a día, una gran pérdida para nuestros agricultores, así como para toda la cadena de valor. 

El factor climático fue la principal causa para la debacle exportadora de la reina de las Exportaciones No Tradicionales, como se le dice a la soya, ya que no solo se cumplió el pronóstico que en abril del 2024 lanzara la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), anticipando una caída en la producción de este grano por 800.000 toneladas debido a la sequía, sino que, a estas alturas, queda comprobado que el daño fue muchísimo mayor por la baja de la productividad en un 37%, algo que se pudo moderar, de haberse permitido usar semilla genéticamente mejorada tolerante a la sequía, pero, lamentablemente, el pedido no fue atendido a tiempo. 

Sin embargo, al embate del clima hay que añadir otros factores negativos para la actividad productiva soyera, como los bloqueos de caminos, por semanas; decenas de avasallamientos de predios productivos, causando zozobra en los agricultores; la anormalidad en el abastecimiento del diésel, afectando la siembra y cosecha; el encarecimiento del dólar; la caída del precio internacional de la soya y, el cherry sobre la torta, el veto a la exportación de aceites por más de 10 días, afectando negativamente no solo a la industria y a quienes tenían compromisos de venta al exterior, sino también, a las intenciones de siembra de los agricultores. 

Es difícil pronosticar lo que pueda ocurrir con el sector soyero en 2025, afectado ya desde el mismo momento de la siembra en 2024, la que se hizo con enorme dificultad y sin el éxito esperado en los últimos meses del año debido a la intermitencia en la dotación del diésel, la subida de los costos de producción y las lluvias que afectaron la cosecha, a lo que hay que sumar el factor de incertidumbre que resulta un verdadero pecado capital en función de las expectativas de inversión, producción y exportación, ya que, de por sí, el 2025 es un año eleccionario que viene fuertemente cargado de imprevisibilidad, mucho más, con las peleas intestinas al interior del partido de gobierno que, ojalá, no deriven en nuevos e insufribles bloqueos que no hacen, sino, castigar al inversionista que apuesta por el país; al productor agrícola que arriesga su capital; al industrial que sigue confiando en Bolivia; al transportista que vive día a día de tal actividad y al exportador que saca la cara por nosotros en el extranjero, recayendo el perjuicio, en definitiva, sobre todos en el país. 

Pero, no hay que perder la esperanza, siempre se puede aprender de lo malo para hacer las cosas mejor, a partir de ahí… 

Frente a la delicada situación de la economía, se aguarda del Gobierno un verdadero golpe de timón en sus políticas públicas, que implique jugársela por un sector que resulta altamente estratégico para Bolivia, tanto desde el punto de vista de la seguridad alimentaria (por la autosuficiencia y menor inflación) y la soberanía alimentaria (mayor ingreso de dólares por agroexportación y menor dependencia externa), para lo que se debe garantizar la seguridad jurídica y facilitar la labor productiva; p. ej., si no se puede atender con una normal entrega de diésel desde el Estado a precio subvencionado, lo menos que se esperaría es que no se cobre ningún tributo en absoluto para importar y comercializar diésel extranjero, y que se elimine de la lista de sustancias controladas al diésel, la gasolina y el etanol, por los graves problemas que ocasiona a los productores del agro, desde entorpecimientos en su traslado, hasta onerosas exacciones que no hacen, sino, desanimar al privado a que importe combustibles para ayudar de esta forma a desahogar dicha responsabilidad del Estado. 

A pesar de todo, como siempre se dice que “Santa Cruz no se rinde ante la crisis”, nuestros abnegados productores -pequeños, medianos y grandes, nacionales y extranjeros- enfrentando toda vicisitud con la fe puesta en Dios, y en su titánico esfuerzo, aguardan generar 2,5 millones de toneladas de soya en la cosecha de verano, siempre que el clima ayude y las autoridades garanticen el suministro de diésel, no solo para recoger el fruto de su siembra, sino para encarar la campaña de invierno; entonces, el Modelo de Desarrollo Cruceño proveerá una vez más alimentos para los bolivianos y generará las ingentes divisas que precisa el país para seguir funcionando…

Buscando la verdad
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Las Neoroscas

Lo ideal en un proceso electoral es que antes de presentar a los aspirantes en competencia, primero se debería definir el perfil en abstracto del candidato que se requiere en correspondencia con las necesidades de la coyuntura y mejor aún del periodo.

Todo esto es apenas un deseo, ya que los bolivianos estamos históricamente vinculados a la existencia de caudillos en los que una gran parte de la población deposita sus esperanzas y creen, que estos semidioses, resolverán los problemas de la sociedad. Los caudillos o mesías son vistos como salvadores, y lo más grave, es que ellos también creen que es así, entonces no es necesaria una causa que mueva a los sectores sociales, las “virtudes personales” de los aspirantes a la silla presidencial, reemplazan toda otra necesidad.

La causa es una propuesta de un futuro deseado y posible, cumple el rol de ser el nexo de las candidaturas con la sociedad en el propósito de construir una alternativa, de tal modo que la ciudadanía se debería adscribir a un proyecto político integral y no a factores banales que resaltan las particularidades físicas o habilidades artísticas o deportivas de los candidatos.

La situación se complica con la inexistencia de partidos políticos debidamente estructurados, que cuenten con una dirigencia que los represente en todo el territorio nacional, que tengan una base social adscrita a su ideario y sean el enganche con el resto de la sociedad.

La presencia del partido político democrático, posibilita que las decisiones a ser tomadas, sean producto de un escrutinio interno permanente donde el dirigente o representante es un depositario del pensamiento de sus miembros y no a la inversa.

La inexistencia del partido político que es reemplazado por grupos políticos fugaces, posibilita que todas las determinaciones sean acaparadas por el candidato-mesías y un reducido grupo de personas que lo rodean, como no cuentan con hilos comunicantes con una militancia activa cuya savia alimente sus decisiones, recurren a sus propios saberes o, como son modernos, a encuestas. La organización y el debate democrático interno han sido reemplazados por una cúpula reducida o una boleta técnica.

Un partido político, sus dirigentes y sus militantes tienen la obligación no solo de interpretar a la sociedad sino de orientarla en la toma de decisiones proponiendo las transformaciones necesarias, que serán respaldadas o rechazadas en las urnas por los ciudadanos.

Es cierto que todos los procesos electorales, se valen de encuestas, sondeos de opinión y otros mecanismos, con el fin de escudriñar a la ciudadanía, ello, sin embargo, no parte del vacío sino de una propuesta base elaborada por el partido y sus estrategas.

Los candidatos de la oposición al no tener estructuras partidarias o ser ellas muy débiles, terminan decidiendo potestativamente, están liberados de cualquier presión, su voluntad es omnimoda, no hay quien les discuta nada, porque tienen empleados no militantes, sobre la base del trabajo de consultores arman su programa de gobierno, si ganan las elecciones, tal vez alguno de ellos podría ser ministro o embajador, la lealtad al programa y a la linea partidaria no existen.

El MAS reemplazó al partido político con los movimientos sociales portadores de prácticas antidemocráticas, lo que impelía a los opositores a recuperar al partido político adecuado a las necesidades actuales, pero lejos de hacerlo terminaron por articular roscas políticas y económicas de las que son parte unos cuantos, con ello el candidato al no requerir ni contar con una base social se convierte en un tótem autoritario.

El comportamiento neorosquero gana espacios, uno de los candidatos ha indicado que él será el que elija a su acompañante de fórmula, a los candidatos a senadores y diputados, otro que recurrirá a las encuestas, de esta manera la democracia en las organizaciones ha sido desfigurada y han parido un frankistein.

El mesías empieza a desplegar su fuerza, si los aspirantes a las diversas candidaturas quieren tener alguna posibilidad deberán mostrarse en la farándula para aparecer en las encuestas o estar cerca del dedo decisor.

El impacto será directo en la conformación del futuro parlamento nacional que en lugar de estar constituido por representantes idóneos para la dura lucha política podría estar integrado por representantes sin representados. No perciben los aspirantes presidenciales que una garantía para la gobernabilidad futura, debe contar con una representación parlamentaria sólida, capaz de confrontarse en todos los terrenos con una bancada masista, cuya labor será la de desestabilizar a cualquier gobierno que no sea el suyo. No los subestimen tienen amplia experiencia conspirativa y se saben todas las mañas a la vuelta y al revés.

En estas condiciones votar por cualquier neorosquero es tan peligroso como hacerlo por los neopopulistas fascistoides, por ello me niego a avalarlos con mi modesto e intrascendente voto y otorgar un cheque en blanco del que querrán disponer discrecionalmente en el ejercicio del poder político.

El solo rechazo al MAS no puede ni debe ser suficiente para votar por algunos opositores que repiten prácticas autoritarias, con la única diferencia de que el uno lo hace a nombre de la abarca el otro de la corbata.

Los bolivianos aspiramos a algo más, una nueva frustración histórica seria fatal para la democracia y nuestro futuro.

Desde el Sur
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Bicentenario de Bolivia: Lo que pudo ser y no fue…

La República de Bolivia fue fundada el 6 de Agosto de 1825, de ahí que, cumplir 200 años de vida debió ser motivo suficiente para superar nuestras diferencias, unirnos frente a las adversidades, prepararnos para las oportunidades y tratar de engrandecer al país, buscando un mejor futuro. Pero, pese a que pudimos, no lo hicimos, he aquí una visión imparcial de cómo estamos: 

“Bolivia enfrenta una crisis económica que se caracteriza por la escasez de dólares, la inflación, la falta de combustible y conflictos sociales y políticos. La falta de divisas es la principal causa de la crisis económica. Las reservas nacionales se están agotando debido a la caída de las exportaciones, sobre todo del gas. La inflación ha superado los pronósticos oficiales. El desabastecimiento de combustibles se agudizó en 2024, se incrementó el volumen de importación. Conflictos sociales y políticos: Se registraron 563 en 2024, la mayoría por escasez de dólares y combustibles. Marchas de sectores como transportistas, comerciantes y amas de casa, por el alza de precios de los alimentos, la falta de divisas y combustibles. Bloqueos de caminos, huelgas y enfrentamientos. Riesgos para 2025: Mayor precariedad laboral, desempleo, conflictos políticos y sociales, caída del PIB, inversión y empleo, devaluación de la moneda, incremento de la pobreza”, es lo que dice la Inteligencia Artificial, respecto de la situación actual. 

Ciertamente, lo que vivimos hoy no es, ni remotamente, lo esperado para el magno momento del festejo de todo un Bicentenario que debía provocar en nosotros emoción, optimismo, alegría, unidad y la fe en un futuro mejor, aunque, lamentablemente, no es así. 

Desde el punto de vista social, tenemos un país dividido -por todo y por nada- y una sensación de inseguridad que va en aumento; en el plano de la política, enfrentamos un preocupante y dramático teatro, por decir lo menos, en el que tampoco hay unidad, ya que todos los actores creen ser los únicos salvadores de la Patria, exponiéndonos a una mayor inestabilidad futura; finalmente, un tema no menor, la economía, siendo que la mayor preocupación de la gente tiene que ver, ahora, con sucesos que afectan directamente a su bolsillo. 

En un año donde el 17 de agosto de 2025 se debe celebrar las Elecciones Generales para elegir a los gobernantes del país para los próximos cinco años -Dios quiera que sea así- es casi imposible entender cómo es que hemos podido llegar a semejante complicación en los frentes ya comentados, cuando la mayor preocupación debió haber sido evitarla, así sea por motivos electorales. 

A propósito de ello, recuerdo que en julio del 2013, en el “Foro Agroindustrial Productivo: Más inversión, más empleos” llevado a cabo en Santa Cruz de la Sierra, el sector agropecuario, agroindustrial y agroexportador cruceño, y las más representativas autoridades del gobierno nacional, se comprometieron con una visión de país y avizorando el largo plazo, al acople de la Agenda Patriótica 2025 con la Agenda Agroproductiva regional para invertir, producir y exportar más, y, con ello, bajar la pobreza al mínimo y festejar esto en el Bicentenario. 

Para lograr tan loable objetivo se fijó como meta al 2025, triplicar la producción de alimentos desde 15 hasta 45 millones de toneladas, de las que 21 millones serían para la exportación con valor agregado, de tal forma que Bolivia no dependa ya del gas natural, sabiendo lo vulnerable que se torna una economía cuando el ingreso de divisas deriva de la explotación y exportación de recursos extractivos, perecederos, no renovables y sin agregación de valor. 

La preclara visión del 2013 era convertir al país en un granero en Sudamérica, que Bolivia pasara a ser una gran y competitiva nación agroexportadora bajo la égida de un desarrollo “económicamente viable, ambientalmente sostenible y socialmente responsable”, creando, además, 1.000.000 de nuevos empleos de calidad, dignos y perdurables en el tiempo, esto, con la mira puesta en el Bicentenario. 

Para hacer realidad tan hermoso sueño, lo único que pidió entonces el sector productivo fue que el gobierno garantizara las condiciones necesarias para invertir 13.000 millones de dólares hasta el 2025, de los que 10.000 millones se darían en el sector agropecuario y los restantes 3.000 millones en la agroindustria, siempre que hubiera seguridad jurídica (cero avasallamientos y estabilidad de las reglas de juego), seguridad de mercados (libre exportación y combate al contrabando) y la seguridad de contar con buenas políticas públicas (biotecnología, biocombustibles, puertos, logística). 

Es triste decirlo, pero, al no darse las condiciones necesarias, no solo que avanzamos poco, sino que, en ciertos casos, retrocedimos. 

Sin embargo, como yo no me rindo, viendo el enorme potencial inexplotado en el país, tengo fe que en un día no lejano, con la ayuda de Dios y el esfuerzo agroproductivo y exportador del sector privado, podremos lograr la Bolivia digna y soberana que no se pudo consagrar para el Bicentenario. 

Buscando la verdad
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El emperador Calígula Trump y los negocios

 Calígula Trump elegido por los norteamericanos, es ciertamente un personaje muy particular. Ignorante y prepotente comerciante, que por supuesto responde a la decadencia total del pueblo norteamericano. Para este comerciante ignorante, no existen los principios y los acuerdos diplomáticos, es decir aquellos protocolos políticos que se construyeron en occidente después de la tragedia de la segunda guerra mundial. Aquellas normas básicas para generar un mundo algo más justo y respetuoso.

Esos comerciantes que tomaron las riendas del poder político en Estados Unidos, no entienden de básica diplomacia internacional, ellos sólo están buscando ganancias económicas sin que les interese nada las vidas de miles de millones de seres humanos. Ofreciendo enormes ventajas a multimillonarios, por encima de derechos humanos y derechos de trabajadores en los propios Estados Unidos.

Estos comerciantes bucaneros y piratas, no tienen diferencia alguna con comerciantes de cocaína o comerciantes de armas, que son los que más ganan en este mundo. Son el lenguaje de los siglos XVII y XVIII, cuando los piratas contratados por las potencias imperiales asaltaban ciudades para robar, para saquear riquezas y entregar a sus amos allende los mares. Realmente no hay diferencias entre aquellos y estos que han tomado el poder en los Estados Unidos.

En toda regla de lo que se considera normas y leyes de la segunda posguerra, para que no se repitan las atrocidades de aquella guerra. Es decir, para que no haya matones poderosos que hagan lo que quieran con el mundo. En esa línea, de alguna manera todos los países del mundo tuvieron el mismo derecho igualitaria entre sí. Respeto que se mantuvo de alguna manera entre los países industrializados y ricos.

Hoy esos acuerdos y protocolos están destruidos por los comerciantes y piratas modernos, que en occidente se han posesionado en el poder político. Ya no hay consensos y acuerdos, sino guerras comerciales y económicas, sin ideas de anteponer primero lo humano, la solidaridad ante la mezquindad. Incluso las izquierdas han caído en estas trampas comerciales, a nombre de soberanías y cosas también mezquinas. Por ejemplo, en el tema de migración, pues el miedo racista a otras culturas está calando hondo en las izquierdas del norte de este mundo.

En el fondo del asunto, es la debacle de las consideraciones éticas y morales por todo el mundo. El fin justifica los medios es la consigna actual, poniendo en peligro al mundo entero. Los matones del barrio son varios; aunque el matón principal se luce en su brutalidad y falta de respeto a las básicas formas de consensos humanos.

Lo terrible de este panorama es que, como en Alemania en los años treinta del anterior siglo, son los pueblos los que acogen a los piratas y bucaneros actuales. Pues las debacles de los pueblos también son posibles. La destrucción mutua entre países occidentales es el escenario que estamos presenciando. Y no es exagerado afirmar que otras guerras entre potencias se acercan, si es que siguen en ese empeño de destruir lo poco de la diplomacia civilizada.

No todo es dinero y dinero en la convivencia humana. Si bien lo económico es importante; son los principios morales y éticos los que en definitiva tienen que anteponerse, precisamente por lo humano. Porque la enfermedad económica, sólo destruye el espíritu humano y contamina totalmente el medio ambiente. Comerciantes ignorantes como Trump, ven al mundo sólo como beneficio material y oportunista. Los comentarios acerca de Gaza y sus posibles negocios de lujo, al menos han producido repugnancia y estupor por todo el mundo.

Si la historia sirve para algo, en estos tiempos casi para nada, al menos que sea como testimonio del paso por el poder, de gente como los piratas e ignorantes gringos como Trump, que llegaron por cierto, gracias a los errores de los demócratas que contribuyeron enormemente a la destrucción de los tejidos sociales de los Estados Unidos.

Los pueblos muchas veces no aprenden de sus errores, la memoria es corta y fácilmente destruyen sus propias conquistas sociales por los espejismos de caudillos de toda laya, que ofrecen cielo y tierra cuando los sueños y esperanzas no llegan a tiempo.

Lo mercantil capitalista sigue siendo la religión más importante de occidente, cuya manera de ver el mundo es sólo para hacer negocios aun sea destruyendo todo: medio ambiente. Todo lo demás es sólo justificación mediante: democracia, etc. Lo mercantil capitalista y su ceguera destructiva, se encarga hoy de terminar con las ilusiones de cambios y avances en la justicia social por todo el mundo.

Los comerciantes y piratas que tomaron el poder en Washington, están globalizando el esclavismo para regresar y retroceder hasta las épocas esclavistas,  tienen las tecnologías para el control de la mente y tienen el poder militar si es que fallan las redes, o los medios de comunicación. Sólo quieren esclavos que consuman y que no piensen. Para ellos ha llegado el reino de los cielos: hacer de los pueblos ovejas consumistas.

Opinión
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La FMH Lithium Corporation (LITHCO) y la explotación de litio en el Salar de Uyuni

RELACION DE ANTECEDENTES. -

  • Bolivia mediante el Ministerio de Minería y Metalurgia, en el año 1988 invito a la FMH LITHIUM CORPORATION a negociar un contrato para la explotación y aprovechamiento de los recursos minerales existentes en el Salar de Uyuni.
  • El contrato se llego a firmar y se hizo publico en 1989, lo que produjo el rechazo de su contenido por parte de instituciones del Departamento de Potosí, mediante bloqueos de carreteras y otras medidas de presión lideradas por el Comité Cívico Potosinista.
  • El gobierno de Jaime Paz Zamora, dejó sin efecto el contrato, con el argumento que por ley debía hacerse mediante licitación pública internacional y convocó a una licitación internacional para la constitución de una sociedad mixta o un contrato de riesgo compartido (JOINT VENTURE), para explotar el litio del Salar de Uyuni. Para lo cual, y para que se evalúen las de las propuestas se contrato a la agencia de compras CROWN AGENTS, que es una empresa internacional de desarrollo con experiencia en la evaluación de propuestas, con un amplia experiencia a nivel mundial.
  • Solo tres empresas formalizaron sus propuestas: FMC LITHIUM CORPORATION (LITHCO), COQUIMIN de Chile y COPLA Ltda. de Bolivia.
  • Efectuada la calificación, Crown Agents, recomendó la adjudicación en favor de la Empresa FMC LITHIUM CORPORATION.
  • Las negociaciones con la empresa adjudicada se iniciaron dos meses después de la adjudicación, una vez que ambas partes acreditaron sus representantes.
  • De parte del gobierno de Bolivia y como parte de los negociadores fui especialmente contratado por el Ministerio de Minería y Metalurgia en mi condición de abogado especialista en Derecho y Legislación Minera.
  • Las negociaciones se dieron dentro del marco legal establecido por la Ley N.º 1192 de 17 de septiembre de 1990, cuyo objeto era el de estimular y garantizar la inversión nacional y extranjera para promover el crecimiento y desarrollo económico y social de Bolivia, mediante un sistema normativo que rija tanto para las inversiones nacionales como extranjeras.

En esta misma disposición legal se incorpora dentro de la legislación Minera Nacional los Contratos de Riesgo Compartido, reconociéndolos como las inversiones conjuntas entre inversionistas nacionales y/o extranjeros, bajo la modalidad de Riesgo Compartido (JOINT VERTURE), con la obligación de regirse por las leyes nacionales y constituir domicilio en Bolivia, especificándose que el Contrato de Riesgo compartido no establece personalidad jurídica, para terminar señalando que los derechos y obligaciones de riesgo compartido se rigen por lo acordado en el respectivo contrato lo que significaba que su contenido debía ser libremente consensuado de acuerdo a las negociaciones que efectúen ambas partes.

Los Contratos de Riesgo Compartido, cuando su objeto era la explotación de recursos naturales no renovables -de vital importancia para la economía y desarrollo del país como es el caso del Litio- debían tener estipulaciones especifica mínimas:

  • Objeto con especificación de las actividades a realizar y con una detallada relación de antecedentes que acrediten la experiencia y especialidad en el cumplimiento de contrato por la contra parte del estado.
  • Plazo de duración del contrato relacionado al cumplimiento de sus fines.
  • Denominación que deberá estar seguida del señalamiento de “Riesgo Compartido”
  • Obligaciones asumidas por las partes.
  • Forma o sistema convenido para la participación de los contratantes en la distribución de los resultados económicos y del pago de impuestos y regalías.
  • Sanciones por el incumplimiento de obligaciones.
  • Un sistema de contabilidad y estados financieros.
  • Causales de Resolución y extinción de obligación.
  • Régimen de solución de controversias.

Para el cumplimiento de estas consideraciones y de otras que las partes consideraban necesarias, vinculadas al objeto principal del Contrato de Riesgo Compartido, el tiempo de duración de las negociaciones fue de mas de diez meses, hasta el 17 de enero de 1992 en que suscribe el contrato en el mismo Salar de Uyuni, ubicado en el departamento de Potosí entre el Estado Boliviano representado por CIRESU y la FMC LITHIUM BOLIVIA S.A.

De acuerdo a lo dispuesto por la Constitución Política del Estado de 2 de febrero de 1967, era facultad del Poder Legislativo autorizar y aprobar los contratos relativos a la explotación de las riquezas nacionales, razón por la cual el contrato para explotar el Litio en el Salar de Uyuni pasó a conocimiento del Congreso para su aprobación y puesta en vigencia.

El Congreso Boliviano después de arduas intervenciones de sus miembros que estaban a favor y en contra de la aprobación, modificó el volumen de producción originalmente pactado en la producción de 40.000 toneladas métricas de Cloruro de Litio por año y aumentó el volumen de producción a 60.000 toneladas métricas por año.

Se estableció también el pago de regalías en favor del Estado Boliviano por la explotación de los evaporíticos en el Salar de Uyuni, aprobándose un porcentaje del 3% sobre las ventas brutas de Cloruro de Litio.

Las modificaciones de las cláusulas tributarias, especialmente al impuesto al valor agregado, posteriormente introducidas al contrato; dieron lugar a que la FMH LITHIUM CORPORATION abandonase Bolivia, trasladando sus operaciones mineras de extracción de Litio al Salar del Hombre Muerto donde suscribieron contrato de operaciones con el gobierno de la provincia de Catamarca en la República de Argentina.

La explotación del Litio en el Salar de Uyuni habría significado para Bolivia alrededor de $us. 1200.- millones de dólares americanos de inversiones, que en la actualidad, transcurridos mas de 20 años de firmado el contrato, fácilmente se hubieran multiplicado por diez, pero el verdadero daño ocasionado al pueblo boliviano se produjo cuando la explotación de Litio en el Salar del Hombre Muerto posicionó a la República Argentina entre los cinco más grandes comercializadores de Cloruro de Litio a nivel mundial.

Bolivia forma parte del triángulo del Litio, que comprende a Argentina, Bolivia y Chile que juntos albergan las mayores reservas de Litio del mundo.

En la actualidad los países lideres en la producción mundial son: Australia con un volumen de 86.000 toneladas métricas, Chile y China ocupan el segundo lugar con 44.000 y 33.000 toneladas métricas, y la República Argentina subió el año 2024 al segundo lugar con la producción más de 67.000 toneladas métricas de litio.

En el caso de Bolivia, no obstante tener una de las mas grandes reservas de Litio del mundo, la implementación de proyectos de Extracción Directa del Litio (E.D.L.), con niveles de producción competitivos en el mercado mundial, tardaría más de 5 años, lo que en los hechos significaría que durante todo ese tiempo no seriamos competitivos en el mercado mundial en cuanto a precios y volúmenes de producción.

Opinión
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Blindajes

En días pasados el Tribunal Electoral ha propiciado la denominada III Cumbre por la Democracia, que ha reunido a los órganos de poder, partidos, jefes y representantes políticos y ha concluido con la aprobación de quince compromisos.

En el lenguaje coloquial se ha dicho que la cumbre era necesaria para blindar el proceso electoral de este año, que, evidentemente, está en peligro y requiere de protección frente a los ataques a los que está sometido.

Pero ¿quiénes atacan y ponen en peligro al proceso electoral? El documento, esta dirigido a los autores de la agresión a la democracia y por ende al proceso electoral pero no se toman medidas en contra de los directos responsables.

Los primeros compromisos son un pedido lastimero del Tribunal Electoral, invocando de los órganos legislativo y ejecutivo los dejen cumplir sus funciones sin injerencias y con ese propósito, dicen “...es fundamental velar por el respeto pleno al principio de preclusión” que debe ser garantizado mediante laaprobación de una ley en el parlamento, no le asignan ningún valor a lo prescrito en la Ley 026 de 30 de junio de 2010, que en su artículo 2° inc. k) prescribe “Preclusión. Las etapas y resultados de los procesos electorales, referendos y revocatorias de mandato, no se revisarán ni se repetirán”, disposición que es de cumplimiento obligatorio.

Suponen los vocales del Tribunal Electoral que el incumplimiento de un mandato normativo será frenado por una nueva norma que diga más de lo mismo, se ilusionan pensando que después de haberse reunido con los magistrados autoprorrogados y realizada la III Cumbre, no se producirán más afectaciones al principio de preclusión, olvidan que quienes dictaron sentencias constitucionales en el pasado poniendo en vilo a la democracia y cuyas consecuencias infames ahora las sufrimos, son los mismos que decidirán en cuanto sean requeridos por el poder político en caso de que sus pretensiones de reproducción sean afectadas.

Acto seguido ingresan al laberinto parlamentario. El órgano ejecutivo se compromete a la provisión de recursos económicos suficientes y oportunos que garanticen las elecciones nacionales, empero esa asignación dependerá de la aprobación de un crédito que esta en curso en el legislativo. Se depositan las esperanzas en la dictadura y en la existencia formal de un parlamento cuyos integrantes hacen equipo en la violación serial a la que esta sistemáticamente sometida la constitución.

El núcleo del documento suscrito es complementado con la solicitud del Tribunal Electoral de que sus vocales sean incorporados en la Ley 044 que regula el régimen y los procedimientos para el juzgamiento de magistrados del sistema judicial, constitucional y el fiscal general, en caso de que cometan delitos en el ejercicio de sus funciones.

Semejante demanda, más que un acto de justicia, expresa los temores de los vocales de que hagan lo que hagan serán sometidos a procesos judiciales, ya sea porque no hay una cohesión en el cumplimiento de la norma entre sus miembros o porque perciben que llevar a cabo procesos electorales en dictadura es una tarea peligrosa.

El resto de los puntos son compromisos asumidos por el Tribunal Electoral, cuyo cumplimiento no depende únicamente de su voluntad individual o corporativa, sino de que la palabra empeñada por los otros órganos sea honrada.

Como se puede observar, el blindaje requerido esta en manos de los poseedores de misiles anti-democráticos, que solo podrán ser desactivados si sus operadores son relevados del control de su espoleta.

El precario proceso electoral se debilita extremadamente con el pedido inconstitucional de una fracción del MAS que pretende habilitar a su candidato a través de actos de fuerza que solo y únicamente podrían ser detenidos por las autoridades estatales activando los mecanismos legales destinados al efecto. Si Evo Morales no es tratado como cualquier ciudadano y sometido a las decisiones del Ministerio Público, las autoridades jurisdiccionales y electorales, la incertidumbre no cesará, máxime si en el Chapare se ha expulsado al estado y han configurado en ese territorio un poder ilegal y excepcional.

La II Cumbre entre los tribunales electoral y constitucional, fue una tomadura de pelo que no mereció la atención suficiente de los actores políticos, en dicho acuerdo el tribunal constitucional se comprometió a cumplir sus funciones procedimentales, como si ellas no estuviesen contenidas en el Código Procesal Constitucional, pero claro no hicieron referencia alguna al principio de preclusión.

Mientras el tribunal constitucional esté en manos de magistrados autoprorrogados obedientes al poder político, golpeando con sus fallos a la democracia, no existe garantía de que el proceso electoral se desarrolle adecuadamente.

Para que esto suceda es necesario que los parlamentarios, al final de su mandato improductivo, se reivindiquen enfrentando al mayor escollo que afecta a la democracia e inicien un juicio de responsabilidades en contra de los magistrados autoprorrogados.

No dudo que la principal objeción será la falta de tiempo, el torpedeo del masismo y que mientras se lo tramita los magistrados autoprorrogados no podrán ser alejados de sus funciones y en reacción se tornen más arbitrarios, es posible, empero esto provocará una demanda social que diga un no a la impunidad y que las fuerzas políticas que los apoyen serán castigadas por los ciudadanos con su voto.

Se ha llegado a un punto tal, en el que se deben correr todos los riesgos y dejar banderas plantadas para que en el futuro no se vuelvan a repetir los latrocinios

cometidos desde las esferas estatales y con mayor razón desde aquellas entidades que administran la justicia constitucional.

La política debe ser dignificada otorgando soluciones políticas a los problemas políticos y no transferirlos a los jueces cuya función y labor es otra.

Entonces si quieren blindar el proceso electoral, háganlo contra quienes corresponde.

Desde el Sur
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El presidente en su Laberinto

Por más que intente proyectar serenidad y confianza, el presidente Luis Arce se encuentra en un callejón sin salida. Lo saben sus ministros, lo saben sus aliados, lo sabe incluso el portero de Palacio Quemado, que lo saluda con más condescendencia que educación. Quizás por eso, en un acto de desesperación disfrazado de estrategia política, ha decidido lanzarse a la reelección. No porque tenga una posibilidad real de ganar, sino porque es la única forma de sostener una autoridad que se desploma a diario, y que es la última jugada de quien siente que se convierte en un fantasma político antes de tiempo.

Las encuestas han sido despiadadas, lo han desahuciado sin contemplación. Su imagen, erosionada por la ineficiencia de su gestión, no encuentra respiro en ninguna latitud del electorado. Ni la izquierda fragmentada ni el pragmatismo de quienes lo propusieron el 2020, parecen dispuestos a sostener una ilusión que ya no convence a nadie. Su única apuesta es la reunificación de un progresismo que está en pleno naufragio, una misión casi quijotesca en un Movimiento al Socialismo devorado por su propio fratricidio. Y es que, por más que Evo Morales esté desgastado, su sombra sigue pesando más que la figura gris y burocrática de Arce.

Para colmo, el cauteloso Andrónico Rodríguez se ha negado a ser el salvavidas de un barco que hace aguas por todos lados. Los ofrecimientos por parte de voceros “arcistas” para ser acompañante como vicepresidente, han sido recibidos con el desinterés de quien sabe que el destino de Arce es irremediable. Ya nadie quiere subir a ese tren descarrilado. En la política, como en la selva, la supervivencia depende del olfato, y Andrónico parece haber entendido que el presidente y su círculo han cruzado el umbral de la irrelevancia.

Pero Arce no se juega solo el poder; se juega su futuro personal. La historia reciente ha demostrado que en Bolivia la revancha política es casi una ley natural, y él lo sabe mejor que nadie. Por eso, más que gobernar, se ha dedicado a blindarse, a ganar tiempo, a evitar un desenlace que se vislumbra poco alentador. No es necesario ser adivino para anticiparlo, ya que, sin el paraguas del poder quedará expuesto a la sañuda justicia culipandera - que hoy maneja -, y a merced de quienes ya lo ven como el peor presidente que ha tenido Bolivia.

Su gestión será recordada, en el mejor de los casos, como un cúmulo de errores e improvisaciones - en manejo político, económico, seguridad del estado, gestión de hidrocarburos -. Si bien pudieron ser cálculos políticos, en los hechos, no fue capaz de realizar el censo en su debido tiempo, ni de organizar las elecciones judiciales y, para chiste o anécdota, queda en la retina el difícilmente creíble “Golpe de Estado” fallido. Su incapacidad política de generar consensos quedó desnuda en su insistente lloriqueo por la falta de aprobación de créditos, como si la única forma de gobernar fuera hipotecando el futuro del país. Sin olvidar que, su intento de industrialización estatal es un delirio anacrónico, un eco tardío del comunismo setentero que el mundo entero ya ha desechado.

Y así, a lo “García Márquez”, atrapado en su propio laberinto, Arce se enfrenta a la pregunta que, en su momento, también atormentó a un Bolívar moribundo y solitario - “Carajos, ¿cómo voy a salir de este laberinto?”-, pero a diferencia del Libertador, no tiene gloria, ni siquiera el consuelo de haber dejado una huella de nobleza en la historia. Lo suyo es más sencillo y más triste, la angustia de quien sabe que el final ha llegado, pero aún no se atreve a admitirlo.

Opinión
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Acerca de las visiones de cambios en el mundo

Las turbulencias del mundo se escuchan con estruendo, porque el mundo gringo se tambalea en sus propios errores y tragedias. Los medios de incomunicación por supuesto que se prestan a este circo mundial del reacomodo gringo. Los imperios de antaño se pelean entre ellos, pues ya no son competitivos frente a otros espacios económicos del mundo. Lamentablemente no hay nada nuevo respecto de las historias imperiales; pero sí reacomodos de poderes que seguirán cuidando sus intereses como siempre.

Dichas turbulencias ya vienen desde hace más de treinta años atrás, cuando el fin de la historia propuesto por Francis Fukuyama. Supuestamente la caída del muro de Berlín, era el triunfo total del liberalismo capitalista frente al comunismo y otras formas de pensar. Se puso de moda la globalización económica, porque les convenía a los países industriales para imponer su cultura occidental, abaratando sus procesos económicos. Pues llevar fábricas a China era muy práctico por los sueldos bajos. Negocio redondo.

Sin embargo, el saqueo del sur, la complicidad de las inversiones con la corrupción del sur, la destrucción y bombardeo de países como Irak, Afganistán, Serbia y otros, la imposición de métodos corruptos en la explotación de recursos naturales, que realizan los países industriales no han cambiado. Y probablemente no cambien nunca mientras este sistema siga en boga, en manos de la educada y civilizada manada occidental.

En definitiva, los cambios y las buenas nuevas sólo sirven para el norte de este mundo. Para el sur sólo son noticias normales, en medio del saqueo, de la corrupción, de las migraciones sangrientas de millones de habitantes hacia al norte. Los gringos están preocupados por la guerra de Ucrania, hasta hay opiniones “humanitarias” de parte de los emperadores del norte; pero les importa un comino respecto del genocidio de Palestina. No podemos culparles de su racismo congénito e histórico; sólo mostrarles al menos el espejo de su propia historia sangrienta.

Cierto que hay cambios profundos por todos lados del mundo. Cambios que están modificando las maneras de ver el mundo en todas las sociedades. Pero los esquemas tradicionales de la política como izquierda y derecha, siguen nomás de moda en sus visiones atrasadas y casi cavernarias a estas alturas del partido. Lo cual frena y perjudica para otras formas de interpretación de la realidad.

Por ahora no hay realmente mapas claros para caminar en función de nuevas construcciones de sociedad. Todo es incierto, inseguro, totalmente oscuro. Al parecer estamos en una enorme transición hacia algo enorme. Muchos temas clásicos se están derrumbando y otros simplemente ya no tienen sentido. Como el mismo concepto de democracia y sus instrumentos de funcionamiento, pues han perdido legitimidad y realismo por todo el mundo. Sobre todo por el sur del mundo, donde la democracia o lo que se supone de ella está destruyendo los tejidos sociales y las instituciones vía corrupción generalizada.

En esta profunda crisis mundial, no nos queda otra que pensar (ojalá) tareas estratégicas y concretas, para sobrevivir como país. Nos queda inventar o construir un Estado real y que por fin responda a nuestras propias necesidades y realidades. Esas enormes tareas implican consensos entre todos. Requerimos por cierto líderes inteligentes y con visiones de consensos. Líderes con visiones regionales de países y con visiones mundiales. Para conectar sueños y cambios entre nosotros mismos, y luego lanzarnos al mundo.

Hay que volver a globalizar la justicia social, las reciprocidades del norte con el sur, las conexiones de las ayudas y cooperaciones económicas y humanas, que tienen sentido en los equilibrios económicos desde las visiones humanitarias, de retorno de alguna manera a los diálogos de los consensos mundiales en todos los campos posibles: cambio climático, justicia social, redistribución de la riqueza, intercambio de conocimientos y democratización real de las estructuras políticas mundiales.

De nuestro lado tenemos que apostar en serio a la ciencia; tenemos que apostar a la educación, pues lo que tenemos es anacrónico y absolutamente obsoleto frente a los enormes desafíos nacionales y mundiales. Nos queda demasiado para la soberanía alimentaria y la producción sostenible. Ni siquiera el pan que comemos es nuestro, porque hasta el trigo importamos por inutilidad en la producción.

Ojalá estos cambios mundiales, o reacomodos imperiales, sean una oportunidad para nosotros en un reordenamiento nacional. Con visiones precisamente nacionales, construyendo políticas en serio desde el Estado, donde las mejores mentes y los mejores trabajadores sean los encargados de semejantes desafíos. Lo contrario, pues, significará seguir nomás en la periferia de la periferia, en la pobreza absoluta y la dependencia económica por los siglos de los siglos.

Ojalá articulemos liderazgos nacionales de consensos. No los papagayos que ya conocemos desde hace cincuenta años. Fracasados y de discursos trasnochados de chicherías mugrientas y periféricas. Provincianos de visiones cavernarias y obsoletas. Ojalá las nuevas generaciones reacciones ante esta demanda mundial de nuevos líderes: sanos, valientes, inteligentes, patriotas y con propuestas mundiales. En fin.

Opinión
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