El Trumpismo en América Latina
Enviado por Max Raúl Murill... en Lun, 07/07/2025 - 11:16El patio trasero de los emperadores del norte, es decir América Latina, sólo ha sido lugar de expoliación y saqueo. Lugar de masacres y golpes de Estado, como juego y folklor de aquellos señores. La guerra fría fue la excusa perfecta para someter a los pueblos al sur del río Bravo, con ese discursillo de América para los americanos.
En estos tiempos postmodernos y ultraconservadores, de gobernantes ignorantes, frívolos y torpes, que ni siquiera les causa compasión la muerte de miles de niños, asesinados por hambre, bombardeos y desnutrición, sus lacayos empiezan a pasearse por América Latina. Los Milei y compañía quieren reordenar el patio trasero, bajo la bendición sacrosanta de los emperadores del norte.
En Bolivia aparecieron otra vez. Son los mismos desde las épocas del neoliberalismo. Dicen que ha llegado su oportunidad, cierto gracias a errores garrafales de algunos caudillos que se creían otros emperadores. Empiezan a gritar que la libertad ha llegado.
Sin embargo, a sus patrones del norte no les interesan estas tierras sino como lugar de expoliación, saqueo y muerte. Al menos en eso es muy claro ese ignorante comerciante llamado Trump. Por tanto, lo que nos queda por hacer es seguir los pasos de los ancestros, que no se rindieron muy a pesar de las condiciones en contra.
Las ideologías han llegado del norte, para hacernos pelear entre nosotros. La política sigue sirviendo sólo a las élites, sean de cualquier signo ideológico, para la continuidad de sus privilegios.
Tenemos que seguir con la consigna de no ser escaleras de nadie; aunque afinar la puntería no es tarea fácil, pues el ambiente está corrompido y destruido los tejidos sociales. Tenemos que seguir los sentimientos de la bolivianidad, como culturas y costumbres o tradiciones más nacionalistas. Más propias, más nuestras.
Sigue siendo tarea pendiente la construcción de un verdadero Estado, que realmente responda a nuestras realidades, que no siga siendo un ente frío, burocrático y alejado totalmente de nuestras realidades. El mundo moderno ofrece enormes posibilidades tecnológicas, técnicas y profesionales para hacer funcionar un Estado; el nuestro sigue siendo anticuado, del siglo XIX, sin ideas, lento, burocrático, que no da respuestas y soluciones a las enormes demandas de la sociedad.
Tareas que sólo los bolivianos podemos hacer o construir. Los trumpistas son ajenos y extraños a nuestras costumbres. Sólo desean implementar recetas conocidas ya desde el neoliberalismo. Que sólo traen hambre y miseria, mayor explotación y saqueo de nuestros recursos naturales. Sus discursos son parte del circo romano ajeno a nuestras realidades. Son discursos vacíos de sentimientos bolivianos, vacíos de realidades bolivianas.
Los neoliberales y golpistas de ayer, hoy son trumpistas y están a la orden de los reyes supremos del norte. Existe una línea clara y notoria entre el neoliberalismo, el golpismo y la moda ultraconservadora del trumpismo, moda oportunista por parte de los criollos bolivianos, pues ellos no pueden pensar por si mismos ni tener ideas propias. Eso nos ha demostrado la historia.
Tenemos que ser realistas al afirmar que el ascenso de los trumpistas criollos, se debe a los graves errores de los caudillos autóctonos, desviados de los objetivos que el proceso les confió se corrompieron, perdieron legitimidad política e ideológica hasta la estupidez de la destrucción interna.
Hoy sólo queda recomponerse del trauma, para afrontar el ataque del neoliberalismo trumpista. Las experiencias tienen que enseñarnos, experiencias recientes de enormes egoísmos enfermizos y anti populares. Como en todas las épocas, el hambre no espera y las condiciones de pobreza y miseria nos exige que seamos, otra vez, creativos y históricamente objetivos con nuestras propias realidades.
Recordar, que en la época de las traiciones de la izquierda criolla y colonial de la UDP, cuando también se corrompieron las élites y caudillos, el pueblo voto de bronca por la derecha: ADN y MNR. Pues lo que llegó fue peor que la tragedia traicionera de la UDP. Llegó el neoliberalismo, con hambre y miseria por doquier. Llegaron los señores del norte con más saña y venganza, destruyendo al movimiento minero y a todo lo que era alternativo.
Hoy plantean absolutamente lo mismo: destruir las empresas del patrimonio social y económico boliviano. Ese hecho pasó en el neoliberalismo y en el poco tiempo que estuvieron los golpistas del 2019, cuando robaron todos los días de las empresas y negocios a nombre del Estado. Pues, son experiencias importantes que tienen que enseñarnos lo que en realidad son los trumpistas bolivianos.
La ingenuidad y la estupidez de votar por estos trumpistas neoliberales, puede llevarnos otra vez a la tragedia de la miseria, del saqueo y el asalto al Estado. Además del retorno de la pigmentocracia, del racismo, de la marginación social de los sectores más pobres y humildes. Experiencias que no podemos repetir, ni retroceder en las conquistas alcanzadas hasta hoy, muy a pesar de los graves errores de gestión estatal, que se deben corregir por responsabilidad con el pueblo y la Bolivia profunda.
Los jinetes del apocalipsis trumpista están por América Latina. Combatirles en las ideas, en las batallas ideológicas y políticas de nuestras trincheras es demasiado importante. Estamos cuesta arriba, son vientos fuertes y poderosos; tenemos la razón y la historia a favor.
