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Crónica de un retorno anunciado

La idea del retorno del MAS no carece de sentido lógico ni mucho menos es algo descabellado; aunque sus oponentes se esfuercen en negarlo, hasta el punto de convencerse ellos mismos, lo cierto es que al parecer vuelven más fuertes que nunca.

Para reforzar esta idea echemos un vistazo a las victorias del MAS en anteriores elecciones: 2005 con 53%, 2009 con 64%, 2014 con 62% y solo como dato referencial tenemos las cuestionadas elecciones del 2019 en las que obtuvo un 47 %. Esto hasta ahora demuestra una cosa: El MAS sigue siendo la primera fuerza política de manera indiscutible. Muchos se golpearán el pecho preguntándose: ¿por qué pueden ganar si ellos hicieron fraude?

Lo real es que hasta ahora ni el gobierno de Jeanine Añez ha podido comprobar tal afirmación ni el proceso judicial abierto ha encontrado algún indicio para apoyar el “relato del fraude” porque simplemente no hay pruebas que respalden tal relato: Solo existen acusaciones y un pobre y parcializado informe de la OEA. Por cierto, tal informe es muy cuestionado en investigaciones serias hechas por instituciones de renombre como el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts de EEUU) y publicaciones del Washington Post y The New York Times, entre otros. Por lo tanto, tal relato, el del fraude, cada vez pierde más fuerza para sostenerse.

Pero para responder acerca de la fortaleza electoral del MAS podemos hablar de las cifras y datos positivos de su gestión y cómo el manejo económico es el principal factor para que los electores puedan hacer sus valoraciones: Durante más de una década el promedio anual de crecimiento en relación al PBI fue del 5 %. Esto generó una estabilidad económica que ubicó a Bolivia como uno de los países más prósperos de la región liderando, incluso, por 7 años consecutivos el crecimiento de Sudamérica; todo esto es entendible para los estadistas, economistas y políticos.

Para la gente el ascenso de más de un millón de personas a la clase media no es simple retórica, pero lo traduce en palabras más sencillas -“en facilito”-: la caserita que pudo agrandar el negocio porque existía demanda de consumo, el albañil que ante tanta construcción pudo subir el valor de su fuerza de trabajo, el taxista que se compró un nuevo vehículo para trabajar, la joven que pudo acceder al crédito de vivienda social, la trabajadora del hogar que se benefició con gas domiciliario, el bachiller que pudo ingresar a la Universidad por el incremento de cupos, los empresarios que tuvieron ingresos como nunca antes al igual que los banqueros, los escolares con el Bono Juancito Pinto, la madre con el Bono Juana Azurduy y el Abuelito con su renta dignidad. Todo esto es parte de las medidas y cambios vividos en 14 años, la sociedad boliviana está compuesta por millones de personas que mejoraron sus vidas gracias a estos cambios: Ello ha creado una nueva realidad, y la realidad no se puede negar.

Dicen que el cerebro humano genera algoritmos que hacen una especie de cuadros mentales comparativos que nos permiten tomar una decisión sobre lo que nos conviene: algunos lo llaman sabiduría popular, viveza criolla, conciencia de bienestar. En concreto, poder decidir lo que hace bien entonces nos preguntamos: ¿votará la población en contra de su propio interés?

Ahora bien, el MAS tomó una decisión muy sabia a la hora de elegir su candidato :Eligió nada más y nada menos que al exministro de Economía, Luis Arce Catacora, considerado por muchos como el cerebro del modelo económico boliviano, denominado “Modelo Económico Social Productivo”, un hombre que acompañó el Gobierno de Evo Morales más de 13 años.

Este Licenciado en Economía de la UMSA con una Maestría en Economía de la Universidad de Warwick, Inglaterra, podría convertirse en nuestro nuevo Presidente, ¿Se imaginan al economista que garantizó la recuperación y estabilidad económica por 14 años manejando el país justo en su etapa más dura para la reactivación económica post pandemia?, Hasta le cae al pelo a nuestro país, puesto que en estos momentos Bolivia vive tiempos difíciles, una caída estrepitosa de su economía, acompañada de un mal capítulo en su democracia. Por eso Arce, para muchos, y como bien lo reflejan las encuestas, es la persona ideal para el cargo.

Con todo lo mencionado anteriormente, se da una esperanza a los electores pues no es la primera vez que Arce recibe el país en “toco” (como decimos los cruceños) Lo hizo en 2005 cuando Gonzalo Sánchez de Lozada y su Vicepresidente Carlos Mesa sumergieron a Bolivia en una etapa crítica en su economía: Hoy más que nunca Bolivia precisa de alguien así.

El Movimiento al Socialismo tiene hoy la oportunidad más grande y real de gobernar nuevamente el país. A mi parecer la única manera de impedirlo es inhabilitando a su candidato con algún juicio al mejor estilo de Murillo o proscribiendo al MAS, ambas sin duda alguna constituirían un atentado a la democracia; veremos qué pasa. Por otro lado, sus principales rivales están desgastados: Jeanine Añez, por la mala gestión ante la pandemia, múltiples escándalos de corrupción, nepotismo y represión a sectores humildes; Carlos Mesa, por su tradicional ambigüedad, no sabe cómo posicionarse en esta nueva contienda, su libreto de voto útil no funciona y claramente se le nota desentendido y confuso; ni hablar de Luis Fernando Camacho, su candidatura no tuvo mejor definición como la que hizo Felipe Quise, “Camacho, su proyecto político nació muerto y ya huele mal”.

El panorama se comienza a definir en estos meses restantes y por ahora tenemos un único y solitario puntero, cualquier intento por quererlo sacar de carrera, solo producirá que su victoria sea más contundente, pues como todos sabemos, aunque no lo quieran reconocer, este retorno ya está más que anunciado.    

LABORDE, A. (1 de MARZO de 2020). EL PAIS. Obtenido de Un estudio de especialistas del MIT no encuentra evidencia estadística de fraude en las elecciones de Bolivia.

Trigo, P. A. (7 de JUNIO de 2020). THE NEW YORK TIMES. Obtenido de Una elección amarga. Acusaciones de fraude. Y, ahora, una reconsideración: https://www.nytimes.com/es/2020/06/07/espanol/america-latina/elecciones-bolivia-evo-morales.html

Williams, P. J. (27 de FEBRERO de 2020). WASHINTONG POST . Obtenido de Bolivia descartó sus elecciones de octubre como fraudulentas. Nuestra investigación no encontró ninguna razón para sospechar fraude.: https://www.washingtonpost.com/politics/2020/02/26/bolivia-dismissed-its-october-elections-fraudulent-our-research-found-no-reason-suspect-fraud/?fbclid=IwAR2n1VmVaRuOZ_rylg6n00M1a7uWIeydNBNbPP6yK84lvApMCPH66avHpA4

Opinión
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¿Cambios en la Justicia o más proceso de cambio?

En medio de una nueva controversia, se ha producido el cambio de timón en la Presidencia del Tribunal Supremo de Justicia; habiéndose escuchado conferencias y discursos –de la saliente como del entrante- sobre institucionalidad, independencia, mejoras al sistema y otras perlitas: creo que hay que ver el bosque y no quedarse en el árbol, por muy frondoso que sea.

¿Realmente esa substitución podría cambiar o por lo menos mejorar el deplorable estado de la administración de la justicia boliviana? Considérese por ejemplo, que el último reporte del prestigioso World Justice Proyect sobre el índice del estado de Derecho en Bolivia, disponible en https://www.worldjusticeproject.org/rule-of-law-index/country/2020/Bolivia/, la sitúa en el penúltimo nivela a nivel global y americano, sólo por encima por supuesto del exitoso desastre, venezolano.

Ese afamado informe anual mide 8 factores consistentes en restricciones a los poderes gubernamentales; ausencia de corrupción; gobierno abierto; derechos fundamentales, orden y seguridad; cumplimiento normativo, justicia civil y penal. En derechos fundamentales ocupamos globalmente el puesto 96 de los 128 países medidos y regionalmente 27/30; en justicia civil 126/128 global y 29/30 regional. En justicia penal estamos peor aún: 127/128 y 29/30. Es decir, estamos en la cola de todos esos rangos directamente vinculados con la administración de justicia.

Si analizamos los informes de los últimos años de la Defensoría del Pueblo de Bolivia, quedaremos asombrados que la administración de justicia boliviana, junto con la Policía y el Ministerio Público, aparece punteando los primeros puestos de las instituciones más denunciadas por…violar DDHH, cuando su razón de ser, es tutelarlos. Ni que decir de los siempre altos índices de presos sin condena (pese a los desesperados indultos y amnistías) o el nivel de hacinamiento carcelario, siempre peleando la punta de los peores en la región.

Así el estado del arte, el que haya un cambio de timón en el TSJ parece pese a todo, un hecho intrascendente para los reales problemas de fondo del sistema, entre otros, independencia (no sólo partidaria, sino respecto de otros poderes fácticos como el dinero, los consorcios/amiguismo); transparencia; oportunidad / retardación, efectiva tutela de DDHH y naturalmente, legitimidad de sus componentes, pues insisto, todos son ilegítimos de origen y desempeño. El César no sólo debe ser sino parecerlo.

Todos sus altos cargos perdieron y por tunda, las “elecciones” judiciales a las que voluntariamente se sometieron según la CPE, pues (http://www.dplf.org/sites/default/files/informe_dplf_elecciones_judiclaes.pdf) el resultado que obtuvieron incluso fue peor que similar papelón de seis años atrás: la suma de votos en blanco (14,93%) y nulos (50,9%) rozó los dos tercios de los votos emitidos, algo más que el 2011. 

Es decir, les ganaron los “Doctores” nulo y blanco, pese a lo cual, le metieron no más y fueron posesionados en el cargo para el que perdieron y no con el respaldo del soberano que les dijo también no, sino con el aval partidario de la mayoría partidaria del MAS en la ALP que verdaderamente les eligió e incluso, actualmente les mantiene en el cargo, pues les toca juzgarlos y eventualmente suspenderlos. ¿Cuántos procesos en su contra están durmiendo el sueño de los injustos en la ALP?  

Entonces, discursear sobre legalidad, institucionalidad, legitimidad o prometer arreglar el fracaso de la administración de justicia boliviana, absolutamente penetrada entre otros males, por –sea cualquier- partido político u otros vicios aún peores, tratándose de autoridades sin ningún grado de legitimidad y músculo para hacerlo siquiera mínimamente, constituye una entelequia que cae bajo la más burda demagogia, más aún cuando toda la clase política boliviana no tiene la talla para aceptar que en la realidad, tengan un tercero imparcial que les impida ejercer arbitrariamente el poder. El Maestro CARRARA había escrito: “Cuando la política entra por la puerta de los tribunales, la Justicia sale disparada por la ventana”.     

PAREMIOLOCOGI@
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Cuando el Covid-19 toca a tu puerta…

Cuánto dolor está causando el coronavirus (Covid-19) por el contagio y las muertes que aumentan cada día. El virus no respeta a nadie, provocando trágicos sucesos en amigos, vecinos, colegas de trabajo, etc. Un manto de luto cubre a todo Bolivia.

Mucha gente mendiga por las calles y avenidas, o va de casa en casa clamando por “una comidita o una monedita”, al no poder generar recursos por sus propios medios a consecuencia de la cuarentena que dura más de tres meses ya. Frente a ello, la valorable solidaridad de las ollas comunes y el voluntariado ciudadano para tratar de mitigar en algo el impacto.

Duele ver el dolor ajeno, pero…¿qué pasa cuando el Covid-19 toca a tu puerta? Todo cambia, de pronto, y ese dolor genuino, aunque distante, pasa a convertirse en parte de tu propia vida en un santiamén.

Una vorágine incontrolable de acontecimientos se produce: deterioro de la salud; urgente consulta médica; test anticovid; pruebas de sangre y pulmones en laboratorio; confirmado el pronóstico, hay que atenderse en casa pues el sistema de salud ha colapsado: compra de medicinas, jeringas, oxímetro para medir la respiración y la saturación de oxígeno en la sangre, termómetro, etc., con la enorme complicación de no poder movilizarse libremente pero, además, por la falta de recursos.

La máxima prioridad en adelante es la de atender al familiar afectado por tal situación, como así también, sufrir en carne propia las consecuencias de que el Covid-19 haya tocado a tu puerta...
Dolores de cabeza, garganta o cuerpo; fiebre; pérdida del olfato y del gusto; dificultad en poder respirar, se convierten en un drama verdaderamente duro. No se duerme, no se descansa más, hay que estar atentos a cada nuevo suceso, lo que resulta extenuante.

En medio del sufrimiento se amontonan las llamadas telefónicas y posts por Facebook y WhatsApp, de gente que quiere ayudar, justo cuando no hay ni el tiempo ni las fuerzas para contestar, pero…¡es ahí cuando se conoce a los amigos, a los amigos de verdad!

Sin embargo, de lo malo siempre puede salir algo bueno: cuando postrado en cama el hombre se da cuenta de su debilidad; cuando asustado como está por lo que vive; cuando en la soledad de sus pensamientos siente que todo se desmorona y que no puede más; entonces recurre al último recurso de alzar sus ojos al Cielo e invocar a Dios su socorro, confiando que no se lo negará. Entonces recibe paz en su corazón, por la certeza de que ¡ángeles espirituales y ángeles de carne y hueso, vendrán en su auxilio!
 

Buscando la verdad
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Carlos D. Mesa reconoce los logros de Luis Arce

“El ministro Arce demostró un manejo adecuado de la macroeconomía en todos sus ámbitos, manejo acompañado por la exhibición de unas cifras simplemente impresionantes. Tamaño del PIB nacional, crecimiento anual de ese PIB, inflación controlada, reservas internacionales, superávit fiscal, son contundentes”. (Carlos Mesa G. Economía, La Prueba De Consistencia. Fuente: Diario Página Siete. 2015)

Otro escrito de Carlos Mesa reconoce que la vida de los bolivianos y la competitividad del país cambió en la gestión del MAS, escribe Carlos Mesa:

 La inversión intensa y sostenida en infraestructura, con antecedentes relevantes durante el período democrático, cobró un ritmo y una velocidad que permiten pensar que el país por fin recupera competitividad y transforma las vidas de compatriotas que por siglos vivieron cerca de una mala carretera de tierra, sin luz y sin agua. Bolivia, finalmente, puede completar su camino de modernización . (¿Modernización tardía? Fuente: Pagina Siete. 2015)

En sus dos artículos referidos a la “Pobreza, Logros y Desafíos” Carlos Mesa escribe:

 “…Uno de los logros relevantes de este gobierno es, sin duda, el significativo avance en la lucha contra la pobreza. La pobreza en general ha disminuido de más de 60% en 2003 a 45% en 2013, y la pobreza extrema de 40% en 2003 a 21% en 2013. El avance más significativo en sólo ocho años del que tengamos memoria” (Lucha Contra La Pobreza: Logros Y Desafíos. Blog De Carlos Mesa 2013)

Postura que ratifica en noviembre de 2017, cuando indica:

 “la pobreza disminuyó de casi el 60% al 39%, una cifra notable, 21 puntos menos, mientras que la pobreza extrema pasó de 36,7% a 16,8%, una reducción de más de la mitad. Se trata de un rango que no tiene precedentes en nuestra historia y que no podemos menos que reconocer”. (Carlos Mesa Pobreza, Logros Y Desafíos Fuente: Diario Página 7. 2017)

Además, Carlos Mesa reconoce el sólido Modelo Económico de Luis Arce Catacora y que gran parte del éxito de Evo Morales se debe al mismo cuando Señala:

 “Uno de los ejes fundamentales de todo el andamiaje de este proceso político ha estado en el ministerio de Economía y Finanzas” “Los pros y contras de lo hecho hasta ahora estuvieron siempre bajo el brillante celofán de unas cifras macroeconómicas que no permiten discusión”. “(…) la grasa acumulada en casi una década permitiría a Bolivia pasar el trance de la caída de precios con tranquilidad” (Carlos Mesa G: Economía, La Prueba De Consistencia. Fuente: Página 7 2015).

Nadie que no sea admirador de la capacidad de gestión de una persona, escribe así, peor si se compara a Evo Morales con el mismísimo Libertador Simón Bolívar como hace Carlos Mesa en 2010:

 “El Presidente Morales es en ese y otros muchos sentidos un caso excepcional. Lo es porque como nunca antes desde Simón Bolívar a hoy, una figura política cobró una trascendencia mediática de tal magnitud, es además la figura boliviana de mayor proyección internacional que hayamos tenido nunca.” (Carlos Mesa G: Morales, Las Razones De La Entraña. Fuente: Blog Personal De Carlos Mesa 2010)

Estos escritos, entre muchos del 2010 al 2017, demuestran una constante en el pensamiento de Carlos Mesa respecto al MAS y a Luis Arce.

Para concluir:

1.-  Más allá de cualquier crítica, el Carlos Mesa Escritor, docente, historiador y periodista reconoció Los Logros De Evo Morales Y del ahora candidato del MAS IPSP Luis Arce Catacora. En tanto el Carlos Mesa candidato tiene otros juicios que le muestran como una persona ambivalente e indecisa.

2.- Los argumentos de Carlos Mesa no son los de un candidato comprometido a vencer a Nuestro Partido (recordando su último envalentonamiento de caricatura), sino, los de un jefe de campaña o Militante del MAS, es decir: LOS DE UN HOMBRE QUE VOTARIA EN URNAS POR LUIS ARCE CATACORA. Tampoco es para menos, muchos periódicos mencionan a LUIS ARCE como: “El Padre Del Milagro Económico en Bolivia”, “El Cerebro Detrás Del Éxito De Morales En Bolivia” The Wall Street Lo Menciona Como “El Artífice Del Resurgimiento Económico En Bolivia”

3.- Mas allá de cualquier postura política, instituciones como el FMI, la CEPAL, Publicaciones de CLACSO, Universidades e intelectuales de diferentes países, incluyendo al Candidato Carlos Mesa reconocieron el Éxito Del Modelo Económico En Bolivia, haciendo de Luis Arce un Hombre admirado tanto por sus enemigos como por sus amigos. A pocos meses de las elecciones, ese sereno y paciente Exministro de Economía es uno de los candidatos con mayores posibilidades de vencer en las urnas.

OPINIÓN
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De la imprevisibilidad contractual en la Fuerza Mayor, Caso Fortuito, e Imposibilidad Sobreviniente

Con relación a la aplicación de la fuerza mayor y el caso fortuito a raíz de la pandemia, seguimos el criterio del árbitro colombiano Fauricio Mantilla quien cita a H.L. Mencken: "Para todo problema complejo hay una respuesta que es clara, simple y equivocada."

Pareciera ser que la fuerza mayor como causal justificada de incumplimiento de obligaciones durante la pandemia es la respuesta clara y simple; sin embargo, considero que es la equivocada. Desde el punto de vista de las obligaciones contractuales existen normas específicas que regulan la imposibilidad temporal o definitiva del cumplimiento de las obligaciones pendientes de cumplimiento, aun en el escenario de pandemia.  

La situación actual, aparentemente surge de un hecho imprevisible, el cual es una característica común en la fuerza mayor y el caso fortuito, por lo que me permito resumir el contenido y la extensión de este concepto en la primera parte de este artículo para finalmente exponer una visión de solución a la situación de las obligaciones contractuales en los tiempos actuales.  

La imprevisibilidad emerge de la falsa presunción de creer poder comprender, creer poder explicar y tener control de una realidad o una serie de eventos que en realidad no entendemos completamente. Tal como expone Assim Nicholas Taleb en su libro "El Cisne Negro", "…en el campo de la imprevisibilidad es más importante lo que no sabemos que lo que sabemos."

En la visión de Assim considerar que la realidad es predecible y las cosas saldrán como las esperamos, surge de la ilusión del creer comprender una realidad mas complicada de la que queremos formar parte, quedando atrapados en la ceguera de la esperanza.

Cuando el evento imprevisible emerge, viene el golpe de realidad y cuando se mira en retrospectiva el evento, no parece tan imposible ni improbable. Por ejemplo, la Pandemia que actualmente vive el mundo, era un evento previsible: estudios en virología indican que cada 40 años la influenza hace una mutación que tiene alta probabilidad de volverse una pandemia; lo que quiero decir es, que este evento no es una situación impredecible a nivel de derecho público y de política de salud pública.

Sin embargo, lo que fue totalmente imprevisible para todos los actores Estatales, comerciales e industriales fueron las consecuencias directas e indirectas y el alto costo que pagaríamos por no saber prepararnos para afrontar un problema previsible. Actualmente, solo Estados Unidos de Norte America tiene que hacer un aporte de siete mil millones de Dólares a las pequeñas y medianas empresas para evitar quiebras masivas y contracciones de la demanda que generen pérdidas multiplicadoras.  

Sin embargo, dentro de las relaciones contractuales de derecho privado y comercio internacional ¿se puede considerar a la pandemia como una causal de fuerza mayor? Entiendo que no, en razón a la exposición que expongo a continuación.

En el derecho boliviano, los institutos de la fuerza mayor y el caso fortuito no están reglados expresamente en el Código Civil, sino que se aplican en base a la construcción jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia en base a la interpretación del artículo 379 del Código Civil el cual esta inserto en el Titulo II ¨de la extinción de las obligaciones e indica:

 “Art. 379 (Imposibilidad definitiva) La obligación se extingue cuando la prestación se hace imposible definitivamente por una causa no imputable al deudor.”

Por otro lado, el artículo 633 del Código Civil regula la hipótesis del perecimiento de la cosa, es decir que en caso de que la cosa vendida perezca por vicios (daños por el almacenamiento, vencimiento del producto, etc) el comprador puede pedir la resolución del contrato y, aclara: si el vicio emerge por caso fortuito solo se puede solicitar la reducción del precio.

La legislación civil y comercial boliviana trata la problemática desde la teoría de los riesgos dentro la figura de la compra venta y las obligaciones en general y recurre a la imposibilidad sobrevenida para resolver los problemas puntuales de cada tipo de obligación. Por lo que es necesario analizar caso por caso, si la obligación fue de imposible cumplimiento a raíz del Decreto de Emergencia Sanitaria y de la Pandemia, es decir, son dos fuentes diferentes de las cuales puede emerger la situación de imposibilidad.

En el derecho nacional el Auto Supremo Nº 159/2012 Expediente A 238/2008 “Vinto contra G. Regional de Impuestos Nacionales”, establece el criterio de fuerza mayor y caso fortuito: “… Al respecto, la fuerza mayor es entendida… en sentido que: "Llámase así al suceso que no ha podido preverse o que, previsto, no ha podido evitarse. Los casos fortuitos, lo mismo que los de fuerza mayor, pueden ser producidos por la naturaleza o por el acto del hombre.”

El Auto Supremo 1395/2016 relativo a cumplimiento de obligación rescata la opinión doctrinal de  Jorge Joaquín Llambias al referirse a los caracteres de la fuerza mayor o caso fortuito como causas que impiden el cumplimiento de la obligación, indica:

“La imposibilidad de cumplir puede ser definitiva o temporaria. En ambos supuestos constituye un casus, pero mientas la imposibilidad definitiva libera al deudor, la meramente transitoria sólo lo exime de los daños y perjuicios moratorios, manteniendo el vínculo obligacional. Por esto es que el deudor está precisado a satisfacer la prestación debida inmediatamente después de la cesación del impedimento temporario que obstaba al pago”.

Tratado de Derecho Civil, Obligaciones, Tomo I, Séptima Edición Actualizada 2012.

A manera de generar debate, por ejemplo, en la jurisprudencia colombiana, no se puede iniciar una ejecución dineraria en contra de una persona que ha sido secuestrada.

A través de los Decretos de Emergencia ¿podemos considerar que las restricciones a la circulación y las restricciones a la libertad de los ciudadanos han impedido el cumplimiento de sus obligaciones contractuales, o solo convirtió sus obligaciones en más onerosas o costosas de cumplir?.

Para aplicar la fuerza mayor y el caso fortuito se deben probar ante un tribunal y este debe calificar cada caso en concreto: que el evento fue imprevisible, irresistible o que habiendo sido previsto fue irresistible y externo, es decir ajenos a la propia culpa del deudor.

Los efectos que tiene el caso fortuito y la fuerza mayor son:

a)    hace imposible el cumplimiento de la obligación,
b)    exime de la responsabilidad del aparente dañador,
c)    extingue la obligación que genera el daño contractual, pero no extingue el contrato.

Se debe determinar judicialmente o arbitralmente que obligaciones se extinguen y cuales no; por ejemplo,  en un contrato de obra de un edificio, la obligación principal se ejecuta y una obra accesoria queda sujeta a imposibilidad de cumplimiento, por lo que el propietario no puede cumplir con la entrega a sus compradores de los departamentos prometidos. A raíz de este escenario puede iniciarse una cadena de incumplimientos contractuales con los compradores de los inmuebles de la propiedad horizontal

Sin embargo, aconsejar el debate judicial y arbitral implicará mayores costos para las operadores comerciales. Las tensiones y pérdidas económicas que surgen a raíz de los Decretos Supremos de Emergencia Sanitaria requieren que los operadores comerciales busquen soluciones expeditas que aminoren los efectos multiplicadores de pérdidas en sus transacciones, por lo que no deberían asumir que las obligaciones contractuales y los contratos han quedado extinguidas a raíz de los Decretos de Emergencia Sanitaria.

Los operadores comerciales deben partir del criterio de la renegociación de los contratos para lograr la paz social en base al solidarismo contractual. Esta renegociación debería realizarse en función del equilibrio de la ecuación económica que dio vida a la operación comercial y buscar en el marco de la conciliación a través de un Centro que facilite y avale sus acuerdos en un una salida expedita a través de un Acta de Conciliación la cual tendrá el mismo valor de cosa juzgada que una sentencia.

Resaltando que muchos Centros de Conciliación y Arbitraje nacionales e internacionales como la Cámara de Comercio Internacional han seguido en pleno funcionamiento y alejados de la sobre carga judicial y la falta de acceso a justicia digital; y otra vez, alejados de la imprevisibilidad que puede generarse dentro de un proceso judicial.

 

Opinión
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Eternamente secuestrada

Pasaron los años, muchas personas quisieron y se hicieron cargo de ella. No precisamente por amor, como sus padres lo hubieran hecho, sino porque descubrieron que ella tenía una descomunal riqueza heredada. Sus tutores, rápidamente se convirtieron en sus administradores, malgastando las riquezas, violando sus derechos (…), incluso no faltaron quienes comerciaron con ella, generando lesiones indelebles de tal magnitud, que pueden ser catalogadas como mutilaciones.

Tal era su riqueza, que muchos de los tutores asesinaron a sus predecesores para poder hacerse cargo; así pasaron los años, hasta que no todo se desvaneció.

Ella, para sobrevivir, prefirió la calle y pedir limosna en el anonimato. Luego de tantos días grises, levantó la cabeza y decidió hacer las cosas por sí misma. Se cambió el nombre, empezó a autoadministrarse, consiguió excedentes económicos fruto del esfuerzo de su trabajo y empezó a ayudar a la gente, quienes inmediatamente se prestaron a colaborarla; al poco tiempo, se convirtió en una empresaria exitosa, innovando casi en todos los rubros económicos. Por ende, dejó de mendigar en las calles para convertirse en una empresaria prestigiosa con ganancias hasta en el espacio. Como era de esperarse, al dejar el anonimato empezó a recibir muchas críticas -sin embargo-, a ella no le importó y siguió creciendo, cogió valor y empezó a denunciar internacionalmente las mutilaciones que había sufrido, persiguió penalmente a los tutores que más daño le habían hecho, fue reconocida a nivel mundial por todo lo que había alcanzado. La llamaron “el milagro económico”.

Las riquezas, los logros y todo lo conseguido en tan poco tiempo, hizo que todos poco a poco olvidaran su historia, empezando a cuestionarla día y noche, sin descanso, poniendo en duda su integridad y todo lo que había alcanzado, hasta que llegó el día en el que la población “sugirió” que todos los recursos que ella había obtenido mediante su trabajo y esfuerzo debían ser administrados por un nuevo tutor. Nuevamente, aparecieron los buitres, descuartizando todo lo que había construido en tan poco tiempo.

Finalmente, eso fue lo que sucedió. La “justicia” la obligó a tener un tutor o tutora que administre los efímeros recursos que quedaron, porque ella nunca tuvo voz, ni pudo expresar lo que sentía. El 2025, Bolivia cumple 200 años, ella no quiere volver a pedir limosna, ni ser descuartizada por viejos carroñeros, quiere tener un tutor, como lo hubiera sido su padre.

 

Opinión
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Mesa y el justo medio

El candidato de Comunidad Ciudadana Carlos Mesa decidió en las últimas semanas apuntalar su candidatura desde el medio. En efecto, la reelección de Evo Morales generó un escenario de polarización social caracterizado por la radicalización ideológica de las fuerzas políticas, la conformación y homogenización de dos bandos sociopolíticos y la hostilidad hacia determinados grupos sociales asociados al oficialismo de entonces. Las fuerzas de oposición se beneficiaron de una oportunidad histórica para copar el Estado, construir un proyecto político y generar adhesiones en función de la fisura masismo/antimasismo. Pronto las ilusiones se esfumaron, el posevismo propició paradójicamente disputas internas entre los partidos políticos antimasistas, la unificación de bloque indígena popular y un acelerado deterioro del gobierno de transición mermado por los episodios de violencia estatal y las denuncias de corrupción, nepotismo e ineficiencia en la gestión de la crisis sanitaria. Este rápido descrédito de las fuerzas políticas de la derecha más radicalizada generó una ventana de oportunidad para que Carlos Mesa se presente hoy como un “verdadero conciliador”.

El argumento aristotélico del justo medio establece una relación directa entre la norma y la organización de la comunidad, en el que el medio tiene la capacidad de solapar la disputa entre “los que tienen demasiado y los que tienen poco”. Así, en teoría, la equidistancia con los extremos y su preponderancia sobre ellos, propicia una relación de equilibrio, evita la “perversión” del Estado y aplaca el conflicto. En la misma línea, la estrategia mesista del justo medio procura disolver el juego de suma cero de las fuerzas políticas en pugna, apostando por un discurso racional y modernizador apegado a la superación civilizada de las pasiones y al formalismo de los iguales, en un contexto en el que la desigualdad y la contradicción de los bloques sociales se exponen descarnadamente. El discurso del medio busca interpelar a las clases medias movilizadas en “la revuelta de las pititas”, desde una tradición semántica que las asocia ahistóricamente a la moderación, la mesura y a la participación política virtuosa. Así, el efecto performativo desplaza la categoría pueblo hacia la de clase media, o transita de movimientos sociales a comunidad ciudadana. Más aún, el tercero incluido busca nutrirse de la polarización aplicando una retórica escolástica y personalista, en el que el capital social y cultural del candidato opere como imán de irradiación. La maniobra puede resultar efectiva en campaña electoral, pero los gobiernos no se esgrimen en la abstracción.

La intención de Mesa de situarse en el medio devela su estrategia de desmarcarse de las disputas efectivas del campo político y de politizar problemas comunes que en su momento impregnaron al masismo y que ahora perviven en el gobierno de Añez: la corrupción, la ineficiencia y la división. De ese modo, el cariz post político de la campaña mesista busca dejar atrás las viejas disputas ideológicas para abocarse en la administración y gestión pública neutral, eficiente y responsable, en tanto los problemas públicos son entendidos como gestión de los asuntos sociales, eludiendo su dimensión eminentemente política. Desde esta visión, la resolución de los problemas sociales concierne a la reivindicación de ciertos sujetos y procedimientos: la tecnocracia y la política de las “buenas formas”, o en concreto, de las instituciones liberales y de la política de los notables. Efectivamente, la agenda de la transparencia y la eficiencia impregna la cultura política general y, en tanto, se aborde como reivindicaciones puntuales dislocadas de su sustrato material, puede hábilmente desmarcarse de los clivajes izquierda/derecha.

Lo cierto es que este precepto de acción moral que supone una solución universal a los problemas sociales más diversos no puede abstraerse del contexto político en el que se emplea. La apuesta por el justo medio, lejos de la neutralidad, al privilegiar un determinado orden de cosas y una específica visión de la política inclina la balanza del poder y destierra a todo lo otro bajo el argumento de la neutralización del conflicto antes que de su resolución. Más aún, si se considera que la polarización alude a una específica configuración de la correlación de fuerzas de la que los sujetos no pueden abstraerse por puro voluntarismo y elucubración. La polarización centrífuga que hoy configura el campo político expulsa a cualquiera de las fuerzas existentes hacia los extremos, de tal modo que en el mismo momento en que uno se implica en el conflicto, toma posición. Al fin y al cabo, al definirse el centro como ni de izquierda ni de derecha extrae de la polarización su propio sentido, sin poder sin embargo llegar nunca a conciliar intereses que son por su naturaleza contrapuestos. Por último, si adicionalmente tal polarización se demarca en términos raciales y de clase, el esquema moralizador del justo medio se tambalea, pues el medio aun pudiendo llegar a serlo, jamás llegará a ser justo.

Opinión
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Ley de estados de excepción: ¿ahora, cómo y quiénes?

La Asamblea Legislativa ha propuesto una ley destinada a regular los estados de excepción, conocidos como estados de sitio. La CPE de 2009 contempla aquella figura absolutamente excepcional por naturaleza, puesto que implica restringir derechos y garantías, tratándose de casos muy extremos: peligro para la seguridad del estado, amenaza externa, conmoción interna o desastre natural.

En abstracto y con una buena dosis de ingenuidad si es que no estupidez, podríamos entender esa iniciativa legislativa como ejercicio de una de las piedras angulares de cualquier estado sujeto al imperio del derecho, como es la garantía de legalidad cuya otra cara es la reserva legal: los derechos y sus garantías, sólo pueden regularse por ley; por lo que en el caso concreto, podría sostenerse que la ALP asumió la difícil tarea que en el caso concreto es aún mucho más compleja y sinuosa, para regular por ley formal aquella situación excepcional. Lo usual (en teoría) es dar lugar a la progresividad de derechos (art. 13.I de la CPE y 26 de la CADH) y no lo contrario, aun bajo el paraguas constitucional.        

Ahí es donde surge indagar (nos) sobre el ahora, el cómo y el quiénes: ¿Cómo es que ahora, más de 10 años después de vigencia de la nueva CPE, la ALP decide regular los estados de sitio? Tratándose de una medida restrictiva de derechos por naturaleza, al menos avispado debe llamarle la atención que recién se les haya encendido el foquito para hacerlo. Durante el régimen de Morales al que la mayoría de la ALP sólo sirvió de celestina, pese a que el zar de la justicia plurinacional había sentenciado que se necesitarían 100 leyes de desarrollo constitucional, la ALP no movió ni un dedo y menos levantó la mano, en esa dirección: ¿No le convenía al régimen y ahora sí? ¿Esa ley forma parte de un combo que viene con la voladura de torres de comunicación, apaleo de personal sanitario y otros delitos que las huestes del fugado están perpetrando, incluso perversamente en plena 40ntena?         

En lo que respecta al cómo y quiénes, hay que admitir que esa ley destinada a regular estados de sitio en el marco de las prohibiciones que la misma CPE impone y también la CADH, constituye una medida de alta filigrana legislativa, para la que existe plena prueba más allá de toda duda razonable que su mayoría que sólo levantó la mano cumpliendo los delirios de su jefazo y Cia, han dado sobradas muestras de absoluta incapacidad.  Pese a la citada progresividad de derechos, a la jerarquía y supremacía constitucional y al bloque de constitucionalidad y convencionalidad boliviano, los asambleístas –de la anterior y de la actual mayoría- sólo levantaron la mano para aprobar cualquier cosa que sus amos del anterior ejecutivo les ordenaron hacer, incluso bajo plazo y conminatoria. 
Así las cosas, estudiar, debatir y en suma, legislar genuinamente una norma de la naturaleza y complejidad destacada que insisto, acarrea el ejercicio de verdadera filigrana legislativa, constituye una tarea completamente ajena para aquella mayoría acostumbrada sólo a levantar la mano aprobando lo que sea que se les ordene y, muestra que nuevamente, así como ocurrió con las leyes 04, 007, 586 o 1173 entre muchas otras, una Asamblea Legislativa en constante off side por su celestinaje al ejecutivo cuando es de su signo y ahora por su torpedeo cuando no lo es, ha terminado abdicando su elemental razón de existir: razonar, fiscalizar y sancionar, pero no en función a la consigna de su prófugo amo, sino inspirada en aquellos bloques constitucionales y constitucionales, el Debido Proceso Substantivo o en el bien común, incluso pese a que el legislativo, por su naturaleza partidaria, debe reflejar aquellas posturas. ¿Los actuales legisladores demostraron tener madera para ello?... PLATON decía: “El legislador no debe proponerse la felicidad de cierto orden de ciudadanos con exclusión de los demás, sino la felicidad de todos”.
 

PAREMIOLOCOGI@
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Lo que hacía Napoleón Bonaparte

En momentos en que la pandemia del Covid-19 hace estragos en el mundo, cuánta indignación causa el oír a cierta gente negar esta realidad que enluta al pueblo boliviano; opinar que lo del coronavirus es montado; que se paga para que aparezcan muertos; que el virus -si existe- solo sale de noche; que ahora se esmeran en “fiscalizar” los recursos que llegan del exterior para combatir este mal (cuando antes no lo hicieron); que hay que hacer las elecciones sí o sí en septiembre, justo cuando el Ministerio de Salud pronostica 130.000 contagiados para ese mes. ¡Cuántas vidas se perderán por el egoísmo o la ignorancia de unos cuantos!

Ignorante es aquel que no tiene acceso al conocimiento, lo que es frecuente en Bolivia en la gente pobre de la que se dice que superó el analfabetismo, pero apenas pueden escribir su nombre, pero si leen algo más que eso no entienden porque son “analfabetos funcionales”, esos de los que los políticos hacen gala considerándolos apenas un número, un objeto para satisfacer sus egoístas apetitos personales.

Frente a tanta infamia, a continuación -sujeto a comprobación- parafraseo un texto que circula por las redes atribuido a Ruy Barbosa de Oliveira (1849–1923), escritor, jurista y político brasileño, que refiriéndose a Napoleón Bonaparte, uno de los mejores estrategas militares, dice que clasificada a sus soldados en cuatro categorías: 1) Los inteligentes con iniciativa; 2) Los inteligentes sin iniciativa; 3) Los ignorantes sin iniciativa; y 4) Los ignorantes con iniciativa.

A los inteligentes con iniciativa, Napoleón los hacía Comandantes Generales, eran sus estrategas. A los inteligentes sin iniciativa, los dejaba como oficiales para recibir órdenes superiores y cumplirlas con toda diligencia. A los ignorantes sin iniciativa, los colocaba en el frente de batalla, como carne de cañón.

¡A los ignorantes con iniciativa, Napoleón los odiaba! Pues: Un ignorante con iniciativa es capaz de hacer enormes barbaridades y luego, disimuladamente, intentar ocultarlo. Este tipo de ignorante hace lo que no debe, habla lo que no corresponde, se mete con quien no debe hacerlo y después dice que no lo sabía. Este ignorante hace perder buenas ideas, buenos proyectos, buenos clientes, buenos administradores, buenos hombres públicos. Así las cosas, los ignorantes con iniciativa son un gran riesgo para el desarrollo y el progreso, porque son demasiado astutos para ocupar cargos sin ninguna idoneidad (cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia).

Buscando la verdad
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El factor de escasez de Bitcoin

Imágen: Internet

Fácil, ¿no? Esta criptomoneda fue creada en 2009 por Satoshi Nakamoto, un personaje ahora desconocido que decidió mantenerse en el anonimato una vez que incrustó en el Internet e hizo funcionar el software de código abierto de su invención.

Para él, Bitcoin era su regalo al mundo en respuesta a la grave crisis financiera de 2008, surgida después del hundimiento de Lehman Brothers, y la necesidad de crear un sistema financiero entre personas sin la participación o intermediación de ningún tercero; en pocas palabras: transferencia de valor de persona a persona. Se dice que Satoshi puede haber sido un hombre, una mujer, o incluso un grupo de personas que decidió, o decidieron, darle ese nombre al creador de la criptomoneda.

Hoy en día Bitcoin o BTC es usada por millones de personas que realizan transacciones por más de $us 15 mil millones de dólares en promedio de manera diaria. Muchos pueden caracterizar a Bitcoin como algo pasajero, una burbuja, la moda del momento, una inversión riesgosa, una gran oportunidad, o incluso como un activo especulativo; sin embargo, Bitcoin ya cumplió más de 10 años de vida sin nunca haber sido “hackeada” o vulnerada ninguna manera. Puede que muchas personas estén en desacuerdo con esta afirmación, pero Bitcoin está aquí para quedarse.

En nuestro País, el Banco Central de Bolivia (BCB) emitió la Resolución de Directorio No. 044/2014, en respuesta a las estafas piramidales que usaron el nombre de Bitcoin para engañar a muchos; algo que le dio mucha mala fama en nuestro país.

Esta Resolución prohíbe taxativamente el uso de monedas no emitidas ni reguladas por Estados, países o zonas económicas y de órdenes de pago electrónicas en monedas y denominaciones monetarias no autorizadas por el BCB en el ámbito del sistema de pagos nacional, haciendo mención específica de Bitcoin.

La disposición busca evitar los engaños a la población, mantener la estabilidad y el uso de nuestra moneda de curso legal, el boliviano, y que no se causen perturbaciones al sector financiero nacional que ocasionen zozobra en la ciudadanía.

Sin embargo, a pesar de la prohibición de uso dentro de nuestro país, el fenómeno del comercio mundial por el Internet, la necesidad de reducir los costos por el envío de remesas, el cortar gastos provenientes de costos bancarios por transacciones, y las oportunidades brindadas por las nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial, no impide que los ciudadanos bolivianos, al igual que millones de personas en el mundo, usen o acumulen Bitcoin de manera diaria en el Internet.

¿Pero por qué resulta actualmente de mayor interés acumular Bitcoin más que usarla? La respuesta es simple: Bitcoin es un activo digital escaso.

Para poder explicar esto, sin entrar en aspectos técnicos, debemos hablar sobre el proceso de obtención de nuevos Bitcoins que es denominado “Minería Informática”. Esta minería es realizada por miles de computadoras esparcidas alrededor del mundo que validan transacciones dentro de la red de Bitcoin denominada “Blockchain” (Cadena de Bloques) a cambio de nuevos Bitcoins minados. Estas computadoras enlazadas son mantenidas por usuarios de Bitcoin que las tienen funcionando en diferentes lugares de manera voluntaria validando transacciones con la simple ejecución de un software; no es necesario que la persona realice ningún trabajo manual, la computadora solo es dejada funcionando conectada al Internet.

Para ilustrar este proceso se puede usar el siguiente ejemplo: imagine que usted manda un (1) Bitcoin a su hermana que vive en México como regalo de cumpleaños, esta transacción ingresa al mencionado espacio dentro del Internet llamado Blockchain y es automáticamente sorteada entre todos los mineros disponibles en la red; el minero elegido valida la transacción según los registros almacenados en el Blockchain y recibe a cambio de su trabajo fracciones de Bitcoins recién minados.

Cada Bitcoin es divisible en cien millones de fracciones (1.00000000 BTC) denominados cada uno Satoshis o sats, siendo 1 BTC equivalente a 100 millones de satoshis; esto en honor al creador de la criptomoneda. Entonces, si esto es así, ¿por qué Bitcoin es escasa? La razón de esto es porque Satoshi Nakamoto, a través de su inteligencia y genialidad, programó el código de Bitcoin para que solo puedan minarse 21 millones de Bitcoins hasta el año 2140. Sí, léanlo bien, solo pueden existir 21 millones de unidades de Bitcoin en el mundo.

Esto significa que, en la actualidad, considerando que existen 7,6 mil millones de personas a nivel mundial, cada ciudadano del planeta solo podría poseer 0.0028 BTC, o 280.000 satoshis, o 0,28% de un solo Bitcoin. Ésta es la razón por la que Bitcoin es extremadamente escasa.
Bitcoin presenta un modelo deflacionario ya que solo se pueden crear 21 millones de unidades hasta máximo el año 2140, imposibilitando lo que hacen la mayoría de los Bancos Centrales del mundo que es imprimir cada vez más y más billetes dando lugar a que la inflación crezca.
La idea central es que Bitcoin se aprecie cada vez más a medida que su adopción aumente por el mundo y las personas caigan en cuenta que incluso poseer un solo Bitcoin será un lujo inmenso.

Para establecer esto en perspectiva, sería imposible que todos los millonarios actuales del mundo (que son aproximadamente 36 millones globalmente) puedan tener un solo Bitcoin cada uno. Esta razón es por la que muchos usuarios de la criptomoneda se encuentran actualmente en fase de acumulación de Bitcoin; en pocas palabras, ¡están ahorrando BTC como locos!

El precio actual de Bitcoin es de $us 9.500 por 1 BTC al momento de redacción de este artículo. Ya pasó mucho tiempo desde aquel 5 de noviembre de 2009 cuando se registró el primer precio de Bitcoin con relación al dólar (1.309,03 BTC por $us 1).

Es verdad que el activo es riesgoso, que presenta mucha volatilidad, y que podría ser propenso a un engaño de parte de criminales en el Internet; definitivamente no es algo que pueda recomendarse para las personas nerviosas o para aquellos que busquen ganar dinero rápido o no entiendan la exposición al riesgo.

Este es un juego a largo plazo y los que participen deben creer en los fundamentos y en el propósito general de Satoshi Nakamoto para Bitcoin: proveer libertad financiera a todos los ciudadanos del mundo. Bitcoin no tiene una empresa que la respalde, no tiene un Presidente Ejecutivo, no tiene un departamento de marketing, no es parte de un gobierno o de un país; simplemente es un software que funciona independientemente en el Internet y que fue creado para transferir valor entre personas sin la intermediación de nadie. Ya son 10 años en los que Bitcoin ha sobrevivido ataques a su red de parte de hackers y nunca pudo ser destruida. Entonces, ¿no crees que sería una buena idea empezar a acumular algo de Bitcoin? En las palabras del multimillonario emprendedor y dueño de los Dallas Mavericks, Mark Cuban, “pongan 1% de su patrimonio neto en Bitcoin, uno nunca sabe”.

 

OPINIÓN
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