Blogs

¡Por la pura gracia de Dios!

¿Sabía Ud. que, así haga el hombre su mayor esfuerzo para lograr algo, se prepare de la mejor forma para conseguir alguna cosa o adquiera el mayor conocimiento, hasta pasar por erudito, si Dios dice “no”, nada de eso se dará? Por el contrario ¿sabía que pese a que una persona sea débil, pobre e ignorante, si a Dios le place que surja, así será? ¿Sabía que Dios siempre tiene la última palabra?

Digo esto por lo que aconteció con un evento realizado la noche del pasado 7 de mayo -contra viento y marea, con mil y una dificultades, escasez de tiempo y recursos- pero, por la pura gracia de Dios, el Acto de Posesión de Directorio del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) en el Salón de Convenciones CAINCO, en Santa Cruz, fue, como dijo un gran amigo, el mejor de los últimos 20 años.

No era para menos, considerando la concurrencia superior a las 300 personas, pese a otros tres eventos fuertes, a la misma hora. Como creyente que soy, atribuyo este éxito a que fue, simple y llanamente el favor de Dios manifestado en un ente técnico que, aunque pequeñito, concitó la atención de autoridades, representantes consulares, dirigentes gremiales, empresarios, académicos, prensa e invitados especiales.

El ambiente era de alta expectación, por una parte, y, festivo, por otra, amalgamando variadas emociones durante el Acto que duró casi hora y media, aunque no se sintió, gracias al Programa que incluyó a la Camerata del Oriente, con magistrales interpretaciones y, de otra parte, el sentido homenaje póstumo realizado al expresidente y, hasta junio del 2024, Asesor del Directorio del IBCE, Lic. Antonio Rocha Gallardo (QDDG), recibiendo el galardón su esposa e hijos.

Como no podía ser de otra manera, la toma de juramento al nuevo Directorio, por el Presidente a.i. de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, Lic. Carlos Krutzfeldt Monasterio, fue solemne, como también sus palabras al momento de augurar éxito al cuerpo directivo y destacar el aporte del IBCE al comercio exterior del país, recomendando a la institución: “Continuar siendo firmes defensores de la libertad económica y de la propiedad privada e impulsores de la productividad y la competitividad en el país (…) prestar, además, un oportuno asesoramiento a las entidades públicas para que el gobierno acompañe la promoción y la apertura de mercados externos”.

Naturalmente, habida cuenta de los tiempos que nos ha tocado vivir, con tanta preocupación por la subida del dólar, el alza de precios, el veto a las exportaciones, el menor crecimiento y la mayor deuda pública, entre otras, la gran expectativa era escuchar los discursos de los Presidentes saliente y electo.

A la gente le encantó el cierre de un corto pero contundente resumen de lo hecho en su Presidencia, del 2023 al 2024, por parte del Lic. Alan Camhi Rozenman, cuando, parafraseando a Martin Luther King, dijo: “Yo también ´tengo un sueño´. Sueño con una Bolivia reconciliada con el trabajo, respetuosa del que invierte, abierta al comercio exterior, moderna en su producción y justa en su distribución. Una Bolivia en la que no se penalice al que produce, sino se lo premie; una Bolivia donde el éxito sea aspiracional; una Bolivia donde los jóvenes encuentren futuro sin tener que buscarlo fuera de nuestras fronteras. Ese sueño no es utopía. Ese sueño es posible si lo construimos juntos”.

Sin embargo, no menos categórica fue la reflexión del nuevo Presidente del IBCE, Lic. Luis Ernesto Castedo Urzagaste, cuando, luego de su análisis sobre la situación del país advirtió que: “El futuro de Bolivia depende de haber aprendido la historia: Hay que cambiar la manera de hacer las cosas, la misma receta ya no funciona. El Estado debe ocuparse de dar seguridad jurídica, seguridad de mercados y seguridad de buenas políticas públicas, para que el empresario invierta, arriesgue, produzca, innove, exporte, importe, pero, también, sustituya importaciones, generando con ello empleos dignos e ingresos para las familias, además de tributos y divisas para el Estado. Así de facilito y difícil a la vez, porque todo depende, de quienes tienen la gran responsabilidad de conducir el destino del país”.

El Acto resultó rutilante y si bien la mayoría salió esperanzada por lo escuchado, todos salieron satisfechos porque a la culminación del Acto, el IBCE, en justicia, distinguió a 5 empresas que sobresalieron en los campos financiero, agroindustrial, comercial, inmobiliario y de servicios -Banco Ganadero S.A.; Granja Avícola Integral Sofía Ltda.; Hipermaxi S.A.; Nueva Santa Cruz – Ciudad Inteligente (Grupo Empresarial Lafuente) e Industrias Gráficas Sirena- mientras que el líder destacado fue el Ing. Mariano Aguilera Tarradelles, quien, a nombre de los galardonados ponderó la premiación realizada a notables esfuerzos familiares que se dan por décadas, invirtiendo, produciendo, exportando y generando empleos, ingresos y divisas para el país, pese a tantas dificultades.

De verdad, fue un maravilloso acto y todo… ¡Por la pura gracia de Dios!

Buscando la verdad
imagenblog: 

Pepe Mújica y su legado ético

Murió hoy día Pepe Mujica, en su Uruguay querido y en su casita sencilla muestra de que no se corrompió, que fue coherente con sus ideas, con su tiempo y sus compromisos revolucionarios en su patria, hacia el mundo. Muere esa izquierda de aquellos tiempos, cuando la ética y la moral eran valores humanos revolucionarios y de entrega a los pueblos hambrientos, precisamente en solidaridad con los desposeídos y marginados del mundo.

En comparación sobran los “revolucionarios” de discurso, de pinta, de café, de chupas y más discursos. O de aquellos que escriben sus desahogos existenciales, cuando ni siquiera están en las marchas contra el genocidio en Palestina. Sobran esos oportunistas de escritorio, militantes de la mentira y el boicot a los movimientos populares.

Muere Mujica dejando un enorme legado contra las prácticas “pragmáticas” de los “revolucionarios” postmodernos. Del montón y la mediocridad absoluta patrimonialista.

Muere Mujica, ese guerrillero comprometido en su coherencia concreta, en las calles, en la miseria donde están las verdaderas trincheras de un revolucionario. Que después fue apresado por la dictadura uruguaya, del Plan Cóndor, para ser torturado y humillado en la cárcel. Pero que no le doblegaron en el alma, que no le hicieron un vengativo y renegado, sino todo lo contrario: más revolucionario y hecho presidente después por su país.

Como presidente absolutamente ejemplar, un servidor del pueblo uruguayo siendo la primera autoridad. Que no necesitaba guardaespaldas, ni autos de lujo, ni fiestas o farras para que los lacayos le adoraran. Mujica enseñó al mundo cómo gobernar si es que realmente se es revolucionario, si es que realmente se está al servicio del pueblo.

También fue un intelectual. Un pensador positivo y equilibrado. No un fanfarrón de la revolución, como tantos en estas épocas oscuras. Le importaban mucho los jóvenes, las nuevas generaciones siempre postergadas en nombre de la falta de experiencia. En nombre de tantas trampas de la razón hegeliana, que sólo bloquean a los jóvenes en todos los rincones del poder.

Su coherencia y claridad ética, le sirvió también para criticar a otros de la izquierda. Con nombres y apellidos. Porque la cobardía es el sello rutinario y la bandera de la hipocresía actual. Por supuesto que podía hacerlo, pues su vida fue un ejemplo de comportamiento revolucionario, de práctica revolucionaria. Entonces podía mirar de frente a los ojos de los demás, y criticar la corrupción de estos tiempos tramposos, de ausencia total de ética y moral. Era un Quijote, cierto, un ser de otros tiempos en dónde no había moda de pose revolucionaria.

Mujica deja un enorme legado ético y moral como revolucionario. Ejemplar ser en función de los más desposeídos y marginados de este mundo. Pero no hay que convertirlo en caudillo, ni en “modelo revolucionario” para no ensuciarlo con las poses postmodernas de los “revolucionarios” actuales. Mujica sólo era coherente como revolucionario: hacer y pensar en consecuencia.

En tiempos violentos e imperiales, donde la consigna es ser pragmáticos y violentos incluso a nombre de la revolución, en tiempos donde la brutalidad es carnet de presentación, en tiempos donde las ideas y los debates han dado lugar a la brutalidad y la ignorancia, extrañaremos a Pepe Mujica. Extrañaremos a ese Quijote de las causas revolucionarias, de las causas por las que valen la pena entregar la vida.

Vivimos tiempos difíciles e injustos. Tiempos de caretas y poses de pantomima, en medio del hambre, de la miseria y de ausencia de justicia en todo el sentido de la palabra. Tiempos en que faltan las palabras de aliento, de esperanza revolucionaria que puedan ser al menos brisas de consuelo para los desamparados.

Pues la muerte es una manera de triunfar en estos territorios desestructurados. La  muerte es una manera de vencer a los fantasmas de la injusticia, de la soberbia y la inutilidad institucional de la justicia. Mujica vencerá con el tiempo y los recuerdos a esos monstruos de la historia, sean coloniales o imperiales, que todavía están disfrutando con la muerte de los sin nombre, de quiénes no pueden hacer nada para defenderse y encontrar algo de justicia y paz.

Los poetas y los artistas se encargarán de mostrar las bondades espirituales de Mujica. Las letras de la literatura o la historia, tienen insumos necesarios para recordarle como revolucionario ejemplar y consecuente. En definitiva, hemos tenido la suerte de escuchar o conocer un ser ejemplar. Quizás con errores por supuesto; pero no con traiciones a las ideas de la coherencia, a las exigencias de los compromisos éticos y morales si es que se es en serio un revolucionario.

Descansa en paz maestro. En el patio de tu casita sencilla, a pesar de haber sido presidente de un país latinoamericano, y no te corrompiste ni te ensuciaste con dineros del Estado, es decir del pueblo. Pues has sido un verdadero revolucionario. Paz en tu tumba.

Opinión
imagenblog: 

¿Izquierda vs derecha o democracia vs dictadura?

Las líneas en la coyuntura están lanzadas, por un lado, la electoral y por otro, la realidad social, son caminos paralelos que hasta ahora no pudieron converger y parece que así no más será. Mediáticamente el proceso electoral tambaleante, esta victorioso, es más importante que las necesidades ciudadanas que han pasado a un segundo plano.

En el proceso electoral no se vislumbran causas ni proyectos de largo aliento, los técnicos han reemplazado a los políticos, el mesías es el gran protagonista, la ciudadanía desdibujada y apática es la base sobre la que los actores políticos navegan en aguas superficiales.

El masismo sabe lo que hace, se da el lujo de pugnar internamente de manera desalmada sin perder de vista su objetivo de poder, en tanto la oposición pelea internamente sin constituirse en alternativa, a lo sumo llegan a conformar equipos electorales.

El oficialismo impuso sus consignas, el proceso de cambio denigró el pasado histórico y a sus actores eclipsando de un solo golpe a luchadores sociales y a instituciones democráticas, instalaron habilmente y con la ayuda de toda la oposición la contradicción añeja entre izquierda y derecha desechando la principal entre dictadura y democracia. 

Los opositores no ofrecen mayores esperanzas, los aspirantes presidenciales  están contribuyendo a no ser parte de la solución sino de la crisis que arrasará con todos ellos. No terminan de comprender que en cualquier contienda política es necesario debilitar al contrincante en lugar de ayudarlo o potenciarlo.

La oposición en sus afanes electorales concluye visibilizando y legitimizando al MAS como si fuese una organización política democrática sin responsabilidad alguna de su conducta fraudulenta y autoritaria y a las cabezas de sus fracciones como adalides de la democracia que pueden convulsionar al país sin sufrir ninguna consecuencia.

Persisten en negar u ocultar el final del estado plurinacional porque temen ocasionar reclamos violentos de los movimientos sociales o reacciones adversas en el ánimo electoral de algún sector social y ser un perjuicio a sus aspiraciones, cuando por el contrario, es el momento de saldar las cuentas y abrir un nuevo periodo histórico con todos los riesgos que esto implica, otorgando al ciudadano cansado de veinte años de autoritarismo, una luz esperanzadora al final del camino. Mantener en la indefinición el debate sobre un nuevo modelo de estado evita el objetar el manejo dictatorial del poder político.

El complemento ideal, que evita desnudar la verdadera identidad del MAS son los efluvios liberales que buscan visibilizarse instalando la contradicción entre totalitarismos, se tragaron la píldora enterita al creer que lo que hizo el masismo esta vinculado a la esencia del socialismo o el comunismo marxista, cuya retórica engañosa fue efectiva y les dio un manto ideológico para disfrazar su verdadera identidad dictatorial.

De este modo, gana el MAS cuando se le otorga el mote de socialista o de izquierda porque evita que se les diga lo que son: una dictadura, la falsa disputa ideológica con el liberalismo le da la posibilidad de seguir en la consolidación de lo que son sin mayores objeciones y les permite posicionar un discurso que los beneficia. En tanto que, desnudar  su condición dictatorial los confronta con la democracia, dejándolos sin discurso.

Lo dicho no es un acomodo pragmático, es determinar la contradicción principal como elemento central en la lucha por la disputa del poder y la reposición de la democracia.

La dictadura instalada por el MAS, es diferente a las que hemos experimentado en el pasado, es astuta, progresiva, construida en el tiempo, no es un facto y recurre al envilecimiento del voto para consolidarse.

El proceso de cambio es una careta con rasgos democráticos, con la que el autoritario puede lidiar con posibles objeciones de la comunidad internacional y resolver las dudas de los opositores despistados que se niegan en reconocer que el estado plurinacional dirigido por una dictadura ha llegado a su fin.

Desde el Sur
imagenblog: 

Todos por el trono, nadie por el control

Mas que candidatos, tenemos un exceso de ilusos. Todos piensan en la presidencia como si fuera el trono de un reino, sin advertir que la corona es menos pesada que el congreso. Es curioso, todos quieren gobernar, pero ninguno piensa en la gobernabilidad. Muy poco se detienen a pensar en que, sin control de la asamblea, lo único que van a lograr es una silla de ruedas, un tubo de oxígeno y un gobierno corto. Y aun así, siguen vendiendo espejitos de colores, otra vez.

El fraccionamiento de la oposición es un espectáculo de soberbia y traición desmedida. Cada quien jala por su lado, convencido de que el sesgo del algoritmo y unos cuantos apoyos en redes sociales se traducen en votos reales. Si por milagro alguno llega a la presidencia, será rehén de su propia vanidad y de un parlamento confeccionado para inmovilizar al Estado. Generar consensos no es una virtud que caracterice ni a Tuto ni a Samuel y a los demás mejor ni mencionarlos, porque de historia, decepciones y virtudes, aun no tienen ni el prólogo.

Pero el verdadero asunto se cocina abajo, en la endeble estructura de naipes de estas alianzas. El casting de los posibles futuros asambleístas, pinta como una serie de bajo presupuesto, un volumen 2 del actual congreso. Los viejos oportunistas, listos para levantar la mano a cambio de un viático, y la conciencia por una comisión. Y ahora también tenemos, a los nuevos oportunistas, una mezcla de entusiastas sin brújula, militantes sin madre, y activistas sin causa que creen que gritar y quejarse en redes equivale a legislar; y condimentemos esto, con posibles traiciones y transfugios. Nadie habla de proyectos, de visión, de país, solo ven cinco años de sueldito, pasajes y selfis desde la testera.

Entre tanto la izquierda, que también anda rota, por lo menos tiene a un votante disciplinado que no sabrá mucho de economía ni de democracia, pero sí entiende que dividirse es perder. Y como si fuera poco, han encontrado en Andrónico al personaje perfecto para vender la ilusión de renovación. Un joven callado, con aura de misterio, que habló tres veces en cinco años, pero insinúa lo suficiente para ser útil. La oposición, en cambio, se devora a sí misma con una saña admirable, un canibalismo electoral tan eficaz que ni el MAS lo podría haber planeado mejor ¡Bravo!

Los candidatos se siguen ajustando la faja para ver a quién le queda mejor la banda presidencial. Pero sin Asamblea, el futuro presidente será apenas un florero decorativo, un personaje irrelevante, inexistente, es decir, un Luchito Arce en potencia. Pero claro, eso no entra en los cálculos de quienes solo piensan en cinco años de gloria.

Lo tristemente alentador es que, al final, no importa por quién ni cuál, se impondrá la detestablemente necesaria “democracia de encuestas”, y el voto, sazonado con pánico y polarización, irá para quien este primero. Ese es el pacto social no escrito. A esta parte de Bolivia, no le importa el color del gato, mientras cace ratones.

Opinión
imagenblog: 

Una política sin alma en la Bolivia de fin de ciclo

La política, en su sentido más profundo, ha sido siempre una expresión de nuestra alma colectiva. No es solo la del poder ni la administración del Estado, sino la manifestación de cómo una sociedad se piensa a sí misma, se sueña, se organiza y se proyecta hacia el futuro. En este sentido filosófico, los partidos políticos solían encarnar diferentes visiones del mundo, donde las ideologías funcionaban como mapas conceptuales, morales y normativos que orientaban la acción colectiva.

Al desplomarse la solidez de estos mapas, el pueblo se encuentra perplejo, ante los actuales contornos inmorales que han secuestrado la política. Los partidos ya no representan ideas; representan al oportunismo de vividores más que a una oportunidad colectiva de transformación social. Lo que antes representaba una identidad colectiva, una visión ideológica y un proyecto de país, hoy ha sido reemplazado por un pragmatismo sin alma. Esta instrumentalización ha despojado a la política de su dimensión simbólica y con ello ha reducido la democracia a una transacción. Ya no se debate el bien común, se negocian contratos; no se construyen soluciones, se reparten escaños.

Los partidos políticos, lejos de ser espacios de reflexión colectiva y de construcción de sentido, se han transformado en cascarones vacios, en “instrumentos políticos” vaciados de contenido, en mero requisito para presentarse a elecciones. Estos “instrumentos políticos” son el equivalente a “vientres de alquiler” que, ante la anomia, prestan su existencia legal a quien pueda pagar o negociar su instrumentalización.

La idea de representación democrática hunde sus raíces en el contrato social, el individuo cede parte de su voluntad a un agente que habla y actúa en nombre de la comunidad. Sin embargo, cuando ese agente deviene en meramente instrumental -un “vientre de alquiler” de aspiraciones particulares-, la noción misma de voluntad general queda vacía. Surge entonces una contradicción ontológica que devalúa la democracia: ¿quién habla en nuestro nombre, en una democracia que no existe?

La crisis del sistema de partidos revela que hemos erigido un mal ejecutado simulacro de representación, llamado democracia, que ha dejado de ser la encarnación auténtica de la voluntad popular. Este vaciamiento de sentido no es un fenómeno aislado, ni reciente. Forma parte de un proceso más amplio de descomposición simbólica. Vivimos en la era de las identidades líquidas como decía Bauman, donde nada permanece, todo se transforma vertiginosamente, y los marcadores de certezas desaparecen. En este nuevo paisaje, los grandes relatos ideológicos que alguna vez articularon una vigorosa democracia con libertad, justicia, igualdad, fraternidad y patria; han sido reemplazados por eslóganes electorales sin densidad, por discursos demagógicos diseñados para fabricar votos.

Frente a esto, no es extraño que las nuevas generaciones se alejen de los partidos. Para muchos jóvenes la política formal ha perdido su aura, se ha vuelto ajena, rancia y desconectada. No es que no les interese lo público o lo político; al contrario, participan activamente en causas concretas -medioambiente, derechos humanos, arte, deporte- pero lo hacen desde otros lenguajes, otros espacios, otras formas. Ya no necesitan una estructura para actuar, ni un partido para sentirse parte.

Así, lo que estamos presenciando no es solo una crisis institucional, sino una crisis existencial de la política, una pérdida de sentido. Y como toda pérdida de sentido, su recuperación no será solo técnica ni jurídica. Requiere una reconfiguración ética y simbólica.

Tal vez, si queremos rescatar la política del abismo de la instrumentalización, debamos volver a pensarla como un acto profundamente humano: el arte de dialogar y escuchar a los otros, con ideales, con conflictos, con contradicciones, con historia, y sobre todo, con responsabilidad. Una democracia gobernada por partidos sin alma, se convierte en un costoso cabaret frívolo e impostor; sin sentido ni futuro, que deja la política, para convertirse en la administración de las ruinas de un fin de ciclo que puede llamarse todo, menos democracia.

Opinión
imagenblog: 

No todos lo aceptaron ni entendieron, el tiempo le dio la razón…

Parece que fue ayer, nomás, pero el tiempo pasa inexorablemente y, tal cual dice la canción, “se nos va, como el agua en las manos”. Han transcurrido dos años desde que el 3 de mayo de 2023, Alan Camhi Rozenman, con apenas 31 años de edad, asumió la presidencia del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). Gran expectativa causó el anuncio de que un “Millenial” conduciría la institución, dada la rebeldía, la fuerza y las habilidades que, como “nativos digitales”, tienen los jóvenes de esa generación. 

Siendo yo el Gerente General del IBCE, doblándole en edad, por una parte; tomando en cuenta los años de vida institucional que llevo, por otra; finalmente, como economista yo, y él también, formado en Estados Unidos -con Especialidad en Administración, Finanzas, Economía y Marketing- debo confesar que fue todo un reto trabajar con un joven capaz, tecnológico y con una gran experiencia en banca y comercio. 

Me acuerdo que desde el mismo inicio de su gestión, marcó la diferencia al cuestionar frontalmente en su discurso el estado de cosas en el país. Más de una de las 300 personas que asistieron a su posesión se debió ruborizar al escucharle decir: 

“¿Es éste el país que queremos? ¿Es ésta la Bolivia con la que soñaron nuestros ancestros?” Para, luego sentenciar: “Si las respuestas fueran “no”, corresponde preguntarnos, entonces: ¿Por qué estamos en esta situación? ¿Vamos en la dirección correcta?” 

Para él, tales cuestiones no eran existenciales ni impertinentes, a su entender, gran parte de la gente se hace las mismas preguntas y, al no hallar respuestas, se angustia. 

Recuerdo que dijo que lo que vivimos hoy es fruto de las decisiones pasadas y que el futuro dependerá de las decisiones que se vayan a tomar, y, fustigó a los malos políticos:
“Es frustrante ver a nuestra clase política perdida, desorientada y desconectada de la realidad (…) Vivimos un momento de incertidumbre y nada puede preocupar más a la ciudadanía que, después de haber vivido un tiempo de bonanza y prosperidad, en el que muchos mejoraron su economía, corran ahora el riesgo de volver a la pobreza, si es que la situación del país desmejora” 

Pero, Camhi no se limitó a una lectura desapasionada de la realidad, sino que aportó con ideas de solución, que en sus dos años de gestión se plasmaron en propuestas públicas desde el IBCE. Como buen economista y empresario, pragmático además, no solo recomendó tomar buenas decisiones, sino, “tomarlas a tiempo, con coraje e inteligencia, pero, también, con la inquebrantable fe de que una mejor Bolivia, es posible”. ¿Clarito, no? 

¡Cuánta razón al decir que un país dividido no prosperará! De ahí su llamado a la “unidad frente a la adversidad”, para “impedir que se detenga el crecimiento, que baje la creación de empleo en el sector formal y que la economía del país se enfríe, porque si esto ocurre, con seguridad impactará a todos pero, mucho más, a los desposeídos y a quienes viven del día a día”. ¿Acertó, no es verdad? 

Conocedor de las bondades del comercio exterior, frente al deterioro de los macro indicadores del país, como la declinación de la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto, la caída de las Reservas Internacionales Netas, el incremento de la deuda pública, el crónico déficit fiscal y comercial, advirtió que se tenga el máximo cuidado en este campo: 

“Cuando se descuida el comercio exterior, particularmente las exportaciones, se llega a situaciones delicadas, como la subida del tipo de cambio que lleva a un impuesto ciego, llamado inflación, ocasionando la pérdida del poder adquisitivo, no solo en el sector formal, sino también, en el informal, que en Bolivia atañe al 80% de la actividad económica, donde no hay beneficios sociales, acceso a la salud, jubilación y las condiciones de trabajo son dolorosamente precarias”. ¿Estaba en lo cierto, no? 

La “unidad frente a la adversidad” promovida desde el IBCE, pasaba por un gran Pacto Social Productivo a partir de la virtuosa tríada “Gobierno-Empresarios-Trabajadores”, para combatir la pobreza, mejorar la educación, el acceso a la salud y para que haya más empleos dignos y sostenibles a partir de la actividad privada. ¿Interesante, verdad? 

Con relación al creciente déficit fiscal, puso el dedo en la llaga: “¿Por qué no bajar el gasto público e incentivar a que el sector privado absorba la mano de obra cesante?” Y respecto a la subvención de los combustibles: “¿Por qué no permitir la libre importación de diésel y gasolina? ¿Por qué no discutir el desmonte de la subvención o un pago diferenciado sin causar inflación? ¿Por qué no dejar que el sector productivo genere su propio biodiésel?” 

No todos lo aceptaron ni entendieron, el tiempo le dio la razón… 

Finalmente, acuñó este gran pensamiento: “La gente quiere certidumbre, no vivir en zozobra; quiere un destino seguro para sus hijos; la gente quiere progresar y vivir en paz”. ¿Está Ud. de acuerdo? 

Acabando sus dos años de gestión, agradezco a Dios por la experiencia tomada y por ganar un amigo: Alan Camhi Rozenman.

Buscando la verdad
imagenblog: 

Armas y desarrollo humano

Los civilizados, educados y cultos occidentales, otra vez están condenando al mundo a una carrera armamentista en nombre de su seguridad nacional. Astronómicas sumas de dinero, se destinarán en artefactos para matar y asesinar poblaciones enteras. Los más sofisticados cohetes e instrumentos de la muerte, serán fabricados demostrando en realidad el verdadero rostro de la civilización occidental: apocalipsis.

Es cierto que las estrategias del capitalismo desde siempre fueron también acudir a las fábricas de armas, para resucitar o recomponer sus economías en tiempos de crisis. Sus políticos se encargan de inventar guerras a lo largo del mundo, pues lo que se fabrica tiene que venderse. Las guerras son negocios simplemente, no importan las vidas humanas.

En estas coyunturas de la historia, sólo verificamos aquella historia repetida desde el siglo XVI. Las potencias capitalistas y no capitalistas, derrocharán enormes cantidades de dinero en fabricar armas; pero otra vez, quedarán postergadas las demandas mundiales respecto del desarrollo humano: salud, educación, trabajo y vivienda. Miles de millones de habitantes del mundo, tendrán que seguir sufriendo en este mundo las consecuencias del sistema capitalista.

Las mentalidades retrógradas de la política, avanzan poco a poco por todo el mundo. Mentalidades conservadoras y poco democráticas; que sólo entienden el lenguaje de la violencia y la fuerza bruta, como los instrumentos cavernarios más viables, pues la razón y los valores democráticos no son sinónimos de convivencia humana. Los genes imperiales de los civilizados occidentales, están sueltos y libres por el mundo: genocidio de Gaza.

Son épocas de paradojas. En pleno siglo XXI y con los supuestos avances más importantes de las ciencias, del pensamiento humano y del desarrollo, nos volvemos a encontrar con los fantasmas de los imperios y colonialismos. Fantasmas que corroen las mentalidades de los países ricos, que los carcomen y les convencen en función de la destrucción humana.

La pobreza y miseria del mundo, que es resultado del capitalismo, es vista como costumbre por las mentalidades conservadoras. Consideran que el destino humano está sellado en sectores que tienen todas las ventajas económicas del sistema; y por las mayorías que se merecen la pobreza por ese destino. Y la violencia es el único artefacto de diálogo real entre clases, culturas y grupos humanos.

También es cierto que el capitalismo salvaje, sedujo a las nuevas generaciones a comportamientos individualistas terribles. Individualismos consumistas, capitalistas y egoístas, que destruyeron poco a poco lo colectivo, o la solidaridad como comportamiento normal de los humanos. El sálvense quién pueda, es la norma y conducta actual, justificada por todos y asumida totalmente por las nuevas generaciones.

Aquellas consignas del desarrollo humano, como sueños mundiales, que se discuten en las NNUU, no se cumplirán por supuesto. Las armas y el odio son lo más importante para occidente. No el diálogo o la solidaridad mundial. No la posibilidad de compartir la riqueza, que además es producto del saqueo de siglos por el capitalismo.

Sin embargo, la experiencia mundial nos señala que los más pobres y marginados del mundo, no son estáticos ni dejan pasar la historia como simples esclavos. Todo lo contrario. La miseria y pobreza genera precisamente rebeldías, que muchas veces son semillas de cambios y transformaciones en la historia. Porque la búsqueda de dignidad es la semilla más importante, de todos los pueblos sometidos o explotados del mundo.

En esta línea, recordamos la derrota de los EUA frente a Vietnam en el anterior siglo. Como la derrota de estos mismos imperiales, en Afganistán hace muy poco. Pues, la dignidad de los pueblos es la bandera más importante, aun eso sea sinónimo de muerte o sufrimientos distintos de pueblos enteros. Al parecer, no hay impunidad total en la historia. Es cierto que varias veces no se hace nada para reivindicar a los muertos, a los torturados o violentados en sus derechos. Pero se sabe quiénes son los culpables del apocalipsis humano.

Las ideas y pensamientos en función de alternativas al capitalismo, siguen su curso. Probablemente duren muchos años, pues seguimos en esta lucha por más de 500 años. Generaciones de sacrificados, ni siquiera recordados por la historia o por las horas cívicas, que han ofrendado sus propias vidas y la de sus pueblos, para continuar en la búsqueda de alternativas por un mundo mejor: al menos más solidario y algo más humano.

Por ahora las armas y el odio son los valores más importantes de occidente. Poco han cambiado respecto del siglo XVI. Solo queda continuar con aquello que empezaron los ancestros allá en siglo XVI. Consolidar con el tiempo la consciencia de que no será fácil, como antes, encontrar la dignidad y el sentido de vida en este mundo.

Pero es preciso continuar, vemos como las mentalidades del odio y la destrucción siguen nomás vigentes. La impunidad no puede ser carta de ciudadanía mundial, sino la construcción de valores universales de la solidaridad, de la convivencia entre distintos y el cambio hacia el cuidado del mundo, donde el capitalismo sea un recuerdo de las tragedias humanas más increíbles.

Opinión
imagenblog: 

Hora de los balances históricos

Cerca del Bicentenario por supuesto que es preciso realizar balances, al menos de manera sucinta y resumida, pues la sobrevivencia histórica de este país nunca nos deja pensar en serio y con prudencia nuestra historia, nuestro presente y peor nuestro futuro. Existen esfuerzos al respecto; pero no estructurales ni mucho menos. Es decir, balances de la economía, de la política, de la ideología, del Estado y la sociedad civil en su conjunto. Todo eso nos daría importantes insumos, para diseñar los próximos cincuenta años. No tendremos ese lujo, al menos tenemos que desahogarnos con balances superficiales y típicamente bolivianos.

Los discursos, por cierto, siempre son las alternativas ante la ausencia de datos, de ciencia, de investigación historiográfica. Eso ya tenemos en abundancia en las aburridas y anti pedagógicas horas cívicas escolares y universitarias.

Personalmente quisiera arriesgarme a considerar algunos cambios, producidos desde la Revolución de 1952. La única que hemos tenido como país, para cambiar realmente las estructuras económicas y sociales de nuestra historia. A pesar de sus limitaciones y sombras, ha removido tectónicamente las capas profundas de nuestra historia. Cambiando los ejes del mismo Estado, como la destrucción de ese Estado oligárquico de 1880 que fue la respuesta a la tragedia de la derrota del Pacífico. Con el mundo indígena al margen de todos los pocos beneficios que tenía la sociedad en general: educación, salud, acceso a la vivienda y el derecho al trabajo.

Años después se intentó cerrar ese círculo con el llamado Proceso de Cambio. Ya vemos también sus resultados y terribles limitaciones. Si bien hubo esfuerzos en la inclusión social; no fue lo mismo con la inclusión económica, pues seguimos siendo el país más pobre del continente vergonzosamente.

La Revolución del 52, que todavía tiene que investigarse en profundidad en sus luces y sombras, fue un quiebre total de época. Las fotos de aquella epopeya son evidentes: mineros e indígenas en armas, custodiando al Estado y cuidando ese proceso emancipatorio para el conjunto del país. Pero cierto que aquella epopeya popular y proletaria fracasó totalmente, no sólo por contubernios internacionales, como los actuales con los aranceles imperiales, sino también por errores internos: políticos, técnicos y de conspiraciones autóctonas de las débiles y poco nacionalistas clases altas y medias altas. Para estas clases el comunismo era un demonio al que había que combatir hasta su exterminio. Fueron los cruzados de aquella época, contra los sindicatos mineros vistos como rojos y peligrosos.

Al final, aquel sacrificio popular y proletario nacionalizó la minería en bien del país, posibilitó el voto universal de millones de bolivianos y universalizó la educación. Ese sacrificio popular y proletario terminó en manos de las dictaduras militares más crueles, sanguinarias en muchos casos, que se prestaron a rifar otra vez las arcas del Estado a intereses foráneos, como a intereses internos de las nuevas oligarquías autóctonas.

Muchos años después, considerando sacrificios sociales, masacres, exilio, muertes de mártires, los proletarios, campesinos, indígenas y clases medias pobres citadinas, abrieron otro boquete a la historia tradicional para imponer un proceso de cambio. También con muchas esperanzas, con mucha alegría y fe en que se abrirían posibilidades de transformaciones económicas y sociales. Otra vez, los errores de concepción de partidos políticos de izquierda, peleas internas de copamiento de espacios estatales, pocas estrategias de largo plazo en la economía, y pues emborrachamiento del poder, como resumen, dicho proceso de cambio termina en la cuneta de la historia. Aunque, aun no se cierra este círculo, sus posibilidades son mínimas por las coyunturas internacionales totalmente conservadoras, el desgaste interno del mismo proceso, y la falta de nuevas ideas de renovación del proceso.

En definitiva, seguimos estancados estructuralmente en lo económico como en lo social. No encontramos los caminos posibles, como país, para encontrarnos entre distintos y por fin construir instituciones serias, modernas, sostenibles en el tiempo, con leyes y normas que se respeten al menos durante medio siglo.

El desorden heredado de la república del siglo XIX, hemos ido arrastrando en estos siglos como costumbre terrible y violenta, con bloqueos mentales y camineros cotidianos, que sólo nos bloquea a todos en el derecho a la convivencia pacífica, económicamente sostenible y con los sueños a cuestas. Dejando en la orfandad total a las nuevas generaciones, que sólo ven en la pobreza y las pocas posibilidades de oportunidades como únicos terribles caminos, para seguir el rito de la sobrevivencia: típicamente boliviano.

Entonces, pues, somos también un país que expulsa cientos de miles de compatriotas a todo el mundo. Tienen que irse no por gusto, sino por necesidad. Porque nuestra patria no es capaz de generar y crear futuro y sueños en estos lados. Que los sacrificios, muertos, exiliados, olvidados y marginados de toda la vida, no sirven para nada al final de cuentas. Y ni siquiera se les hace justicia a nuestros muertos, torturados, exiliados y destruidos en tantas dictaduras.

Entonces, pues, seguimos nomás lamentándonos por los siglos de los siglos. Como decimos todos los bolivianos de a pie: teniendo un país rico y bondadoso en todo, no podemos cuidar bien la casa común. Incluso somos muy audaces para destruirlo y justificar las actitudes destructivas como normales.

Los cambios que nuestra sociedad ha logrado, sobre todo los más pobres y trabajadores, han costado demasiados sacrificios. Cada milímetro de conquistas están bañados en sangre y dolor. Pero no aprendemos. Nuestra memoria es frágil y poco solidaria. Ojalá que la conmemoración del Bicentenario nos de luces e inteligencia, para cambiar nuestro ser y por fin construir un país con oportunidades para todos. Con sueños para todos.

Opinión
imagenblog: 

Depredadores de la democracia

Una jueza de Santa Cruz ha decidido revocar la decisión de su homologa de Tarija y su par de La Paz ha repuesto el primer fallo en el caso de Evo Morales Ayma, que había ordenado su aprehensión dentro de la sustanciación de un proceso penal en su contra por pederastía desde hace meses atrás.

La policía, los fiscales, los jueces y el ministro de gobierno le dieron a Morales Ayma todo el tiempo del mundo para eludir el mandato de la justicia, permitiéndole atrincherarse en un ridículo bunquercito tribal en El Chapare, que hizo temblar de miedo a las fuerzas del orden.

El mensaje fue trasmitido con claridad, el jefazo se siente intocable todavía, no solo motivado por su declinante musculatura,  sino acolchado por la cobarde y calculada complicidad gubernamental.

Arce Catacora, Morales Ayma, Andrónico Rodríguez, David Choquehuanca y sus entornos de adulones, no se diferencian en nada, son atrabiliarios,   responsables del colapso generalizado, cómplices y encubridores, la cara visible del fracaso del proyecto plurinacional, del asalto a las arcas fiscales y de la penetración de la actividad delincuencial en las esferas del aparato estatal por lo tanto culpables de haber extraviado al país cuando pudo haber tenido un rumbo promisorio.

Construyeron su dictadura pluri neopopulista humillando a la república e instrumentando un terrorismo de estado en contra de la sociedad civil y de los opositores, con el fin de domesticarlos o castigarlos  por actos de protesta y resistencia.

En su condición de dignatarios de estado no cesan un segundo en utilizar el aparato de estado para ejecutar sus planes antidemocráticos, en tanto que Morales Ayma, lo hace desde El Chapare utilizando recursos de origen dudoso y a una militancia subvencionada por recursos públicos.

Pese a la fuerte confrontación interna por la titularidad futura de la dictadura, ninguno abandonó el poder ni sus beneficios, todos ejercen el papel de dictadores, unos oficialmente y otros desde una posición paraestatal en la depredación de la constitución y las leyes, en esencia son hermanos siameses antidemocráticos .

Protagonizan tareas antes impensables devenidas en cotidianas y comunes, han convertido a jueces y fiscales en agentes punitivos ilegales, al parlamento en el espacio de la vergüenza, a los parlamentarios en indignos de la confianza depositada en ellos por los electores, al robo de fondos públicos en un acto de viveza criolla impune, a la pederastia en patrimonio cultural del consentido jefazo, a la policía nacional en perseguidora de inocentes y a las fuerzas armadas en beneficiarias de prebendas rutinarias para obtener su lealtad.

 

El orden público, la seguridad ciudadana y persecución de la delincuencia es una tarea abandonada, la seguridad nacional y la defensa territorial están desprotegidas, las mafias se mueven con una comodidad pasmosa, todo está a su disposición y bajo protección del poder político.

La jueza Moreno voló a La Paz, ahí se le perdió el rastro y luego reapareció dice delicada de salud, ante la inoperancia siniestra de los de siempre. El libreto gubernamental se activó por enésima vez “obedece, renuncia a tu dignidad, ocultate o enfermate se te protegerá, las aguas se apaciguarán y volverás a tu puesto o a otro de mayor jerarquia, para que sigas delinquiendo” Creer que el fallo de esta jueza estaba motivado por su amor a la justicia es intragable, todo esta planificado con rigurosa amoralidad.

Pobre policía nacional, le ordenan que encubra y proteja  a delincuentes, que se haga de la vista gorda, que detenga a opositores así estén bajo tierra, total su uniforme esta tan manchado que una mácula más no se notará.

Si la jueza, sirvienta del proceso de cambio, fugó y luego se enfermó para victimizarse, denota la iniquidad e ilegalidad de sus actos que deben ser sancionados, lo hizo, seguramente confiada, en la inacción de la policía nacional, del ministerio público, del consejo de la magistratura y del ministerio de gobierno, cuyas omisiones y argumentos no desmienten la comisión de delitos en el ejercicio de la función pública.

Ante flagrantes violaciones y desobediencia de la norma ninguna autoridad ha sido destituida o recibido alguna llamada de atención, se mantienen en sus cargos, evidenciando que el propio presidente avala estas conductas.

La reposición del fallo por un juez de La Paz para ser creíble debería haberse coronado con el cumplimiento del mandato de aprehensión, esto no ha sucedido, solo ha tranquilizado temporalmente a los ingenuos.

Lo que sucede ¿es parte de un acuerdo subterráneo entre las fracciones masistas que acuerdan liberar de responsabilidades a Morales? pero ¿a cambio de qué, de que resigne su candidatura y no convulsione al país? será que, por su lado ¿Arce también declina y entre ambos eligen a Rodríguez, y cada uno se queda con un pedazo de la torta parlamentaria? Difícil pero no imposible.

Si no es esto ¿se acerca la batalla de las batallas en el MAS? cuyas consecuencias solo y únicamente podrían afectar el proceso electoral y ponerlo en duda afianzando la dictadura ¿Arce se impondrá por la fuerza, o lo hará Morales mediante un golpe de estado? Sus posibilidades se estrechan cada vez más, todo lo que hacen va a tener alguna implicación, posiblemente violenta y rupturista.

Sin embargo, no cuentan que ya no están en la plenitud de sus fuerzas, en sus cálculos desprecian la reacción ciudadana que podría desplegar su rebelde  energía democrática en las calles y no dejará de resistir.

En ésta crisis generalizada se inscribe también, el final de la forma plurinacional de hacer política, con la lógica consecuencia, de que todos los que hasta ahora han sido actores serán borrados del mapa.

Muchachos les corren los descuentos.

Desde el Sur
imagenblog: 

Ceguera biológica y ceguera ideológica

Entre las grandes virtudes del ser humano, cuenta el poder compartir su saber con bondad; confrontar ideas con benignidad; esgrimir argumentos con paciencia; instruir con amor; educar con gozo; discutir conservando la paz; infundir fe a la hora de hablar y enseñar con la humildad de los grandes, sin perder la calma frente a quienes, por soberbia intelectual o arrogancia, oyen, pero no escuchan razones.

Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1990, sentenció una vez: “La ceguera biológica impide ver, la ceguera ideológica impide pensar”. 

¡Cuántas veces la evidencia del error salta a la vista pero se la niega, como también, la constancia del acierto -y no se la acepta- porque el subjetivismo, la política, la ideología y el egoísmo lo impiden!

De ahí que, es en el campo académico -donde priman la ciencia, la lógica y la razón- que se pueden dar más posibilidades de encuentro, al no permitirse tales situaciones en áreas tan disímiles como la medicina y la economía. Ahora ¿cuál es la necesidad de este prolegómeno?

La Carrera de Comercio Internacional de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA), a través de su Jefe de Carrera, Lic. Freddy Pacheco, me invitó como Conferencista Principal al Foro Académico “Importancia del Comercio Internacional en la coyuntura económica actual”, certero evento considerando las preocupaciones de la sociedad civil.

Compartí palestra con reconocidos expertos en el campo de su especialidad, como el Lic. Raúl Obando, Presidente de la Cámara Regional de Despachantes de Aduana de Santa Cruz; Lic. Sissi Hassenteufel, Presidente de la Asociación de Mujeres Especialistas en Comercio Exterior; Lic. Mauricio Rodríguez, Miembro del Capítulo Bolivia de la Cámara de Comercio Internacional, y, Lic. Pablo Sánchez, Subgerente de Desarrollo Empresarial de Cainco. La Moderadora del Foro fue la Ing. María Esther Peña Cuéllar, Subgerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y Docente de la UPSA.

Engalanaron el Foro, con su presencia, el Vicerrector, Dr. Sergio Daga; la Decana de la Facultad de Ciencias Empresariales, Lic. Mary Esther Parada, y la Dra. Gloria de la Fuente, Subsecretaria de Relaciones Exteriores de Chile, como invitada de honor.

Ante más de 300 participantes, docentes y universitarios, principalmente, expuse el porqué de la situación que angustia a muchos -escasez de dólares, aumento de la inflación, anormal abastecimiento de combustibles y menor crecimiento económico- con la convicción de que gran parte del problema tiene que ver con el comercio internacional en general (intercambio de bienes y servicios a nivel mundial) y el comercio exterior de Bolivia (exportación e importación), en particular.

Mi intervención consistió en aportar datos sobre la evolución de indicadores macroeconómicos como el Producto Interno Bruto nominal y real; Inversión Extranjera Directa; balanza comercial de bienes y servicios; remesas al país desde el exterior; subidas y bajadas de las Reservas Internacionales Netas; composición de las exportaciones e importaciones; un especial énfasis en la balanza comercial del sector de hidrocarburos, entre otros, para, a partir de ello, demostrar que el menor crecimiento del PIB y la vertiginosa caída de las RIN, se debía a la baja de las ventas externas de Bolivia y a la subida de las importaciones, explicando las razones para cada comportamiento negativo mencionado.

Como casos icónicos de las Exportaciones No Tradicionales (ENT) presenté las “lecciones aprendidas” con la soya y derivados, la reina de las ENT, y la carne bovina y derivados ¡toda una revelación dentro de esta categoría, además de un buen ejemplo de lo que puede ser un exitoso trabajo sinérgico público-privado, aunque, tristemente, se puede tirar todo por la borda al vetarse su exportación como pasa hoy!

En el plano de las reflexiones finales, recalqué: La importancia del comercio internacional, explicando que la actual situación deriva de un descuido del sector externo, particularmente de las exportaciones, haciendo que ante la escasez de dólares, suba su precio; como país no autárquico precisamos divisas para las crecientes importaciones de las que dependemos; respecto a las fuentes de ingresos de divisas -por exportación, endeudamiento, inversión extranjera y cooperación- lo deseable sería la primera opción por su aporte al crecimiento, el empleo, los ingresos para los ciudadanos, así como tributos y divisas para el Estado.

Frente a un escenario internacional desafiante, insistí en la necesidad de mejorar la productividad empresarial y la competitividad sistémica del país, en función de lo cual reclamé tres condiciones indispensables: Seguridad jurídica, seguridad de mercados y seguridad de buenas políticas públicas, como ocurre en todas partes.

Felicidades a la UPSA por promover este tipo de foros, siendo que la “triple hélice” -Empresariado, Gobierno, Academia- podría ayudar, a partir de la ciencia y la sapiencia, a zanjar temas que, desde la política, no se pueden resolver…

Buscando la verdad
imagenblog: 

El Periódico Digital OXIGENO.BO, es desarrollado y administrado por Gen Film & Crossmedia Ltda. Teléfono: 591-2-2911653. Correo: info@gen.com.bo