Blog de Max Raúl Murillo Mendoza

Los judíos no creen en Dios

Simpre me ha llamado la atención, cuando personas crueles o hipócritas son las más creyentes de Dios, y están pronunciando su nombre para cualquier cosa en todo momento. Por supuesto que esas personas, que son muchísimas en este planeta no creen en Dios, sino que lo utilizan instrumentalmente para salvar su poca consciencia. Los judíos dicen que son el pueblo elegido de Dios. Mito que manejan desde siempre para justificar sus asesinatos, sus fechorías como en Palestina, en nombre de Dios. Es lógico que sólo utilizan a Dios, como arma psicológica y racial frente al mundo, e identidad colectiva pero totalmente hipócrita y soberbia. Ciertamente saben actuar como tal, como en el Muro de los Lamentos donde lloran a Dios teatralmente.

Ninguna religión puede justificar la muerte de unos humanos, contra otros humanos. Los pecados mundanos son enteramente humanos, de errores históricos e inventos que después se justifican con el invento de la violencia y la muerte. Es absolutamente imposible que los Dioses valoren la violencia y la muerte, para justificar a los poderosos de todas las sociedades.

Los judíos están demostrando al mundo la utilización de Dios, instrumentalmente, en sus tareas coloniales e impunes. Con seguridad les interesa un comino Dios, sino sus perspectivas mundanas de venganza y muerte. Lo dicen en los medios de comunicación mundiales, sus criminales gobernantes elegidos democráticamente por la podredumbre judía.

El fin justifica los medios junto a Dios: es la práctica judía, bajo los auspicios del sionismo norteamericano. Juego geopolítico extremo, a vista de todo el mundo que ve con bronca el poder norteamericano con sus mercenarios judíos. Que no les interesa las protestas multitudinarias del mundo, que no les interesa las críticas ni las mínimas peticiones de los propios afectados en Gaza.

La muerte de niños es para estos mercaderes de la muerte judíos, sólo temas colaterales y poco importantes ante el juego de la geopolítica del poder. La degradación humana en su máxima expresión. La degradación judía en sus colonias asesinando a palestinos cotidianamente, sin leyes ni normas internacionales que se respeten. Pues, quizás ya conocidos en la historia mundial: asesinaron de la misma manera al propio Cristo Jesús.

El poder político sionista está funcionando, para acallar las voces en contra de la matanza en Palestina. Como nunca en el mundo, es la demostración de que ese asunto de la democracia sólo es para los de arriba, muy pocos que mandan en este mundo, frente a todos los demás. Frente a la ingenuidad o la estupidez mundial que todavía creen en la democracia occidental, civilizada y dizque racional. Es el asco más repugnante posible, de la civilización occidental con sus discursos en los eventos hipócritas de las Naciones Unidas, o los parlamentos de los serviles políticos europeos, frente a la risa judía del gatillo criminal.

En todo caso, los judíos se llenan la boca alabando a Dios y rezándole teatralmente en el Muro de los lamentos. Y en realidad no creen en Dios. Porque no es compatible ética y moralmente los genocidios judíos, con sus alabanzas a Dios. Porque en esencia Dios (si es que existe) no está con los crueles, con los asesinos, con los hipócritas y con los que hacen mal a su prójimo. Porque Dios no puede avalar y arropar a los asesinos, todo lo contrario. Si es que se cumplen las escrituras, los judíos tienen que ir al infierno por el inmenso sufrimiento que infringen a los palestinos, a los niños, a las mujeres, a los ancianos en Gaza. Pues no es posible considerar mínimamente, la posibilidad de que Dios permita semejante criminalidad del sionismo judío a otro pueblo como el palestino. En fin.

La complicidad es también la otra cara o mejilla de quiénes se dicen no estar de acuerdo con el sionismo colonial; pero que no hacen nada por impedir la matanza o genocidio en Gaza y Cisjordania. Pues la complicidad es peor que el mismo hecho, porque dicha actitud se encubre así misma justificando el crimen. Como la mayoría del pueblo alemán frente al nazismo; hoy la mayoría del pueblo judío frente al sionismo en Israel.

En definitiva, la utilización de Dios por los judíos simplemente es anti ética. Debería ser condenado por los patriarcas, sacerdotes, obispos o gente pastoral de todas las religiones del mundo. Es la demostración del cinismo y la criminalidad política, cavernaria y nada civilizada incluso en términos de la hipócrita normativa legal de occidente. Al mismo tiempo es la destrucción del básico acuerdo, moral y ético, y consenso de las creencias como costumbres de los distintos pueblos hacia sus religiones.

En definitiva, los gobernantes sionistas de Israel son el demonio mismo. Son Satán en persona, utilizando a Dios de la manera como lo hacen en sus rezos de la mañana, para apretar el gatillo asesino en el día sobre niños, mujeres y ancianos palestinos. Ojalá los Dioses les condenen y castiguen si es que hay justicia divina, porque terrenal no hay.

Opinión
imagenblog: 

Cómo hacer alquimia social con nuestros cambios

Los avances que hemos hecho en estos últimos años, son evidentes pero faltan varios procesos más porque lo incompleto puede ser peligroso. En realidad, nuestro mayor desafío es cómo hacemos alquimia entre las civilizaciones prehispánicas y las llegadas con la colonización, después con la república. Es un hecho en que tenemos que compartir territorios, Estado y Nación, en condiciones de justicia social sino pues seguiríamos nomás como antesala de una balcanización, es decir de un desorden y caos que nos lleva al abismo. Ese compartir es precisamente cómo volcamos nuestra creatividad, para mezclar en el buen sentido nuestras concepciones institucionales prehispánicas, como ayllu o tenta, con el Estado occidental y sus concepciones de burocracia totalmente occidentales.

Enormes desafíos que aún no estamos realmente viendo, sino como actitudes políticas totalmente superficiales. Totalmente ideologizadas religiosamente, sin bases reales respecto de la información que tenemos para hacer de nuestro país un mejor país. Porque es de una evidencia enorme, que lo prehispánico sigue vigente en nuestras culturas, en sus costumbres, en sus imaginarios que se reflejan en el tipo de organizaciones o maneras de enfocar la política.

Pero también es evidente que lo llegado desde allende los mares, pues se ha quedado y mezclado con todo lo nuestro. Esos valores occidentales, que también son partes de la convivencia cotidiana en nuestras sociedades. Esos valores llegados y desembarcados, ciertamente no entendieron nada de lo que sucedía por estos lados. Por lo que cometieron innumerables errores de Estado, muchos de ellos sangrientos, en contra de nuestras poblaciones.

La contabilidad del pasado, de ese proceso histórico que no se cerrará nunca, nos obliga a reflexionar en opciones reales para hace viable nuestras convivencias. Mestizaje o sincretismo, todavía en discusión, no nos quedan más opciones que generar un país para todos. Con la perspectiva de hacer también justicia social con las poblaciones vulnerables, con los pueblos desfavorecidos desde ese pasado turbulento e injusto.

La historia mundial debería enseñarnos, que los radicalismos y totalitarismos sólo nos llevan a la muerte. Las guerras mundiales, hoy la guerra de Ucrania o el genocidio de Palestina a manos de los judíos, son ejemplos concretos de esas formas deformadas de entender la historia. Aquellas maneras cavernarias, enfermizamente conquistadoras y mercantiles, simplemente nos llevarán a la destrucción total de las culturas y de las sabidurías humanas. Ya demasiado nos ha enseñado occidente, con su totalitarismo y soberbia material totalmente fracasada y destructiva.

Sin embargo, todas las culturas tienen sus facetas educativas producto de sus experiencias sociales, propias y genuinas para compartir con otras maneras de ver el mundo y la vida. Las nuestras tienen mucho que enseñar, desde las reciprocidades, los aynis, las economías no mercantiles del don. En definitiva, todas las enseñanzas milenarias que se cortaron con la colonización occidental. Pero que resucitan en el tiempo por la fuerza misma de las culturas.

Cómo hacer alquimia con toda esa riqueza acumulada en los siglos, para por fin hacer un país digno de vivir y construir futuro para todas sus culturas. Sin que la ingenuidad supere a las realidades complejas, pues los intereses económicos o de clase son componentes que obstaculizan y contaminan los procesos sociales. O aquellas fuerzas foráneas muchas de las veces monstruosas que no dejan fluir precisamente lo nuestro.

En todo caso, no tenemos otra que ser creativos en esta turbulencia exigente, ya que las demandas sociales sobre pasan totalmente a la lentitud de ofrecer propuestas. La miseria de nuestras calles, la pobreza, la ausencia de futuro real y de largo plazo para las generaciones jóvenes, la ausencia de conocimiento hacia el futuro debería avergonzarnos porque existen sociedades donde saben lo que sucederá en 80 años adelante. Es decir, el grado de planificación de aquellas sociedades es directamente proporcional a la máxima responsabilidad, que dicen mucho de sus políticas de Estado serias y con resultados reales hacia sus poblaciones.

Las guerras, sean culturales, económicas o ideológicas, sólo nos llevarán a la miseria y la muerte. Eso es lo que vemos en la coyuntura actual con tantas guerras. Las guerras sólo favorecen a los mercaderes de la muerte: duelos de las industrias de armamentos. Son negocios sucios y totalmente anti éticos. Pensar en esas apuestas, sería de cavernarios con enfermedades mentales modernas.

Las posibilidades civilizadas de compartir y de vivir en reciprocidades tiene que ser nuestro horizonte civilizatorio boliviano. Siempre con la mirada de la justicia social, como premisa de un país justo y digno. Utopías posibles; pero también exigentes con las teorías y los exámenes políticos.

Podemos ser ejemplo de país. El Vivir Bien, como Utopía nuestra. Como alternativa a la destrucción de occidente, a la lógica mercantil sin ética social alguna. Como sueño humano frente a la modernidad contaminante de cualquiera de sus ideologías.

Necesitamos hacer alquimia social con nuestros cambios sociales, porque detenernos y confundirnos tontamente, será sólo para favorecer a la destrucción y la ausencia de presente y futuro para las nuevas generaciones.

                                                                            La Paz, 14 de enero de 2024

Opinión
imagenblog: 

El Periódico Digital OXIGENO.BO, es desarrollado y administrado por Gen Film & Crossmedia Ltda. Teléfono: 591-2-2911653. Correo: info@gen.com.bo