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La importancia del libre comercio

Hoy día, cuando nos referimos al libre comercio estamos pensando como un hecho internacional. Hoy, a ningún comerciante se le prohíbe llevar sus productos de un lugar a otro al interior de un país. Si usted produce algo en La Paz y puede vender eso en Santa Cruz lo hace sin ningún impedimento y viceversa, no tiene que cumplir normas especiales, no le ponen trabas para  hacerlo y no le cobran ningún impuesto especial.

Sin embargo, este hecho que es absolutamente normal en el país no era así en el pasado. Hubo épocas en que se impedía que los productos se muevan de un departamento a otro, sobre todo en lo referente a la producción agrícola, bajo el argumento de que ello podía generar una escasez del producto en cuestión y por ende subiría el precio. Esto impide el desarrollo de un país, dado que todo productor para ser eficiente tiene que diseminar sus lugares de venta, lo cual lo hace efectivo por medio del comercio. Un productor eficiente, minimiza el riesgo de tener un solo demandante. Lo mismo pasa con los demandantes; deben tener la seguridad de que un producto lo pueden obtener de diferentes lugares, porque esto también minimiza el riesgo de dependencia.

Lo acontecido en Bolivia también se dio en otros países. Un ejemplo paradigmático es la India, un país con una población del orden de los 1,200 millones de personas, sólo superada por China. India, luego de su independencia de la Gran Bretaña siguió un modelo económico estatista y muy restrictivo, inspirado en el socialismo. No había libre comercio al interior de ese basto territorio. Hoy es muy diferente. Se mueve en un contexto de economía de libre mercado, proceso que comenzó en los años 90 del siglo recién pasado, razón por la cual existe pleno libre comercio interno. Adicionalmente es un país que se ha abierto al comercio internacional y tiene varios tratados de libre comercio con otros países del mundo.

En el mundo, a ningún productor u oferente le gusta la competencia en el campo de lo que hace. Ellos quedarían encantados si pudiesen ser los únicos vendedores. ¿Qué les impide hacer realidad este sueño? La presencia de la competencia que implica que si el mercado es libre siempre habrá alguien que produzca lo mismo.

Este comportamiento también está presente en los trabajadores. No les gusta tener competidores porque cuando hay eso significa menores salarios. Esto explica la proliferación de los sindicatos en el mundo durante el siglo XX, con el propósito central de impedir, por todo medio, que puedan bajar sus salarios. Por esta razón, se califica al salario no como un precio determinado por el mercado, como debería ser, sino como un “precio administrado” donde participan en su determinación -de manera negociada- tres instituciones: el gobierno, las empresas y los sindicatos.

Pero, como cada vez el trabajo es más diferenciado, con diferentes grados de productividad y de especialización, los sindicatos están perdiendo poder los sindicatos. Sus propósitos se hacían realidad en un mundo donde el trabajo era muy uniforme, como el del obrero. Pero hoy, los obreros son una minoría, incluso en la actividad manufacturera.

Uno de los acontecimientos económicos más importante en el último medio siglo ha sido el continuo crecimiento del comercio internacional. Este se ha expandido a un ritmo mayor que la producción mundial, a pesar de no existir libre comercio mundial. A lo mucho se ha logrado alcanzar los llamados “tratados de libre comercio”, que son acuerdos políticos entre estados, cada una de ellos velando por los intereses de sus productores importantes. A lo que se ha llegado es que dos países, o más, se pongan de acuerdo en permitir el libre comercio de un listado de productos, entendido como la ausencia de aranceles (impuestos al comercio internacional).

A título de “industrias nacientes”, del modelo de sustitución de importaciones, en América Latina proliferó el proteccionismo hasta ahora, situación que ha ingresado en crisis como se puede observar en dos importantes economías de la región como son Brasil y Argentina.

Llama la atención que las grandes economías sean las más cerradas al libre comercio mundial. Esto se puede explicar porque han construido aparatos económicos muy diversificados, que no es característica de las pequeñas economías, como la boliviana.

La forma de medir la apertura al comercio es sumando las exportaciones de bienes y servicios que hace un país con las importaciones. Esta suma se la divide entre el Producto Interno Bruto (PIB) para de esta manera tener una idea de la magnitud de su apertura.

Con datos que procesa el Banco Mundial, para el año 2014, se concluye que el Brasil es la economía más cerrada con un indicador del orden del 25 %, siguiendo la Argentina con el 29 % y los EE. UU con el 30 por ciento.

En cambio, las economías pequeñas y exitosas como Hong Kong, Luxemburgo y  Singapur son las economías más abiertas del mundo y con los siguientes indicadores: 440 %, 374 % y 360 %, respectivamente.

La media mundial está en el orden del 89 por ciento, y Bolivia para el año 2014 mostró un indicador del 85 %. Para el año 2015, este indicador ha bajado ya que el comercio exterior del país decreció con relación al año anterior.  

Economía de mercado
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Lo que cambia al hombre para bien

“Hemos hecho avances importantes: se reflejan en la reducción de la pobreza y la desigualdad, pero: ¿por qué no pudimos dar el salto en la última década de bonanza? ¿Qué tiene que suceder para llegar a un consenso político para cambiar la senda de desarrollo? ¿Qué hace que países como Corea del Sur logren dar el salto a un país desarrollado? Parece ser que la respuesta está en la calidad del capital humano, que cuente con un entorno diferente: Familias comprometidas que logran mejores resultados académicos, visión de desarrollo, objetivos de largo plazo. Más talento estudiantil: alumnos y maestros. Mejores instituciones”. Ésta fue la reflexión del Representante en Bolivia del Banco de Desarrollo de América Latina – CAF, Emilio Uquillas, al inaugurar la Presentación del Reporte de Economía y Desarrollo – RED 2016: “Mas habilidades para el trabajo y la vida: familia, escuela, entorno y mundo laboral”. ¡Brillante!

Del RED 2016 entregado en la prestigiosa Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA) destaco la exposición de Lucila Berniell -Economista Principal de la Dirección de Investigaciones Socioeconómicas (CAF)- sobre la encuesta de habilidades cognitivas, socioemocionales y físicas en Latinoamérica, midiendo la alta incidencia que tienen la familia, el mundo laboral y el entorno físico y social, para que el ser humano desarrolle sus habilidades y se realice como tal.

Del Panel integrado por Beatriz Muriel (INESAD), Hugo Ñopo (GRADE) y Jorge Guzmán (UPSA), subrayo el resumen realizado por la Economista Principal de la CAF en Bolivia, Carolina Gutiérrez, llamando la atención sobre lo negativo de la informalidad y las estructuras productivas que no permiten el aprovechamiento de habilidades; la decisiva influencia que pueden tener los medios de comunicación para el desarrollo de capacidades, y la necesidad de invertir más para hacer un gran salto en educación, mejorando para ello los ingresos y la calidad de los profesores.

A la luz de los hallazgos del RED 2016 surgen estas preguntas: ¿Qué hacer para preparar a nuestros hijos siendo que para el 2030 el 50% de los actuales empleos desaparecerán? El no someterse a pruebas tipo PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes) de la OCDE, ¿solucionará el problema de una deficiente educación?

Carlomagno habría dicho que “…la educación hace buenos padres, buenos hijos y buenos ciudadanos”. Cierto, solo hay dos cosas que cambian al hombre para bien: Dios y una buena educación. ¿Qué opina Ud.?

Buscando la verdad
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Toledo y su artesanía

Toledo, también llamada la ciudad de las tres culturas, está situada a 25 km de Madrid, y se refugia entre caminos, enormes murallas, puertas de piedra, puentes, torres y el río Tajo. El historiador romano, Tito Livio, se refirió a Toledo con las siguientes palabras: “Parva urbs, sed loco munitia” (ciudad pequeña, pero bien fortificada). Toledo fue declarada, en 1986, Patrimonio de la Humanidad. En este lugar convivieron tres grandes culturas medievales: judía, cristiana y musulmana. Esa fusión cultural marcó un hito muy particular de paz entre cristianos y musulmanes. Tal es así que Fernando II ordenó que se haga un epitafio en hebreo, árabe y castellano. La colaboración artística entre esos pueblos, que hoy en día se luce en Toledo, ha quedado plasmada en sus iglesias, monumentos, artesanía, puertas, jardines, decoraciones en yeso, en azulejos etc.

Caminar por las callejuelas empedradas de Toledo es como estar paseando en  un ambiente medieval. Volví a Toledo después de casi 20 años. En aquella época había una calle con tiendas de artesanías, y los dueños hacían pasear, a los turistas por sus talleres, para mostrar la elaboración de esas hermosas prendas artesanales. Hoy en día, como es de esperar, todo ha cambiado. Las tiendas están ahí, pero es difícil encontrar esos talleres de cerrajería. Sin embargo, preguntando a la gente llegué a un par de tiendas, en donde me hicieron pasear por el taller. La primera tienda es una fábrica de espadas de Mariano Zamorano y pude conversar con Santiago Encinas.
 
Javier Claure: ¿Podría contarme cómo surgió la idea de abrir este taller de cerrajería?
Santiago Encinas: Bueno mira, nosotros somos una empresa familiar, y llevamos trabajando por más de cien años de generación en generación. Pues ahora vamos por la cuarta generación. Hacemos trabajos en cuchillería, damasquinado pero, sobre todo, nuestra especialidad es la espadería.

JC: ¿Cómo fabrican las espadas?
SE: Cuando hacemos una espada, la primera parte es el trabajo de la hoja. Recibimos el acero al carbono, le damos la forma, la multitud y el grosor que queremos a cada hoja. Y luego, con el yunque y el martillo, lo forjamos y lo templamos al agua. La hoja de la espada está remontada con una espiga, y sobre esa espiga se monta la empuñadura. La segunda parte es la realización de la empuñadura y la adaptación a la espiga. La última parte es lo que llamamos el calado, el pulido de la hoja y el forrado de la empuñadura. Son espadas artesanales y, por lo tanto, cada hoja tiene su empuñadura. Las espadas que fabricamos son réplicas de modelos históricos y, de alguna manera, vamos mostrando su evolución. Existen las espadas cortadas pre romanas, las espadas anchas medievales y las espadas hechas a partir del siglo XVI.

JC: ¿Cuál es el objetivo del calado en la espada?
SE: Una leyenda militar dice que cuando se estocaba al enemigo, con una espada calada, ese calado permitía la entrada de aire en el cuerpo del contrincante, y así se producía una muerte segura.

JC: Tengo entendido que las espadas toledanas fueron muy famosas ¿por qué?
SE: El trabajo del hierro y del acero en Toledo se debe a que, en la época romana, encontraron unas minas de hierro muy importantes en este sector. Entonces se desarrolló mucho la siderurgia y la metalurgia. Y con el paso del tiempo, las técnicas de trabajo han dado nombre al acero toledano. Descubrieron, por ejemplo, que cuando el hierro caliente se dejaba introducido en el carbón, cambiaban las características de este metal. Se producía, por así decirlo, un “pseudo acero”, y este hecho hizo famoso a Toledo. Las espadas hechas de esa manera eran por fuera de acero, y por dentro mantenían el hierro en su estructura original.

La segunda tienda se llama “Artesanía Burgueño”, fabrican damasquinados, artículos de cuchillería y cubertería. Pasé por el taller en donde trabajaban tres personas.

JC: ¿Qué es el damasquinado?
Vicente Burgueño: Es un trabajo típico de Toledo, se llama así porque hace alusión a Damasco, la capital de Siria. Durante muchos siglos España tuvo gran influencia de la cultura árabe. El damasquinado consiste en incrustar, sobre una base negra de hierro,  hilos de oro y plata. Pero previamente se le da una preparación al hierro con ácido nítrico, o bien se hacen ranuras con una cuchilla. Así se crea una porosidad, y sobre esos poros se introducen los hilos. La mano derecha va dibujando y con la izquierda se va presionando. Cuando el dibujo está rellenado con esos hilos, se va golpeando con un pequeño martillo y un hierro plano directamente sobre el oro o la plata. Entonces las ranuras se cierran y los hilos quedan adheridos al hierro. Finalmente, la pieza es introducida al fuego a 560 grados con una composición química de nitrato de potasio y soda cáustica. Y como efecto cambia el color del acero. De ser gris, su color natural, toma el color negro y el oro o la plata resalta. Así es más o menos, a grandes rasgos, como hacemos los trabajos.

 

Palabras de fuego
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El nombre de la Naturaleza

Introducción  

Hace casi dos siglos, allá por 1821, en su famosa obra Filosofía del Derecho, G.W.F. Hegel señalaba:  

La persona, para existir como Idea, debe darse una esfera externa de libertad. Puesto que la persona, en esta primera determinación aún del todo abstracta, es la voluntad infinita que es en sí y por sí, lo que puede constituir la esfera de su libertad es una cosa distinta de ella; del mismo modo que determina lo inmediatamente diferente y separable de sí. (Hegel, 1995: 69, § 41)   

En un período marcado por el ascenso y fortalecimiento del capitalismo, Hegel ponía la piedra angular que determina hasta hoy gran parte de las representaciones que tenemos sobre el mundo: el individuo como sujeto. El punto de partida es precisamente la transformación del individuo en sujeto, esto es, la transformación del ser humano concreto en voluntad racional infinita: voluntad, porque el quiero, que es lo que distingue a la voluntad, marca el tránsito a la acción, a la apropiación inmediata del mundo; racional, porque con esa acción los seres humanos no obedecemos sino a nuestra propia naturaleza, a lo que somos; infinita porque, como especie, nuestra acción de apropiación –y transformación– del mundo no tiene límites.    

La capacidad de pensar, el raciocinio, nos convierte en la especie que se erige altanera por encima de las demás y que reclama para sí el derecho de apropiarse de lo que no es ella. Dice Hegel: ―lo que puede constituir la esfera de su libertad es una cosa distinta de ella‖. Distinta porque el animal o la planta no son la cúspide de la evolución de la materia, porque siendo materia racionalmente organizada no pueden con todo pensar, por tanto no pueden ser voluntad y menos libre.   

Nace con ello una visión en que el ser humano –aunque aquí sí cabe decir, específicamente, el hombre– se convierte en el centro del mundo. Voluntad infinita que puede apropiarse de cuanto existe:   

La persona tiene, para su fin esencial, el derecho de poner su voluntad en cada cosa, la que, en consecuencia, es mía; no teniendo aquélla en sí misma un fin semejante, retiene su determinación y anima mi voluntad; el absoluto derecho de apropiación del hombre sobre todas las cosas. (Hegel, 1995: 71, § 44)   

Para Hegel, ser libre es entonces la posibilidad de depositar la voluntad propia en aquello que, estando fuera del sujeto, carece de voluntad. Precisamente, el que la naturaleza circundante carezca de voluntad, ―anima mi voluntad‖. Es esta concepción de la naturaleza como algo inerte, como ―cosa‖, la que invita al hombre a apropiarse de ella: ―absoluto derecho‖ que emerge de la condición pensante, de la autoconciencia que convierte al hombre en un Yo dominante frente a la ―cosa‖ (Hegel, 1987).   

Lo inmediatamente diferente del Espíritu libre es, para sí y en sí, lo exterior, en general, una cosa, un algo de no libre, no personal, no jurídico. Cosa, como la palabra "objetivo", tiene significados opuestos; así, si se dice: ésta es la cosa, se trata de la cosa, no de la persona, y su significado es sustancial; en cambio, frente a la persona (esto es, no al sujeto particular), la cosa es lo opuesto a lo sustancial, lo simplemente exterior, según su determinación. Lo que es exterior al Espíritu libre —el cual debe ser bien distinto de la simple conciencia—, es en sí y por sí. Por lo tanto, la determinación conceptual de la naturaleza es la siguiente: Ser lo exterior en sí mismo. (Hegel, 1995: 69, § 42)  

Si la cosa, frente a la persona, es lo opuesto a lo sustancial, queda claro que puede recibir su determinación únicamente de esa persona. La persona es quien determina qué es algo (eventualmente, también por qué es eso y no otra cosa). Un ejemplo concreto es lo que uno/a puede hacer con un terreno: el terreno no se determina a sí mismo, no decide si quiere ser esto o lo otro; sólo la voluntad de su propietario/a puede convertirlo en un jardín de niños, un espacio de labranza o el espacio de la construcción de un hogar. Su propietario – voluntad infinita– hace que ese terreno sea algo definido, lo subjetivo determina entonces lo objetivo, de manera que el hombre se objetiva –deposita su voluntad, su capacidad creadora, su acción transformadora– en una cosa que pasa a ser algo en virtud de esa voluntad.   

La condición necesaria para que el sujeto despliegue su voluntad como acto de libertad es que el terreno en cuestión sea su propiedad. El mundo se convierte entonces en un campo infinito de posibilidades de objetivación pero, a la par, de un bien en disputa porque no es sino materia inerte que las voluntades subjetivas concretas (los seres humanos) buscan apropiar ferozmente para poder seguir siendo voluntades. Sólo sobre lo que es mío puedo yo ejercer mi voluntad, de manera que ser libre es sinónimo de ser propietario/a: "En relación a las cosas externas, lo racional es que yo poseo propiedad" (Hegel, 1995: 74, § 49).  

No es difícil comprender que en la compleja y abstracta formulación de Hegel que hasta aquí se ha reseñado muy sintéticamente se concentra la concepción básica del capitalismo acerca de la naturaleza. Pero si eso es evidente, lo que se precisa es desglosar sus implicaciones.  

La naturaleza circundante al ser humano es un principio pasivo. Lo único que tiene vida, propiamente hablando, es el ser humano, puesto que piensa y actúa; él es, por tanto, el principio activo. Por oposición, la naturaleza es el principio pasivo, a la espera de recibir su determinación (lo que hace que sea algo) únicamente del ser humano. Literalmente es cosa, sujeta al despliegue de la voluntad humana, al servicio de ella. Es importante comprender sin embargo que esta relación de subordinación no se limita a cuanto rodea a los seres humanos, se extiende al contrario a la propia corporeidad humana:   

El principio por el cual, como persona soy, también, inmediatamente individuo, significa, en su determinación ulterior, ante todo que: Yo soy viviente en este cuerpo orgánico, que mi existencia es universal por el contenido, indivisa, externa, así como la posibilidad real de toda otra existencia determinada.  Pero, como persona, Yo tengo, al mismo tiempo, mi vida y mi cuerpo como cosas solamente en cuanto es mi voluntad.  … Yo tengo estos miembros y mi vida sólo en cuanto quiero; no el animal, sino el hombre, puede también mutilarse y matarse. (Hegel, 1995: 73, § 47)  

Es decir, cuando se habla de la voluntad humana no nos estamos refiriendo únicamente a aquella voluntad que parte de la cosificación del mundo para desplegarse infinitamente sobre él, sino de la que es capaz de concebir su propia existencia material como cosa. El cuerpo –nuestro vínculo indisoluble con la naturaleza– es igualmente el blanco de la violencia de esa voluntad infinita. El cuerpo no es nunca idéntico a sí mismo, sino el resultado de las construcciones sociales que lo determinan, casi se podría decir que la vida contemporánea tiene entre sus metas borrar hasta donde sea posible la huella de la naturaleza en nuestro cuerpo y eso va desde la eliminación de los olores hasta la impronta de los modales, desde la domesticación del cuerpo en las fábricas hasta las cirugías plásticas, desde la asepsia hasta el cuidado del lenguaje. El despliegue de esa voluntad infinita desata el extrañamiento de lo que es más nuestro, el cuerpo, y nos relaciona con él como un eterno otro, no significante, dócil, civilizado,… siempre y únicamente res extensa.  

La naturaleza es un otro absoluto con respecto al ser humano. En el marco del capitalismo, esa escisión es absoluta. Los seres humanos deben mirar sin ver, escuchar sin oír, tocar sin sentir. Es la condición del despliegue de la voluntad infinita como razón instrumental, como hambre y depredación que devoran el mundo. Así se crea un círculo perverso: en su alejamiento de la naturaleza, el ser humano se produce a sí mismo de manera menos natural –¿anti natural?–, lo que a su vez lo aleja aún más de ella. En una modernidad desacralizada, sin dioses que escuchen, la razón dominante silencia la naturaleza provocando en el mismo movimiento el olvido del sí mismo, del origen y por ello mismo del sentido. De ahí que si la naturaleza no es más un significante, el ser humano tampoco lo es. El olvido de ella es el olvido de sí. El silenciamiento de ella es el silenciamiento de la propia voz. Y el silencio es la condición de la violencia. 

(Fin de la primera parte)

Primera parte
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Avance dificultoso del libre comercio mundial

Desde que inesperadamente se presentó mundialmente la crisis financiera, primero y luego económica, en los años 2008 y 2009, el mundo quedó expectante de lo que harían los países para enfrentar la desaceleración de sus economías. Vino al recuerdo la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado, donde los países reaccionaron cerrando sus economías a las importaciones y utilizando la devaluación monetaria como mecanismo de protección de sus economías nacionales. El resultado fue el desastre total en la economía mundial. La dura lección que dejó esta dramática crisis es que las barreras al comercio mundial no ayudan al crecimiento de la economía mundial, sino por el contrario la perjudica.

Hace poco se llevó a cabo la cumbre anual del denominado G20, en China, que agrupa a 19 países más la Unión Europea. Esta reunión se produjo en un ambiente de mucha incertidumbre tanto política como económica. El crecimiento económico global no es el deseado, sin embargo, EE.UU. la primera potencia económica del mundo está repuntando y China continúa con un buen ritmo de crecimiento, aunque ya no sea del orden del 10 por ciento, que por varios años ese gran país mostró.

Hay que destacar que este grupo de economías representa el 85 por ciento de la producción mundial, por lo que sus intenciones son fundamentales y afectan a los demás países del mundo. Se reconoció que hay un auge del discurso proteccionista en los países.

Según datos que provee periódicamente el Fondo Monetario Internacional (FMI) se puede observar que la economía mundial se ha ido desacelerando desde un 5,4 % para el año 2010 hasta un 3% para el año 2015. Se espera que en los próximos años la economía mundial se mueva en torno a un 3,5 por ciento, lo cual es una buena noticia. La Unión Europea hace rato no está pasando por un buen momento. El año 2015 creció casi al 2,4 % y se espera que en adelante no supere el 2 %. China que creció a un impresionante 11 % el año 2010, fue declinando paulatinamente hasta llegar a un 7 % el año 2015, que se lo debe seguir calificando de excelente. Las estimaciones del FMI señalan que China podrá moverse en los próximos años a una tasa del 6 %.

En este contexto es destacable y aplaudible que los líderes del G20 rechacen al  proteccionismo y apuntalen el libre comercio mundial. El presidente del país anfitrión de esta reunión, Xi Jinping dijo, al cerrar el evento: "Queremos revivir los motores de crecimiento del comercio internacional y la inversión. Respaldaremos mecanismos de comercio multilaterales y rechazaremos el proteccionismo para revertir el declive del comercio global".

Lo importante es que el G20 se declaró en favor del libre comercio, como un principio que debe regir el mundo, en contraposición al aislacionismo de los nacionalistas, de diferentes tendencias ideológicas, que están emergiendo en diferentes países del mundo.

Habiendo destacado el hecho de la acertada conclusión de la cumbre del G20, se debe subrayar que llevar a la practica completa este propósito enfrentará muchos escollos, ya que cada uno de los gobiernos representados en dicha cumbre, tienen que armonizar al interior de sus países una diversidad de intereses de grupos económicos importantes, tarea harto difícil. Por esto es adecuado recalcar que las acertadas conclusiones del evento comentado son buenas declaraciones pero de inseguro cumplimiento.

China logró disminuir la pobreza- según la Directora del FMI- en 700 millones de personas gracias a su integración al comercio mundial. Gracias a sus bajos costos salariales se convirtió en un país que atrajo a la inversión extranjera directa de manera masiva, con ello a las empresas transnacionales. Todo esto hizo de China la economía de mayor crecimiento en las últimas décadas

Un ejemplo de lo difícil que es hacer realidad el libre comercio mundial son los problemas por los que está atravesando la Unión Europea. No hay que olvidar que cuando se habla de esto también se está hablando de la libre circulación de personas, lo cual está siendo sometida a barreras por las masivas migraciones a los países de la Unión como consecuencia de los graves conflictos que se vive en Siria y, en general, en el Medio Oriente.  Se debe tener cuidado con los discursos anti migración que está influyendo sobre los trabajadores de los países desarrollados, dado que, sin duda alguna, la migración hace que en esos países aumente la oferta laboral, lo cual no gusta a éstos  porque crece la competencia, y. por tanto, no pueden subir los salarios. Por principio, a cualquier oferente de lo que sea no le gusta la competencia.

Otro ejemplo es que hasta ahora no se puede concretar es el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), también denominado Area de Libre comercio Trasatlántico, cuyo propósito es suscribir un tratado de libre comercio entre la Unión Europea y los EE.UU.  Esto es vital para avanzar hacia el libre comercio mundial porque se habría logrado que la mitad de la producción mundial ya se rija por este principio. En este contexto, lamentablemente, el que mejor encarna la oposición a este tratado en los EE.UU. es el candidato republicano Donald Trump, quién se ha convertido en el abanderado del proteccionismo de la economía norteamericana. De salir elegido Presidente, hay que darlo por seguro que dicho tratado tendrá serios tropiezos.

Con acierto, el Presidente Macri de la Argentina destacó que había que combatir el proteccionismo agrícola que se encuentra muy fuertemente arraigado en los países europeos.

La Paz, septiembre de 2016

*Profesor emérito de la UMSA y expresidente del Banco Central de Bolivia

 

 

Economía de mercado
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Una bicicleta vieja

A mí, el mundo de la bicicleta me atrae bastante, pero solo desde un punto de vista sociológico. En cambio, el mundo de los profesionales de la bici, me refiero los que corren el Tour de Francia y pruebas semejantes, me preocupa bastante: no sé hasta qué punto es razonable que para ganarse la vida haya que hacer ese esfuerzo tremendo de subir el Tourmalet, echando el bofe, y a veces hasta jugándose la vida en los descensos, viéndose obligados a drogarse, que comprendo que esté mal, pero a los pobres en ocasiones no les queda otro remedio. Además, me da la impresión de que cada año endurecen más los recorridos para que los ciclistas sufran más. Parece que la gracia de estas pruebas es que los participantes sufran lo más posible. No me parece muy cristiano.

A mí me atrae mucho la bicicleta como elemento lúdico y de transporte, y en este aspecto la evolución del medio ha sido muy notable. Los que hemos nacido en el siglo pasado, más bien a sus comienzos, teníamos un sueño casi siempre inalcanzable: tener una bicicleta. Es de imaginar que después de una guerra como la que padecimos en los años treinta, el país no estaba para fabricar bicicletas: había otras prioridades. Pero hacia los años cuarenta una fábrica, "Orbea", comenzó a fabricarlas. Y, por fin, a los catorce años, mi padre me compró mi primera bicicleta. El sueño se había hecho realidad. Eran bicicletas que había que cuidarlas mucho porque enseguida se hacían viejas. El material del que estaban construidas era muy deficiente, como todo lo de la posguerra, sin cromados, y enseguida se ponían roñosas. Por supuesto, no tenían cambios de marchas y a nada que te descuidaras perdías un pedal.

Ahora mis nietos, desde casi antes de nacer, disponen de una bicicleta, acaban teniendo varias a los pocos años, y los hay -no digo mis nietos- que las tienen fabricadas con materiales espaciales que cuestan varios miles de euros. Las vueltas que da la vida.

Miguel Delibes, con el que mantuve una relación episódica, en su libro Mi vida al aire libre dedica un capítulo a "Mi, querida bicicleta", prueba de la importancia que tenían en nuestras vidas. En su caso con más motivo, porque cuando se enamoró veraneaba en Santander y su novia, la inolvidable Ángeles, en Sedano a cien kilómetros de distancia. Y todos los fines de semana se hacía el recorrido de ida y vuelta. ¿Cabe mayor prueba de amor?

Esta digresión viene a cuento de una noticia que me resulta alentadora. Una bicicleta vieja se convierte en un trasto inservible para los que tienen de todo. Hasta que alguien ha decidido recuperar su utilidad. La noticia cuenta que hay una organización denominada "Angels by bike", compuesta por voluntarios que se dedican a arreglar bicicletas viejas para ponerlas a disposición de personas necesitadas, que no tienen dinero para otro medio de transporte a fin de poder ir a su trabajo.

La noticia se complementa con otra en la misma línea. En Tailandia, Rasami Krisanimis, la budista que colabora con nosotros en Somos Uno, con lo que obtiene de la venta de mis libros traducidos al tailandés, se dedica a comprar bicicletas de segunda mano, es decir, viejas, a fin de que nuestras becarias puedan ir al colegio si se encuentra distante de su casa.

A mí me parece maravilloso que una bicicleta vieja se pueda convertir en una muestra de solidaridad con el prójimo necesitado.

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Mundo Cristiano
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¡Cómo me dueles, Bolivia!

El Presidente Morales promulgó el 19 de agosto de 2016 la Ley 149 reconociendo el derecho de sindicalización en el sector cooperativo minero, lo que la Confederación Nacional de Cooperativas de Bolivia y la Federación Nacional de Cooperativas Mineras rechazaron amenazando públicamente con medidas de presión, por considerar que afectaría sus intereses. Y así lo hicieron.

Calificada como una declaratoria de guerra y una provocación abierta y pública la determinación del Ejecutivo, los bloqueos anunciados a partir del 22 de agosto se consumaron con varios miles de mineros movilizados, con el punto neurálgico en Panduro, Oruro, siendo la Policía Boliviana agredida con piedras y dinamita, frustrando su esfuerzo por desbloquear las carreteras. El intento de diálogo Gobierno-mineros fracasó luego de un primer desenlace luctuoso en Sayari, Cochabamba, donde un minero murió por un disparo en un enfrentamiento, produciéndose luego dos muertes más en Kami y Panduro, enardeciéndolos.

Frente a la escalada de actos de violencia -dos efectivos de la Policía fueron tomados como rehenes por los mineros- y la proliferación de bloqueos entre La Paz, Oruro, Potosí y Cochabamba, la mañana del 25 de agosto el Viceministro de Régimen Interior y Policía, Rodolfo Illanes, al intentar un acercamiento con aquellos fue retenido contra su voluntad por los mineros. Luego, la tragedia…

Con voz entrecortada, el Ministro de Gobierno Carlos Romero, informó en conferencia de prensa la noche del mismo día, del macabro desenlace que tuvo el secuestro de tan alta autoridad. La población fue conmocionada cuando el titular de la Cartera de Gobierno confirmó el temor generalizado: el Viceministro de Régimen Interior y Policía había sido cobarde y brutalmente asesinado por los mineros. Desazón general, por el inaudito linchamiento de una autoridad…

Y, no es que las vidas de los tres mineros valgan menos que la del extinto Viceministro o que la muerte de aquellos por arma de fuego y la de la autoridad por tortura y flagelación merezcan una consideración distinta…¡no! Cada uno de ellos eran seres humanos y tenían familias -hoy sumidas en luto y sufrimiento - pero si hoy se osó levantar la mano contra una autoridad…¿quién garantiza que mañana no pase igual contra otra?

¡Cómo me dueles, Bolivia, por la forma en que se utiliza la violencia para resolver las diferencias entre tus hijos! Marchas, bloqueos, agresiones, uso de dinamita hasta en las ciudades ¡no es lo correcto! Oremos a Dios para evitar el caos…

Buscando la verdad
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Los perros de Chonchocoro

En la alta meseta andina, a más de 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, está ubicada la cárcel de alta seguridad de “Chonchocoro”. El lugar es uno de los más inhóspitos de Bolivia, sobre todo en invierno. Allí recorre un viento permanentemente frío y se desencadenan tempestades frecuentes, haciendo insoportable la supervivencia humana. El sol ilumina pero no calienta y el pecho del visitante reclama continuamente más oxígeno. El terreno es árido y por donde se dirija la vista todo es triste y miserable. Casuchas esparcidas por aquí y por allá en medio de la inmensidad del yermo andino. Los altos y blancos picos nevados, que rodean el lugar, se asemejan a centinelas petrificados que dan una mayor sensación de opresión y frío al lugar. En Chonchocoro, el espíritu inmediatamente se siente prisionero y reclama escapar del lugar. Aquí todo es insoportable sin libertad. 

La prisión de “Chonchocoro” está resguardada de día y de noche por un escuadrón de heroicos policías, mal dotados de abrigo, mal pagados y pobremente alimentados. En las torretas de vigilancia el frío es más intenso y despiadado. Allí las manos de los policías se entumecen, aprisionadas a sus armas, y sus rostros, cubiertos con rústicos pasamontañas, reciben permanentes descargas de frío y granizo. Los turnos de vigilancia son cortos, porque el cuerpo humano expuesto a semejante prueba, no resiste un turno completo de 12 horas. En este duro trabajo los policías no están solos; los acompañan quince canes. El Director del penal, un estupendo policía de apellido Ulloa, me presentó a sus perros vigilantes, remarcándome sus habilidades y extraordinaria resistencia. Incluso uno de ellos, de nombre “Chico”, a la orden de su instructor, hizo algunas volteretas para llamar mi atención. Su pelaje desgreñado, su cuerpo flaco y su vista arruinada por la desnutrición son síntomas de su vida miserable y sacrificada. El Cnl. Ramiro Ulloa me dijo que no hay presupuesto para la alimentación de sus perros por lo que la dieta de éstos, de todos los días, es arrocillo con agua, sal y manteca, que no los protege de la ceguera que causa la altura.

Mientras “Chico” hacía forzadas volteretas, el clima se descompuso y una fría ráfaga nos inmovilizó. A la distancia, junto a una de las murallas del penal, vi unas rústicas casitas de madera, mal protegidas del frío y la lluvia, con unas cadenas que salen de ellas como serpientes atrapadas. Es la Sección de los canes donde éstos hacen turnos diarios de 24 horas. Me aproximé a esta Sección comprobando con lástima que casi todos los canes están ciegos o en proceso de serlo. La verdad es que en “Chonchocoro”, presos, policías y perros sufren por igual. La diferencia es que los primeros, no obstante los peores crímenes cometidos, al término de sus condenas dejarán el lugar. Los policías tienen la esperanza de un pronto “cambio de destino”, sobre todo con la llegada de un nuevo año. Sólo los quince canes, que no cometieron crimen alguno, se quedarán en “Chonchocoro”, hasta la muerte, cumpliendo turnos de 24 horas de los 365 días del año, sin la esperanza siquiera de una jubilación digna ni un cambio de destino.

El Cnl. Ramiro Ulloa me hace una revelación. Estos canes, además de buenos vigilantes, son emisarios de la muerte. Cuando algún preso tiene que ser eliminado, noche antes, aúllan interminablemente.

Me alejo del lugar con una sensación de pena, abatimiento e impotencia ante el destino miserable y fatal de estos perros. Desciendo a la gran ciudad mientras allá en lo alto, en esa fortaleza que encierra el crimen más violento, los canes de “Chonchocoro”, en las noches, seguirán cuidando gratuitamente el penal, aullando por hambre o persiguiendo las visiones de dolor y muerte que rondan el lugar.(Págs. 221-223 de mi libro “REALIDAD CARCELARIA”). 

Realidad carcelaria
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Mi relación con los jesuitas

Fui requerido a presentarme nada menos en el despacho del Rector del colegio. Entré temblándome las piernas de miedo, y salí con los ojos llenos de lágrimas. Aquel jesuita resultó un prodigio de bondad

Yo he tenido mucha suerte con todos los curas que han pasado por mi vida, incluso con los jesuitas, o bien pensado, singularmente con los jesuitas.

Creo que ya he contado que la guerra civil española de 1936/1939 me sorprendió en la capital de España, que estaba en poder de las tropas gubernamentales, y en ella pasé dos años y bastante hambre por ser una ciudad sitiada. Pero mi padre consiguió que, a finales de 1937, sus dos hijos pequeños, Juan Mari y yo, en compañía de mi hermana –la única mujer de la familia-, por medio de una embajada, nos pasáramos a la zona dominada por los militares –conocida como zona nacional-, por una razón muy plausible: se comía mucho mejor.

Cuando llegamos a San Sebastián, después de diversas vicisitudes, mi hermana mayor logró meternos en el colegio de los jesuitas. Yo acababa de cumplir los 10 años, y después de estar dos haciendo el zángano en el Madrid rojo, en el que estaban suspendidas las clases, me quedé asombrado: los curas de aquel colegio pretendían que estudiáramos. Mi hermano Juan Mari, dos años mayor que yo, los consideró razonable y se puso a ello procurando remediar la inopia de los dos cursos anteriores. Pero yo continué en aquella inopia estudiantil a tal extremo que fui requerido a presentarme nada menos en el despacho del Rector del colegio. Entré temblándome las piernas de miedo, y salí con los ojos llenos de lágrimas. Aquel jesuita resultó un prodigio de bondad. Me vino a decir, tratándome de usted como era costumbre en los colegios de la época, si no me remordía la conciencia, pensar el esfuerzo de habían hecho mis padres para sacarme del Madrid rojo, para poder vivir mejor y estudiar, y yo corresponder haciendo el vago.

Como se refirió a mis padres, en plural, la única defensa que se me ocurrió fue decirle que yo no tenía madre, se había muerto cuando solo tenía un año. Yo, a los 10 años, estaba acostumbrado a no tener madre, no hacía un drama de ello, pero procuraba aprovecharme de esa circunstancia: me daba cuenta que cuando decía que no tenía madre la gente me daba muestras de compasión, que yo las recibía con gusto. Y en esta ocasión también me dio resultado: el Padre Rector mostró compunción, redobló su cariño hacia ese pobre huérfano de madre, y me animó a estudiar pensando en mi sacrificado padre, que permanecía sitiado en una ciudad sometida a la hidra marxista. Consiguió que se me pusiera un nudo en la garganta, y le prometí que iba a estudiar, y, mal que bien, cumplí la promesa.

Terminada la guerra, en lugar de en los jesuitas me metieron en los marianistas, del colegio del Pilar, que caía más cerca de nuestro domicilio en Madrid. Pasaron los años, me eché novia, Marisa, que sigue siendo mi actual pareja, y fue quien dispuso que para ordenar mi vida de

Cara a Dios, del que me encontraba relativamente distante, convenía que hiciera unos ejercicios espirituales, y se ocupó de buscarme unos que tuvieron lugar en una residencia de Carabanchel, dirigidos por el padre Laburu, jesuita, que era una auténtica estrella de la oratoria. El padre Laburu me trató con mucho cariño, aunque para conseguir ese cariño ya no recurrí al truco de mi orfandad. No venía a cuento en un señor de 20 años. Pero esos ejercicios algo me ayudaron a mejorar mi vida.

Y por fin se ha cruzado en mi camino otro jesuita, del que he hablado un montón de veces, el padre Alfonso de Juan, con el que colaboro en el drama de la prostitución infantil en Tailandia: después de catorce años de relación somos como hermanos. Por lo menos, me comunico tanto o más de lo que me comunicaba con mis hermanos de sangre. Por cierto, cuando nombraron papa a Francisco, le felicité por correo y me contestó: “Para que veas que no todos los jesuitas somos malos”. ¡Qué cosas tiene este Alfonso…! ¡Cómo voy yo a pensar eso!.

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Sembrar miedo, para convencer…

¿Se ha puesto Ud. pensar, cuán influenciables podemos ser cuando no reparamos en lo que escuchamos? Informar y comunicar son cosas diferentes. Lo primero va a la razón, lo segundo al corazón, y esto puede influir tanto para bien como para mal.

Una de las técnicas más utilizadas por quienes se oponen al avance de la tecnología es sembrar miedo, aprovechando el desconocimiento del ciudadano de a pie sobre asuntos que son de su interés. Medias verdades, mentiras abiertas, especulaciones y comentarios alejados de la verdad científica y rigurosa, sirven para tal propósito.

Este es el caso de los opositores a los transgénicos -alimentos genéticamente mejorados- que, a falta de una buena explicación, la gente ignora que provienen de una tecnología para producir más y mejor, respetando el medioambiente y que son aprobados para su consumo luego de rigurosas evaluaciones científicas que garantizan que son tan o más seguros que un alimento convencional.

Pese a ello hay quienes siembran miedo para denostarlos y, por ejemplo -queriendo defender lo natural versus lo químico- han llegado a decir que “no es bueno comer, aquello que no puedas pronunciar”. ¿Quiere hacer un experimento? Le pregunto:

¿Comería Ud. un producto compuesto por: Agua (75%), AZÚCARES (12%), Glucosa (48%), Fructosa (40%), Sacarosa (2%), Maltosa (<1%), Almidón (5%), Fibra E460 (3%), AMINOÁCIDOS (<1%), Ácido glutámico (19%), Ácido aspártico (13%), Histidina (11%), Leucina (6%), Lisina (5%), Fenilalanina (4%), Arginina (4%), Valina (4%), Alanina (4%), Serina (4%), Glicina (3%), Treonina (3%), Isoleucina (3%), Prolina (3%), Triptófano (1%), Cistina (1%), Tirosina (1%), Metionina (1%), ÁCIDOS GRASOS (1%), Ácido palmítico (30%), Ácido graso, omega-6: Ácido linoleico (14%), Ácido graso omega-3: Ácido linoleico (8%), Ácido oleico (7%), Ácido palmitoleico (3%), Ácido esteárico (2%), Ácido láurico (1%), Ácido mirístico (1%), Ácido cáprico (<1%), Ceniza (<1%), Fitosteroles, E515, Ácido oxálico, E300, E306 (Tocoferol), Filoquinona, Tiamina, COLORES (amarillo-naranja), E101 (Riboflavina), amarillo-marrón (E160a), SABORES (Etanoato de 3-Metilbut-1-ilo, Etanoato de 2-metilbutilo, 2-metilpropan-1-ol, 3-metilbutil-1-ol, Butanoato de 2-hidroxi-3-metiletilo, 3-metilbutanal, Etil hexanoato, Etil butanoato, Acetato de pentilo), 1510 y Agente de maduración natural (Gas Etileno)?

Si dijo que no lo comería por tener muchos químicos…¿quién podría convencerle que acaba de rechazar el comer un rico plátano completamente natural?

Buscando la verdad
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