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El padre Mateo y la mecánica cuántica

Es tan claro que da vergüenza escribirlo. Voy a justificarme diciendo que hago mecánica cuántica.

1. “En la lógica beligerante del populismo sudamericano, el gobierno de Evo Morales necesita de una oposición para existir: no sabe ser sin el otro —se entiende— contrario”. Antes fue la prensa, ahora la Iglesia católica. El pecado del padre Mateo es ejercer de cura en tiempos de gobiernos que repelen a todo el que osa exigir un cambio en las políticas públicas.

2. “No hay populismo sin confrontación, sin violencia verbal, sin pelea; en suma, sin rival”. La armonía que lleva a la concordia social incomoda a los gobiernos cuyo accionar se fundamenta en mensajes cargados de símbolos y de chantajes discursivos. Sometida casi a diario a presión psicológica, la población tiene prohibido disentir con el socialismo de hoy porque lo contrario implica su adscripción a unas etéreas filas opositoras o, lo que es lo mismo, representar al omnipresente diablo en la tierra.

3. “Nadie se atreva a pedir nada que no sea del agrado del Gobierno”. Bajo esa premisa alojada como un chip en el inconsciente colectivo, rige la autocensura para evitar la ojeriza de los alienados por aquellos que tergiversan el paisaje ideológico estigmatizando, sin paradas intermedias, con la “derecha” y el “neoliberalismo”.

4. “El populismo no existiría sin la idea de la confabulación”. Todo el tiempo se urden planes para tumbar socialistas del siglo XXI. Todo el tiempo se busca desestabilizar las economías de los países mal llamados “progresistas”. Todo el tiempo se quiere matar presidentes de izquierda o, lo que es lo mismo, a la encarnación del bien en la tierra. Mientras más confabulan contra ellos, ellos más pueden victimizarse. Y no hay confabulación sin confabulador. Y si no hay confabulador, lo inventan.

5. “No hay peor populismo que el que carece de oposición”. Si no tiene enfrente capacidad política, el populista —para subsistir, para no hundirse en la soledad de su discurso vacío— se ve obligado a buscarse una oposición fuera del sistema de partidos. Por eso el Gobierno inventó primero a la prensa y ahora fantasea con la Iglesia del padre Mateo. Es una relación de amor y odio: necesita opositores para vivir, pero los hiere. Tanto que en el último round mandó al torpe de la brigada a hincarle el diente en la yugular de la Curia y, como a la Iglesia le cuesta morderse la lengua ante las injusticias, reaccionó, ofreciéndole al Gobierno un santo motivo para victimizarse.

6. “Sin una oposición real, no hay gobierno más cómodo en el mundo que el boliviano”. ¡Qué fácil es hacer gobierno solamente con discurso y con dos palabras por vocabulario: derecha y neoliberalismo! Se las enseñan en la escuelita política del MAS (hasta hace un tiempo, por lo menos, a cargo de Alfredo Rada, el que hizo de mariscal comandando desde una loma la represión en La Calancha). Después, proveen al alumnado las armas necesarias —ojalá fueran ideológicas— para despellejar opositores (inexistentes o invisibles, según cómo se quiera ver el vaso).

7. “¿Quién dijo que es sencillo hacer bien las tareas?”. Malacostumbrados a gobernar sin oposición, cuando alguien saca la cabeza del hoyo en el que han metido a la sociedad temerosa, lo atacan y a la vez le dan alas porque les conviene tener, aunque sea, un remedo de oposición. Pero a veces pierden el libreto y se ponen nerviosos, por ejemplo, con un cura que se pinta en la cabeza un 10 y un signo de porcentaje.

El padre Mateo es y no es. Hacen que sea y que no. Como el gato Schrödinger, en el experimento. Les advertí que escribiría de mecánica cuán

Dársena de papel
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Las distorsiones del gasto público

En cualquier país existe el gasto gubernamental, el mismo que debería financiarse con los impuestos recaudados. Todo Estado tiene funciones y atribuciones que significan costos económicos. Cuánto mayores sean sus funciones mayores serán los costos en que incurre. Estos costos se subdividen en gasto corriente y en gasto de capital (inversiones).

El gasto que realiza el gobierno es parte de la “demanda interna”, por lo que su aumento, también la incrementa. Todo gasto público beneficia a personas y a empresas. Todos los que son empleados públicos se benefician con el pago de salarios que hace el gobierno. Todas las empresas que le venden bienes y servicios al Estado también lo hacen. Y las empresas distribuyen los ingresos obtenidos, por la venta de bienes y servicios a los gobiernos, a los participantes en el proceso productivo, entre ellos están los trabajadores, quienes a su vez adquieren bienes y servicios de otras empresas. ¡Aleluya! Todos se benefician ¡Viva el gasto público! Esta situación genera lo que se denomina “intereses creados”, que es muy difícil revertirlos en el futuro.

Pero el aumento del gasto no viene acompañado con el correspondiente aumento de los impuestos. A la gente no le gusta pagar impuestos porque eso reduce sus ingresos. Se hace crónico el déficit fiscal y, con ello, el aumento continuo de la deuda pública.

La actividad económica siempre tiene dos caras, la una es la de la demanda  y la otra es la de la oferta. No siempre que aumenta la demanda aumenta la oferta y mucho menos cambia la composición de la oferta cuando cambia la composición de la demanda. Esta realidad suele resolverse gracias a las importaciones. Cuando aumenta un determinado gasto público que no puede ser satisfecho por la producción nacional, sale en su auxilio las importaciones. Y esto es relevante cuando una economía es más abierta, lo que es lo mismo decir, cuando son importantes sus exportaciones e importaciones con relación al PIB. Bolivia tiene la economía más abierta de la región.

La estructura económica del PIB, por el lado de las actividades económicas, se modifica lentamente en el tiempo y no con la rapidez que puede cambiar la demanda interna como consecuencia del aumento del gasto público. Pero con el tiempo pueden aparecer empresas nacionales que satisfagan la demanda pública, con lo cual se modifica la estructura económica. El problema con esto es que cuando el gobierno decida disminuir sus gastos se encuentra con la oposición de los beneficiados, sean personas y empresas.

La terrible Segunda Guerra Mundial obligó a EE.UU. a modificar su estructura económica de una que producía predominantemente bienes para la paz, en situación de depresión, a otra que tenía que producir armas, lo que la dinamizó. La Segunda Guerra Mundial eliminó el enorme desempleo que había generado la Gran Depresión de los años 30, convirtiendo a la gente joven en soldados.

Los historiadores de la economía resaltan la gran depresión económica de los EEUU como consecuencia de la Crisis de 1929, pero no hacen lo mismo con la gran depresión que vino una vez concluida la Segunda Guerra Mundial. Lo que pasó, es que de pronto la industria para la guerra ya no tenía comprador. que era el gobierno norteamericano. Esa industria, con lentitud tuvo que retomar su papel de productor de bienes y servicios para la paz. Y esto tomó su tiempo, tiempo en que la economía estadounidense entro, otra vez, en depresión. Pero nunca perdió importancia la industria armamentista en EE.UU.

¿Cono financió EEUU el gasto público requerido para armarse?  No fue con impuestos sino con una enorme deuda pública, que la inflación, con el tiempo, la fue reduciendo substancialmente, hasta ubicarla a un nivel aceptable para su gran aparato económico. Esta deuda, otra vez creció de manera notable en los años recientes como consecuencia de la crisis económica del año 2007, deuda que se generó por los continuos y elevados déficits fiscales que comenzó a presentar ese gran país.

Pero el gasto público no solo genera “intereses creados” muy difícil de revertirlos, sino que genera corrupción. No hay un solo país en el mundo donde no se de este fenómeno. Transparency International, que continuamente hace un seguimiento de este hecho confirma lo indicado. Los datos señalan que en los países más desarrollados hay menos corrupción que en los países menos desarrollados. La explicación vendría porque en los primeros existe mayor institucionalidad y empleados públicos meritocráticos, que en los segundos. Pero lo que podría estar sucediendo es que en los primeros la corrupción se realiza con mayor “habilidad” que en los segundos. Cabe la pregunta ¿Quiénes financian las millonarias campañas electorales en los países desarrollados? ¿No son acaso, los “intereses creados”, las empresas que venden bienes y servicios al Estado?

En la región el tema que ha recibido mucha atención periodística ha sido la corrupción de la gran empresa “Petrobrás”, en Brasil. En el país, en los últimos días, ha hecho noticia la alcaldía de la ciudad de El Alto, donde los dirigentes de los “movimientos sociales” se habrían beneficiado con los recursos públicos de dicha alcaldía. Esto no sería un hecho aislado, sino la muestra que confirma la regla.

En un comentario periodístico reciente, de El País de Madrid, titulado: “La mafia devora Roma”, sostiene que: “los romanos descubrieron que la degradación crónica de su ciudad obedecía en gran parte a la existencia de una organización mafiosa dirigida por un viejo terrorista de extrema derecha y un empresario de izquierda que habían logrado meter en nómina, por las buenas o por las malas, a decenas de políticos y funcionarios municipales” para hacerse adjudicar los contratos de obras públicas más suculentos.” ¡En todas partes se cuecen habas!

La Paz, 19 de junio de 2015

*Profesor emérito de la UMSA y Miembro de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas

Economía de Mercado
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Medio ambiente y negocios energéticos

Es siempre complicado mezclar dos conceptos: medio ambiente y exploración/explotación de gas/petróleo; aunque obviamente van indisolublemente de “la mano”.

América Latina tiene muchos ejemplos de actividades energéticas que fueron muy exitosas sin perjudicar el entorno ambiental, como también hay desastrosos ejemplos de verdaderos atentados al medio.

La ausencia de criterios técnicos que resuelvan éste tipo de contradicciones ocurre cuando hay ausencia de Ley moderna que establezca, por ejemplo, parámetros a la exploración/explotación energética en medios ambientalmente sensibles.

En Bolivia el tema empezará a “aparecer” en tanto desde el Poder Ejecutivo se reglamente actividades en áreas “protegidas” (Decreto Supremo 2366 20.05.2015) que autoriza realizar actividad hidrocarburífera en las áreas protegidas (creadas para proteger biodiversidad y ecosistemas específicos con alta fragilidad y albergar especies únicas o en peligro de extinción).

Naturalmente todos éstos líos y entredichos podrían evitarse si es que –de una vez- se delibera una nueva Ley de Hidrocarburos. La nueva LH va a normar los aspectos generales de la actividad entre ellos los aspectos ambientales: va a regular la actividad en áreas ambientalmente sensibles.

Desde 2006 en Bolivia se insiste en una nueva legislación específica para hidrocarburos.

Bolivia tiene más de 20  “áreas protegidas” 18.271.699 hectáreas (ha) de superficie protegida. Es un país ambientalmente rico y diverso y no descartamos que dentro de los límites jurisdiccionales de ésas áreas existan reservorios importantes de petróleo/gas en sus dos modalidades: vale decir los convencionales o los que podrían posteriormente explotarse vía fracking. El tema ambiental en Bolivia va a ser todo “un tema” de no ser oportunamente regulado mediante la nueva LH. 

Y cuando empiecen los proyectos de shale (fracking o explotación no-convencional de hidrocarburos con alta utilización de agua) allí habrán otros debates y entredichos. Una nueva LH podría adelantarse a esos escenarios y establecer los parámetros y guías generales de exploración/explotación vía fracking.

Volvamos al presente: una disposición del Ejecutivo (Decreto) no es suficiente ni tiene la fuerza legal para re-acomodar las áreas protegidas o establecer condiciones de exploración/explotación de hidrocarburos.

Hoy existen varios contratos de actividades inclusive sobre los límites de las "reservas ambientales".

La tecnología exploratoria para hidrocarburos avanzó de tal manera, obviamente con costes más elevados, que una exploración/explotación en áreas consideradas “de reserva” es perfectamente posible, pero ello debe estar previamente establecido por una LH que además incentive a las compañías a que sus capitales invertidos van a tener retorno y no van a ser bloqueados a título de “defensas ambientales”.

Partamos de un hecho irreductible: se debe hacer exploración a escala en todo el territorio nacional. Debemos aprovechar el gas y petróleo debajo de la superficie pero con mecánicas modernas que permitan un equilibrio y respeto al medio ambiente. Pero tampoco se pude paralizar la industria energética (gas petróleo) a título de un falso ambientalismo. La pobreza nos tiene contra las cuerdas y necesitamos del gas para seguir combatiéndola.

En otra perspectiva: tratar de “captar inversiones” vía apertura de “áreas protegidas” es poco menos que mala jugada: las compañías internacionales del sector respetan mucho las normas internacionales ambientales y no se van a meter en camisa de once varas para trabajos de exploración que posteriormente no les sea rentable.

No olvidemos que la caída de precios del barril/petróleo hace menos atractiva la exploración en lugares de riesgo ambiental.

Ratifico, modestamente, que en tanto no haya una LH que establezca las líneas generales de la actividad de la industria exploración/explotación seguiremos en ésta actitud de desconcierto.

Tampoco perdamos de vista que en ésta década no hubo mucha exploración. No hay mucho dinero que se haya invertido en exploración. Resulta raro que se quiera ahora “abrir” espacios ambientales algo sensibles para exploración.

Todo esto responde, entonces, a la visión. Necesaria es una reforma energética boliviana que responda a una visión de largo plazo en donde se conjugue los intereses del país, los ambientales y el crecimiento de una industria (petróleo/gas) que ciertamente son los más rentables del mundo, con ingresos que apropiadamente administradores realmente pueden mejorar las condiciones de crecimiento de Bolivia.

Lo que sí debe quedar en claro es que debe parar el gasto de los ingresos por venta de gas. De encontrarse más gas y petróleo debe ser dinero bien administrado. Época de austeridad con alta reducción de costes de operación, más aún si se necesitan encarar trabajos de desarrollo (perforaciones) del nuevo campo petrolero (Boquerón) que mejorará la oferta de combustibles interna con mayores ingresos para el Estado.

Nuevamente: sólo una Ley de Hidrocarburos podrá poner un paraguas y marco general a la actividad. Esa es la verdadera lucha: el verdadero debate: vamos por una nueva Ley de Hidrocarburos.

BORIS SANTOS GÓMEZ ÚZQUEDA Consultor del sector privado sigue sus análisis en twitter: @bguzqueda 

 

 

Hablemos de energía
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La exquisitez

Los bolivianos tenemos dos características que casi siempre complotan contra nuestro desarrollo, somos cortoplacistas y de memoria corta, elementos que han provocamos que metamos la pata. Inútilmente la alcaldía paceña, se ha enfrascado en un debate de mirada corta, al plantear “objeciones” disfrazadas de “regulación” a la construcción de la Línea Blanca de Mi Teleférico, aduciendo argumentos desde urbanísticos y hasta de invasión a la privacidad.

Hablan que el trazado de la mentada línea destruirá el pasaje urbano miraflorino, que años atrás fue diseñado para que tenga puntos estratégicos de apertura visual y recreativa, también se menciona el tema patrimonial, puesto que en la Plaza Villarroel, en el museo que tiene al medio, se hallan murales de Solón Romero y Alandia Pantoja,  hasta aquí podríamos darles la razón, pero no es así, se trata de una impostura.

La alcaldía de La Paz, con el apoyo del desvencijado Colegio de Arquitectos paceño, cual Quijote y Sancho Panza se enfrentan a los molinos de viento, sólo que en esta ocasión no se trata de gigantes que atacan a los hidalgos caballeros, sino obras de necesidad para una La Paz cada vez más asfixiada, que no encuentra más soluciones a los problemas de “transitabilidad” por los aires. Con las nuevas líneas del teleférico mucha gente podrá trasladarse de un punto a otro sin necesidad de ser maltratado.

Podría uno tragarse el cuento visual y patrimonial si las acciones municipales de la alcaldía revillista fueran ciertas, los hechos demuestran que el paisaje urbano no está entre sus prioridades reales,  hay muchos lugares del centro paceño, sin ir muy lejos que se están cayendo a pedazos, bellas edificaciones que valen la pena cuidar, pero no, se hallan sin fachada, se llenan de letreros, no se restaura los colores originales de los muros, se caen a pedazos para convertirse en bloques de cemento sin gusto y grotescos. La alcaldía no está allí.

Defienden a la Plaza Villarroel, que no es otra cosa que un gigante bar, es área insegura, no hay buena iluminación, algunos lugares son mingitorios y basureros al paso, ni qué decir de la Parque Triangular convertido en una gran cevichería al aire libre, en el que los niños tiene jugar en medio de las vendedoras, los helados de canela y  del “popó” de las miraflorinas mascotas. Este es el verdadero paisaje que defiende el municipio. Las dos estaciones del teleférico evidentemente que cambiarían este descuidado escenario.

El propio Emilio Villanueva, uno de los arquitectos que diseño el barrio miraflorino, se enfrentó a mantener las cosas como están, ya sea por añoranza o capricho o a cambiar y plantear una obra que responda a las necesidades de la gente, lo hizo cuando tuvo que derrumbar y adaptar su propia obra, para emplazar sobre ella lo que ahora es la Universidad Mayor de San Andrés, el Monoblock, creando así un estilo arquitectónico andino que ha resuelto la vida de miles de universitarios. 

Este debate no es nuevo, es más viejo de lo que pensamos, casi siempre ha ganado la modernidad, porque entendemos que por encima de la exquisitez de los que priorizan la banalidad de la estética, se hallan las necesidades reales de la gente, de los que  viven a pie y cotidianamente luchan por llegar a sus pegas, regresar a sus casas rápido, que los traten como personas,  no como ganado, por “arriba" de todo esto no está lo exquisito. Lo que la alcaldía paceña está haciendo es condenarnos una vez más al minibús y lo que es peor, no se dado cuenta que La Paz está cambiando. 

 

Anatomias
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Machismo

La palabra “patriarcalización” no existe en el idioma español y, aun así, es utilizada por los autores dedicados el estudio de la equidad de género. La definen como una forma de dominación del género masculino sobre el femenino pese a que “patriarcal” viene de “patriarca” que significa “persona que por su edad y sabiduría ejerce autoridad en una familia o en una colectividad”. Puede que esa definición, tomada del Diccionario de la Real Academia Española, tenga una connotación machista pero, precisamente por eso, es mejor emplear el nombre “machismo” que es aquella “actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres”.

Y, si tomamos el caso de Bolivia, tendremos que rendirnos ante la evidencia de que, más que patriarcal, la nuestra es una sociedad machista. Solo así podemos explicar que en instituciones como la Policía Boliviana se degrade a una generala que ejercía el cargo de subcomandanta general para transferirla a las funciones de Directora Nacional de Educación y rectora de la Universidad Policial. Los motivos para el cambio son puramente machistas: el nuevo comandante general no se siente cómodo trabajando con una mujer.

No es el único caso, no es el primero ni será el último. Lamentablemente, pese a la vigencia de leyes contra la discriminación y violencia contra la mujer, en el país subsiste una mentalidad machista hasta en las propias mujeres.

Si duda de esa afirmación, nada más hojee las páginas de un periódico o escuche lo que las mujeres periodistas, radialistas o presentadoras de televisión dicen en los espacios informativos.

La clave está en los sustantivos. Existen sustantivos comunes en cuanto al género que no pueden utilizarse como masculinos o femeninos. Por ejemplo, “profesional” no puede convertirse en “profesionala” o bien “conferencista”, que tiene tendencia femenina, no puede utilizarse como “conferencisto”. Pero el idioma también ha evolucionado con las sociedades y, por ello, muchos sustantivos comunes que solo podían emplearse en masculino ahora admiten uso femenino. Los grados militares son el mejor ejemplo: la Real Academia Española ahora admite la utilización de generala, coronela y hasta soldada cuando el sujeto del que se habla es mujer.

Pese a ello, en las informaciones en las que se habla de la generala Rosario Chávez, afectada por el machismo en la Policía Boliviana, muchos medios de comunicación, incluso las mujeres que tratan el tema, se refieren a ella como “la general Rosario Chávez”.

Y ejemplos como esos abundan en los medios. Yo escucho a las presentadoras mujeres decir “la fiscal” al referirse a la fiscala departamental de Potosí, Willma Blazz, mientras que una concejala de este municipio, que además es periodista, se refiere a sí misma y a sus colegas como “la concejal” cuando es admisible “la concejala”.

Es un problema de mentalidad. Las estructuras mentales de bolivianas y bolivianos están dominadas por el machismo y por eso se piensa en función masculina en una sociedad en la que lo femenino también existe y, por tanto, merece un lugar propio.

Y hasta ahora no se conoce de una ley que cambie mentalidades.

 

 

Surazo
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¿Qué le diría Ud. a un contrabandista?

Queriendo aportar al esfuerzo anti-contrabando de nuestra Aduana Nacional de Bolivia, la Policía -a través del COA- y el Ejército, pregunté a mis amigos del Face: ¿Qué le dirían a un contrabandista sobre su actividad? Lo hice porque a las autoridades les reclamamos siempre, pero ¿qué del contrabandista? Agradezco la masiva respuesta recibida, aquí está, esta columna es suya…

¿Sabes que cometes un delito? ¿Te sientes bien siendo contrabandista? ¿Quién comprará tu contrabando si la industria y el comercio legal cierran? ¿Sabes del daño y los despidos que ocasionas? ¿Por qué dañas la economía del país y evades impuestos? ¿Si tus padres fueron contrabandistas, quieres que tus hijos también lo sean? ¿Por qué arriesgas que te decomisen tu mercadería, si igual puedes ganar honestamente? ¿Estarías dispuesto a dejar de robar si el gobierno te diera la oportunidad de estudiar y empezar tu propio negocio? Si temes a Dios, ¿no deberías dejar el contrabando?”, preguntaron.

Pero hubo también reflexiones al contrabandista: “No mates a la producción nacional; paga impuestos para que haya educación, salud e infraestructura; tu mercadería clandestina puede afectar a un productor de tu propia familia; sin contrabando habría más de 100.000 puestos de trabajo formales; el contrabando beneficia a unos cuantos; deja de robar al Estado; no expongas a tu familia, puedes quedarte en la calle; el contrabando es pan para hoy día y hambre para mañana; no hagas competencia desleal; mejor importar legalmente que pagar comisiones por todo lado; deja de dañar al país; ponte los colores de la bandera boliviana; más contrabando implica menos hospitales, escuelas y más discapacitados y ancianos desvalidos; haz recapacitar a otros contrabandistas; es hora de trabajar como Dios quiere, dar al país lo que es del país y a Dios lo que es de Dios”.

No es fácil la solución: hay pobreza, faltan oportunidades y facilidades para ser legal, pero es cuestión de educación también, no solo del contrabandista sino de quienes toleran la venta de productos contrabandeados y de los que los compran.

El contrabando en Bolivia es atávico: para evitar la salida ilegal de la plata del Cerro Rico el Libertador Simón Bolivar no tuvo mejor idea que decretar ¡pena de muerte para el funcionario público involucrado! No se trata de liquidar al pecador, más bien al pecado, aunque hace unos años -viendo a los vivillos burlarse de la Ley y ostentar su ilícita riqueza- cierto Foro planteó la muerte civil para el contrabandista

(*) Economista y Magíster en Comercio Internacional

Fuente: “El Deber”

 

Santa Cruz, 17 de junio de 2015

Buscando la Verdad
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Alcances y deficiencias de la Ley para la Defensa de los animales

En el primer día del presente mes de junio, luego de algún debate en las cámaras legislativas, se ha puesto en vigencia la Ley Nº700 para la Defensa de los Animales contra Actos de Crueldad y Maltrato, que tiene por objeto establecer el marco normativo específico para la defensa de los animales contra actos de violencia, crueldad y maltrato cometidos por personas naturales o jurídicas, con la finalidad de prevenir y penalizar los actos de violencia, maltrato, crueldad, a cuyo efecto, incorpora los delitos de “tratos crueles” y “biocidio” al Código Penal, que sean cometidos por personas contra animales domésticos, en el marco del artículo 298, parágrafo I, numeral 21 de la Constitución Política del Estado, que establece como competencia privativa del nivel central del Estado, la codificación sustantiva y adjetiva en materia civil, familiar, penal, tributaria, laboral, comercial, minería y electoral.

Me parece que el sustento constitucional adecuado (si es que acaso se buscaba respaldar constitucionalmente la Ley), no debió ser la citada norma constitucional, sino más bien, el artículo 381.I que establece que son patrimonio natural las especies nativas de origen animal y vegetal, a cuyo efecto, el Estado establecerá las medidas necesarias para su conservación, aprovechamiento y desarrollo. Por otro lado, cabe hacer notar que el artículo 349.III (sobre los recursos naturales), se encuentra repetido idénticamente y sin razón aparente, en el artículo 311.II numeral 2 (última parte), cuando se refiere a las “especies animales protegidas”.

De cualquier forma, en esta nueva Ley para la defensa de los animales, se ha visto por conveniente insertar un artículo expreso sobre los derechos de los animales, estableciendo que los animales como sujetos de protección, tienen los siguientes derechos:

“a) A ser reconocidos como seres vivos” (no así como objetos, instrumentos o utensilios para otros fines, según se entiende);

“b) A un ambiente saludable y protegido” (lo que implica que deben vivir en condiciones que no los sitúen en peligro, y asimismo, deben estar alejados de cualquier situación de riesgo para su vida o su propia existencia);

“c) A ser protegidos contra todo tipo de violencia, maltrato y crueldad” (que es precisamente el objetivo esencial que persigue la nueva ley, extendiendo su protección contra toda persona natural o jurídica inclusive, que incurra en estos reprochables actos);

“d) A ser auxiliados y atendidos” (auxiliados en caso de peligro inminente, y atendidos en caso de riesgo grave o enfermedad).

De esta manera breve -y restándole la importancia que tienen-, se describen los derechos de los animales en la citada disposición legal.

Considero que para garantizar de mejor manera los derechos de los animales, y comprender la magnitud de sus alcances, se hace necesario acudir a otro instrumento internacional específico de protección, cual es la Declaración Universal de los Derechos del Animal[1], que surge precisamente ante el desconocimiento y desprecio de dichos derechos, que hasta ahora han conducido al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y contra los animales.

Esta Declaración, comienza por proclamar que todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia (digna de todo ser vivo en la tierra). Asimismo, en su artículo segundo, establece que: “a) Todo animal tiene derecho a ser respetado (en su condición de animal); b) El hombre, “en tanto que especie animal” (sic), no puede atribuirse el derecho a exterminar a los otros animales o explotarlos violando su derecho (a la vida). Tiene la obligación de poner sus conocimientos (y capacidades) al servicio de los animales (para su cuidado y protección); c) Todos los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección del hombre (como ser racional capaz de hacerse cargo de ellos)” (los agregados entre paréntesis me corresponden). Asimismo, el artículo tercero de la Declaración, previene expresamente que: “a) Ningún animal será sometido a malos tratos ni a actos crueles; b) Si la muerte de un animal es necesaria, debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia”.

Precisamente la necesidad de salvaguardar a los animales de cualquier tipo de violencia, maltrato o crueldad, fundamenta la necesidad de tipificar y sancionar los actos destinados a su exterminio indiscriminado, lo que ahora se ha incorporado a la legislación boliviana, bajo el denominado delito de “tratos crueles”, que se traducen principalmente en ocasionar (con ensañamiento o con motivos fútiles) sufrimiento grave y daño que provoque la pérdida total o parcial de un sentido, de parte de su fisonomía o de un órgano, a un animal, considerando además como trato cruel, la utilización de un animal para cualquier práctica sexual.

En esta tipificación, existe la salvedad de que si es el animal el que ocasiona sufrimiento grave y daño que provoque la pérdida total o parcial de un sentido, a otra persona, entonces el dueño o tenedor del animal debe cubrir los costos de la asistencia médica y el resarcimiento económico cuando corresponda, bajo alternativa de aplicarse la pena prevista para los tratos crueles, que consiste en: privación de libertad de seis meses a un año y multa de treinta a sesenta días o prestación de trabajo de tres a seis meses. Sin embargo, la pena será agravada en un tercio, de la pena máxima prevista, si se ocasiona la muerte del animal.

Por otro lado, también se incluye como delito el “biocidio”, consistente en matar con ensañamiento (crueldad, impiedad o salvajismo) o con motivos fútiles (triviales o frívolos) a un animal, y que se sancionará con privación de libertad de dos a cinco años (como pena principal) y multa de treinta a ciento ochenta días (como pena accesoria); sin perjuicio de agravarse la sanción en un tercio de la pena máxima, si se mata a más de un animal.

Lamentablemente, los alcances de la protección de esta nueva Ley, quedan claramente desvirtuados cuando en su disposición final, exceptúa de su aplicación, el uso de los animales en actos ejercidos en la medicina tradicional “y ritos que se rigen conforme a su cultura y tradiciones de las naciones y pueblos indígena originario campesinos…”.

Los usos de la medicina tradicional podrían ser justificables, únicamente con el fin de curar enfermedades humanas que así lo requieran; sin embargo, es inaceptable la utilización de animales en “ritos” que se practican en las tradiciones indígenas, en donde se reduce a los animales a la condición de instrumentos, lo que equivale a utilizarlos con motivos fútiles o bajos, sin ningún propósito justificado. Esa es la grave contradicción de esta nueva Ley, que en realidad autoriza la utilización arbitraria e injustificada de animales, cual si fueran simples objetos.

 

[1] La Declaración Universal de los Derechos del Animal, fue adoptada por la Liga Internacional de los Derechos del Animal y por las Ligas Nacionales afiliadas tras la 3ª Reunión sobre los Derechos del Animal (Londres, 21 al 23 de setiembre de 1977). La declaración proclamada el 15 de octubre de 1978 por la Liga Internacional, las Ligas Nacionales y las personas físicas asociadas a ellas, fue aprobada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y, posteriormente, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Disponible en: http://academic.uprm.edu/rodriguezh/HTMLobj-139/DERECHOS_ANIMAL_UNESCO.pdf

Apunte Legal
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Maduro, sin margen de maniobra

El margen de maniobra que tiene el dictador venezolano Nicolás Maduro es tan estrecho, que no terminará su periodo y caerá el 2016 por acción del parlamento, un referendo revocatorio, renuncia o un pronunciamiento militar, dice el politólogo marxista Heinz Dieterich, durante largos años estrecho asesor de Hugo Chávez.

Venezuela debe acudir este año a las urnas para renovar los 163 asientos de la Asamblea unicameral. El régimen, dueño de todos los poderes, está alargando demasiado la convocatoria y la razón es que hasta sus encuestadoras establecen que perderá por amplia mayoría.

El 86% de los venezolanos culpan a Maduro de la aguda escasez de alimentos de primera necesidad, de medicinas, repuestos para el parque automotor, etc. Los venezolanos deben hacer colas desde las 4 de la madrugada por un kilo de harina pan, arroz, azúcar, café; un litro de leche o aceite.

Si la oposición gana la mayoría parlamentaria podría provocar un sacudón en la administración del Estado, propiciando la independencia judicial, retomando su labor fiscalizadora, etc. lo que dejaría en la orfandad al Poder Ejecutivo en medio de un rechazo generalizado de la población (80%) a la gestión de Maduro.

Eso debería conducir a su renuncia o el llamado a un referendo revocatorio, que solo serviría para extender un poquito más su mandato. Sin embargo, es muy difícil que se dé esto porque Maduro y sus compinches tienen de tal manera aceitado del aparato electoral que hasta perdiendo, como ocurrió en las presidenciales del 2013, se proclamarán ganadores.

Muchos creen que la presión de la calle (paros, como los que se producen al por mayor todos los días, huelgas, marchas, etc.) es el camino para obligar a Maduro a renunciar, porque –aseguran--  los militares institucionalistas no podrán cerrar los ojos más. Lo acaba de exponer el ex presidente español, Felipe González, tras una rápida visita a Caracas: Maduro está conduciendo a Venezuela a la catástrofe…

Excepto un puñado de líderes opositores encabezados por Leopoldo López (actualmente encarcelado y en huelga de hambre pidiendo se fije la fecha de las elecciones), el resto apuesta a sacar a Maduro empezando por capturar la Asamblea Nacional. Algo difícil, porque el cinismo es de tal que es posible que (como ocurrió hace 5 años) el oficialismo reformule circuitos electorales, de manera que un municipio del interior del país pueda elegir a 5 diputados con solo 20.000 habitantes, lo mismo que una ciudad de 300.000 0 400.000 de concentración opositora.

Hipotéticamente, si cayera Maduro este año (como muchos creen), constitucionalmente lo reemplazaría Diosdado Cabello, así sea temporalmente hasta convocar a nuevas elecciones. Esto es aún más difícil porque el presidente de la AN es resistido hasta por los propios chavistas. Lo único claro, por ahora, es que ante la opinión pública mundial el régimen es una dictadura del Siglo XXI. Con algunas ventanitas de libertad, pero con sus asesinados, perseguidos, exiliados, encarcelados, etc.

(*) Hernán Maldonado es periodista. Ex UPI, EFE, dpa, CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años corresponsal de ANF de Bolivia.

Tierra Lejana
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Qué demonios

Desde hace varias semanas,  voy leyendo una serie de noticias por demás bizarras, que en los Simpson se predijo la corrupción en la FIFA, que Famly Guy vaticinó que el padrastro de las Kardashian se transformaría en mujer, ante tanta coincidencia llego a la conclusión que ver estos “dibujos” es la clave que necesitamos para entender el mundo sino la parodia de sociedad en la que nos hemos convertido.

No deja estar de estar en el trasfondo social el actual rol de los medios de comunicación, en su contenido informativo podemos encontrar noticias que en sí mismas pareciera que son una parodia real de nuestra cotidianidad sin necesidad de animarla o trasladarla a un escenario del teatro popular. Son noticias que se traducen en una alerta de lo mal que estamos, lo triste es que no se busca ver más allá del simple hecho, sino que se goza en dar vueltas sobre un mismo eje noticioso: lo inusual.

Noticias sobre cómo unos niños jugaron a secuestrar a su amigo y lo mataron, cómo un sujeto planificó usar a su novia para matar a sus hermanas en busca de la herencia familiar, la triste historia de una niña que encontró a su mascota perdida cocinada y lista para servirse en restaurante, la historia de éxito de una pareja de fisiculturistas que en el colegio sufrieron bulling, el amor de la ex de Ronaldo con Blatter o las extrañas muestras de afecto del propio Ronaldo a un amigo con tan buen físico como él (vea las fotos), son informaciones que encontramos en cada segundo de navegación por las redes y que luego las vemos en la tele o escuchamos en la radio. Confirmando así que si estamos practicando con más intensidad la vieja máxima para descubrir – o convertir - qué es o noticia o no: “Si un perro muerde a un hombre…”

Insistimos en mantener una mirada compasiva sobre el hecho y no en tratar de informar/comprender por qué se están dando estos hechos y cuáles los motivos que lo provocan, si lo hacemos le ponemos el mote de informe especial, noticia a profundidad y hasta reportaje, creyendo que la simple entrevista a un experto sobre el tema nos va a revelar lo que nuestros ojos no pueden ver, lo más patético en todo este tratamiento informativo es que prevalece una postura conservadora que todavía entiende a la sociedad como un perfecto reflejo de la Familia Ingalls o de la Familia Coca Cola, aquella que muy feliz se sienta en la mesa a compartir su almuerzo con una gaseosa como eje de bienestar. En los hechos, las familias ya ni siquiera se ven a la hora de almorzar, no todas están completas, algunas son disgregadas, otras son parches, al estilo de los tuyos, los míos y los nuestros, es más ya no beben gas carbónico, sino agua porque y si hay pollo es porque es un día especial.  Estas familias reales, no están en las noticias.

Hace poco en el auditorio de Los Tiempos se llevó adelante un encuentro en el que sí se habló de periodismo, leía las conclusiones a las que llegaron en el muro de una amiga, me llamaron la atención los siguientes puntos: Establecer que los que enseñan periodismo deben ser periodistas, promover una posición más crítica hacia medios y universidades a fin de que la sociedad sea menos permisiva con la mediocridad,  esforzarse en mejorar el estándar de calidad en formación, necesidad de especializar periodistas en las universidades. Deduzco que en las carreras de comunicación no se está enseñando periodismo. Que reconozcamos nuestros males es un avance, que llegue a los noticieros otra. Mientras tanto Homero Simpson seguirá siendo nomás un referente.

 

 

 

 

Anatomias
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Aprender periodismo

Quien crea que no tiene nada que aprender es alguien que no ha aprendido nada. Y entre todas las actividades humanas, el periodismo es una de las que más necesita de aprendizaje permanente. Por ello, no en vano se dice que un periodista que no lee un día es un día menos periodista.

Con ese y otros argumentos volé a Santa Cruz a participar del taller dictado por el periodista estadounidense Jon Lee Anderson.

Viejo lobo del mar de tinta, Jon es uno de los periodistas más respetados del mundo y se lo considera maestro de los perfiles. Es autor, entre otros trabajos, de biografías de Fidel Castro, Gabriel García Márquez, Augusto Pinochet, Saddam Hussein y Hugo Chávez.

Tuve la suerte de tener un aparte con él para conversar de un tema común, el Che Guevara, aquel personaje del que Jon escribió una biografía que se considera tan completa que fueron y son pocas las voces que la cuestionan.

Y, claro está, la reunión sirvió para llenar muchas de las lagunas que tenía en la investigación publicada en noviembre de 2014 en el diario español El Mundo.

La conversación fue tan provechosa que pude aprender mucho del maestro. De todo cuanto me dijo, rescato su pensamiento sobre los criminales, especialmente aquellos que cometieron crímenes de lesa humanidad o magnicidios.

A lo largo de la historia, muchos hombres oscuros mataron a hombres luminosos pero no todos respondieron por sus crímenes. Según Jon, todos los criminales deberían recibir castigo por sus actos en contra de la vida, sin importar el tiempo transcurrido. Puso como ejemplo a los nazis: si todavía queda alguno que no haya comparecido ante la justicia, todos los seres humanos estamos obligados a ponerlo ante un tribunal, aun si el asesino ya es un nonagenario. Si un periodista descubre a un asesino sin castigo, su obligación es ponerlo en evidencia.

Como Jon Lee Anderson llegó a Bolivia para la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz y dictó un taller propiciado por el diario El Deber y la Asociación Nacional de la Prensa, muchos pudieron beber de sus conocimientos.

De todo lo que dijo en dos días de charla, destaco su posición sobre el papel de los periodistas frente a los gobiernos. Según Jon, el periodista es un fiscalizador permanente del poder. Debe estar atento a cualquier transgresión por parte de los gobernantes y, si se diera el caso, tiene que denunciarla.

Debido a ello, el periodista coexiste con el poder pero no debe compartirlo. No importa quién esté en el poder o la ideología que represente ya que el periodista debe estar siempre en la vereda del frente. No es un opositor permanente pero jamás debe convertirse en oficialista.

Con ello, Jon me confirmó una apreciación que tengo sobre el periodista y la política: la distancia. El periodista tiene derecho a tener ideología, incluso a militar en un partido, pero cuando cruza la línea y se convierte en actor, llámese servidor público o candidato, deja de ser periodista y, al terminar su mandato, ya no puede volver a serlo.

Entonces, lo mejor es nunca cruzar la línea.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(*) Juan José Toro es Premio Nacional en Historia del Periodismo.

 

Surazo
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