Blog de Gary Rodríguez Álvarez

El modelo que Arce Catacora desconoce

Molestia y desconcierto causó en Santa Cruz el candidato presidencial del Movimiento Al Socialismo (MAS), Luis Arce Catacora, al decir que no conocía el modelo económico cruceño, pese a que por casi 14 años fue Ministro de Economía y Finanzas Públicas del gobierno anterior, habiendo defendido a capa y espada su Modelo Económico, Social, Comunitario y Productivo (Mesocopro) con un Estado benefactor, interventor, regulador, inversionista, planificador, empresario, banquero, nacionalizador, industrializador, empleador, redistribuidor; promotor de la demanda interna; inductor de inclusión social; gestor de ahorro interno para bajar el endeudamiento y generar superávit fiscal.

El Mesocopro funcionó gracias al auge mundial, la economía informal y las remesas externas que prodigaron una cantidad de recursos como nunca antes. El PIB nominal, de menos de 10.000 millones de dólares en 2005 superó los 40.000 millones (2018 y 2019) aunque deflactando su valor, apenas se duplicó comparado al del 2005. Durante el Mesocopro la industria bajó su aporte al PIB y éste nunca creció al 7% como lo hizo por 5 veces entre los años ´50 y ´70.

Bolivia se “reprimarizó”: la exportación de recursos extractivos y no renovables que no llegaba al 70%, subió al 80%; la pérdida de mercados provocó una desindustrialización en el sector textil, maderero, de calzados y lácteos. Así, Bolivia es hoy más vulnerable al depender de las materias primas e importar lo que antes exportaba. El manejo del tipo de cambio como instrumento antiinflacionario -fijo desde 2011- hace que sea más fácil importar que producir, provocando un déficit comercial de 5.000 millones de dólares desde el 2015.

El objetivo de bajar la deuda externa no se dio: de 2.208 millones de dólares en 2007 (luego de su condonación) superó los 11.000 millones en 2019. La deuda interna pasó de 2.950 millones de dólares (2005) a más de 6.300 millones (2019).

El orgullo del superávit fiscal, que sumó 2.511 millones de dólares (2006-2013), palideció luego frente al déficit fiscal por más de 15.000 millones (2014-2019): el Mesocopro fue insuficiente para generar ahorro interno.

Bolivia gastó más de 11.000 millones de dólares en 14 años importando gasolina y diésel, siendo que se podía producir biocombustibles con agrobiotecnología.

El 2018 ganamos el título mundial de la informalidad y la precariedad laboral, con más del 60% (FMI), por causa de los altos costos tributarios y sociales.

Las Reservas Internacionales Netas, de 15.000 millones de dólares en 2014, cayeron a menos de 6.500 millones (incluyendo 2.000 millones de bonos soberanos colocados en Wall Street a un interés de 100 millones de dólares/año).

La Inversión Extranjera Directa neta se fue a pique: en 2019 hubo una desinversión por -237 millones de dólares…¿por qué no vendrán capitales a Bolivia, no?

Eso, respecto al Mesocopro. Veamos ahora el modelo productivo cruceño...

El modelo productivo de Santa Cruz se basa en 5 factores: tierra, trabajo, capital, tecnología e institucionalidad. Sus valores son: libre iniciativa, individualismo, cooperativismo, mercado, integración y exportación. Santa Cruz no aspira a vivir del Estado, pide que si éste no va a ayudar, no perjudique...

Desde 2015 es el Departamento más poblado, superando los 3 millones de personas. La migración interna y la llegada de empresas a este polo de atracción, no paran.

El PIB cruceño supera los 12.000 millones de dólares; aporta con el 30% al PIB nacional y “jala” su expansión, al crecer más que éste. Gracias al modelo cruceño, basado en la agropecuaria, agroindustria y agroexportación, Bolivia es autosuficiente en alimentos: 74% del total se genera acá.

Santa Cruz significa el 25% de las exportaciones globales; más del 60% de las no tradicionales y 75% de la agroexportación. La exportación de soya transgénica aportó 10.000 millones de dólares, por 25 millones de toneladas desde 2006.

La pobreza que en Bolivia es del 37% y la extrema del 13%, en Santa Cruz es de 25% y 6%, respectivamente. La electrificación del 46% en 2006, ha pasado al 98%; el acceso al agua potable es del 96%; sus carreteras suman 6.300 km, gracias al modelo redistributivo de las regalías por parte del Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz: 50% para obras en provincias productoras de hidrocarburos, 40% para las no productoras y 10% para pueblos indígenas.

Su Índice de Gini del 0,386 da cuenta de la mejor distribución del ingreso en Bolivia.

Esito es parte del “modelo cruceño”, aunque sus bondades son muchas más…
 

Buscando la verdad
imagenblog: 

Colas, fichas e indolencia pública

Lo que voy a relatar es real y lamentablemente sucede en nuestro país. Me lo contó un testigo de una situación que lacera el alma, ya que de por medio está la dignidad de nuestros viejitos que, en el último tramo de su vida, y cuando más protegidos deberían estar, no los estamos honrando como correspondería. 

En cierta ocasión hice notar que -pese a lo que se decía del país de las maravillas- el sistema público de salud dependiente del gobierno central era una calamidad, por la desconsideración en general, y para con los ancianos en particular, por los placebos que recibían para su dolor y las insufribles programaciones a semanas vista para acceder a un especialista, una intervención quirúrgica, etc., previa “cola” de madrugada para sacar “la ficha”, cuando -siendo asegurados y aportantes al efecto- deberían ser atendidos de la mejor forma.

Les cuento que igual pasa con la atención a la gente de la tercera edad en relación a los bonos estatales. La persona que estuvo en la Oficina de la Renta Dignidad en Santa Cruz vio algo que estrujó su corazón: ancianitos haciendo “cola”, sin bioseguridad, apiñados entre sí, tratando de protegerse del solazo, gente pobre en su mayoría (seguro sufren igual del frío y lluvia en otras ocasiones). 

Ahí se enteró por boca de ellos mismos que se ven obligados a hacer “fila” desde las tres de la madrugada para “sacar ficha” para sus trámites personalísimos ¿qué tal? ¡En pleno Siglo XXI, sacrificar así a nuestros mayores cuando la tecnología podría resolver esto! “Así nomás son las cosas, puede irse a quejar al rey de Roma si quiere”, le habría dicho un indolente funcionario (como si él no fuera a llegar a viejo un día).

Mucha gente llega del campo o viene de lejos para su trámite y cuántas veces no halla “ficha” porque otros le antecedieron en la “fila” (que ese día doblaba la esquina). Ahí se enteró que “hay gente que hace fila por cuenta de uno por Bs150”. Doblemente triste ¿no? Que haya quienes vendan su sueño para cobrar la reserva de un espacio y -más triste aún- que de su mísero ingreso un ancianito deba pagar dicho monto por estar enfermo, para evitar amanecer haciendo cola o el riesgo de andar a esa semejante hora.

Imagine esta escena: viejitos y viejitas tapándose sus cabezas con un cuaderno o un papel, a una temperatura que ronda los 40 grados a la intemperie cerca al medio día. ¡No pues! Los ancianitos merecen la mayor consideración de sus hijos, así como de las instituciones del Estado. Ojalá se resuelva esto, y pronto…
 

Buscando la verdad
imagenblog: 

155 Premios Nobel dicen “SÍ” a la agrobiotecnología

Para los líderes de Greenpeace, las Naciones Unidas y los gobiernos de todo el mundo (*)

El Programa de Alimentación y Agricultura de las Naciones Unidas ha señalado que será necesario que la producción mundial de alimentos, piensos y fibra se duplique aproximadamente para el 2050 si se quieren satisfacer las demandas de la creciente población mundial. Organizaciones opuestas a la mejora vegetal moderna, con Greenpeace en cabeza, han negado en repetidas ocasiones estos hechos y se oponen a las innovaciones biotecnológicas en la agricultura. Han tergiversado sus riesgos, beneficios e impactos, y han apoyado la destrucción criminal de ensayos de campo aprobados y de proyectos de investigación.

Instamos a Greenpeace y a sus seguidores a volver a examinar las experiencias con cultivos y alimentos mejorados mediante la biotecnología de los agricultores y de los consumidores en todo el mundo, reconocer las conclusiones de los organismos científicos competentes y de los organismos reguladores, y abandonar su campaña contra los OMGs en general, y contra el arroz dorado en particular.
Los organismos científicos y reguladores de todo el mundo han concluido de manera repetida y consistente que los cultivos y alimentos mejorados mediante la biotecnología son tan seguros, si no más seguros, que los derivados de cualquier otro método de producción. Nunca ha habido un solo caso confirmado de un efecto negativo derivado de su consumo sobre la salud de los seres humanos o de los animales. Se ha mostrado en repetidas ocasiones que son menos perjudiciales para el medio ambiente y una gran ayuda para la biodiversidad global.

Greenpeace ha encabezado la oposición al arroz dorado, que tiene el potencial de reducir o eliminar gran parte de las muertes y de las enfermedades causadas por una deficiencia en vitamina A (DVA), con mayor impacto en las personas más pobres de África y el Sudeste de Asia.

La Organización Mundial de la Salud estima que 250 millones de personas sufren de DVA, incluyendo el 40% de los niños menores de cinco años en los países subdesarrollados. Las estadísticas de UNICEF muestran que entre uno y dos millones de muertes prevenibles ocurren cada año como resultado de la DVA ya que esta afecta negativamente al sistema inmunológico, exponiendo a los menores a un gran riesgo. La DVA es la principal causa de ceguera infantil a nivel mundial y afecta a entre 250.000 y 500.000 niños cada año. La mitad mueren en los siguientes 12 meses tras perder su vista.

LLAMAMOS a GREENPEACE a que cese y desista en su campaña contra el arroz dorado específicamente, y contra los cultivos y alimentos mejorados a través de la biotecnología en general.

Llamamos a los gobiernos del mundo a rechazar la campaña de Greenpeace contra el arroz dorado específicamente, y contra los cultivos y alimentos mejorados a través de la biotecnología en general, a hacer todo lo posible para oponerse a las acciones de Greenpeace y acelerar el acceso de los agricultores a todas las herramientas de la biología moderna, especialmente a las semillas mejoradas a través de la biotecnología. La oposición basada en la emoción y el dogma en contradicción con los datos debe ser detenida.

¿Cuántas personas pobres en el mundo deben morir antes de considerar esto un "crimen contra la humanidad"? Atentamente, 155 Premios Nobel
------------------------------------------------------------------ 
(*) Carta Pública firmada por 155 Premios Nobel (médicos, físicos, químicos y economistas, principalmente) en apoyando la agricultura de precisión con semillas genéticamente modificadas (OGM) - https://www.supportprecisionagriculture.org/nobel-laureate-gmo-letter_rjr.html
 

Buscando la verdad
imagenblog: 

Economía, bloqueos, salud y vida

Pregunté por mi Perfil de Facebook, sobre cuál de estos temas me aconsejaban escribir: 1) Cómo reactivar la economía del país; 2) El bloqueo como método de lucha; 3) Cuando la salud y la vida no importan. Dado el álgido momento que vive el país -agredido y secuestrado políticamente- con gente muriendo por falta de oxígeno e insumos médicos, producto de los inmisericordes bloqueos en plena pandemia del Covid-19…¿qué creen que respondieron? Un 67% recomendó que hable sobre cómo reactivar la economía -seguramente- por el negativo impacto de más de cuatro meses de cuarentena sobre sus ingresos.

Esta priorización, que me pareció un poco insensible y me sorprendió inicialmente, me llevó luego a recordar que hace unas décadas el Latinbarómetro encuestó a muchas personas preguntando si estaban dispuestas a renunciar a parte de sus derechos, a cambio de que el gobierno las ayudara con su situación económica: sorpresivamente, más del 60% dijo que sí, a fin de mejorar sus finanzas y…¡ojo que esto pasó en varios países que salían de gobiernos militares!

Luego, recordé que al hacer mi Tesis de Maestría en Comercio Internacional -en relación a China, Taiwán, Corea del Sur (en Asia) y Colombia, Chile y Costa Rica (en las Américas) analizando sus políticas públicas desde los años ´50 en adelante- encontré como un rasgo repetitivo que ayudó a su desarrollo, el rol preponderante que jugó el Estado garantizando la continuidad de las mismas -con gobiernos fuertes aunque no necesariamente democráticos- para promover iniciativas empresariales privadas nacionales y extranjeras.

¿A qué viene esto, si el tema es reactivar la economía? Obedece a mostrar qué es lo que más le importa a la gente, pero también, que el éxito económico tiene que ver con la previsibilidad de las reglas de juego, el respeto a las leyes y a las instituciones, lo que no se da cuando unos cuantos quieren imponer sus caprichos por la razón de la fuerza antes que por la fuerza de la razón, provocando zozobra e inestabilidad que atentan contra su desarrollo.

El economista boliviano Carlos Hugo Barbery Alpire, en el interesante artículo “Iniciativas para desfibrilar la economía” publicado por el Centro de Diplomados en Altos Estudios Nacionales, reseña un vademécum de 40 medidas que habría que tomar para un sólido desarrollo de largo plazo. Para ello, el país debería tener la capacidad de ponerse de acuerdo a fin de avanzar con las reformas estructurales necesarias o contar con un gobierno fuerte dispuesto a hacerlo.

Buscando la verdad
imagenblog: 

Covid: Mercado, Estado y Solidaridad

Las voces de alerta sobre las graves consecuencias para la salud de la población por la pandemia del Coronavirus, no cesan; al mismo tiempo, los gobiernos en todo el mundo están en jaque por los negativos efectos sobre sus economías; cada día más gente sufre por la enfermedad, la baja de sus ingresos y, en muchos casos ya, la pérdida de su empleo.

Si bien es un fenómeno global, no es consuelo para Bolivia ver que a otros países les vaya peor que al nuestro, especialmente si en situaciones normales les iba mejor que a nosotros, por tanto, su capacidad de recuperación podrá tener mejores resultados.

Los pronósticos para Bolivia no son halagüeños, siendo que indicadores macroeconómicos cuyo desempeño desde la conclusión del auge en 2014 venían ya en picada -cuando debían estar subiendo- y otros que debían estar bajando iban en aumento, más bien.

Este es el caso del Producto Interno Bruto (PIB) -p.ej.- que luego de lograr en 2013 su pico más alto de los últimos 14 años -con un 6,8%- empezó a declinar hasta un estancamiento del 4,2% en 2017 y 2018, para luego registrar su expansión más baja de los últimos 19 años con sólo 2,2% por varios factores (incendios forestales en varios Departamentos, paro cívico nacional por tres semanas, cambio abrupto de gobierno, desórdenes sociales, etc.).

Si en el 2019 no nos fue tan bien como en años anteriores, lo de la gestión 2020 es desalentador no solo porque la recesión económica por de la pandemia del Covid-19 es un hecho, sino porque el Banco Mundial pronostica una caída del PIB boliviano de casi un 6%. De cumplirse este vaticinio, enfrentaremos la peor tasa de crecimiento en cuatro décadas, superando de lejos hasta los indicadores de la UDP (aunque, gracias a Dios, sin hiperinflación), con lo que el país perdería cerca de 2.500 millones de dólares, aunque si la pandemia recrudece, pudiera ser muchísimo más.

Veamos ahora la otra parte de esta historia: con la caída del PIB por una menor actividad productiva, comercial y de servicios, subirán el desempleo, la deuda interna y externa, y se podrá registrar un déficit fiscal histórico.

Sin embargo, como toda crisis plantea la posibilidad de hacer mejores cosas, basados en la buena fe, deponiendo intereses particulares, sectarios y las mezquindades políticas a las que nos tienen acostumbrados…¿por qué no forjar soluciones donde concurra no solo la “mano invisible del mercado”, sino también la “mano de la justicia del Estado” y la “mano fraterna de la solidaridad” (Michel Camdessus)?
 

Buscando la verdad
imagenblog: 

Decisiones ex-ante, durante y ex-post Covid

Consciente o inconscientemente, todos tomamos decisiones que traen consecuencias para nuestras vidas y las de otras personas. El levantamos a cierta hora, desayunar o no, planificar lo que se va a hacer durante la jornada, etc., son decisiones que tomamos cada día.

¡Cuántas veces miramos al pasado añorando viejas glorias o arrepintiéndonos de no haber hecho lo que entonces pudimos hacer, y cuántas otras vivimos preocupados por el futuro, ignorando que el pasado ya no lo podemos cambiar y que tal vez no logremos vivir ese incierto futuro!

¿Somos conscientes que lo que vivimos hoy es el fruto de las decisiones tomadas en el pasado, y que nuestro futuro lo estamos construyendo ahora, con buenas y malas decisiones?

Las buenas decisiones suelen traer buenas consecuencias; las malas decisiones solo empeoran las cosas, mientras que decisiones valientes y altruistas pueden impactar positivamente en nuestras vidas, así como en las de otras personas, v.gr.: Si podemos perdonar, perdonemos; si tenemos la ocasión de ayudar, ayudemos; si nos es dado el amar, amemos; tal vez no cambiemos el mundo, pero sin duda alguna afectaremos para bien a nuestro entorno más íntimo.

La búsqueda de la realización personal conlleva también la toma de decisiones, pero…¿qué tal si ello tuviera que ver con la mejora de la calidad de vida de nuestro prójimo? En este duro tiempo que vivimos por la pandemia del coronavirus, llamados estamos a tomar las mejores decisiones.

Si Ud. no ha sido víctima del Covid-19, si su familia no ha sido directamente o indirectamente afectada, dé gracias a Dios por ello. Pero si ha sido impactado por la enfermedad, la muerte, el dolor o un golpe a su economía por causa de este mal, aun así, tome la decisión de agradecer a Dios porque está vivo y puede tomar aún buenas decisiones.

Gran parte de la Humanidad enfrenta el terrible azote del Covid-19, pero si pese a todo el sufrimiento que está experimentando su esperanza está en tomar la equivocada decisión de querer seguir haciendo lo mismo que antes -cuando este descalabro pase- entonces no habrá superado con éxito el examen; no habrá asimilado la lección; ni aprendido que el poder, las riquezas, una buena posición, así como el placer y la vida misma, son efímeros.

Es de esperar que tan terrible pandemia nos lleve a cambiar de perspectiva por nuestro propio bien; a darnos cuenta de lo vulnerables que somos, y a tomar la decisión de mejorar como personas siendo más humildes, solidarios y sensibles, en suma…¡más humanos!
 

Buscando la verdad
imagenblog: 

Cuando el Covid-19 toca a tu puerta…

Cuánto dolor está causando el coronavirus (Covid-19) por el contagio y las muertes que aumentan cada día. El virus no respeta a nadie, provocando trágicos sucesos en amigos, vecinos, colegas de trabajo, etc. Un manto de luto cubre a todo Bolivia.

Mucha gente mendiga por las calles y avenidas, o va de casa en casa clamando por “una comidita o una monedita”, al no poder generar recursos por sus propios medios a consecuencia de la cuarentena que dura más de tres meses ya. Frente a ello, la valorable solidaridad de las ollas comunes y el voluntariado ciudadano para tratar de mitigar en algo el impacto.

Duele ver el dolor ajeno, pero…¿qué pasa cuando el Covid-19 toca a tu puerta? Todo cambia, de pronto, y ese dolor genuino, aunque distante, pasa a convertirse en parte de tu propia vida en un santiamén.

Una vorágine incontrolable de acontecimientos se produce: deterioro de la salud; urgente consulta médica; test anticovid; pruebas de sangre y pulmones en laboratorio; confirmado el pronóstico, hay que atenderse en casa pues el sistema de salud ha colapsado: compra de medicinas, jeringas, oxímetro para medir la respiración y la saturación de oxígeno en la sangre, termómetro, etc., con la enorme complicación de no poder movilizarse libremente pero, además, por la falta de recursos.

La máxima prioridad en adelante es la de atender al familiar afectado por tal situación, como así también, sufrir en carne propia las consecuencias de que el Covid-19 haya tocado a tu puerta...
Dolores de cabeza, garganta o cuerpo; fiebre; pérdida del olfato y del gusto; dificultad en poder respirar, se convierten en un drama verdaderamente duro. No se duerme, no se descansa más, hay que estar atentos a cada nuevo suceso, lo que resulta extenuante.

En medio del sufrimiento se amontonan las llamadas telefónicas y posts por Facebook y WhatsApp, de gente que quiere ayudar, justo cuando no hay ni el tiempo ni las fuerzas para contestar, pero…¡es ahí cuando se conoce a los amigos, a los amigos de verdad!

Sin embargo, de lo malo siempre puede salir algo bueno: cuando postrado en cama el hombre se da cuenta de su debilidad; cuando asustado como está por lo que vive; cuando en la soledad de sus pensamientos siente que todo se desmorona y que no puede más; entonces recurre al último recurso de alzar sus ojos al Cielo e invocar a Dios su socorro, confiando que no se lo negará. Entonces recibe paz en su corazón, por la certeza de que ¡ángeles espirituales y ángeles de carne y hueso, vendrán en su auxilio!
 

Buscando la verdad
imagenblog: 

Lo que hacía Napoleón Bonaparte

En momentos en que la pandemia del Covid-19 hace estragos en el mundo, cuánta indignación causa el oír a cierta gente negar esta realidad que enluta al pueblo boliviano; opinar que lo del coronavirus es montado; que se paga para que aparezcan muertos; que el virus -si existe- solo sale de noche; que ahora se esmeran en “fiscalizar” los recursos que llegan del exterior para combatir este mal (cuando antes no lo hicieron); que hay que hacer las elecciones sí o sí en septiembre, justo cuando el Ministerio de Salud pronostica 130.000 contagiados para ese mes. ¡Cuántas vidas se perderán por el egoísmo o la ignorancia de unos cuantos!

Ignorante es aquel que no tiene acceso al conocimiento, lo que es frecuente en Bolivia en la gente pobre de la que se dice que superó el analfabetismo, pero apenas pueden escribir su nombre, pero si leen algo más que eso no entienden porque son “analfabetos funcionales”, esos de los que los políticos hacen gala considerándolos apenas un número, un objeto para satisfacer sus egoístas apetitos personales.

Frente a tanta infamia, a continuación -sujeto a comprobación- parafraseo un texto que circula por las redes atribuido a Ruy Barbosa de Oliveira (1849–1923), escritor, jurista y político brasileño, que refiriéndose a Napoleón Bonaparte, uno de los mejores estrategas militares, dice que clasificada a sus soldados en cuatro categorías: 1) Los inteligentes con iniciativa; 2) Los inteligentes sin iniciativa; 3) Los ignorantes sin iniciativa; y 4) Los ignorantes con iniciativa.

A los inteligentes con iniciativa, Napoleón los hacía Comandantes Generales, eran sus estrategas. A los inteligentes sin iniciativa, los dejaba como oficiales para recibir órdenes superiores y cumplirlas con toda diligencia. A los ignorantes sin iniciativa, los colocaba en el frente de batalla, como carne de cañón.

¡A los ignorantes con iniciativa, Napoleón los odiaba! Pues: Un ignorante con iniciativa es capaz de hacer enormes barbaridades y luego, disimuladamente, intentar ocultarlo. Este tipo de ignorante hace lo que no debe, habla lo que no corresponde, se mete con quien no debe hacerlo y después dice que no lo sabía. Este ignorante hace perder buenas ideas, buenos proyectos, buenos clientes, buenos administradores, buenos hombres públicos. Así las cosas, los ignorantes con iniciativa son un gran riesgo para el desarrollo y el progreso, porque son demasiado astutos para ocupar cargos sin ninguna idoneidad (cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia).

Buscando la verdad
imagenblog: 

Cuando veo sus rostros, sus ojos, sus manos…

Cómo me emociona oír de quienes son parte del exitoso modelo productivo cruceño, que soy el Vocero de los Productores. Un halago ser la voz de esos seres sin voz; de esos héroes anónimos del campo que empeñan su esfuerzo, su patrimonio, su salud y hasta su familia, para darnos de comer. Para ellos mi cariño y mi más profundo respeto.

Abogo por todos los productores del agro, principalmente por los más pequeños, la mayoría. Peleo por esa mujer campesina que llegó a Santa Cruz con la esperanza de una mejor vida, expulsada de su terruño en Occidente por la pobreza, por los bichos que se comían su cosecha o porque con su monocultivo no le daba para vivir.

Lucho porque nuestros productores campesinos -quechuas, cambas, aymaras y chapacos, hermanos bolivianos todos- puedan vivir tan bien, como viven quienes los critican por pedir biotecnología. ¡Cuánto me gustaría que ellos también disfruten de lujosos autos, viajes en aviones, cruceros en el altamar y bocadillos gourmet en restaurantes-top! (aunque ellos solo aspiren a vivir mejor, a tener salud y a que estudien sus hijos).

Hablo por quienes precisan de la ciencia y la tecnología para que el clima, los insectos, las malezas y los hongos no arruinen sus cultivos; reclamo, además, que nuestros campesinos sean considerados sujetos, y no objetos a quienes hay que mantener pobres para “hablar por ellos”.

Peleo por los productores del agro que se rajan el lomo para que en la ciudad tengamos para comer cada día, así como también millones en el mundo que consumen los alimentos que exportamos.
Defiendo a los que no son capísimos haciendo memes y videítos, o reciclando información-basura (fake news); a quienes no engañan ni difaman; a los que no son caraduras ni violentos; a los honestos que viven de su trabajo.

Sus códigos y su ética son como ellos, sencillos: buscan con su trabajo hacernos bien; son valiosos para la sociedad porque aportan con su esfuerzo al desarrollo; lo suyo es producir y producir; viven de su faena; no reciben apoyo del extranjero ni dádivas de nadie; persisten contra viento y marea para darnos la comida que necesitamos para vivir; su misión tiene que ver con el alimento que es vital y, para lograrlo, cuántas veces riegan los campos con sus lágrimas en la sequía, o su llanto aporta más al cultivo ya inundado, porque lo han perdido todo…
Cuando veo sus rostros, sus ojos, sus manos…¡cómo no sentirme honrado de ser llamado el Vocero de los Productores, solo porque hablo de su sacrificio en nuestro beneficio!

Buscando la verdad
imagenblog: 

Frágiles, débiles y vulnerables

Todo cambió de improviso. De un momento a otro el mundo se detuvo, paró su incesante trajinar: se hizo el silencio y se prolongó tanto, y por tanto tiempo, que parecía retumbar más que el trueno.
La muerte golpeó primero a un país lejano, pero luego se hizo cada vez menos distante, hasta afectar a todos, al orbe entero. Solo entonces la Humanidad, ésa que envuelta en sus devaneos se jactaba de su poderío, se dio cuenta de su gran debilidad y vulnerabilidad extrema.

Desasosiego, preocupación y desesperanza; desgarradoras escenas de dolor en familias, sin poder enterrar a sus muertos; llanto por doquier al perder a sus seres queridos. Cada quien en lo suyo con su propia congoja a cuestas, sin tiempo ni ganas para consolar al desvalido: al contrario, los más primitivos instintos de conservación afloraron, mostrando lo inhumano del ser humano.

Lo inimaginable había ocurrido: la bulliciosa vida del planeta calló en un instante, siendo expectantes todos por las noticias que una tras otra, no hacían sino enmudecer más las almas de los atribulados ante la cantidad de muertos y el número de los contagiados que subía. El desenfreno se tornó en contención, la algarabía en quietud inducida y hasta la delincuencia decayó.

Eventos sociales y deportivos, fiestas, actividades religiosas y educativas, el frenesí de la diversión, de pronto todo fue acallado, detenido. Los viajes de placer y de negocios, quedaron afectados. Los sueños y proyectos venideros, fueron truncados. El mundo se había detenido, casi en seco.

Sin poder haberlo imaginado siquiera, gran parte de la gente se vio en una cuarentena obligatoria en sus casas, un confinamiento para evitar el contagio del mal desatado contra el rico y el pobre; el ignorante y el letrado; la realeza y el plebeyo; los gobernantes y los gobernados; el famoso y el desconocido; el maligno suceso afectó sus vidas, sin que muchos pudieran evitar el fatal desenlace.

No fue un asteroide el causante; tampoco un terremoto global; no fueron ciclones de magnitud, maremotos o tsunamis simultáneos; ni un diluvio que lo inundara y destrozara todo -no- nada de eso fue lo que puso de cabeza al mundo. Fue una diminuta molécula, un virus infinitesimal, el Covid-19, que vino a demostrar lo frágil de la vida y lo vano de la altivez humana.

Sin embargo, de lo malo salió algo bueno: en medio del dolor y la desesperación…cuántos alzaron sus ojos a Dios por primera vez y cuántos se acordaron de Él, algo que sin el Covid-19, probablemente nunca hubiera pasado…

Buscando la verdad
imagenblog: 

El Periódico Digital OXIGENO.BO, es desarrollado y administrado por Gen Film & Crossmedia Ltda. Teléfono: 591-2-2911653. Correo: info@gen.com.bo