Blogs

Acerca de las visiones de cambios en el mundo

Las turbulencias del mundo se escuchan con estruendo, porque el mundo gringo se tambalea en sus propios errores y tragedias. Los medios de incomunicación por supuesto que se prestan a este circo mundial del reacomodo gringo. Los imperios de antaño se pelean entre ellos, pues ya no son competitivos frente a otros espacios económicos del mundo. Lamentablemente no hay nada nuevo respecto de las historias imperiales; pero sí reacomodos de poderes que seguirán cuidando sus intereses como siempre.

Dichas turbulencias ya vienen desde hace más de treinta años atrás, cuando el fin de la historia propuesto por Francis Fukuyama. Supuestamente la caída del muro de Berlín, era el triunfo total del liberalismo capitalista frente al comunismo y otras formas de pensar. Se puso de moda la globalización económica, porque les convenía a los países industriales para imponer su cultura occidental, abaratando sus procesos económicos. Pues llevar fábricas a China era muy práctico por los sueldos bajos. Negocio redondo.

Sin embargo, el saqueo del sur, la complicidad de las inversiones con la corrupción del sur, la destrucción y bombardeo de países como Irak, Afganistán, Serbia y otros, la imposición de métodos corruptos en la explotación de recursos naturales, que realizan los países industriales no han cambiado. Y probablemente no cambien nunca mientras este sistema siga en boga, en manos de la educada y civilizada manada occidental.

En definitiva, los cambios y las buenas nuevas sólo sirven para el norte de este mundo. Para el sur sólo son noticias normales, en medio del saqueo, de la corrupción, de las migraciones sangrientas de millones de habitantes hacia al norte. Los gringos están preocupados por la guerra de Ucrania, hasta hay opiniones “humanitarias” de parte de los emperadores del norte; pero les importa un comino respecto del genocidio de Palestina. No podemos culparles de su racismo congénito e histórico; sólo mostrarles al menos el espejo de su propia historia sangrienta.

Cierto que hay cambios profundos por todos lados del mundo. Cambios que están modificando las maneras de ver el mundo en todas las sociedades. Pero los esquemas tradicionales de la política como izquierda y derecha, siguen nomás de moda en sus visiones atrasadas y casi cavernarias a estas alturas del partido. Lo cual frena y perjudica para otras formas de interpretación de la realidad.

Por ahora no hay realmente mapas claros para caminar en función de nuevas construcciones de sociedad. Todo es incierto, inseguro, totalmente oscuro. Al parecer estamos en una enorme transición hacia algo enorme. Muchos temas clásicos se están derrumbando y otros simplemente ya no tienen sentido. Como el mismo concepto de democracia y sus instrumentos de funcionamiento, pues han perdido legitimidad y realismo por todo el mundo. Sobre todo por el sur del mundo, donde la democracia o lo que se supone de ella está destruyendo los tejidos sociales y las instituciones vía corrupción generalizada.

En esta profunda crisis mundial, no nos queda otra que pensar (ojalá) tareas estratégicas y concretas, para sobrevivir como país. Nos queda inventar o construir un Estado real y que por fin responda a nuestras propias necesidades y realidades. Esas enormes tareas implican consensos entre todos. Requerimos por cierto líderes inteligentes y con visiones de consensos. Líderes con visiones regionales de países y con visiones mundiales. Para conectar sueños y cambios entre nosotros mismos, y luego lanzarnos al mundo.

Hay que volver a globalizar la justicia social, las reciprocidades del norte con el sur, las conexiones de las ayudas y cooperaciones económicas y humanas, que tienen sentido en los equilibrios económicos desde las visiones humanitarias, de retorno de alguna manera a los diálogos de los consensos mundiales en todos los campos posibles: cambio climático, justicia social, redistribución de la riqueza, intercambio de conocimientos y democratización real de las estructuras políticas mundiales.

De nuestro lado tenemos que apostar en serio a la ciencia; tenemos que apostar a la educación, pues lo que tenemos es anacrónico y absolutamente obsoleto frente a los enormes desafíos nacionales y mundiales. Nos queda demasiado para la soberanía alimentaria y la producción sostenible. Ni siquiera el pan que comemos es nuestro, porque hasta el trigo importamos por inutilidad en la producción.

Ojalá estos cambios mundiales, o reacomodos imperiales, sean una oportunidad para nosotros en un reordenamiento nacional. Con visiones precisamente nacionales, construyendo políticas en serio desde el Estado, donde las mejores mentes y los mejores trabajadores sean los encargados de semejantes desafíos. Lo contrario, pues, significará seguir nomás en la periferia de la periferia, en la pobreza absoluta y la dependencia económica por los siglos de los siglos.

Ojalá articulemos liderazgos nacionales de consensos. No los papagayos que ya conocemos desde hace cincuenta años. Fracasados y de discursos trasnochados de chicherías mugrientas y periféricas. Provincianos de visiones cavernarias y obsoletas. Ojalá las nuevas generaciones reacciones ante esta demanda mundial de nuevos líderes: sanos, valientes, inteligentes, patriotas y con propuestas mundiales. En fin.

Opinión
imagenblog: 

Cainco: ¡Digna exponente del exitoso Modelo de Desarrollo Cruceño!

Más de un siglo apostando por Santa Cruz y desde Santa Cruz aportando al desarrollo de Bolivia, es algo digno de destacar. Me refiero a la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), que el 7 de febrero de 2025 festejó su 110 Aniversario en una gran celebración, a la que no pude asistir por motivos de salud, lo que me motivó a escribir este artículo, habida cuenta del gran cariño y respeto que le tengo. 

Daniel Velasco Oyola, gerente general de Cainco, abrió el Acto con un conmovedor relato sobre la Santa Cruz de antaño -una pequeña ciudad, aislada, con una economía de subsistencia, con una infraestructura incipiente y desconectada del país- que pudo cambiar gracias al espíritu emprendedor de 10 visionarios que en 1915 crearon Cainco no solo para defender los genuinos intereses empresariales, sino, para trabajar por el progreso de la región, con la actitud de pasar del problema a la solución, de la carencia a la creación y de la necesidad a la acción, habiendo jugado un rol vital en la dotación de energía eléctrica, telecomunicaciones, acceso a fuentes de financiamiento, educación superior, promoción comercial y hasta un Cuerpo de Bomberos Voluntarios. 

Recordó que en la Gran Depresión de los años ´30, Cainco contribuyó a la estabilización de la economía local, la continuidad de las operaciones empresariales y la protección del empleo. En los ´50, en medio de una gran crisis política y económica, coadyuvó a la promoción de políticas para incentivar la inversión privada y la diversificación productiva. En los ´80, sobrevivió a la hiperinflación, se fortaleció y lideró esfuerzos para modernizar la economía y promover la estabilidad; en la pandemia del 2020 apoyó con el acceso a recursos, información y herramientas para que las empresas se adapten a la nueva normalidad, focalizando siempre sus acciones en el ser humano. 

Velasco señaló que en sus 110 años de resiliente vida, Cainco enfrentó ingratos trances políticos y gobiernos distantes de la actividad privada, pese a lo cual no dejó de proponer leyes, medidas técnicas y proyectos, mostrando los buenos resultados que devendrían si se dejara trabajar a los verdaderos actores del desarrollo, los empresarios. 

Concluyó indicando que el desafío a futuro tiene que ver con la transformación del modelo productivo del país, la diversificación, apertura de mercados, tecnología y digitalización; seguir brindando herramientas hacia un ecosistema empresarial innovador, inclusivo y sostenible y, continuar abogando para que las autoridades reconozcan al sector privado como una fuente segura y sostenible de generación de bienestar, cumpliendo así su rol de actor clave en la construcción de una Bolivia más próspera, competitiva y unida. 

En la parte culminante del Acto, Jean Pierre Antelo Dabdoub, presidente de Cainco, abrió su discurso con una sentencia impactante: “Cuando el mundo se quiebra y la incertidumbre lo cubre todo, celebrar no es frivolidad, es un acto de resistencia”, lo dijo refiriéndose al agobiante entorno, comparable al desalentador escenario que hace 110 años vivieron los 10 visionarios fundadores de Cainco en una Santa Cruz olvidada, aislada y con profundas carencias. 

Reclamó que un cuestionamiento de Cainco sobre las causas de la crisis, la inflación, el dólar paralelo, la escasez de combustible, la desconfianza en el sistema judicial y la falta de institucionalidad no fue respondido adecuadamente, a lo que sumó la suspensión de las exportaciones, la amenaza de confiscación de mercaderías y el amedrentamiento a la industria, calificándolos como una opresión al empresario, sentado hoy en el “banquillo de los acusados”, siendo que no es responsable de ello. 

Advirtió que “Bolivia se ha convertido en un territorio minado para la inversión, no por falta de oportunidades, sino por la ausencia de un pilar fundamental: la seguridad jurídica” y que “lo peor está por venir”, si la inversión disminuye y el país cae en un “círculo vicioso de estancamiento con un modelo que reparte pobreza”. 

Antes de concluir, lanzó 6 preguntas a quienes pretenden conducir el país luego de la Elecciones Generales: Déficit fiscal, estabilización y crecimiento; Inversión pública departamental con autonomía de gestión; futuro de las empresas públicas deficitarias; deuda pública, inflación, política monetaria y autonomía del Banco Central de Bolivia; fortalecimiento de la seguridad jurídica y, cohesión social frente a la necesidad de implementar reformas por la vía del consenso y la voluntad política. 

Antelo culminó indicando que, Cainco, hoy, no representa solo a los 10 visionarios que la crearon, sino, “al espíritu emprendedor nacional, que va mucho más allá del sector empresarial y está latente en cada boliviano”. Su invitación a “resistir, trabajar, demandar y soñar”, fue respondida con aplausos. 

¡¡¡Felicidades Cainco, digna exponente del exitoso Modelo de Desarrollo Cruceño que tantas satisfacciones le ha dado y aún dará, no solo a Santa Cruz, sino, a Bolivia toda!!!

Buscando la verdad
imagenblog: 

Ucrania y el mito de Occidente

La guerra de Ucrania desató pasiones occidentales, mayormente guerreristas, hasta los extremos idealistas que jamás existieron. Enarbolaban sus “valores universales”, que por supuesto eran los mejores frente a los bárbaros del otro lado de la civilización occidental. Contra aquellos que no eran democráticos, ni mucho menos, y que no compartían sus “valores universales” civilizados.

Miles de jóvenes ucranianos y cientos de ciudades están siendo sacrificados, sin ningún motivo real, sólo para dejar claro que los “valores universales” de occidente deben ser defendidos incluso absurdamente. Porque llega el emperador Calígula Trump, para dejar claro que Europa no tiene sentido ni es relevante a la hora de las decisiones finales en este mundo. A pesar de sus exclamaciones por los millones de muertos, según el emperador, sabemos bien que no le interesa un comino esos enormes sacrificios.

Los europeos quedaron en ridículo en estas semanas, enterándose que ellos no son los que deciden “sobre los valores universales de occidente”, sino otros fuera de sus territorios. Hoy andan esforzándose en no quedar tan en ridículo, explicando lo inexplicable de la política real. Empiezan a hacer números en todos los espacios posibles, desde la economía hasta de sus ejércitos. El mundo observa ese espectáculo europeo tan ridículo y en total ausencia de algo de decencia colectiva.

El emperador Calígula Trump envió estos días a su propio vicepresidente, para dejarles más claro todavía a los “ingenuos” europeos, de que las decisiones siempre se tomaron y vinieron del otro lado del Atlántico. Lo toman o lo dejan. Se trata de rayar la cancha hacia lo que vendrá en el futuro.

Desde siempre sabemos desde estos lados del mundo, que eso de occidente es sólo un mito construido por sus pensadores, para encubrir las fechorías del saqueo mundial durante siglos, sin que se nos pague aranceles y sin que se nos reconozcan derechos básicos económicos en esos siglos de saqueo. Sus propios historiadores reconocieron esos hechos. Sus propios economistas están conscientes de que la acumulación de sus riquezas, se debe a muerte y explotación de siglos por estos lados del mundo.

Pues es bueno que, al menos, el propio emperador Calígula Trump, ponga en duda esos “valores universales” en el propio patio de Europa donde es la cuna de la civilización occidental. Que entre ellos también tomen consciencia de que esos “valores universales” son sólo un mito construido en la tragedia del saqueo mundial.

Ojalá por estos lados del mundo, quiénes siempre vivieron defendiendo casi tontamente, esos “valores universales”, despierten de una vez para no seguir haciendo daño a estos territorios, con esas visiones culturales trasnochadas. Eso es tanto para la izquierda como para la derecha, que son parte de esos “valores universales” de occidente.

No se justifican los enormes sacrificios de jóvenes rusos y ucranianos, no se justifican tantos odios y resentimientos en el propio patio europeo, sólo para enaltecer grotescamente los “valores universales” de occidente. Ciertamente las sociedades civiles están destruidas por todo el mundo, sin capacidad de reacción ante la brutalidad de los gobernantes.

La sangre vertida por tantas vidas humanas, no tienen precio ante el absurdo de los cálculos políticos occidentales. Sólo demuestran ese profundo desprecio por la vida, desde las oficinas de lujo de los emperadores de siempre de occidente. La diplomacia y las artes de negociaciones, que supuestamente son inventos modernos occidentales, simplemente no sirven para nada cuando se trata de vender armas y muerte por todo el mundo. Esos son en realidad los “valores universales” de occidente.

Ojalá las elites, de izquierda y derecha como Milei, del tercer mundo, siempre trasnochadas y soñando en occidente, despierten de una vez. Para construir realmente oportunidades en estas tierras, a pesar del saqueo mundial sin que se nos pague aranceles de por medio. Esas élites de sueño profundo en los “valores universales de occidente”, que bloquean toda posibilidad de construir alternativas nuestras, propias, de desarrollo y realización en calidad de vida.

En estas épocas de turbulencia mundial, sepamos sacar provecho de las trifulcas entre las potencias mundiales, que se matan y asesinan por “valores universales”, para volcar nuestras miradas a nosotros mismos. Construyendo realmente alternativas de desarrollo propio, genuino, dejando las lógicas del saqueo generalizado desde hace siglos. Cuidando nuestra naturaleza en serio, cuidando el patrimonio de las futuras generaciones en serio.

Algún pensador sostenía que toda crisis es también una oportunidad de construir algo distinto. Pues que esta profunda crisis existencial de la civilización occidental, sea una oportunidad de por fin hacer algo por nosotros mismos. Desde la historia romper con esos lazos de la dependencia; que por supuesto exigen enormes apuestas intelectuales para algo distinto. Así, desde todos los campos posibles de las ciencias humanas y exactas.

Occidente con todo lo brillante que hizo en la historia, es sólo un mito construido precisamente para encubrir toda la tragedia que generó por todo el mundo. Su historia es un enorme cementerio impune y muy triste.

Opinión
imagenblog: 

El presidente candidato

En medio del desastre nacional, el presidente Arce Catacora ha sido proclamado como candidato del MAS, ésta ¿es una buena noticia?

En términos estrictamente electorales, para la oposición, que está en éstas lides, debería ser un día festivo porque su contendiente en las urnas será débil pese a contar con el caballo del corregidor, sin embargo, le pesa más ser el representante y responsable del fin de un periodo junto al otro pretendiente, Morales Ayma, que con sus impertinencias y conspiraciones antidemocráticas, están logrando sostenidamente el repudio ciudadano que puede culminar con un voto castigo contundente.

Los afortunados opositores deberían darse cuenta que esta es una batalla ganable si las elecciones se desarrollarían con reglas preestablecidas creíbles y una institucionalidad imparcial que garantice los resultados sin manipulación alguna. Por ahora no existe ni lo uno ni lo otro.

Al autoritarismo poco o nada le importa un proceso electoral transparente y predictible, para el MAS y sus fracciones es solo una tramoya para fingir una formalidad democrática que les dará algo de legitimidad en su afán de reproducir la dictadura. La estrategia continental ejecutada en Nicaragua como en Venezuela que impone por la vía de la fuerza y el fraude a un ganador, parece, no estar lejana de nuestro país.

Entonces, para que la felicidad opositora dure algo más que un tris, deberían esforzarse en desnudar el verdadero carácter de dicha candidatura y plantear una estrategia de lucha que supere el ámbito de lo puramente electoral.

Quién, en su sano juicio, podría sostener que Arce Catacora podría salir victorioso en una elección limpia y democrática, si el signo de su gobierno es una muestra cotidiana de ineptitud, violencia, fraude y corrupción, que ha causado la crisis política, social, económica y moral que hoy vivimos los bolivianos.

Cómo y con qué podrían los masistas volver a enamorar a un electorado decepcionado, que en el pasado puso todas sus ilusiones en el proceso de cambio y terminó con la peor de las frustraciones. Sus posibilidades de éxito electoral son nulas, solo les queda hacer, lo que saben hacer, el fraude.

En consecuencia, estamos más cerca de que el voto ciudadano nuevamente sea timado, porque los autoritarios no cejarán de hacer lo que sea necesario para reproducirse en el poder

Si esta es la realidad, por enésima vez habrá que recordar a la oposición, que el campo electoral es un espacio pequeño en el que, ciertamente, tienen que estar presentes a condición de no descuidar la lucha política en todas sus aristas, lo que posibilitaría llegar a las urnas sin temores.

Entonces, la felicidad opositora esta sometida al cumplimiento de condiciones urgentes, porque aquel que quiere parecer democrático tiene un carácter autoritario y se constituye en un grave escollo no solo para el proceso electoral sino para la democracia misma.

El candidato presidente ejecuta su plan sin resistencia, la única piedra en el zapato proviene de su propia organización con un Evo Morales arrinconado en el Chapare activando a control remoto movilizaciones violentas que pueden provocar confrontaciones tribales con derivaciones antidemocráticas cualquiera sea el ganador, porque lo que esta en juego es la titularidad del liderazgo de la dictadura.

El presidente candidato implementa una táctica de legitimación política de su candidatura, podría estrenarse en su doble condición asistiendo a la cumbre convocada por el Tribunal Electoral, donde estarán sentados en la misma mesa demócratas y dictadores, para, presuntamente, garantizar el proceso electoral.

Claro que habrán compromisos y firmas de sendos documentos que, como ya es habitual, no serán cumplidos, porque el desarrollo de unas elecciones limpias no depende de buenos o fingidos deseos, sino interfiriendo la estrategia violenta y fraudulenta de la dictadura.

Desde el Sur
imagenblog: 

Más allá de las ideologías: la rebeldía

Por todo el mundo se están derrumbando las ideologías, es decir ese conjunto de creencias cuasi religiosas, de izquierda o derecha, que justifican maneras de ver el mundo: gobernar, mandar, escribir, soñar. Por ideologías se asesina, se muere, se bombardean países y se odia al otro. En el mundo gringo supuestamente se derrumba la ideología del wokismo, por la toma del poder del emperador Calígula Trump.  Veremos si hay reacción a las torpezas del emperador.

En América Latina, la corrupción arrolló a las izquierdas hasta extremos obscenos e impunes, que superaron a las derechas también tradicionalmente corruptas. La profunda crisis de valores y ausencia de ética y moral en la política real, hace que las poblaciones ya no crean en la tradicionalidad de la política, es decir en esas ideologías de discursos sin prácticas reales en la política.

Por América Latina, como en Bolivia, pasadas las modas y carnaval de las ideologías, las inmensas masas pobres y miserables continúan su travesía por esta vida, soñando que algún día tendrán cambios reales en su vida. Esas masas cuando ya no tienen más posibilidades de cambiar sus realidades socio económicas injustas, se rebelan legítimamente frente a los opresores de turno. No tienen nada que perder si es que mueren en los actos rebeldes.

La rebeldía seguirá siendo el acto supremo más puro y valeroso de los pueblos, cuando los fracasos de las ideologías coinciden en sus propias traiciones históricas. Esa rebeldía que encendió y ejecutó la revolución de 1952, con mineros armados a la cabeza, no necesitó de ideologías para considerar que la explotación ya era terrible y brutal. Pero, lamentablemente después, esas masas rebeldes entregaron y confiaron su poder a burócratas politiqueros que sí tenían ideologías.

Las masas rebeldes no tienen esquemas, no tienen cálculos políticos, no tienen enfermedades precisamente ideológicas que les detengan. Son reacciones en cadena, sin matemática o sociología de por medio. Sólo el sentimiento de que no pueden más soportar las injusticias, que el hambre y las penurias no se justifican en un mundo donde sobre el dinero y la riqueza.

Es decir, a pesar de los fracasos de las ideologías, de las traiciones a las masas hambrientas, las posibilidades de las reacciones rebeldes de los pueblos, siempre estará presente. Desde hace miles de años, los esclavos, los marginados, los desheredados de la historia, siempre han contado con la posibilidad de la explosión rebelde. Y ese acto no requiere de burócratas pensantes, o ideólogos de moda, que sólo roban las posibilidades de cambios y transformaciones de los pueblos.

En definitiva, la crisis mundial de las ideologías de izquierda y derecha no es una novedad. Son las crisis de las burocracias inútiles, que aprovechan los descuidos de los pueblos que demasiadas veces confían en los supuestos pensantes, ideólogos, y pues estos como la experiencia siempre nos señala: son parte del sistema y viven de engañar a los pueblos.

En estos momentos de ausencia de ética y moral, sólo la posibilidad de la rebeldía de los pueblos debe animarnos a continuar con las batallas políticas, con las batallas de tomar el poder en manos de las masas marginadas. Sueño que sigue nomás en mesa y discusión en las bases y los deseos de revueltas y revoluciones.

Sin embargo, como en todos los tiempos de la llamada historia, el avanzar aprendiendo, tomando experiencia de los acontecimientos, sistematizando las tragedias y traiciones, también son parte de las condiciones subjetivas y objetivas de los pueblos. Aprender de las derrotas. No perder las perspectivas ni perder las esperanzas. Condiciones importantes para no sentirse esclavos del sistema, ni esclavos de los ideólogos de moda.

Son tiempos de retroceso de los pueblos, por todo el mundo. La restauración señorial e imperial con la ideología ultraderechista, se ponen de moda. El racismo y la discriminación ya son parte de lo cotidiano e impune por el norte del mundo. El odio a los migrantes que son resultado del modelo capitalista, están presentes en los gustos de esta restauración señorial.

Por el sur latinoamericano estamos tan divididos y peleados estúpidamente, que tendremos que resistir hasta donde sea posible. Siempre resguardando las reservas morales de la rebeldía, que serán otra vez las voces en contra del sistema y de lo establecido. Pues nuestros gobernantes no están a la altura de los acontecimientos.

Sólo los pueblos, las bases, las masas anónimas y marginadas de la historia, son la garantía real de las luchas sociales. Esas masas anónimas que están más allá de las ideologías de moda y burocráticas, sintiendo cotidianamente hambre y miseria, serán las portadoras de reconstruir su propia historia. Eso nomás nos dice la experiencia.

Pues sí, en estas épocas de ausencia de valores éticos en la política, en los actos más básicos de la sociedad, tenemos que seguir soñando desde la rebeldía que el sistema puede ser derrotado. Porque no rendirse es la clave de la rebeldía.

Opinión
imagenblog: 

La tragedia de los recursos naturales de Bolivia

Bolivia perdió territorios enormes como el Acre, la costa del Pacífico y el Chaco porque jamás tuvo políticas de Estado respecto de nuestros recursos naturales. Desde siempre nos movemos al azar, con el viento y moda de la ideología o la política, incluido en esta historia de la montaña rusa: o la subida de los caudillos que es la forma más normal de gobiernos que hemos tenido. Pero nunca, diríamos jamás, con políticas y estrategias de Estado y Nación que sean sostenibles en el mediano y largo plazo.

Por supuesto que debemos añadir la clásica ausencia de institucionalidad, ausencia de básicas formas de planificación y respeto de las normas de funcionamiento institucional. Lo constante en Bolivia son lo insostenible, lo caótico, los bloqueos de caminos, el desorden cotidiano, la mediocridad de los funcionarios, sean privados o estatales, la corrupción total. En definitiva, la incertidumbre como forma de vida boliviana.

Elementos e insumos que hacen un conjunto peligroso, para que triunfen los más pendejos y vivos de la película. Los politiqueros, de cuello blanco o populares, y gansteriles personajes que sobran en medio de la miseria y pobreza de la población.

Por todo eso, la historia del saqueo de nuestros recursos naturales se debe a estos complejos factores internos, que no podemos resolver a estas alturas del siglo XXI. Por supuesto que todo esto es también caldo de cultivo para las potencias imperiales, que desde la izquierda se explota como motivo político e ideológico.

Más allá de los números, de la técnica, de lo científico y de las finanzas, está la cohesión de un Estado y una Nación. Sin Estado y Nación todo lo demás no funciona, como lo estamos viendo y viviendo en estos dos siglos. Ni liberales, ni conservadores, luego ni izquierda o derecha han sido capaces de construir un mínimo Estado moderno, ni qué decir una Nación capaz de ejercer soberanía sobre sus recursos. Todavía peor: no han sido capaces de construir políticas de Estado y estrategias de Estado sostenibles en el largo tiempo.

Es demasiado tiempo de incertidumbre, de incapacidad de ver un futuro normal. Las nuevas generaciones ven asombradas este despilfarro de tiempo y dinero; pero tampoco reaccionan frente a la tragedia. Sólo la migración y el escape de Bolivia resuelven de alguna manera esta novela de la incertidumbre, de ausencia de oportunidades laborales, y de negocios. Millones de compatriotas tienen que dejar esta tierra con ese dolor de la impotencia, pues no pueden quedarse sumidos en la miseria y el hambre.

Muchos otros compatriotas tienen que optar por la precariedad de la informalidad, o el desastre de la corrupción en el narcotráfico, el contrabando y todos los negocios turbios. Incluso siendo vistos todos estos negocios como legítimos en la sobrevivencia.

En estos momentos se discute acaloradamente sobre el litio. No hay realmente información precisa y objetiva. Como siempre todo es suposición, todo es política, todo es magia y pues peleas campales como en el tinku, sin que nadie se escuche a nadie. Esa es nuestra tradición real: oídos sordos; pero atentos al oportunismo y la degradación humana más infame. Lo democrático es una linda lección que el viento se lo lleva.

En este espacio de pelea campal e irracional, desde tiempos inmemoriales, nadie vendrá a invertir para competir en reglas claras y transparentes. En este espacio de rencores históricos mentales, nadie se atreverá a construir alguna fábrica al menos de clavos o repuestos. Seguiremos nomás acostumbrados a la miseria y la pobreza total; con los discursos más incendiarios posibles unos mejores que otros.

Siempre estamos pensando que vendrán día mejores. Eso lo leemos desde el siglo XIX. Desde el nacimiento de Bolivia. Y siempre nos encontramos en la miseria, en el desorden, en el caos y retroceso constante. Acostumbrados a la miseria mental y física.

Hemos participado de todas las épocas económicas importantes del mundo capitalista desarrollado. Cuando el mundo necesitó salitre y guano perdimos el Pacífico, cuando necesitó plata estuvimos desde la colonia. Cuando el mundo necesitó estaño participamos activamente, también con la goma o caucho. Es decir, somos un país bendecido por tener recursos naturales, que pueden ser comercializados en beneficio del país.

Cuando todas esas épocas económicas terminaron, como la del estaño, el país terminó pobre como siempre. Con mineros relocalizados y expulsados a la calle junto a sus familias. Por supuesto con pocos politiqueros y burócratas enriquecidos, a costa de los obreros y trabajadores. Hoy estamos pasando lo mismo con la era del gas. Experiencias que no aprendemos, experiencias que no sistematizamos en favor de la Bolivia profunda.

En lo popular callejero la gente susurra que Bolivia es un país bendecido con mucha riqueza; pero con la mala suerte de tener pelotudos gobernantes, ignorantes y ladrones. El destino nos ha marcado con la politiquería más sucia y barata de todo el mundo. Por ahora nadie pone cascabel al gato. Quizás el destino se apiade de nosotros, y de nuestras fuerzas históricas para por fin frenar este rito de mala suerte, y cambiar el destino de la Bolivia profunda.

Opinión
imagenblog: 

La guerra del agua, la del gas… ¿La del Litio

Por décadas, Bolivia ha sido un laboratorio de conflictos donde la lucha por los recursos naturales ha definido el rumbo de su historia. La Guerra del Agua en el año 2000, la Guerra del Gas en 2003 y la incertidumbre que rodea hoy al litio no son meros episodios aislados, sino eslabones de una misma cadena: la disputa por el control de riquezas estratégicas en un país con profundas desigualdades y una política siempre al borde del estallido.

El primer gran levantamiento del siglo XXI en Bolivia fue contra la privatización del agua. La Ley 2029 permitió la concesión del servicio a la empresa Aguas del Tunari, un consorcio con participación de una corporación extranjera, lo que generó tarifas impagables para los cochalas. La población reaccionó con una insurrección que paralizó la ciudad durante meses. El saldo fueron muertos, heridos y un gobierno obligado a dar marcha atrás. Fue una señal de alerta de que, en Bolivia, los recursos no se entregan así nomás.

Apenas tres años después, el gas natural desató una crisis aún mayor. La decisión del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada de exportar el gas por Chile, la cual era protestada esgrimiendo, entre otros motivos, que era inaceptable que nuestro gas salga por territorio trasandino – hoy compramos combustible a y a través de ese país, ¡vaya ironía! –. En octubre de 2003, las protestas en El Alto y La Paz fueron brutalmente reprimidas, dejando más de 60 muertos. El costo político fue tan alto que Sánchez de Lozada huyó a Estados Unidos, y Evo Morales emergió como el promotor para impulsar una asamblea constituyente.

Hoy, el recurso que podría traer estabilidad económica al país – o, por el contrario, sumirlo en una crisis – es el litio. Con el mayor yacimiento mundial en el Salar de Uyuni, Bolivia posee un tesoro energético clave para la transición energética mundial. Sin embargo, el modelo de explotación sigue siendo un dilema.

El gobierno ha apostado por acuerdos con empresas “neoimperialistas”, para la construcción de plantas. Este pacto ha despertado suspicacias, pues la ausencia de licitación pública y el secretismo en los términos del acuerdo han generado rechazo en sectores cívicos y políticos. En Potosí, cuna del litio, la historia del saqueo colonial resuena con fuerza. La región, que ya se levantó en 2019 contra el gobierno de Morales por la falta de beneficios locales en la industrialización del litio, podría volver a encenderse si la población percibe que se está repitiendo la vieja historia de rifar recursos y explotación sin desarrollo.

El país ha demostrado que no acepta fácilmente que sus recursos sean manejados sin consulta. El agua y el gas, encendieron revoluciones con la fuerza para tumbar gobiernos. El litio, con su promesa de riqueza, puede convertirse en una oportunidad histórica o en el detonante de un nuevo conflicto.

Si el gobierno no logra demostrar que este modelo beneficiará realmente a Bolivia, el malestar social crecerá. La historia es un animal terco, ya nos ha enseñado que, cuando los bolivianos sienten que les arrebatan sus recursos, la respuesta no es el silencio, sino la calle.

Opinión
imagenblog: 

La odisea de producir y exportar alimentos en Bolivia

¿Sabía Ud. que una las actividades productivas que mayor riesgo entraña es la que tiene que ver con nuestra alimentación y supervivencia? ¿Se ha puesto a pensar cómo le afectaría, a Ud. y a su familia, si de improviso -como durante la pandemia del 2020- se detuviera la actividad minera, manufacturera, el turismo, la construcción, la educación, las finanzas, los espectáculos, la diversión y hasta la Administración Pública? En verdad, sentiría algún impacto y hasta incomodidad, pero ¿qué si lo que se detuviera fuera la producción de alimentos? ¿Se imagina lo que acontecería? Resultaría verdaderamente catastrófico, porque la alimentación tiene que ver con la vida misma. 

Mucha gente no repara en esto y no me refiero solamente a la sociedad civil, sino también, a los gobernantes, ya que el pasar por alto tan transcendental actividad equivale a pensar que los productores del agro son unos cuantos aventajados que tienen el “privilegio” o, peor aún, para muchos, la “obligación” de alimentarnos en buena forma -con precios bajos, además- cuando el producir alimentos no es, pues, un chiste, más bien, algo demasiado serio, como siempre digo y defiendo: si fuera sencillo, todo el mundo lo haría, pero no es así. 

Créame que, sin mucho esfuerzo, una persona puede emplearse como obrero u oficinista, pero no cualquiera puede ser un productor agrícola o pecuario ¡se nace para ello! De ahí, la gran injusticia a la hora de tener en poco su importancia o, peor aún, de no apoyar su actividad, cuando deberían merecer las mayores consideraciones, siendo que, así como la medicina ayuda a salvar vidas, la alimentación coadyuva a sustentarla. 

Lo triste es que, pese a que la actividad del campo es una tarea tan noble y vital, la mayor parte de las veces nuestros productores deben realizar su tarea, desde muy temprano en la mañana hasta tarde en la noche, enfrentando incontrolables sucesos que en su gran mayoría la gente desconoce o los gobernantes pasan por alto. Se lo demostraré… Suponga, por un instante, que Ud. es un productor del agro: 

¿No se sentiría impotente frente al cambio climático, que al ocasionar sequías, inundaciones o heladas puede diezmar su cultivo o ganado, afectar su productividad y hasta causar la pérdida total de su producción con un grave impacto económico, quedando Ud. sin dinero y con deudas pendientes de pago por los créditos asumidos para comprar semillas, animales, etc.? 

¿Qué pasaría si los insectos, hierbas, hongos y enfermedades atacan su cultivo o ganado, minando el fruto de su esfuerzo con costos adicionales y altas pérdidas? 

¿Y si la historia no acabara ahí, porque suben los costos de los insumos y combustibles por su escasez o especulación, haciendo crecer sus gastos sin que los precios de su producción puedan aumentar por estar controlados o porque se da una sobreoferta estacional? 

¿Qué si unos avasalladores armados y encapuchados ingresan a su predio productivo y lo toman violentamente para apropiarse de su cosecha, robar sus animales o extorsionarlo, sin que Ud. pueda hacer nada para defenderse? 

¿No sufriría Ud. hasta el llanto, viendo cómo luego de duros meses de trabajo, no puede vender su ganado o alimentos perecederos porque las carreteras y caminos están bloqueados? 

¿Cómo se sentiría si sus ingresos se derrumban por la ilegal competencia del contrabando, por políticas que distorsionan los precios internos o debido a que la exportación de alimentos se limita con cupos o, peor aún, se la suspende? 

¿No le dolería ver cómo sus competidores en otros países -y Ud. no- tienen acceso irrestricto a la biotecnología, financiamiento, seguro agrícola y asistencia técnica para incrementar su productividad y competitividad, reducir su vulnerabilidad, y los riesgos que supone el negocio? 

¿Sabía Ud. que en muchos países se desviven por apoyar la producción de alimentos, por razones de “seguridad nacional”? ¡Hay guerras que se han perdido por la falta de alimentos! ¿Acaso es tan difícil entender que la producción agropecuaria tiene una importancia estratégica y ofrece la posibilidad de un grandioso desarrollo? A continuación, diez buenas razones para que en nuestra Bolivia, bendecida por Dios con varias decenas de millones de hectáreas con vocación productiva desaprovechadas, se apoye -de una buena vez- a nuestros productores del campo para lograr: 1) Seguridad alimentaria (adecuada provisión); 2) Soberanía alimentaria (autosuficiencia, ingreso de divisas); 3) Generación de empleo (para combatir la pobreza); 4) Diversificación económica (recursos renovables); 5) Desarrollo rural (mejora de la calidad de vida); 6) Mayor crecimiento (más inversión, producción, exportación); 7) Innovación (tecnología, eficiencia); 8) Resiliencia (a golpes externos); 9) Desarrollo agroindustrial (agregación de valor) y 10) Sostenibilidad ambiental (buenas prácticas agrícolas). 

No hay por dónde perderse ¿verdad? Pese ello y mucho más, es incomprensible que continúen las prohibiciones y cupos a las agroexportaciones, algo verdaderamente lamentable…

Buscando la verdad
imagenblog: 

Entre la Fragmentación y la Falta de Ambición

Han pasado ya veinte años desde que la oposición boliviana, atrapada en la danza macabra de los ciclos electorales, ha demostrado una incapacidad crónica para crear o articular una propuesta de país. En este tiempo, hemos sido testigos de cómo las figuras políticas opositoras, los exiliados de su propio pasado y los reciclados, se agrupan para presentar —como si fuera una novedad— la misma receta de siempre: un remedio que, en lugar de sanar, ha dejado cicatrices de ineficiencia y desconfianza. Juegan a ser nuevos, pero sus movimientos se reducen a alianzas circunstanciales, a pactos que no son más que el reflejo de la falta de una verdadera estructura política.

Estas juntas, que surgen seis meses antes de cada elección, son siempre inestables, efímeras e insostenibles. ¿Cómo podría ser de otro modo? Cuando los elementos que las conforman no pertenecen a ningún partido consolidado, ni responden a ninguna estructura o ideología común, el puente que las une es tan débil como la voluntad de quienes lo construyen. Y lo peor es que no parece haber conciencia de esta precariedad.

En lugar de crear sus propias bases y apuntalar su existencia con la organización de un verdadero proyecto nacional, atrapados en el corto plazo, se aferran a un reciclaje político que los ha acompañado en los últimos 5 procesos electorales. La política se ha convertido en una mercancía, sin entender que, en un país como Bolivia, las alianzas sin contenido real no sirven para nada más que para generar más desconfianza. La política se ha convertido en una rutina, en un “remake” mal hecho, de lo que una vez fue, pero sin alma ni visión. Es un juego de apariencias, donde la intención de gobernar se diluye en la dinámica de la “democracia de encuestas”.

Lo curioso —y doloroso— es que, en este contexto de decadencia, las nuevas generaciones de políticos no han logrado encender la llama de un proyecto serio, ni mucho menos contribuir con una nueva visión del país. Más allá de un cambio o quiebre generacional, lo que se ha producido es una simple sustitución de caras sin méritos, pero con pequeñas ambiciones personales. Estos jóvenes, que se presentan como la esperanza de una política renovada, se sienten cómodos en la mediocridad. No tienen la convicción ni la formación necesaria para sostener lo que debería ser una verdadera democracia, mucho menos para cuestionar las estructuras del poder. No es que carezcan de ideas, sino que carecen de formación política, de un proyecto serio y de un compromiso de construir a futuro. Llenan las bancadas del Congreso, sin objetivos mas que los de figurar, de hacer berrinches y satisfacer su vanidad.

Es alarmante cómo, frente a la responsabilidad histórica que pesa sobre sus hombros, los llamados "líderes jóvenes" se limitan a mirar desde la barrera, esperando que otros asuman el reto del cambio. Su falta de ambición por el poder real, por transformar el país, es una de las mayores tragedias del escenario político boliviano. En lugar de luchar por una visión estructural de la nación, estas nuevas generaciones, se conforman con ocupar espacios, sin cuestionarse lo que podrían hacer si realmente se arriesgaran a confrontar el sistema de manera organizada y prescindiendo de los mal llamados “lideres”.

Esta falta de ambición, de un sentido profundo de lo que significa transformar el país, es precisamente lo que los ha condenado a una vida política vacía, una existencia marcada por el temor a la confrontación de ideas, por la incapacidad de ir más allá del juego electoral. El régimen, por su parte, sigue alimentándose de esta falta de construcción, que, en su decadencia, se encuentra en las pugnas internas de la oposición un caldo de cultivo, una serie de ingredientes mezclados en una licuadora cuyo resultado será un líquido intomable.

No se trata de una crítica vacía, ni de un lamento estéril. Este análisis es una llamada de atención de todos aquellos que aún creen que las soluciones pasarán por una mera redistribución de caras. Las nuevas generaciones de políticos debemos tomar en serio la necesidad de una visión de país que se construya desde la base, que no dependa de alianzas circunstanciales ni de la lógica de los pactos urgentes y tropezados. La política, entendida como un verdadero proyecto de nación, exige más que sólo nombres en una lista: necesita una estructura, una ideología coherente, una convicción que sobrepase los intereses de las élites eternas, desgastadas, dinosauricas, porque son un freno y es necesario jubilarlas.

Bolivia, en su vasto potencial, no puede permitirse más parches, ni esperar a que la solución venga de la mano de un "salvador" circunstancial. Necesitamos convicción, no oportunismo, un verdadero compromiso con el liderazgo y futuro del país.

Que sea la última elección en la que tiran de un saco apolillado. 

Opinión
imagenblog: 

El emperador Calígula Trump

El señor Calígula Trump sueña con convertir Gaza, en Palestina, en su propio hotel de lujo, quizás también un prostíbulo de lujo para sus lacayos. Todo es posible para este comerciante ignorante. La historia mundial se hace cada vez más impresionante, por la puesta en escena de estos personajes que no tienen idea alguna del mundo; pero empeñan su poder hacia el mundo, amenazando cuan reyes medievales y por supuesto ignorantes y prepotentes.

Todos los días el menú de la política mundial, se torna violenta y cuasi repugnante por las hordas de políticos gringos que sólo tienen escrito en su menú amenazas, sanciones, prepotencia arbitraria e impunidad por doquier. El gusto de las masas por el norte ha cambiado, se ha tornado en delincuencial y totalitario. Tan cercano a lo que vivieron las sociedades cuando Hitler salió de su anonimato, siendo el asesino democrático más adorado por las hordas civilizadas allá por los años 30 del anterior siglo. Cuando la tragedia de la antesala de la segunda guerra mundial.

Hoy se trata de otro energúmeno parecido. Un comerciante ignorante en política y normas de convivencia mundial; pero matón y brutal como les gusta a millones de otros ignorantes de aquellas sociedades. Pues las democracias están derivando en instrumentos, en espacios para matones modernos y encubiertos por poderes invisibles e impunes.

Hace décadas se teorizaba sobre la crisis terminal de la civilización occidental. Hoy vemos esa crisis en su máxima expresión. No existe diferencia alguna entre demócratas y republicanos. Son absolutamente lo mismo. Son parte substancial de esa crisis. Y están empujando a ese agujero negro de su crisis, al mundo entero. Empezando por los europeos que siempre fueron los sirvientes preferidos de los americanos.

Tienen los medios disponibles para las locuras más aberrantes. El señor Calígula Trump, está dispuesto a ser el señor de los anillos más cruel posible. Se ríe delante de las cámaras de televisión, de los niños y mujeres asesinadas en Gaza. Sobre esos cadáveres quiere construir hoteles y prostíbulos de lujo para sus compinches. Actitud más aberrante no fue posible, ni siquiera Calígula se portó tan aberrante frente al actual mandatario de los gringos.

La decadencia de occidente es total. Decadencia que desnuda lo que en el fondo representan, aquellas culturas de la degradación total del espíritu humano. Dejando de lado los esfuerzos positivos de sus pensadores y científicos más brillantes. Muestran también las facetas más sanguinarias posibles, poniendo de manifiesto aberrantes locuras como en el tema del genocidio de Gaza.

Vivimos tiempos en donde lo ético y moral, son recuerdos nostálgicos de libros empolvados y totalmente superados por el pragmatismo occidental más decadente posible. Los ejemplos de la política como Mandela o Mujica, han dejado de ser modelos a seguir en la lucha por las conquistas sociales. Todo está enajenado por las mentalidades destructivas más pragmáticas posibles. Lamentablemente esa mentalidad está recorriendo por todo el mundo. Incluso tontos de sectores populares caen en esos aberrantes impulsos por imitar lo decadente.

Las nuevas generaciones tienen un examen profundo, en estos tiempos caóticos, sin ley ni modelos políticos en función de rescatar lo mejor del sentido común. Los ejemplos de política son hoy los Calígulas y los Trump, es decir lo peor de lo que se puede imaginar respecto del comportamiento ético, y de lo peor respecto de la posibilidad de consensos políticos por todo el mundo.

Sin embargo, las guerras injustas e imperiales de Vietnam, Irak y Afganistán han demostrado que las resistencias de los pueblos siguen siendo los modelos políticos a continuar. En estos momentos de ataque decadente del emperador ignorante, la experiencia en la resistencia de los distintos pueblos del mundo, son el ejemplo a consolidar. Pues la inteligencia tiene que ser el ingrediente común, frente a la prepotencia imperial.

Los demás escenarios son también importantes. Como las estrategias de Estado en educación, en ciencias y desafíos por el conocimiento. Esos instrumentos son los que están utilizando los decadentes de occidente, mediante las inteligencias artificiales. No podemos quedarnos en la periferia de la periferia, ni en el atraso constante. Todos los escenarios son potencialidades para la resistencia y la sobrevivencia frente a los impunes del norte.

Los locos y esquizofrénicos del norte están en acción. Han abierto la caja de pandora por todo el mundo. Todos los escenarios de la muerte son posibles. Tienen el poder de actuar y ejecutar lo impensable. No hay posibilidades de diálogos de civilizaciones. Y sólo nos queda reorganizarnos en la memoria de la resistencia, ojalá con acuerdos y consensos entre los más conscientes de las magnitudes de estos hechos.

Izquierda y derecha, son conceptos antediluvianos en estos escenarios enormes. Requerimos de personas capaces de generar consensos de Estado, estrategias de Estado y sentimientos de Estado y Nación. Lo demás es provincianismo superado y cómplice de la derrota, cómplice de la pequeñez periférica y también decadente.

Opinión
imagenblog: 

El Periódico Digital OXIGENO.BO, es desarrollado y administrado por Gen Film & Crossmedia Ltda. Teléfono: 591-2-2911653. Correo: info@gen.com.bo