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Armas y desarrollo humano

Los civilizados, educados y cultos occidentales, otra vez están condenando al mundo a una carrera armamentista en nombre de su seguridad nacional. Astronómicas sumas de dinero, se destinarán en artefactos para matar y asesinar poblaciones enteras. Los más sofisticados cohetes e instrumentos de la muerte, serán fabricados demostrando en realidad el verdadero rostro de la civilización occidental: apocalipsis.

Es cierto que las estrategias del capitalismo desde siempre fueron también acudir a las fábricas de armas, para resucitar o recomponer sus economías en tiempos de crisis. Sus políticos se encargan de inventar guerras a lo largo del mundo, pues lo que se fabrica tiene que venderse. Las guerras son negocios simplemente, no importan las vidas humanas.

En estas coyunturas de la historia, sólo verificamos aquella historia repetida desde el siglo XVI. Las potencias capitalistas y no capitalistas, derrocharán enormes cantidades de dinero en fabricar armas; pero otra vez, quedarán postergadas las demandas mundiales respecto del desarrollo humano: salud, educación, trabajo y vivienda. Miles de millones de habitantes del mundo, tendrán que seguir sufriendo en este mundo las consecuencias del sistema capitalista.

Las mentalidades retrógradas de la política, avanzan poco a poco por todo el mundo. Mentalidades conservadoras y poco democráticas; que sólo entienden el lenguaje de la violencia y la fuerza bruta, como los instrumentos cavernarios más viables, pues la razón y los valores democráticos no son sinónimos de convivencia humana. Los genes imperiales de los civilizados occidentales, están sueltos y libres por el mundo: genocidio de Gaza.

Son épocas de paradojas. En pleno siglo XXI y con los supuestos avances más importantes de las ciencias, del pensamiento humano y del desarrollo, nos volvemos a encontrar con los fantasmas de los imperios y colonialismos. Fantasmas que corroen las mentalidades de los países ricos, que los carcomen y les convencen en función de la destrucción humana.

La pobreza y miseria del mundo, que es resultado del capitalismo, es vista como costumbre por las mentalidades conservadoras. Consideran que el destino humano está sellado en sectores que tienen todas las ventajas económicas del sistema; y por las mayorías que se merecen la pobreza por ese destino. Y la violencia es el único artefacto de diálogo real entre clases, culturas y grupos humanos.

También es cierto que el capitalismo salvaje, sedujo a las nuevas generaciones a comportamientos individualistas terribles. Individualismos consumistas, capitalistas y egoístas, que destruyeron poco a poco lo colectivo, o la solidaridad como comportamiento normal de los humanos. El sálvense quién pueda, es la norma y conducta actual, justificada por todos y asumida totalmente por las nuevas generaciones.

Aquellas consignas del desarrollo humano, como sueños mundiales, que se discuten en las NNUU, no se cumplirán por supuesto. Las armas y el odio son lo más importante para occidente. No el diálogo o la solidaridad mundial. No la posibilidad de compartir la riqueza, que además es producto del saqueo de siglos por el capitalismo.

Sin embargo, la experiencia mundial nos señala que los más pobres y marginados del mundo, no son estáticos ni dejan pasar la historia como simples esclavos. Todo lo contrario. La miseria y pobreza genera precisamente rebeldías, que muchas veces son semillas de cambios y transformaciones en la historia. Porque la búsqueda de dignidad es la semilla más importante, de todos los pueblos sometidos o explotados del mundo.

En esta línea, recordamos la derrota de los EUA frente a Vietnam en el anterior siglo. Como la derrota de estos mismos imperiales, en Afganistán hace muy poco. Pues, la dignidad de los pueblos es la bandera más importante, aun eso sea sinónimo de muerte o sufrimientos distintos de pueblos enteros. Al parecer, no hay impunidad total en la historia. Es cierto que varias veces no se hace nada para reivindicar a los muertos, a los torturados o violentados en sus derechos. Pero se sabe quiénes son los culpables del apocalipsis humano.

Las ideas y pensamientos en función de alternativas al capitalismo, siguen su curso. Probablemente duren muchos años, pues seguimos en esta lucha por más de 500 años. Generaciones de sacrificados, ni siquiera recordados por la historia o por las horas cívicas, que han ofrendado sus propias vidas y la de sus pueblos, para continuar en la búsqueda de alternativas por un mundo mejor: al menos más solidario y algo más humano.

Por ahora las armas y el odio son los valores más importantes de occidente. Poco han cambiado respecto del siglo XVI. Solo queda continuar con aquello que empezaron los ancestros allá en siglo XVI. Consolidar con el tiempo la consciencia de que no será fácil, como antes, encontrar la dignidad y el sentido de vida en este mundo.

Pero es preciso continuar, vemos como las mentalidades del odio y la destrucción siguen nomás vigentes. La impunidad no puede ser carta de ciudadanía mundial, sino la construcción de valores universales de la solidaridad, de la convivencia entre distintos y el cambio hacia el cuidado del mundo, donde el capitalismo sea un recuerdo de las tragedias humanas más increíbles.

Opinión
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Hora de los balances históricos

Cerca del Bicentenario por supuesto que es preciso realizar balances, al menos de manera sucinta y resumida, pues la sobrevivencia histórica de este país nunca nos deja pensar en serio y con prudencia nuestra historia, nuestro presente y peor nuestro futuro. Existen esfuerzos al respecto; pero no estructurales ni mucho menos. Es decir, balances de la economía, de la política, de la ideología, del Estado y la sociedad civil en su conjunto. Todo eso nos daría importantes insumos, para diseñar los próximos cincuenta años. No tendremos ese lujo, al menos tenemos que desahogarnos con balances superficiales y típicamente bolivianos.

Los discursos, por cierto, siempre son las alternativas ante la ausencia de datos, de ciencia, de investigación historiográfica. Eso ya tenemos en abundancia en las aburridas y anti pedagógicas horas cívicas escolares y universitarias.

Personalmente quisiera arriesgarme a considerar algunos cambios, producidos desde la Revolución de 1952. La única que hemos tenido como país, para cambiar realmente las estructuras económicas y sociales de nuestra historia. A pesar de sus limitaciones y sombras, ha removido tectónicamente las capas profundas de nuestra historia. Cambiando los ejes del mismo Estado, como la destrucción de ese Estado oligárquico de 1880 que fue la respuesta a la tragedia de la derrota del Pacífico. Con el mundo indígena al margen de todos los pocos beneficios que tenía la sociedad en general: educación, salud, acceso a la vivienda y el derecho al trabajo.

Años después se intentó cerrar ese círculo con el llamado Proceso de Cambio. Ya vemos también sus resultados y terribles limitaciones. Si bien hubo esfuerzos en la inclusión social; no fue lo mismo con la inclusión económica, pues seguimos siendo el país más pobre del continente vergonzosamente.

La Revolución del 52, que todavía tiene que investigarse en profundidad en sus luces y sombras, fue un quiebre total de época. Las fotos de aquella epopeya son evidentes: mineros e indígenas en armas, custodiando al Estado y cuidando ese proceso emancipatorio para el conjunto del país. Pero cierto que aquella epopeya popular y proletaria fracasó totalmente, no sólo por contubernios internacionales, como los actuales con los aranceles imperiales, sino también por errores internos: políticos, técnicos y de conspiraciones autóctonas de las débiles y poco nacionalistas clases altas y medias altas. Para estas clases el comunismo era un demonio al que había que combatir hasta su exterminio. Fueron los cruzados de aquella época, contra los sindicatos mineros vistos como rojos y peligrosos.

Al final, aquel sacrificio popular y proletario nacionalizó la minería en bien del país, posibilitó el voto universal de millones de bolivianos y universalizó la educación. Ese sacrificio popular y proletario terminó en manos de las dictaduras militares más crueles, sanguinarias en muchos casos, que se prestaron a rifar otra vez las arcas del Estado a intereses foráneos, como a intereses internos de las nuevas oligarquías autóctonas.

Muchos años después, considerando sacrificios sociales, masacres, exilio, muertes de mártires, los proletarios, campesinos, indígenas y clases medias pobres citadinas, abrieron otro boquete a la historia tradicional para imponer un proceso de cambio. También con muchas esperanzas, con mucha alegría y fe en que se abrirían posibilidades de transformaciones económicas y sociales. Otra vez, los errores de concepción de partidos políticos de izquierda, peleas internas de copamiento de espacios estatales, pocas estrategias de largo plazo en la economía, y pues emborrachamiento del poder, como resumen, dicho proceso de cambio termina en la cuneta de la historia. Aunque, aun no se cierra este círculo, sus posibilidades son mínimas por las coyunturas internacionales totalmente conservadoras, el desgaste interno del mismo proceso, y la falta de nuevas ideas de renovación del proceso.

En definitiva, seguimos estancados estructuralmente en lo económico como en lo social. No encontramos los caminos posibles, como país, para encontrarnos entre distintos y por fin construir instituciones serias, modernas, sostenibles en el tiempo, con leyes y normas que se respeten al menos durante medio siglo.

El desorden heredado de la república del siglo XIX, hemos ido arrastrando en estos siglos como costumbre terrible y violenta, con bloqueos mentales y camineros cotidianos, que sólo nos bloquea a todos en el derecho a la convivencia pacífica, económicamente sostenible y con los sueños a cuestas. Dejando en la orfandad total a las nuevas generaciones, que sólo ven en la pobreza y las pocas posibilidades de oportunidades como únicos terribles caminos, para seguir el rito de la sobrevivencia: típicamente boliviano.

Entonces, pues, somos también un país que expulsa cientos de miles de compatriotas a todo el mundo. Tienen que irse no por gusto, sino por necesidad. Porque nuestra patria no es capaz de generar y crear futuro y sueños en estos lados. Que los sacrificios, muertos, exiliados, olvidados y marginados de toda la vida, no sirven para nada al final de cuentas. Y ni siquiera se les hace justicia a nuestros muertos, torturados, exiliados y destruidos en tantas dictaduras.

Entonces, pues, seguimos nomás lamentándonos por los siglos de los siglos. Como decimos todos los bolivianos de a pie: teniendo un país rico y bondadoso en todo, no podemos cuidar bien la casa común. Incluso somos muy audaces para destruirlo y justificar las actitudes destructivas como normales.

Los cambios que nuestra sociedad ha logrado, sobre todo los más pobres y trabajadores, han costado demasiados sacrificios. Cada milímetro de conquistas están bañados en sangre y dolor. Pero no aprendemos. Nuestra memoria es frágil y poco solidaria. Ojalá que la conmemoración del Bicentenario nos de luces e inteligencia, para cambiar nuestro ser y por fin construir un país con oportunidades para todos. Con sueños para todos.

Opinión
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Depredadores de la democracia

Una jueza de Santa Cruz ha decidido revocar la decisión de su homologa de Tarija y su par de La Paz ha repuesto el primer fallo en el caso de Evo Morales Ayma, que había ordenado su aprehensión dentro de la sustanciación de un proceso penal en su contra por pederastía desde hace meses atrás.

La policía, los fiscales, los jueces y el ministro de gobierno le dieron a Morales Ayma todo el tiempo del mundo para eludir el mandato de la justicia, permitiéndole atrincherarse en un ridículo bunquercito tribal en El Chapare, que hizo temblar de miedo a las fuerzas del orden.

El mensaje fue trasmitido con claridad, el jefazo se siente intocable todavía, no solo motivado por su declinante musculatura,  sino acolchado por la cobarde y calculada complicidad gubernamental.

Arce Catacora, Morales Ayma, Andrónico Rodríguez, David Choquehuanca y sus entornos de adulones, no se diferencian en nada, son atrabiliarios,   responsables del colapso generalizado, cómplices y encubridores, la cara visible del fracaso del proyecto plurinacional, del asalto a las arcas fiscales y de la penetración de la actividad delincuencial en las esferas del aparato estatal por lo tanto culpables de haber extraviado al país cuando pudo haber tenido un rumbo promisorio.

Construyeron su dictadura pluri neopopulista humillando a la república e instrumentando un terrorismo de estado en contra de la sociedad civil y de los opositores, con el fin de domesticarlos o castigarlos  por actos de protesta y resistencia.

En su condición de dignatarios de estado no cesan un segundo en utilizar el aparato de estado para ejecutar sus planes antidemocráticos, en tanto que Morales Ayma, lo hace desde El Chapare utilizando recursos de origen dudoso y a una militancia subvencionada por recursos públicos.

Pese a la fuerte confrontación interna por la titularidad futura de la dictadura, ninguno abandonó el poder ni sus beneficios, todos ejercen el papel de dictadores, unos oficialmente y otros desde una posición paraestatal en la depredación de la constitución y las leyes, en esencia son hermanos siameses antidemocráticos .

Protagonizan tareas antes impensables devenidas en cotidianas y comunes, han convertido a jueces y fiscales en agentes punitivos ilegales, al parlamento en el espacio de la vergüenza, a los parlamentarios en indignos de la confianza depositada en ellos por los electores, al robo de fondos públicos en un acto de viveza criolla impune, a la pederastia en patrimonio cultural del consentido jefazo, a la policía nacional en perseguidora de inocentes y a las fuerzas armadas en beneficiarias de prebendas rutinarias para obtener su lealtad.

 

El orden público, la seguridad ciudadana y persecución de la delincuencia es una tarea abandonada, la seguridad nacional y la defensa territorial están desprotegidas, las mafias se mueven con una comodidad pasmosa, todo está a su disposición y bajo protección del poder político.

La jueza Moreno voló a La Paz, ahí se le perdió el rastro y luego reapareció dice delicada de salud, ante la inoperancia siniestra de los de siempre. El libreto gubernamental se activó por enésima vez “obedece, renuncia a tu dignidad, ocultate o enfermate se te protegerá, las aguas se apaciguarán y volverás a tu puesto o a otro de mayor jerarquia, para que sigas delinquiendo” Creer que el fallo de esta jueza estaba motivado por su amor a la justicia es intragable, todo esta planificado con rigurosa amoralidad.

Pobre policía nacional, le ordenan que encubra y proteja  a delincuentes, que se haga de la vista gorda, que detenga a opositores así estén bajo tierra, total su uniforme esta tan manchado que una mácula más no se notará.

Si la jueza, sirvienta del proceso de cambio, fugó y luego se enfermó para victimizarse, denota la iniquidad e ilegalidad de sus actos que deben ser sancionados, lo hizo, seguramente confiada, en la inacción de la policía nacional, del ministerio público, del consejo de la magistratura y del ministerio de gobierno, cuyas omisiones y argumentos no desmienten la comisión de delitos en el ejercicio de la función pública.

Ante flagrantes violaciones y desobediencia de la norma ninguna autoridad ha sido destituida o recibido alguna llamada de atención, se mantienen en sus cargos, evidenciando que el propio presidente avala estas conductas.

La reposición del fallo por un juez de La Paz para ser creíble debería haberse coronado con el cumplimiento del mandato de aprehensión, esto no ha sucedido, solo ha tranquilizado temporalmente a los ingenuos.

Lo que sucede ¿es parte de un acuerdo subterráneo entre las fracciones masistas que acuerdan liberar de responsabilidades a Morales? pero ¿a cambio de qué, de que resigne su candidatura y no convulsione al país? será que, por su lado ¿Arce también declina y entre ambos eligen a Rodríguez, y cada uno se queda con un pedazo de la torta parlamentaria? Difícil pero no imposible.

Si no es esto ¿se acerca la batalla de las batallas en el MAS? cuyas consecuencias solo y únicamente podrían afectar el proceso electoral y ponerlo en duda afianzando la dictadura ¿Arce se impondrá por la fuerza, o lo hará Morales mediante un golpe de estado? Sus posibilidades se estrechan cada vez más, todo lo que hacen va a tener alguna implicación, posiblemente violenta y rupturista.

Sin embargo, no cuentan que ya no están en la plenitud de sus fuerzas, en sus cálculos desprecian la reacción ciudadana que podría desplegar su rebelde  energía democrática en las calles y no dejará de resistir.

En ésta crisis generalizada se inscribe también, el final de la forma plurinacional de hacer política, con la lógica consecuencia, de que todos los que hasta ahora han sido actores serán borrados del mapa.

Muchachos les corren los descuentos.

Desde el Sur
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Ceguera biológica y ceguera ideológica

Entre las grandes virtudes del ser humano, cuenta el poder compartir su saber con bondad; confrontar ideas con benignidad; esgrimir argumentos con paciencia; instruir con amor; educar con gozo; discutir conservando la paz; infundir fe a la hora de hablar y enseñar con la humildad de los grandes, sin perder la calma frente a quienes, por soberbia intelectual o arrogancia, oyen, pero no escuchan razones.

Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1990, sentenció una vez: “La ceguera biológica impide ver, la ceguera ideológica impide pensar”. 

¡Cuántas veces la evidencia del error salta a la vista pero se la niega, como también, la constancia del acierto -y no se la acepta- porque el subjetivismo, la política, la ideología y el egoísmo lo impiden!

De ahí que, es en el campo académico -donde priman la ciencia, la lógica y la razón- que se pueden dar más posibilidades de encuentro, al no permitirse tales situaciones en áreas tan disímiles como la medicina y la economía. Ahora ¿cuál es la necesidad de este prolegómeno?

La Carrera de Comercio Internacional de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA), a través de su Jefe de Carrera, Lic. Freddy Pacheco, me invitó como Conferencista Principal al Foro Académico “Importancia del Comercio Internacional en la coyuntura económica actual”, certero evento considerando las preocupaciones de la sociedad civil.

Compartí palestra con reconocidos expertos en el campo de su especialidad, como el Lic. Raúl Obando, Presidente de la Cámara Regional de Despachantes de Aduana de Santa Cruz; Lic. Sissi Hassenteufel, Presidente de la Asociación de Mujeres Especialistas en Comercio Exterior; Lic. Mauricio Rodríguez, Miembro del Capítulo Bolivia de la Cámara de Comercio Internacional, y, Lic. Pablo Sánchez, Subgerente de Desarrollo Empresarial de Cainco. La Moderadora del Foro fue la Ing. María Esther Peña Cuéllar, Subgerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y Docente de la UPSA.

Engalanaron el Foro, con su presencia, el Vicerrector, Dr. Sergio Daga; la Decana de la Facultad de Ciencias Empresariales, Lic. Mary Esther Parada, y la Dra. Gloria de la Fuente, Subsecretaria de Relaciones Exteriores de Chile, como invitada de honor.

Ante más de 300 participantes, docentes y universitarios, principalmente, expuse el porqué de la situación que angustia a muchos -escasez de dólares, aumento de la inflación, anormal abastecimiento de combustibles y menor crecimiento económico- con la convicción de que gran parte del problema tiene que ver con el comercio internacional en general (intercambio de bienes y servicios a nivel mundial) y el comercio exterior de Bolivia (exportación e importación), en particular.

Mi intervención consistió en aportar datos sobre la evolución de indicadores macroeconómicos como el Producto Interno Bruto nominal y real; Inversión Extranjera Directa; balanza comercial de bienes y servicios; remesas al país desde el exterior; subidas y bajadas de las Reservas Internacionales Netas; composición de las exportaciones e importaciones; un especial énfasis en la balanza comercial del sector de hidrocarburos, entre otros, para, a partir de ello, demostrar que el menor crecimiento del PIB y la vertiginosa caída de las RIN, se debía a la baja de las ventas externas de Bolivia y a la subida de las importaciones, explicando las razones para cada comportamiento negativo mencionado.

Como casos icónicos de las Exportaciones No Tradicionales (ENT) presenté las “lecciones aprendidas” con la soya y derivados, la reina de las ENT, y la carne bovina y derivados ¡toda una revelación dentro de esta categoría, además de un buen ejemplo de lo que puede ser un exitoso trabajo sinérgico público-privado, aunque, tristemente, se puede tirar todo por la borda al vetarse su exportación como pasa hoy!

En el plano de las reflexiones finales, recalqué: La importancia del comercio internacional, explicando que la actual situación deriva de un descuido del sector externo, particularmente de las exportaciones, haciendo que ante la escasez de dólares, suba su precio; como país no autárquico precisamos divisas para las crecientes importaciones de las que dependemos; respecto a las fuentes de ingresos de divisas -por exportación, endeudamiento, inversión extranjera y cooperación- lo deseable sería la primera opción por su aporte al crecimiento, el empleo, los ingresos para los ciudadanos, así como tributos y divisas para el Estado.

Frente a un escenario internacional desafiante, insistí en la necesidad de mejorar la productividad empresarial y la competitividad sistémica del país, en función de lo cual reclamé tres condiciones indispensables: Seguridad jurídica, seguridad de mercados y seguridad de buenas políticas públicas, como ocurre en todas partes.

Felicidades a la UPSA por promover este tipo de foros, siendo que la “triple hélice” -Empresariado, Gobierno, Academia- podría ayudar, a partir de la ciencia y la sapiencia, a zanjar temas que, desde la política, no se pueden resolver…

Buscando la verdad
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La necedad como política de gobierno

Pocas cosas son tan nocivas para un país como la de tener a un estúpido en el poder, y Luis Arce, nuestro anodino presidente/candidato, parece empeñado en demostrarlo cada día con una convicción que espanta. Cada palabra que pronuncia con su tono ridículo, cada decreto que firma, cada concesión que arranca bajo la máscara de la justicia social, confirma que no entiende el país y menos su economía. Hace apenas unos días, firmó un acuerdo vergonzoso, cediendo sin resistencia a los caprichos de los mineros de FENCOMIN, dejando en evidencia su incapacidad, su debilidad y su desesperante fragilidad. Ahora, como broche de oro de este festival de irracionalidad, decreta un aumento del salario mínimo nacional, presentándolo como una victoria heroica gestada entre socios moribundos, comerciales y políticos. 

Subir los salarios en una economía que camina a tientas, sin reservas, con una balanza comercial que respira artificialmente y un aparato productivo en estado de coma, es una solemne irresponsabilidad. El resultado es tan previsible que ya a generado pánico en el mercado, porque la inflación se devorará lo que quede de los salarios y del ahorro. Ese diez y cinco por ciento de incremento, que algunos celebran como si hubieran vencido a la pobreza en una batalla campal, será en realidad la lápida sobre el poder adquisitivo de los trabajadores, y como siempre, los pobres pagarán primero, pagarán más, y pagarán solos.

Arce no da pie con bola, y lo más surreal de su torpeza es que ni siquiera puede excusarse en la ignorancia, porque es economista, se supone que estudió estos fenómenos, que sabe que la economía es un organismo vivo que castiga sin piedad el desafío sus reglas. Pero Arce, fiel a la tradición de los gobiernos masistas, prefiere taparse los ojos, silenciar los datos y seguir colocando ladrillos en el muro de miseria que encierra cada vez más a los bolivianos. El país esta exhausto después de tantos años de despilfarro, corrupción y demagogia, se tambalea al borde del abismo, y su presidente, en vez de tenderle una pita, le entrega una pala para que cave su propia tumba.

La ilusión de que la pobreza se combate escribiendo decretos es vieja, rancia y amarga y ya la vivimos durante la UDP, cuando el entusiasmo político pretendió reemplazar el sentido común, y el resultado fue la escasez, desempleo, desesperanza, y el caos. No hay forma de que esta historia tenga un final distinto, el tiempo corre, las ventanas de oportunidad se cierran, y ya no basta con atacar los síntomas, ahora se necesita cirugía mayor, una que ni este gobierno ni sus cómplices tienen el valor ni la capacidad de realizar.

Ya no hay propaganda que maquille la verdad, ya no hay relato que disimule el hambre, las colas, ni esconda la angustia. Los pocos que todavía aplauden, terminarán comprendiendo tarde, que la pobreza no se combate con aumentos salariales ficticios ni se gobierna un país como si fuera un mitin político. La economía, como la historia, no perdona a los necios, y a los estúpidos, mucho menos.

Opinión
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Hora de los balances históricos

Cerca del Bicentenario por supuesto que es preciso realizar balances, al menos de manera sucinta y resumida, pues la sobrevivencia histórica de este país nunca nos deja pensar en serio y con prudencia nuestra historia, nuestro presente y peor nuestro futuro. Existen esfuerzos al respecto; pero no estructurales ni mucho menos. Es decir, balances de la economía, de la política, de la ideología, del Estado y la sociedad civil en su conjunto. Todo eso nos daría importantes insumos, para diseñar los próximos cincuenta años. No tendremos ese lujo, al menos tenemos que desahogarnos con balances superficiales y típicamente bolivianos.

Los discursos, por cierto, siempre son las alternativas ante la ausencia de datos, de ciencia, de investigación historiográfica. Eso ya tenemos en abundancia en las aburridas y anti pedagógicas horas cívicas escolares y universitarias.

Personalmente quisiera arriesgarme a considerar algunos cambios, producidos desde la Revolución de 1952. La única que hemos tenido como país, para cambiar realmente las estructuras económicas y sociales de nuestra historia. A pesar de sus limitaciones y sombras, ha removido tectónicamente las capas profundas de nuestra historia. Cambiando los ejes del mismo Estado, como la destrucción de ese Estado oligárquico de 1880 que fue la respuesta a la tragedia de la derrota del Pacífico. Con el mundo indígena al margen de todos los pocos beneficios que tenía la sociedad en general: educación, salud, acceso a la vivienda y el derecho al trabajo.

Años después se intentó cerrar ese círculo con el llamado Proceso de Cambio. Ya vemos también sus resultados y terribles limitaciones. Si bien hubo esfuerzos en la inclusión social; no fue lo mismo con la inclusión económica, pues seguimos siendo el país más pobre del continente vergonzosamente.

La Revolución del 52, que todavía tiene que investigarse en profundidad en sus luces y sombras, fue un quiebre total de época. Las fotos de aquella epopeya son evidentes: mineros e indígenas en armas, custodiando al Estado y cuidando ese proceso emancipatorio para el conjunto del país. Pero cierto que aquella epopeya popular y proletaria fracasó totalmente, no sólo por contubernios internacionales, como los actuales con los aranceles imperiales, sino también por errores internos: políticos, técnicos y de conspiraciones autóctonas de las débiles y poco nacionalistas clases altas y medias altas. Para estas clases el comunismo era un demonio al que había que combatir hasta su exterminio. Fueron los cruzados de aquella época, contra los sindicatos mineros vistos como rojos y peligrosos.

 

Al final, aquel sacrificio popular y proletario nacionalizó la minería en bien del país, posibilitó el voto universal de millones de bolivianos y universalizó la educación. Ese sacrificio popular y proletario terminó en manos de las dictaduras militares más crueles, sanguinarias en muchos casos, que se prestaron a rifar otra vez las arcas del Estado a intereses foráneos, como a intereses internos de las nuevas oligarquías autóctonas.

Muchos años después, considerando sacrificios sociales, masacres, exilio, muertes de mártires, los proletarios, campesinos, indígenas y clases medias pobres citadinas, abrieron otro boquete a la historia tradicional para imponer un proceso de cambio. También con muchas esperanzas, con mucha alegría y fe en que se abrirían posibilidades de transformaciones económicas y sociales. Otra vez, los errores de concepción de partidos políticos de izquierda, peleas internas de copamiento de espacios estatales, pocas estrategias de largo plazo en la economía, y pues emborrachamiento del poder, como resumen, dicho proceso de cambio termina en la cuneta de la historia. Aunque, aun no se cierra este círculo, sus posibilidades son mínimas por las coyunturas internacionales totalmente conservadoras, el desgaste interno del mismo proceso, y la falta de nuevas ideas de renovación del proceso.

En definitiva, seguimos estancados estructuralmente en lo económico como en lo social. No encontramos los caminos posibles, como país, para encontrarnos entre distintos y por fin construir instituciones serias, modernas, sostenibles en el tiempo, con leyes y normas que se respeten al menos durante medio siglo.

El desorden heredado de la república del siglo XIX, hemos ido arrastrando en estos siglos como costumbre terrible y violenta, con bloqueos mentales y camineros cotidianos, que sólo nos bloquea a todos en el derecho a la convivencia pacífica, económicamente sostenible y con los sueños a cuestas. Dejando en la orfandad total a las nuevas generaciones, que sólo ven en la pobreza y las pocas posibilidades de oportunidades como únicos terribles caminos, para seguir el rito de la sobrevivencia: típicamente boliviano.

Entonces, pues, somos también un país que expulsa cientos de miles de compatriotas a todo el mundo. Tienen que irse no por gusto, sino por necesidad. Porque nuestra patria no es capaz de generar y crear futuro y sueños en estos lados. Que los sacrificios, muertos, exiliados, olvidados y marginados de toda la vida, no sirven para nada al final de cuentas. Y ni siquiera se les hace justicia a nuestros muertos, torturados, exiliados y destruidos en tantas dictaduras.

Entonces, pues, seguimos nomás lamentándonos por los siglos de los siglos. Como decimos todos los bolivianos de a pie: teniendo un país rico y bondadoso en todo, no podemos cuidar bien la casa común. Incluso somos muy audaces para destruirlo y justificar las actitudes destructivas como normales.

Los cambios que nuestra sociedad ha logrado, sobre todo los más pobres y trabajadores, han costado demasiados sacrificios. Cada milímetro de conquistas están bañados en sangre y dolor. Pero no aprendemos. Nuestra memoria es frágil y poco solidaria. Ojalá que la conmemoración del Bicentenario nos de luces e inteligencia, para cambiar nuestro ser y por fin construir un país con oportunidades para todos. Con sueños para todos.

Opinión
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Merecen un buen carajazo

La moda es la moda, no hay forma de escapar de ella, también esta presente en los procesos electorales con comportamientos, poses, palabras, nuevo look, que deben impactar al elector.

El sociólogo Lipovetsky la define “...como una búsqueda frenética de la novedad, y una forma de venerar el presente  en una sociedad abierta en una cultura en la cual los valores primordiales son el placer, la búsqueda permanente de pertenecer a  un grupo y al mismo tiempo ser diferente y único”

En latinoamericana se vislumbran modas que buscan lo diferente y único sin dejar el deseo de pertenecer a ciertas corrientes que se han impuesto en algunos países, sucedió con el socialismo del siglo XXI, ahora, muchos asumen poses liberales y su invocatoria va acompañada de la palabra carajo.

La palabra carajo está de moda, tiene la ventaja de ser polisémica, Eduardo Abaroa la utilizó heroicamente, los ciudadanos se refieren al gobierno  pronunciándola con énfasis y les sirve también para darle una dimensión superlativa a la crisis actual.

El exitoso manejo en el mensaje político, en años recientes, le corresponde a Milei en la Argentina, él la reposicionó con toda energía: libertad carajo. Le dio buenos resultados, tal vez porque la idiosincrasia del argentino es permeable a este tipo de expresiones o porque era la mejor forma de manifestar de manera sencilla su indignación al corrupto kirchnerismo o situar su  propuesta liberal en términos primarios que lo identifique como un outsider.

Muchos quieren imitarlo, esta expresión ha tenido un gran pegue en el ánimo del ciudadano cansado del neopopulismo. Es más cómodo decir libertad carajo que dar toda una explicación que no sería asequible a una gran mayoría.

Los imitadores semánticos, sin mucha imaginación empiezan a circular. Su carajo es enérgico, altisonante pero vacío, con la única ventaja que les permite esquivar la transmisión de mensajes de mayor contenido y eludir sus responsabilidades en la difícil coyuntura.

 

La ciudadanía también empieza a utilizarla preguntando a los candidatos qué carajo les pasa, es una demanda y objeción de lo que hacen, hablan de unidad, pero no se unen, dicen ser antimasistas pero viabilizan a los candidatos oficialistas, estan obsesionados con el proceso electoral y postergan la solución de los problemas presentes al nuevo gobierno, olvidan que el contendiente principal es el oficialismo y se dan duro entre ellos, los pactos son vistos como bromas, son la traducción de la inseguridad, no hay nada que produzca certeza, utilizan prosaicamente las siglas partidarias y los nombres de los candidatos. Son dignos de recibir un buen carajazo.

Están destrozado historias prominentes de partidos políticos que en su momento jugaron un rol protagónico en la conducción del país, sus estructuras han sido convertidas en una desagradable caricatura de lo que fueron, en su fase final  tienen la desgracia de contar con dirigencias menudas que han perdido el norte y se han convertido en grupúsculos rosqueros indignos de su tradición.

Si la idea de todos ellos es estar a la moda declarándose outsiders imitando el lema de otros políticos sin tomar en cuenta la realidad nacional, es previsible que no  tendrán éxito excepto en algún grupo de fundamentalistas whatsaperos que de ninguna manera puede ser considerado como una base social.

Es de esperar que los candidatos no reduzcan el carajo a una expresión puramente adjetiva por emular sin mayor reflexión. La necesidad de ideas propias y rupturistas con el estado plurinacional que enamore a los bolivianos es imprescindible.

Desde el Sur
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¡Ay de los que siempre tienen un problema para cada solución!

Debra Hevia, Encargada de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos de América en Bolivia (EEUU), a tiempo de justificar la imposición de un arancel del 10% a las importaciones de productos bolivianos en su país, con la Orden Ejecutiva adoptada por el Presidente Donald Trump para la generalidad de países en el mundo, dio una luz de esperanza al anunciar que existe una apertura de su gobierno para dialogar y buscar el menor impacto para Bolivia. 

"Lo más importante en las relaciones de cualquier país es el diálogo, fundamental para explicar nuestras prioridades y resolver cualquier diferencia que pueda haber", refirió, ante la eventualidad de que Bolivia busque un diálogo para minimizar el castigo arancelario sobre sus exportaciones al mercado estadounidense (“EEUU se abre a un diálogo que busque minimizar el impacto de los aranceles”, EL DEBER, 15.04.2025).

Ojalá que el país pueda aprovechar tal apertura, luego de haber desperdiciado tantas oportunidades de una mejor relación con la primera potencia mundial.

En verdad, Bolivia debería procurar la mayor cercanía con todos los países con gobiernos elegidos democráticamente, EE. UU., con mayor razón, pensando en el mercado que más productos compra del mundo, siendo que al ciudadano de a pie, al jefe de hogar, lo que más le importa no es la retórica ni la ideología y mucho menos la politiquería, sino, el tener un empleo digno y sostenible en el tiempo que le permita mejorar la calidad de vida de su familia y… ¡a eso aportan las exportaciones cuando la mano de obra es el mayor valor agregado!

Lamentablemente, por razones meramente ideológicas, Bolivia se opuso a inicios de siglo a la iniciativa continental para negociar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA); después, a la posibilidad de negociar un Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral con los EEUU, por una parte, y con la Unión Europea, por otra, como lo hicieron otros países, tal el caso de México, Chile, Colombia, Perú, Ecuador y varios centroamericanos, por citar unos cuantos ejemplos, con lo que tiró por la borda el poder exportar miles de millones de dólares y recibir otro tanto en inversión directa y tecnología, lo que le hubiera ayudado a crecer más y a generar muchísimos más empleos.

De otra parte, se rifó también la posibilidad -por incumplimiento de compromisos- de seguir gozando del libre acceso al mercado estadounidense a través de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y de Erradicación de la Droga (Atpdea), provocando el doloroso ocaso de la industria textil, con un severo impacto por la pérdida de miles de empleos para nuestros obreros, mujeres artesanas, prestadores de servicios conexos, entre otros, todo, porque, ni la famosa Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) -concebida en contra del ALCA- ni el tan promocionado Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) ideado en contraposición a los TLC, dieron un mínimo resultado, demostrando que los cantos de sirena del así llamado Socialismo del Siglo XXI, fue un fiasco: En saco roto cayeron las promesas del extinto Hugo Chávez quien, a voz en cuello, proclamaba que Venezuela iba a “comprar todo lo que EEUU y la Unión Europea dejaran de importar de Bolivia”. ¡Mentira!

La consecuencia de todos estos desaciertos fue el decaimiento del comercio exterior, principalmente con EEUU, ya que, tanto las exportaciones como las importaciones bilaterales, luego de alcanzar altos niveles, bajaron a cifras francamente preocupantes: Aunque se diga lo contrario, las relaciones diplomáticas cuentan mucho a la hora de hacer negocios con un país y entre Bolivia y EEUU no hay embajadores designados desde 2008, lamentablemente.

¿Dónde están ahora los detractores del libre comercio con las grandes potencias mundiales? Me refiero a las ONG y a los activistas que, sistemáticamente, presionaban al gobierno de Morales, primero, y al de Arce, después, para ir en contra de una mayor integración comercial de Bolivia al mundo.

Ahora que el país sufre una crisis en su sector externo, en gran parte explicada por los recurrentes déficits comerciales que se han venido produciendo desde hace diez años, resurge la pregunta:
¿Dónde están estos preclaros pensadores que hicieron meter la pata a los gobiernos, alejando nuestras posibilidades de desarrollo? ¿Saben dónde están?

En el mismo lugar donde siempre está esa “burocracia insensible y satisfecha” de la cual hablara en su momento el ex Secretario de la otrora gloriosa Central Obrera Boliviana (COB), Juan Lechín Oquendo.

¡Criticaron, se opusieron, complotaron y elucubraron con paraísos idealistas, pero, a la hora nona, fracasaron en sus dichos y llevaron al país al quebranto, sin embargo, ellos siguen disfrutando de sus comodidades y placeres, como parte de los que en su soberbia intelectual, siempre tienen un problema para cada solución!

Es de esperar que, ahora que los Estados Unidos se abre a negociar, prime el pragmatismo y se imponga la racionalidad sobre la ideología que hace tanto mal.

Buscando la verdad
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La degradación ética y moral de Occidente

Los gobernantes de Washington, cristianos confesos y militantes, deben estar rezando en estos días sentimentales. Después de bombardear y destruir Yemen, con cientos de muertos y ciudades destruidas, dando rienda suelta a los criminales de Israel, expulsando migrantes de sus territorios, y pues despertando a los demonios del occidente racista y pigmentocrático, que estaban disimulando en estos tiempos; pero hoy están sueltos causando dolor y muerte por todo el mundo.

La cobardía de los gobernantes europeos, que son los padres de los EUA, es evidente y ya no asombra porque es claro que dependen de los negocios de EUA. Dejan abierta e impunemente que los judíos se salgan con la suya en el genocidio de Gaza, como en la expulsión de migrantes. Además de los crímenes en Yemen y otros crímenes en tantos lugares del mundo.

La degradación moral y ética es directamente proporcional a los asesinatos en masa en Gaza, como en la manera de referirse al mundo de parte de los cavernícolas de Washington. En esa línea asistimos también a los hijos putativos de occidente, como en Argentina de los Milei. Compartiendo la restauración imperial bañado en sangre en el mundo.

Así, pues, se confirman con letras de sangre lo que en realidad fueron las historias de conquistas, de colonialismos e imperialismos en estos siglos de degradación mundial. Si algo todavía quedaba, en las reflexiones cultas de la filosofía occidental, mostrando una supuesta superioridad universal, simplemente se han enterrado por la realidad de la política imperial de estos meses.

Así, ese occidente cristiano-marxista, ya no tiene nada que enseñar y promocionar al mundo. Su degradación moral y ética es total. Ni siquiera los emperadores más sanguinarios romanos llegaron a esos extremos. Porque la peligrosidad de los actuales emperadores es de lejos, criminal. Tienen armas legales a su gusto, políticas y armamentistas que están utilizando en contra de todo el mundo.

Ojalá la inteligencia de los descendientes occidentaloides, en América Latina, sea la suficiente para despertar a esta dura y objetiva realidad. Que los anglosajones racistas, no les necesitan y incluso les odian. Que no les queda otra para compartir estos territorios junto a los pueblos indígenas, junto a quiénes fueron mestizados y empobrecidos en estos territorios. Es decir, que tienen que construir Estado y convivencia en nuestros territorios.

Esos bolsones de racistas latinos, ya no tienen vigencia y sostenibilidad. Los cavernarios de Washington les expulsan también a los blancoides latinos. Veremos si con estos golpes los blancoides latinos, al fin empiezan a ver nuestros países como propios y legítimos. Y eso les permita al fin pensar y repensar, para progresar y hacer de sus vidas parte de las vidas de las culturas en estos territorios.

En realidad, somos nosotros quiénes nunca les necesitamos a los anglosajones del norte. Ellos llegaron a estos territorios a asaltar y robar nuestras riquezas, siempre encubiertos por sus ejércitos, por sus Estados imperiales, por sus leyes en función de sus intereses. Desde hace siglos los bucaneros y piratas gringos, están acostumbrados a robar y asaltar en nombre del capitalismo, del desarrollo y progreso.

Por supuesto, existe en todas las culturas, hay personas de buen corazón. En todas partes se cuecen habas. En todas partes hay corruptos y honestos, en todas las culturas. No hay cultura humana que se salve de la tragedia humana: ausencia de ética y moral. Felizmente hay los herejes, los solidarios con las causas nobles, con los pobres y marginados de la tierra.

Vivimos tiempos convulsos donde los demonios de occidente están sueltos. Quieren venganza y muerte, como en varias ocasiones de la historia mundial. Pero también son tiempos para repensar la historia. Para regresar a nuestros propios tiempos, porque nunca les necesitamos a los cavernarios del norte. Eso es tomar consciencia, personal y colectiva, para reconstruir nuestras historias fuera de las concepciones occidentales.

Es cierto, sin embargo; que el sistema es muy fuerte. Económicamente vemos que el mercado más importante del mundo es USA, y todas las regiones del mundo están en función de ese mercado. Por lo que reconstruir otros mercados en el mundo no será sencillo. Nosotros también nos veremos afectados por estos movimientos tectónicos de la economía mundial.

Pero a los cavernarios del norte, no les interesamos ni mucho menos. Eso está más claro como nunca. Si eso es así, por fin los sectores descendientes de los blancoides tienen la oportunidad histórica de reconstruirse en estos territorios, en estas historias del sur.

La degradación ética y moral de occidente es evidente. Ya no es teoría o especulación literaria. La degradación ética y moral de occidente, puede permitirnos una nueva valoración de nuestras culturas, de nuestros valores y de nuestras posibilidades de construir aquellos sueños y mitos prehispánicos; junto a las visiones actuales de justicia, igualdad, fraternidad, y convivencia más humana por el sur del mundo.

Opinión
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La peligrosa mediocridad en acción

Los grotescos están nuevamente en escena y para colmo de colmos son ministros.

Sus actuaciones bufas los exhiben en su pequeña dimensión, no son seres sobresalientes, tampoco son un accidente, son un producto de lo que es la dictadura.

Alan Deneault advierte “…de la llegada al poder de políticos mediocres que producen sociedades anestesiadas, injustas y sin pensamiento crítico.” tal parece que hemos llegado al momento cúlmine.

Toda autoridad está obligada a cumplir   con ciertas formas en el ejercicio de sus funciones, de no hacerlo corre el riesgo de cometer estupideces, infracciones o delitos. Esto al mediocre no le importa, su comportamiento ilegal le es fútil, se regodea de ser mitómano.

José Ingenieros en su obra el Hombre Mediocre -seguramente se inspiró en este tipo de personajes- escribe “el hombre mediocre es una sombra proyectada por la sociedad -o por la dictadura, el agregado es mio-; es por esencia imitativo y está perfectamente adaptado para vivir en rebaño, reflejando las rutinas, prejuicios y dogmatismos reconocidamente útiles para la domesticidad”

Prosigue, “...la vulgaridad es el blasón nobiliario de los hombres ensordecidos de su mediocridad; la custodian como al tesoro el avaro. Pone su mayor jactancia en exhibirla, sin sospechar que es su afrenta. Estalla inoportuna en la palabra o en el gesto, rompe en un solo segundo el encanto preparado en muchas horas, aplasta bajo su zarpa toda eclosión luminosa del espíritu. Incolora, sorda, ciega, insensible, nos rodea y nos acecha; deleitase en lo grotesco, vive en lo turbio, se agita en las tinieblas.

En nuestro país el mediocre y el vulgar son parte de la realidad cotidiana, son los actores de una farándula dañina, que pone en la vergüenza al conjunto del país ante los ojos del mundo.

No hay día que algún ministro de estado no haga un disparate, claro los hay de campeonato y otros no tanto, pero todos están en linea. Suponen que con ello gobiernan a la perfección, que la ciudadanía no los observa, ignoran que el pueblo está azorado e indignado.

La mediocridad alimenta a la dictadura y es la fuente de sus atropellos, por eso los ministros más opacos y anti-democráticos duran en su puesto porque son útiles a los designios del dictador. 

En el campeonato del disparate el último documental presentado por el ministro de gobierno en el que pretende involucrar a varios intelectuales y políticos en el otro disparate promovido por el Gral. Zúñiga el 26 de junio del pasado año, es el súmmum de la boludez.

Más allá de ser un documental sin sustento jurídico alguno, mal elaborado técnica, comunicacional y políticamente, dejó a jueces y fiscales sin argumento y a los perseguidores con los rulos hechos. Sin embargo no se debe dejar de lado su peligrosa pretensión autoritaria de perseguir a como dé lugar al que no avala a la dictadura y a su decisión de reproducirse en el poder.

La tensión personal y familiar desatada en los perseguidos por el terrorismo de estado es el reinicio de la implementación de una estrategia mayor que seguirá desarrollándose en función a las necesidades electorales del o los candidatos oficialistas. El libreto ya ha sido practicado en Venezuela y Nicaragua.

En el primero no importó que la oposición se una y tenga una valiente conducción en María Corina Machado que convocó a monumentales movilizaciones que por ahora han quedado en la nada porque el efectuar elecciones en condiciones adversas a la democracia y ser dirigidas por la dictadura tiene un solo resultado, siempre será favorable a la dictadura, no importó que Edmundo González Urrutia hubiera ganado con el 70 %, de la votación y Maduro obtuviera menos del 30 %, el dictador sigue siendo presidente con el apoyo servidumbral de sus FF.AA. que han sido corrompidas hasta la médula.

En el segundo, la estrategia fue perseguir, encarcelar o exiliar a la oposición o a todo aquel que pretendía levantar cabeza incluida la clerecía en todos sus niveles, dejando el camino libre a la dupla criminal Ortega-Murillo, que obviamente ganó “sus elecciones” porque no tenían a ningún candidato opositor potable al frente, excepto algunos satélites para dar la falseada imagen de una disputa democrática.

Ambas estrategias están en desarrollo en el país y tienden a crecer porque no hay fuerza política que le ponga freno con medidas necesarias para garantizar unas elecciones relativamente transparentes, llegar a ellas en las actuales circunstancias abre la posibilidad de  que se aplique la receta venezolana, con la posibilidad de que el país de podría  insurreccionar, por ello no descartan persecuciones previas a los opositores a la nicaragüense.

Existe un tercer escenario a favor de la dictadura, los intocables autoprorrogados del tribunal constitucional, que estaban en la prudencia de la sombras, han sido reactivados con la presentación de acciones o recursos constitucionales. Ha empezado el diputado Huaytari seguido del opositor Cusi, dejando en sus manos el futuro electoral de Bolivia como sucedió en las elecciones judiciales, van calentando el ambiente poco a poco porque luego vendrá una seguidilla de acciones y recursos.

Las fuerzas políticas opositoras están preocupadas en registrarse ante el tribunal electoral, sacar sus trapitos al sol, sumar adherentes electorales y otras inherentes a su decisión, no les queda otra les corresponde es algo inevitable, pero, al estar en el ruedo no exclusivamente electoral, deberían tomar medidas preventivas, una de ellas, constituir una conducción política para evitar futuros fraudes y frenar persecuciones a políticos. Este frente no tendrá como espacio los pocos mecanismos  institucionales existentes, sino el elegido por el propio masismo, las calles.

La gran ventaja de la unidad en la acción es que no están en juego ni los egos de los candidatos, ni sus aspiraciones, ni sus cuotas de poder, es más bien una sumatoria positiva para poner las cosas en su lugar antes de llegar al mes de agosto. 

Si la estrategia de la mediocracia se impone por falta de acciones oportunas de los que quieren conducir al país en el futuro, será de su absoluta responsabilidad y los recordaremos por no haber hecho lo necesario para derrotar democráticamente al masismo y haberlo emulado constituyendo un club de mediocres a la par de los que dicen combatir.

El cronograma aprobado por el tribunal electoral no es una muestra de que las cosas van bien, es un esfuerzo desesperado por salir de la incertidumbre, ante la falta de decisiones comprometidas por los partidos y órganos de poder.

Las señales son muchas y las experiencias también, no las subestimen.

Desde el Sur
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