La degradación ética y moral de Occidente
Así, pues, se confirman con letras de sangre lo que en realidad fueron las historias de conquistas, de colonialismos e imperialismos en estos siglos de degradación mundial.

Los gobernantes de Washington, cristianos confesos y militantes, deben estar rezando en estos días sentimentales. Después de bombardear y destruir Yemen, con cientos de muertos y ciudades destruidas, dando rienda suelta a los criminales de Israel, expulsando migrantes de sus territorios, y pues despertando a los demonios del occidente racista y pigmentocrático, que estaban disimulando en estos tiempos; pero hoy están sueltos causando dolor y muerte por todo el mundo.
La cobardía de los gobernantes europeos, que son los padres de los EUA, es evidente y ya no asombra porque es claro que dependen de los negocios de EUA. Dejan abierta e impunemente que los judíos se salgan con la suya en el genocidio de Gaza, como en la expulsión de migrantes. Además de los crímenes en Yemen y otros crímenes en tantos lugares del mundo.
La degradación moral y ética es directamente proporcional a los asesinatos en masa en Gaza, como en la manera de referirse al mundo de parte de los cavernícolas de Washington. En esa línea asistimos también a los hijos putativos de occidente, como en Argentina de los Milei. Compartiendo la restauración imperial bañado en sangre en el mundo.
Así, pues, se confirman con letras de sangre lo que en realidad fueron las historias de conquistas, de colonialismos e imperialismos en estos siglos de degradación mundial. Si algo todavía quedaba, en las reflexiones cultas de la filosofía occidental, mostrando una supuesta superioridad universal, simplemente se han enterrado por la realidad de la política imperial de estos meses.
Así, ese occidente cristiano-marxista, ya no tiene nada que enseñar y promocionar al mundo. Su degradación moral y ética es total. Ni siquiera los emperadores más sanguinarios romanos llegaron a esos extremos. Porque la peligrosidad de los actuales emperadores es de lejos, criminal. Tienen armas legales a su gusto, políticas y armamentistas que están utilizando en contra de todo el mundo.
Ojalá la inteligencia de los descendientes occidentaloides, en América Latina, sea la suficiente para despertar a esta dura y objetiva realidad. Que los anglosajones racistas, no les necesitan y incluso les odian. Que no les queda otra para compartir estos territorios junto a los pueblos indígenas, junto a quiénes fueron mestizados y empobrecidos en estos territorios. Es decir, que tienen que construir Estado y convivencia en nuestros territorios.
Esos bolsones de racistas latinos, ya no tienen vigencia y sostenibilidad. Los cavernarios de Washington les expulsan también a los blancoides latinos. Veremos si con estos golpes los blancoides latinos, al fin empiezan a ver nuestros países como propios y legítimos. Y eso les permita al fin pensar y repensar, para progresar y hacer de sus vidas parte de las vidas de las culturas en estos territorios.
En realidad, somos nosotros quiénes nunca les necesitamos a los anglosajones del norte. Ellos llegaron a estos territorios a asaltar y robar nuestras riquezas, siempre encubiertos por sus ejércitos, por sus Estados imperiales, por sus leyes en función de sus intereses. Desde hace siglos los bucaneros y piratas gringos, están acostumbrados a robar y asaltar en nombre del capitalismo, del desarrollo y progreso.
Por supuesto, existe en todas las culturas, hay personas de buen corazón. En todas partes se cuecen habas. En todas partes hay corruptos y honestos, en todas las culturas. No hay cultura humana que se salve de la tragedia humana: ausencia de ética y moral. Felizmente hay los herejes, los solidarios con las causas nobles, con los pobres y marginados de la tierra.
Vivimos tiempos convulsos donde los demonios de occidente están sueltos. Quieren venganza y muerte, como en varias ocasiones de la historia mundial. Pero también son tiempos para repensar la historia. Para regresar a nuestros propios tiempos, porque nunca les necesitamos a los cavernarios del norte. Eso es tomar consciencia, personal y colectiva, para reconstruir nuestras historias fuera de las concepciones occidentales.
Es cierto, sin embargo; que el sistema es muy fuerte. Económicamente vemos que el mercado más importante del mundo es USA, y todas las regiones del mundo están en función de ese mercado. Por lo que reconstruir otros mercados en el mundo no será sencillo. Nosotros también nos veremos afectados por estos movimientos tectónicos de la economía mundial.
Pero a los cavernarios del norte, no les interesamos ni mucho menos. Eso está más claro como nunca. Si eso es así, por fin los sectores descendientes de los blancoides tienen la oportunidad histórica de reconstruirse en estos territorios, en estas historias del sur.
La degradación ética y moral de occidente es evidente. Ya no es teoría o especulación literaria. La degradación ética y moral de occidente, puede permitirnos una nueva valoración de nuestras culturas, de nuestros valores y de nuestras posibilidades de construir aquellos sueños y mitos prehispánicos; junto a las visiones actuales de justicia, igualdad, fraternidad, y convivencia más humana por el sur del mundo.