Blog de Victor Hugo Romero

La mala educación

El tema de esta semana fue la educación, después de que una asambleísta se negara a responderle el saludo al presidente, dejándolo con la mano extendida. Voces a favor y en contra tomaron por asalto las redes sociales, el mundo político se manifestó, la mayoría censuró el hecho, otra aplaudió y valoró la acción. La “acción” estuvo fuera de lugar y contexto.

Sencillo resultó convertirse en segundos en un pésimo ejemplo de educación a nivel nacional, asumiendo que las imágenes que se difundieron hablan por sí solas, cuando muestran a una persona que se niega responder el saludo a otra, lo que se observa es un acto de mala educación simple y puro, más allá de los contextos políticos, de lo que representan, de las dos visiones de país: lo plurinacional y lo republicano, de los partidos antagónicos, de los rangos de autoridad.

La actitud de la parlamentaria puede entenderse como un acto de negación a esa mayoría (más del sesenta por ciento) que sí votó por Evo o a la minoría (menos del cuarenta por ciento) que no está de acuerdo con él,  por el contexto mediático y hasta ideológico con el que se asimilaron esas imágenes,  se evidenció la confrontación política que vive el país, polarización que no permite, ni genera chance alguna para una concertación, menos conciliación, aún si en esa lógica dependiera el desarrollo o la nada sencilla estabilidad social del país, Bolivia no está en condiciones de hablarse a sí misma, de entablar un diálogo con su otro yo, al menos con esa fracción radical que todavía apuesta por el desastre.

En la lógica de “el otro”, vale preguntarse si se ha registrado  una agresión, quién rechaza el saludo es el que agrede, se niega a darle la mano, a hacer contacto, a estrechar la representación de ese otro al que no siente su representante y por tanto asume que no le debe respeto, no tiene por qué darle la gracia de responder el saludo, se pasa de largo, sonríe y se retira. Asumiendo que más allá de los cargos, existe un otro nivel, aquel que es capaz de rechazar toda norma de urbanidad, entendiéndose como la suma de “cortesanía, comedimiento, atención y buen modo”; por culpa de un origen, un color, una cultura, de aquel que no me corresponde, con el que no puedo/ ni debo relacionarme,  siquiera tocarlo. Del que está arriba o abajo, dependiendo cómo se sientan, midan y miren las fuerzas.

Las redes se llenaron de reflexiones, de concepto clásicos de educación como el  “no sea como yo, salude” o “lo cortés no quita lo valiente” que dan pie a la cortesía, que se aplica básicamente como la “demostración o acto con se manifiesta la atención, el respeto o afecto que tiene alguien a otra persona”, por ese otro ser que podría ser tan distinto a nosotros que aun así no merece desprecio, sino tolerancia, valor/cualidad democrática que nos hace distintos, que nos permite superar diferencias por una lógica de madurez social, de crecimiento personal, siendo la barrera más difícil sortear los resentimientos, materia en la que nos aplazamos.

¿Somos educados los bolivianos? ¿Persiste la discriminatoria práctica del ninguneo? ¿Hemos obrado con descortesía, fuimos protagonistas o testigos de berrinches  sociales? Es posible que sí, porque como sociedad no tenemos la obligación de ser perfectos, asumimos que la imperfección, el error es parte de nuestra esencia humana y corresponde intentar ser mejores, aceptando que  es también nuestro derecho equivocarnos pero no a humillar, pero en el contexto dado, cuando priman las formas y lo políticamente correcto, errar no es humano, equivocarse es perder, salir derrotado de una justa en la que se mide la talla política antes que el pataleo sin sentido, mucho más cuando el performance político no es el ideal y no correspondía, ni estaba en concordancia con un acto en el que una maleducada estaba demás. 

Anatomias
imagenblog: 

De cómo un mono salvó a 25 leones

Quién podría haber creído que el rescate de un mono africano en un circo potosino habría de generar prácticamente todo un movimiento mundial siendo Bolivia el país que exitosamente lidera esta revolución animalistica.

Ocurre que aquella vez la diputada por el MAS Ximena Flores, activista en la defensa de los derechos de los animales, conoció la denuncia sobre la presencia del mono en un circo, totalmente enjaulado y maltratado por los dueños. Ella, representantes de la fiscalía, policías y periodistas fueron al lugar y lo rescataron luego de un enfrentamiento con un grupo de payasos muy agresivos. El problema  real se dio después, cuando nadie sabía qué hacer con el animal, se necesitaba un lugar especial, que no sea precisamente un zoológico, puesto que estos son espacios de la prolongación del maltrato a los animales. No se lo pudo rescatar.

Este hecho sacó a relucir la ausencia de una normativa que no sólo permita el rescate, también prohíba el maltrato a los animales en los circos, si bien a Bolivia no llegan los grandes,  están presentes pequeños e itinerantes en los que la violencia contra los animales es igual de dura. Con el mono a buen resguardo, el equipo de la parlamentaria Flores procedió a diseñar una ley que prohíba la presencia de animales en los circos en Bolivia, hablamos en tiempos de la primera gestión de Evo, no fue fácil lograr que la ley sea aprobada en senadores y diputados, el tema animalista suele ser muy abstracto y para tener la empatía se requiere mucha sensibilidad, al estilo de “ver para creer”.

Con el apoyo de Animal Defender International (ADI) se trabajó convenciendo uno por uno a los diputados y senadores de aquella época, más allá de consignas partidarias, de derechas e izquierdas fue consiguiendo apoyo, superando mucho obstáculos especialmente conservadores y de aquellos amantes de los circos que creen que los animales dentro de las carpas son muy felices, cuando detrás de toda gracia existe un durísimo acto de tortura. Finalmente la ley es aprobada, Evo Morales la promulga y más allá de todos los festejos se iniciaba una larga espera, de un año, para que entre oficialmente en vigencia.

Cumplido el plazo, empezaba la dolorosa, rescatar a todos los leones africanos que estaban en Bolivia, dispersados en varios circos que deambulaban por el oriente y chaco boliviano. Fueron rescatados con la ley en la mano contra viento y marea, enfrentándose a rabiosos dueños de los circos. El panorama era triste: leones hacinados, en jaulas maltrechos, maltratados, comparando era como si a un humano lo obligáramos a vivir doce años en un baño. La Ley 40/40 entró en acción, los leones fueron trasladados por ADI, que hizo la mayor parte del trabajo en coordinación con las autoridades bolivianas, a un santuario en Colorado, Estados Unidos.

La ley boliviana Circos Sin Animales fue considerada como la pionera en el mundo, cuatro países entre ellos Grecia ya tienen similares legislaciones, en Latinoamérica se sigue luchando, especialmente en Perú, Colombia y México, se han logrado resultados, pero solo protegen a los animales silvestres y no a todos como la nuestra. La historia que les acabo de contar está siendo narrada en un documental que hace poco se estrenó en nuestros cines: Arca de León, ahí podrán ver cómo Bolivia, una vez más arranca un movimiento que cambia el mundo, no de golpe como quisiéramos, poco a poco, demostrando que las políticas integrales y precisas a favor de los desprotegidos pueden generar resultados con tres simples requisitos: activismo, militancia y consecuencia. La ley permitió que el mono fuera rescatado junto a los leones y llevado a un santuario en Londres donde conoció a su actual pareja y al igual que los 25 leones, esta vivito y coleando, libre de todo domador.

 

Anatomias
imagenblog: 

Cuestión de parrandas

¿Quién no se ha dado alguna vez una buena parranda? Yo lo hice y debo confesar que más de una ocasión ¿quién sabe cuáles son los mecanismos que nos conducen a prolongar la fiesta y la estancia en un estadio de entretenimiento bucólico que incluso nos arrastra a buscar, parafraseando a un poeta, ángeles musulmanes en las azoteas del alma escuchando jazz… más allá de la bohemia, el festejo prolongado se complica, cuando los familiares, ante la ausencia de su ser querido van asumiendo que les ha pasado lo peor?.

Todavía recuerdo el papelón que una muchacha protagonizó hace años en Cochabamba, cuando en un arranque de rebeldía se fue de parranda sin decir nada, su familia y amigos creyeron que la habían secuestrado, convertida en prostituta en un burdel lejano, asesinada, dieron el grito al cielo y se movilizaron buscándola junto con la policía y medios.

A los pocos días apareció la jovenzuela, los policías hablaron con ella, confesó que la noche de copas se convirtió en varios días. La reacción de los familiares se justificaba debido a que en La Llajta semanas antes, se registraron  violentos crímenes contra varias muchachas, por tanto estaba sembrado el temor.

Está claro que el contexto de inseguridad ciudadana en el que vivimos ahora, ha cambiado el curso de las “parrandas”. No es tan sencillo echarse a perder, sin provocar un susto a los suyos o perderse al punto de no poder volver a casa, debido a que ya no es seguro tomarse unos tragos y extender la jarana sin evitar que con ella también lleguen las consecuencias, que suelen ser evocadas por nuestras madres: atracos, robos, peleas y demás conflictos que podrían atentar contra nuestra existencia. En defensa de la bohemia podríamos señalar que todo depende con quién, cómo y dónde uno decida perder la cabeza, que esos peligros siempre estuvieron presentes a lo largo de nuestra historia y que a ratos son inevitables, cosa del destino.

La situación cambia, cuando las parrandas son ahora tema de sobre exposición mediática, ante la ausencia del ser querido, la desconfianza en la policía, la justicia y el resto del sistema, que primero te pide publicar la foto del desaparecido en la paredes y luego de las 72 horas de rigor recién buscarlo, te obliga a acudir a la televisión y redes sociales para enfrentar la negligente actitud de los uniformados, involucrar a la sociedad en la búsqueda, que en la más reciente época, es por demás efectiva y sensible, puesto que con un click está asumiendo un rol más comprometido y no indiferente, entendiendo que encontrar a esa persona no sólo es librarla de un destino fatal también de luchar contra la trata y tráfico de personas que tanto daño está hace y que sí existe en el país.

El problema con estos notables casos de parranda es que están banalizando esta lucha y compromiso contra la trata. La sociedad podría no tomar en serio las futuras denuncias y alertas, al contrario dejaría pasar la oportunidad de salvar a una persona en peligro, es en este punto en el que las autoridades deben actuar con seriedad e informar qué realmente pasó, dejando claras las cosas, emitiendo mensajes positivos y agradeciendo a las personas su preocupación, también su actitud comprometida y no cómo lo están haciendo ahora, manteniendo reserva, prolongando el misterio, promoviendo la indiferencia.

Los familiares de los “parranderos” también tienen la obligación de informar lo que ha pasado respetando su privacidad, agradeciendo y pidiendo disculpas si es necesario, ellos han establecido el puente directo con la sociedad, no pueden dejarlo fracturado, porque la cadena de favores quedaría  inconclusa. La próxima vez, cuando se grite que el lobo viene es probable que no se tome en cuenta la alerta y sea demasiado tarde para reaccionar. Ya no se puede farrear como antes, sin que corras el riesgo de salir en la tele o Facebook, qué tiempos aquellos, qué papelones los de ahora, un trago te puede hacer famoso, pero no necesariamente por haber hecho algo “bueno” o por estar arrastrándote por la calles, junto a las mejores mentes de tu generación,  en busca de una iluminada dosis de sabiduría… o algo así.

 

 

 

Anatomias
imagenblog: 

El Abra, fiesta bailable

“Gran celebración a nuestra Señora de Urkupiña en el Recinto Productivo de El Abra, te invitamos a ser parte de esta celebración religiosa, el sábado con las vísperas, el domingo con la ceremonia eucarística seguida de la procesión y entrada folclórica con las siguientes fraternidades: Caporales, tinkus, morenada, negritos, antawara, pujllay. Artistas invitados: La Re-pandilla, Grupo KLB, Nítido, Mariachi Diamante y muchos otros más. Platos a servirse: Pique macho, lechón, pollo al horno, lapin. Transporte: Trufi N (cartel verde), trufi 233 (El Abra) pasan a dos cuadras (km 4 a Sacaba entrando por Quintanilla dos cuadras al sur). No faltes te esperamos”.

Así reza, más o menos, el afiche promocional  de cualquier evento. Si uno no está al tanto, podría llegar a creer que se trata de una fiesta bailable cualquiera, en una OTB más, en el que se beberá, comerá y bailará prácticamente hasta el amanecer, además la invitación es para dos días, un mini preste, sin embargo lo que llaman Recinto Productivo no es otra cosa que la Cárcel de Máxima Seguridad de El Abra y que en su tiempo fue de las que mejor se acomodaba en diseño a los requerimientos para un penal en el que deberían recluir a los más peligrosos delincuentes, no sólo de Cochabamba también del país,  además que dentro sí se cumplirían con el régimen que toda penitenciaría exige y no como en las otras, la emulación de una pequeña ciudad en la que si uno no cae en cuenta que está encerrado, puede existir fingiendo que está de visita en una aldea propia del universo de Mad Max.

Para que la fiesta de “Urkupiñita” haya terminado en masacre (cuatro muertos, once heridos), tuvieron que pasar muchas cosas previas que estaban fuera de toda norma y lógica. Por ejemplo, la simple difusión del afiche, es ya una llamada de atención sobre lo que no debe ocurrir en un penal de máxima seguridad, allí no se permiten fiestas, tampoco se le cambia el nombre a la penitenciaría, es más no debería estar permitido ni siquiera el ingreso de grupo musical alguno, menos de un mariachi, tampoco invitar a propios y extraños, ese cartel revela que El Abra era todo menos una cárcel.

El sentido común no dice que para que se haya permitido la simple realización de la fiestecita ya estaba vulnerando la normativa que en un principio los propios policías de la penitenciaría debían alertar y por supuesto impedir, de igual manera cualquier autoridad judicial, de la gobernación o municipalidad que hay visto el afiche tendría que haberse dado cuenta que algo andaba mal, también los de la “Defensoría” que suelen actuar bien tarde y burocráticamente, ni qué decir de los periodistas que por falta de olfato no detectaron el afiche que de hecho hubiera sido una “buena” nota. Lo cierto es que nadie no hizo nada, tampoco dijo nada y la fiesta se llevó adelante con toda normalidad.

Con los muertos en la morgue, los heridos en el Viedma, la reacción siempre tardía pretende investigar y descubrir lo que pasó, convirtiendo a la fiesta bailable en una fiesta de disfraces, en la que todos se proponen fingir un rol, buscando la verdad de los hechos, acaso hacer justicia de manera tragicómica y por demás insensible, cuando en los hechos no va a pasar nada, descubrirán que el autor intelectual, no es el crimen organizado que rige en el país, sino un reo del El Abra que había sido todavía más malo que el Tancara, al cual condenarán más años y probablemente le salven la vida llevándolo a otra cárcel de supuesta máxima seguridad. Tiempo después todo volverá a ser normal, lo reos continuará fingiendo que su cárcel es una aldea cualquiera, que los policías están para cuidarlos y que al año, en la misma fecha, luego del homenaje póstumo a las víctimas fatales, el afiche volverá a imprimirse con la esperanza de que no faltes a la cita.

 

 

 

Anatomias
imagenblog: 

Cuestión de audios

 “¡Arriba las manos! Entregue su celular”,  “Antes de ingresar a esta sala deje su celular en el casillero de la izquierda”,  “Si va a participar, deje su celular dentro el refrigerador”, “Si vamos a hablar apague su celular”,  “En esta sección las grabaciones ilegales serán penalizadas”, estas podrían ser las advertencias que a futuro podríamos ir viendo en distintos espacios en los que se traten “temas delicados”.

Con la irrupción en la escena política de dos distintos audios en los que candidatos a la presidencia se ven comprometidos al emitir cierto tipo de criterios por demás polémicos y  más allá de su impacto electoral, vale la pena considerar que la emisión de estas grabaciones está reconfigurando los modos de vida y conducta, cuando se evidencia que todo en esta existencia es absolutamente “grabable”, con la emisión de las nuevas tecnologías, los celulares no han otorgado el divino don del registro.

Ahora podemos guardar/registrar/compartir todo lo que hagamos sobre esta tierra, empezando por la marraqueta con mantequilla que desayunamos y el buenas noches virtual cuando anunciamos ir a descansar comentando lo agotadora que fue la jornada.  Lo cierto aquí es, que la conectividad nos ha hecho dependientes y con ello, hemos ido desmantelando las plataformas básicas de privacidad e intimidad, comprendiendo que más vale alimentar el ego que el espíritu. En este contexto o para ser más preciso “estado” ha mutado la cotidianidad, ahora son las redes y los celulares las armas/herramientas de destrucción masiva de la imagen y si dudas existen habría que preguntarles a las decenas de estrellas que se han visto involucradas en el “celebgate” de este año.

No se crea que el tema de los audios y filtraciones son cosa nueva, mucho más en nuestra historia política, los pinchazos siempre se han dado y se seguirán practicando, porque desde que el mundo empezó a confabular los seres humanos hemos tenido siempre la curiosidad de conocer qué es lo que piensa el otro de nosotros, ya sea con fines meramente “chuchumecos” o en todo caso para sacar ventaja sobre el resto. Uno de los audios que más recuerdo es el célebre “Estamos jodidos” de Óscar Eid, cuando se comunicaba con Jaime Paz y se cernía sobre su gobierno la noche más oscura, los Narcovínculos.  Si bien no fue un audio, fue una conversación al aire, no podemos dejar de mencionar a Roberto Suárez y al Compadre Palenque en un programa de RTP, que provocó la clausura de la red de medios más importante de ese tiempo.

De la misma manera está el video de un ministro de Goni, cuando en una reunión interna hablaba sobre el rol campañero del Bonosol. Otro ejemplo local, es el de Chaly Terceros cuando acusó a su asesor de contar con un equipo de alto espionaje, en realidad no era más que la versión más moderna de un celular. Puede que ahora estos hechos nos arranquen una sonrisa, pero en su momento significó una gran atentado contra la privacidad de las personas, algo que hasta el momento no hemos censurado, menos criticado, porque nos parece normal el hecho de que nos graben y vivir inseguros, siempre bajo la amenaza de que todo los que digamos, sí podría ser usado en nuestra contra.

Estoy seguro que ahora, en las reuniones, especialmente las políticas, aquellas de “alto nivel”, en las que se hablaran temas “comprometedores”  se va exigir la entrega de los celulares antes de ingresar, asumiendo el riesgo que significó el haberlo permitido y que te hayan grabado, lección aprendida entonces, sin embargo aún quedan opciones, guardarlos apagados en un refrigerador, así lo hizo Snowden en una reunión en Tokio,  porque estos aparatos a un estando desconectados siguen emitiendo información.

 

Anatomias
imagenblog: 

David Harvey no es Harley Davidson

Días atrás, en esos paseos que suelo meterle por el Prado paceño, me topé con un afiche que anunciaba la llegada de Harley Davidson. Sorprendido a golpe de vista, me detuve a ver de qué se trataba, en segundos me imaginé una exposición motoquera, leyendo más de cerca me di cuenta que anunciaban una conferencia magistral, entendiendo de que podría tratarse de una movida de cilindradas, volví a leer con atención y descubrí con gusto que anunciaban la llegada de uno de los teóricos de la izquierda más contemporánea que suele dedicarse a radiografiar al neoliberalismo mundial.

Debo confesar que mi inicial confusión me arrancó una carcajada, memoricé la hora y el lugar de la charla y me preparé para asistir, fue el miércoles en la noche en el Banco Central de Bolivia, supuse que debería ir temprano, la asistencia a estas conferencias suelen convocar a mucha gente y en la puerta se instala una larga fila. Antes de ir a la charla, me entraron las dudas, el cielo estaba oscuro y el frío me proponía quedarme en casa, pero no, abrigado y preparado para el mal clima, me lancé al éxito. Cumpliéndose mis primeras expectativas la cola era inmensa, mientras avanzábamos hacia el control policial, con detector de metales incluido, una persona se me acercó y me preguntó para qué era la fila, estuve tentado a responderle que se trataba de un evento religioso, pero decidí decirle la verdad, que se iba dar una charla política, el sujeto de terno, me respondió con un peyorativo “ahh” y se marchó sin dar las gracias.

Una vez dentro y luego de sortear a la paranoide vigilancia, nos entregaron unos audífonos por los cuales se iba transmitir la charla traducida al español, Harvey la daría en inglés, dejando mi carné de prenda, me instalé en el mezzanine, con el auditorio atiborrado arrancó la conferencia, en la testera, el Vice, Harvey y un comentarista gaucho. El teórico arrancó la charla señalando que está en deuda con Bolivia, porque en uno de sus libros, Ciudades Rebeldes, habla sobre nosotros, se refiere a El Alto (La Guerra del Gas) y por supuesto Cochabamba (La Guerra del Agua) y sin anestesia arrancó su intervención hablando sobre el origen del capital, el neoliberalismo en la historia y las distintas formas que inventaron para crear mercados e invertir el excedente en busca de más ganancias.

En plena charla, me puse a observar a los asistentes, a lado mío había una muchacha con su laptop, anotaba todo lo que decía la traductora por los audífonos, a la vez creo que tuiteaba algunas frases célebres del filósofo, moviendo constantemente la cabeza en forma afirmativa, cuando terminó la charla, se puso de pie, fue la única alrededor y aplaudió a Harvey efusivamente. A mi izquierda se encontraba un amigo periodista, comentábamos los puntos contradictorios que citaba el profesor con el Proceso de Cambio, llegado un momento, casi al final de su intervención no pudimos dejar de sonreír cuando el anticapitalista se convirtió en un gurú económico planteando distintas formas comunitarias para liberarse de la presión monetaria que impone la doctrina neoliberal.

Hubo momentos en los que perdí el hilo, cuando hablaba sobre las ciudades rebeldes, las que se enfrentaron al sistema, me puse reflexionar entonces que también debería tomarse en cuenta a la ciudades sonoras, el auditorio no dejaba de vibrar y emitir sonidos: tu-tú, té-ti-ro-ré, ti-ru-ri-rá, debido a los timbres que acompañan a los nuevos celulares que indican con precisión si uno acaba de recibir un tuit, un WathsApp, un email, un mensaje clásico o una llamada. Llegando al final, una vez más me evadí, considerando hacer un cómic, sobre la conspiración de la privatización en Bolivia, al mejor estilo de los Protocolos del Sión, de pronto me detuve, al considerar quién sería el héroe y quienes los villanos, no lo pensé mucho, me di cuenta que bien podría tratarse de una trama digna de los “Inhumanoids”, unos seres que de tan aburridos que están se dedican a conquistar mercados, digo planetas, como si el mundo fuera una colección privada de motocicletas, al regresar a casa, le comenté a mi hijo lo mucho que extrañaba mi moto en La Llajta.

Anatomias
imagenblog: 

La VEHEMENTE demanda de Carlos Mesa

Esta no es una columna que se ocupe del tema marítimo, sino del poder de las redes sociales, lo digo para que no me malinterpreten de entrada y no se quejen de lo malintencionado del título. El divertido cuento que les voy a relatar arrancó el lunes pasado, iba camino a recoger a mi esposa de su laburo para almorzar juntos y en el trayecto me llamó la atención un banner colgado en una brostería, en el que aparecía un conocido DJ, que ahora se dedica a dictar cursos de oratoria, ofreciendo un curso intensivo, sólo que al lado de él, también estaba la imagen de Carlos Mesa, sí la del expresidente y actual defensor de la causa marítima boliviana.

No lo pensé dos veces, le saqué una foto y la tuitée: Y también vas a hablar del tema marítimo? @carlosdmesag #CuantitoLaEntrada? pic.twitter.com/ShXwl7R8SS, el tuit se quedó toda la tarde sin respuesta alguna, fue retuiteado dos veces, hasta que por la noche recibimos la respuesta: Carlos de Mesa G.: @vhromero666 "DENUNCIO vehementemente el uso ILEGAL de mi imagen en un curso de oratoria".

Como no podría perder la oportunidad, me dediqué a trolear lo divertido del asunto, le retruqué pidiendo que devuelvan las entradas, preguntando si se combinaría “historia&autoayuda”, como también informándole que: Tarde Márquez estás en todo El Prado paceño y en las brosterías de rigor #Jajaja.   @JorgeRMarquezM dijo: Al menos la denuncia sirve de consuelo, no existe mala publicidad, peor sería que no hablen de Carlitos. Mientras que la @la__xi: Sep, en todo caso @carlosdmesag le esta haría un favor a ese tipo si le hace un juicio #IndiferenciaYa!. Carlos Mesa responde: Tiene razón.  Otros tuiteros señalaron que ese hecho restaba credibilidad al “trainer”.

El martes por la mañanita presto atención a la tele y me sorprendo con la nota en off  de ATB, informaba que el ex presidente Carlos Mesa anunció que demandaría al promotor de unos cursos de oratoria por usar su imagen ilegalmente, con la foto del banner que saqué de apoyo, señalaron que los afiches habían sido retirados de los muros por la noche. No pude evitar la carcajada, un tuit se había vuelto noticia, llamé al canal y les conté cómo se originó la historia.  

Llega el mediodía y emprendo camino para encontrarme con mi compañera, vuelvo a pasar por la brostería y veo colgado un nuevo banner, esta vez sin Carlos Mesa, con Luther King detrás del DJ. Tomé la foto y la tuité a @carlosdmesag: Malas noticias lo reemplazaron y x uno que no puede protestar vehementemente pic.twitter.com/zE7RRzEnFf.

Mesa me responde: No sabe cuánto estoy sufriendo por ello. @JorgeRMarquezM se ríe y la @La__Xi retuitea. Retruco: Hay q admitir q no todos los días lo reemplazan a uno x LKing, peor hubiera sido q haya puesto a Tuto. Carlos Mesa nos responde a todos: Ya ve, no todo tiene desventajas.

Yo aclaro: #DoriaMedina no podía estar, porque al banner lo colgaron en #MegaBurguer y eso sería competencia desleal,  refiriéndome a #BurguerKing.

Más allá del humor y la anécdota lo importante aquí es valorar la importancia de las redes sociales, si hubiera intentado advertirle a Carlos Mesa por los canales habituales del uso de su imagen, con una carta o llamada, es probable que no lo habría logrado, mientras que un tuit fue efectivo y nos dio pie también para denunciar el procedimiento poco ético del DJ, tampoco tendríamos la oportunidad de contarles esta historia y arrancarles más de una sonrisa, asumiendo también que por esas calles, la Bueno casi esquina Camacho, pasan a diario cientos, sino miles de personas, sólo a mí se me ocurrió cargarle a don Carlitos, será por eso que mis cuates me dicen que soy un:  “#$%&/() troll en el twitter. 

Anatomias
imagenblog: 

Me falta plata

No hay peor frustración en la vida cuando se tienen los bolsillos vacíos, esa horrible sensación se me presenta con más fuerzas cuando voy a las ferias del libro, en la actualidad se está llevando la versión paceña, allí vi muchos libros interesantes que costaban un ojo de la cara, pero para no estar quedando ciego y en la bancarrota, buscando con olfato de librero, se pueden encontrar distintas ofertas que disminuyan un poco las ansiedades lectoras por esos libros inalcanzables.

Para que me comprendan mejor, les cuento unos ejemplos sobre los lejanos libros a los que no pude acceder. Espero que de aquí a unos años, cuando estén en oferta o considerados fuera de moda me los pueda comprar, el primero se trata de la más reciente biografía sobre Salinger, un trabajo espectacular que cuenta muchos detalles del mítico escritor, además de narrar lo que hizo en todos esos años en los que decidió borrarse del mapa, casi toda su vida, llega con fotografías y además disecciona su labro y proceso creativo y nos cuenta que siguió escribiendo, que dejó varios libros inéditos continuando el universo literario que creó con sus ya clásicos personajes. Esta joyita costaba algo más de 260 bolivianos.

De la mano van dos libros, el primero que compila los tres trabajos de Erick Hobsbawm, las trilogía de las tres eras, la Era de la Revolución: Europa (1789–1848), La Era del Capital (1848-1875) y la Era del Imperio (1875–1914), trabajo espectacular si se quiere conocer la historia de nuestro planeta y su evolución desde un enfoque crítico y además contemporáneo, que no se rige necesariamente en las convenciones tradicionales de enseñar esta materia, su precio sobrepasa los 550 bolivianos. En la misma onda, se hallaba el compilado de los tres libros fundamente, cuasi biográficos, del escritor sudafricano J. M. Coetzee: Infancia, Juventud y Verano, que llevan el hermoso título de Escenas de una vida de provincias, su precio también alcanzaba, si no me equivoco, los 269 bolivianos, en tapa dura y excelente presentación.

Como verán con esos costos, medio difícil, darse un lujo de esa magnitud, mucho más si vas considerando qué podrías comprar con ese dinero, que no sean esos libros, manía la mía que me domina cuando comparo con la compra de películas o de otras opciones, como las ofertas que a continuación les cuento y que bien pueden considerarlas cuando lleguen a la Feria del Libro de Cochabamba, por ejemplo en el Stand de la Fundación del Banco Central de Bolivia, se pueden hallar interesantes opciones, aclaro q los precios son referenciales o muy cercanos, la biografía de Arturo Borda (Bs. 100), una exquisita investigación sobre los primeros anarquistas en Bolivia (Bs. 35), una antología de cuentos de escritores paceños sobre La Paz de primer nivel y otra de poesía, cada uno a 20 luquitas.

Siguiendo la ruta, el Ministerio de Culturas presentó ocho nuevo títulos de su biblioteca plurinacional rescatando por ejemplo los ensayos de Medinacelli, la pedagogía de Franz Tamayo, la mejor novela escrita sobre la Guerra del Chaco, Siringa, La Casa Solariega, Tierra Adentro, además del primer gran bestseller boliviano: El Valle del Sol, que vendió miles de copias, ni qué decir de un libro totalmente atractivo que narra la gastronomía boliviana en clave crónica de la década de los 30, los libros se vende a precio de costo, oscilan entre los 15 y 24 bolivianos. Así se nos va la vida, aunque los precios nos lo impidan y los bolsillos se recientan, al menos por un tiempo, mientras tanto tenemos opciones gracias a que cuando se quiere leer en la vida, se puede nomás, aunque sea en piratita o fotocopia. 

Anatomias
imagenblog: 

Cómo odio los uniformes

Voy a confesar que no tengo libreta militar. Alguna vez intenté obtenerla, pero al  utilizar lentes y por tener un problema cardiaco, me calificaron como auxiliar, lo que no evitó que sufra un acoso de parte de los tenientes que en aquella época abusaban en el regimiento de los Colorados de Bolivia. Luego de hacer las colas de rigor y que me revisara un médico, me dieron un papelito para tramitar el documento, pedazo de papel que nunca más vi, hace unos años, pregunté cómo podría obtener la susodicha libreta y me explicaron que haciendo el trámite de rigor y depositando varios miles de bolivianos, me la podrían dar, con rapada photoshopeada incluida en estudio coreano, de forma legal.

¿A qué viene todo esto?  Recordé estos traumáticos momentos, luego de ver el rollo mediático,  político y ético que se armó con la libreta de Arturo,  trucha o no,  lo importante aquí, es ver si vale la pena o no el servicio militar obligatorio, allá él, si el todavía  pre-candidato la presenta o si consiguió una nueva con el método narrado. Hay que evaluar si vale la pena que personas como yo, que no nos interesa aprender a ser “hombrecitos” en medio de la cultura machista, vertical y violenta que inculcan los militares, estemos obligados a hacer el servicio militar, en medio de calificativos tan discriminatorios como sarnas y mostrencos.

Se han dado importantes avances en este camuflado rubro, con el servicio pre-militar que ha reducido para fortuna de todos los que somos padres, la exposición insulsa de nuestros hijos a una cultura en la que prima la subordinación sin cuestionamientos, el abuso y la prepotencia a título de voz de mando, sin embargo siguen llegando, informaciones sobre la muerte de conscriptos, por muy provocada o accidental que haya sido, no podemos olvidarlas.  Ni qué decir de esas prácticas de tortura con canes a los que crían para matarlos sádicamente luego, sin ir muy lejos uno de esos uniformados lo hizo hace poco en la EMI paceña, tratando de demostrar un extraño “no sé qué” a sus alumnos.

De hecho, culturalmente hablando, en el campo la consideración con el servicio militar es otra, es para el universo rural un paso más en su formación, no sólo cívica, también personal, que ingresa en otro tipo de consideraciones, que no tiene nada que ver con mi urbano y existencial rollo contra los uniformes, sino el discriminatorio dejo machistoide que implica el no haber hecho el servicio militar, como muestra de lo débil que uno es, como si fuese un argumento válido para hacerte menos hombre ante la sociedad, el que no haya decidido someterme voluntariamente a la tortura no quiere decir que no tenga agallas para enfrentar lo que venga. Lo más injusto de todo esto es que los bolivianos estemos obligados a subordinarse a este extraño “amor a la patria”, hace poco leí por ahí que en un pueblo estaban obligando a todos sus jóvenes a entrar al cuartel, mayor abuso no puede darse, porque de ahí surgen también la discriminación de los más fuertes sobre el que se supone débil, como si la resistencia y la masa muscular te convertirían en  una mejor persona, sino es lo contrario.

Y no es que esta práctica sea exclusiva del universo militar, también es parte sustancial de la Policía, que al igual que los militares, los policías cuentan con una larga lista de abusos a sus subordinados, existiendo una diferencia entre ambas fuerzas, los primeros obligan a las personas a someterse, mientras que los otros lo estarían haciendo por gusto,p or todos estos razonamientos, además de los niveles de corrupción en los que suelen caer los “milicos” y “canas”, de la poca eficacia en su trabajo, no puedo dejar de sentir un “ras” cada vez que veo un uniforme que me obliga nomás a ponerme a la defensiva, por si las moscas. 

Anatomias
imagenblog: 

Periodismo que asusta

“En Cochabamba no tenemos noticieros, sólo telepoliciales”, así definía una vieja amiga la realidad informativa de La Llajta. Añadí que el objetivo no era informar, sino asustar, dentro de esa lógica me atreví a lanzar el tuit al aire y anuncié al mediodía: “Y ya llega la hora, no se pierda los terroríficos noticieros de Cbba, + periodismo - policiales #ATB #RedUno #Unitel”.

Como podrán suponer, en minutos tuve muchos apoyos y también réplicas, las mismas que en su mayoría cuestionaron el hecho de que sea precisamente, yo quien cuestione a la crónica roja, habiendo trabajado mucho tiempo como reportero en esta área.

Ante la ola de críticas, aclaré que laburaba cubriendo policiales en un medio especializado en esta área y parto de ahí está crítica, puesto que pude evidenciar que gran parte del contenido noticioso en los telediarios no sólo cochalas, es la crónica roja, tanto que sería más honesto y acertado, dejar de calificar estos espacios de “mediodía” como informativos, sino como espacios especializados, puesto que relegan el resto de las áreas de cobertura, a tiempos muy cortos teniendo poco incidencia en la ansiedad informativa de la audiencia, que demanda más noticias menos sangre.

Que no se entienda mal, la cobertura policial, la crónica roja, tiene su espacio, pero no puede asignarle prioridad por encima de otras áreas especialmente las locales, nacionales e internacionales,  con enfoques que pueden variar desde lo político hasta el desarrollo regiona. lA situación informativa en “Cocha” es tan dramática que pareciese que las salas de redacción se han trasladado a la ex PTJ y desde allí informan, de tanto “en vivo”, están dejando a los televidentes “muertos” de miedo, antes que informados.

Es posible ejercer un periodismo “propositivo” desde la crónica roja, sí. No se trata de mantener el morboso enfoque a una tragedia desde todos sus ángulos y por más de quince minutos, sino al contrario, enriquecer los distintos puntos de vista, tomando en cuenta visiones de lucha contra la injusticia social y jurídica, de denuncia sobre lo mal que estamos, intentando mejorar desde la pantalla un poco el mundo en el que vivimos. No se puede continuar vendiendo el charque de un noticiero completo, cuando sólo nos fijamos en las desgracias del resto para explotar dramas ajenos, generando las sensación de que esas  “noticias”, porque ni siquiera son tratadas como “historias”,  suceden en todas las calles, avenidas y esquinas de la La Llajta.

El periodismo que ahora se practica no sólo asusta, aterroriza; no genera conciencia preventiva, provoca el miedo y genera inseguridad en los ciudadanos, porque de tanto escuchar que violaron, mataron, acuchillaron, atracaron a alguien, uno termina creyendo que esa realidad es  en un hecho concreto, ni bien uno abre la puerta de su casa y pone un pie en la calle. Esta explotación comercial del ejercicio periodístico está amputando las aptitudes creativas para realizar un buen periodismo, estoy seguro que más allá del robo existen buenas noticias en Cochabamba, que pueden ser producidas, no es posible que un olvidado pueblo sea noticia gracias a un hecho de sangre, al contrario seguro que tiene mucho que contar y demandar mejoras.

Los telediarios en Cochabamba se han olvidado de Cochabamba, al extremo de que ahora sólo existen dos parámetros informativos básicos, la crónica roja y convertir los sets televisivos en circos o casas de beneficencia,  esta realidad cunde en todo el país y se impone. Más de un crítico a mi criterio afirmará, como ya lo han hecho, que he cambiado en mi forma de pensar y entender el periodismo, lo cierto es que sigo siendo el mismo, sólo que más gordo, negro y estronguista.

 

Anatomias
imagenblog: 

El Periódico Digital OXIGENO.BO, es desarrollado y administrado por Gen Film & Crossmedia Ltda. Teléfono: 591-2-2911653. Correo: info@gen.com.bo