Blogs

Inteligencia Artificial, ¿por qué sube el dólar en Bolivia?

Uno de los mayores fenómenos de los tiempos que nos ha tocado vivir tiene que ver con el vertiginoso avance de la Tecnología de la Información y Comunicación (TIC), que revolucionó al mundo, provocando profundos cambios disruptivos ante la posibilidad de utilizar información digital.

Si bien, de un tiempo a esta parte, el “poder” residía en quien “poseía” la escasa información disponible, hoy por hoy, el verdadero poder no radica ya en tener información, que sobreabunda, sino, en la capacidad de administrar su colosal presencia en el ciberespacio: el saber gestionar la información correcta es lo que marca la diferencia entre el éxito o el fracaso.

A lo ya señalado se suma ahora la Inteligencia Artificial (IA) que consiste en algoritmos matemáticos y modelos informáticos que procesan enormes cantidades de datos que ayudan a tomar decisiones acertadas, así como a sistematizar lo mejor del conocimiento para dar respuestas y soluciones en los campos más variados, poniendo en riesgo -dado su bajo costo- empleos tradicionales de abogados, financistas, administradores, diseñadores, traductores, analistas, médicos, programadores, educadores, entre otros.

Fue el científico informático estadounidense, John McCarthy, quien introdujo por primera vez tal concepto en 1956 y fue artífice en los ´60 del primer lenguaje de programación de Inteligencia Artificial, pero no fue sino hasta hace pocos años que la misma adquirió una relevancia tal, que su reputación oscila desde lo maravilloso y espectacular, hasta lo apocalíptico y alarmante, por las connotaciones que podría tener para la Humanidad en caso de burlar el control de sus creadores, esto es, que las máquinas puedan llegar a dominar al hombre.

Lo cierto es que, más allá del catastrofismo futuro, la IA está provocando una inusitada y frenética sucesión de inventos y mejoras, abarcando casi todos los campos con una tecnología tal que supera la limitada inteligencia humana a partir de las computadoras programadas para realizar en tiempo real y de forma casi instantánea, lo que a cientos o miles de los mejores cerebros les podría llevar resolver en horas, días y hasta años de arduo y continuo trabajo.

Algo bueno, con relación a la IA, es la posibilidad de interactuar con ella para obtener respuestas a consultas específicas a través de un "prompt", vale decir, un comando, pregunta, orden, instrucción o, simplemente, una solicitud direccionada a obtener una respuesta en diferentes áreas del conocimiento, algo que podría resultar de gran utilidad para ponerse de acuerdo, por ejemplo, sobre temas que se debaten apasionadamente entre lo técnico e ideológico, naturalmente, sin poder arribar a un consenso, en tal caso, la IA puede ayudar a zanjar las diferencias de opinión, dejando de lado toda subjetividad, siendo que quien está razonando es, una máquina. Vemos como un ejemplo práctico, algo que preocupa a los bolivianos: la subida del dólar.

Seguramente habrá oído y visto diferentes análisis, debates, diagnósticos y propuestas de solución a su escasez y alto precio, sin que se llegue a un acuerdo sobre qué hacer al respecto. Frente a ello, la IA podría pasar a ser una herramienta útil para realizar un examen imparcial del tema.

Si Ud. le pregunta a ChatGPT, por ejemplo, el porqué del incremento del precio del dólar en el país, su primera respuesta será que obedece a una combinación de factores económicos, fiscales y políticos. Si le pide que profundice su análisis, le dirá que la subida del dólar en Bolivia no es un fenómeno aislado, sino, el resultado de una mezcolanza de factores estructurales, como la crisis energética, la baja productividad, un tipo de cambio irreal, la alta inflación y la crisis política que vive el país y sentenciará que: “Sin reformas profundas, la presión sobre el dólar continuará y podría derivar en una devaluación oficial o una crisis cambiaria más severa”.

Finalmente, como la situación podría volverse crítica, de consultarle a la IA, qué deberían hacer los administradores del Estado para que haya dólares en cantidad y a bajo precio, le dirá esto: “El gobierno necesita actuar rápido pero con visión de largo plazo. Medidas como restringir el mercado informal o controlar precios pueden aliviar tensiones brevemente, pero, sin resultados estructurales, el problema se agudiza. Lo esencial es recuperar la generación de dólares y reconstruir la confianza en la economía nacional”. Si le consulta: ¿cómo lograr eso? Responderá: “Aumentando y diversificando la exportación; atrayendo Inversión Extranjera Directa; reactivando el turismo internacional; incentivando el uso del sistema financiero formal; estabilizando la política fiscal y monetaria; negociando financiamiento externo, y, con transparencia y diálogo nacional”.

No lo dicen los gremios, los empresarios o los analistas, sino, la Inteligencia Artificial que supera a la inteligencia natural que ¡cuántas veces induce a hacer exactamente lo contrario de tales recomendaciones, haciendo que el dólar suba y escasee tanto!

Buscando la verdad
imagenblog: 

Los doctorcitos de Harvard quieren salvar Bolivia

Como si no tuviéramos experiencia en nuestra historia casi reciente, donde gobernaron en el llamado neoliberalismo, muchos profesionales de Harvard, Columbia, etc. Lo resultados fueron un rotundo fracaso. Pues, incluso gente estudiosa de esos centros, importantes por cierto, no han podido gestionar nuestros problemas estructurales. El mismo fracasado político Tuto Quiroga, es uno de ellos. Y pues no le achunta una en este país.

El problema de fondo es el desconocimiento que siguen teniendo, dichos estudiosos, de nuestras realidades. Una cosa es la academia y los libros; otra totalmente distinta es la cuestión práctica en Bolivia. Una cosa es saber lindas teorías de Estado; otra cosa en con charango: estar en una de las oficinas de nuestra burocracia.

Los estudiosos de esos centros importantes, a nivel mundial incluso, no conocen a profundidad nuestras lógicas culturales, costumbres, vicios, traumas, reciprocidades y otros temas que tienen que ver con cargas mentales. Todo eso no están en las bonitas teorías librescas, que además siempre quieren aplicar como recetas.

Hoy, en estas coyunturas brutalmente politizadas, vemos a estos doctorcitos de Harvard en sus campañas con gente de pollera, o con gente de ponchos y ojotas, como si la presencia de algunas personas de la Bolivia rural, resolvieran sus ausencias de conocimientos de nuestras realidades. Esta bien la foto; pero pues si el ridículo de sus ignorancias no se ataca de raíz, los doctorcitos de Harvard seguirán nomas aplazándose en la materia Bolivia.

Escuchando lo que dicen, no dicen nada. Son los mismos cánticos modernistas que se escuchaban en la época del neoliberalismo. Algunos imitadores de Milei o Trump, hacen totalmente el ridículo. Bolivia no está para esas medidas sangrientas, precisamente por el tipo de realidades que somos. Además, Bolivia ha cambiado en estos últimos años y el mundo rural es otro. Todavía más rebelde que antes.

Por supuesto que los bolivianos no podemos cerrar los ojos ante nuestras tragedias. La galopante corrupción, la desestructuración institucional, la ausencia de políticas de Estado, el fracaso económico tiene que ponernos en guardia desde los conocimientos, no sólo de los libros sino desde nuestras experiencias regionales. La ausencia de oportunidades para los jóvenes, son insumos para repensar Bolivia, para repensar en qué hemos fracasado y por qué.

Sería interesante que nuestras propias universidades puedan ser espacios de reflexión e intercambio de teorías. Porque la experiencia nos señala que depender de espacios tan alejados y distintos en todo, como Harvard, está bien para la anécdota, no para los compromisos reales de la Bolivia real y profunda. Apostar por nosotros mismos siguen siendo los desafíos de los bolivianos, de todas las generaciones. Aunque para ello debamos apostar mejor en todo, pues en Bolivia los desafíos cuestan veinte veces más que en otras realidades. A pesar del sufrimiento, vale la pena seguir apostando por lo nuestro.

Existen experiencias por el mundo, como en Corea del Sur, Singapur, donde las universidades se pusieron las pilas junto a las construcciones de Estado de aquellos países, para aportar a fondo en todos los campos posibles. No hay mucho que inventar por el mundo sino aprender de otras realidades y adaptar a nuestras realidades.

En Bolivia tenemos talento suficiente. Pero el bloqueo de la politiquería y el poder de los analfabetos politiqueros en las universidades, no dejan fluir a tanto talento que perdemos. Al final, Bolivia es uno de los países que más talento expulsa a todo el mundo. Aquí no se puede pensar en serio, sino bajo las fauces de la politiqueria y la ausencia de instituciones, lleno de caudillos cavernarios y totalmente contrarios a las ideas y las ciencias.

A pesar de esa evidencia, tenemos que seguir insistiendo en construir espacios de pensamiento, de investigaciones sobre nuestras necesidades y realidades actuales. A pesar de las tragedias actuales, la terquedad de crear instituciones en serio debe seguir alimentando nuestras ganas de construir Bolivia.

No está mal que los doctorcitos de Harvard se sumen a los esfuerzos nacionales, porque tienen que aprender aspectos importantes, que no están en los libros sino en la experiencia de nuestras realidades. La información ayuda de sobre manera; pero también las experiencias y la información que fluye desde siempre en las cicatrices de los fracasos, en las miradas de las historias todavía no sistematizadas y contadas. En las economías que no son occidentales, de reciprocidades, de sobrevivencias fuera de los sistemas impuestos desde afuera. En fin, en fin.

Sumemos fuerzas desde distintos lugares y espacios de investigación. Sin los tufos imperiales y coloniales, que pues no le hacen bien ni a las ciencias. Eso nos dice la experiencia. De hecho, eso mismo está sufriendo el mismo occidente, con sus enfermedades mentales y soberbias congénitas, destruyéndose a sí mismo. En fin.

A estas alturas de la historia, occidente ya nada tiene que enseñar al mundo. Sino aprender de otras experiencias, éstas aun sean producto del sometimiento y la destrucción imperial. Es la recomendación de la experiencia de la historia.

Opinión
imagenblog: 

Vamos a la primera gran marcha nacional

Los magistrados constitucionales tienen incidencia central en el futuro político de Bolivia, no es novedad es parte del ejercicio del poder político masista en el desmoronado estado plurinacional.

Jueces y magistrados constitucionales son los operadores de los intereses del oficialismo, poniendo a la constitución a su servicio, ella es apenas un recuerdo feliz de momentos democráticos que vivió el país, que ahora es mal utilizada y manipulada sin clemencia alguna.

Los magistrados del tribunal constitucional en su condición de operadores de la voluntad del poder político, han ordenado a las salas constitucionales y a los jueces de garantías, resolver de manera inmediata los recursos vinculados al proceso electoral, con lo que quieren aparentar su adscripción a un evento importante para la democracia.

No pueden ocultar su adscripción política, siguen infringiendo la norma porque ningún juez inferior en grado debería recibir una orden de su superior, pues al hacerlo se estaría afectando el principio de independencia al que deben sujetarse dichos jueces.

Los magistrados, nuevamente, se apartan del cumplimiento de la norma en la medida que los plazos procesales no los fijan ellos sino el Código Procesal Constitucional, en caso de no cumplirlos, se activan procedimientos preestablecidos para rectificar o sancionar a quienes quebranten lo prescrito.

Una orden de esta naturaleza en lugar de resolver las urgencias del momento en un marco de legalidad y racionalidad más bien contribuye a seguir socavando el orden constitucional y a consolidar la desconfianza ciudadana.

Ratifican su peligrosa conducta instando a los actores políticos a dejar de judicializar el proceso electoral, cuando son ellos los que se prestaron desde hace años atrás a judicializar la política con fallos inconstitucionales con tal de satisfacer los requerimientos de los autoritarios, sus invocatorias no son creíbles, su pasado y presente los condena.

La obligación que tienen de cumplir sus facultades con honestidad, probidad y prudencia es afectada por su protagonismo mediático. Es conveniente que un juez hable a través de sus sentencias, hacerlo a través de la prensa podría comprometer su imparcialidad e inhabilitarlos en el conocimiento de las acciones que están en curso por haber emitido sus criterios con anticipación.

El Tribunal Constitucional, con su pronunciamiento embarulla aún más la complicada coyuntura electoral a la par que el país parecería estar al borde de un incendio mayor, que es alimentado por quienes prefieren ir a un evento al país del norte apadrinado por el empresario Claure, que no afloja en su intención de lograr simpatías, para luego ser favorecido en sus negocios. La linea divisoria entre cinismo y comportamiento democrático es tan tenue que se da el lujo de afirmar que apoyará al que tenga mayores posibilidades, vale decir apunta a caballo ganador. El encuentro que ha promovido está lejos de ser un acto de patriotismo.

Los actores electorales en lugar de recurrir a la política para encarar la coyuntura, están pendientes, cual seres inanimados, de las decisiones de los magistrados y jueces constitucionales, que además afectan las determinaciones del Tribunal Supremo Electoral, que son apenas una tenue señal de algo que podría suceder, siempre y cuando cuenten con el aval del Tribunal Constitucional.

En paralelo la crisis generalizada se pronuncia, no hay dólares, no hay combustibles, los costos de los productos de primera necesidad se incrementan sin cesar, la especulación se adueña de los mercados, la inflación es imparable no encuentra respuestas efectivas, los sectores aislados protestan sin obtener respuestas, el presidente, después de ser sido defenestrado por su propio partido, reaparece anunciando medidas aspirina a la metástasis generalizada.

No hay signos de esperanza, estamos en los albores de una tragedia más que de un acto democrático, la realidad política, económica y social esta a punto de estallar en confrontaciones de mayor dimensión.

Los esfuerzos de los candidatos de otorgarle al evento electoral de agosto la capacidad milagrosa que todo se resolverá entonces se confronta con el ahora, es más que abusivo pedir al pueblo que soporte estoicamente hasta que se posesione un nuevo gobierno.

La unidad electoral no ha sido posible, pero puede serlo en la lucha política cotidiana, con la defensa intransigente de la democracia y la exigencia al gobierno de que tome medidas responsables para paliar la crisis económica, social y política lejos de su retórica que solo agudiza el drama. Podrían agregarse otros puntos pero ello provocaría debates interminables e improductivos.

Como el parlamento ha dejado de existir y no hay partidos políticos consolidados y fuertes, el ejercicio de la política esta en manos de los candidatos y sus adherentes, que podrían legitimarse a los ojos del pueblo con acciones inmediatas, como convocar a la Primera Gran Marcha Nacional por la Democracia y en Contra del Hambre, en la que al unísono en cada capital de departamento la ciudadanía tome las calles, encabezada por los candidatos.

Esta Primera Gran Marcha, partiría desde los cuatro puntos cardinales de cada ciudad enarbolando solo las banderas bolivianas y departamentales hasta tomar democráticamente las plazas de armas, donde jurarían los candidatos junto al pueblo defender la democracia y luchar en contra la crisis. Solo se entonaría el himno nacional mientras mientras se izan las banderas, sin discurso alguno.

Esta muestra de unidad y de que los candidatos están con su pueblo reanimaría a una ciudadanía desesperanzada y los opositores retomarían la iniciativa política que esta exclusivamente en manos del MAS.

Miren el pasado e inspírense en las luchas de los prohombres conductores de nuestras luchas independentistas, que un día como hoy fueron capaces de dar el Primer Grito Libertario para América Latina.

Desde el Sur
imagenblog: 

Ni santa ni caudilla: Eva

Cuando un masista se rehabilita y sobrevive políticamente fuera de su estructura, se lo etiqueta como traidor, peor si es mujer, peor si es joven y si es indígena, la condena es doble. Eva Copa tuvo la osadía de quedarse en el escenario político sin pedir disculpas y, para bronca de muchos, ganó la alcaldía de El Alto.

Entre los injubilables políticos que viven gruñendo y mostrándose los dientes, Copa logró una victoria electoral que abrió una grieta, un antes y un después, y dio un golpe de realidad al electorado de izquierda tras la huida de Evo Morales. Lo hizo desde El Alto, bastión simbólico del masismo, enfrentando no solo al aparato del partido azul, sino también al estigma de “funcional al golpe”, como repiten hasta hoy los nostálgicos neocomunistas del siglo XXI.

Durante el gobierno de transición no se alineó con Jeanine Áñez, pero tampoco incendió el país. Defendió la institucionalidad del Senado mientras sus excompañeros de partido se escondían o jugaban a la insurrección. Puede ser oportunismo o responsabilidad, no importa, al menos tuvo el coraje de quedarse cuando otros huían por la puerta trasera o se refugiaban en embajadas.

Eva Copa no es la madre Teresa de los Andes. Su gestión en la alcaldía de El Alto no es una taza de leche y está marcada por las improvisaciones y un estilo algo confrontacional propio de su carácter. Pero a diferencia de tantos otros, no se vende como virgen política ni se presenta como outsider recién caído del cielo. Habla con un tono más moderado, insiste en lo social, habla del libre mercado como parte del sentido común y se atreve a decir que la izquierda no significa repetir eslóganes anacrónicos setenteros, lo cual no es poca cosa en un país donde cualquier matiz se castiga con excomunión partidaria y social.

En esta elección, es la única mujer, la única joven, la única indígena entre una camada de candidatos que parecen salidos de un archivo empolvado. Es también, paradójicamente, la que menos ruido hace y más coherencia muestra, no grita, no insulta, no promete refundar la galaxia. Simplemente insiste en que hay que cambiar la forma de hacer política y en la reconciliación entre bolivianos. Es la excepción a la regla.

Ha podido hacer, como sea que lo haya logrado, un instrumento político con alcance nacional, y aparentemente apuesta por la construcción partidaria. Esto es más de lo que sus equivalentes generacionales de oposición NO han hecho, ya que siguen apostando por… por quien sea que les dé un espacio…

¿Basta con eso? ¿Puede conquistar las dos Bolivias? No lo sabemos, pero en un país donde la política se ha vuelto una fábrica de resentidos y megalómanos, una candidata que no se cree mesías ya es un cambio, aunque venga de donde muchos no quieren mirar.

Opinión
imagenblog: 

El fantasma del Fascismo por el mundo

Los errores terribles e imperdonables de la izquierda, sobre todo de sus líderes que no estuvieron a la altura histórica de las circunstancias, en América Latina, simplemente tiende la alfombra roja a la ultraderecha fascista. Por todos lados, la corrupción y la incompetencia, ni qué decir la falta de compromiso ideológico y político con sus pueblos, se están arrinconando a la periferia de las derrotas. Dejando, por supuesto, a los sectores desamparados a su suerte, a la suerte de las fauces fascistas.

En Europa y el norte del continente americano, ya es una realidad aquel fascismo que el mundo ingenuamente creía que era historia. Hoy, ese fascismo de Hitler o Mussolini, otra vez son parte de las realidades del norte.

Pero qué es lo preocupante de esta realidad? La pérdida total de derechos sociales y económicos. La pérdida total de los avances sociales que le costaron al mundo enormes sacrificios, de muchos años e incluso de sangre. Las tendencias de estos sectores conservadores y cavernarios, son muy claros. Son sectores que sólo respiran odio y resentimiento contra organizaciones sociales, contra pensamientos liberales o progresistas. Sectores que odian a los migrantes y distintos culturalmente.

Por nuestros territorios, además tenemos que añadir la ausencia de crítica y debates internos, que hayan posibilitado corregir o encausar proyectos sociales de mejor manera. La enfermedad del caudillismo tercermundista, ayuda a destruir a las organizaciones sociales. Eso lo vemos con claridad en nuestro país. Caudillismos que sólo postergan toda posibilidad de democracia participativa, real, de renovaciones en las ideas y los liderazgos.
Como vamos por el mundo, el capitalismo salvaje está triunfando, con ayuda de la misma izquierda. La esclavización de la humanidad está en proceso, pues las tecnologías de la información se prestan a ese ingrato servicio de los poderosos. Ya intentaron durante el covid paralizar y esclavizar al mundo entero; hoy saben que eso es posible y están en serio proceso de esclavización del mundo. No es ciencia ficción, es ya una realidad palpable para lo cual requieren gobiernos totalitarios y coloniales.

La otra evidencia mundial de que el capitalismo salvaje hace la vida imposible por todo el mundo: los precios de la vivienda, de los alimentos y de la cultura o los estudios, están por las nubes. Ya no es posible acceder a esos servicios que deberían ser derechos básicos; ahora son un lujo por todo el mundo. Unos demasiado pocos, se están enriqueciendo a costa de las inmensas mayorías mundiales.

El capitalismo salvaje es el actual sistema imperante. Quiénes todavía son ingenuos, o son parte del sistema por intereses personales, simplemente están alimentando la destrucción mundial de los ecosistemas. Son cómplices de la destrucción de los derechos sociales y económicos en todo el mundo. Ese capitalismo salvaje que se alimenta de las guerras y el narcotráfico, ante la imposibilidad de lo legítimo como las industrias. Capitalismo salvaje en manos de banqueros y financistas oscuros, que tienen el control del mundo y están encima de los Estados.

Nos queda claro, a los sectores conscientes y todavía rebeldes en sentido de defender los pocos derechos de los sectores vulnerables, que no podemos dejar semejante impunidad mundial en contra de la humanidad. Los errores cometidos nos han conducido a este callejón fascista que se alimenta de esos errores. La decepción de los pueblos sólo les conduce a la tragedia, como en los Estados Unidos. Pensaron, en USA, que votando por un ignorante comerciante resolverían los brutales errores de los demócratas. Pues, lo que tienen hoy como presidente es un fascista peligroso, racista y dispuesto a restaurar el poder blanco anglosajón de los siglos piratas XVII y XVIII.

Hay que resucitar los grupos de reflexión teóricas e intelectuales, donde sea posible. Otra vez repensar nuestras realidades. Los pensamientos alternativos y de resistencia al capitalismo salvaje y sus vasallos trumpistas tercermundistas, son las prioridades de estos momentos convulsos y fascistoides.

El Vivir Bien es una alternativa al capitalismo. Desde Bolivia podemos aportar al mundo con el pensamiento del Vivir Bien. La destrucción mundial en curso requiere de un cambio profundo en las mentalidades, de todas las sociedades y culturas del mundo. El consumo extremo como impone el capitalismo salvaje, sólo nos conduce a la destrucción de todos los complejos de los hábitat animales, vegetales y humanos. Los Trump y sus vasallos tercermundistas, son mentalidades enfermas y destructivas.

El Vivir Bien puede ser una alternativa a todo ese sistema destructivo del consumo infinito, es decir de la destrucción sistemática del planeta tierra. Pero, pues, ni siquiera en Bolivia somos conscientes de esa destrucción. Nuestras autoridades son tan ignorantes como Trump, o son nomás vasallos de esa destrucción ideológica de la humanidad.

Estamos en la encrucijada más peligrosa de toda la historia. Ya no son sostenibles ni sinceras las defensas del capitalismo, a nombre de que no hay otro sistema. A estas alturas ya es incluso tonto pensar de esas maneras, ante las evidencias científicas y abrumadoras de la destrucción mundial. Las obscenas e insultantes acumulaciones de riqueza en manos de unos pocos mega millonarios, es nomás la degradación humana en lo más antihumano y egoísta destructiva.

Opinión
imagenblog: 

La última encuesta oficial manda

La democracia necesita acuerdos, ciudadanos conscientes de que el verdadero poder está en el acto silencioso, disciplinado y decisivo de marcar la papeleta. La unidad real se construye desde abajo, desde nosotros, los que ya estamos hartos del oportunismo, de las interminables decepciones y de los eternos perdedores que nos engañan una y otra vez.

Por eso esta vez el pacto es otro y lo firmamos nosotros. Es un documento redactado por el cansancio, nace de tu alma y de la mía, porque nos rehusamos a seguir tropezando con la misma piedra, esa piedra con nombres, apellidos y egos. ¡Esta vez no señor!  Votaremos por quien esté primero en la última encuesta oficial a ser publicada. Nos guste o no, sin excusas, sin que medien las voces garcialinerezcas del “empate técnico”, votaremos por el único con chance de ganarle a los veinte años de neocomunismo del siglo XXI. El próximo presidente necesita ganar en primera vuelta, necesita gobernabilidad en el congreso, ahí radica la importancia de nuestro compromiso.

Así se define el nuevo pacto democrático/ciudadano, sin afinidad ideológica, sino por un frío, lúcido y pragmático sentido de responsabilidad. Porque hemos aprendido a punta de golpes y frustraciones, que dividirnos como ciudadanos es perder y que soñar con la unidad de parte de los injubilables, es entregarnos al abismo con una flor en la mano.

En la política como en la vida, a veces hay que sacrificar lo ideal por lo posible. El voto concentrado es la guerra frontal a la derrota anunciada. No queremos mártires del “yo tenía razón”, queremos que el país gane, aunque sea por un voto.

Sin banderas ni caudillos, digámonos unos a otros, “Confío en vos, confía en mí”. Somos más los que no tenemos intereses políticos mezquinos, lo nuestro es pensar en todos, no en algunos. La unidad no depende de ellos, esta vez mandamos nosotros, y la victoria (o la derrota) será responsabilidad nuestra.

Opinión
imagenblog: 

Sube el dólar y la inflación: “La letra entra con sangre”

Si los malos políticos y aquellos que siempre tienen un problema para cada solución, con su desaprensiva actitud, lo que querían era que suba el dólar y haya más inflación en el país, han logrado su cometido a costa de que sufran los más pobres, los desposeídos.

La frase "la letra entra con sangre" fue acuñada hace varios siglos a propósito de los dolorosos castigos aplicados por los profesores a sus estudiantes para que aprendan. Esta expresión se ha convertido en un adagio aplicable a situaciones indeseadas que, pudiendo evitarse, suelen lamentarse que ocurran, por ignorancia o negligencia. “La letra entra con sangre” implica tener que pasar por un trance difícil para darse cuenta que, lo que se debía hacer bien, no se hizo, resultando penoso que ello ocurra, porque muchas veces la “lección aprendida” afecta a gente inocente y no siempre a los culpables.

¿Qué le preocupa hoy al ciudadano? El alza de precios, la subida de costos, el abastecimiento irregular de combustibles, su expendio más caro en el “mercado negro” y el veto a las exportaciones. ¿Se da cuenta que todo ello tiene que ver con el dólar?

Siendo que la inflación es el aumento generalizado de precios de los bienes y servicios, y las causas para que ello ocurra pueden ser que la demanda supere de forma sostenida a la oferta, pero también, la subida general de los costos de producción; el exceso de demanda se produce cuando aumenta la cantidad o la velocidad de circulación del dinero, que, no pudiendo ser atendida por la oferta, presiona los precios hacia arriba. De otra parte, la inflación de costos puede derivar del aumento del precio de los insumos, salarios, etc., lo que, al trasladarse a los bienes y servicios, determina el incremento de su precio.

Si a eso se añade un cambio en las expectativas de la población con relación al futuro de la economía, ello podrá producir acciones “racionales” de acaparamiento, pero también, de especulación, cuando la gente compra por encima de sus necesidades, previendo que los precios subirán a futuro, todo lo cual encarece los bienes y servicios en el mercado. Ahora, pongamos el dedo en la llaga: así como cuando el tomate escasea en el mercado, sube de precio, lo mismo está pasando con el precio del dólar en el país.

Recientemente se ha dado una escalada del precio del dólar en Bolivia, un verdadero balde de agua fría para la población, siendo que la inflación al mes de abril rondaba ya el 6% y en la gestión 2024 fue de casi 10%, provocando un deterioro del poder adquisitivo de los salarios, en gran parte asociado a la subida del “dólar paralelo” que más que duplicó su cotización, pasando a tornarse en un referente para la formación de precios en un país que depende altamente de la importación, poniendo en vilo la “bolivianización”.

La inflación en Bolivia obedece principalmente a factores internos, entre los cuales la escasez de la divisa pasa a tener un peso cada vez mayor a la hora de hablar de precios en el país, siendo que la virtual devaluación de la moneda nacional está ocasionando los fenómenos de atesoramiento del dólar, con miras a proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos, y, por otra parte, la indexación de precios al mismo.

Lo cierto es que el dólar ha llegado a un nivel preocupante por razones objetivas, como el déficit fiscal, la caída de las Reservas Internacionales Netas, la baja de las exportaciones estatales y el aumento de la importación de combustibles, que se paga en dólares, pero, también, por cuestiones subjetivas, como el cambio de expectativas en la gente, provocando una sobredemanda alimentada por la incertidumbre y preocupación.

La gran pregunta es ¿qué hacer para solucionar esta situación que afecta a la población en general y a los empresarios en particular? La economía no solo es “numerología”, también es “psicología”, y las buenas o malas señales inciden en su desempeño.

Hay dos sectores urgidos de dólares: el Gobierno, principalmente para importar combustibles, fundamentales para el sector productivo y la ciudadanía, y, los empresarios, para importar insumos, bienes de capital, equipos y, últimamente, combustibles también.

De ahí que, considerando el bien mayor, pensando en el bolsillo de la gente, tomándole la palabra al Presidente del Estado que recientemente anunció que declinaba su deseo de reelegirse para dedicarse plenamente a hacer gestión, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), a fin de intentar detener la escalada del dólar en el país, lanzó cuatro recomendaciones para evitar, por lo menos, que la situación empeore: 1) Destrabar los créditos bloqueados en la Asamblea Legislativa Plurinacional; 2) Destrabar las exportaciones para no limitar el ingreso de dólares al país; 3) Facilitar la producción y la exportación por parte de las entidades estatales involucradas; 4) Forjar un agenda público-privada basada en la seguridad jurídica, la libre exportación y acciones contundentes e inmediatas. Siendo que “las señales cuentan”, solamente así, el dólar podría bajar…

Bujscando la verdad
imagenblog: 

¿Qué son los valores humanos?

Los valores humanos son principios, creencias, convicciones en la justicia, en la rectitud ética, respecto de las sociedades y sus funcionales formas de desenvolverse en el tiempo. Fundamentalmente son principios desde los cuáles se diferencian lo bueno de lo malo; lo cruel de la rectitud en la justicia. En ejemplos de personas, para resumir el relato, que han sido portadores de principios en valores humanos, están Pepe Mujica o Mandela. Contrariamente, podemos poner ejemplos de personas que no tienen principios o valores humanos, como Trump o Hitler.

Por supuesto que muchos revolucionarios en la historia, demostraron en el siglo XX ser como portadores de esos valores humanos. Por ejemplo el Ché Guevara. O curas que comulgaron con el ejemplo de sus propias vidas, hasta entregar sus vidas mismas, como Luís Espinal. Raras especies de seres, que habiendo interiorizado los valores humanos, decidieron optar en la vida por los demás aun a costa de sus vidas.

Los valores humanos, invisibles, abstractos, tablas de funcionamiento importantes desde la aparición del homo sapiens en la tierra, siguen siendo los temas fundamentales para salvar al humano en todas las culturas del mundo. Para salvar a la especie humana de la crueldad, de las matanzas, de los genocidios, de la impunidad humana en los más poderosos del sistema.

Pero los valores humanos más importantes, son aquellos que tienen que ver con la construcción de un mundo mejor. Aquellos que son guardianes de la herencia mundial, colectiva e individual, en los derechos humanos y todos los derechos consagrados en el Vivir Bien, como alternativa a la destrucción capitalista. A esa destrucción de los ríos, de los cerros, de las montañas, de los valles, de las selvas. Destrucción sólo por la codicia económica y financiera, ya sin sentido alguno.

Los valores humanos para no rendirse ante el sistema destructivo. Sistema que sólo quiere humanos esclavos, consumistas, cómplices cotidianos del sistema en su destrucción sistemática de toda forma de vida en la tierra. Adornado por discursos civilizados y educados, señuelos de espejitos brillantes como en el siglo XVI que engañan para luego esclavizar sobre todo a los más jóvenes, a los más débiles ante el sistema.

Es cierto que los valores humanos están en crisis por todo el mundo. El pragmatismo politiquero ha destruido casi por completo la ética, el sentido común del cuidado colectivo de las instituciones y todo lo demás. Dirigentes indígenas han demostrado ser más corruptos que los anteriores oligarcas de cuello blanco. Pues, eso de las reservas morales sólo ha sido un espejismo engañoso, discursivo y peligroso. Los humanos al final están hechos del mismo barro. Somos testigos también del show gringo por el norte del mundo. Donde el festín de los más corruptos del planeta está en pleno auge. Guerras por negocios turbios, ventas de armas por sobre los cadáveres de niños y ancianos, venta de todo lo que sea naturaleza en nombre del capitalismo y extractivismo más primitivo posible, justificado y teorizado por los más aberrantes profesionales mercenarios del sistema.

Precisamente esa destrucción del planeta, tiene que dar alas a la humanidad para tomar consciencia de lo que está sucediendo. Por donde se vea, el sistema capitalista es insostenible y destructivo. Decir lo contrario es simplemente un engaño cibernético. Los economistas trumpistas tercermundistas, realmente lacayos como nunca antes, son peligrosos. Sus patrones en el norte demuestran en vivo y directo lo que realmente son, lo que realmente es el sistema y sus correlatos por el sur del mundo.

Todo ese desastre mundial, junto a cómplices socialistas que se han corrompido en nombre del pueblo y del socialismo, son sumas del sistema. En Bolivia también los tenemos, todavía se pasean por nuestras calles como si nada hubiera pasado. Desastre mundial que debe ser parado y combatido, porque los valores humanos y verdaderamente revolucionarios, alternativos, del Vivir Bien, tienen que tener sentido como nunca antes.

También es evidente que el sistema capitalista es muy fuerte. Sus tentáculos son poderosos y sus ramificaciones no tiene límites e ideología. Corrompe todo lo que encuentra, como hemos visto en Bolivia. Y vemos a diario. El sistema capitalista no tienen religión, porque él mismo es una religión.

Pero en estas coyunturas brutales, imperiales y coloniales, se trata se salvar al mundo. Ya no se trata sólo de combatir a unos secuaces trumpistas tontos e ingenuos del tercer mundo, sino se trata del planeta tierra. Se trata de salvar nuestra casa común y única por ahora en todo el universo. Ya no es ciencia ficción: el capitalismo salvaje está destruyendo el planeta tierra. Y que los ecologistas gringos no sepan qué hacer por el norte es otra cosa.

Pues, los valores humanos, éticos, de lucha por la justicia y la restauración de la tierra como la casa común, es ahora una necesidad imperiosa. Se trata de la sobrevivencia de todas las culturas, herencia de los ancestros por todo el mundo. De hecho, ser revolucionario tiene que ser en estas coyunturas ser ecologista revolucionario; pero también ecologista social en contra de la corrupción y la lacra de la impunidad como comportamiento social.

Opinión
imagenblog: 

¿Susanitos y Manolitos?

En la medida que los plazos del cronograma electoral se cumplen, la papeleta multicolor y multisigno se pinta con diferentes candidaturas. 

Esta labor  se la realiza en medio de una conflictividad que cosecha lo sembrado en el pasado, improvisación, pugnas desalmadas, intereses sectoriales que han pulverizado la mínima coherencia que debe tener la política, el desprecio por lo popular, siglas sin candidato, candidatos sin sigla y aspirantes a senaturias y diputaciones frustrados.

En estas dos décadas se impuso el movimiento social al partido, los personajes que desprecian la política pero pugnan por cargos políticos, los empresarios o individualidades sin base social alguna que forman partidos empresa o alquilan siglas, los vasallos o empleados que peyorizan al militante, los gerentes que reemplazan a los dirigentes, los  mercenarios técnicos que eclipsan al político. Si todo va bien esta es la fase final de una forma de ver y ejercer la política y el poder político.

En sus estertores finales, se mueven en medio de presiones, renuncias, soledades, traiciones, marchas, repliegues, cabildeos, manipulaciones, ofertas, maldiciones, agradecimientos y dedazos.

En el pasado eran las estructuras partidarias las que ingresaban en un tira y afloje, que finalmente adquiría claridad con la presentación de las listas de candidatos no exentas de sorpresas.

Como ahora no hay partido político y si lo hay es sui géneris, la selección de los vicepresidenciales y parlamentarios, es una tarea indiscutible del candidato presidencial que sin ningún atisbo de práctica democrática en su interior copa las primeras planas de los medios de comunicación.

Estas organizaciones político empresariales tienen una precaria estructura constituida por pequeños grupos de allegados al mesías, divorciados de cualquier base social importante, porque creen que desplegando una millonaria campaña publicitaria será suficiente para lograr el apoyo ciudadano. Son un espectáculo.

Impuestos los candidatos presidenciales ahora el turno es de los vicepresidenciales. Este cargo llegó a ser identificado como la quinta rueda del carro por ser de segundo orden en la toma de las decisiones políticas porque ellas se concentraban en manos del presidente o en la estructura de la alianza o del partido. Esto ha cambiado con la ayuda del fantasmal David Choquehuanca, que con sus ausencias demostró que un vicepresidente presente es necesario para el funcionamiento decoroso de la institucionalidad democratica. 

El vicepresidente será necesario e importante para el futuro gobierno nacional, porque es previsible que el voto estará altamente parcelado y la composición del parlamento tendrá esa característica en el que prevalecerá la necesidad de acuerdos y pactos, articulados por su máxima autoridad, vale decir el vicepresidente, que debería tener experiencia y juego de cintura política más que técnica para encarar los desafíos.

Esta necesidad no debería ser ignorada por ninguna fuerza electoral y dar señales positivas al votante, empero sucede lo contrario, la oposición y el oficialismo son tan parecidos en sus decisiones cupulares y autoritarias que contribuyen a desportillar aún más la democracia. Este es un mal dato ¿se comportarán de la misma manera si es que llegan a ganar las elecciones?

La oposición cada vez más conservadora, ha dado a conocer a sus candidatos vicepresidenciales, el dedazo ha recaído en personajes vinculados a la iniciativa privada y a la función pública de élite. El uno, se inclinó por un jóven empresario sin la menor idea de la política y el otro por un refinado burócrata, ellos, están cerca de las oligarquías minoritarias a las que deberán responder por su apoyo.

El MAS con gran raigambre popular en sus orígenes, es ahora una organización de burócratas inescrupulosos y mafiosos que medraron impúnemente de la cosa publica a mano llena, articularon una dictadura electoralizada negadora del cumplimiento de las reglas de juego preestablecidas, pese a ello, sus fracciones por su lado o en unidad tendrán representación parlamentaria, con las que se tendrá que lidiar.

En su prolongado trayecto, el lider fundacional Evo Morales, fue rebautizado como el jefazo un tanto en broma y otro tanto en serio, con esta designación se resumía el manejo autoritario del poder concentrado en sus manos y sus decisiones indiscutibles, nadie se atrevía a contrariarlas, su voluntad era omnímoda, ahora ya no, prueba de su propia sopa, le llego la consigna marginadora y experimenta en carne propia el  “proceso de cambio”, aún así no dejará la política y estará siempre dispuesto a convulsionar el país, un probable juicio de responsabilidades en el parlamento deberá contar con una conducción de fuste y conocimiento político a profundidad.

La legitimización ciudadana del parlamento es necesaria, para que esto suceda el pueblo deberá sentirse representado adecuadamente, pretender imponer candidatos para que en su función recién sean conocidos y hagan sus primeras armas, es un grave error que afectará la gobernabilidad futura.

El parlamento y el vicepresidente que lo dirigirá,  debería estar en manos de una persona con experiencia, su labor es esencialmente política, debe ser un conocedor de todos los actores y tener la habilidad de relacionarse con ellos en medio del conflicto, aproximarse, consensuar, armar agendas posibles y congelar las resistidas, incorporar en el debate público proyectos de ley trascendentales, lidiar con procesos de fiscalización que de no llevarlos con tino pueden generar crisis insostenibles para el ejecutivo, la gestión sobre temas regionales deben ser debidamente canalizados. La capacidad en la negociación empresarial o de empréstitos o en el escenario internacional es diferente, es una cualidad más próxima a un ministro de estado específico,  el parlamento es el núcleo de la política nacional y requiere de alguien apto para el puesto, salvo que la intención sea reproducir experiencias conocidas con un parlamento títere.

Es más,  ni el candidato presidencial ni el vicepresidencial tienen vinculación con sectores que inclinan la balanza en uno u otro sentido y por decisión propia renuncian a disputarlo dejándolo a merced del MAS, a lo más que llegarán es a representar a una crema y nata empresarial y social. 

Es posible que este grave error lo quieran resolver buscando parlamentarios en algún sector popular, cuya individualidad de ninguna manera resolverá la ausencia de una representación más ancha.

Aspirar a un electorado citadino sin reconocer que tiene una composición compleja y abigarrada, es poner en evidencia la insuficiencia de su análisis y de que las duplas presentadas no serán atractivas en los barrios periurbanos o en la clase media trabajadora, del área rural ni hablar.

Lo que estaba fácil para la oposición, se les esta dando la vuelta por sus innumerables errores tácticos y estratégicos, su coyunturalismo los ubica en una vereda angosta y sin perspectiva, solitos se ponen piedras en el camino.

Pudieron hacer historia empero prefieren la historieta, son más parecidos a Susanita y Manolito que a Mafalda y LIbertad del gran Quino.

Desde el Sur
imagenblog: 

Hacia el multipolarismo justo

En un mundo destruido respecto de las instituciones herederas del siglo XX, como de aquellas que se crearon en la era de la globalización, al parecer se camina hacia nuevas estructuras multipolares o multilaterales. Con claridad la globalización fue el escenario para que países distintos, sobre todo de Asia, se pongan las pilas competitivas en lo económico y científico tecnológico. Fenómeno que ahora no aceptan las potencias tradicionales, como los Estados Unidos, que prefieren quedarse en los siglos XIX y XX siendo los matones del barrio y sin competencia posible.

En esta desestructuración y desorden mundial, todos los países buscarán un lugar en las nuevas estructuras que salgan de esta crisis. De hecho, los llamados BRICs, tienen enormes oportunidades para consolidar sus esfuerzos como una nueva organización, pues ojalá en la línea de intercambios económicos más democráticos, más sostenibles en el sentido de vencer a la lacra de la pobreza y la miseria.

Sin embargo, no será fácil ni mucho menos encontrar un lugar en las nuevas estructuras. Bolivia ni siquiera sabe dónde está. Tiene que encontrarse a sí mismo, para lanzarse al mundo en mejores posiciones. Es decir, tenemos que resolver problemas estructurales históricos, si es que realmente queremos sobrevivir como país. El desorden institucional, el caos caminero por los bloqueos irracionales y anti económicos, el inútil e inservible sistema judicial, y en definitiva ponernos al menos en las filas del siglo XX, nos daría mejores perspectivas de los que hoy tenemos.

Necesitamos también gobernantes que sepan en qué país están. No sólo favoreciendo a sectores corporativos y cuasi mafiosos, sino a todos los sectores que consoliden sentimientos patrióticos en la economía y en la reconstrucción del país. Hacer un país por fin inclusivo, en lo social como en lo económico. Hacer un país donde gobiernen los mejores, profesionales y técnicos en todas las ramas. Hacer un país competitivo, saliendo de la indolente e injusta mediocridad politiquera en donde nos estamos hundiendo. Al menos igualarnos a los países vecinos, menos Argentina, que han mejorado sus tasas de inclusión social y económica sin tanto show político, sin tanta alaraca discursiva que no ha servido para nada.

Otra vez tenemos mucho trabajo. Si bien la historia no ayuda mucho, respecto de la experiencia, las necesidades urgentes de no pasar hambre, de no tener justicia en nada, de no tener auto estima como país, tiene que forjarnos a seguir adelante con más empeño en mejorar nuestras instituciones. De erradicar el desorden injusto y anti nacional en el que estamos. Desorden que sólo destruye el alma del país, destruye las esperanzas de los más humildes, destruye lo poco que avanzan las pequeñas empresas dando trabajo a sus obreros.

El mundo al final tiene que seguir avanzando, sea como sea. Eso nos dice la historia. Los ignorantes y piratas como Trump ya pasarán. Solo hay que resistir. Pues los pueblos del mundo tienen experiencia suficiente en estas arremetidas de monstruos, de inconscientes y enfermos mentales. Tener paciencia y sabiduría. Después de estas crisis mundiales emergerán algún tipo de nuevas instituciones. Ojalá para esos escenarios estemos preparados. En mejores condiciones y mejores circunstancias institucionales. Con políticas de Estado serias y hacia el largo plazo.

Los rotundos fracasos históricos a los cuáles estamos acostumbrados, que nos sirvan de base para considerar a los futuros cuadros bolivianos, políticos y profesionales, que sean los encargados de guiarnos en los destinos futuros. Está claro que tenemos que reconstruir todo de nuevo. Está claro que los errores cometidos, deben ser corregidos, mejorados y superados con creces en los desafíos que ya se vienen. No podemos permitirnos seguir sobreviviendo como mendigos y politiqueros enfermos, sólo arreglando al azar lo urgente. Postergando al pueblo a terribles sacrificios que no son justos.

Bolivia puede ser parte de los esfuerzos mundiales, por crear espacios económicos multilaterales, multi polares. Espacios de negocios justos, con reciprocidades justas. No los intercambios injustos que hay ahora con el capitalismo salvaje y destructor del mundo. Pero si nuestro país ni siquiera puede ordenar su casa, pues difícilmente podremos al menos opinar hacia el mundo. Seguiremos siendo la periferia de la periferia, sólo insumos para estudios de antropólogos de la tragedia.

Las crisis son también oportunidades. Si es que trabajamos las condiciones reales y conscientes para salir del atraso, de la pobreza, de la brutalidad politiquera, de la ignorancia generalizada, de la ausencia de espacios para generar emprendimientos empresariales, económicos, intelectuales y de crecimiento en el alma del país: autoestima espiritual.

Ser nosotros mismos, para ser universales. Por ahora ni siquiera somos nosotros mismos. Seguimos nomás en la miseria y el desorden del siglo XIX. Desorden y caos que nos condena a la miseria generalizada, donde los maleantes y pendejos aprovechan para seguir saqueando y destruyendo el país.

Sí, las crisis pueden ser oportunidades de mejorar y tomar consciencia de nuestra tragedia. Sino, seguiremos nomás acompañados de lo peor que pueden tener los países sin alma, sin destino y condenados a la miseria por los siglos de los siglos.

Opinión
imagenblog: 

El Periódico Digital OXIGENO.BO, es desarrollado y administrado por Gen Film & Crossmedia Ltda. Teléfono: 591-2-2911653. Correo: info@gen.com.bo