Blog de Armando Méndez Morales

Libre comercio mundial

Es un avance para la concepción y concreción del libre comercio mundial las conclusiones en favor de la irrestricta migración que se han arribado en la Conferencia Mundial de los Pueblos, llevada a cabo en junio del presente año en la ciudad de Cochabamba, con el lema “derribar los muros que dividen y construir una ciudadanía universal”.

La conclusión es acertada, el reto es que los gobiernos de los países la hagan realidad eliminando toda traba al movimiento de personas de un lugar a otro, bajo el justificativo de “migraciones regulares, ordenadas y seguras”.

En términos económicos esto quiere decir que lo que su busca es que no exista ninguna restricción la libre ciculacion de personas entre los países. Y esta es una de las cuatro libertades que promociona el libre comercio mundial: Libertad de movimiento de las personas, de los bienes, de los servicios y de los capitales. 

En general, todavía se considera algo normal y hasta favorable el cobro de impuestos a las importaciones que realizan los países y que se denominan aranceles. Sin embargo, estos son obstáculos al comercio exterior, porque incrementan artificialmente los precios y, por tanto, frenan el desarrollo de los mercados.

¿Quiénes se oponen al libre comercio y promueven la aplicación de aranceles al comercio internacional?  Son los intereses creados de industriales y de comerciantes. Estos son los que promueven todo tipo de controles, aranceles; impiden vender donde sea más caro y comprar donde sea más barato. Van contra el interés general.

La economía plantea que el libre comercio mundial asegurará la paz mundial, promoverá el bienestar general y estimulará la superación interna en cada país. Pero, lamentablemente, el accionar de la política no permite su aplicación.

Cuantas veces se escucha decir que la protección y los aranceles son para defender el empleo. Hay que preguntar empleo ¿de quién? No se tiene por qué mantener empleos que no  son competitivos a nivel mundial sino la libertad de la gente para trabajar allá donde sea más útil.

La economía es vender para comprar. La gente vende su capacidad de trabajo para poder comprar bienes y servicios. Esto mismo sucede en la economía mundial; todo país debe vender algo al mundo (exportar) para comprar (importar). Es bueno exportar y es bueno importar.

Una queja corriente dice que hay gobiernos que subsidian a sus industrias, por lo que venden al mundo a precios bajos, lo cual sería una competencia desleal. ¿Es así? Hay que preguntarse de donde salen estos subsidios. Si se financian con impuestos a su población quiere decir que  su gente está dispuesta a tener menores ingresos disponibles para “regalar” al exterior.

Una queja actual en los países desarrollados es contra China. Se dice que ese país se ha convertido en la “fabrica del mundo”, porque está inundando con sus manufacturas a todas las economías y gracias a sus precios bajos, resultado a su vez de que sus salarios son bajos. ¿Quién gana? Todos. Por una parte, los consumidores de los productos chinos y, por otra, los trabajadores chinos.

Sin embargo, al igual lo que sucedió en Corea del Sur, a fines del siglo pasado, en China, los salarios están subiendo, consecuencia de lo cual mucha gente de este gran país se ha incorporado a lo que se denominan clases medias.

Si un país pierde empleos por el comercio internacional es porque hay países que producen algo de manera más eficiente, por lo que el país afectado tiene que buscar otras actividades donde puede tener lo que en economía se llama la “ventaja comparativa”. Esto pasa con EEUU, país que ya no es competitivo  para una vasta producción industrial, pero es altamente competitivo en todo lo que implique producción tecnológica.

Muchas veces se cree que los conflictos bélicos son por asuntos económicos. Esto es una verdad a medias. Cuando los gobiernos y la política interfiere el funcionamiento libre de los mercados, aparecen intereses creados de industriales y comerciantes; las disputas privadas conducen a disputas entre los gobiernos. Y lo que peor que le puede suceder a una sociedad cualquiera es cuando el poder político se junta con el poder económico. Es el camino seguro a la tiranía, dice Milton Friedman.

Cualquier actividad económica requiere factores productivos, habilidades y mercados. La mayor ayuda de los países desarrollados en favor de los que no lo son es la plena apertura de sus mercados y la inmigración. La mejor política de industrialización y de creación de empleos en los países no desarrollados es la apertura y la atracción al capital extranjero.

 

La Paz, julio de 2017

Economía de mercado
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El calentamiento global

A principios del mes de junio del presente año, el Presidente Donald Trump de EEUU anuncio que retiraba a su país del Acuerdo de Paris suscrito en diciembre del 2015 por 195 países y ratificado por 147, cuyo objetivo es la lucha contra el calentamiento global.

Se considera que la principal causa del calentamiento global es el dióxido de carbono (CO2). Se considera que este es un importante gas de efecto invernadero y cuya expansión se está presentando desde la Revolución Industrial, lo que ha aumentado su concentración en la atmósfera, llevando a lo que conocemos como el calentamiento global.

Será que a raíz de esa decisión del presidente de EEUU, el asunto es que se viralizó en las redes sociales un video con un titulo muy sugestivo titulado: “La gran estafa del calentamiento global”, cuyos puntos de vista quiero compartir en esta columna de opinión.

Sucede que en 2005, se estableció una comisión de la Cámara de los Lores en Gran Bretaña para examinar la evidencia científica del cambio climático global, que produjo un informe que concluyó indicando lo débil e incierta que era la ciencia en relación al tema del cambio climático.

Sobre la base de este informe se preparó un documental con entrevistas a varios científicos del campo climático que tienen una visión crítica a la teoría del calentamiento global ocasionado por las actividades que realiza el hombre. Este documental fue producido y emitido por un canal de televisión  en Gran Bretaña en 2007, cuya conclusión es que el calentamiento global ocasionado por el hombre es un engaño.

El planteamiento central del documental es que el clima siempre está cambiando. Pero este cambio se habría hecho sin ayuda de los humanos. Así por ejemplo, en el periodo 1700-1800  hubo un periodo muy frío en la tierra, que fue calificado como “la pequeña edad de hielo”, que comenzó a principios del siglo XIV. Pero antes se dio un periodo caluroso que comenzó el año 900 y que se lo conoce como el periodo “medioevo caluroso”.

Si remontamos mucho más atrás, por ejemplo a 8 mil años, el clima habría sido mucho más cálido que ahora y los osos polares sobrevivieron, lo cual quiere decir que son seres muy adaptables. Estos cambios fueron naturales, entonces, ¿por qué creer que ahora puede ser diferente?

Este documental reconoce que durante el siglo XX se ha dado una tendencia al aumento de la temperatura, pero con cierto altibajo en el periodo 1940-1970. En los años 70 de dicho siglo aparecieron momentos de mucho frío lo que llevo a plantear que venía una época de helada, que no se dio.

A principios del siglo XX la mayor parte del mundo seguía siendo preindustrial. Poca gente tenía electricidad, vehículos aun menos. La industria era bastante primitiva y concentrada en pocos países. Pero después de la segunda guerra mundial vino el cambio; neveras, lavadoras, coches, televisión, todo lo cual se produjo en masa y a nivel internacional. Este periodo se lo conoce como el “boom económico de la postguerra”.

¿Cual la relación con la temperatura? La temperatura se incrementó en las primeras décadas del siglo XX, concretamente entre 1905 y 1940, cuando se estima que no sucedió lo mismo con el CO2 proveniente de la industrialización, pero después junto al boom económico, la temperatura cayó cuando se estima que el CO2 habría aumentado como consecuencia de la mayor industrialización.

Dos conclusiones que se pueden destacar: la primera, si aumenta el CO2 y la temperatura baja no se puede afirmar que el aumento de la temperatura se debe a incrementos del CO2; la segunda, en la larga historia de la humanidad hubo periodos con más calor o más frío que en los tiempos actuales.

Entonces, ¿que es lo que fundamentalmente explica el cambio climático? Los cambios que se producen en el sol explican el cambio de la temperatura en la tierra.

El sol afecta al clima de la tierra tanto por medio de las manchas solares como por  medio de las nubes. “Cuando el sol es más activo y el viento solar es fuerte hay menos nubes” A su vez las nubes estarían controlados por los rayos cósmicos. “Cuando los rayos cósmicos aumentan, la temperatura en la tierra desciende, y a la inversa.”

“El clima está controlado por las nubes y éstas están dominadas por los rayos cósmicos y el sol controla a los rayos cósmicos. En la actividad solar se encuentra la explicación del cambio climático y no en la actividad de los humanos. El sol nos bombardea con enormes explosiones y avalanchas de gas y un eterno viento solar que no deja de chocar contra la tierra.”

 

La Paz, junio de 2017

Economía de mercado
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La ineficiente búsqueda de la igualdad económica

Un amigo economista realizó un comentario en relación a un artículo de opinión que escribí titulado “El libre mercado y la riqueza”, que quiero compartir.

El dice: “las economías que utilizan más mercado, con mayor apertura externa, con deuda pública y Estado reducidos, son los que más rápido crecen y en la mayoría de veces tienen mejor distribución de la riqueza. Pero el populismo junto con la ley keynesiana, proponen más Estado, más gasto fiscal, con multiplicadores del gasto mayores que uno, con controles absurdos en los mercados, con mayores impuestos a los que más riqueza poseen y hasta estatizaciones. El resultado es menor crecimiento que viene acompañado con crisis política y social.”

El rol creciente de la presencia del Estado responde a que se cree que es labor de los gobiernos reducir las desigualdades económicas en lugar de que esta tarea sea adecuadamente enfrentada por el buen funcionamiento de los mercados competitivos, lo que a la postre llevará a que la riqueza concentrada en ciertos estratos sociales baje a los demás.

En teoría económica y en ingles se dice: trickle down, para referirse al hecho mediante el cual la riqueza que se concentra en algunos luego se expande hacia los demás.

Fracasada la socialización de los medios de producción por las revoluciones socialistas del siglo pasado, como medio para eliminar la pobreza, se pasó a intentar la socialización de los resultados de las economías de mercado, distorsionando la buena labor que realizan los mercados libres.

En nombre de la reducción de las desigualdades económicas, se ha planteado la concepción del “Estado del Bienestar” en los países desarrollados. La intención fue ayudar a los pobres, impulsando la intervención gubernamental, y lo que ha sucedido es que ha sido conducido por una “mano visible” para alcanzar intereses privados no previstos en sus intenciones.

Cuando los mercados son libres la cooperación es la regla y no lo es el conflicto. Cuando el gobierno fija precios, en general, y salarios, en particular, entonces se fomenta el conflicto social.

¿Por qué razón la gente buscaría educarse mejor, profesionalizarse, si esto no traducirá en una mejor remuneración en comparación con alguien que no hace lo mismo? ¿Por qué acumular capital humano?

Por lo general, nadie está de acuerdo con la remuneración que recibe. No es fácil comprender por qué hay gente que gana más que uno. Sin embargo, la respuesta es la misma cuándo se indaga por qué un estudiante tiene mejor calificación que otro. Un alumno tiene mejor nota cuando las respuestas que coloca en un examen son las acertadas a diferencia de otro que no cumple con este requisito. En una economía de mercado un trabajador recibe una remuneración mayor que otro porque es más productivo o porque sus habilidades son más escasas que las de otros trabajadores.

La distribución del ingreso y de la riqueza siempre genera descontentos. Cuando se efectúa con  reglas de mercado la insatisfacción se diluye, cuando el Estado interviene la molestia se focaliza sobre el gobierno, convirtiéndose su accionar en continuo conflicto por la lucha de intereses.

Es cierto que quienes poseen más factores productivos y tienen mayor capital de todo tipo obtendrán mayores ingresos. ¿Por qué? Milton Friedman dice: “Es consecuencia de  la elección propia, de decisiones ajenas (herencias, por ejemplo, la labor de los padres) y el azar”.

Y cuál es la mejor forma de cuidar y aumentar los factores productivos en cualquier economía. Milton Friedman responde: “Es la propiedad privada”.

¿Cuál debe ser el rol del Estado en una sociedad? Siguiendo a Adam Smith, Milton Friedman dice: “Ni preferencias (privilegios) ni restricciones. Todos sujetos a la misma ley”.

La igualdad que se debe destacar y se debe alcanzar está en el campo de la dignidad.

La Paz, junio de 2017

Economía de mercado
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El libre mercado y la riqueza

La brillantez de Adam Smith estuvo en observar lo que la gente hacía para satisfacer sus necesidades, en tiempos donde dominaba el privilegio para los vinculados al poder político. Cuando se dice gente nos referimos a la población en general que habitaba el mundo de su tiempo. Su interés no estuvo en observar cómo la nobleza obtenía ingresos o se enriquecía, sino el común de la gente.

Adam Smith escribió su obra celebre “La Riqueza de las Naciones” en los tiempos en que en la actividad económica urbana predominaba “el cuenta propia”, el trabajo artesanal, el pequeño taller, el pequeño comercio, la venta al menudeo de alimentos. ¿Qué es lo que descubrió? Que la gente corriente para obtener ingresos con los cuales adquirir bienes y servicios que necesitaba o deseaba, tenía que desarrollar alguna actividad económica, para lo cual era hábil, y que otra la valoraba, porque la necesitaba. De esta manera se producía todo tipo de bienes y de servicios, y las “naciones creaban la riqueza” que satisfacía las necesidades siempre crecientes del mundo urbano. La actividad económica de la gente es la que crea la riqueza, no los gobiernos.

Adam Smith nos enseñó que todo intercambio voluntario genera beneficios tanto a oferentes como a demandantes constituyéndose, este intercambio, en el potencial para que los pueblos sean prósperos. El rol de los gobiernos debería pasar a ser el de árbitro y no de jugador, como, sin embargo, dominante se observaba en las naciones en los tiempos que le tocó vivir a Smith.

Las acertadas ideas de Smith recién se comenzaron a aplicar a partir de mediados del siglo XIX hasta el estallido de la primera guerra mundial, en los países que hoy se denominan países económicamente desarrollados. Muy poco tiempo, si pensamos en tiempo histórico. Pasó a considerarse como una condición necesaria pero no suficiente la actividad del libre comercio junto a la reducida actividad gubernamental como el adecuado camino para el desarrollo económico de los pueblos  y para asegurar la paz mundial. Se alejaba el mercantilismo.

¿Por qué el postulado del libre comercio? Porque su ausencia crea un ámbito propicio a la presencia de los monopolios, que a su vez impiden que los precios cumplan sus funciones adecuadamente, como la de informar lo que está aconteciendo en la economía en términos de escasez.

Cuando se habla de libre comercio no nos referimos al ámbito nacional, al interior de un país, comportamiento que ya existe, sino a nivel mundial, entre países. Tampoco nos referimos a Tratados de Libre Comercio, sino a la completa eliminación de aranceles y barreras para arancelarias.

El libre comercio mundial permitirá que cada país, cada región, se especialice en aquello que es más eficiente, por lo que su producción se vendería a precios bajos, en comparación a obtener esos mismos productos de países que no tienen la ventaja competitiva.

A su vez, lo destacable de Milton Friedman está en reconocer la validez de los planteamientos de Adam Smith en una época en que la economía libre de mercado había perdido aceptación social, a raíz de la grave depresión económica mundial que asoló al mundo en los años 30 del siglo recién pasado, originada en los EEUU.

De una dominante concepción de que el Estado debe mantener un rol reducido en la actividad económica -y subsidiario en otros campos- se pasó a una concepción que justificaba cada vez una mayor intervención gubernamental. Se pasó a considerar el papel del Estado como si este fuese el padre de familia, en nombre de la seguridad ciudadana y de la igualdad.

Pero parece que el mundo volverá a darle mayor atención a la libertad de los mercados, a la competencia, a un rol más activo del empresariado, dado que el gasto y el endeudamiento público están en niveles muy altos en los países desarrollados.

 

La Paz, mayo de 2017

Economía de mercado
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El fenómeno de la corrupción

Para Milton Friedman, Premio Nobel de Economía 1976, el fenómeno de la corrupción es inherente a la administración de los recursos públicos porque no cumple con el postulado de la racionalidad económica, que está presente en los intercambios libres de los agentes económicos.

El tema de la corrupción es un hecho muy comentado últimamente por los diferentes medios de comunicación social y debido al escandaloso caso de la gran empresa brasileña Odebrecht, que habría corrompido a varias autoridades gubernamentales de la región para favorecerse con la adjudicación de grandes obras públicas.

Hay que recordar que una de las principales críticas que se hace a las exitosas economías asiáticas es lo que en inglés se denomina,  crony capitalism, o sea el capitalismo de camarilla y de amigos, incentivado por la intensa intervención estatal en la economía de esos países.

Milton Friedman parte del hecho de que los agentes económicos poseen ingresos propios o ajenos que los gastan en su propio beneficio o en beneficio ajeno. Las combinaciones posibles son cuatro: i) gastar su propio ingreso en propio beneficio, ii) gastarlo en un tercero; iii) gastar un ingreso ajeno en beneficio propio y iv) gastar un ingreso ajeno en ajenos.

En la primera combinación, que señala que el ingreso propio se gasta en beneficio de su poseedor, está el principio de que sólo a partir del  esfuerzo uniforme, constante e ininterrumpido de cada hombre por mejorar su condición de vida se derivan tanto la abundancia privada como pública. Esta es la que predomina en las relaciones de mercado, en las cuales participamos todos y, por tanto, es la relación dominante de las cuatro señaladas. Es la única que tiene la particularidad de cumplir el postulado de la racionalidad económica, es decir, de cumplir con los postulados de la maximización de la utilidad y de la minimización del costo, que están presentes en todo intercambio libre y voluntario.

El segundo caso, se puede ejemplificar con el regalo que alguien hace a otra persona, situación en la que se verifica sólo uno de los dos postulados, cual es el de mínimo de costo pero no el de máxima utilidad. Para que cumpliese con este requisito el agasajado debiera elegir el regalo, en cuyo caso es como si se le regalase el dinero mismo. En ese caso, esta combinación se convierte en la primera.

En el tercer caso, donde el agente económico se beneficia de ingresos ajenos, se podría ejemplificar con el automóvil que los gobiernos ponen a disposición de las autoridades públicas, el teléfono celular, etc. Se observa que no interesa minimizar los costos, sólo maximizar la utilidad, por lo que esta alternativa es parcialmente racional.

La cuarta combinación es la que no cumple en absoluto el postulado de la racionalidad económica y es la que representa el que hacer político y estatal.

Los políticos ofrecen gastar recursos que le son ajenos para beneficio también ajeno, y así lo hacen cuando llegan a gobierno. En este caso no se asegura ni la máxima utilidad de los beneficiarios del gasto, porque la utilidad es una valoración individual, ni interesa minimizar el costo porque los recursos son de terceros y no son propios.

Pero el político al momento de decidir la asignación de los recursos públicos ve que puede beneficiarse, por lo que la cuarta alternativa se convierte en la tercera, vale decir, que la gente que gobierna está tentada a desviar los recursos ajenos en su propio beneficio, lo cual da lugar al fenómeno de la corrupción.

La experiencia de muchos países en el campo de los programas sociales, a cargo del Estado, también estaría demostrando ineficiencia. Sólo al  principio los programas estatales de bienestar funcionan bien porque son pocos los beneficiados, pero luego por la presión social estos se amplían, lo que acarrea el despilfarro y el mal manejo de los recursos. Varios de ellos se los crea suponiendo que son temporales, pero luego se hacen permanentes. Después tienden a generalizarse en diversos campos con resultados indeseables. Surgen grupos de interés que se benefician con estos programas que luego presionan para ampliarlos, lo que trae aparejado la expansión de la burocracia estatal, del gasto público y, con ello, del déficit fiscal que se ha convertido, en la actualidad, en un hecho permanente en la vida de las naciones.

La gente que gobierna tratará por todos los medios de beneficiarse con los recursos que administra. Por esto las obras públicas se adjudican a las empresas “amigas” del gobierno de turno, se dan los denominados casos de nepotismo en las oficinas públicas, los negociados, el pago de comisiones indebidas, la inversión pública de mala calidad, la inefectividad del gasto público y su despilfarro, porque se invoca la bondad humana de los político, burócratas y gobernantes, al momento de administrar los recursos públicos, que es más débil, al estímulo más fuerte del interés propio que ellos mismos poseen.

Lo señalado se podría denominar el “axioma de la corrupción”. Lo que acontece es que al tratar de promover el interés público alimentando la intervención gubernamental, el político y el burócrata son conducidos por una mano invisible que busca alcanzar intereses privados. El problema no estaría en la mano invisible del mercado sino en la mano visible del gobierno.

La Paz, abril de 2017

Economía de mercado
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Las economías nacionales son mixtas, según Samuelson

El siglo XX fue el tiempo del debate teórico y práctico sobre los sistemas económicos de la modernidad. Durante el siglo XIX había hecho su aparición el pensamiento marxista con su hipótesis de que necesariamente venía un sistema económico diferente y superior al denostado capitalismo como consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas lo que llevaría a la construcción de la sociedad comunista, “a cada cual según sus necesidades, de cada cual según su capacidad”.

La primera mitad del siglo XX fue mundialmente catastrófico y sangriento: dos guerras mundiales; dos grandes revoluciones: la rusa y la china. Estos acontecimientos fueron esencialmente políticos con consecuencias económicas negativas.

Más tarde surgieron otras revoluciones socialistas en países africanos y en América Latina (Cuba). Estos hechos apuntalaban a la construcción de un nuevo sistema alternativo al capitalismo, que nunca se concretó. Pero un tercio de la humanidad se vio embarcada en esta aventura.

El Premio Nobel de Economía Paul Samuelson (1915-2009) conocido por su prestigioso libro sobre Economía, cuya primera edición corresponde al año 1948, y que en sus primeras ediciones se denomina Curso de Economía Moderna, introdujo en la novena edición, de manera crítica, el pensamiento económico marxista.  

Al referirse a la URSS, que daba señales -según el mismo Samuelson- de un rápido crecimiento económico que a la postre parecía que superaría a Estados Unidos, advierte que su libro no abarcaba el análisis del sistema económico soviético, dando a entender que pudiese existir.

Esta aclaración seguramente respondió al hecho de que se suponía que se estaba creando otro sistema económico bajo la inspiración de los planteamientos  de Marx, pero como había muy poca información de lo que realmente sucedía en el mundo soviético, Samuelson prefirió abstenerse de pronunciarse sobre lo que sucedía en esa sociedad.

Posteriormente, se supo que lo que se había creado en la ex URSS y en otros países denominados socialistas es lo que lo se suele denominar capitalismo de estado o economía muy autoritaria, aspecto que sale a luz el año 1992, cuando se produce el quiebre de esa unión de estados, que había sido la URSS, junto a una crisis política y económica terminal.

La décimoséptima edición de libro de Samuelson  se titula sólo Economía (2002), que es escrito en colaboración del economista Nordhaus, donde se incorpora los avances de la ciencia económica. En esta edición se destaca que hay dos extremos, cuando se habla de sistemas económicos. Por un lado, en la mayoría de los países democráticos los asuntos económicos se resuelven en los mercados. Por esta razón se los denominan economías de mercado. De otro lado hay también países en que los gobiernos toman las decisiones económicas fundamentales, situación por la que pueden recibir el calificativo de economías autoritarias, siendo un ejemplo extremo de esto lo que aconteció en la URSS.

Samuelson concluye que, hoy, ninguna sociedad puede ser catalogada en uno de los dos sistemas al cien por ciento porque realmente lo que existe son las economías mixtas. Su diferenciación al interior estaría en consonancia con el grado de intervención estatal. A mayor intervención estatal la economía se encaminaría a ser calificada de autoritaria y viceversa, a menor intervención sería calificada de economía de mercado.

Hay que considerar que la Gran Depresión Económica de los años 30, del siglo recién pasado, trajo como consecuencia una destacada intervención del Estado sobre la economía en el mundo occidental, con el propósito de superar esa difícil situación económica, a diferencia de lo acaecido en el siglo anterior, donde las decisiones económicas tenían poca influencia gubernamental.

Pero el intervencionismo estatal se ha incrementado durante todo el siglo XX y hasta nuestros días, lo que se confirma viendo los incrementos en la presión tributaria, el gasto público y el endeudamiento de los países. Esto vio Samuelson, por lo que él pasa a denominar economía mixta como el sistema dominante en la mayoría de las naciones.

Lo que es evidente es que en todo tiempo un actor importante en la actividad económica lo es el gobierno por medio de la creación de dinero, de los impuestos y del gasto público. Es un importante actor en cuanto a lo que se refiere la infraestructura física, que toda sociedad requiere. Estos roles están presentes en una economía de mercado.

La Paz abril de 2017

Economía de mercado
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Importa lo que acontece en EE.UU.

Hay que destacar que EE.UU. es la principal economía del globo que contribuye con casi un cuarto de la producción total. Para bien de la economía de la economía mundial es un país que importa más de lo que exporta con lo que se convierte en un motor del impulso del crecimiento. Esto parece querer cambiar el Presidente Trump.

Cuando la economía norteamericana se expande también lo hacen sus importaciones con lo que aumenta la demanda mundial de bienes y servicios, es decir, las exportaciones de los otros países. Si las exportaciones de los otros países del orbe aumentan quiere decir que también lo hace la producción y con ello el empleo de la gente.

Ya desde mediados de 2007 se presentaron signos de que EEUU  ingresaba a una crisis económica, un mal que sufre una economía de mercado de tiempo en tiempo. La tasa potencial de crecimiento de pleno empleo para EEUU se calcula que está en el orden del 3.1 por ciento anual pero tuvo un crecimiento de sólo el 1.8 % en 2007 y negativo de casi el 3 % el año 2008, con lo cual confirmó que ese año EEUU vivió una recesión económica.  Como consecuencia ese año la economía mundial se estancó.

Mientras tanto la tasa de inflación había subido los años 2007 y 2008 a un ritmo del 4 por ciento anual, cuando la de los últimos diez años anteriores había estado en el orden del 2.5 por ciento anual.

La Reserva Federal (Banco Central) impidió el resurgimiento inflacionario exitosamente frenando la expansión de la demanda interna y por medio del aumento de su tasa de interés referencial hasta alcanzar el 5,25 por ciento durante el año 2006, luego de haber estado buen tiempo en el orden del 1 por ciento anual, precisamente con el propósito de impedir cualquier recesión económica.

Detectadas las señales de desaceleración económica durante el año 2007, la Reserva Federal decidió continuos y abruptos cortes en su tasa de interés hasta ubicarse en un 2,25 por ciento para principios del año 2008, sin lograr su cometido y luego con tasas de prácticamente cero, inundando el mundo de dólares. Recientemente las subió en un rango de 0,75 % y 1 %.

La historia enseña que las crisis económicas, por lo general, tienen su origen en crisis financieras. La crisis de 1997, cuyo epicentro fue Corea del Sur, pocos la correlacionan con la debacle un año después de Long- Term Capital Management, un gran fondo financiero norteamericano, especializado en “hedge funds”, lo que se conoce también como “titularización”.

La titularización es un mecanismo de mayor endeudamiento que se deriva de los créditos hipotecarios. Una entidad financiera que otorga créditos para la construcción, o para compra de viviendas, pone en venta títulos valores con la garantía de dichos inmuebles, con lo que la entidad financiera recupera inmediatamente los recursos prestados para los susodichos propósitos.

The Economist, en un artículo de 2008 titulado: The financial system. What went wrong, plantea que la crisis económica de ese año habría sido generada por la radical liberalización del sistema financiero de los EEUU ocurrida a partir de los años 80, que a su vez provocó se magnifique un conocido defecto del mercado denominado “información asimétrica”, particularmente, presente en el mundo financiero.

Lo que pasa es que en una operación cualquiera de crédito, el que otorga no sabe la verdadera situación del prestatario, lo que conduce a un riesgo moral y a una selección adversa. Se produce un riesgo moral porque el prestamista asume riesgos que luego los puede traspasar a otros, y se produce selección adversa porque se otorgan créditos a quienes son mas riesgosos. Este riesgo se habría acrecentado desde la llegada de la desregulación financiera de los años 80, que provocó un desmesurado crecimiento de los servicios financieros en general, lo que a su vez generó una imagen de que el mundo financiero promete milagros, siendo uno de ellos el rápido enriquecimiento.

El mundo financiero en EE.UU. surgido como consecuencia de la desregulación es algo muy flexible. Un mundo donde reina el “dejar hacer, dejar pasar” de manera muy extrema, lo que explica también su enorme expansión porque no hay control, lo que también provoca que las entidades financieras operen en un continuo conflicto de intereses, buscando y logrando la ganancia fácil, en el corto plazo, y sin tomar en cuenta las consecuencias de lo que hacen, en el largo plazo.

Y esto es así porque juegan sabiendo que si el desastre ocurre habrá alguien  que sufrirá la pérdida, en consonancia al “riesgo moral” ya comentado. Aquí, la entidad financiera aplica el principio que dice: “cara gano yo, sello pierdes tú”.

Dejo para la reflexión por qué se considera buena noticia cuando aumentan los precios de los activos financieros y no así el aumento de precios de los bienes de consumo.

 

La Paz, marzo de 2017

Economía de mercado
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¿Qué es el Estado?

Se define al Estado como la organización política que impone un determinado orden a una determinada sociedad, la misma que en su comportamiento acata sus normas.

En la democracia, el Estado posee el monopolio legal de la fuerza en un limitado territorio para garantizar los derechos del ciudadano, lo cual impide que individualmente se pueda aplicar la justicia.

Por esta razón se asocia a este concepto el del poder, porque se supone que para que una comunidad viva armónicamente en paz y no en guerra, debe existir una fuerza capaz de garantizar este comportamiento social. Se define al poder político como la capacidad, por diferentes medios, que tiene alguien o algún grupo de personas para influir sobre el comportamiento de otro, o grupo de personas. El gobierno de todo Estado es el que encarna este poder político.

El Estado es una organización que detenta el poder político y el gobierno es quien administra este poder. Por eso cuando hay elección de gobernantes y gana alguien se dice que “tomó el poder”. Sin embargo, Jorge Lazarte tiene otra percepción que la comparto. En verdad un gobierno no toma el poder, sino que la sociedad por medio de un proceso electoral le encarga la administración de ese poder, porque en esencia el poder permanece en el seno de la sociedad.

Según Max Weber, hay tres tipos de legitimidad de un gobierno: la carismática, la tradicional y la legal racional. La primera descansa en las dotes personales de quién gobierna un determinado Estado, del líder y es la que predomina en los procesos revolucionarios. La segunda se basa en los usos y costumbres, este es el caso de las monarquías. El tercero es el que emana de la ley. Esta última, que tiene sus antecedentes en la antigua Grecia, se desarrolló en los siglos XVIII y XIX en Europa Occidental y en los EE.UU. y es la que da lugar a lo que conocemos como el Estado moderno.

Según Rosseau, los hombres, en el estado natural al cual vinieron al mundo, enfrentan conflictos y obstáculos superiores a las fuerzas que cada individuo posee para poder mantenerse en esa situación, por lo que el estado natural no puede subsistir ni el genero humano asegurar su supervivencia. Esto lleva a los hombres a reunirse en sociedad organizando un Estado lo que da lugar a lo que se conoce como el contrato social, un acuerdo implícito, que los individuos de una comunidad hacen para vivir en paz.

En todo tiempo los hombres difieren en “carácter”, unos son audaces y otros pusilánimes. Unos son valientes y otros no. Otros con su mayor carácter y temperamento se imponen a los demás. Como en todo, los hombres de carácter, fuertes de espíritu, no son los más, son los menos. Un deseo humano es buscar el liderato sobre los demás. Se busca ser reconocido como superior.

La historia nos muestra que un rasgo humano es la subordinación al líder, al poder. De esta situación surge la relación “amo- esclavo”. Los primeros son los que se impusieron en el sangriento combate por el prestigio cuando el hombre vivía en su estado de naturaleza, y los segundos son la consecuencia de la derrota o del miedo a la muerte violenta. De esta manera aparecieron los jefes de las tribus, los señores feudales y los reyes.

Los antecedentes de la organización estatal se remontan al pasado cuando un grupo de personas para mantener su sobrevivencia en un ambiente muy hostil acepta ser mandado y ordenado por alguien que se constituye en el jefe del grupo. La relación es altamente desigual, la organización y la autoridad emana de quién dirige el grupo, quién no tiene ninguna obligación de consultar sus instrucciones a sus subordinados. Todos se someten al jefe. La vida individual no importa y no vale, lo que vale es la supervivencia de la comunidad. Todas las sociedades antiguas comparten este comportamiento.

Los jefes de las tribus y los reyes han sido hombres valientes, capaces de matar y de morir, como  Alejandro Magno, quién sobre el lomo de su caballo y con la espada se impuso sobre pueblos y otros hombres, ya en un lejano pasado. Impusieron su autoridad y, por tanto, expresaron capacidad para influir sobre el comportamiento de los otros.

Una otra característica del humano es su religiosidad, su creencia en Dios y en fuerzas superiores que no las puede controlar. Todos han alabado y se han subordinado a sus dioses. Esta es la razón por las que las primeras normas que rigieron la vida en sociedad tuvieron un origen religioso. El jefe de la tribu estaba acompañado del sacerdote, quién hablaba en nombre de Dios ¡Qué poder!

La Paz, marzo de 2017

Economía de mercado
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Reflexiones económicas

La historia de la humanidad es el incesante camino por satisfacer necesidades y deseos. En primer lugar se ubican las necesidades básicas como son la comida, el vestido y la vivienda.

La primera necesidad, que es la comida, la humanidad logró satisfacerla, primero, con la simple recolección de lo que la naturaleza le brindaba, siendo, por tanto, un ser omnívoro; luego vino la caza y la pesca. La dura experiencia, en juego su vida, le llevó aprender lo que debía comer y no comer; durante miles de años la humanidad vivió siempre igual, en la más dura pobreza.

El actuar económico del hombre se expresó, primero, en que comenzó a moldear objetos de piedra que le sirvieran para recolectar y obtener de mejor manera sus alimentos, y que es conocida como la Edad de Piedra.

Nunca existió el hombre autosuficiente. Desde sus inicios el hombre vivió de manera grupal, única manera de subsistir frente al agreste contorno y al ataque de animales feroces. De principio se reunió en grupo, tanto para recolectar alimentos que le ofrecía la naturaleza o para cazar a los animales, cuya carne servía de alimento y cuyas pieles servían de vestido. De ahí heredamos el carácter social que tiene la humanidad. La actividad económica, entendida como el proceso por medio del cual se consigue alimentos para satisfacer sus necesidades básicas, surge con el hombre, pero el intercambio surge después y el pensamiento económico como ciencia es reciente.

En la larga historia de la humanidad lo que siempre prevaleció en la mayoría de la población fue la igualdad, al momento de satisfacer las necesidades básicas. Había tan poco, como diría un marxista: “No había excedentes”.

Un periodo más reciente, que no debe sobrepasar los cinco milenios y que se prolonga hasta fines del siglo XVII, es el tiempo donde la sociedad se divide entre el pueblo que abarca a la mayoría de la población, probablemente alrededor del 95%, y otro grupo social minoritario, que constituía la elite gobernante que surge cuando aparece el Estado.

La diferenciación social, donde unos poseían más bienes y riqueza que otros, apareció, con el surgimiento del Estado, donde surge una elite gobernante minoritaria, que tenía algo más para consumir y como producto de sojuzgar y explotar económicamente al resto de la sociedad denominada el pueblo. Las grandes mayorías sociales permanecían como poblaciones dispersas.

Como producto de la modernidad surgió la diferenciación social en el seno del pueblo, lo que el marxismo denomina “clases sociales”

La introducción del término “economía política” se atribuye a Antoine de Montchrestien en 1615. Luego vinieron otros pensadores sobre la temática económica como William Petty (1623-1687) y Francois Quesnay (1694-1774), quienes expresaron razonamientos económicos para explicar por qué se podía concebir a la creación de riqueza como un proceso económico y social, observando lo que se hacía en su tiempo.

Sin embargo de lo dicho, Adam Smith es considerado como el padre de la ciencia económica por su obra titulada “Investigaciones sobre la naturaleza  y las causas de la riqueza de las naciones”, que fue publicada en el año 1776.

Carlos Rodríguez Braun, editor de esta conocida obra bajo el título de “La Riqueza de las Naciones”, -porque no abarca la totalidad de la obra citada- en su presentación sostiene que pensamiento económico hubo desde la antigüedad, pero la economía como ciencia recién se desarrolla a partir del siglo XVIII, precisamente con la obra de Adam Smith. Como se sabe, se califica al este siglo como el Siglo de las Luces”, porque es el tiempo en que se inicia el predominio del racionalismo y el empirismo.

Se considera que el hombre es el único ser que tiene el sentido del progreso y de lo perfecto, en que tiene confianza en el progreso regido por la razón, por lo que el progreso de la calidad de la vida humana es consecuencia de la ciencia. Una forma más precisa sería decir de la ciencia aplicada, que es el otro nombre que recibe la tecnología.

En lo primero que pensaron los hombres no fue en la economía, sino en la religión, en el arte y en la política. Hubo ideas económicas en el largo pasado de la humanidad, pero no con la profundidad como se dio con el pensamiento religioso, filosófico, artístico y político.

Pero algo sucedió hace solamente en los últimos de tres siglos, que se vino a denominar  “la revolución industrial” destacando con ello cambios importantes en el quehacer económico de la humanidad. Otros denominaron a este proceso como el surgimiento del “capitalismo”, el advenimiento de un nuevo sistema económico, llamado también la  modernidad, porque sustituye al anterior que había sido denominado como el sistema económico agrario feudal-esclavista, con una duración de varios miles de años. 

Economía de mercado
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La Globalización

Con la asunción de Donald Trump a la presidencia de los EE.UU.  es necesario volver a reflexionar sobre la temática de la globalización, de la internacionalización y de la integración de la economía mundial, debido a que tanto su discurso preelectoral como las medidas que inicialmente está tomando ponen en el tapete de la discusión este proceso, entendido, fundamentalmente, como el camino hacia la plena libertad económica, es decir, libre movimiento de las personas, de los bienes, de los servicios y del capital, entre las diferentes naciones del mundo.

Como en todo fenómeno complejo hay dificultades en encontrar una definición precisa, que pueda abarcar todo lo que hoy se está entendiendo por globalización. Desde una perspectiva es ante todo un hecho económico, pero también lo es político y puede abarcar a otras actividades más de la vida humana. Pero es un hecho que se lo vive cotidianamente siendo los medios de comunicación los que mejor diariamente no los recuerdan y, también, nos lo enseñan.

Intentando hacer una definición de la globalización, podemos señalar que éste es un proceso complejo e inevitable del desarrollo económico de la humanidad y de los pueblos, en su camino a un mayor bienestar material y que a su vez es también una exigencia para el desarrollo económico, sobre todo para los países que se denominan en proceso de desarrollo. 

Debido a este hecho, hoy, los ciudadanos de un país consumen bienes y servicios provenientes de otros países y, cada vez, de manera creciente. Las empresas producen un bien ya no en un sólo país sino en varios, de manera tal, que los bienes ya no tienen una nacionalidad determinada como antes los tenían.

Las empresas de unos países se fusionan con empresas de otros países, y las inversiones, monedas y activos financieros de unos países se negocian en otros y se movilizan a velocidades vertiginosas de un momento a otro, y de una región a otra. La globalización quiere decir que el mundo se ha hecho uno solo.Es necesario reflexionar sobre este proceso denominado la globalización y buscar explicar la forma como se fue dando en el tiempo. La mejor forma de hacerlo sería mostrar cuál ha sido la evolución de la economía mundial, a través de diferentes indicadores económicos como crecimiento del producto, empleo, inversión y en particular todo lo referido a las relaciones económicas internacionales. Ver cómo países atrasados ingresaron a la fase del desarrollo.

También sería necesario indagar los antecedentes de este proceso, para lo que es inexcusable tener que referirse a la crisis económica mundial de 1929, al pensamiento keynesiano y a sus consecuencias deseadas y no deseadas, a la aparición de las denominadas empresas multinacionales y al conflicto que se presenta entre los Estados nacionales y las empresas multinacionales.

Habría que referirse a las diferentes experiencias de desarrollo que se han dado en el mundo durante el siglo XX, comenzando con la Alemania de post guerra y su economía social de mercado, para continuar con el Japón y su peculiar desarrollo capitalista, los denominados "tigres del Asia", con una atención particular a China.  

¿Qué había pasado con aquel mundo liberal en los EE.UU. del siglo XIX y de los primeros años del siglo XX? Esta interrogante requiere una respuesta. La sociedad libre que los EE.UU. construyó durante el siglo XIX, hizo realidad los postulados del interés individual, enarbolados por el padre de la economía, Adam Smith, pero con una terrible deficiencia que fue la segregación racial en desmedro de los negros, que recién a partir de los años 60 del siglo recién pasado se pudo superar.

A esto hay que añadirle la gran depresión económica ya referida, la cual no pudo superarse sino con la segunda guerra mundial, porque se edificó una poderosa industria armamentista. Pero la gran depresión de 1930 afecto negativamente al mundo entero.

De la crisis económica de 1930, que se resume en recesión económica, los países del mundo se cerraron en si mismos dando lugar a lo que se viene en denominar "economías cerradas", pero ya a mediados del siglo pasado las economías volvieron a abrirse con lentitud.

Simultáneamente, surgió dominantemente el pensamiento keynesiano en economía, que apunta a  otorgarle al Estado un rol protagónico, lo que se hizo realidad. El problema que generó este comportamiento es la continua expansión del gasto fiscal, el cual no pudo ser financiado con la recaudación de impuestos por lo que se generalizó la presencia del déficit fiscal y con ello el creciente endeudamiento público. Hoy, este es el problema fundamental de los países denominados desarrollados.

Mención especial requiere referirse a la seguridad social y otros beneficios sociales que definen al "Estado Benefactor", si bien generalizada para todos, es cara y no necesariamente dirigida a los más necesitados sino a las clases medias, quienes, en muchos casos se han sentido desincentivadas para buscar trabajo, dado los generosos subsidios existentes. En definitiva, se observa que las políticas keynesianas y social demócratas extremas construyeron un Estado Benefactor que no incentiva la inmigración, porque la estructuraron sobre la base de un creciente gasto público financiado con un enorme endeudamiento público, que ya es insostenible. Se hizo crónica la presencia del déficit fiscal. Esto explica el triunfo de Trump en EE.UU. y la aparición de candidatos para la presidencia de varios países europeos con una visión cerrada y nacionalista.

 

La Paz, febrero de 2017

Economía de mercado
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