Blogs

La abogacía: ¿En crisis?

Estaba en una actividad pública y se me acercó un conocido, joven colega Abogado –de unos veintitantos años- y entre charla y charla, como acostumbro traté de convencerle se afilie al Colegio de Abogados y/o de estarlo, regularice sus aportes mensuales. Me respondió muy gentilmente, resaltando el trabajo realizado en el ámbito de la capacitación por el ICACH que a su entender era muy destacable, pero a título de confidencia, me contó (sic): “que hoy por hoy, le era mucho más rentable, afiliarse al partido o conseguirse un aval partidario del oficialismo, hacer dos o tres c… y así se aseguraba, hasta por lo menos su próxima generación”. Para él, prepararse estudiando ya había pasado de moda en estos tiempos plurinacionales… Me acordé aquello de COUTURE: como el Derecho se transforma constantemente, el Abogado que no sigue esos pasos, será cada día menos Abogado. En fin…

No es que comparta el pensamiento de aquel colega, pero imposible obviar que mi contacto permanente con ellos prácticamente de todo el país, cuando sistemáticamente formulan sus pesares por el estado de la administración de justicia boliviana hoy sometida al poder partidario del régimen (salvando excepciones que cabe resaltarlas), caracterizada por lo contrario a la meritocracia, la sistemática vulneración de los DDHH cuando se trata de servir al estado encarnado en el régimen (sin importar los abusos que éste cometió) y una nauseabunda corrupción (principalmente en altas instancias de decisión), pues por ejemplo, es un secreto a voces aquí en la Capital y sede de los principales tribunales de cierre del sistema que varios sorteos se venden y los fallos se subastan al mejor postor, sin descartar los telefonazos o las “llegadas” entre algunos altos cargos y colegas, ambos corruptos hasta el tuétano.

También es de conocimiento público, entre otros, que los concursos de “méritos” y demás supuestos sistemas de selección de personal son sólo un burdo show montado para la platea, pues el resultado ya está, de antemano, decidido y no por los méritos profesionales de los postulantes sino por su pertenencia al partido, aval de algún jeque del estado plurinacional, cobro de la factura por los “servicios” prestados (en la campaña del MASistrado) o el compromiso de meterle no más u otras cosas aún peores (lo de los audios por si acaso, es solo la punta del iceberg) y así, una serie de situaciones que por su recurrencia, obligan indagarnos sobre el estado del arte de la administración de justicia plurinacional.

Huyendo caer en la generalización, debemos como Abogad@s mirarnos al espejo pero también del balcón y admitir que la justicia boliviana en tiempos plurinacionales está en profunda crisis. Es víctima de la concentración de poderes que impide se tutelen los derechos ciudadanos, sino sólo encubre los abusos del régimen, piensen en el caso del cocalero Franklin Gutiérrez; del tocador de señoras, el trucho gobernador de Chuquisaca o el vergonzoso resultado del caso 24 de mayo, entre otros de sus productos, sin olvidar el burdo intento de consagrar el “derecho humano” de su jefazo. Menciono algunos de los más sonados, pero conozco muchos otros, menos célebres pero no menos asquerosos que ponen en evidente cuestión la justicia, aunque si un caso discurre sin ese tipo de intereses e influencias, con sus luces y sombras, seguramente el sistema producirá un producto aceptable. No todo está perdido, pero un solo caso de injusticia, agrede nuestro sentir y la percepción ciudadana.

Por espacio no puedo fundamentar más, pero es evidente que la administración de justicia plurinacional está en muy grave crisis. Antes también tuvo serios y fundados cuestionamientos, pero jamás había caído en la cloaca a la que hoy la condenó el régimen que sólo la usa para sus fines. La causa, sostengo desde lo político obedece fundamentalmente a la devastación del estado de Derecho y al vaciamiento de lo que fue un sistema democrático que con avances y retrocesos, existía en Bolivia. Entonces, el rol fundamental de la Abogacía boliviana es reconstruirlos, el régimen es parte del problema y no de la solución, por lo que sus recalentadas (koñichis) leyes e intentos propagandeados en tiempos electorales no podrán solucionar el entuerto significativamente agravado por su despótico proceder, lo que nos brinda una fabulosa oportunidad a l@s Abogad@s para reinventarnos, cumpliendo aquello de VOLTAIRE: "Me hubiera gustado ser abogado, es la profesión más bella del mundo”.

PAREMIOLOCOGI@
imagenblog: 

El CHI-vo expiatorio

Hace un par de semanas, el candidato Chi Hyun Chung del PDC era visto como la cara anecdótica e irrisoria de la contienda electoral. Hasta que aparecieron las encuestas de intención de voto que lo ubican disputando el tercer lugar de la preferencia electoral con un crecimiento vertiginoso.

Desde entonces Chi empezó a encarnar la figura del chivo expiatorio de las culpas electorales, en un intento por exculpar la incapacidad de la clase política para ejercer una representación política efectiva. Mientras tanto, Chi parece haber dado con la veta de la mina del malestar colectivo, recogiendo las sensibilidades conservadoras que procuran restituir el papel de la familia tradicional, la religión y la autoridad. De ahí que el ascenso de su caudal electoral se nutra de la falta de identificación de los indecisos y de los votantes volátiles resignados hasta entonces con lo que había en el menú electoral.

En el fondo, el candidato del PDC recoge tres tendencias conservadoras de oposición al proyecto hegemónico actual: el descontento democrático (liberal), la restitución moral y religiosa, y el fomento al emprendedurismo y al capital privado.

Pero la disputa no se reduce solamente al campo opositor, Chi también merma el sustrato popular del proyecto oficialista, en el momento que recoge la sinuosa combinación entre la restitución moral y la economía informal. El vacío parece apuntar al abandono de la importancia de la identidad y la pertenencia en la política actual, dada la necesidad permanente de conectar con las sensibilidades colectivas para dotarles de un discurso renovado y de una orientación más progresista. Más fácil resulta hallar un chivo expiatorio que nos exima a todos de la cuota parte de responsabilidad que tenemos, tanto a los partidos todos por su desconexión social como a nosotros por adoptar un progresismo “figureti”.

En el escenario electoral, el más afectado fue BDN. Chi desplazó el perfil tecnócrata-racional de Ortiz, presentándose como el candidato moral-emotivo, capaz de “restituir el lazo social” frente a los avances democratizadores del último tiempo.

La reacción de BDN fue la subestimación de lo simbólico reduciéndolo a su dimensión religiosa y alegando que esto no alcanza para gobernar. Tal miopía asume que al develar el mecanismo del encantamiento desaparecen sus efectos, descargando su responsabilidad de no poder reconocer que la política es, entre otras cosas, la lucha por el sentido. Paradójicamente, la presencia de Chi sí logró dotarles de un sentido de autoconciencia en la que, por primera vez, se reconocen como un proyecto político de derecha, algo impensable en la vida política del país.

Por su parte, Comunidad Ciudadana se exculpó mediante nuestro chivo expiatorio, apelando al voto útil para encubrir su falta de capacidad de generar un proyecto alternativo, aglutinar a otros sectores sociales afines y generar alianzas partidarias con sus adversarios; en otras palabras, para construir un bloque de poder. Sus referencias políticas continúan ancladas en el pasado sin poder sobrepasar la corrección política pues, a sus ojos, Chi expresa lo retrógado pero desde el lado de una suerte de reposición señorial, que no hace más que evidenciarlos como un partido abstraído de lo popular.

 Para el MAS, Chi es visto como un elemento circunstancial en la oposición que no representa ninguna amenaza real. Tal banalización no permite tener una lectura autocrítica del abandono progresivo del carácter político de su proyecto, a favor de la priorización de una agenda de gestión pública que olvida los sentidos de pertenencia e identidad propios de su naturaleza inicial. Por eso Chi apunta a esa vacancia procurando romper la brecha entre lo conservador y lo popular, erosionando lo que hasta ahora era una coordenada neurálgica de la división del campo político. Por eso no es casual que Chi concentre la mayor intención de voto en departamentos del occidente del país cuyos bolsones electorales pertenecían al MAS.

Por último, más allá de las muestras rimbombantes de los discursos democráticos e inclusivos, parece que los cambios no calaron fondo y somos nomás más conservadores que lo que quisiéramos. Así, frente a la ausencia de representación e identificación política, Chi abona un terreno fértil de predisposición colectiva, recoge la insatisfacción con los políticos, se presenta como guardián de las convicciones y articula las sensibilidades colectivas tradicionales, dotándoles de discurso con forma y sentido y hasta de proyecto. Por eso, la magia del Chi-vo expiatorio es conjurar lo hasta ahora escondido, nombrarlo y por tanto hacerlo existir.

Opinión
imagenblog: 

Luto y libertad de expresión

El sensible accidente de tránsito que se cobró la vida de 2 periodistas e hirió a otras 4 incluyendo al chofer de uno de los vehículos, ha destapado por fin, algo mucho más siniestro: sus condiciones de trabajo y, otra vez más, la miserable actitud de quienes detentan el poder y, se sienten dueños de vidas, haciendas y conciencias.

Las iniciales investigaciones y decisiones asumidas en el proceso penal en curso, parecen dejar más dudas que certezas: ¿En qué condiciones estaban siendo trasladados esos trabajadores? ¿Realmente viajaban dentro de la camioneta o fuera, en su carrocería? ¿Quién decidió sea así? ¿Fueron en alguna medida presionados por afines al trucho gobernador para cubrir esas actividades y en tales condiciones? ¿Esa es una práctica usual en el medio en relación con los periodistas freelancers? Y, será que por todo ello, Tránsito y la Fiscalía darán con la verdad real de lo ocurrido? ¿O se están limitando a lo obvio: los dos choferes involucrados y el resto, bien gracias? ¿Dará la talla esta vez por fin, la justicia?

El tema no es tan simple como parece, pues según el CORREO DEL SUR https://correodelsur.com/local/20191003_periodistas-se-sienten-presionad... cerca del 80% de los periodistas de Sucre son productores independientes de noticieros, revistas informativas y otros, alquilando espacios en emisoras radiales y televisivas, firmando contratos con instituciones públicas que les condicionan directa o sutilmente con cláusulas como: “El proveedor se compromete a asistir a talleres o conferencias de prensa requeridas por la entidad”.

Al respecto, es un secreto a voces que en la Capital existe una lista negra de proscritos para recibir cobertura o por lo menos limitarla significativamente, además de huir de tocarles ciertos “temas picantes”. Me han contado además, que esos contratos suelen ser pagados con sumo retardo y en la medida de “los buenos servicios prestados” lo que implica cero críticas y mucha condescendencia o por lo menos hacerse a los del otro viernes con los dislates oficialistas, etc.

Sin embargo, la CPE señala que uno de nuestros derechos civiles, consiste en acceder a la información, interpretarla, analizarla y comunicarla libremente, de manera individual o colectiva y, en la vía del control de convencionalidad –el legítimo, no el trucho que le meten no más los juristas del horror oficialistas- la Convención Americana de DDHH prevé sobre nuestra garantía de libertad de pensamiento y opinión, que le está prohibido al estado restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, frecuencias radioeléctricas o aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la libre circulación de ideas y opiniones.

Su Declaración de Principios Sobre Libertad de Expresión (2000) precisa que esa libertad en todas sus formas y manifestaciones, es un derecho fundamental e inalienable, inherente a todas las personas y requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democrática.

Puntualiza que los condicionamientos previos, como veracidad, oportunidad o imparcialidad por los estados, son incompatibles con el derecho a la libertad de expresión y que la utilización del poder del estado y los recursos de la hacienda pública; la concesión de prebendas arancelarias; la asignación arbitraria y discriminatoria de publicidad oficial y créditos oficiales; el otorgamiento de frecuencias de radio y televisión, entre otros, para presionar y castigar o premiar y privilegiar a los comunicadores sociales y a los medios en función de sus líneas informativas, atenta contra la libertad de expresión y deben estar expresamente prohibidos por la ley. Los medios de comunicación social tienen derecho a realizar su labor en forma independiente, presiones directas o indirectas para silenciar la labor informativa de los comunicadores sociales, son incompatibles con esa libertad fundamental ciudadana. Por ello, DWORKIN dijo: “La libertad de expresión es una condición de Gobierno legítimo”.

PAREMIOLOCOGI@
imagenblog: 

¡Se tenía que decir y se dijo!

¿Es malo el dinero? ¿Una droga es mala, per se? ¿Qué de un cuchillo? Nuestra boca ¿es mala? El dinero puede servir para pagar un alimento, pero también para comprar un cuerpo. Hay drogas que el médico prescribe para calmar el dolor, pero también pueden ser mal utilizadas como estimulantes y causar adicción. Con un cuchillo se cocina pero también se mata a un ser humano. Con nuestra boca podemos bendecir a Dios y maldecir a un hermano. Definitivamente, todo es neutro, lo bueno o malo de algo radica en el uso que se le dé.

De igual manera, las “redes sociales” -Facebook, WhatsApp, Instagram, YouTube, Messenger, etc.- como toda obra humana, pueden resultar buenas o malas. Buenas serán para permitir un mayor relacionamiento, un mayor acceso a la información y el conocimiento, pero resultarán malas si nos alejan de la familia por el excesivo tiempo invertido en ellas -como también- si no diferenciamos la información veraz de la información-basura y si éstas pervierten el buen saber.

En muy poco tiempo, las Tecnologías de la Información y la Comunicación han permitido un vertiginoso crecimiento de las redes sociales, virtualmente sin límite de espacio y tiempo, algo imposible de imaginar antes del cada vez más extendido y barato acceso a Internet, vaso comunicante que permite crear relaciones sociales etéreas a través de perfiles, páginas, grupos, plataformas, etc.

Sin embargo, al no existir los filtros naturales que antes disponían los padres en cuanto al uso (Smartphones, dispositivos móviles), horario (conectividad 24/7), modulación de contenido (irrestricto acceso) y elección de contactos (cuántas veces falsos) los excesos están peligrosamente, a la orden del día. El acceso a redes de pornografía, trata de blancas, juegos adictivos, etc., terminan contaminando a niños, jóvenes y hasta a personas mayores. Pero, no solo eso…

El indiscriminado uso de las redes en muchos casos incita al odio, en vez del amor; al racismo, en lugar de la inclusión; a la intolerancia versus la pacífica convivencia y fomenta las malas vibras con la manipulación por parte de personas tóxicas que actúan en función de sus propios intereses.

¿Le pasó que el “macho Alfa” -o quien pretende serlo en un Grupo- impide que se le contradiga, provocando una autocensura? Si ello acontece y las redes están siendo tomadas por el mal, mejor dejarlas y no contaminarse. Como reza Desiderata: Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el espíritu… ¡Se tenía que decir y se dijo!

Buscando la verdad
imagenblog: 

La política del Chi cuadrado

Hasta el arribo del Chi, la contienda electoral en la que los candidatos discutían entre sí se reflejaba en una disputa personal donde los tres principales contendientes se atacaban entre ellos: Evo Morales y Óscar Ortiz atacaban a Carlos Mesa, y Carlos Mesa atacaba a ambos.

Este escenario no evidenciaba una pugna por un nuevo proyecto de país, por un metarrelato utópico, es decir, por nada nuevo que irrumpa en nuestra política. Hasta ahí la discusión era simplemente superficial. El juego era ver cuál de los tres se quedaba con el trofeo de ser el más miserable; en un esquema que, en el mejor de los casos, posibilitara un mero recambio de élites, los desplazados de una década atrás jugándose probablemente su última oportunidad de retomar protagonismo y (re)acceder al poder.

Hasta que irrumpe un verdadero outsider de la política, quien desde la derecha asciende aceleradamente en base a ideas o puntos polémicos para el debate electoral en general. Esto que pareció inicialmente anecdótico expresa una tendencia social que aparentemente tiene más largo alcance. Responde a una reacción conservadora hacia los procesos de democratización social impulsados desde el feminismo, los colectivos LGTB, y una sociedad en la que se procuraba relativizar el poder de lo religioso. Así, por ejemplo, el Chi, además de expresar el voto evangélico, también recoge el malestar de un conglomerado de varones que se sienten interpelados y amenazados por el lugar increscendo de las mujeres en todos los ámbitos de la vida social.

Sus efectos en el campo político tienden a instituir una división entre lo moral y lo inmoral, fundamentalmente en torno a la defensa de la familia convencional, de los roles tradicionales de género, la recuperación de los valores religiosos como ordenadores de la vida política y social, etc.  Algo que, paradójicamente, coexiste con la promoción de un capitalismo popular como versa su eslogan: “un gobierno facilitador y un pueblo emprendedor”. De ese modo, el Chi representa a una derecha de base más popular interesada en restituir el valor de la tradición, la familia, la autoridad.

En ese marco, la irrupción del Chi busca cambiar las coordenadas en las que se desenvolvía el juego político electoral. A diferencia de los principales oponentes en las encuestas, lo que hace Chi es posicionar en la agenda pública una disputa por valores, su antagónico político no es un candidato en específico, son ellos todos y nosotros en general. Si bien no es aún un otro proyecto político, cabe estar alertas porque podría visibilizar las líneas de esbozo de un otro sentido común. En suma, la emergencia del Chi es menos simple de lo que parece y, en cambio, parece tener un efecto al cuadrado.

Opinión
imagenblog: 

El triple filtro de Sócrates

A propósito de la posverdad que abordé recién como un fenómeno que afecta a la sociedad haciéndola víctima de la distorsión de la realidad con la manipulación de creencias y emociones para conseguir ciertos fines, existe otra posverdad más doméstica que -si bien siempre existió- tiende a profundizarse por el cuasi-libre acceso a las redes sociales: el descrédito de las personas…

Amparados en el anonimato o bajo una cuenta o perfil mentiroso que existen en las redes sociales, gente inescrupulosa denigra oprobiosamente a quien afecta a sus intereses. Crean grupos de mutuo apoyo, son capos para concebir con sus afiebradas mentes ofensivos memes, sin importar si la persona que les quita el sueño tiene familia o un prestigio ganado con años de trabajo. ¿Cómo entender el uso de armas tan innobles que afrentan la verdad y el decoro? La respuesta tiene que ver con lo que el hombre tiene en su corazón. Escrito está que el hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; pero el hombre malo, de su corazón saca lo malo: de la abundancia del corazón habla la boca.

Para saber con qué persona te relacionas y para evaluar su idoneidad, mira su página o su perfil en Facebook: de la abundancia de su corazón habla su muro. Igualmente, evalúa lo que lees en WhatsApp: de la abundancia de su corazón son sus expresiones.

Su foto por Face puede ser bonita, su perfil puede parecer interesante, pero analiza lo que dice -lo que postea, lo que sube, lo que reenvía- ello refleja su carácter, su personalidad, lo más íntimo de su ser, de ahí que no es de extrañar que esa persona tenga un perfil y una página con comportamientos distintos (para guardar la apariencia). ¡Cuidado!

Cuentan que una persona se acercó a Sócrates para contarle “lo que había oído acerca de un amigo suyo". El filósofo le aplicó entonces el triple filtro: ¿Estás seguro que lo que dirás es verdad? "No", dijo el hombre. ¿Lo que vas a decir de mi amigo es bueno? "No”, respondió el susodicho. ¿Lo que sabes de mi amigo es algo útil? "No”, confesó el tipo. Entonces…¿para qué me lo quieres decir? le espetó Sócrates (www.acropolis.org).

¡Cuántos mienten, hacen daño y se ocupan de lo trivial! Si se aplicara el triple filtro de Sócrates -ver la verdad, la bondad y la utilidad para no dañar a nadie- o, mejor aún, lo dicho por Jesús -amar al prójimo como a sí mismo- cuántos muros de Face quedarían vacíos, cuántos Grupos de WhatsApp funcionaran mejor y cuántos dejarían de contaminar con lo que abunda en su corazón ¿verdad?

Buscando la verdad
imagenblog: 

¿Mitomanía universal?

Lo del jefazo de algun@s en la 74 Asamblea General de las NNUU sobre la emergencia climática, ya es patológico. Nada más ni nada menos que ante su órgano principal, aunque con auditorio prácticamente vacío (parece que ya nadie le toma en serio) y sin ruborizarse siquiera, le metió no más que: a) “Nuestra respuesta (al fuego) ha sido rápida y efectiva”; y, b) “Sólo liberándonos del lujo, el lucro, el consumismo, podremos salvar nuestro planeta Tierra”.

Sin embargo, nuestra realidad muestra más allá de toda duda razonable luego de más de 1 mes de incendios en nuestra Chiquitania, que el resultado se acerca a 3 millones de hectáreas quemadas y millones de víctimas de su flora y fauna (entre otras), mediando una soberbia, lenta e inefectiva reacción del régimen, que además se resiste burdamente a declarar desastre, pese a ese evidente ecocidio; b) siempre desesperado de votos, entregó en papel de regalo y con moño, el soporte legal (Ley 741, DS 3973, etc) para facilitar la tragedia en por lo menos media docena de ocasiones; y, c) el Presidente vive en medio del lujo (avión y helicópteros como taxi; palacio, museo, ropa de diseñador, Rolex, etc.) con nuestra plata, que es lo peor y, sus bases cocaleras aprovechan del capitalismo y consumismo que, dice en sus discursos, abominar. De taquito, en la ocasión estaba entre las sombras su “mariscal” de Chaparina, por el momento, impunemente premiado como su Embajador ante las NNUU.

A propósito, la mitomanía es definida como: “La tendencia o inclinación patológica a fabular o transformar la realidad al explicar o narrar un hecho”. Se vincula con la mentira patológica, consistente en la: “Necesidad compulsiva de mentir sobre asuntos grandes y pequeños, independientemente de la situación”. Entre los síntomas de quienes padecen ese síndrome se identifica que suelen ser soberbias y arrogantes, despreciar a los demás, se exaltan al hablar y pierden contacto con la realidad. Son trastornos de la personalidad, que merecen urgente tratamiento especializado.

Si bien por estos lares a muy pero muy pocos ha debido sorprenderles aquellos devaneos presidenciales universales a la vista de nuestro mal acostumbramiento interno, no deja de alarmar de quién y cómo provienen. El sentido común aconseja que un servidor público de alto rango, peor con el desproporcionado poder que aún ostenta en el caso concreto, debiera por lo menos tener los pies sobre la tierra al momento de tomar decisiones de estado, pues ellas afectan a millones de personas y a varias generaciones: ¿Cómo andamos en la aldea plurinacional? ¿No tiene usted ciudadano la frecuente impresión que muchas declaraciones, decisiones y posturas no sólo presidenciales sino del régimen en conjunto, parecen asumirse en absoluta desconexión con la realidad? ¿Será que desde el avión o el helicóptero ya no otean la realidad?

Peor aún. Más allá que en campaña –y ellos están todos los días desde hace más de una década- la verdad es la primera víctima, sostengo es razonable preguntarse si los actuales mandatarios y sus acólitos que apoyan y aplauden absolutamente todo lo que hacen o les ordenan sin importar si son dislates, padecen -además, por si lo anterior no fuera ya suficiente- de aquella temible enfermedad del poder, el síndrome del hibrys.

Este, ataca a quienes tienen una adicción al poder, haciéndoles sentir capaces de realizar grandes tareas con base a una exagerada o desproporcionada imagen de sí mismos. Los que saben, enseñan además que las usuales víctimas de ese síndrome de personalidad adquirido, son quienes se mantienen en el poder por lapsos largos, frecuentemente de forma ilegal: los dictadores están en mayor riesgo de sufrirlo. De ahí que una de las mejoras curas sea la alternabilidad en el desempeño de la función pública, aunque en el pluri…lo contrario fue chabacanamente declarado “derecho humano” por sus juristas del horror. Es que: “Cualquiera que tenga el poder de hacerte creer idioteces, tiene el poder de hacerte cometer injusticias.” VOLTAIRE

PAREMIOLOCOGI@
imagenblog: 

Dislates del régimen ante la CIDH en torno a la masacre de La Calancha

El proceso contra el Estado boliviano ante la Comisión IDH avanza inexorablemente y, todo indica que aunque sea tarde, se hará nomás justicia y que el régimen acabara condenado por sus violaciones a DDHH y que sus thanta “mariscales” (impunes, por el momento) deberán rendir cuentas allá donde no pueden controlar prostituyendo operadores. 

Acaba de saberse que respondió la denuncia formulada por el diputado chuquisaqueño Horacio Poppe y que entre sus señalamientos, indica –aunque le parezca increíble– que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos no tendría competencia en razón de la materia para conocer la denuncia, que la masacre habría sido propiciada por nuestro Comité Interinstitucional, que no se habría individualizado de manera concreta a las víctimas –tres asesinados y aproximadamente 400 heridos– e hizo la clásica invocación del no agotamiento de recursos internos.    

Si bien puede caber una discusión respecto del Derecho Internacional Humanitario, los luctuosos hechos ampliamente conocidos por todos revisten una naturaleza incontrovertible de sistemática violación de DDHH de las víctimas mortales y sus familias, así como de cientos de heridos: ¿Conoce usted algún asesino que haya sido siquiera juzgado y peor condenado aquí por la “justicia” boliviana? No sólo eso, hoy mismo el régimen aun regodea su asquerosa impunidad mediante su binomio trucho: ¿La masacre pudo haberse cometido sin que ellos lo consintieran enviando a sus milicias y policías? ¿A quiénes benefició la masacre perpetrada? Incluso hoy, sus directos ejecutores aún gozan de las mieles del poder, desempeñando impunemente altos cargos como ministros, viceministros, etc. De los heridos, entre los más graves, hoy vemos a uno de los héroes pedir, sencillamente, limosna para el reemplazo de su prótesis. ¿No es todo eso una grosera violación de DDHH? 

Sobre la competencia de la CIDH para conocer esos hechos, más allá de comprender su simple denominación y naturaleza, que alguien explique a los representantes del régimen que la CADH –prostituida por sus MASistrados para imponer su inconstitucional candidatura– ordena que ni siquiera en caso de guerra o peligro público podían suspenderse la vigencia de las garantías de ius cogens (inderogables) referidas a la vida y la integridad personal, ni de las garantías judiciales indispensables para su protección. 

¿Que fue propiciada por nuestro Comité? Ese señalamiento, más bien parece una confesión de parte, pues como acaba de verse, aun en caso de guerra o peligro público, esas obligaciones estatales para con sus ciudadanos, no están autorizadas para ser suspendidas, precisamente por ser inderogables al estar vinculadas con el respeto de los mayores bienes del mundo civilizado: la vida e integridad personal, además del debido proceso.   

Sobre la falta de individualización de las víctimas, más allá de lo evidente de los tres muertos y aproximadamente 400 heridos, es incontrovertible que la denuncia ante la CIDH fue formulada de forma concreta en representación de David Soliz Soria y Juan Carlos Saavedra (heridos graves), además de los asesinados Gonzalo Durán, José Luis Cardozo y Juan Carlos Serrudo. Pamplinas entonces.
Finalmente, sobre el no agotamiento de recursos internos. Más allá de que es la clásica postura que asumen todos los Estados denunciados, queda claro que la denuncia se ampara en el art. 46.2 de la CADH que permite hacerlo, cuando entre otros motivos, haya retardo injustificado en la resolución de los recursos internos: ¿Hace cuantos años que el caso La Calancha está en la Asamblea Legislativa durmiendo el sueño de los injustos? ¿Existe algún tribunal independiente o fiscal objetivo en Bolivia que pueda procesar ese caso? Las respuestas se caen de maduras y muestran que los representantes del régimen están phajpakeando ante la CIDH: “Un Estado que no procura la justicia, no es más que una banda de malhechores” Tolstói.

PAREMIOLOCOGI@
imagenblog: 

El engaño de la posverdad…

Pocos saben el significado de post-verdad o posverdad, aunque ello no impide que sean víctimas de su efecto. La posverdad es la “distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Los demagogos son maestros de la posverdad” (Real Academia Española).

No es algo reciente -mentirosos y manipuladores siempre han existido y los habrá a futuro por sus mezquinos intereses- sin embargo, este término se popularizó hace pocos años gracias al caldo de cultivo de las redes sociales.

El Diccionario de Oxford eligió la post-verdad como su Palabra Internacional del Año 2016 -por lo acontecido con el Brexit en Gran Bretaña y las elecciones en EEUU- definiéndola como “un adjetivo relacionado con circunstancias en las que los hechos objetivos son menos determinantes para definir la opinión pública, que los que apelan a las emociones y creencias personales” ('Post-truth' declared word of the year by Oxford Dictionaries, BBC News, 16.11.2016).

La verdad no importa, basta “manejar las emociones”. Cabalmente, esto pasó con el Brexit -el referéndum para la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea- arengando el “SÍ” por las redes. Demasiado tarde el arrepentimiento para quienes -engañados- votaron así, pero se enteraron luego que ello afectará sus empleos e ingresos…

Adiós a los hechos críticos, objetivos y demostrables. Manipular las emociones, las creencias y deseos del público para conseguir un fin, está de moda. Pero no solo los expertos en marketing comercial o político lo hacen sino cualquiera que tenga un celular y pueda publicar en las redes (lo triste es que cuando alguien no está de acuerdo con algo y ataca cobarde e impunemente a otra persona mostrando su incapacidad de contender en el campo de las ideas).

La distorsión deliberada de la verdad con fines políticos, comerciales y personalistas (ansia de fama) lleva a la manipulación de las creencias y emociones para posicionar conceptos -a veces con tanta pasión- que hasta el mismo autor acaba creyendo su propia historia (incapaz de reconocer su error).

Noticias falsas (Fake News), descontextualización de los hechos, acusaciones, exageraciones y memes insidiosos en un entorno donde pesa más lo que se cree, piensa o quiere -antes que la verdad- nos está llevando a ser una sociedad hiperinformada e hiperconectada pero hiperconfundida e hiperdesorientada.

“Es más fácil engañar a la gente que convencerla que fue engañada”, dijo Mark Twain.

Buscando la verdad
imagenblog: 

Ay, Pankarita…

!!! No le achuntas una !!! Recurro a esa figura a partir de la última propaganda del “Tribunal” Electoral: la trama discurre en otro partido de fútbol en el que el arquero titular es expulsado por la inefable árbitra Pankarita Ñanduti y cuando su reemplazo el Lampe, se dispone a ingresar… faltaba más, la arbitra le dice que como no está habilitado, no puede jugar !!!se trate de quien se trate !!! Muucho cinismo.

Pues todos sabemos que tratándose del binomio trucho al que sirven y encubren, ni se despeinaron siquiera para aceptar raudamente su ilegal candidatura, pese a que se pasa por el forro el artículo 168 de la CPE y el resultado vinculante del 21F y, además, se hacen sistemáticamente a los giles –no les cuesta mucho, por lo visto- con todos los rodillazos que su Jefazo propina contra todo lo que se le mueve en su ilegitima campaña, realizada con la plata del contribuyente, con los recursos del estado –que no son de su partido- y hasta en plena catástrofe ecológica. ¿Ellos? Bien gracias.

La sinvergüenzura con la que procede ese, entre comillas, Tribunal, es sencillamente de antología. Tener la torpeza de hacer aparecer ese spot en el que su jueza insignia hace gala de su independencia negando una habilitación indebida, cuando en la realidad ellos hicieron exactamente lo contrario, demuestra el avanzado nivel de envilecimiento de ese órgano estatal, cuya esencia debiera radicar en su independencia respecto de todas las fuerzas en liza electoral y principalmente de quien hoy ostenta el poder, teniéndoles sometidos. Otro dictador, STALIN había dicho tratándose de elecciones, que lo realmente importante es quien cuenta los votos.

Que sus Vocales tengan ahora la desfachatez de además, hurgar la llaga del ciudadano dándoselas de justos e independientes a la hora de decidir quién y cómo participa del partido o de la campaña, constituye buena prueba de su absoluta falta de, siquiera, ubicación respecto de sus elementales funciones, responsabilidades y esencias, pero sobre todo de su bajísimo nivel de confianza que sus propias actuaciones han producido. Proviniendo de la instancia que viene, su spot es un soberano disparate; pues viene del órgano estatal que menos confianza le merece al ciudadano, habiéndose ganado a pulso, ese su nivel mayúsculo de descrédito.

En vez de favorecer el proceso eleccionario, su spot constituye un insulto al sentido común del soberano; es como alabar la soga en la casa del ahorcado, llevando a indagar: ¿Estarán a la altura de las circunstancias? ¿Darán la talla de jueces? ¿Garantizarán el fair play electoral? Las dudas ciudadanas son demasiado evidentes a la vista de las circunstancias a esta altura del partido o campaña electoral. Tamaña es su estulticia, que hace ya mucho tiempo dejaron en pañales a la tristemente célebre banda de los cuatro, pues actualmente recurren sin el menor respeto el iter criminis hacia varios delitos electorales, con tal de servir a su jefazo e intentar asegurar la que ya fuera su segunda inconstitucional gestión.

¿Estarán conscientes de lo que les espera en el futuro? No me refiero, aunque estando en sus zapatos, tampoco cabría descartarlo, sólo a las emergentes responsabilidades diríamos penales, sino, pienso en efectos de mayor calado que podrían terminar de desencadenarse de persistir en sus torpes actuaciones, orientadas a una misión hoy ya imposible: tratar de legitimar al binomio trucho. Siento que la repulsa ciudadana esta en ignición y a propósito, estamos en vísperas de una quema descontrolada de los escombros del sistema democrático de perpetrar una eventual forzada y fraudulenta victoria oficialista.

Deleites académicos y obligaciones profesionales me permiten el gusto de estar en distintos lugares del país en contacto con colegas, taxistas, estudiantes y otros ciudadanos, y percibo con cada vez mayor fuerza que el soberano está hasta el copete con el régimen y su insultante proceder, mostrando que su candidatura trucha terminó quemada por el incendio que con sus decretos, socios y ambiciones causó, su tardía y soberbia reacción y su burdo show para los medios. Amanecerá y veremos… aunque cabría no olvidar que: “Un mal gobierno necesita excesiva propaganda. Un buen gobierno no la necesita”. (Anónimo).

PAREMIOLOCOGI@
imagenblog: 

El Periódico Digital OXIGENO.BO, es desarrollado y administrado por Gen Film & Crossmedia Ltda. Teléfono: 591-2-2911653. Correo: info@gen.com.bo