“Creo y afirmo como chileno y como ser humano que debemos entrar en cuanto antes en conversación con Bolivia y que ambos países deben y pueden resolver generosamente, fraternalmente este gran problema de la salida al mar de la nación boliviana. No es posible ahogar a una nación sería inhumano hacerlo si fuera posible", escribió en aquella época el escritor chileno.