Su gran poder de transmisión, con un índice de contagio superior en un 60% al virus original, y su capacidad de mutación, la convierten en una variante muy peligrosa, aseguran los responsables de la agencia de la ONU para la salud, que advierten que está poniendo en jaque especialmente a los países con un bajo índice de vacunación, aunque ningún país está a salvo.