“Lo más feo fue pensar que no te puedes comunicar con nadie (...) Era traumatizante no poder pagar, que no haya semáforo, no había señal telefónica. No había wifi, internet, no podías llamar, no sabías lo que estaba pasando”, contó Danitza Rúa, ciudadana boliviana que vive en Barcelona y que vivió en carne propia el apagón de casi 12 horas que afectó al país ibérico.