El último partido de la División Profesional fue el 26 de agosto. Pocos días después, el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Fernando Costa, en conferencia de prensa, denunció la existencia de la presunta red de corrupción que involucraría a dirigentes, árbitros y jugadores y estaría implicada en sobornos, apuestas y amaño de partidos.