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Faltan dos días para el partido entre Bolivia y Venezuela por la sétima fecha de las Eliminatorias y empiezan a sacarse las dudas que rodean en torno al encuentro que se disputará en el estadio de Villa Ingenio...

Ribera, que dio positivo por furosemida, afirma que el error fue de uno de los médicos que trabajaba con ella para los Juegos Olímpicos, ya que la sustancia habría estado en uno de los suplementos deportivos que le proporcionaba.

Céspedes jugó el fin de semana con su equipo, el Yverdon Sport suizo y hasta marcó un gol. Sin embargo, el club europeo comunicó a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) que el mediocampista sufrió un “trauma en la rodilla derecha” que le provocó una “inflamación intra articular” y su recuperación demandaría, al menos, 10 días.

Durante los últimos días, jugadores y cuerpo técnico de la Selección decidieron tomarse todo el tiempo necesario para saludar, sacarse fotos y dar autógrafos a los hinchas que diariamente asisten a afueras del Hernando Siles para dar su apoyo a la Verde.

La boliviana dio positivo a la sustancia prohibido furosemida previo a su participación en la prueba de 500 metros libres, donde finalizó en la posición 28 de la clasificación general.

Las entradas estarán a la venta a partir de las 10 de la mañana de este viernes 30 de agosto, tanto de forma virtual (clicleckt) y como física.

“En todo caso yo creo que lo más injusto que puede existir es no poder jugar donde uno vive, no poder jugar en su cancha, en su estadio”, señaló el director técnico de la Selección boliviana, Oscar Villegas, sobre los dichos del técnico brasileño Tite contra los partidos en ciudades de altura.

El torneo estará lejos de ser como se lo conocía: ya no habrá grupos y cada equipo se enfrentará a ocho rivales, acumulando sus puntos en una tabla general.

“La escena de ayer no es la escena real de esta Selección”, afirmó el preparador físico de la Selección, Gabriel Ramírez. 

La excepción fueron Carlos Lampe, Guillermo Viscarra y José Sagredo, quienes sí saludaron, a la distancia, a los pequeños infantes, quienes no se cansaban de gritar un “¡hola!” a cada jugador que pasaba.