Los familiares de Gustaro R, principal sospechoso de descuartizar a una familia boliviana en Brasil, acudieron a la Policía y le pidieron entregarse a las autoridades.
La madre dijo que vive una pesadilla desde diciembre pasado, fecha en que, según la denuncia, cinco jóvenes abusaron sexualmente de su hija en un motel de la ciudad de Santa Cruz.
Los dos funcionarios aduaneros ya fueron destituidos de sus cargos y los militares fueron relevados del puesto de control por órdenes de sus superiores.