Los maestros quisieron entrar al Ministerio de Educación, pero fueron impedidos por las fuerzas del orden, que usaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. Anunciaron que seguirán con sus medidas de presión exigiendo, sobre todo, mayor cantidad de ítems para su sector y el próximo viernes acatarían un paro de actividades, además de un “bloqueo de las mil esquinas”.