La Paz y Chuquisaca fueron parte de un mismo movimiento en 1809, un movimiento que no levantó la demanda de la independencia sino que se hizo en nombre del rey Fernando VII, y un movimiento que no tuvo el discurso del héroe sobre “la tea que dejo encendida…”. Sin embargo, nada de eso le resta importancia histórica a este suceso en el que la sociedad actuó y tomó decisiones en soberanía, dice la historiadora María Luisa Soux.