Blog de Germán Gutierrez Gantier

La peligrosa mediocridad en acción

Los grotescos están nuevamente en escena y para colmo de colmos son ministros.

Sus actuaciones bufas los exhiben en su pequeña dimensión, no son seres sobresalientes, tampoco son un accidente, son un producto de lo que es la dictadura.

Alan Deneault advierte “…de la llegada al poder de políticos mediocres que producen sociedades anestesiadas, injustas y sin pensamiento crítico.” tal parece que hemos llegado al momento cúlmine.

Toda autoridad está obligada a cumplir   con ciertas formas en el ejercicio de sus funciones, de no hacerlo corre el riesgo de cometer estupideces, infracciones o delitos. Esto al mediocre no le importa, su comportamiento ilegal le es fútil, se regodea de ser mitómano.

José Ingenieros en su obra el Hombre Mediocre -seguramente se inspiró en este tipo de personajes- escribe “el hombre mediocre es una sombra proyectada por la sociedad -o por la dictadura, el agregado es mio-; es por esencia imitativo y está perfectamente adaptado para vivir en rebaño, reflejando las rutinas, prejuicios y dogmatismos reconocidamente útiles para la domesticidad”

Prosigue, “...la vulgaridad es el blasón nobiliario de los hombres ensordecidos de su mediocridad; la custodian como al tesoro el avaro. Pone su mayor jactancia en exhibirla, sin sospechar que es su afrenta. Estalla inoportuna en la palabra o en el gesto, rompe en un solo segundo el encanto preparado en muchas horas, aplasta bajo su zarpa toda eclosión luminosa del espíritu. Incolora, sorda, ciega, insensible, nos rodea y nos acecha; deleitase en lo grotesco, vive en lo turbio, se agita en las tinieblas.

En nuestro país el mediocre y el vulgar son parte de la realidad cotidiana, son los actores de una farándula dañina, que pone en la vergüenza al conjunto del país ante los ojos del mundo.

No hay día que algún ministro de estado no haga un disparate, claro los hay de campeonato y otros no tanto, pero todos están en linea. Suponen que con ello gobiernan a la perfección, que la ciudadanía no los observa, ignoran que el pueblo está azorado e indignado.

La mediocridad alimenta a la dictadura y es la fuente de sus atropellos, por eso los ministros más opacos y anti-democráticos duran en su puesto porque son útiles a los designios del dictador. 

En el campeonato del disparate el último documental presentado por el ministro de gobierno en el que pretende involucrar a varios intelectuales y políticos en el otro disparate promovido por el Gral. Zúñiga el 26 de junio del pasado año, es el súmmum de la boludez.

Más allá de ser un documental sin sustento jurídico alguno, mal elaborado técnica, comunicacional y políticamente, dejó a jueces y fiscales sin argumento y a los perseguidores con los rulos hechos. Sin embargo no se debe dejar de lado su peligrosa pretensión autoritaria de perseguir a como dé lugar al que no avala a la dictadura y a su decisión de reproducirse en el poder.

La tensión personal y familiar desatada en los perseguidos por el terrorismo de estado es el reinicio de la implementación de una estrategia mayor que seguirá desarrollándose en función a las necesidades electorales del o los candidatos oficialistas. El libreto ya ha sido practicado en Venezuela y Nicaragua.

En el primero no importó que la oposición se una y tenga una valiente conducción en María Corina Machado que convocó a monumentales movilizaciones que por ahora han quedado en la nada porque el efectuar elecciones en condiciones adversas a la democracia y ser dirigidas por la dictadura tiene un solo resultado, siempre será favorable a la dictadura, no importó que Edmundo González Urrutia hubiera ganado con el 70 %, de la votación y Maduro obtuviera menos del 30 %, el dictador sigue siendo presidente con el apoyo servidumbral de sus FF.AA. que han sido corrompidas hasta la médula.

En el segundo, la estrategia fue perseguir, encarcelar o exiliar a la oposición o a todo aquel que pretendía levantar cabeza incluida la clerecía en todos sus niveles, dejando el camino libre a la dupla criminal Ortega-Murillo, que obviamente ganó “sus elecciones” porque no tenían a ningún candidato opositor potable al frente, excepto algunos satélites para dar la falseada imagen de una disputa democrática.

Ambas estrategias están en desarrollo en el país y tienden a crecer porque no hay fuerza política que le ponga freno con medidas necesarias para garantizar unas elecciones relativamente transparentes, llegar a ellas en las actuales circunstancias abre la posibilidad de  que se aplique la receta venezolana, con la posibilidad de que el país de podría  insurreccionar, por ello no descartan persecuciones previas a los opositores a la nicaragüense.

Existe un tercer escenario a favor de la dictadura, los intocables autoprorrogados del tribunal constitucional, que estaban en la prudencia de la sombras, han sido reactivados con la presentación de acciones o recursos constitucionales. Ha empezado el diputado Huaytari seguido del opositor Cusi, dejando en sus manos el futuro electoral de Bolivia como sucedió en las elecciones judiciales, van calentando el ambiente poco a poco porque luego vendrá una seguidilla de acciones y recursos.

Las fuerzas políticas opositoras están preocupadas en registrarse ante el tribunal electoral, sacar sus trapitos al sol, sumar adherentes electorales y otras inherentes a su decisión, no les queda otra les corresponde es algo inevitable, pero, al estar en el ruedo no exclusivamente electoral, deberían tomar medidas preventivas, una de ellas, constituir una conducción política para evitar futuros fraudes y frenar persecuciones a políticos. Este frente no tendrá como espacio los pocos mecanismos  institucionales existentes, sino el elegido por el propio masismo, las calles.

La gran ventaja de la unidad en la acción es que no están en juego ni los egos de los candidatos, ni sus aspiraciones, ni sus cuotas de poder, es más bien una sumatoria positiva para poner las cosas en su lugar antes de llegar al mes de agosto. 

Si la estrategia de la mediocracia se impone por falta de acciones oportunas de los que quieren conducir al país en el futuro, será de su absoluta responsabilidad y los recordaremos por no haber hecho lo necesario para derrotar democráticamente al masismo y haberlo emulado constituyendo un club de mediocres a la par de los que dicen combatir.

El cronograma aprobado por el tribunal electoral no es una muestra de que las cosas van bien, es un esfuerzo desesperado por salir de la incertidumbre, ante la falta de decisiones comprometidas por los partidos y órganos de poder.

Las señales son muchas y las experiencias también, no las subestimen.

Desde el Sur
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De los errores cupulares a la unidad necesaria

El tiempo ayuda a disipar las dudas, una vez constituido el Bloque Opositor de Unidad, fueron sus propios integrantes los encargados de develar que nunca hubo unidad ni deseo de obtenerla. Solo se aproximaron firmando un acuerdo técnico para elegir a su candidato, vale decir concluyeron que una encuesta debía resolver lo que le corresponde a la política, eludieron debatir la causa compartida y se conformaron con querer elegir al mesías, con la dificultad de que todos suponían que lo eran.

Los aspirantes a mesías disolvieron con brutalidad la esperanza que generaron,  pasaron a ser el thinner de las ilusiones populares con argumentos poco consistentes, en su afán personal  reaccionaron tardiamente, uno se dio cuenta que le tomaban el pelo  porque las encuestas son ilegales, además, sospechó que el que las financiaba podría inclinar la balanza a su favor. El otro se plantó en seco y le metió no más logrando ser elegido candidato fraccional, jura que seguirá buscando la unidad, pero bien sabe que los que lleguen tendrán que adherirse como lapas a su majestad, en medio del desencuentro no faltó el representante de la generación de cristal, que ante la trifulca aprovechó para renunciar, siempre lo hace, es su especialidad, porque el hacer política odiando la política es insatisfactorio y cualquier resquicio debe ser aprovechado para disparar y evitar un sufrimiento al que estuvo voluntariamente sometido desde hace años. 

No les importó lo que piense el pueblo, igual tendrá que ir a votar así sea por exclusión como ha sucedido en varios paises. Revivieron con su conducta un grafitti pintado en una muro de Quito que decía “te odio Abdalá (Bucaram) me obligas a votar por Rodrigo (Borja)”. 

La ausencia de una causa que enamore a la ciudadanía provocará que el voto no sea por convicción, la inexistencia del partido político que debería frenar las tentaciones de los mesías terminará por desnudar al autoritario parecido a los que se van y, para completar el desastre, las decisiones políticas tomadas por técnicos los llevará al fracaso. 

Mientras tanto el oficialismo navega con tranquilidad, porque las aguas turbulentas en las que estaba, han sido amainadas por los opositores, la pugna oposición vs oficialismo ha desparecido, por lo menos de momento, ahora se discute si el joven Andrónico es mejor que el viejo Evo o el destartalado Luchito, como si todos ellos no compartirían la misma ideología y la complicidad de los latrocinios cometidos en estos cerca de 20 años de gobierno masista. La edad es milagrosa perdona delitos y pecados, genera simpatías y convierte a uno de los conductores del fracaso plurinacional en alternativa.  

También están felices los paraoficialistas que se ufanan de no haber sido parte de ningún proyecto unitario, en definitiva, se sienten liberados de cualquier compromiso cohesionador, se pintan como una posibilidad light y neutra.  

En paralelo el país sigue un curso conflictivo y de crisis, sin que nadie haga  nada por enfrentarla desde ahora, todo esta postergado hasta agosto. Las actitudes de los pre o candidatos no prestan atención a la situación, están en otro mundo.  

La fracción que eligió un candidato está eufórica porque cree que al imponer a su ficha en la pugna interna ganó al resto, sin embargo, es recomendable que una vez pasado el festejo miren más allá de su entorno y se enteren que la oposición en su conjunto perdió frente a los otros contendientes, fue una victoria pírrica y desdibujada al patear el tablero que estaba empezando a armarse, el germen unitario ha sido herido de muerte, solo siguen respirando unidad los ciudadanos, que no les perdonarán si no rectifican su rumbo. 

Quien tiene sobradas razones para festejar es el oficialismo, todo esto le cayo como anillo al dedo, utilizó muy bien el embrollo para mover sus fichas de acuerdo a sus intereses.  

Su desalmada lucha interna pasó a un plano menor, le dio un respiro al gobierno que secundarizó la crisis, posicionó a Rodriguez como candidato viable, Evo se reactivo y se revitalizo el terrorismo de estado con la persecución a intelectuales acusados de haber sido parte de la aventura del Gral Zúñiga en junio del pasado año.  

El ministro de gobierno recurre a tan torpes como deleznables argumentos que en cualquier estado de derecho no serían tomados en cuenta ni para la broma. Él recién se percata de la existencia de otros implicados en una clara búsqueda de chivos expiatorios que justifiquen una futura represión a otros candidatos con cualquier pretexto, la estrategia Nicaragua está en curso, quieren barrer a todo lo que sea una amenaza a sus deseos. 

Mientras el poder político es condescendiente con Evo Morales y varios de sus exministros por los delitos cometidos, dejándolos en la impunidad, la policía nacional y el ministerio público son eficaces en perseguir y apresar a ciudadanos inocentes siguiendo las órdenes de la dictadura.  

La debilidad en la  que se encuentra el bloque opositor le impide implementar acciones de protesta y defensa por la persecución ilegal que ha desatado el gobierno nacional, con lo que se mantiene el divorcio entre su posicionamiento electoral y la lucha política cotidiana. Estos impulsos electorales no serán frenados, pero es necesario que esas aspiraciones se enraícen en las reivindicaciones democráticas ciudadanas y frenen las arremetidas de la dictadura.  

Como van las cosas la estrategia de ataque en abanico del MAS que hará todo lo posible para sacar del ruedo a cualquier proyecto que ponga en riesgo su reproducción del poder. En el pliegue electoral, cuenta con que  ninguno de los candidatos opositores llegará al 20 % de la votación,  el oficialismo, dividido o no, tiene un voto duro que sobrepasa el 25 %, si el paraoficialismo accede a una votación aceptable, cuidado que Quiroga y Doria Medina no lleguen ni a la segunda vuelta, y si lo hacen y ganan las elecciones, deberían saber que serán un gobierno debilucho con la necesidad de alianzas que les hará tragarse su soberbia a riesgo de tener una corta gestión gubernamental y el retorno del masismo como sucedió en el pasado. 

Están obligados a aterrizar en la realidad, la distancia que media desde ahora hasta agosto estará llena de sorpresas, el MAS no descansará un segundo en su esfuerzo copador, es un tramo que no debe ni puede ser descuidado por la 
oposición. 

Si finalmente, los mesías sobreviven hasta el mes de agosto en condiciones relativamente saludables tendrán que pasar a la siguiente fase, que debe ser inevitablemente unitaria. 

Desde el Sur
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Conducción democrática política del pueblo

Las contradicciones entre los candidatos a la presidencia en el bloque opositor a causa de la realización de las encuestas que fueron acordadas entre ellos han caldeado el ambiente preelectoral.

Muchos titulares mediáticos, los whatsaperos escandalosos y el oficialismo agazapado, abundan en adjetivaciones de lo que acontece al suponer que la oposición está anticipadamente dividida y que cualquier  discrepancia interna es un acto de traición.

Una peligrosa costumbre se ha instalado en el país, todo lo que es debate político debe ser malintencionado, agresivo, prosaico, violento, con amenazas y denuncias a cual más grotesca.

Son los efectos de lo que el MAS en cerca de estos 20 años ha construido en el ejercicio del poder político, la díada amigo-enemigo le funcionó, montó un circo en el parlamento, adjetivo a quien se le puso al frente con expresiones ultrajantes, denostó a las instituciones de la democracia, monto toda una artillería peyorativa en contra de la república y sus símbolos con el fin de reemplazarlos por otros y borrar de la memoria histórica de los bolivianos su existencia.

El copamiento hegemónico fue arrollador, la profusa propaganda estatal con sus consignas llegó a penetrar en la mente de los bolivianos sin que al frente se le interponga ninguna otra idea contrahegemónica, los decaídos opositores, ante semejante arremetida, se arrinconaron sin tener la valentía de defender lo que hicieron, no valía la pena hacer olas para evitar las represalias violentas del poder omnímodo que se instaló, el derrumbre del estado nacional los dejó exánimes.  

La nueva generación de jóvenes nacidos con el inicio del nuevo milenio solo escuchó los nombres e ideas del MAS, el resto fue borrado pese a algún que otro intento que terminó en el fracaso.

La precaria oposición parlamentaria que acompaño al MAS en este periodo, además de ser antipolítica, posiblemente porque era la única forma de sobrevivir, jamás quiso ni pudo construir una propuesta alternativa en su debilidad ideológica. Las bancadas se configuraron con individualidades alejadas de la problemática política nacional, alimentaron y consolidaron el discurso de rechazar el pasado sin promover a nuevas figuras porque los que pudieron serlo una vez concluido su mandato de difuminaron en la intrascendencia. El parlamento en 20 años no ha parido en la oposición ni un solo prospecto lideral.

Caramba, la política, el político y los partidos políticos habían sido necesarios, su proscripción solo beneficio al MAS porque con ello no tuvo contendiente al frente que pueda disputarle la titularidad del poder político, los pipiolos no estaban a la altura, encima hacían coro funcional a la retórica negacionista.

Que muchos críticos del pasado pidan ahora el surgimiento de liderazgos es apenas un deseo hipócrita porque ellos mismos se encargaron de impedir su emergencia.

Pese a ello y a ellos, la necesidad sincera de encontrar una conducción política para el periodo que responda al sueño de los bolivianos con una causa es impostergable, las condiciones favorables como desfavorables están presentes, más allá de la voluntad de los actores políticos.   

Los personajes que ahora disputan una candidatura deberían percibir que la ciudadanía, lo que les están pidiendo a gritos es que se constituyan en conducción política para el periodo con una renovación de ideas y de sueños.

Los candidatos han insistido tanto en su aspiración que ahora tienen la obligación moral de construir un mando político del pueblo para la toma democrática del poder y evitar derrotas futuras máxime si ahora las condiciones están dadas para la victoria de largo aliento.

Por ello, las alarmas desproporcionadas sobre las discrepancias en el seno del bloque opositor  en lugar de recurrir al sufrimiento lastimero, estéril y con pronósticos tremendistas, deberían ser erradicadas y hacer que sean el combustible que motorice y se sintetice en renovadas e imaginativas respuestas a las necesidades políticas de la ciudadanía.

Eludir lo adjetivo e ir al fondo del asunto es una obligación. La confrontación de propuestas no será a besitos ni con envíos amorosos de ramos de rosas, debe ser enérgico, frontal, imaginativo no exento de fraternidad. Por ahora los ramos de flores solo deben ser enviados a los velorios.

Si se hacen las cosas bien ya vendrá la flor de lis para el ´pueblo.

Desde el Sur
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Encuestas ¿para qué?

El principal bloque opositor electoral ha dado a conocer que efectuarán  tres encuestas para elegir a su candidato en vistas a las probables elecciones generales de agosto, formularán cinco preguntas y estarán incluidos candidatos, no candidatos, opositores, oficialistas y paraoficialistas. 

De pronto les dio un ataque de demorragia, sin mayor explicación deciden cobijar en su consulta a todos, derraman democracia a raudales, con ello,  más que operar con seguridad y denotar que gozan de una buena salud política, desnudan una actitud que podría ser vista como impericia para enfrentar las circunstancias y las necesidades del momento. 

Lo decidido desorienta a la ciudadanía, que no sabe cómo se encausarán  los resultados de dicha consulta porque sus objetivos están desdibujados y sus consecuencias peor, se preguntan si habrá un candidato  único opositor o ratificará la distancia entre ellos, o legitimará a los autoritarios o les otorgará la calidad de opositores a los paraoficialistas. 

¿Cuál es el objetivo de la encuesta que incluye a candidatos y a no candidatos sin distinción? Como están las cosas será una medición de todo, tal vez por ahorrar recursos quisieron medirse ellos mismos y medir sus fuerzas frente al resto, pero  bien saben que eso se hace después, cuando ya hay candidato, lo otro les ocasionará muchas dificultades. 

La inclusión de Evo Morales es una torpeza, porque asumen el papel de legitimadores de un perseguido por la justicia por la comisión de delitos comunes y que es objetado por el propio evismo. Que sea la oposición que le reconozca la calidad de competidor electoral como si nada hubiera pasado es política, legal y moralmente objetable.  

Su inhabilitación por un referéndum ciudadano, por fallos emitidos por el Tribunal Constitucional y por opiniones expresadas por organismos internacionales dejan en claro que la reelección no es un derecho político, por lo que, incluir a una persona que no tiene la posibilidad constitucional ni legal de ser candidato  tiene un efecto perverso que asfixia a la democracia y le dan oxígeno al autoritario para seguir convulsionando al país. 

Introducir a Andrónico Rodríguez, que aún no es candidato pese a las señales emitidas por sus parciales, es hacerle un favor develándolo como tal y liberando al oficialismo de una responsabilidad que solo a ellos debería corresponderles. En el caso de Arce Catacora lo propio, además, al incluirlo en su encuesta gastan pólvora en gallinazo. 

A Reyes Villa, le otorgan la condición de opositor cuando ha dado muestras de tener una relación con el oficialismo, olvidan que ha sido liberado, por un fallo inédito, de 12 procesos penales en combo, en los que era acusado por hechos de corrupción y no por temas de orden político. Estos beneficios de impunidad sólo se pueden lograr por acuerdos encubiertos con el poder político. 

Chi Hyun tiene un caudal electoral concentrado en el voto cristiano y conservador que en el pasado apoyó a  Morales Ayma que ahora esta de capa caída y ya no les es útil, entonces esa votación se reencauzará ideológicamente y apoyará a quien los represente mejor, en consecuencia ¿Las encuestas opositoras tienen el propósito de potenciar al candidato coreano y reordenar el tablero electoral sin tener competencia para ello?  

Aquí no terminan los problemas, que pasaría si un oficialista o paraoficialista recibe un apoyo mayor frente a los candidatos del bloque opositor ¿en apego a su espíritu democrático, apoyarán al mejor posicionado sin importar su condición? y, si no lo hacen, no se dan cuenta que de salir  segundones exhiben una debilidad extrema frente a sus eventuales contendientes. El  mensaje no será de victoria sino de una derrota anticipada. 

Supongamos que todos estos problemas no son tales y son superados por el bloque opositor ¿Qué sucederá si las tres encuestas tienen diferentes ganadores, cómo se resuelve esta diferencia? Es posible entonces que al no encontrar una salida, cada aspirante se sienta el elegido y sin ninguna atadura para lanzarse al ruedo ¿nos están dando el mensaje anticipado de que habrán varios candidatos del bloque opositor electoral? 

Finalmente, si las encuestas se inclinan por un solo candidato y los otros reconocen su derrota, el escenario no será de unidad sino de adhesión, como muchas veces lo ha dicho alguno de los aspirantes. ¿El resto se adherirá al candidato ganador y le otorgará todo el poder de decisión en lo programático? Difícil. 

La situación se enturbia más si ese mesías gana las elecciones, la futura gestión gubernamental será manejada discrecionalmente ante la furia de sus aliados o exaliados, de igual modo, si no llegan a la Casa Grande del Pueblo ¿como se conducirán en el parlamento? 

Las encuestas anunciadas tienen demasiadas debilidades y son preludio de muchos conflictos que podrían desdibujar a la oposición en sus planes y proyectos, porque la unidad, de principio, tuvo una gran dificultad, todos los aspirantes apuntaron a elegir al mesías no a la causa, nunca debatieron un programa mínimo de lucha y unidad que sea la base de su accionar para después recién elegir al candidato que debería ser el que mejor exprese a ese programa. 

Los pueblos no solo exigen candidatos y programas coyunturales en respuesta a temas instalados en el día, requieren de ideas fuerza que van más allá y se instalan en el sueño a ser alcanzado, máxime si el fracaso del estado plurinacional les obliga a dar una respuesta histórica y de periodo. 

De haber seguido esta ruta, la encuesta o una elección primaria posterior, hubieran gozado de gran credibilidad y legitimidad otorgándole una poderosa fuerza al elegido y a la conducción política, sobre la base de afinidades programáticas.

La encuesta no es el mejor camino pero esta lanzada y puede ser mejorada, están a tiempo para efectuar rectificaciones que les de credibilidad. El bloque opositor electoral tiene aún la oportunidad de dar un salto cualitativo en busca de una unidad programática y elaborar una mejor encuesta para elegir a su candidato.

Desde el Sur
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Programa de lucha y de unidad

La campaña preelectoral iniciada por los aspirantes a la presidencia con gran ahínco sigue su curso ascendente a la par que persiste el divorcio con los conflictos sociales que transitan por cuenta propia. El proceso electoral y la crisis integral siguen caminos diferentes, pese al esfuerzo gubernamental de utilizar la crisis en beneficio propio.

La reunión convocada por el presidente Arce, en días pasados, ayudó a desenmascarar a qué bloque pertenecen los precandidatos, más allá de sus poses, declaraciones o aspavientos.

Contribuyó también a dejar en claro que, ni en el oficialismo ni en la oposición habrá una sola opción. En ambos bloques aparecen varios aspirantes en disputa que han iniciado una lucha interna que va de feroz a picante. Los perfiles que se dibujan unos son explícitamente confrontacionales y otros arteramente disimulados.

El oficialismo “oficial” -valga la redundancia- esta fisurado e inmerso en controversias llenas de odio entre sus fracciones, en tanto que el oficialismo encubierto clasemediero, acomodaticio e inescrupuloso se presenta con un rostro hipócritamente dialogal y dispuesto a todo con tal de obtener una victoria electoral.

La oposición variopinta, se ha dedicado a proponer fórmulas unitarias electorales en vistas al mes de agosto, pero en el trayecto se están inflingiendo algunos topetazos, que de profundizarse podrían inviabilizar la deseada unidad, con la agravante que la búsqueda de ese mecanismo técnico para elegir al candidato único se lo hace sin ninguna aproximación programática que garantice acuerdos duraderos no sometidos a la decisión del aspirante.

La ausencia de una visión integral del periodo y de soluciones en la misma dirección anuncian precariedades de alta inestabilidad, agudizadas por su negativa a esclarecer su posición sobre el estado plurinacional fracasado o con tímidas declaraciones que no atinan a proponer un modelo estatal alternativo.

La suposición de que una victoria electoral reordenaría al país y las soluciones se darían mecánicamente producto de la elección de un presidente opositor sin tomar en cuenta de que las urnas son necesarias pero insuficientes para gobernar, les impide percibir los peligros conspirativos del día después de la elección

La unidad electoral en las actuales circunstancias, parece difícil, por las aspiraciones desatadas, pero si se diera no es garantía de que las elecciones se realicen con limpieza y sometidas a las reglas de juego preestablecidas.

Sin embargo esta deficiencia, podría convertirse en una gran oportunidad para que las fuerzas políticas opositoras en contienda, sin renunciar a sus aspiraciones electorales, se aproximen para enfrentar la crisis actual e incidir en

un arribo más o menos confiable a las urnas, sobre la base de acuerdos puntuales, que les permitirían vincularse con la ciudadanía y constituir una conducción política ante cualquier emergencia y ser el cimiento de futuros acuerdos de gobernabilidad democrática, imprescindible para cualquier gobierno.

La ciudadanía exige una respuesta unitaria a la crisis política, económica, social y moral que agobia a los bolivianos y que cotidianamente esta provocando estallidos espontáneos e incontrolables de protesta que de no ser canalizados adecuadamente podrían ser utilizados por la dictadura para afectar el desarrollo del proceso electoral mismo.

Acaso no se dan cuenta que las respuestas están en la calle y solo requieren ser cohesionadas en un ideario que permitiría visibilizar una conducción política legitimada en el fragor de la contienda.

Es necesario vincular la lucha electoral con la lucha política contra la crisis y que los candidatos recojan las propuestas ciudadanas y las conviertan en un programa de lucha y de unidad para el periodo.

El grupo político que mejor interprete las aspiraciones del pueblo será reconocido desde abajo y podrá proponer un candidato que represente esas luchas con un alto grado de legitimidad, querer reemplazar la decisión ciudadana por mecanismos técnicos es ofensivo.

Las elecciones por lo tanto no son el punto de partida que desarrollará un proyecto alternativo de poder sino la culminación de una contienda y el momento inaugural de la cristalización de un periodo histórico democrático en reemplazo de la dictadura plurinacional.

Desde el Sur
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Los cálculos del Arcismo

Cuando el gobierno nacional anunció que daría un mensaje, generó en la ciudadanía expectativa, habida cuenta de la grave crisis por la que atraviesa el país. Arce Catacora, nos dejó con sabor a poco. 

Si el presidente pretendía tranquilizar a los bolivianos tomando decisiones de estado en temas delicados, su mensaje fue un fracaso, sembró más dudas que certezas. 

Empero, si dicho mensaje es analizado  no como un acto aislado del gobierno presionado por las circunstancias sino como parte de una estrategia en vistas a la reproducción del poder, se podría concluir de una manera diferente. 

Arce Catacora estuvo rodeado de sus ministros, todos con trajes desprolijos más que informales, parecían que los arrancaron de sus dulces sueños, tal vez, por eso tenían miradas ausentes como si los temas anunciados no les importaran, al finalizar su alocución le otorgaron un opaco aplauso que retumbó en la soledad de semejante espacio, la foto fue más importante que lo dicho.  

Mostrar a sus ministros reunidos más no cohesionados, en torno al presidente, parecía una respuesta y un desmentido a los chismes del evismo sobre las intimidades del arcismo.  

Los diez puntos anunciados no son de fondo son puras medidas administrativas que bien pudieron ser anunciadas por cualquier instancia media del gobierno. Arce Catacora optó por la alharaca y como siempre sin ningún sentido autocritico de su responsabilidad, no abandonó su retórica confrontacional que identifica al enemigo político como el culpable de todo y advirtió que existen sectores que quieren convulsionar al país. 

Sin inmutarse, anuncia que mantendrá la subvención a los hidrocarburos, que no devaluará el boliviano, que la falta de dólares es un artificio creado por la no aprobación de empréstitos en el parlamento, agrega, que no renunciará, y para concluir, deja de ser presidente y habla como candidato al acusar a sus pares opositores de hipócritas y doble discurso. No da respuesta a las exigencias ciudadanas ni transmite la decisión de enfrentar la crisis generalizada. 

Como Arce Catacora y su entorno han tomado la decisión de promover su candidatura, que es una locura porque en un evento electoral más o menos transparente recibiría una paliza histórica, nos deja la duda de ¿que es lo que los induce a insistir en una candidatura en estas condiciones? Sólo y únicamente  su afán de reproducirse en el poder a cualquier costo.  

Vistas las cosas de esta manera la crisis les beneficia, es parte de una estrategia perversa, que tiene varios escalones, primero, de tanto golpear al pueblo muchos sectores cansados de los agravios son domésticados y caen en la resignación afirmando de qué las cosas no cambiarán de rumbo como sucede en Cuba, Nicaragua y Venezuela, que han demostrado tener la capacidad de utilizar a su avor las debacles económicas, políticas y sociales, segundo, la crisis, se debe a las acciones de sus enemigos políticos que deben pagar con encarcelamientos y sanciones extralegales. Tercero, deben dar una imagen de que son democráticos convocando a elecciones en las que el voto envilecido y las urnas fraudulentas les garantizarán su permanencia en el poder, sin embargo si la ciudadanía indignada termina rebelándose como sucedió el 2016 o el 2019, al no contar con una conducción política será vulnerable. 

Finalmente, al victimizarse a la par que alimentan la crisis, suponen  que unos meses antes de las elecciones, se probarán los créditos en el parlamento y conseguirán algún colchón adicional que les permitirá sobrevivir hasta el día de la elección, con lo que las victimas se transformarán en salvadores que supieron confrontar todas las penurias y ataques. 

Finalmente sin todo esto no se cumple, les queda todavía la estrategia a lo Maduro, en la que si pierden abrumadoramente en las urnas, no importa no abandonaran el poder.  

Suponer que la candidatura de Arce Catacora, se someterá a las reglas de juego democráticas y respetará la voluntad ciudadana, es otorgarle un manto de pureza y eximirlo de sus responsabilidades liberándolo del manejo abusivo manejo económico como ministro y como presidente que permitió la instalación de una dictadura que seguimos sufriéndola los bolivianos. 

Todo esto, es el deseo del arcismo, que subestima una posible respuesta ciudadana que ha aprendido de los sucesos del pasado y tratará de no repetir los errores, olvidan que Bolivia tiene sus propias particularidades que impedirán la aplicación de recetas, tenemos una larga tradición de lucha  que ahora esta al frente del autoritarismo masista.  

Las colas en busca de carburantes, la subida de precios de la canasta familiar, el freno a la actividad productiva por la ineptitud del gobierno y los anuncios de movilizaciones de varios sectores, se tornan explosivas.  

Calcularon mal, todo esta en su contra, pese a sus deseos, se aproxima su derrota que puede ser histórica. 

Si solo habría una pequeña conducción política esto seria diferente. 

Desde el Sur
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Ejército de capitanes

Con la imposición del estado plurinacional el sistema de partidos políticos fue pulverizado y reemplazado por un monopólico instrumento político sobre la base de los movimientos sociales. Las otroras poderosas organizaciones partidarias dejaron de existir o fueron reducidas a una existencia marcada por la intrascendencia. 

El partido político es parte de procesos históricos cuya presencia debe servir para reiterar los aciertos y evitar los errores cometidos. Su existencia transmitió y justificó ideologías, principios, valores, lenguaje con contenido y comportamientos de diversa raigambre. 

La designación de compañero o camarada a quien compartía ideales, luchas, aspiraciones y, muchas veces, el ejercicio del poder político, fue reemplazada por el término hermano, que en un principio parecía invocar una relación más profunda que emergía desde el ancestro, empero, concluyo siendo la calificación a una vulgar complicidad en la comisión de actividades ilegales y arbitrarias. 

La hermandad destructora del partido político se conglomeró en la corporación y en la defensa de sus intereses sectoriales con lo que eliminó la urgencia de lo nacional, instaló una retórica perversa en su contra con el fin de que se extinga, evitando de esta manera la presencia de propuestas y figuras contestatarias. 

Como los partidos y sus conductores de entonces no tuvieron la capacidad de reinventarse en función a las necesidades de la sociedad terminaron siendo presa fácil de los neopopulistas fascistoides que sin despeinarse eliminaron a toda una “clase política”. 

El aparato de Estado quedó en manos del MAS en exclusividad y se conformó un ejército de burócratas inescrupulosos que hicieron que las prácticas corruptas penetren en todos los niveles bajo la protección de jueces y fiscales serviles. 

La única oposición existente en todo el periodo masista fue la parlamentaria, cuya presencia formal y anodina posibilitó el cómodo despliegue del autoritarismo. En casi veinte años, no se esforzaron en la formación de nuevos liderazgos ni establecieron una mínima linea política que ordene el accionar de su bancada. Su impronta devino en un amontonamiento de individualidades que fungían sin ninguna vinculación con sus representados y peor aún con la sigla que los cobijaba, de tal manera que la ciudadanía solo fue bombardeada con escándalos vergonzantes. 

Quienes debían ser conducción, nunca asumieron su rol, cedieron su lugar a la casualidad, a la improvisación o a algún que otro allegado inescrupuloso. No se constituyeron equipos de trabajo en las diferentes áreas de interés de los bolivianos porque no había linea que defender ni estructura que los cohesione, ni representados a quienes responder. La tónica del periodo fue el dibujo libre. 

En consecuencia ellos contribuyeron a una peligrosa desacumulación de fuerzas que con el despliegue del inseguro proceso electoral, desnuda nuevamente, el carácter de los grupos políticos, que no cuentan con equipos destinados a la lucha política en general y tampoco  para la lucha electoral. Su máxima pretensión es armar pequeñas maquinarias electorales y confiar en las redes sociales, cuyos mensajes dejan de lado la sustancia y a importantes sectores que requieren de algo más. 

Confiar en que el candidato y su entorno son suficientes para disputar y expulsar del poder al MAS, insisto, es un error. La compleja crisis política, social, económica y moral requiere de la participación de ciudadanos experimentados en las diversas áreas. No basta ganar elecciones, sino  garantizar la gobernabilidad, que solo puede obtenerse con un sólido apoyo ciudadano  a una causa que legitime al futuro gobierno, que cuente con equipos fuertes que otorguen seguridad a la gestión gubernamental  a partir de una estructura dispuesta a superar los peligros de futuras conspiraciones y mantener una relación fluida y permanente con la ciudadanía. 

Es necesario construir, dicho de manera metafórica, un ejército de capitanes, con una estructura no jerárquica que supere la existencia de mandos verticales, con miembros que deberían estar capacitados para  traducir y explicar pedagógicamente el proyecto de poder, respondiendo con solvencia en todos los escenarios donde se produzca la lucha política. 

La relación capitanes-ciudadanía en el proceso electoral luego devendrá en una democrática relación de gobernantes con gobernados, superando el divorcio que se ha producido entre sociedad política y sociedad civil. 

De este modo el dibujo libre habrá sido expulsado del proceso electoral y de la futura gestión de gobierno.

Desde el Sur
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Las Neoroscas

Lo ideal en un proceso electoral es que antes de presentar a los aspirantes en competencia, primero se debería definir el perfil en abstracto del candidato que se requiere en correspondencia con las necesidades de la coyuntura y mejor aún del periodo.

Todo esto es apenas un deseo, ya que los bolivianos estamos históricamente vinculados a la existencia de caudillos en los que una gran parte de la población deposita sus esperanzas y creen, que estos semidioses, resolverán los problemas de la sociedad. Los caudillos o mesías son vistos como salvadores, y lo más grave, es que ellos también creen que es así, entonces no es necesaria una causa que mueva a los sectores sociales, las “virtudes personales” de los aspirantes a la silla presidencial, reemplazan toda otra necesidad.

La causa es una propuesta de un futuro deseado y posible, cumple el rol de ser el nexo de las candidaturas con la sociedad en el propósito de construir una alternativa, de tal modo que la ciudadanía se debería adscribir a un proyecto político integral y no a factores banales que resaltan las particularidades físicas o habilidades artísticas o deportivas de los candidatos.

La situación se complica con la inexistencia de partidos políticos debidamente estructurados, que cuenten con una dirigencia que los represente en todo el territorio nacional, que tengan una base social adscrita a su ideario y sean el enganche con el resto de la sociedad.

La presencia del partido político democrático, posibilita que las decisiones a ser tomadas, sean producto de un escrutinio interno permanente donde el dirigente o representante es un depositario del pensamiento de sus miembros y no a la inversa.

La inexistencia del partido político que es reemplazado por grupos políticos fugaces, posibilita que todas las determinaciones sean acaparadas por el candidato-mesías y un reducido grupo de personas que lo rodean, como no cuentan con hilos comunicantes con una militancia activa cuya savia alimente sus decisiones, recurren a sus propios saberes o, como son modernos, a encuestas. La organización y el debate democrático interno han sido reemplazados por una cúpula reducida o una boleta técnica.

Un partido político, sus dirigentes y sus militantes tienen la obligación no solo de interpretar a la sociedad sino de orientarla en la toma de decisiones proponiendo las transformaciones necesarias, que serán respaldadas o rechazadas en las urnas por los ciudadanos.

Es cierto que todos los procesos electorales, se valen de encuestas, sondeos de opinión y otros mecanismos, con el fin de escudriñar a la ciudadanía, ello, sin embargo, no parte del vacío sino de una propuesta base elaborada por el partido y sus estrategas.

Los candidatos de la oposición al no tener estructuras partidarias o ser ellas muy débiles, terminan decidiendo potestativamente, están liberados de cualquier presión, su voluntad es omnimoda, no hay quien les discuta nada, porque tienen empleados no militantes, sobre la base del trabajo de consultores arman su programa de gobierno, si ganan las elecciones, tal vez alguno de ellos podría ser ministro o embajador, la lealtad al programa y a la linea partidaria no existen.

El MAS reemplazó al partido político con los movimientos sociales portadores de prácticas antidemocráticas, lo que impelía a los opositores a recuperar al partido político adecuado a las necesidades actuales, pero lejos de hacerlo terminaron por articular roscas políticas y económicas de las que son parte unos cuantos, con ello el candidato al no requerir ni contar con una base social se convierte en un tótem autoritario.

El comportamiento neorosquero gana espacios, uno de los candidatos ha indicado que él será el que elija a su acompañante de fórmula, a los candidatos a senadores y diputados, otro que recurrirá a las encuestas, de esta manera la democracia en las organizaciones ha sido desfigurada y han parido un frankistein.

El mesías empieza a desplegar su fuerza, si los aspirantes a las diversas candidaturas quieren tener alguna posibilidad deberán mostrarse en la farándula para aparecer en las encuestas o estar cerca del dedo decisor.

El impacto será directo en la conformación del futuro parlamento nacional que en lugar de estar constituido por representantes idóneos para la dura lucha política podría estar integrado por representantes sin representados. No perciben los aspirantes presidenciales que una garantía para la gobernabilidad futura, debe contar con una representación parlamentaria sólida, capaz de confrontarse en todos los terrenos con una bancada masista, cuya labor será la de desestabilizar a cualquier gobierno que no sea el suyo. No los subestimen tienen amplia experiencia conspirativa y se saben todas las mañas a la vuelta y al revés.

En estas condiciones votar por cualquier neorosquero es tan peligroso como hacerlo por los neopopulistas fascistoides, por ello me niego a avalarlos con mi modesto e intrascendente voto y otorgar un cheque en blanco del que querrán disponer discrecionalmente en el ejercicio del poder político.

El solo rechazo al MAS no puede ni debe ser suficiente para votar por algunos opositores que repiten prácticas autoritarias, con la única diferencia de que el uno lo hace a nombre de la abarca el otro de la corbata.

Los bolivianos aspiramos a algo más, una nueva frustración histórica seria fatal para la democracia y nuestro futuro.

Desde el Sur
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Blindajes

En días pasados el Tribunal Electoral ha propiciado la denominada III Cumbre por la Democracia, que ha reunido a los órganos de poder, partidos, jefes y representantes políticos y ha concluido con la aprobación de quince compromisos.

En el lenguaje coloquial se ha dicho que la cumbre era necesaria para blindar el proceso electoral de este año, que, evidentemente, está en peligro y requiere de protección frente a los ataques a los que está sometido.

Pero ¿quiénes atacan y ponen en peligro al proceso electoral? El documento, esta dirigido a los autores de la agresión a la democracia y por ende al proceso electoral pero no se toman medidas en contra de los directos responsables.

Los primeros compromisos son un pedido lastimero del Tribunal Electoral, invocando de los órganos legislativo y ejecutivo los dejen cumplir sus funciones sin injerencias y con ese propósito, dicen “...es fundamental velar por el respeto pleno al principio de preclusión” que debe ser garantizado mediante laaprobación de una ley en el parlamento, no le asignan ningún valor a lo prescrito en la Ley 026 de 30 de junio de 2010, que en su artículo 2° inc. k) prescribe “Preclusión. Las etapas y resultados de los procesos electorales, referendos y revocatorias de mandato, no se revisarán ni se repetirán”, disposición que es de cumplimiento obligatorio.

Suponen los vocales del Tribunal Electoral que el incumplimiento de un mandato normativo será frenado por una nueva norma que diga más de lo mismo, se ilusionan pensando que después de haberse reunido con los magistrados autoprorrogados y realizada la III Cumbre, no se producirán más afectaciones al principio de preclusión, olvidan que quienes dictaron sentencias constitucionales en el pasado poniendo en vilo a la democracia y cuyas consecuencias infames ahora las sufrimos, son los mismos que decidirán en cuanto sean requeridos por el poder político en caso de que sus pretensiones de reproducción sean afectadas.

Acto seguido ingresan al laberinto parlamentario. El órgano ejecutivo se compromete a la provisión de recursos económicos suficientes y oportunos que garanticen las elecciones nacionales, empero esa asignación dependerá de la aprobación de un crédito que esta en curso en el legislativo. Se depositan las esperanzas en la dictadura y en la existencia formal de un parlamento cuyos integrantes hacen equipo en la violación serial a la que esta sistemáticamente sometida la constitución.

El núcleo del documento suscrito es complementado con la solicitud del Tribunal Electoral de que sus vocales sean incorporados en la Ley 044 que regula el régimen y los procedimientos para el juzgamiento de magistrados del sistema judicial, constitucional y el fiscal general, en caso de que cometan delitos en el ejercicio de sus funciones.

Semejante demanda, más que un acto de justicia, expresa los temores de los vocales de que hagan lo que hagan serán sometidos a procesos judiciales, ya sea porque no hay una cohesión en el cumplimiento de la norma entre sus miembros o porque perciben que llevar a cabo procesos electorales en dictadura es una tarea peligrosa.

El resto de los puntos son compromisos asumidos por el Tribunal Electoral, cuyo cumplimiento no depende únicamente de su voluntad individual o corporativa, sino de que la palabra empeñada por los otros órganos sea honrada.

Como se puede observar, el blindaje requerido esta en manos de los poseedores de misiles anti-democráticos, que solo podrán ser desactivados si sus operadores son relevados del control de su espoleta.

El precario proceso electoral se debilita extremadamente con el pedido inconstitucional de una fracción del MAS que pretende habilitar a su candidato a través de actos de fuerza que solo y únicamente podrían ser detenidos por las autoridades estatales activando los mecanismos legales destinados al efecto. Si Evo Morales no es tratado como cualquier ciudadano y sometido a las decisiones del Ministerio Público, las autoridades jurisdiccionales y electorales, la incertidumbre no cesará, máxime si en el Chapare se ha expulsado al estado y han configurado en ese territorio un poder ilegal y excepcional.

La II Cumbre entre los tribunales electoral y constitucional, fue una tomadura de pelo que no mereció la atención suficiente de los actores políticos, en dicho acuerdo el tribunal constitucional se comprometió a cumplir sus funciones procedimentales, como si ellas no estuviesen contenidas en el Código Procesal Constitucional, pero claro no hicieron referencia alguna al principio de preclusión.

Mientras el tribunal constitucional esté en manos de magistrados autoprorrogados obedientes al poder político, golpeando con sus fallos a la democracia, no existe garantía de que el proceso electoral se desarrolle adecuadamente.

Para que esto suceda es necesario que los parlamentarios, al final de su mandato improductivo, se reivindiquen enfrentando al mayor escollo que afecta a la democracia e inicien un juicio de responsabilidades en contra de los magistrados autoprorrogados.

No dudo que la principal objeción será la falta de tiempo, el torpedeo del masismo y que mientras se lo tramita los magistrados autoprorrogados no podrán ser alejados de sus funciones y en reacción se tornen más arbitrarios, es posible, empero esto provocará una demanda social que diga un no a la impunidad y que las fuerzas políticas que los apoyen serán castigadas por los ciudadanos con su voto.

Se ha llegado a un punto tal, en el que se deben correr todos los riesgos y dejar banderas plantadas para que en el futuro no se vuelvan a repetir los latrocinios

cometidos desde las esferas estatales y con mayor razón desde aquellas entidades que administran la justicia constitucional.

La política debe ser dignificada otorgando soluciones políticas a los problemas políticos y no transferirlos a los jueces cuya función y labor es otra.

Entonces si quieren blindar el proceso electoral, háganlo contra quienes corresponde.

Desde el Sur
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El presidente candidato

En medio del desastre nacional, el presidente Arce Catacora ha sido proclamado como candidato del MAS, ésta ¿es una buena noticia?

En términos estrictamente electorales, para la oposición, que está en éstas lides, debería ser un día festivo porque su contendiente en las urnas será débil pese a contar con el caballo del corregidor, sin embargo, le pesa más ser el representante y responsable del fin de un periodo junto al otro pretendiente, Morales Ayma, que con sus impertinencias y conspiraciones antidemocráticas, están logrando sostenidamente el repudio ciudadano que puede culminar con un voto castigo contundente.

Los afortunados opositores deberían darse cuenta que esta es una batalla ganable si las elecciones se desarrollarían con reglas preestablecidas creíbles y una institucionalidad imparcial que garantice los resultados sin manipulación alguna. Por ahora no existe ni lo uno ni lo otro.

Al autoritarismo poco o nada le importa un proceso electoral transparente y predictible, para el MAS y sus fracciones es solo una tramoya para fingir una formalidad democrática que les dará algo de legitimidad en su afán de reproducir la dictadura. La estrategia continental ejecutada en Nicaragua como en Venezuela que impone por la vía de la fuerza y el fraude a un ganador, parece, no estar lejana de nuestro país.

Entonces, para que la felicidad opositora dure algo más que un tris, deberían esforzarse en desnudar el verdadero carácter de dicha candidatura y plantear una estrategia de lucha que supere el ámbito de lo puramente electoral.

Quién, en su sano juicio, podría sostener que Arce Catacora podría salir victorioso en una elección limpia y democrática, si el signo de su gobierno es una muestra cotidiana de ineptitud, violencia, fraude y corrupción, que ha causado la crisis política, social, económica y moral que hoy vivimos los bolivianos.

Cómo y con qué podrían los masistas volver a enamorar a un electorado decepcionado, que en el pasado puso todas sus ilusiones en el proceso de cambio y terminó con la peor de las frustraciones. Sus posibilidades de éxito electoral son nulas, solo les queda hacer, lo que saben hacer, el fraude.

En consecuencia, estamos más cerca de que el voto ciudadano nuevamente sea timado, porque los autoritarios no cejarán de hacer lo que sea necesario para reproducirse en el poder

Si esta es la realidad, por enésima vez habrá que recordar a la oposición, que el campo electoral es un espacio pequeño en el que, ciertamente, tienen que estar presentes a condición de no descuidar la lucha política en todas sus aristas, lo que posibilitaría llegar a las urnas sin temores.

Entonces, la felicidad opositora esta sometida al cumplimiento de condiciones urgentes, porque aquel que quiere parecer democrático tiene un carácter autoritario y se constituye en un grave escollo no solo para el proceso electoral sino para la democracia misma.

El candidato presidente ejecuta su plan sin resistencia, la única piedra en el zapato proviene de su propia organización con un Evo Morales arrinconado en el Chapare activando a control remoto movilizaciones violentas que pueden provocar confrontaciones tribales con derivaciones antidemocráticas cualquiera sea el ganador, porque lo que esta en juego es la titularidad del liderazgo de la dictadura.

El presidente candidato implementa una táctica de legitimación política de su candidatura, podría estrenarse en su doble condición asistiendo a la cumbre convocada por el Tribunal Electoral, donde estarán sentados en la misma mesa demócratas y dictadores, para, presuntamente, garantizar el proceso electoral.

Claro que habrán compromisos y firmas de sendos documentos que, como ya es habitual, no serán cumplidos, porque el desarrollo de unas elecciones limpias no depende de buenos o fingidos deseos, sino interfiriendo la estrategia violenta y fraudulenta de la dictadura.

Desde el Sur
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