Este posible ajuste de cuentas consistió en balear, empapar con gasolina, quemar y enterrar a dos primos de 17 y 22 años miembros de una banda criminal.
Según el informe del alto comisionado de la ONU por los derechos humanos, el gobierno tiene "la voluntad política de reprimir a la oposición e instalar el miedo entre la población para poner fin a las protestas".