Uno de los tiros impactó en su frente, dañando gran parte de su cerebro, lo que le ocasionó estar al borde de la muerte durante un largo tiempo. Finalmente, sobrevivió, pero su vida y su movilidad se vio presa de una silla de ruedas para siempre. Los contratiempos de salud serían constantes por los próximos 33 años hasta el momento de su muerte.