La posibilidad de explorar áreas dentro de la reserva de Tariquía derivó en la división de las comunidades campesinas tarijeñas entre quienes apoyan el proyecto y los que se oponen, así como a la presencia de ONGs y fundaciones en la zona.

Por un lado, la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija (FSUCCT) apoya el plan de exploración y explotación en la zona y acusa a dos ONGs de  alentar la visión protectora del medio ambiente con fines institucionales y políticos. Hoy emitió un últimatum para que Cáritas Pastoral y CIDERMA abandonen la zona.

Por otro lado, la Subcentral Tariquía acusa a la FSUCCT de intromisión en sus procesos de elección y de no querer reconocer a la recién elegida dirigente de ésta, Paola Gareca, quien se opone a la exploración hidrocarburífera en la Reserva.

En el mes de abril, las comunidades de Tariquía realizaron una marcha hasta la ciudad de Tarija rechazando la exploración en la zona.