Murillo: si ganamos la demanda enfrentaríamos un proceso parecido al del 75
“Lo que quiere Bolivia es que la corte determine que los compromisos asumidos por Chile sean jurídicamente exigibles para abrir obviamente un proceso de negociación”, explica Murillo.
De obtener un resultado positivo en la demanda que Bolivia sigue en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, el país tendría que ingresar a un proceso de negociación con Chile. El ex canciller y actual director de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Católica Boliviana, Javier Murillo, indica que esto nos remitiría a un escenario parecido al que enfrentó el país con el proceso de Charaña en la década de 1970.
Si ganamos la demanda, ¿qué exactamente es lo que ganaríamos?
M. Si ganamos, la Corte decidiría lo que Bolivia le ha pedido. Bolivia le ha pedido que determine que Chile está en la obligación de cumplir los compromisos que asumió para negociar de buena fe con Bolivia y en tiempos razonables una salida soberana al océano pacífico. Ese es el sentido de la demanda y esos son los términas sobre los cuales tiene que expedirse la Corte.
El ex canciller de Chile, José Miguel Insulza, decía que la Corte no puede disponer lo que va a ser el fin de la negociación.
M. Eso es cierto, lo que la Corte va a disponer es lo que Bolivia le ha pedido, que determine que Chile está obligado a negociar con Bolivia según los compromisos que asumió para la reintegración de nuestro país al océano pacifico. Eso abre un proceso de negociación, pero la Corte, desde ese momento, no puede definir las bases de la negociación.
Lo que yo creo es que ese escenario nos va a remitir al que tuvimos que enfrentar el año 1975, 76, 77 y 78 dentro del proceso de Charaña. Es decir, Bolivia va a insistir en una franja territorial al norte de Arica y va a insistir en que Chile no vuelva a la pretensión de un canje territorial simultáneo; y que obtenga el consentimiento con el Perú y, que el Perú tampoco insista en una zona de de soberanía compartida, de lo contrario el escenario es complejo y va a llevar también mucho tiempo y un proceso muy intenso de negociaciones.
Murillo explica que en 1976, la respuesta peruana fue aceptar la transferencia de territorio hasta la intersección de la carretera Tacna - Arica y a partir de ese punto tener un área de soberanía compartida. Chile rechazó esta posición y, por lo tanto se terminó la negociación.
¿Es posible un resultado positivo para Bolivia?
M. Yo creo que sí, porque no creo que los magistrados de la Corte ignoren los documentos que respaldan la demanda boliviana y que tiene que ver con compromisos formales que Chile asumió en muchísimas oportunidades desde el año 1895 para devolverle a Bolivia su cualidad marítima. Yo creo que sería muy difícil que los magistrados de la Corte ignoren esos documentos que son formales, que no corresponden a interpretaciones que esta haciendo Bolivia sobre el alcance de los compromisos, sino que están ahí.
El ex canciller explica que las “bases de la demanda son sólidas” y que la réplica boliviana se basará en los temas de fondo. “Lo que quiere Bolivia es que la corte determine que los compromisos asumidos por Chile sean jurídicamente exigibles para abrir obviamente un proceso de negociación”, explica.
Y en el caso que perdiéramos, ¿se cierran todas las posibilidades de negociación?
M. Ese es un escenario en el que no me gustaría comentar, porque yo creo que tenemos que mantener un optimismo moderado. Si hubiese un fallo en que la Corte considera que no son jurídicamente exigibles los compromisos que asumió Bolivia , llegamos a foja cero. No es que cierre definitivamente el camino de una negociación directa, pero obviamente demoraría mucho el proceso y debilitaría la posición boliviana en este tema especifico.
¿Y cuál es el papel del Perú y cual su predisposición con la demanda boliviana?
M. El Perú tiene que ser consultado en aplicación del protocolo complementario de 1929, es decir, Chile tiene una especie de semi-soberanía sobre Arica porque no puede definir sin la voluntad del Perú ninguna transferencia. Entonces, las obligación que tiene Chile, y es obligación de Chile, no de Bolivia, es obtener el consentimiento del Perú.
¿Sería más favorable emprender una negación ahora que en los 70?
M. Es difícil saber, por lo siguiente, un reclamo que le hemos hecho siempre a Chile es que ellos siguen anclados con concepciones geopolíticas del siglo XIX que determinaron conflicto y se resisten a ingresar con una mentalidad abierta que corresponde al siglo XXI. Y si Chile anclado en el siglo XIX, en su concepción, entonces obviamente el ambiente de la negociación no va a ser distinto al de1975. Esperemos que el Perú tenga una visión distinta.
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