Sander sostiene que las declaraciones de la OEA significan una obligación vinculante para Chile
Recordó que la OEA emitió 11 declaraciones sobre la resolución pacífica de las diferencias entre Bolivia y Chile.
La jurista británica Amy Sander se refirió a las resoluciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) emitió sobre la necesidad de que Bolivia y Chile solucionen sus diferencias mediante la negociación y el diálogo. Enfatizó en que esta problemática había sido declarada como de “interés para el hemisferio” y que el hecho de que ambos estados sean miembros de esta organización hace que las resoluciones deban ser tomadas como de carácter vinculante.
Sander realizó la segunda intervención ante el tribunal de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y recordó que la Asamblea General de la OEA, la máxima instancia de este organismo internacional, emitió 11 resoluciones sobre el acceso soberano al mar para Bolivia. Comenzando en 1979 y emitiendo resoluciones anuales hasta 1989; además, indicó que el tema permaneció en agenda hasta el 2013, cuando Bolivia decidió presentar la demanda marítima ante la CIJ.
Explicó que Chile sostiene que la OEA está limitada a emitir recomendaciones, pero Bolivia alega que éstas son vinculantes basándose en tres factores: el primero es que tanto Bolivia como Chile están vinculados por los términos establecidos en la carta de la OEA que indica las relaciones que deben regir entre estados, y que ésta señala que las relaciones deben ser pacífica. La segunda se refiere a que la Asamblea General de esta organización ha adoptado una serie de resoluciones dirigidas a los estados miembros y, el tercero, que Chile ha manifestado su consenso en tres de estas 11 resoluciones.
Alegó que un Estado no puede hacer caso omiso de las resoluciones de la OEA y que existe una “obligación positiva” por parte de Chile para negociar la solución de este diferendo. Indicó que en 3 ocasiones, 1980, 1981 y 1983 Chile mostró su consenso con estas declaraciones e incluso en la última ocasión participó junto con Bolivia en la redacción de un documento mediado por Colombia. En éste, “reafirmaron la obligación vinculante de chile de negociar y crearon una aplicación vinculante específica para ella”.
Asimismo, Sander rechazó la posición chilena de que el cumplimiento de las resoluciones de la OEA no son vinculantes y las de Naciones Unidas sí lo son. Sostiene que la buena fe se aplica igualmente en ambos casos, especialmente cuando se cuenta con el apoyo de todos los estados miembros como sucedió en el caso de las resoluciones sobre la situación marítima de Bolivia.