El ministro de Defensa de Brasil, Raul Jungmann, afirmó en declaraciones a TV Globo que los diez jóvenes detenidos en la Operacion Hashtag contra el terrorismo eran simples “aficionados” y “tarados”.

La Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) estaría “monitorizando las redes sociales” atenta a cualquier individuo o grupo que se atreva a “cruzar la línea entre apología y acto preparatorio” y sentenció que las autoridades brasileñas serán “implacables a la hora de contener y atrapar a los responsables”.

“No tenemos ninguna información de que los miembros del Estado Islámico llegasen hasta Brasil para realizar cualquier tipo de actividad. Ni nosotros ni la inteligencia de Francia, Estados Unidos, Inglaterra o Israel”, aclaró Jungmann. 

LOS DETENIDOS

Los diez jóvenes brasileños detenidos por su supuesta implicación en la preparación de un acto terrorista durante los Juegos Olímpicos de Río 2016, fueron trasladados hasta la prisión de máxima seguridad de Campo Grande, capital del estado de Mato Grosso del Sur.

En la rueda de prensa ofrecida el jueves, el juez Marcos Josegrei confirmó que la edad de los detenidos varió "entre los 20 y los 40 años" y que ninguno de ellos era de ascendencia árabe, aunque se identificaban con apodos en este idioma, lo que hace pensar que no serían verdaderos integrantes del Daesh sino meros simpatizantes o "captados" por la organización terrorista.

El juez confirmó al joven Levi Ribeiro de Jesus, de apenas 21 años de edad, como principal líder del supuesto grupo terrorista desactivado.

El joven, que no tenía ficha policial. había abandonado el hogar familiar hace dos años y se había trasladado a la ciudad de Curitiba donde trabajaba en una red de supermercados mientras que otro de los detenidos de menor rango, Vitor Magalhaes o “Abdullah”, de 23 años, trabajaba con su padre en un pequeño negocio también de la ciudad de Guarulhos.