La de este sábado ha sido una jornada extraordinaria; de derroche de alegría y de fascinación. Miles y miles de personas disfrutan de la entrada del Carnaval en una jornada con lluvia y fría, pero que no ahuyentaron a los bailarines, músicos y espectadores. Al final, los devotos de la Mamita del Socavón dieron rienda suelta hasta que San Pedro se agotó. En la morenada, tinkus, caporales o diabladas o tobas, cientos de agraciadas señoritas lucieron sus pasos en disfraces ajustados, escotados o incluso llevando unos bikinis adecuados a la danza, como ha ocurrido con los tobas.