Accidente aéreo
Redacción Oxígeno
27/12/2016 - 07:03

Según el informe colombiano, el accidente de LaMia ocurrió por irregularidades y actos negligentes

Según el informe, la tripulación era consciente del peligro que corrían por la falta de combustible, además no informaron de la emergencia aunque tenían los cuatro motores apagados.

El director de la Aeronáutica Civil de Colombia, Alfredo Bocanegra, y el secretario de seguridad, coronel Freddy Bonilla.

El accidente del avión de la compañía aérea LaMia, que el 28 de noviembre cayo en Colombia, fue provocado por varias irregularidades y actos negligentes que comenzaron en el despegue en Bolivia. Según el informe preliminar presentado por el director de la Aeronáutica Civil de Colombia, Alfredo Bocanegra, y su secretario de seguridad aérea, coronel Freddy Bonilla, entre los problemas que presentaba el avión se comprobó que su carga superaba su peso máximo permitido, además según las conversaciones entre el piloto y el copiloto, ellos eran conscientes del peligro que representaba la falta de combustible.

El informe colombiano, realizado por expertos en aeronáutica, utilizando la información de las cajas negras y las grabaciones, tanto de la cabina como de los distintos controles aéreos colombianos, confirman que el piloto y el copiloto eran conscientes de la falta de combustible.

En principio, el plan de vuelo de LaMia no debió haber sido autorizado en Bolivia ya que certificaba que el aparato solo podía volar a 29.000 pies de altura y durante el vuelo alcanzó los 30.000. "Por tanto, violó la certificación", explicó Bonilla. La ruta que aparece en el informe, de Santa Cruz a Medellín, es de 1.610 millas con un tiempo de vuelo de cuatro horas y 22 minutos. "Otro error: se debe especificar una hora y media más de la autonomía de la aeronave, lo que corresponde al combustible de reserva". En el documento solo aparece un aeropuerto alterno, El Dorado en Bogotá: "Debía registrarse un segundo y no se hizo".

Además, en el plan de vuelo no aparecía la firma del despachador, la persona que comprobó toda esta información y aprobó el vuelo. Bonilla puntualizó que no se permitió el acceso a toda la información en Bolivia. ”Nosotros no hemos tenido acceso al despacho previo, solo a las grabaciones, en Bolivia deben autorizarnos", mencionó Bonilla.

PROBLEMAS

Según el reporte de la Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil), el avión "contenía un peso superior al permitido por manuales”. La aeronave "estaba sobre su peso máximo de 41.900 kilos", ya que su peso neto era de 42.148 kilos, afirmó Fredy Bonilla, secretario de Seguridad Aérea de Aerocivil.

Bonilla informó que las grabaciones de la cabina demuestran que el piloto y el copiloto conversaron sobre la posibilidad de hacer una escala en Leticia (Colombia) o en Bogotá, "porque se encontraba en el límite de combustible", pero finalmente no lo hicieron. "Ellos estaban conscientes de que el combustible que tenían no era el adecuado ni era suficiente", confirmó.

Según la investigación preliminar, el copiloto insistió de forma reiterada en que estaban al límite de combustible para llegar a su destino. "Los miembros de la tripulación eran conscientes de la limitación de combustible, y que no era el adecuado que se necesitaba al llegar a Rionegro", señaló Bonilla.

Según el análisis de los audios y la información de las cajas negras, el piloto de Lamia hizo un giro y un descenso sin autorización de la torre de control. La controladora, Yaneth Molina, también informó que la tragedia pudo ser mayor pues había tres aviones Boeing a muy poca distancia.

El piloto no informó de la emergencia, aunque los motores se iban apagando y la situación era grave. A las 9:53 p.m. (cuatro minutos después del reporte de emergencia) se inicia el apagado del motor número tres y 12 segundos después pasa lo mismo con el motor número cuatro. Menos de un minuto después el piloto se comunica con la torre, pero el piloto no informa sobre la situación.

A las 9:54 p.m. el piloto activa otros flaps y baja el tren de aterrizaje. La torre de control da instrucciones para ir hacia la pista y pregunta si requieren algún servicio en tierra adicional, pero el piloto dice que por ahora no y que, dado el caso, los reportaría más adelante. En ese momento inicia el apagado del motor número dos.

“La aeronave estaba con tres motores fuera y no lo reportó. Tres minutos y 45 segundos antes del impacto el avión está sin potencia porque se apagan los cuatro motores”, indicó el coronel Bonilla. El piloto reporta la falla eléctrica total a las 9:57:29 p.m.; es decir, dos minutos antes del impacto. Aunque el avión tenía un sistema de emergencia, este tampoco funcionó por falta de combustible.

Para ese momento, la aeronave desciende y reporta que viaja a 9.000 pies cuando la altura mínima para superar el Cerro Gordo es de 10.000. “Por eso ocurre el impacto a una velocidad de 230 kilómetros por hora”, dijo Bonilla. Ese fue el final de un vuelo marcado por irregularidades y actos negligentes de la tripulación y las autoridades encargadas que autorizaron un vuelo que no cumplía las condiciones para realizarlo.

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