Creerás que tan sólo es una mentirita piadosa, pero una pequeña omisión podría acarrear horribles consecuencias.

Ocultarle cosas a tu marido crea desconfianza en una relación. Y cuando tú o tu pareja no confían el uno en el otro, no estarán felices completamente. Siempre estarás inquieta, tensa y completamente confundida. ¿Por qué hacerle eso a él?

1.- Tu historia sexual: Es obvio que quieras quedarte con los detalles más ‘profundos’, pero tu historia sexual y tu salud no sólo te afectan directamente a ti, sino que también tienen un impacto importante en la salud de tu pareja. No ocultes un embarazo o un aborto. Sí, es tu cuerpo, pero están compartiendo intimidad, y ambos deben respetarse.

2.- Cualquier enfermedad: Si tienes un problema médico que te avergüence o te dé miedo, es importante que se lo compartas a tu pareja. Si verdaderamente están en esto juntos, le debes tu honestidad y confianza. No eres la única afectada por tu salud, ¿o cómo te sentirías si estuvieras en su lugar?

3.- Cómo te gusta gastar: Ya sea que tengas una adicción por comprar zapatos o deudas por tomarte un año sabático en Francia, sería importante que le dijeras a tu galán qué esperar si piensan formalizar su relación. Si ocultas tu adicción por las compras o tu falta de control para gastar, seguro terminarán en muchos problemas financieros y él debería estar enterado.

4.- Salir con las personas que a él no le agradan: Si a tu pareja no le cae bien uno de tus amigos, te verás tentada de ocultar esas salidas, pero si lo haces, comprometes tu propia individualidad al no expresar tus necesidades personales. Y no le estás haciendo ningún favor, de alguna forma podría enterarse y tú te verás mal. Recuerda: “No hagas cosas buenas que parezcan malas.”

5.- Tus relaciones pasadas serias: ¿Por qué ocultar a tus exnovios? Sin importar qué tan poco hayan durado, es información a que a él le interesa. ¿Y si uno de ellos regresa siete años después nada más para ver cómo te ha ido? Estas son personas que en algún momento fueron importantes para ti, ¿por qué no hablar de ellas?