CAMBIOS EN LA PRODUCTIVIDAD DEBIDO A LA PANDEMIA
De nuestra necesidad de continuar produciendo, aún durante la cuarentena, podemos obtener muchos aprendizajes, que aplicados en condiciones normales pueden incrementar la productividad y mejorar la eficiencia de la sociedad
Durante la cuarentena, muchas industrias y empresas de todos los rubros tuvieron una caída importante en su producción como consecuencia de la reducción de la actividad comercial resultante de las restricciones impuestas para el desarrollo de las actividades económicas y el desplazamiento de las personas. A media que la cuarentena se flexibilizó, pasando de rígida a dinámica y ahora reduciendo las restricciones paulatinamente en diferentes ciudades, la producción de algunas empresas fue recuperando, mientras que otras tuvieron que reinventarse y otras cerraron.
En general la cuarentena fue un período de baja producción y pérdidas para la industria. Sin embargo, de esta situación se puede recoger enseñanzas y buenas prácticas que, aunque resulte difícil creer, de continuar aplicándolas, con seguridad incrementarán la productividad, reducirán costos y mejorarán la eficiencia.
Pese a que aplicaciones como Skype, Hangout de Google, incluso Teams de Microsoft, estuvieron disponibles hace al menos 10 años atrás, la plataforma Zoom fue la más utilizada durante la pandemia, tanto que dio origen a una nueva expresión para referirse a las reuniones, “tenemos un zoomcito”.
El uso de plataformas virtuales acortó distancias e irrumpió en diferentes actividades de nuestra vida, de manera que difícilmente estas volverán a ser las mismas luego de la pandemia; la educación virtual y a distancia se encuentran ahora al alcance de todos y con ello el conocimiento es cada vez más accesible. Queda pendiente la regulación de la educación virtual hasta hoy no ha quedado resuelta.
El teletrabajo mostró que la flexibilidad horaria es posible para muchas labores; derrumbó el mito de la imprescindible presencialidad y abrió la posibilidad real de utilizar horarios diferenciados y la administración del tiempo; ambos elementos aplicados en condiciones de normalidad, pueden contribuir positivamente al incremento de la productividad y a la reducción de costos de infraestructura. Un corolario de la flexibilidad horaria es el trabajo en horario contínuo, que una vez más demostró ser una medida acertada en especial en ciudades con tráfico vehicular saturado, donde permite ahorros de tiempo y dinero y reduce considerablemente la angustia y el estrés en especial durante el traslado en horas pico.
La simplificación de algunos trámites, fue una gran ayuda para los ciudadanos, se debe destacar el esfuerzo de muchas instituciones que redujeron las exigencias de fotocopias y la presentación de documentos redundantes, sin los cuales los trámites pudieron continuar y nos hicimos conscientes de que no es necesario tanto papeleo, pero un mayor avance pudo ser posible gracias a la virtualización de trámites administrativos, incluso judiciales, todo esto nos llevó a una acelerada implementación del gobierno electrónico, que si bien no está completa, avanzo considerablemente.
La racionalización del transporte público realizada con el fin de promover el distanciamiento social, permitió comodidad y eficiencia de este servicio para el usuario, aprendimos que el quinto pasajero en los trufis no es una buena práctica y que este servicio público debe orientarse a la atención al cliente, velando por su seguridad y confort y no solo por el traslado físico sin las condiciones adecuadas.
Los negocios se reinventaron y llegaron con sus productos a la puerta de los consumidores de la mano del delivery. La logística de las industrias y comerciantes pasó el desafió y demostró que como sociedad podemos organizarnos.
La cantidad de información compartida tuvo un ascenso vertiginoso en este tiempo, por el número de seminarios, talleres realizados bajo el formato de webinar que se ofertaron, no solo como eventos locales sino también internacionales con la participación virtual de exponentes conocidos y renombrados académicos. A ello se debe sumar que las principales ruedas de negocios y ferias internacionales como la de Cantón en China se realizaron en formatos virtuales, con resultados muy positivos ya que a decir de los participantes bolivianos, alcanzaron niveles de venta similares a la que lograban en el evento presencial, pero tuvieron solo una fracción del costo ya que no tuvieron que gastar en el traslado aéreo, estadía y otros.
Sin duda en el futuro los presupuestos de viajes y gastos en reuniones, en las empresas privadas y estatales, tendrán una importante reducción. Hacemos votos para que estos aprendizajes sean útiles y redunden en mejoras en la productividad, incremento de la eficiencia y beneficios para todos.