En una crónica de los periodistas de la agencia de noticias Fides que lo entrevistaron, Soza es descrito con un semblante notoriamente repuesto, con gafas colgadas en el pecho, probablemente, para cubrirse del ardiente sol. Dice que el exfiscal del caso Rózsa no había planificado una entrevista sino una charla informal que él consideraba un desahogo a sus múltiples preocupaciones que le trajeron el haber sido fiscal del polémico caso Rózsa, impulsado por el gobierno.