Rosario, 13 de junio (Agencias).- Un niño de 12 años murió de tres disparos, uno de ellos en la cabeza, en el techo de una casa abandonada en Rosario tras un tiroteo entre bandas. El niño ha sido una víctima de la guerra entre narcotraficantes, según las primeras investigaciones.

Tres balazos, uno de ellos en el ojo, dieron muerte al pequeño que junto a su familia se había trasladado a la ciudad en busca de una vida mejor. "De acuerdo a los indicios recolectados hasta el momento la víctima sería un -soldadito- que custodiaba un lugar dedicado a la venta de drogas", declaró la fiscal Marisol Fabro a la radio LT8.

El menor, identificado como Rolando Mansilla, era oriundo de Chaco. La fiscal a cargo de la investigación, Marisol Fabbro, señaló a Cadena 3 que sospecha que el lugar es un búnker de drogas, y que el menor era un "soldadito" que lo custodiaba.

“Es lo que se presume, porque se encuentra en una casa particularmente cerrada, con puertas de chapa soldadas y ventanas también soldadas, y el cuerpo de la víctima fue encontrado en el techo, donde a cierta distancia había un colchón con un brasero", precisó.

Los investigadores no descartan que una banda haya intentado robar el dinero y las drogas que tendría este presunto búnker.

La mataron la noche del jueves en el techo de un búnker de venta de drogas, en la zona más pobre de barrio Ludueña.  Vivía en la casa de una tía materna y sus últimas 12 horas de vida las pasó sobre el techo de una construcción precaria en la que funcionaba un quiosco de drogas allanado infinidad de veces. Una de esas ocasiones fue en abril de 2014, cuando el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, supervisó un operativo de Prefectura Naval durante el primer desembarco de las tropas federales en Rosario.