La Paz, 5 de marzo (Oxígeno).- El comandante General de la Armada, Aldo Noel Calla, informó hoy que el lago Titicaca, compartido entre Bolivia y Perú, se convirtió en un escenario donde no sólo los narcos aprovechan para trasladar droga de un país a otro, sino también que este sector es utilizado por quienes se dedican a la trata y tráfico de personas y al contrabando.  

Para hacer frente a esta situación, Bolivia, mediante la Armada y otros organismos del Estado, decidió reforzar el despliegue de unidades de la Fuerza de Tarea Especial Diablos Azules al sector con la colaboración de la Armada del Perú. El trabajo comenzó en esta jornada.

El ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, afirmó: “Las operaciones contra el narcotráfico, contrabando y la trata y tráfico de personas forman parte de un proceso de ampliación de la lucha para una patria digna y soberana y todos los bolivianos vivan bien”.

La autoridad gubernamental estuvo acompañada por el zar antidroga, Felipe Caceres, y los medios de comunicación que inspeccionaron el lugar durante aproximadamente una hora.

Las tres rutas de operación

El subgobernador de la provincia Manco Kapac, Nicanor Arratia, reveló al periódico  digital Oxígeno.bo que el distrito peruano de Anapia, la Isla del Sol, situada en el lago Titicaca del departamento de La Paz, y la Isla Taquile perteneciente al distrito de Amantaní, Perú, son las vías donde se realizan estas actividades ilícitas.

“Hemos visto mucho trajín (de lanchas) por las noches hasta la madrugada, son cosas anormales hemos pedido a la naval que puedan controlar, pero parece que no tiene mucha fuerza para este control”, lamentó.

Asimismo, expresó preocupado: “Los comunarios no podemos hacer nada porque no  tenemos armas, no podemos hacer nada, sólo estamos molestos”.