En Argentina se maneja varias hipótesis respecto al caso de la avioneta con placa boliviana que se estrelló en ese país mientras transportaba más de 300 kilos de cocaína.

El juez federal de Sáenz Peña (Buenos Aires), Ricardo Mianovich, aseveró a medios locales que actualmente la causa se está tramitando en la Fiscalía Federal de Roque Sáenz Peña y confirmó que ordenó una serie de medidas para “dar con el paradero de las personas que se dieron a la fuga y las personas que estaban como soporte en un vehículo”.

En ese sentido, el juez informó que también se realizará la pericia técnica del avión “para ver el motivo por el cual se precipitó, si fue por falta de combustible o por una falla mecánica”.

“Sabemos que ese avión, con esa carga y a baja altura, se torna inestable y, depende también de las condiciones del tiempo, algún viento lo puede precipitar fácilmente a tierra”, sostuvo.

Mianovich, asimismo, afirmó que aunque se manejan varias hipótesis, la principal es que la droga iba a ser llevada a otras provincias para después ser trasladada a Europa.

 “Puede ser que el avión bajara ya sea para dejar la mercadería y acopiarla para que después otro avión la trasladara; para reabastecer combustible y continuar viaje; o bien hacerlo vía terrestre con el apoyo logístico (…) Esta hipótesis se maneja porque la marca que figura en los paquetes (la cara con barba y la mano), identificaría destinos que serían otras provincias o Europa. Cuando se abran los paquetes, se va a determinar la marca de adentro a qué cártel pertenecen o puede ser misma que está afuera”, explicó.

El pasado martes se conoció que una aeronave con placa boliviana cayó en suelo argentino y en su interior encontraron 324 kilos de cocaína. No obstante, los tripulantes se dieron a la fuga.

Según investigaciones preliminares, la aeronave – una Cesna 210, Turbo Centurion II, con matrícula boliviana CP-3123 de color roja y blanca- sería del clan Lima- Lobo, narcotraficantes que han realizado varias operaciones en Bolivia y otros países de la región.

Al respecto, el ministro de Gobierno boliviano, Carlos Eduardo del Castillo, informó que la avioneta ya había sido secuestrada el pasado mes de junio, tras verificarse realizó un vuelo “sospechoso” a Paraguay; sin embargo, fue liberado irregularmente por decisión fiscal.

Tras el hecho, agentes antinarcóticos y la Fiscalía realizaron varios operativos simultáneos y allanamientos tanto en hangares de El Trompillo como en domicilios particulares de Santa Cruz y detuvieron a tres personas.

Además, las autoridades de aeronavegación y de aeropuertos de Bolivia identificaron el dueño, el piloto y al último tramo legal que realizó la avioneta, misma que no tenía autorización para abandonar el país.