El fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, en compañía de expertos del Instituto Forense, explicaron los resultados de la evaluación que se realizó a los restos de Jonathan Quispe, el estudiante de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) muerto el pasado jueves durante una protesta que llevaba a cabo esa casa de estudios en demanda de un mayor presupuesto.

En conferencia de prensa, Arturo Mercado, perito del IDIF, señaló que el disparo que acabó con la vida del joven estudiante fue lanzado a una distancia mayor a los 60 centímetros y aseveró que fue un “proyectil atípico” el que provocó el deceso.

“El sujeto que dispara estaba a una distancia mayor a los 60 centímetros para que el ángulo ingrese con lesiones, se observa en la autopsia forense”, explicó el perito.

El técnico explicó que “en la autopsia se encontró un proyectil atípico, que por la fuerza que ingresa al cuerpo humano ha tenido que ir a más de 36 metros por segundo, esa es la respuesta científica para perforar, para dañar y por las lesiones, el cuerpo humano ha recibido una carga de este elemento balístico”.

En todo momento los especialistas explicaron que se trató de un "proyectil atípico" y enfatizó que no se pudo determinar la existencia de ningún rastro de pólvora ni en el cadáver ni en su ropa.

Además, señalaron que tampoco encontraron rastros de sangre en la calle Martín Cárdenas, por la que pasó el universitario, pero sí en el pasillo del domicilio donde falleció.

Por su parte, el Fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, agregó que se hizo un estudio de quimioluminiscencia, entre el domingo y el lunes, para detectar si había sangre dentro o fuera del domicilio donde falleció el estudiante.

“No se encontró manchas hemáticas fuera, sí dentro, en el pasillo donde estaba el universitario”, indicó Guerrero.

Asimismo, señaló que hasta ahora se han tomado las declaraciones informativas a siete personas y pidió que otros testigos se aproximen al Ministerio Público a declarar. Garantizó su seguridad y confidencialidad.

"No hay órdenes de aprehensión, estamos identificando a las personas. Hemos escuchado los pedidos de la familia, de las autoridades de la UPEA, pero tenemos que colectar la mayor cantidad de indicios", agregó el titular de esa instancia, Ramiro Guerrero.

Aseveró que se convocará a uniformados de la Policía Boliviana para que declaren y no descartó que lo mismo suceda con el ministro de Gobierno, Carlos Romero, que hoy no asistió a una interpelación sobre el conflicto con Adepcoca en el Legislativo.

Ayer, la Policía señaló que, tras analizar unas imágenes de video, se pudo evidenciar que Jonathan Quispe -el estudiante muerto el jueves durante las protestas de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) en demanda de un mayor presupuesto- murió en el interior de un domicilio, ubicado en cercanías de la avenida Juan Pablo II, al que entró “corriendo y saltando” y del que salió sin vida “13 minutos después”.

En cambio, las autoridades de la UPEA sostienen que Quispe fue asesinado por un efectivo policial.