El traslado de 10 reos de Palmasola a otros centros penitenciarios del país forma parte de un plan que busca que el Gobierno central recupere el control en esa cárcel de Santa Cruz, así lo aseguró el viceministro de Régimen Interior, José Luis Quiroga.

En conferencia de prensa, Quiroga reveló que existen pugnas internas en el interior de ese penal, lo que derivó el amotinamiento del pasado día lunes – que derivó en la fuga de dos reos- y lo que también provocó que los agentes policiales se vean muchas veces rebasados por los reclusos.

“Se ha podido identificar, gracias a una información de Inteligencia, que existen pugnas de poder internas en Palmasola y por eso se ha determinado que se traslade a un grupo de 10 personas de ese recinto, que corresponden a un grupo contrario al actual regente del centro Penitenciario”, señaló.

Y aseveró que “estas 10 personas forman parte de un plan de traslados que se están planificando para tomar el control de Palmasola”.

En ese sentido, el viceministro de Régimen Interior dio a conocer que cinco de estos reos serán trasladados al penal de Morros Blancos en Tarija, otros tres serán enviados al penal de El Abra en Cochabamba y los restantes dos al recinto penitenciario de Mocoví en Trinidad.

“Lo más importante es desarticular los grupos de poder interno que se han identificado”, agregó.

Por otro lado, Quiroga aseguró que, según informes que recibió de la Policía, se descartó que los reos de Palmasola tengan en su poder armas de fuego pertenecientes a las fuerzas del orden, como había denunciado el defensor del Pueblo, David Tezanos.

Finalmente respecto a la prohibición de que menores de edad vivan con sus padres en la cárcel de Santa cruz, Quiroga aseguró que es una medida de Estado que no puede ser consensuada con los presos, ya que va en estricto cumplimiento a las normas.

Detalló que a nivel nacional existen alrededor de 600 niños que viven en las cárceles del país, los mismos serán sacados de los lugares y llevados con algún familiar o, en último caso, serán trasladados a centros de acogida.

Quiroga aclaró que los niños solo pueden vivir con sus madres en las cárceles hasta los 6 años de edad. Una vez que sobrepasen esa edad deberán ser trasladados a otro lugar.

“El fin último es velar por la salud y el bienestar del menor y acláranos que no se va a romper el vínculo familiar”, aseveró.

En ese sentido, señaló que el Ministerio de Gobierno pididó, como una medida inmediata, que se empiece con la construcción de ambientes adecuados para que los menores puedan visitar a sus padres “con toda la seguridad necesaria”.