La protesta de militares se debilita, pero familiares mantienen medidas
El Alto Mando dejó sin efecto 430 bajas de 715 uniformados; sin embargo, los movilizados determinaron crucificarse en el ingreso Estado Mayor y mantener una vigilia en el lugar para ser atendidos en sus demandas.
En su segunda semana de protesta,la movilización de los suboficiales y sargentos pierde fuerza; sin embargo, esposas y familiares de los uniformados apuestan por la radicalización de las medidas de presión mediante una vigilia en puertas del Estado Mayor en la zona de Miraflores y crucifixiones.
En el doceavo día de movilización, la mayoría de los militares movilizados fueron reincorporados a sus fuentes de trabajo por parte del Alto Mando Militar que dejó, hasta este viernes, sin efecto 430 bajas de las 715 que había emitido la semana anterior.
Desde el martes 21 de abril, los sargentos y suboficiales salieron en marcha de protesta diariamente hasta el 29 de abril. Durante esas jornadas, las movilizaciones fueron numerosas debido a la incorporación de sectores sociales y familiares que engrosaron las protestas. Las calles eran copadas por caminatas que descendían desde El Alto hasta la ciudad de La Paz, las mismas eran aplaudidas por los transeúntes y también cuestionadas.
Sin embargo, hasta este viernes 2 de mayo, al menos el 90% de los militares movilizados abandonaron las protestas y retornaron a los cuarteles ante los centenares retiros obligatorios que determinaron los tribunales militares contra quienes se encontraban acusados de sedición por abandonar las instituciones castrenses en apoyo a las demandas de descolonización en las FFAA.
La mañana de este viernes, a través de un comunicado el Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas (FFAA), daba a conocer la reincorporación de 243 uniformados que se sumaron a los 187 suboficiales y sargentos que también fueron beneficiados con su restitución.
“Comunicar con relación a la recepción y atención de nuevas solicitudes de reconsideración, el último reporte emitido por los Comandos de cada una de las Fuerzas, a 2 de mayo del presente año, los TRIBUNALES DEL PERSONAL DE LAS FUERZAS (Ejército, Fuerza Aérea y Armada), previo análisis de manera individual resolvieron DEJAR SIN EFECTO EL RETIRO OBLIGATORIO del personal de suboficiales y sargentos que se constituyeron en sus respectiva Unidades e Institutos Militares, conforme al artículo 37 inciso a) del Reglamento del Tribunal del Personal de las Fuerzas CJA-RGA-205” , cita un párrafo del documento.
Lorgio Cartagena, suboficial movilizado que lidera las protestas, admitió la mañana de este viernes que de los cientos de uniformados movilizados sólo quedaron 70 y los demás retornaron a las instituciones militares.
Cartagena denunció que si bien los militares aceptaron retomar labores, éstos son presionados e incluso castigados con arrestos de 15 a 30 días, además de descuentos por apoyar la movilización.
La respuesta desde el Alto Mando no se dejó esperar ante la denuncia, el director de Comunicación de las FFAA, Hernán Crespo, dijo que esa información es “tendenciosa” y que el personal reincorporado trabaja con normalidad y sin presión alguna en los cuarteles.
“Eso (denuncias de maltratos, arrestos y descuentos) es totalmente falso, es una información que pretende confundir a la gente y trata de frenar a los miembros de la institución armada, entonces esto es totalmente falso”, aseguró en contacto telefónico con el periódico digital Oxígeno.
Esposas marchan y se crucifican
Las esposas de los suboficiales ya llevan 12 días de huelga de hambre en las instalaciones de la sede de Asociación Nacional de Sargentos y Suboficiales de las Fuerzas Armadas ( Ascinalss).
Desde esta institución, la tarde de este viernes las esposas y familiares de los uniformados, marcharon desde la Ascinalss, rumbo al Estado Mayor ubicado en Miraflores. Ahí entre estribillos, gritos y empujones 10 de ellos se crucificaron en puertas del cuartel general y Lorgio Cartagena instaló un piquete de huelga de hambre.
Sandra López, presidenta de las esposas de los militares movilizados, informó a Oxígeno que la protesta continuará. Al menos una movilización de 50 personas se apostaron en el lugar; sin embargo, no lograron repetir la presencia numerosa de uniformados como de civiles que los apoyaban en días anteriores.
Como medida de radicalización, las esposas se sacaron sangre para escribir carteles de protesta; otras se sumaron a las crucifixiones y ante el ambiente de tensión, una de las crucificadas de la tercera edad se desmayó debido a un problema respiratorio.
La protesta militar que durante la primera semana de movilización pedía diálogo sólo con el presidente Evo Morales, en su segunda cedió para instalar el diálogo con el Alto Mando de las FFAA con la condición de que medien el Defensor del Pueblo y Derechos Humanos
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