La Paz, 3 julio (Oxígeno).- “Es una situación de profunda indisciplina institucional porque en el momento en el que se encierran en sus cuartos, dejan de salir a trabajar, cierran las puertas de una unidad, lanzan gas lacrimógeno a la calle, hacen declaraciones con advertencias ante medios de comunicación estamos ante una situación de profunda indisciplina", dijo este jueves el ministro de Gobierno, Carlos Romero.

Así se refirió la autoridad gubernamental a las protestas de los policías de bajo rango que se replegaron en las ciudades de La Paz y Cochabamba, demandando la fusión del bono de seguridad ciudadana al haber básico y una nivelación salarial, luego que tras reunirse para dialogar con el Gobierno durante tres días, no dieron resultados favorables.

Romero, en entrevista con radio Panamericana, aseguró que el Gobierno adoptó una política para mejorar las condiciones de trabajo de los uniformados.

Sostuvo que en las unidades Tácticas de Operaciones Policiales (UTOP) de La Paz y Cochabamba existe un desacato al mando institucional, a la autoridad del Comando Departamental y Comando Nacional, y calificó como delicada la situación porque le resta credibilidad a la institución policial.

 "Además de una actitud de indisciplina es una actitud injusta porque yo entendería este tipo de manifestaciones si es que no se estuviera haciendo ningún esfuerzo para mejorar las condiciones de la Policía", dijo.

El Ministro dijo que entre 1998 y 2005, los gobiernos de turno entregaron 3.360 millones de bolivianos para atender servicios personales de la Policía y en el período 2006 y 2013 se incrementó a 7.529 millones de bolivianos.

"En los últimos ocho años se ha incrementado 124 veces más el presupuesto para el salario de los policías que en los anteriores gobiernos", dijo, resaltando que se aplicó la curva inversamente proporcional, lo que significa un 15% de incremento en salarios de cabos y policías, además de la doble dotación de víveres.