La Paz,  24 de octubre (Infobae).- El allanamiento en un apartamento de la localidad de Saint-Ouen, en la periferia norte de París, ha permitido a la Policía el decomiso de armas y explosivos destinados, según ha confirmado el diario Le Parisien, ha cometer nuevos atentados terroristas.

Durante la operación, los agentes hallaron dos paquetes de explosivos de 500 gramos cada uno y se incautaron de detonadores eléctricos y granadas defensivas.

El registro se produjo el mismo día en el que las autoridades examinaron los locales de la asociación de Artigat, en el sur de Francia, que dirige Olivier Corel, el imán salafista francés de origen sirio conocido como "el emir blanco" y relacionado con varios yihadistas de los alrededores de Toulouse.

La policía se ha abocado a desbaratar posibles nuevos atentados y, al mismo tiempo, descubrir la trama terrorista tras los atentados del 13 de noviembre en París. El lunes 23 de noviembre, encontró en una papelera en Montrouge, en la periferia sur de la capital, un cinturón de explosivos similar a los utilizados por los yihadistas que se inmolaron el día de los ataques. Según añadió el diario Le Monde, contenía el mismo tipo de carga, TATP.

Montrouge es uno de los escenarios de la investigación porque el teléfono móvil de Salah Abdeslam -el hombre más buscado por su implicación en los ataques, y supuestamente refugiado en Bélgica- fue localizado allí en un momento de la noche de los ataques.

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