Belaunde revela que un policía de inteligencia y un abogado le ayudaron en su fuga
Belaunde prestó declaraciones informativas en el penal donde está recluido en el Perú. Fue el 19 de agosto, cuando una representación de la Fiscalía de Bolivia participó del interrogatorio. El periódico digital Oxígeno.bo tuvo acceso a esa declaración. El empresario da a conocer con el respaldo de quién se fugó y que su abogado pagó a integrantes del Conare para quedarse en Bolivia.
La Paz, 28 de septiembre (Oxígeno).- El empresario peruano Martín Belaunde, que actualmente está detenido en el penal de Piedras Gordas en Perú, reveló que un efectivo policial que era parte del Servicio de Inteligencia le ayudó a fugarse del lugar donde se encontraba. El efectivo llamado Rodrigo Quispe y el abogado Freddy Vidovic fueron parte de un plan que fue frustrado tras una ola de destituciones y renuncias de autoridades de la Policía Boliviana y del Ministerio de Gobierno. Estos datos y otras declaraciones conseguidas apuntan a concluir que los abogados Valda y Vidovik, Yuliano Arista, más conocido como el Curaca Blanco, y el mismo peruano, fueron parte de la evasión de éste último.
Belaunde prestó declaraciones informativas el 19 de agosto en la sala de audiencias de dicho penal, donde una representación del Ministerio Público de Bolivia participó del interrogatorio. El periódico digital Oxígeno.bo tuvo acceso a la declaración del empresario peruano, quien asegura que su abogado, Jorge Valda, hoy con detención domiciliaria, entregó al menos 50 mil dólares a miembros no identificados por él del Comité Nacional del Refugiado (Conare) y que debía decidir si se quedaba o no en el país.
Belaunde ingresó al país el 1 de diciembre por el Desaguadero, fronteriza con Bolivia, con la idea de permanecer en el país. Según diferentes datos, desde el momento que ingresó a territorio boliviano hizo lo posible para quedarse. Solicitó el estatus de refugiado político por parte de la Comisión Nacional del Refugiado (Conare). Aquello no lo pudo lograr y en consecuencia, la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia resolvió el 20 de enero la detención preventiva con fines de extradición.
Esa decisión provocó que el empresario se entregue en esa jornada a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC). Al día siguiente, las autoridades judiciales determinaron cambiar la figura jurídica de detención preventiva por detención domiciliaria que concluyó el 22 de mayo. Tras cuatro meses de detención domiciliaria, Belaunde fugó el domingo 24 y el 28 fue capturado.
¿Quién o quiénes le ayudaron intelectual y materialmente en su salida del domicilio en el que se encontraba en la ciudad de La Paz?, le preguntan a Belaunde. "El contacto lo hicé a través del doctor Vidovic y la salida a través del señor Rodrigo Quispe. De la familia que me acogía, nadie sabía; de los policías que me vigilaban, tampoco. Me fui casi en silencio, y a pesar de que no tenía orden de detención, me fui por la parte de atrás", contó Belaunde.
Esta es la primera vez que se conocen en Bolivia las declaraciones de Belaunde, cuya fuga costó el cargo el Ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, quien renunció, y la destitución del Comandante General de la Policía, la del comandante departamental de la Policía y la detención de dos vocales de la justicia paceña.
La extorsión y el Conare
En sus declaraciones informativas, argumentó que entre los motivos que lo llevaron a buscar nuevas opciones para pedir refugio en otro país, en este caso el Brasil, fueron los hechos de extorsión de los que dijo fue víctima y ante “la inminente partida a Perú vía extradición”.
“Después de obtener el rechazo de la primera instancia apelamos a la segunda 15 días útiles; me comentó mi abogado (Jorge Valda) que conocidos de él y a través de abogados y funcionarios del Conare le habrían pedido dinero para que la solicitud de refugio sea aprobada, al final de la resolución salió en contra pero mi abogado comentó que sí entregó cantidad importante (SIC)”, relata en sus declaraciones informativas. Dice que al menos se destinó 50 mil dólares para pagar a un funcionario del Conare.
El plan de fuga
El 21 de mayo tomó contacto con el doctor Freddy Vidovic, quien se comprometió, según Belaunde, a sacarlo de la vivienda ubicada en la calle 16 Los Eucaliptos de la zona de Bajo Llojeta de la ciudad de La Paz. De acuerdo con las informaciones oficiales, la fuga de Belaunde ocurrió la mañana del domingo 24 de mayo, pero en estas declaraciones, el ciudadano peruano dice que fue contactado la noche del 24 de mayo y que salió de esa casa a las 23.00 de ese día. En este caso, Oxigeno.bo especula que Belaunde pudo referirse a hechos ocurridos un día antes, es decir el sábado 23 de mayo.
“Lo cierto que el 24 de mayo a las siete de noche llegó un señor a la vivienda donde estaba; un tal Sr. Rodrigo no recordando el apellido en este momento; un gordito bajito y moreno, me dijo que llegaba por el Dr. Vidovic, presentó su carnet de agente inteligencia boliviano y estaba ahí para sacarme y que a las 11 de la noche pasaría por mí. Se presentó por parte de atrás a esa hora llegó a la habitación y me dijo que lo acompañe no lleve nada; salí con la ropa que tenía (…)”, se lee textualmente en el informe del de las declaraciones informativas.
En los documentos, según se puede observar, la persona a la que Belaunde identifica como Rodrigo lleva el apellido Quispe. Sin embargo, el ahora detenido en Perú su salida de La Paz hacia Magdalena, Beni, asegura que no fue un plan de evasión de la justicia.
“Para mí no ha habido una evasión, pues me retiré sin mandato de detención domiciliaria. Que la persona que me ayudó llegó a mi cuarto, y debió haber fracturado un candado, hemos salido por el sótano, inlcuso me he caído al momento que llegábamos al río teniendo un problema en la espalda”, indicó en sus declaraciones informativas.
Las personas responsables de la vigilancia policial no se dieron cuenta de la fuga de Belaunde debido a que se encontraban en el ingreso principal de la casa y no así en la parte trasera.
El efectivo policial de inteligencia y Belaunde optaron por bajar unas escaleras y cruzar un departamento en construcción de la misma casa, porque en el segundo piso no existe una vía al sótano.
Utilizaron un vehículo Statión Wagon blanca , camionetas tipo colectivo y luego un bus. Informó que llegó hasta Magdalena, Beni, al siguiente día luego de tomar la vía Coroico luego de al menos 26 horas.
Belaunde cuenta que cuando estuvo en la localidad de Magdalena, el policía que le ayudó en la fuga, le pidó la suma de 35 mil dólares, cifra que no pudo ser alcanzada por el peruano. Tenía, dice él, unos 1.100 dólares. "Tuvimos una discusión, me dejó la llave para hacer una llamada telefóni y a los tres días volvió con la Policía. Nunca más supe de él".
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