Sepa cuáles son las consecuencias de reprimir los estornudos
El ser humano estornuda por diferentes razones, por ejemplo por resfriados, catarros, gripes, reacciones alérgicas, contacto con el sol y otros.

El estornudo actúa como un mecanismo de defensa que tiene el aparato respiratorio para expulsar aire desde los pulmones a través de la nariz. Esto sucede cuando no todo el aire acumulado ha podido salir de los pulmones o cuando la sustancia que desencadenó el estornudo aún no se ha ido del todo.
Solemos reprimir el estornudo para evitar expulsar nuestra saliva y gérmenes por todos lados. Sin embargo, los estudios médicos afirman que evitar que el aire salga por la nariz o detenerlo justo antes de ser eliminado puede ser perjudicial para nuestra salud.
Estornudar para adentro produce los efectos contrarios a los que supuestamente debería cumplir: las partículas irritantes no se arrastran hacia afuera, sino hacia adentro.
Los patógenos o sustancias irritantes pueden pasar a otras zonas más internas de la nariz, oído medio, senos paranasales, etc. y colonizarlas. Es decir, pueden aumentar su población y ocasionar infecciones.
Por su parte, cuando el estornudo se reprime hay un aumento en la presión en el sistema respiratorio, causando sangrados nasales, hemorragias en los tímpanos o en la conjuntiva ocular.
A su vez, provoca inflamación en las fosas nasales y tímpanos, dolor de cabeza y de oído e incluso alteraciones en la audición. Quizás te haya ocurrido que se te taparon los oídos o te sentías algo mareado. Eso también es producto de reprimir los estornudos.